Un paseo en la oscuridad de la noche +18

Ciertamente el tema de la institutriz de algún modo los hace más cercanos, y la predisposición de Zaebos hacia alguien de clase baja como la de Shinse hace que el momento sea muy agradable sacando sonrisas cálidas y entusiastas en ella.

-No soy una persona común mi preciada Shinse, ya deberías haberte dado cuenta de ello, yo tengo mi propia vara para medir a una persona, es así como funciona el mundo para mí, funciona bajo mi propia visión y pensamiento.-Habla tranquilo mientras le explica a Shinse algunas cosas que debe entender sobre el mientras ella se coloca frente suyo para tomar la copa de vino en sus manos y tocarse de manera cercana y cariñosa a lo cual se sumó un beso y un par de miradas alegres manteniendo el velo de lo mágico entre ellos dos haciendo que Shinse mantenga todas sus ganas de dejarse seducir por su anfitrión y príncipe. Ella se separó luego de ello para continuar con sus vistas a esa sala, de no haber sido así es más que seguro que Zaebos aprovecharía el momento para lamer el cuello de su compañera y de comenzar ya mismo a seducirla y a jugar con ella de un modo directo.

Luego de la pequeña escena donde las gemelas Mia y Rose entraron en la sala estas se retiraron, no sin antes robarse toda la atención de Shinse la cual una vez se fueron regreso a su atención hacia Zaebos, si bien ella no dijo nada al respecto fue más que obvio su interés en esas jóvenes sirvientas de gran belleza y educación. Se sentaron juntos noble y plebeya para brindar por ellos y beber observándose sonrientes el uno al otro, expectantes, siendo Shinse quien expreso primero por lo sabroso del vino quedando ahora en Zaebos el toque de la palabra, algo que sin duda maneja tan bien como el toque de la piel y del placer.

-Me alegra que guste mi cosecha Shinse, este vino es fabricado en mi propio viñedo, es una receta única de mi familia y no está a la venta, por lo que pocos tienen el privilegio de saborear alguna vez en su vida el delicioso sabor de este sabroso vino.-Claramente muchas cosas en esa familia son exclusivas solo para la familia y allegados, es lo que está dando a entender ese hombre que la observa con viveza y lujuria y los ojos.-Hay muchas delicias que están disponibles para ti esta noche-Lo dice de una manera muy picara mientras come un poco de caviar, tomando uno de ellos con los dedos incide y pulgar acercándolo a los labios de su acompañante, por lo visto ve sensual y provocador el darle de comer en la boca, y realmente lo es cuando se tiene una confianza y donde como el suyo.

Al oir las palabras de Zaebos a lo referente a su modo de ver el mundo sonrei. Por mi cuenta hacia exactamente lo mismo, claro que el podría elegir y en mi caso tenia que adaptarme a todos incluso sabiendo con quien podría llevarme mejor o peor. Pero estaba claro que el podia manejarlo según su visión, lo que me hizo mirarle con una sonrisa picara. Podría cambiar su manera de verme facilmente, sin embargo, preferia mantenerme así, de hecho, en ciertos aspectos estaba siendo mas sincera que con nadie.
-Claro que me habia dado cuenta, de no ser así, me habria marchado tras ese momento bajo las estrellas.

Respondi alejandome y tras provocarle con lo de dejar seducirme. Mire las estatuas y la chimenea, para despues ver como aquellas chicas venian y se ivan robando toda mi atención. Eran realmente magnificas. Y seguramente hasta ellas sabrian mucho mas que yo en bastantes cosas. Luego me sente y brinde probando aquel maravilloso vino y expresando mi felicidad. entonces Zaebos hablo explicando y dandome a entender que jamas volveria a probar algo como aquello una vez me marchara.

-Asi que estoy probando algo que muy pocas personas han degustado. Me honra que me lo ofrezcas, nunca me han tratado tan bien ni me han dado tantas delicias.

Dije correspondiendo a su mirada lujuriosa con otra mientras me bebia el vaso de vino totalmente. Solo habia probado el vino de tabernas, aguado e insipido, pero este comparado con ese era muchisimo mejor, aunque estaba claro que de todas formas no tenia el paladar hecho para probar y comparar entre unos vinos buenos y otros mejores. Al escuchar su siguiente respuesta sonrei y me rei sabiendo por donde iva la cosa, mirandole con una mirada llena de deseo.
-No creo que me de tiempo a probarlas todas solo en esta noche y quiero probarlas todas jejeje.
Dije viendo como cogia aquellas bolitas negras de pequeño tamaño con los dedos. Luego se acerco a mi para darmelas a probar y abri la boca recibiendolas, pasando mis labios por sus dedos con delicadeza e insinuación. Luego lo empece a saborear viendo como sabia extraño, nunca habia probado algo asi y me resultaba dificil de identificar, incluso de decir si me gustaba o no.
-Mmm...esto...sabe raro. Jamas lo habia probado, supongo es una delicia a la que cuesta acostumbrarse. Pero no está malo.
Dije mientras seguia saboreandolo y mire a Zaebos alzando una ceja con picardia.
-Aunque diré que el cubierto en el que me lo sirvio estaba mejor, mas sabroso. jejeje
Dije esperando aver que diría al respecto, como si aquello siguiera siendo un juego de provocación.

Mantiene ese hombre sonriente y satisfecha a su compañera todo el rato, una sorpresa tras otra, una delicia tras otra, palabras y gestos, ideas y provocaciones, es un coctel muy bien preparado e irresistible. Ciertamente Shinse tiene razón, si el fuese otro una vez hubiese acabado de tener sexo con ella la hubiera enviado de vuelta a la calle como a una prostituta cualquier, pero no es así, no es así nada en lo absoluto. Tras el brindis y beber para degustar ese riquísimo vino ella expresa su agradecimiento, le causo gracia a Zaebos que hable de honrar cuando ella no tiene nada real para ser honrado, aun así no dijo nada y solo bebió la copa de vino sonriente.

-El honor es mío, mi casa tiene una reputación que mantener y siempre nos superamos-Responde con una etiqueta soberbia y orgullosa clásica y digna de los hombres de su elevada clase.  Se miran y conversan, la situación se centra mucho en las provocaciones, Zaebos dice una palabra y ella lo acepta de modo sutil, luego Zaebos parece agregar más con sus movimientos y acciones siendo ella la receptora directa de dichos estímulos, y se las jugó muy bien Shinse cuando ese hombre le dio de comer de su propia mano, eso fue sumamente sensual y excitante.

-No te preocupes mi estimada Shinse, me asegurare de que en tu partida haya muchos recuerdos buenos para ti, además…Este cubierto también puede ser plato y mucho mas, eso depende de quien desee servirse.-Está claro que ese hombre quiere darle a Shinse una buena probada de su propio cuerpo, y no solo de sus dedos y de sus labios, su torso y su parte más deseosa e intima también entra en ese suculento y libidinoso menú. Se sirve vino nuevamente y luego moja sus dedos en la deliciosa bebida para acercarlos a los labios de Shinse, los roza mientras con su otra mano se moja los labios con esa rica bebida y también se acerca a ella, para esta vez darle un suave beso en los labios con sabor a uva, alcohol y algo mas, a lujuria…
Extiende su beso un buen tiempo usando su lengua de modo vivaz para conseguir mejores sensaciones para él y su compañera la cual está pidiendo más de él, así como el exige más de ella en esa noche que pasa lenta para suerte de ambos amantes.

-Si esto sigue así Shinse, se me acabaran cayendo las ropas-Le guiña el ojo teniéndola cara a cara con unas palabras que dejan claro que en cualquier momento terminara nuevamente desnudo para ella, y entonces, como ha dicho con anterioridad tendrá mucho de su suave y cálido cuerpo para darle de probar. -Aunque claro, siempre está la posibilidad de que se caigan las tuyas primero.-Sonríe sabiendo que eso también puede pasar, aunque eso queda probablemente a su propia gusto. Mientras deciden que sucederá no deja de besar y de acariciar sutilmente y sensualmente a su compañera, acercándose cada vez más a ella como si nuevamente fuera a entrelazarse con ella de un modo muy caliente.

Miraba a Zaebos con asombro y lujuria, viendo que con ese aspecto noble y servicial habia alguien maravilloso. Me asombro de gran manera su manera de comportarse conmigo y de ofrecerme sin reparos gran variedad de cosas, entre ellas poder probarle y repetir.

-Me gusta que os supereis, desde luego..me encanta. No podre aprobechar siempre una oportunidd así

Dije sonriendole y mirando la comida que  poco a poco me la acercaba con delicadeza. Tras mi comentario, el respondio de una manera provocadora siguiendome el juego, algo que habia dudado al principio ya que alomejor era demasiado provocador para relacionarlo con la comida.
-Me gusta ese plan, aunque dudo que olvide nada de esta noche. Y espero que sea una vajilla entera, por que tengo mucha hambre todavía.

Dije riendo y relamiendome los labios mientras le miraba acercar sus dedos para mojarme los lavios con aquel vino. Despues de ello se mojo sus labios y nos juntamos en un beso sabor a vino. Un beso exquisito. Sonrei continuando el beso y escuchandole con una grata sonrisa. Al oirle aquello asentí y mis manos se deslizaron por su ropa lentamente buscando botones y enganches.  Le mire apartandome de su rostro y me relami saboreando las ultimas gotas de vino de mis labios.
-Puede que mis ropas se caigan, pero hoy creo que las tuyas estan mas sueltas.
Dije desabrochandole el traje y lamiendole la mejilla con una sonrisa picarona.
-mm...sabrosa.
Despues comence a morder la oreja  y a lamerla lentamente, bajandole la ropa con las manos lentamente. Para finalmente besarle el cuello con ternura.
-Estas salado, y eso me gusta. Mejor que el dulce.
Dije levantandome y colocando mis manos en su pecho para echarle hacia atras mientras cogia un poco de caviar con una de mis manos y hacia que se lo iva a dar.Entonces simulaba que  se me caia y entonces el caviar cayo en su pecho ahora desnudo.

-Mm... una pena, pero creo que no sera bueno malgastarlo.

Dije bajando lentamente y comenzando a lamer alli donde habia caido el caviar y absorbiendo cada hueva con dulzura.

-Espero que no te importe, mi sabroso y apetitoso amigo. Pero comprartamos igualmente.

Dije riendo y volviendo a besarle la boca, jugando con algunas huevas que habian quedado sobre mis labios y  abrazandole con una mano y posando mi mano que habia cogido caviar por su mejilla. Entonces me separe de su rostro posando  mi mano sobre sus labios mojados.
- Acepta lo poco que quedo del caviar sobre mis dedos.

La mirada de Shinse cada vez se vuelve más expresiva, es probable que haya encontrado en él su príncipe blanco, uno con un corazón bien negro, pero eso no le debe de importar a alguien como ella. Claro que ese hombre se ha ganado esa mirada, a su forma ha ofrecido mucho sin pedir casi nada a cambio, por lo que esa mujer puede sentirse una ganadora por esa noche. Ahora el juego se centra en la comida y de cómo usarla sensualmente, así que allí esta Zaebos en esta ocasión con el vino que ella relame de sus dedos, agradando esa mujer que tiene mucha hambre todavía así que necesita mucho más.
-Tengo mucha comida Shinse, y mucho de mi cuerpo para ofrecer aun.-Se ríe mientras la observa fundiéndose luego en un apasionado beso con sabor a vino, una maravilla sin dudas. Tras besarse un rato entre sonrisas y provocaciones la mujer fue la más rápida de los dos y con manos hábiles encontró botones y enganches los cuales separo haciendo a un lado la ropa de su amante dejando su torso al desnudo mientras este la escucha y le acaricia las mejillas y el cuello también. Se relame la mujer y le lame la mejilla siendo ella muy picara, complaciendo a ese hombre que mientras le acaricia la mira a los ojos sonriente.

-Supongo que ha sido un descuido de mi parte no ajustar bien mis ropas, mi estimada compañera-Responde el noble al quedar desnudo de cintura para arriba,  disfrutando la lamida de Shinse-Debo estar bueno, después de todo soy yo, Zaebos de Córdoba-Agrega muy confiado poniendo algo de soberbia de su parte. Ella le muerde la oreja y le besa el cuello, Zaebos empieza a acariciar la cintura de su compañera mientras ella disfruta del salado sabor de ese noble cuerpo. Se ríen al quedar Zaebos con el caviar sobre el pecho y no la deja de acariciar para nada, acercándose mucho a los muslos y a los glúteos de Shinse mientras ella lo hace para atrás sumamente sensual-No te preocupes, no lo desperdicies mi querida Shinse-Responde ese hombre mientras disfruta de la sensación de la lengua de Shinse húmeda y deliciosa sobre su piel, más que nada sobre su pecho una zona sensible y estimulante tanto para el hombre como para la mujer. -Te mostrare cuanto me importa querida…-Susurra en vos baja respondiendo el beso de esa mujer ya entrando de lleno en las zonas sensibles de su compañera, tocando con delicadeza y mucho gusto los muslos de esa mujer con la juega sensualmente quien le invita a lamer sus dedos como lo ha hecho ella momentos atrás.

-Suena bien para mí-Asegura al momento de meterse los dedos se Shinse en la boca lentamente, presionándolo con las labios y luego usando la lengua para lamerlos, mirando a sus ojos expresando con ellos sus deseos. -Creo que mucho de mi ropa está demasiado suelta hoy-“Confiesa” ante su dama de su noche empezando a desvestir lentamente otra vez a su compañera, lo hace lento  y de cintura para arriba dejando así el torso al desnudo de Shinse.- Esas dos preciosidades seguro saben mejor con algo de vino bañándolas, y mi parte más sentible también, podrías sorprenderte preciosa.-Buenas ideas las de ese hombre, tan sensuales como lujuriosas y pervertidas, pero para  personas como ellos cosas como esas son de lo más normal del mundo.

Miraba a aquel galan frente a mi, sintiendome conforme y gustosa de ofrecerle gran cantidad de placeres. El me habia ofrecido mucho, mas de lo que hubiera podido imaginar o esperar de un noble. Pero alli estaba, sintiendome vencedora, habiendo logrado algo realmente importante que nunca esperaba tener. Por ello le miraba con mi sonrisa mas sincera y con una mirada clara y sin engaños. No merecía la pena mentir en todo aquello.

-Mm... perrrfecto. De hecho estoy muuuy hambrienta.

Dije besandole y usando el doble sentido de la frase, lamiendole la mejilla despues. Saboreandole con pericia y observando como le gustaba mientras le desabrochaba la ropa con bastante maña. Luego a su comentario rei colocando mis manos sobre su cuerpo desnudo. Le mire con fuerza a los ojos y me relamí con lujuria.

-Dudo que después de probar algo tan bueno, Zaebos, pueda volver a conformarme con cualquier otra cosa. Podria volverme adicta jajaja.

Dije apoyándole en aquella soberbia, en aquel aire de grandeza que al parecer tanto le gustaba a aquel hombre, tanto o mas que a mi. Todo aquello dicho cerca de su oreeja en tono sensual y provocador, con una risa dulce y calmada. Justo antes de dejar caer el caviar que hizo incluso al noble reir. Un gesto algo arriesgado pero que al parecer habia salido a pedir de boca, nunca mejor dicho. Le movi hacia atras sintiendo sus manos fuertes en mis muslos y gluteos, conforme iva comiendo aquel delicioso manjar. Sonrei incluso cuando dijo que no lo desperdiciara, dejando claro que le gustaba aquella sensación. No tarde en subir hacia sus labios, mientras apretaba su pecho con una de mis manos, incluso en un momento pellizcandole un pezon con gracia, mirandole con una sonrisa picara y descarada. Quizas el momento de ser una dama noble había acabado. Extendi mis dedos ofreciendole aquel poco cabiar que quedaba en mis dedos y sonrei al ver que eran aceptados con bastante gusto, y no pude evitar reirme sintiendo unas pocas cosquillas en aquellos dedos que eran rozados por su lengua sutilmente. le mire a los ojos, viendo claramente sus deseos alli para conmigo. Sonrei ofreciendole una mirada sincera y orgullosa, mientras reia a los comentarios de su ropa, mientras le retiraba mis dedos de su boca para permitirle hablar mejor. Dejandole con facilidad retirarle la ropa de igual manera.

-Mm...es un misterio como la ropa tiende a caerse hoy. No es normal que pase tan a menudo¿no crees?

Dije sonriendo y quedando desnuda de cintura para arriba delante de su cuerpo escultural. Sonrei orgullosa de estar alli con el, disfrutando simplemente de su compañia.   Luego mire hacia abajo al oir su comentario, mi mente perversa pensaba cieras cosas en aquel juego, aunque una dama posiblemente no debia actuar asi. Por ello, si deseaba algo de aquello mas le valía hacerse mas de rogar. De hecho, podria ser divertido hacerle pedir un poco, quizas incluso suplicar, pero esas cosas ya eran de otro nivel que no estaba dispuesta a superar con alguien que podria ofrecerme tanto o tan poco.

-Jajaja, malgastarias tu sabor, bañandolo con ese liquido alcoholico, sin embargo, me gustaría probarlo.

Dije bajando hasta su pecho y alli comencé a lamerle y morderle con dulzura y pericia. jugando con hasta el momento la zona mas sensible descubierta. Una de mis manos comenzo a bajar lentamente rozando su piel, para quedar justo al límite de los pantalones, para entonces retirarla al mismo tiempo que mi boca, quedando frente a él con una mirada clara, la de reto.

-Pero la idea de probarme a mi... yo desde luego deberia saber mejor con ese vino por encima. No la dama, si no como Shinse. No puedo saber tan bien como el magnifico y sabroso Zaebos de Cordoba. Asi que si lo deseas...bañame y comeme.

Dije con una sonrisa picara y mirandole expectante. Era cierto que no había recuperado todas mis fuerzas, pero el cuerpo de la mujer era algo increíble, por ello estando en aquel punto, soportaría lo que fuera. Resistiría y le complacería otra vez mas con aquella resistencia única e innata. Después de aquellos momentos en la sala de la chimenea posiblemente estaría molida, pero desde luego merecía la pena esforzarse mas por algo como aquello.

Le hubiera gustado poder saber a Zaebos que estaba pensando Shinse en esos momentos, hubiese podido serle más sincero y agraciarla más con sus respuestas si pudiese saberlo. Se guía por las miradas sinceramos de esa mujer, su alegría y sus ganas no solo de sexo, sus ganas de ser apreciada y reconocida. Se besan mientras usan el doble sentido de la palabra, algo que Zaebos transformara en literal de cierto modo mientras se acarician y ambos van quedando mas y mas desnudos, como si fuese eso inevitable debido a las ganas que se tienen esos dos en esos momentos.

-Esa es la gracia de mi Shinse, las personas se vuelven adictas a mí, así que ahora no te queda más remedio que quedarte aquí conmigo para saciarte día a día.-Ciertamente eso es verdad, pero no solo por su dinero y belleza, ese carisma que posee ayuda, pero tiene muchos secretos ese hombre que consigue tener a tanta gente bajo sus dominios. Shinse realiza actos atrevidos, como apretarle un pezón mientras se besan, aunque claro que en un momento caliente como ese el noble junto a ella no le iba a reprochar nada de nada y responde gustoso y sonriente a dichas acciones permitiéndole actuar con libertad.

-Es la magia de esta casa Shinse, parece que las ropas son más flojas en este lugar, y eso me parece acogedor y agradable ¿No te parece así mi bella dama?-Mientras agrega lo suyo y le hace esa pregunta la observa nuevamente desnuda de cintura para arriba, saboreando desde ya otra vez el sabor de los senos de su compañera así como de su sangre. Ella lo miro lujuriosa y el vio claramente como bajo la mirada mirando hacia su zona más sensible, el pensó en lo mismo pero no dijo nada aun, aunque claro que lo diría minutos más adelante…Pero por ahora simplemente se dejo hacer por ella quien disfruta mucho del pecho de su amante usando su boca y sus manos para ese fin, bajando tanto que quedo justo donde comienza el pantalón de ese hombre, retirándose de allí un poco y dejando que Zaebos toma el rol activo dejando saber sin embargo que le gustaría probar todo de él ya sea con vino o no.

-Dame un poco de tiempo linda Shinse, y veras lo bien que puedo saber.-Le guiña el ojo y la trae hacia el lentamente, despacio la toma de la cintura y pegándola sobre el le lame los senos despacio, lentamente como en la vez anterior la trata como si fuera una doncella a la que catan por vez primera, con pericia y boca experta degusta esos ricos pechos por completo, base, los costados, la parte superior, sus pezones, todo de ellos aunque esa acción le tome varios minutos demostrando cuanto le gusta hacerlo, tanto como para pasar minutos enteros acariciándola y chupándole sus mamas sin cansancio ni aburrimiento. No la muerde porque teme ella se desmaye, todavía es muy temprano para terminar con el juego, así que luego de muchos minutos de chuparle los senos le hecho lo poco que quedaba de vino sobre estos y los saborea con gusto sin un aparente final, como si quisiera desgastarlos o algo por el estilo.

-Sabroso, pero no justamente por el vino, ese fue solo un plus.-Comenta asegurando que los pechos de su amante son sumamente sabrosos solo porque si, con el gusto y la textura de ellos mismos basta por sí solo. Se quita el cinturón aflojando así su pantalón, lamiendo los labios de Shinse busca una mirada directa sobre sus ojos y al conseguirla sonríe de modo pícaro y sensual. -Se bien donde miraste antes mi preciosa y lujuriosa Shinse, pero está bien, justamente pensé en darte a probar lo mejor de mí, así que no necesitas contenerte mas, sírvete lo que quieres en la cantidad que quieras.-Aprieta levemente los glúteos de esa hermosa mujer sobre él y luego le pasa los dedos por la unión de los mismos presionando sus ropas para rozarle por encima de las ropas el ano, mirándola al rostro y deseando conocer qué clase de respuesta es la que le dará esa mujer plebeya que juega hoy a ser una dama de alta cuna como lo es el.

Besaba a Zaebos pensando en el y su manera de actuar. Se merecia mucho de mi, pero no en lo referente a la doncella dulce y timida. Se merecia algo que le hiciera sentir bien de verdad como hombre que era y que una dama posiblemente nunca le daria. Podria romper muchos esquemas con ello, pero sabia que al final se lo concederia, dandole en ultimo momento un placer unico. Total, despues de aquello fuese o no dama me echaria sin mas. Si por lo menos antes de irme le dejaba bien, me iria mucho mas conforme, y por su parte, solo el sabria lo que hacer. Le correspondi los besos quedando desnuda al igual que el y le escuche con una sonrisa clara y feliz. Sabia que no podria pasar, pero me gustaba que lo dijera y con ello que me hiciera sentir importante.

-Saciarme día a día, en este lugar, contigo...no le veo inconveniente. Incluso te seguiria donde fueras si con ello me saciaras día a día. Ya es mas de lo que nadie hizo por mi. jajajaja

Respondi besandole con ternura y algo bromista, dejando claro que era una de mas mejores cosas que me habian pasado, pero teniendo claro que acabaria como todo. Aunque al ser un noble diferente a los demas, podria estas diciendo parte de verdad. Sin embargo, le segui el juego. Total¿que podia perder con el? Solo estaba ganando. De echo, ni siquiera pensaba que tuviera ningun secreto ya que todo parecia normal a simple vista, quizas incluso demasiado increible. ¿por que dudar de una oportunidad? Sonrei pellizcandole un pezon con risa traviesa viendo como el sin echarme nada en casa continuo sonriendo y correspondiendo a mis besos. Me hubiera gustado decirle que algunos hombres o "demonios" tambien se volvian adictos a mi, remarcando que el tambien tuviera algo de cuidado, sin embargo el hablo de la ropa, y deje pasar el tema rindo a su comentario.

-Realmente acogedor y único.
Le observe, moviendo mi vista hasta cierto lugar, pero no dije nada en absoluto, al igual que el que parecio seguir mi vista. Luego le tome el pecho con ganas jugando con el de manera tranquila y calmada, dejando finalmente  su cuerpo libre para que el tuviera mas control de aquello. Entonces, a su comentario me rei asintiendo. Estaba claro que sabria bien, pero no imaginarme como sabria... seria todabia mas increible. No lo habia probado todo, de echo, lo habia probado muy poco. Deje entonces que me atrayera hacia el observandole con calma y pasion, deseosa de sus labios y mucho mas. Vi como comentaba con mi spechos, de manera calmada y paciente, saboreando todo de ellos con gran pericia, haciendome sentir querida y muy a gusto, volviendome mas sensible a cada tanto. Sonrie con alegria y pensando en lo bien que habria estado de joven con el, perdiendo mi virginidad con alguien como el y no con uno de aquellos campesinos aburridos de sus mujeres.  Claro que el destino lo habia querido asi y tarde, pero de todas formas no pensaba dejarlo pasar. No se cansaba, incluso tras un rato les echo vino para probarlos con mas sabor haciendome sentir mejor. Una mezcla del frio vino y sus labios calientes me hacian sentir realmente especial y sensible, expectante por que aquel hombre me diera mas de todo lo que sabia.
-Jejeje, me complace que te gusten tanto.
Dije entre risas y ya bastante excitada por todo aquellos tocamientos. En otros momentos habria resistido mas, pero con mi cansancio y aquella pericia de aquel hombre no podia evitarlo. Por pensarlo de alguna manera era mas de el que d cualquier otro hombre en aquel momento. Le segui sus labios correspondiendo para despues mirarle a los ojos y escucharle hablar sin demora, dejando algo claro.
-Jajaja, no se te escapa ni una.
Le respondi mientras hablaba viendo sus pantalones caer. Mientras senti su mano en mis glutios, para despues notarlos en una zona mas picante. Sin poder evitarlo simplemente sonrei soltando una leve risa y rozándole la mejilla con mi mano.

-No tengo mucha idea de como es una dama. Pero...tu quieres a Shinse, me quieres a mi Zaebos, no a una dama de alta cuna.

Dije acercando mis labios a los suyos y besandole mientras una de mis manos le tocaban sutilmente el miembro. Luego le lamí la oreja y segui hablando.
- Es mi momento de probarte entero y con ello de hacerte feliz como nunca. Despues de ello...si lo que quieres es mi trasero tomalo, pero antes, preparate para disfrutar mi tesoro.

Respondi soltandole el miembro con la mano y sonriendole de oreja a oreja con picardia. Tenia ganas de que me suplicara que lo hiciera, pero quizas hacer suplicar a ese hombre no era lo mas inteligente que podia hacer. Por ello empece a agacharme y alce mi cara para verle a los ojos con algo de reto en mi mirada. Sonrei y con una mano comence a tocarle lentamente y con pericia las zonas mas sensibles, colocando mi otra mano en su gluteo para masajear ambas cosas con ternura. Lentamente y directa donde mejor podia sentirse aquel humano tan noble. Preguntandome incluso si bajar mis dedos y jugar tambien yo con su ano. Pero eso iria lentamente y calmada. Haciendole disfrutar esperaba como pocas veces.
-Espero que te guste mi gran Zaebos de Cordoba.

Mientras se besan y se desnudan de a poco las palabras y los engaños van haciendo efecto puede decirse de ambos lados, y es Shinse quien responde ahora a las palabras de ese hombre que le hace saber que desea complacerla día a día en todo cuanto ella de desee, como si fuera ella su compañera ideal. De seguro que si ella deja de actuar como una dama y es ella misma lo sorprendería, no es seguro que se quede con ella permanentemente pero si sabe a la perfección la bruja que siendo ella mismo puede hacerlo gozar mucho más que actuando con fineza y etiqueta en sus acciones.

-Serias adicta a mi Shinse, eso suena muy agradable y excitante, podríamos tener mucho sexo como ahora donde sea, cada vez mas y mas, probando muchas cosas nuevas e inexploradas, y regresando las manías sexuales ya conocidas una y otra vez sin descanso.-Nunca antes alguien le habrá expresa sus ganas de tenerla de ese modo de manera permanente, como mujer, como una princesa a la cual cuidar, comprender y acompañar, y si eso fuera poco también habla mucho de lo sexual, para que diversión y placer no le falta, todo perfecto según las palabras de ese hombre que al parecer también pretende hacerlo con acciones y su cuerpo besándola así como ella juguetón, con manos cada vez más atrevidas que se aventuran mas allá de los muslos y las caderas de esa mujer, se entremeten ahora en el trasero de la bruja tocando una zona muy picante, placentera y estrecha. Mantuvo en su boca los senos de su joven amante bastante tiempo, si pudieran gastarse esos pechos lo hubieran hecho en la boca del vampiro pero por suerte eso no puede suceder. Si suceden cosas como por ejemplo el tema de las ropas, acogedor si ¿Único? No pueden estar seguros, pero sin dudas allí parece ser más normal de lo esperado. De seguro que el ego de Shinse debe estar por las nubes, esta con un hombre poderoso que se muestra muy deseoso de ella, realmente parece estar tan pegado a ella como ella a el que lo mira calmada, o casi, porque de a poco se va excitando mas y mas volviéndose más sensible, algo que sucede a menudo con las mujeres más durante el sexo. Con los pantalones bajos quedo claro de que desea a la Shinse autentica, ya tuvo su dosis de ella actuando como una dama, ahora quiere a la mujer lujuriosa y libidinosa con él en la cama.

-Así es, te estoy buscando desde que empezamos, aunque no lo notaste- Responde antes de besarle, manteniendo sus manos en el trasero de su amante bien metidas en la raya como quien dice buscando su ano y manteniéndose allí una vez lo encontró. Le mete las manos por debajo de las ropas para jugar con esa parte trasera de la mujer mientras ella empieza a tocarle el pene de modo sutil para excitarlo más y darle mucho placer, algo que evidentemente funciona ya que tiene el pene bien erecto y el rostro feliz ese hombre junto a ella quien recibe todo el aprecio de la joven bruja.

-También lo quiero, toda tu me parece algo hermoso y sabroso de tomar, así que luego de que me hagas feliz como ninguna otra mujer sentirás allí atrás bien adentro más que mis manos dulzura.-Esta claro que mas que dedos meterá en el ano de Shinse, su lengua y su pene también están completamente dispuestos a entrar allí y hacer de las suyas para mayor placer mutuo. Unas mordidas por allí atrás tampoco estarían mal, pero esa es una sorpresa que no revelara aun. Baja Shinse lentamente por sobre el cuerpo de su amante manteniendo una mano en el pene y la otra en uno de los glúteos de ese hombre para mirarlo de mientras sonriente y dominante, o será mejor dicho desafiante, pensando tal vez en ser ella quien lo haga delirar de placer y lo agote una vez tenga todo ese pene en su poder.

-Eso estoy esperando Shinse, porque sin duda será algo para no olvidar-Agrega el a las palabras de Shinse, porque cree con seguridad de que le gustara cuando ella empieza a degustar el pene ese duro y de buen tamaño que hace bastante tiempo no es tratado como se merece por una conocedora amante. Acaricia a la mujer en el rostro lentamente, luego le roza los cabellos y las orejas con la punta de sus dedos observándola ansioso y expectante del momento en que ella comience a usar su boca allí y le entregue ese placer, esas sensaciones que está esperando con muchas y reales ganas.

Poco a poco aquel hombre parece estar cayendo en las garras de Shinse quien a su vez, se centra mas en ese hombre sin saber que misterios oculta. Algo que puede salir muy bien para Zaebos, pero quizas no tan bien para ella. Pero esta claro que hay un deseo mutuo entre ellos y que se corresponden el uno al otro. Por lo menos en el sentido de las noches pasionales, donde los dos parecen en un principio estar echos el uno para el otro

Me sentia claramente a gusto con Zaebos, correspondiendo a todo sin problemas, sonriendo y ofreciendole algo que si salia bien le seria dificil de olvidar. al oirle hablar me rei pegandome mas a el y besandole con mas pasión.

-A mi tambien me parece excitante...Pero. nunca he sido adicta a nada, podria ser peligroso...¿no crees? aunque quizas merezca la pena, sobre todo si es volverse adicta a alguien como tu.

Respondi cogiendole de sus brazos y acariciandole, luego la espalda y besandole disfrutando de su cuerpo fuerte y limpio. Aunque no fueron sus insinuaciones solo las que me hicieron recapacitar en aquello, si no sus palabras y verdades. Ahora empezaba a dudar de que aquello fuera una broma, y empezaba a pensar que habia algo mas, que ese hombre aceptaba tenerme alli mas tiempo, como amante o quizas como esposa. Seria dificil de comprender pero desde luego sus palabras sinceras me pedian quedarme allí y disfrutar de el una y otra vez. Y si queria eso, iva incluido el tenerme allí cuando no hiciesemos nada, cuando el sexo pasara a segundo plano y la convivencia fuera lo primordial. A cada momento cada vez sentia mas que aquel hombre queria eso realmente. No mentir  una mujer para sacar lo mejor de ella, no, si no algo mas alla de todo aquello.

Sonrei agradecida cuando comenzo a jugar con mis pechos, a lamerlos y gastarlos sin parar, ofreciendome una sensacion muy placentera y excitandome con ello claramente. Al igual que con su otra mano que llega a lugares insospechados provocando y sugiriendo ciertos placeres que pocos hombres se atreven a llegar y menos mujeres aún. Tras varios minutos sintiendo su boca saborearme y bastarme mi mirada ya no era totalmente calmada y podia notar Zaebos como claramente ahora estaba mas sensible y excitada que al principio. Si era aquello lo que habia pretendido desde un comienzo, lo había conseguido. Entonces le vi bajarse los pantalones y le miré claramente la entrepierna, mirandole con lujuria y ganas de complacerle. Cuando me respondió a mi proposicion me reí dandole una cachetada suave en el culo y sonrei.
-jejeje, entiendeme, no podía arriesgarme a que me echaras apenas sin conocerte. Ademas...me gusta ir poniendo mi trampa poco a poco y queda poco para que no tengas escapatoria Zaebos jajaja

Claro está que mi ego sube por momentos, correspondiendo a sus besos y sintiendo sus manos en mi trasero, sabiendo claramente que buscaban y excitandome mas, haciendome sentir deseada por alguien que nunca imagine. Me rei mientras le  miraba complacida y notando sus dedos juguetear bajo mi ropa. Al tocarle el pene tambien pude ver su cara de felicidad, al igual que la mia. Los dos claramente complacidos y con ambos cuerpos reaccionando con un deseo claro y sincero.

-Me gusta lo que dices mi querido Zaebos. Y todabia sigo siendo toda tuya, hasta que llegue el amanecer, y si toda yo te parezco hermosa... disfrutame.

Respondi besandole y mirandole cada vez mas con algo parecido a un reto en la mirada. Luego bajé lentamente posicionando ambas manos estrategicamente mientras le miraba esta vez con una clara mirada de reto. Una mano para darle placer y la otra para no dejarle escapar.

-Solo espero no dejarte exhausto antes mi tesoro.jejeje

Respondí mirandole orgullosa y tocandole el pene lentamente con los dedos y las uñas, masajeandolo con pericia y con una clara sonrisa, viendo como recciona ese hombre con esas caricias simples. Al oirle rei y le acaricié el culo, moviendo mi otra mano cuidadosamente tambien hacia atras, viendo como aquel miembro erecto ya no necesitaba de nada para mantenerse recto.
-Te haré algo que en efecto, no olvidaras jamas.
Dije comenzando lentamente, pasando mis labios y mi lengua por alrededor de aquel miembro, dejandolo totalmente libre, solo dandole cariños simples y cuidadosos. Primero besos, luego lamidas y finalmente chupadas a lo largo de ese pene bien formado, succionando por los alrededores y humedeciendo lentamente y con cariño, sin quitar un ojo de encima a Zaebos, ojeando hacia arriba mas de una vez para verle disfrutar y quizas oirle gemir.
Estuve varios minutos con aquello, dandole pequeñas muestras de placer, poniendo a punto aquel miembro orgulloso y recto. Y despues y con decisión acabe haciendo lo que aquel noble esperaba todo aquel tiempo, meter su miembro en mi calida y humeda boca, chupando y masajeando en todo el miembro a la vez, saboreandolo y lamiendolo con mas fuerza y decisión que antes. Sacando y metiendo la boca como si fuera una piruleta que habia que saborear bien, pero lentamente y con pericia. Mientras mis dos manos se paseaban por sus gluteos libremente y uno de mis dedos comenzaba a masajear la superficie de su ano con dulzura.

La actuación de Zaebos es imposible de detectar, aunque tampoco necesito mucho para ello, la situación amerita todo cuanto el dice y mas, y esa mentira encubierta tiene muchos dejos de verdad en ella. Está claro que no la ama, y probablemente nunca llegue a hacerlo, pero para tener una compañera permanente no necesita amarla, basta con sacar ganancia de ello, de su compañía, de sus placeres y tal vez de otras ganancias mas codiciosas y estrictamente comerciales o políticas. Se mantienen pegados el uno al otro, entre tanto placer encontrar una mentira es algo complicado, complicado e insignificante, razón por la cual Zaebos tampoco se molesta mucho en buscar una mentira de Shinse, no vale la pena, lo que vale la pena son los besos de esa mujer, su cálida piel y la agradable sensación de sentirla con sus manos, con sus labios, la lengua y su propio cuerpo entero.  

El tiempo pasa y siguen conversando a medida que se tocan y besan, y ya se imaginaba el que ella nunca se pego a nadie de forma completamente, ella no parece de las mujeres que se enamoran, aunque tampoco cree que haya conocido a muchos hombres que realmente valga la pena amar de modo incondicional.

-Ya me lo podía imaginar mi cálida Shinse, pero yo soy único, así que serás adicta a mí, una maravilla única.-Ella se apego mas a él y este le abrazo fuerte y cálido respondiendo a su beso, sus palabras son las de alguien que parece querer ofrecerle lo mejor, y lo mejor es ofrecerse a el mismo, lo demás viene junto con él, siendo placeres y riquezas altísimas y en grandes cantidades las que puede otorgar y compartir. Ella le tomo de los brazos acariciándolo allí, luego por la espalda mientras le besa el cuerpo disfrutando de ese cuerpo muy bien cuidado, Zaebos por su parte mantiene sus manos en la nuca de su amante y en sus glúteos, mas justamente sobre su ano donde lentamente empieza a colarle un dedo primero, y luego otro, hurgando suavemente cada vez más profundo en su interior. Shinse se excita mucho, está claramente más sensible de lo acostumbrado y cuando su amante se bajo los pantalones no pudo evitar mirarlo con ganas de comérselo entero claramente complacida de que ese hombre quiera de ella todo lo que puede ofrecer, lo que bien sabe hacer y dar ella a diferencia de cualquier otra mujer educada y recatada. Se escucha la nalgada de la bruja y posteriormente su explicación del porque no pude ser ella misma desde el comienzo, algo sabido por ambos de sobra.

-No te preocupes por esos detalles sin importancia Shinse, solo libérate-Añade Zaebos mientras cada cual toca al otro donde más le gusta, ella le toca el pene suavemente y él le mete dedos delicadamente en el ano besándose luego de ello. La mujer coloca sus manos de forma tal de que puede darle placer y además mantenerlo unido a ella sabiendo claramente que el pene de ese hombre ya no necesita más manos que esas para mantenerse bien duro y deseoso de placer, razón por la cual dejo de usar sus manos allí, llego el tiempo de darle a ese hombre lo que bien desea de ella y eso es su boca sobre el pene, un placer que maravilla a muchos pero que es difícil de encontrar. Comenzó muy suave ella, con besos alrededor del tronco y el frenillo para sumarle luego lentas y suaves lamidas también por alrededor del tronco y yendo de arriba para abajo y repitiendo así el proceso haciendo que Zaebos se sienta realmente muy bien.-Tienes una boquita muy suave Shinse, me agrada…-Dice en voz baja ese hombre que le toca los cabellos, se los acaricia y enreda sus dedos en ellos mientas ella comienza a succionarle el pene por el tronco humedeciendo y manteniendo el pene de ese hombre a flor de piel crecido a su máximo potencial.  Al levantar la mirada pudo ver la mirada de ese hombre concentrado en ella, ojos entrecerrados y con la boca algo abierta suspirando del placer sumamente complacido. Pasaron los minutos y los suspiros y jadeos de ese hombre se escucharon más de una vez al mantenerse la boca de Shinse sobre ese pene ansioso de ella que tan bien está cuidando,  y luego llego lo mejor, el momento que tanto estaba esperando ese hombre, el momento en que Shinse engullo por completo el pene con su boca y empezó a chupar y a lamer con gran decisión toda la carne caliente dentro suyo succionando de tal forma que hizo que Zaebos se dejara hacer completamente, como si se hubiese rendido ante ella que le toma de los glúteos con ambas manos, dándole placer solo con la boca como toda una maestra en ese asunto. La fuerza de la succión es mucha, aunque sea lenta no pudo evitar en cierto momento gemir ese hombre que deja que le toque el ano por unos momentos antes de tomarla de la mano y estrechar su mano con la de ella de un modo bastante amoroso.

-Oh Shinse…Me encanta la forma en que lo haces…Sin usar las manos.-Se nota en su voz que está realmente muy feliz y lleno de placer mientras ella le chupa el miembro así por completo y con fuerza, se siente muy bien, esa zona tan sensible siente de lleno las estimulaciones de Shinse, su calidez, su humedad y la presión sobre el tronco y el glande que palpitan de manera vivaz y plena llenos de vida gracias a las maravillas que esa mujer hace sobre ellos.

Miraba a ese noble con pasión y lujuria, con ganas de que, en su mundo necesitara gente como yo a la hora de la verdad. No doncellas sumisas y llenas de prejuicios y tradiciones. Si bien él podia tener todo lo que quisiera y mas, podría intentar hacer que para él, aquella noche tambien fuera inolvidable. Pero mas que la noche yo misma. Si lograba que tras esa noche aquel hombre  no me olvidara fácilmente podría tener un gran paso dado para mis grandes ideas. No era nada comparado con lo que ese noble podia obtener, pero quizás con su ayuda, si él se sentia complacido, podría ayudarme a llegar lejos. Por ello, para lograrlo le bese y acaricie dando lo mejor de mi. Solo iva a tener una oportunidad y si me la ponían delante no podía desperdiciarla, asi que debía hacerlo como nunca. Aunque habia que reconocer que con aquel noble no era dificil dar lo mejor de una misma.

Al oirle hablar me rei besandole profundamente. Adiccta a un hombre...lo dudaba mucho. Por lo meno en el sentido mas leal de la palabra. Necesitarle dia a dia, eso posiblemente nunca pasaria, pero me hacia realmente gacia darle la razon. Adicta a las noches en esa mansion, con el lujo y con esas noches pasionales...seguramente nunca me cansaria de ello, incluso podria clasificarse de adiccion en cierto modo. Claro que si mi suerte aumentaba tras aquello no dudaria en seguir mi camino para llegar mucho mas lejos.
-Una verdadera maravilla de la que espero no quejarme nunca. jajaja.

Respondi correspondiendo a sus gestos con caricias y besos, de manera tierna y tranquila, a lo que el respondio con un calido abrazo y mas gestos de cariño dignos de un noble. Aceptando si aquello era una propuesta sin ningun impedimento. Le acariciaba sus fuertes brazos y su espalda con mis dedos y finalmente con mi piel, pegandome mas a el y sintiendole a la perfeccion. Me hubiera gustado haber tenido las manos mas suaves o la piel mejor cuidada para alguien como el, pero mi vida no habia sido tan hermosa como la suya y mi cuerpo claramente sufria los efectos de las heridas del día a día. Fue entonces cuando fui a besarle el cuello que note como su dedo se introducia en lugares inesperados en un comienzo, haciendome excitar mas y soplarle en el cuello complacida. Me aparte un poco para mirarle de arriba abajo con pasión, con ganas de probarle entero y al oirle hablar me rei. No me liberaria completamente, no en aquel momento. Por mi parte seguia siendo un juego y si me liberaba posiblemente ese hombre me echara a patadas. Ningun hombre, y menos con su orgullo le gustaria ser en cierto modo humillado por una mujer en ciertos aspectos. Ni tampoco violado y tampoco le gustaban aquellas sombras. simplemente tenia que ser como con los demas hombres, pero con mas entrega. Pero mas tarde comprobaria ciertos aspectos.
-Claro que me liberare, y tu con ello vas a disfrutar.

Dije sabiendo que esperaba alguna respuesta similar. Le toque el miembro disfrutando de sus dedos algo lanzados y del sabor de su piel. Me mostre sonrisas y miradas lujuriosas a es hombre que en aquellos momentos todo lo valia. Pero si bien no me incomodaban aquellos dedos, si me daban algo de respeto. No era mi fuerte aquello, ni lo que mas me gustaba, pero nunca mostraria mis verdaderas ideas respecto al sexo, simplemente me dejaba hacer segun la persona, manipulando en ciertos momentos y finalmente disfrutando de todo en absoluto, me gustase mas o menos. entonces parando levemente aquellos dedos bajé para comenzar a jugar con su miembro apetitoso y saboro. Lentamente y con mucho cariño, miando a Zaebos y viendole claramente complacido y mas sensible segun pasaba el tiempo calentando la zona de manera lenta y calmada.
-Una boca que ahora es solo para ti Zaebos.
Respondi a sus palabras con na mirada complacida al verle claramente excitarse mas y mas, incluso jadear mientras entrecerraba los ojos sumamente feliz. Fue entonces cuando le chupe completamente el pene con lentitud pero fuerza y le senti casi derretirse por mi en aquellos momentos, escuchandole gemir con apenas una velocidad lenta. Como debia de sentirse aquel hombre cuando aumentara de velocidad. Le escuche complacida con la boca ocupada y orgullosa de lograr hacer a ese hombre sentir tan agusto, dejando a un lado mi mano cuando me la cogió y estrechandola como el con la mia. sabiendo que a ese hombre no le complacia mucho la idea de ser tocado en aquel punto. Le escuche sus palabras entre gemidos y jadeos, bastante exctado y continue succionando con fuerza, ofreciendole a ese hombre un espectaculo que posiblemente nunca habria visto ni sentido. No quedaba mucho para ver a ese hombre caer rendido a mis pies por aquello, claro que para ello no podía parar.  entonces aumente la velocidad en la que mi boca succionaba su miembro y lo engullia, otorgandole a aquel noble mucho mas placer del que habia podido imaginar en un principio. Escuchandole gemir de placer aumente poco a poco mas la velocidad esperando que aquel miemro estallad de un momento a otro y poder porfin degustar su mas sabrosa miel.

Cada uno de ellos tiene sus propias ideas para sí mismo y para el otro, aunque no se dicen abiertamente coinciden en muchos puntos en particular, posiblemente variando solo el resultado final de dichas ideas y deseos. Shinse hace lo posible para que en algún lugar del mundo de ese hombre ella sea necesaria y única, o más necesaria que única, pero que de todos modos necesaria de ella y de ese modo no tenga más remedio que mantenerla a su lado, dando tiempo así a la mujer de hacerse con algo que le permita ser lo que siempre quiso, y tal vez más. Lo besa y lo acaricia de la mejor manera, Zaebos le responde de igual modo porque es un amante muy capaz y solo se acuesta con aquellas con las que tiene ganas, razón suficiente para darlo todo de sí en la cama. Para ella tampoco es muy difícil ser la mejor, ese noble se hace querer y sabe cómo incentivar a su compañera haciendo que Shinse esté más excitada de lo que estado posiblemente en toda su vida. Se besan mientras hablan de adicciones, y puede que ella no tenga ninguna aun a diferencia de ese hombre que si tiene sus buenas y variadas adicciones. Ella deja claro que tanto el cómo su vida es una maravilla, es probable que jamás se canse porque con el pasar de los años siempre se puede improvisar, siendo así siempre algo en parte nuevo y mejorado.

El abrazo de aquel hombre puede que haya cambiado muchas cosas, Shinse es una mujer, una persona y la trata de esa forma, un gesto amoroso y también a la vez sensual al estar el uno junto al otro desnudo piel con piel, rozando con caricias que se vuelven cada vez más notorias. Si ella tiene o no la piel tan cuidada como él no es algo que le importe en ese momento, cierto es que nota que la piel de Shinse la ha pasado mal, pero no viene al caso decir algo al respecto, no a menos que sea algo bueno y ve innecesario decir algo justo ahora. Le incita el noble a liberarse, ella lo mira lujuriosa con pensamientos varios en su cabeza y le asegura que así lo hará, y así disfrutara, a lo que responde sonriente acariciándole el rostro sin dejar de mirarla a la cara.

-Eso me gusta, porque es justo lo que estoy esperando mi sensual y traviesa hechicera.-No es una hechicera, es una bruja, pero suena menos ofensivo que el segundo término, razón por la cual desde ahora tratara de usar el calificativo de hechicera y maga en vez del de bruja. Entonces llego la mejor la parte, o al menos aquello que había estado esperando ese hombre de ella que mirándolo muy lujurioso empezó a chuparle el pene lentamente, pero con mucha presión sobre esa zona tan sensible, la que tengo placer otorga tanto al hombre como a la mujer. Fue bien vistoso el accionar de Zaebos, claramente excitado y tal vez en parte hasta sorprendido, hace bastante tiempo que no está con alguien que practique tanto el sexo como lo es Shinse, y menos que esté dispuesta a saborearlo de un modo tan complacida y deseosa de un buen trozo de carne en la boca. La velocidad de la mujer aumento y con eso los jadeos de ese hombre, su cuerpo comenzó a ejercer movimientos involuntarios, en especial sus piernas que están bastante cercanas a su pene que con tanta fuerza y succión le pone la sensibilidad a mil sintiendo la extraña mezcla de querer contraerse ante el dolor que causa que lo chupen y lo aprieten tan fuerte y tan rápido, la fricción es como si lo prendiera fuego, pero el placer puede más, y es la razón porque la sangre fluye tan aprisa y sin pausa manteniéndolo duro y deseoso de más placer palpitando dentro de la boca de la mujer que si se mantiene así está claro que tendrá mucho para saborear.

-Aah…Es imposible resistirse…-Confiesa Zaebos a Shinse en lo referente al placer que siente. Le toma de la cabeza suavemente, no ejerce fuerza, solo quiere tocarla y sentirla. Puede que esas palabras hayan hecho que ella se mueva incluso más aprisa, rompiendo todo el aguante de Zaebos a pedazos al sentir como si le succionaran el pene al punto de arrancárselo, fue demasiado para el y con gemidos muy fuertes le dio a Shinse lo que ella esperaba saborear, aquel esperma que había sentido en el interior de su sexo ahora lo siente caliente y sabroso en su boca y en gran cantidad producto de su maravillosa labor a la hora de chupar logrando como ella pensó “derretir” a ese hombre por completo.

Aquella noche acabaría siendo inolvidable. Para Zaebos alomejor no, pero para mi ese cuerpo noble seria inolvidable. Sus voz, sus abrazos, besos, incluso sus jadeos y su cara de placer. Pocos hombres habían disrutado de aquello de tal manera y eso quizás me aseguraba una plaza en aquella mansión.  Quizás podría volver varios días a partir de aquel y ofrecer a Zaebos emociones únicas, teniendo la oportunidad de que me dejara volver cuando quisiera. Poder ir a aquella mansión y quizás llegar a ser alguien especial. Aunque sabía de sobra que las mujeres como yo no solían llegar a ser nadie especial, quizás una parte de las fantasias de esos hombres, pero nada mas. Y por eso luchaba, porque ese hombre no me tomara como una más y quizás incluso me llegara a tener estima. No pedía amor ni nada de eso, que ni yo podía dar, sino respeto y comprensión. Si había alguien en el mundo que otorgaba esas cosas, parecía ser el, mas que los campesinos o soldados, o que los demonios.  
Le acaricie y bese como si no hubiera mañana, dando a ese hombre lo que esperaba y mas.  Riendome ante sus cariciasy abrazos de manera juguetona. Preguntandome si en realidad yo, siendo como era podría en realidad volverme adicta a algo. Y si era adicta a aquel hombre, a sus abrazos, mordidas o a su casa y sus lujos… no podría quejarme. No era un vicio malsano al fin y al cabo. A sus palabras sonreí, aceptando el reto y con ello el djarle ver mas de mi, lejos de convencionalismos y costumbres. Ofreciendole mas de lo que podría soñar cuando dejo caer la petición, y me gusto mas aun cuando me llamo hechicera. Una de mis metas quizás en la vida, dejar de ser llamada bruja, para ser tomada como hechicera, mostrando con ello un poder mayor aun.
Comence a chuparle suavemente para acabar de manera mas rápida y absorbente, viendo con orgullo como aquel noble disfrutaba e intentaba resistir el placer que le daba. Notaba sus piernas temblar e incluso su  mano cuando me toco. Muchos hombres habrían caído exhaustos  o rendidos ante aquellos gestos.  Ellos se sentían orgullosos de ser hombres fuertes, sin embargo, con algo como aquello enseguida perdían las fuerzas, como si de una debilidad se tratara y caian a mis pies pidiéndome tiempo y que parara. Podía sentir como el miembro de Zaebos palpitaba, sabiendo que aquel hombre estaba usando gran parte de sus fuerzas para resistir aquello. Ya sea por orgullo o por placer, Zaebos resistia como pocos lo habían echo, incluso saco fuerzas para hablar entre gemidos y jadeos, dejándome claro que como todos también caería.
Al tocarme suavemente, decidi acelerar para porfin dejarle esplotar y con ello libre porfin. Quizas se sentía rendido, pero estaba resistiendo como pocos hombres, negándose a sus piernas y al dolor. Entonces comenzó a gemir mas fuerte y porfín sentí algo calido en la boca. Pero no la retiré, simplemente deje de moverla y comencé a tragar y saborear, dejándole apenas sin rastro de aquel liquido blanquecino. Cuando acabe retiré la boca para mirarle a los ojos y ver su expresión. Para mi aquello era increíble, el sentir que rompia las defensas de un hombre y que este parecía débil y sin fuerzas.  Pero Zaebos, tras “derretirse” ante mi se mantuvo en pie. Sonreí y le acaricie el miembro con dulzura, para luego levantarme y mirarle de frente y besarle.
-Muy bien mi Zaebos de Cordoba. Lo has echo realmente bien. Y tu sabor…mm.. no me cansaría de saborearte, con o sin vino.
Dije para lamerle el cuello y chuparle allí, dejando una marca rojiza, esperando que ahora lo sintiera mejor al estar posiblemente mas excitado. Cerca de su oido le susurre despacio y con tono poderoso mientras le cogia del trasero con avaricia.
-Ahora eres mio Zaebos.
Entonces me separe de el para mirarle sonriente y orgullosa, sintiéndome feliz por haber echo a ese noble perderse en su placer.
-Espero te haya gustado mi estrella blanca. Aunque no demasiado pues podría ser peligroso para ti jaja.
Dije entre risas juguetonas, calificándole de manera bella por su palidez y su poder,  insinuando lo mismo que el me había dicho en un principio. El también podría volverse adicto a aquellas cosas y eso no podría proporcionárselo nadie mas que yo, por lo menos con ese arte y pericia. Pocas mujeres sabían de ello y tan jóvenes, menos aún.

Es seguro que Zaebos alguna vez haya pagado a una prostituta para sentirse pleno en la cama, pero eso no sucede muy a menudo. Es obvio que mientras ese noble e prácticamente único en especial en la vida de Shinse como ella hay muchas por ahí, solo hay que buscarlas en los bajos fondos y allí estarán. Pero no andar pagando por sexo es lo que más gracias y placer da a ese asunto, por lo que es probable que ese hombre si la recuerda durante mucho tiempo. Las mujeres como Shinse son la fantasía de todo hombre, pero casi nunca las tomaban en serio, no son la clase de mujeres con las que forman un hogar o a las que respetan, esa es la lucha de Shinse, ser respetada y apreciada, aunque parece que lo ha conseguido con ese amante tan educado y hermoso que se encontró ese día por casualidad. Sabe que el entrega más compresión y sentimiento que los pobres, los humildes, y posiblemente que cualquier político o noble que se pueda encontrar en su vida, es todo o nada, el o nada.
Así fue que sus chupadas se volvieron realmente fuertes e intensas, ese hombre como todos básicamente se derrite cuando le chupan el pene y más de ese modo tan sensual y fogoso donde parece que la mujer realmente ama ese pedazo de carne que tiene entre las piernas, como si se lo fuera a comer. Resistió lo más que pudo por placer, cuando se la está pasando tan bien como en esos momentos el orgullo es algo sin sentido, a menos para un hombre como Zaebos que piensa más en el placer del momento cuando intima que en ver quien se impone sobre el otro. Acaricio los cabellos de Shinse aguantando lo más que pudo, pero con el placer constante y sin pausas que esa mujer le hace sentir sin tregua entre gemidos muy fuertes de placer termino explotando allí mismo llegando al orgasmo, tomando la cabeza de la mujer con las manos con posesión pero sin dañarla. El placer duro varios segundos, bastante más de lo normal ya que ella luego de tragar el semen de su amante se dedicó a lamerlo y a chuparlo hasta déjalo limpio haciendo que ese hombre respirara pesado y siga disfrutando de la boca de la bruja en su zona más sensible mucho más sensibilizada tras correrse.

Momentos después la bruja estaba acariciando el pene de su hombre con sus manos dulcemente mientras se mantiene duro en sus manos, el roce mimoso de la mujer junto a la desnudez y sensualidad que ella posee mantienen al hombre excitado, más ahora que esta tan enardecido. Fue subiendo sobre el para llegar frente a frente a él y besarle luego de mirarlo fijamente a los ojos, el respondió dulcemente y luego del beso ella hablo dejándole saber que realmente no se cansara de lamerle ni de chuparlo, en especial ahí entre las piernas. Le lame el cuello hasta dejárselo rojo mientras el sonriente la abraza tiernamente y habla mientras puede.

-Que bien mi estimada Shinse, porque definitivamente quiero más de esto que tan bien sabes hacer…-Hablo claramente muy complacido, dejando que ella se mueve a gusto y escuchando a su oído como ella muy codiciosa lo hace suyo aferrándolo fuerte del trasero a lo que él responde nalgueándola sensualmente, acariciando la zona nalgueada después y metiéndole lentamente unos pocos dedos en el para mantener la escena bien caliente.-Se bien que las adicciones son peligrosas Shinse, pero no es fácil decirle no a estas.-Claramente nunca es sencillo, y al parecer este no le tema a las adicciones ni a nada que se le parezca. Se miran un tiempo juguetones y perversos, aunque es el noble quien se adelanta a ellos para así hablar otra vez.-Además, todavía tengo mucho para darte, y tú me ofreciste muchas cosas apetecibles para mi…Un trasero suculento y un estrecho orificio para saciar mis deseos más perversos…O algo así- Se hace de momento el olvidadizo, pero bien que últimamente estuvo jugando bastante con el ano de su amante demostrando que le gustaría mucho poseerla por detrás también.

El podía pensar en prostitutas y mujeres, quizas en dinero, pero con el tiempo descubriria que yo iba mas alla de todo eso. Y de eso se trataba, de hacerselo ver, de hacerle sentir unico y de que no me olvidara facilmente. Tenia mucho que ganar aquella noche y ese hombre parecia ser comprensivo y respetable. Era diferente a los demas, cualquiera de esos campesinos me habrian tratado simplemente como un objeto de deseo, en cambio el me trataba mejor en varios sentidos. Aquella noche posiblemente no la olvidaría nunca, y llegado a cierto punto, me preguntaria si el la olvidaría o no. Se le veia muy entregado, sobre todo cuando mis caricias le hicieron gemir e incluso llegar a un orgasmo, seguramente no fingido. Vi su cara de placer, mirandole con orgullo y satisfacción. Podria contratar a una prostituta, pero ninguna joven sabria provocarle aquel placer tan bien como yo. quizas alguna humana si, pero ya seria entrada en edad. Por ello me encargaria de que ese hombre no pudiera separarse de mi.

Recorde entonces mi infancia, no con aquel demonio en el bosque, si no despues. La vida habia sido complicada y los hombres con los que me habia topado habian sido horribles. Pero con el tiempo aprendi a resistirlo y a disfrutarlo, ademas, con el libro consegui invocar a demonios, sucibos e incubos, aprendiendo de ellos lo maximo posible para hacer a esos hombres estremecerse ante mi, desearme y vengarme. Tenia grandes conocimientos sobre el tema gracias a ellos, aunque mi origen no fuera oscuro, ni tuviera poderes sobrenaturales capaces de hacer a un hombre o mujer rendirse facilmente ante mu hubiera sido todo mucho mas facil. Pero a pesar de ello, lograba hacer grandes cosas con ellos. Y claro podia verse ahora, delante de ese noble que jadeaba intentando buscar la calma tras la tormenta. Por decirlo de alguna manera, ese noble ya era mio. Y ahora que estaba mas sensible podria hacer miles de cosas con el, mis deseos mas oscuros. Pero si bien podia hacerlo, mi intencion era que ese orgulloso hombre se rindiera ante mi, incluso que estuviera dispuesto a derretirse por mi mas veces. Claro que para eso habia que tener tacto.
Le bese y le marque, susurrandole palabras que no obtuvieron respuesta. Besandole y acariciandole con mucho gusto y muy entregada, al igual que el. Sobre todo ahora que podia ver su cuerpo mas sensible tras aquel momento de placer, en el que resistio como pocos, sin arrodillarse ante mi. Lo que me hizo bastante gracia y lo que me inculco una meta, hacerle caer de placer. Al oirle hablar sonrei.
-Y mas tendras Zaebos, siempre y cuando te lo ganes.
Dije acariciandole el menton y besandole despues de manera profunda. No obtuve respuesta a mi codicia, no verval, ya que en ese instante me nalgueo y luego acarició, bajando esa mano y acariciando con sus dedos una zona bastante estrecha. Esa reaccion me hizo entrecerrar los ojos y mirarle con placer y lujuria. Escuchando sus palabras y riendo con ellas mientras le aferraba con fuerza la espalda y le atraia a mi.
-Pues no digamos que no, ninguno de los dos. Yo estoy dispuesta a volverme adicta.
Dije dejando claro que yo podria volverme adicta a el, y con ello a todo lo que conllevaba, a sus besos, caricias, su cuerpo, su hogar, su modo de vida.¿quien diria que no a eso? Era una adiccion, pero era una buena adiccion. Al oirle lo ultimo rei juguetona y subi mis brazos sobre su cuello, mirandole a los ojos con una sonrisa traviesa.
-Mm... no logro recordarlo. ¿una cueva quizas? jajaja. Deberas pagar un precio muuy caro Zaebos si quieres enrar ahi.
Respondi haciendo fuerza sobre el pasa llevarle contra uno de los sofas. Puse mis manos en su pecho y comence a masajear alli con una mano, mientras con la otra baje hacia su entrepierna con ganas de jugar.
-Y dime Zaebos...mi gran estrella blanca. ¿que estas dispuesto a pagar? Es un lugar muy privado. jajaja
Dije besandole y mordiendole la oreja con alegria, algo que podia sentir ese hombre si se fijaba bien. Ver a esa mujer feliz y orgullosa sin nada que ocultar ni malas artes.

Con tanto placer recibido y la única concentración e intención de llegar a expandir aun las fronteras limitantes del placer no pensó con claridad ese noble, pero ya habiendo tenido más de un orgasmo siendo el último de ellos increíble recordó algo, y sonrió feliz por ello. Claramente contrato prostitutas en su vida, pero las únicas que le hicieron sentir así son las sucubos, criaturas que viven y aman el sexo siendo siempre jóvenes e insaciables. Esta seguro que su amante es humana, el sabor de su sangre no miente, pero su conocimiento y hambre sexual es casi sobrenatural, por lo que será muy bueno hacerse con la voluntad de esa mujer. Los besos y las caricias no se detienen en ninguna parte, fluyen constantemente manteniendo un ambiente placentero y cálido, los cuerpos no se enfrían y el pensamiento se mantiene lujurioso y caliente. Hablo el noble y ella sonríe a sus gestos y palabras respondiendo que tendrá todo lo que desee de ella siempre y cuando él se lo gane. Pero él es Zaebos de Córdoba, ultimo príncipe real del Cielo de la Libertad, dueño ahora de prácticamente la mitad de la ciudad, pariente de Vigo el Volvoda, ahora vampiro que busca un poder tan grande como el del padre de los vampiros. El claramente no tiene nada que ganarse ya, no nada de un plebeyo sin poder real el debería estar agradecido con el como si fuese un dios por hacer de su vida menos insignificante por al menos un día de existencia.

-Así que...Ganármelo dices ¿Shinse?-Pregunta intrigado ese hombre mientras la nalguea y le acaricia el ano, siendo marcado por ella como si fuese de su propiedad, algo que muy pocas mujeres en su vida pudieron hacer, el cual es dejar su marca en un príncipe. Sonríe esa mujer disfrutando del toque suave y deseoso de amante allí detrás suyo, diciendo algo a lo que él está de acuerdo aun con las faltas de Shinse que ya son dos, algo puede tolerar.

-Entonces dejemos las resistencias de lado y entreguémonos sin limite el uno al otro mi preciosa Shinse-Lo dijo en un todo deseoso y desafiante dejando que ella lo tome de la espada atrayéndolo de nuevo hacia ella de modo amoroso y posesivo, algo que gusta mucho a ese hombre que le lame el cuello y los labios deseoso de mas acción. Zaebos expresó sus deseos de hacerle el amor por detrás a su sensual y entregada amante que lo rodea por el cuello juguetona, haciéndose la desentendida sobre ese asunto, aunque momentos después de recostar mejor a su hombre contra el sillón pareció recordar ese asunto tan estrecho y privado, pero dejo claro que no será así de gratis la cosa, exige un pago, y si bien no todos los tesoros y riquezas son de oro y plata es. la tercer falta contra el príncipe de Córdoba, algo que no está dispuesto a tolerar, ni siquiera con la mano de Shinse sobre el pene que se mueve muy juguetona dándole placer. Ella también le mordió la oreja muy feliz, y si bien claramente el pene que tiene bien cuidado en su mano esta erecto y deseoso aun Zaebos se volvió menos lujurioso en sus adentros sacando ahora su actitud noble explicita. Se pone de pie lentamente y camina despacio y desnudo por la habitación, sonriente y pensante, como si fuera a dar un discurso, o a hablar de algo de importancia.


-Veras Shinse, uno solo pe paga las putas, o a sus acreedores, negociantes, y en mi caso, si mi mera presencia, mis artes, mi historia, mi cuerpo y deseos no fueron suficientes como pago entonces no tengo nada más que ofrecer-Está usando un tono algo soberbio en ese momento, golpeando una de las copas de cristal fugazmente con una de sus uñas, usando el revés de la misma en un movimiento rápido y gallardo.-Cuando estas con alguien como yo Shinse hay mucho por ganar, pero no ser así no se obtiene nada a cambio, no realmente.-Momentos después ingresa el mayordomo a la habitación acompañado de Mia y Rose quienes traen en sus manos ropas nuevas y limpias para Shinse.

-Buen trabajo, la dama deja la residencia ya que no tengo como seguir pagando por sus servicios. Drake, asegúrate de arribarla a las cercanías de donde nos encontramos...Shinse- Se voltea para verle ya que había estado hablándoles de espalda.-La casa Córdoba agradece tus servicios, pero ahora prescinde de ellos.-Con palabras bonitas y mucha educación acaba de dar por finalizada la permanencia de esa mujer allí en su lujosa residencia.

-Como ordene amo Zaebos-El mayordomo se acerca a Shinse esperando a que ella se vista y esté lista para partir, las chicas por su lado se retiran ya que no tienen nada más que hacer allí.

Usaba mis conocimientos para hacer a ese hombre mas feliz de lo que podria haberlo sido en mucho tiempo, jugueteando con palabras y caricias. Estaba claro que me gustaba "jugar" por decirlo de algun modo, y para ello me gustaba pedir mas de lo que alguien podia dar en un principio, asi siempre el hombre se acabab entregando mas y aveces incluso superaba su resistencia. Por ello rei a su comentario mientras me nalgueo aparentemente tambien juguetón y lujurioso. Deseaba hacerle sentir bien y a la vez darle a entender que todo eso era todo gratis y si se lo daba era porque ya se lo habia ganado. Pero pedirle mas era algo que a la mayoria de quienes conocia les gustaba. Algunos hombres j ugaban con dinero, otros simplemente con mas besos y caricias. La cuestion era..¿como se lo ganaria ese noble hombre?. sin embargo mi comentario paso a segundo plano al sentir sus dedos en un lugar que estaba bastante sensible en aquella noche increible.

-Sin limite Zaebos jajaja.

Dije besandole y acariciandole la entrepierna para mantenerle contento. Sabiendo que esa era la mejor forma de ganarme y eso estaba haciendo. Acabaria volviendome adicta a el, y quizas el a mi sin limites, y acababa de aceptarlo de manera verdadera. Por lo menos en el sentido de darle noches increibles, no era para menos. Por ello correspondi a sus besos, caricias y yo misma  provoque besos y reacciones claras, sobre todo con una de mis manos en su miembro, haciendole disfrutar sin pausa.

Fue en aquel momento, cuando me propuso haciendose el olvidadizo, algo que me esperaba tarde o temprano. Le dije mis ideas principales al respecto, pidiendole algo mas, algo que estaba consiguiendo poco a poco y que acabe consiguiendo cuando le logre sentar en el sillon. bueno, mas bien dos cosas. Una que habia obtenido que era un poco de control sobre el, mas bien un atisbo de confianza, ya que avanzo hacia atras hasta sentarse delante de mi, decidido en un principio a esperar mas de mi. Y la segunda cosa, el precio mas alto, resistir aquello una vez mas, ahora, mas sensible que antes, mucho mas. Seguro que no le importaria darme esa bebida  una segunda vez,  claro que cuando estuviera apunto, le daría mi trasero para disfrutarlo mejor aun. Todo placer de un hombre, no podria quejarse. Aunque, tenia curiosidad a que diria si le preguntaba que me daria a cambio. ¿Besos, oro, nada? era un juego muy curioso a lo que todo el mundo decia una cosa diferente, mientras miraba su pene con deseo, esperando una respuesta mientras comence a bajar la otra mano.
Pero las cosas no fueron bien, ya que las cosas fueron malinterpretadas como si mi deseo fuera mas alla de todo aquello. Como si como una prostituta mas quisiera una recompensa sin corazon. Y diciendo unas palabras y apartandose de mi se empezo a volver mas distante, respondiendo de manera orgullosa y distante. Dejando claro que en efecto malinterpreto mis pensamientos. ¿tan enserio se tomaba Zaebos esos juegos de palabras?Mi cara fue de sorpresa mientras me levantaba aun sin dar credito, observandole con tranquilidad y paciencia para que acabara de hablar.

-Lo se...

dije sin poder continuar al ver como entraba mas gente en aquella sala. quienes traian ropa para mi. No lograba entender aquello, hasta que Zaebos hablo. No podia creerlo.¿eso era todo? Ahora pensaba que era un niño mimado sin mas, que cuando algo se le iva de las manos o no le gustaba lo desperdiciaba a pesar de haber habido cosas inesperadas y fantasticas. Fui a coger la ropa molesta y cabreada pero pense. aparte las manos y suspire mirando calmada a quienes habian entrado, retirando de mi cara esa sorpresa. Si bien habia sido un malentendido, no me iva a ir por eso. Mas valia intentar aclarar las cosas, aunque no sabia como reaccionaria ese noble.
-No, no se molesten aún.

Dije apartandome y apoyando una mano sobre la mesa mientras miraba a Zaebos con sinceridad. Tenia ganas de decirle exactamente lo que pensaba, dejando claras mis ideas, pero habiendo estudiado mas detenidamente a Zaebos, romper su orgullo delante de su gente no era lo mejor. Debia intentar ser mas relajada y con decision acabe hablandole.

-Como ya sabes, Zaebos de Cordoba, no hace falta que te des cuenta, tu me has dado mas de lo que nadie me ha dado nunca. Por ello sabes que eres unico e inolvidable en mi vida y no te pediria mas en absoluto. de echo ya con lo que me voy es mucho mas de lo que esperaba en un comienzo.

Dije pensando seriamente que decirle, queria quedarme alli, pero sabia que las cosas no iban nada bien. Pero por lo menos, intentaria aclarar las cosas y no salir huyendo como una niña que no consigue lo que quiere.

-Por eso te pido perdon. Lo siento Zaebos, no pretendia que pensaras esas cosas de mi ni que interpretaras que queria mas aun que todo eso. Simplemente queria ofrecerte mas a cambio de continuar como estabas, dije eso, simplemente por costumbre, por curiosidad a que responderias, nada mas, nada serio. Incluso un nada me habria bastado. No se si te diste cuenta, pero no seguia dandote placer abajo por nada, era mas bien un regalo, una sorpresa siempre que te quedaras sentado, luego seria tan simple como voltearme y todo habria sido mas facil para ti.  Perdoname si mis palabras te confundieron, pero sabes de sobra que me has dado mas que nadie y que yo estoy dispuesta.

Dije acercandome a el y mirandole mas de cerca, pero esta vez sin ningun contacto, espectante de sus palabras y sus reacciones. De algun mono parecia que me estaba humillando delante de el, solo esperaba que en cierto modo lo tuviera en cuenta.


-De todas formas, te prometi una noche entera. Una noche en la que era todo tuya y aun asi te has portado como nadie. Yo soy una persona de palabra y si me voy ahora no cumpliria mi palabra. Permiteme por lo menos quedarme hasta que salga el sol, y entonces me ire tal como vine, no me gustaria que todo se esfumara por un malentendido. Se que lo has disfrutado, y que puedo dare mucho mas, quizas si de verdad lo pasaste bien podrias dejarme intentarlo de nuevo, no por las cosas malas que no te gustaron, si no por las que si te gustaron. Esta en tu mano cogerlo o seguir con tu palabra. Pero...me gustaria que me dieras la oportunidad.

Dije esperando su decision y deseando que me dejara aprobechar mas el tiempo con el en aquel lugar. El sabia que lo habia pasado bien¿que podia perder por unas horas mas?.

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La situación se volvió seria allí en la residencia Córdoba, y si bien no olvidara así como así todo lo que han hecho esos dos en la intimidad tampoco es ese noble tan sutil ni iluso como para dar vuelta una orden así como así. Dejaron que Shinse se exprese, la mirada del mayordomo esta sobre la mujer desnuda, y estando de espaldas a ella luce bastante amenazante para ser alguien que solo se encarga del personal doméstico y del coche de su amo. Tras unas buenas palabras de Shinse la sala quedo en silencio, siendo ese noble una especia de estatua viviente que no ejerce movimiento alguno hasta pasado unos minutos, tomando la palabra que había quedado suspendida en el aire sin nadie que tome la misma para hablar.

-Bien, te has expresado correctamente Shinse, pero es inútil ahora, el momento está roto y no volverá, no por hoy, ni por mañana, por lo que tendrás que llevarte tus palabras y tu persona lejos de aquí por ahora, sin embargo, puede que algún día nos encontremos de nuevo, cuando eso suceda serás bienvenida aquí de nuevo, pero eso será hasta entonces, de momento es un adiós.-El tono de voz de ese hombre no cambio mucho, sigue siendo prácticamente el mismo que utilizo hace minutos atrás siendo este un tono de voz fuerte y claro, bastante serio y carismático como suele ser él. El mayordomo volvió a acercarse a Shinse lentamente ya que no tiene más nada que hacer allí esa mujer, el amo y señor de la casa se ha expresado a la perfección, su tiempo allí termino a menos momentáneamente.

-Es tiempo.- Le recordó ese hombre a Shinse, y espera que se vista y salga caminando tranquilamente junto a él en dirección al patio donde tiene el carruaje listo para salir, de otra forma tendrá que hacerlo a la fuerza.

Si bien pasaron un buen momento juntos fueron apenas unas pocas horas, dos horas casi, la luna en lo alto parece marcar la medianoche, aunque no es Shinse una conocedora del cielo y las estrellas está bastante oscuro el cielo y no parece que fuera amanecer por un largo rato, todavía queda bastante noche sobre el territorio del Cielo de la Libertad, tiempo para aprovechar por ella misma ya que el tiempo con Zaebos claramente ha llegado a su fin.

Y alli me exprese,intentando explicarme de la mejor manera posible. Por ello hubo silencio, no empujones ni patadas, ni golpes en la cara, fui escuchada con tranquilidad y eso me gusto. De echo esperaba una reaccion tipica de un hombre decidido, no una de un hombre decidido y calmado, y al mismo tiempo decidido a escuchar. Por ello continue, explicandole y esperando que cambiara de idea, aunque sabia que habia pocas oportunidades y que lo mas probable era no conseguir nada. simplemente queria aclarar todo aquello con palabras sinceras y tranquilas. Tras aquello hubo un silencio algo incomodo, para despues responder él con su galantería y educación. Le mire mientras hablaba y comprendi, entonces, aceptando  los hechos. Era cierto que el momento se habia roto y ni yo podria ofrecerme de la misma manera ni el podria disfrutarlo igual. Estabamos en un punto critico, donde posiblemente me acabaria echando sin mas. Pero al seguir hablando dejo claro que quizas en un futuro las cosas podrian cambiar. Es decir, no tenia la entrada a aquella mansion prohibida. Simplemente la tenía levemente cerrada por un tiempo. Y eso, a pesar de las circunstancias me hizo pensar que tan mal no lo habria hecho. Pero para desgracia de ambos, yo me iva a ir lejos y dudaba que fuera alguna vez a volverle a ver. Ni sabia si sobreviviria en esas tierras desconocidas. Pero si volvia, seria muchisimo mas grande de como me fui. Entonces cogi la ropa que tenía el mayordomo y me vestí sin decir mucho mas en ese momento asintiendo al mayordomo. Luego cogi mi ropa vieja y miré a Zaebos.
-Desconozco si volveremos a vernos alguna vez, pero ha sido una gran velada dificil de olvidar. Gracias por todo Zaebos.
Respondi sin mas, estando de acuerdo en gran parte de sus palabras pero sin decirle nada al respecto. simplemente agradeciendole el momento y mirando al cochero. Entonces le segui entrando en el carruaje para marcharme de alli. Al día siguiente tendría quizas un viaje muy largo y debia descansar, por lo menos unas pocas horas.

Tema finalizado, Shinse obtiene 4 de experiencia.