En las sombras de la noche

Al caer la noche sobre la ciudad, una nueva vida comienza allí, la lucha por la supervivencia. Tras cada sonrisa se esconde un velo de mentiras, cada estrechón de manos esconde una navaja afilada, cada palabra amable esconde una amenaza, y cada conversación parece ser una convención pura y exclusivamente para intercambiar información. Esa es la ciudad libre, el Cielo de la libertad, donde puede encontrarse lo peor de lo peor, incluso a personas nobles que intentado escapar a esa realidad se refugian en los cálidos brazos de la niña Myra, quien a su modo sabe como enfrentarse a la cruel realidad que la rodea.

Alejado de la ciudad pero no desligado completamente de ella se encuentra el castillo maldito, donde cada tanto algún aventurero o paria sin un lugar en el mundo va a parar en busco de un refugio contra la noche o la lluvia. Los mas inteligentes prefieren la lluvia y el frió, otros no lo son tanto y a la mayoría de ellos nunca se los vuelve a ver. Pero ese maligno y aterrador lugar sirve de antro para las criaturas de las noches, quienes saben muy bien como explotar las viejas tragedias y leyendas referente a ese castillo maldito, para así hacer de este su refugio, ya sea temporal o permanente, ya que saben ellos mejor que nadie que la mayoría de las historias que de ese lugar se narran fueron reales, por lo que incluso vampiros, demonios y otras criaturas oscuras tienen cierto temor y respeto por ese lugar.


Entre algunas de las paredes derruidas por el paso del tiempo se cuela la luz de la luna, dando una visión allí tan aterradora como hermosa. Ilumina viejas obras de arte, candelabros y otros objetos de valor pertenecientes a muchas de las familias nobles que allí perecieron.

La noche ya había llegado al cuidad, hacia frió pues el cielo estaba totalmente despejado, pero su frió y suave piel blanquecina , no sentía nada de eso, llevaba un vestido color verde de amplias mangas y con algunos detalles en dorados tanto en el pecho como en la parte delantera de su falda.

Spoiler:

Camino y camino por la cuidad pero sin nada que pudiera llamar su atención, así que se animo a ir hacia el castillo maldito, no quedaba lejos de la cuidad, y gracias a las historias no solía haber gente en el lugar, solo algunos ingenuos que servían como comida.
Ya allí vio como la luna se colaba entre las paredes destrozadas por el tiempo y las guerras, era una estampa absolutamente hermana dándole al lugar un aspecto lúgubre y bello.

Rápidamente se subió hasta el techo del lugar contemplado la noche que ante ella se posaba y esperado que el mundo se desvaneciera a su alrededor...

En su andar por la ciudad escucho el rumor que hombres de la ciudad del norte habían dado vueltas por la ciudad libre hace algunos días, al ser muy pocos se les permitió deambular por la ciudad a su antojo, aunque luego algunos de ellos dejo la ciudad para seguir mas y mas hacia el este, si seguían ese camino el destino seria el Puño de hierro o las Montañas eternas de los enanos.

Ya estando en el castillo maldito solo escucho el eco de sus pisadas al andar, así como el eventual sonido del viento al atravesar las habitaciones y algún que otro búho que vigila el cielo nocturno, por lo demás todo esta como de costumbre.
Llegada la medianoche, cuando la oscuridad cubrió todo en la lejanía y alrededores empezó a escuchar sonidos inusuales a lo lejos, y luego de ello vio un punto brillar en la lejanía, y luego otro, y algunos otros mas. Al parecer son antorchas, no muchas, tampoco muy pocas, las cuales luego de un rato de moverse lentamente parecen haber detenido la marcha. No es la primera vez que un grupo de personas acampa fuera del castillo, casi siempre manteniendo una muy buena distancia entre el castillo y el campamento, lo que si puede llamar la atención es que parece un grupo dentro de todo numero, pero desde esa distancia donde ella se encuentra es algo imposible de decir a cien si acierta.

El lugar permaneció en silencio como una tumba, ahora que un individuo desconocido entraba en el castillo maldito ni los murciélagos se mueven, permanecen quietos en la oscuridad, a la espera, así como otras criaturas que acechan en la oscuridad ellos esperan su momento. Pasado unos minutos leves pisadas comenzaron a escucharse, levemente, y a cada minuto que pasa comenzaron a escucharse mas fuerte, retumbando debido a la soledad y gran tamaño de aquel lugar, que en antaño, fue el castillo de un señor, y luego, las historias varían de como llego a ser ese sitio abandonado y aterrador. De un momento para el otro la vampira pudo ver a un hombre de espaldas, pero al estar encapuchado no puede ver otros rasgos de el. Puede saber que es un hombre por su forma de andar, mirando por aquí y por allá, viste de negro y se puede ver que tiene una espada colgando en la cintura, y un arco con un carjaj sobre la espalda. El equipo que porta es claramente el equipo de alguien que esta preparado tanto para viajar como para el combate.



No es muy alto, o al menos a la distancia desde donde lo observa la vampira no parece muy alto, lo que si le parece es que esta buscando ¿Pero que puede buscar alli? En ese castillo ya no hay nada mas que fantasmas y leyendas del pasado, aunque, así como ella, algunas criaturas de la oscuridad hacen de esa su morada.

Las sombras rodean a aquel sujeto, al que apenas puede verse gracias al claro brillo de luna que entra por los ventanales y grietas del techo. El sujeto encapuchado al ver que no encuentra nada empece a caminar rumbo a otra habitación, ignorando por el momento que entre la sombras una hermosa vampira vigila sus movimiento.


Como era de esperarse aquel sujeto al salir de esa habitación fue a parar al patio interno del castillo de apariencia siniestra, y ese lugar es bastante espeluznante. Se ven estatuas a los costados de camino que vigilan con ojos perturbadores a los que se pasean por allí. Las rejas y caminos del lugar están realmente desgastados, mostrando así que son muy pero muy antiguos. Los arboles no tienen hojas, están allí pelados, con ramas huesudas que parecen querer rasguñar el cielo. Al escuchar un ruido se gira rápidamente a la derecha, con el gran arco largo en las manos, apuntando hacia su derecha.


Una mujer de extraños ropajes y armada de muchos cuchillos y dagas aparecio ante el mientras corre rápidamente por el lugar, haciendo que sus pisadas se escuchen fuerte y claras.

-¡Alisa! ¿Que diablos estas haciendo? ¿ Donde esta-No pudo terminar de hablar que la mujer ya lo había tomado del brazos. Nota lo pálido de piel, y los cabellos de punta, hasta los bellos del brazo están erizados de la desesperación.

-Alex esta muerto! Esta muerto muerto-Repitió la mujer muchas veces, aferrándose a aquel hombre de capucha y ropajes negros como la noche.

El encapuchado bajo el arco y miro en todas direcciones, aunque presto mas atención al camino por el que hubo llegado esa mujer hasta el. Lo único que se escucha allí ademas de las voces de esos dos extraños es el sonido de los búhos, después de eso todo yace silencioso, es una costumbre allí, nunca hay ruidos naturales excepto por los búhos y los murciélagos.

-Les advertí que este lugar es peligroso, no es un juego ¿Que rayos vinieron a hacer aqui?-Pregunto el joven mientras no deja de observar los alrededores. La chica por su parte dudo mucho antes de contestar, pero finalmente lo hizo.

-Es un castillo antiguo, y como tal tiene que tener ruinas, cosas de valor, féretros...-Le tembló la voz al final.

-No me digas que fueron tan estúpidos de profanar sus tumbas. Eso es una estupidez, a los muertos se los respeta, no son un juego-Claramente el joven de la capucha negra esta empezando a perder la paciencia.- Nos vamos-Agrego tajante, no deja lugar a la discusión.

-¿Que hay de Alex? No iras a...-No pudo terminar sus palabras que el joven le respondió-Tiene lo que se merece, no se juega con los muertos, y mucho menos con esta clase de lugares-La tomo del antebrazo y la obligo a caminar, regresando por donde habían venido en un comienzo.

El joven encapuchado se llevo casi a la fuerza y los retos a esa chica del lugar, pero la vampira cometió un error al perder su zapato. El sujeto encapuchado se detuvo justo en la estatua que esconde a la vampira, ciertamente no la vio pero algo le daba mala espina. Se quedaron quietos por unos minutos y al darse cuenta de que no había nada allí continuaron su marcha. Al caminar la chica pateo algo del suelo y bajo la mirada, así noto unos lindos zapatos en el suelo que ella sin querer había pateado al caminar.

-¿Uh? ¿Que es esto?- La chica se agacho y tomo el zapato con las manos y lo examino, mientras su acompañante también dirigió su mirada al zapato- Es demasiado nuevo como para haberse caído de algún tumba-Dijo la chica mientras se pone de pie. Ni ellos podían ver a Katharina ni katharina a ellos, a menos que se quiera arriesgar a ser vista por alguno de los visitantes.

-Eso no es de ninguna tumba, alguien anda cerca-Le dijo mientras se escucha la cuerda del arco tensarse. La chica se puso en posición de combate y examina el lugar junto al chico, dispuestos a atacar de ser necesario.

El ambiente se torno de repente no solo silencioso y aterrador, sino que ademas se volvió tenso, aquellos jóvenes con el miedo de ser atacados y sorprendidos por una emboscada se centran y se convencen de tomar las armas. Cada uno de ellos tiene sus armas propias característicos al estilo de combate de cada uno de ellos. La chica posee cuchillos a montones y de todo tipo, una especie de daguera. al tener ese cuerpo delgado de seguro ha de ser muy rápida a la hora de moverse. El otro muchacho si bien es algo delgado posee muy buena condición física, tal vez no sea realmente fuerte y ágil al extremo, pero al menos tiene la suficiente fuerza como para tensar un arco largo compuesto sin problemas, y eso dice mucho de el.

La vampiro utilizo uno de sus mejores poderes sobrenaturales para pasar desapercibida y así evitar una batalla innecesaria. La ilusión que realizo la hizo invisible a los ojos de los dos jóvenes y pudo pasar a su lado sin vista y ella pudo verlos de cerca...Pero. El joven al que vio de cerca giro su rostro rápidamente, la hermosa vampira paso por alto un pequeño detalle...Esa criatura, ese joven es un elfo de la noche, pero elfo al fin y al cabo, su oído es demasiado fino, tanto como para escuchar sus pasos, aun así pareció que no la vio directamente, parece como si hubiera movido su cabeza por reflejo. Cuando estuvo la vampiro por pasarlos completamente de largo el joven de tez oscura le guiño un ojo y luego de ello bajo su arma, relajándose.

-Vamos Alise, salgamos de aquí de una buena vez-La tomo de la mano y la hizo avanzar, la chica iba a objetar en un primer momento el hecho de irse así como así, pero al sentir la mano de su compañero no dijo nada y asintió de forma sumisa, por lo que regresaron al salón en ruinas, aunque fue Katherina quien ingreso primero, por lo que tiene tiempo para esconder si así lo desea la vampiro.

La vampiro llego primero al salón derruido y se escondió en las sombras, en un punto alto para que fuera mas fácil mirar y para que sea mas difícil visualizarla a ella. Al poco tiempo llego la pareja de extraños que no se detuvo en lo mas mínimo a pesar de las peticiones de la mujer humana. Su compañero termino por sacarlos a ambos del castillo maldito y se interno en las sombras de la noche hacia campo traviesa. La vampiro envió a su águila a seguir a los raros invitados que llegaron por la noche, por lo cual el animal alzo vuelo y los vigilo desde las alturas.

Al rato el águila encontró un campamento de hombres los cuales mantienen antorchas encendidas, deben ser alrededor de veinte personas, la mayoría de ellos armados, siendo mas hombres que mujeres los que componen el grupo. Suerte para el ave que lo ampara la oscuridad de la noche, de otra forma ya podría haber sido elegido para formar parte de la siguiente sopa.

El grupo es numeroso, pero no tanto, aunque todos son de una raza o clase diferente al resto. Hay dos humanos, un elfo, dos enanos, y el elfo oscuro que ella vio ya de antemano. Con la oscuridad de la noche la vampiro pudo pasar gran tramo del lugar sin ser vista, pero ahora al haber algunas fogatas por las cercanías si se acerca demasiado sin duda la verán. Pero al ir ella sin intenciones de batalla se dejo ver, por lo que algunos de ellos se pusieron de pie, entre ellos el elfo oscuro que había estado en el castillo maldito.

Se acerca a ella con la cara descubierta, mirándola a los ojos, aunque luego hace la mirada a un lado, ya sea para no ser grosero o por algo mas.

-Bienvenida señorita de la noche ¿Se le ha perdido algo?- Con cortesía y mucha educación aquel ser se presenta. Por como se mueve y el tono que usa al hablar esta claro que esta bien educada, nada que ver a como hablaba en el castillo ante la presión de un inminente peligro. La mujer que entro al castillo con el se puso de pie y fue de prisa a colocarse a su lado, como si fuera de mucha utilidad el estarlo. No vio con buenos ojos a la recién llegada, pero no dijo nada, solo sonrió y espero.

El elfo oscuro espero paciente y hasta con una sonrisa por las palabras de la hermosa señorita allí frente a el, a apenas unos pasos, mientras la mujer humana a pesar de todo se muestra muy desconfiada sobre esa mujer. Cuando la mujer hablo y dijo que estaba perdida no hubo cambias en ellos, pero cuando menciono el castillo maldito la mujer se exaspero y y se negó a los gritos.

-¡Ni hablar! Acaban de matar a Alex esta noche, en ese condenado castillo-Pareció por un momento que la mujer tomaría las armas, pero elfo oscuro se adelanto y la tomo de las muñecas, primero con fuerza, y luego de forma mas delicada, incluso pareció que al final solo le estaba acariciaba las manos.

-Tu lo dijiste Elisa, mataron a Alex allí, y esta señorita escapo justamente porque no es seguro ¿Negaras ayuda a quien lo necesita?-El elfo oscuro trata de justificar a la recién llegada, mientras mas atrás alguien grito.

-¡Si tiene dinero o comida puede quedarse, sino, de vuelta al castillo!- La el voz es gruesa, dejando notar que debe ser un hombre rudo, aunque la verdad que no es humano, sino uno de los enanos el que grita desde mas atrás.