La celebracion tras la reunion. El futuro de ambas tierras.

El dia era soleado y lucia bastante despejado. Apenas unas pocas nubes tapaban aveces el sol, dando una temperatura perfecta en aquella tierra. Los pajaros por ello sonaban por todas partes, como si fuera un homenaje a ese nuevo dia. Al igual que la gente que andaba por las calles, paseando y preparandose para lo que parecia una celebracion. Los cerezos estaban en flor y un aire perfumado podia olerse por todas partes gracias a la ayuda del ligero viento que bañaba las tierras.

Habian pasado unos minutos desde que unos guardias habian ido a recoger al extranjero. Estaban armados, con trajes rojos y dorados, preparados para el largo dia que les quedaba por delante. Uno de ellos llevaba la espada del extranjero, esperando para darsela en un futuro cuando fuese necesario. Le habian ayudado a incorporarse tras unos cuantos dias de descanso, por lo que seguramente el samurai estaria bastante mejor que nada mas llegar.

Nada mas salir de la casa, pudo comprobar que se encontraba en una zona bastante poblada, con casas bien elaboradas y puestos de venta por casi todas partes. Habia tiendas de comida, de ropa y joyas, de tantas cosas como pudiera imaginarse. Ademas ese dia era de celebracion. podia verse si se miraba al cielo ya que colgaban papeles de colores y faroles por cada esquina.

parte residencial:

Segun avanzaron, se veia un gran muro, al igual que el que protegia la ciudad. Este rodeaba el palacio y los jardines, siendo la ultima opcion en caso de guerra. Los guardias abrieron la puerta y pasaron a una gran explanada con jardines a los lados. Paso tras paso avanzaron rectos por esa explanada hasta llegar a unas escaleras que llevaban al palacio.

palacio:

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Dentro del palacio el consejo se reunia. Cuando casi todos estaban reunidos en la sala, el emperador salio de la sala. Entro en su habitacion y comenzo a hablar pronunciando un nombre claro. "Cripson.... Cripson..." decia. Esperando que ese demonio apareciese sin mas dilacion. No quedaria mucho tiempo para que el extranjero apareciese. Y ese demonio era la persona en la que mas confiaba tras haber salvado a su hija. Sabia que no estaba totalmente cuerdo y que su locura tardaria en curarse, pero ahora con su shijas y con su gran consejero el pais estaba a salvo.

Tras varios días acompañado de personas bajo el mando del Emperador Cheng el samurái llego dentro de todo sano y salvo a lo que es la capital de dicho reino. El viaje fue simple y sencillo, sin altercados, con un excelente clima que se repite el día de hoy. Al estar en primavera el cima es muy agradable, en especial en sitios tan bien cuidados como lo suele ser una ciudad capital. Al igual que en su nación allí en Cheng está floreciendo los arboles de sakura, un hermoso espectáculo que es bien recibido y celebrado en Dinastía del Dragón. Allí en Cheng se lo toman con más calma, pero supone Hoshi que es debido a que ellos no tienen una historia tan plagada de sacrificios y guerras.

En una gran habitación con muchos lujos el samurái aguarda pacientemente a que algún guardia o emisario del emperador le indique cuando es el momento correcto, y el camino correcto para tener una audiencia con el gobernante de ese país, la razón principal por la que se encuentra allí hoy. Cuando llego el momento Hijikata se comportó de modo muy respetuoso, aunque hablo poco y nada, solo siguiendo las indicaciones de los hombres y mujeres que lo tienen a su “cuidado".
Al salir de ese edificio noto la gran belleza y capacidad de esa zona residencial, claramente es una zona donde puebla o mora la casta noble del lugar, su limpieza y los lugares donde puede uno visitar son muy hermosos y cuidados, y no se ve a cualquiera por allí, solo mercaderes, viajeros con buen dinero y nobles, además de muchos soldados para asegurar la paz y el orden tan importante lugar. Noto también muchos ornamentos y otros detalles coloridos que le dio una mera idea e clima festivo. Los ánimos parecen estar realmente de buenas, lo cual le da cierta tranquilidad al samurái que tiene mucho en lo que pensar, y mucho más por hacer.

Spoiler:

Hijikata viste muy bien ese día, tiene una audiencia con el Emperador, o eso es lo que espera, estará toda la corte imperial presente, por lo que atuendo es de suma importancia. Lo tradicional en hombres como él es que vistan el montsuki, éste es un kimono con haori (chaqueta) y falda partida y pantalones anchos hakama, con el emblema de la familia. Aunque la hakama es una prenda básicamente masculina, en contadas ocasiones la pueden usar las mujeres, por ejemplo en las ceremonias de graduación. También es la prenda que usan los practicantes de kendō y aikidō tanto masculinos y femeninos. Los siete pliegues de la hakama simbolizan las siete virtudes del bushidō también conocidas como la senda del samurái. En el caso de Hoshi el emblema de su familia es el del trigo manchado con sangre, ese es el emblema de la familia Hijikata. Eligio una vestimenta tan tradicional como en parte militar, dejando de lado otros kimonos o yukatas mas coloridas y elaboradas. Al provenir de una familia de samurias de provincia no tiene mucho gusto por lo llamativo, vistoso y en muchas ocasiones caro, prefiere mantener el perfil bajo y la humildad que enseñan en sus tierras. Usa colores clásicos como el negro y el blanco, no lleva nada rojo ni dorado, menos verde o azul, es una vestimenta que busca pasar desapercibida.

A medida de que avanzaron por esos cuidados senderos se visualizó un muro, un muro así en esa ubicación es claro que esta allí para proteger a la familia imperial, encerrado entre esos muros el palacio se puede vislumbrar a la perfección. No tiene idea de cómo se están dando las cosas allí dentro, pero espera a que en ese gran lugar se pueda discutir con soltura y dignidad.

Mientras se celebra en el imperio de Cheng otros se preparan para una gran batalla política, siempre suele ser así en la corte, a veces más, a veces menos, pero siempre habrá alguien dispuesto a sacar provecho de una situación en la corte imperial.  Ese día en particular además de reunirse la corte imperial con sus habituales miembros se espera a alguien más en particular, y no se habla de mercaderes, campesinos ni nobles, no, nada de eso, se espera a nada más ni nada menos que a un extranjero, uno de tierras cercanas al imperio de Cheng, pero de enorme magnitud a comparación de este. Por lo que se ha averiguado y podido confirmar se trata de un samurái bajo las órdenes del mismísimo emperador de la Dinastía del Dragón, razón por la cual se ha revolucionado el clima de la corte imperial de Cheng. En varios siglos ese gran imperio nunca se había acercado a Cheng en lo absoluto, tampoco a otras naciones, pero en la última década la Dinastía del Dragón ha logrado varios convenios comerciales y militares con el Puño de Hierro, algunos reinos nórdicos y la Ensenada de Plata. Se abrió paso a la ruta marítima logrando llegar a muchos sitios más, se ha expandido como nunca en su historia, y eso es algo que muchos en el reino de Cheng temen, y pronto ese temor y admiración comenzara a expandirse por todo el reino de Xian Du.

Ajeno a muchos de los problemas de los reinos mortales, pero bien enterado de los mismos se encuentra un demonio lo más placido, como si nada pasara en el palacio de Cheng, holgazaneando como de costumbre, envidia de muchos, admiración de muchos más el que esa criatura pueda holgazanear así y sin embargo estar tan alto en la escala social de ese imperio. Muchos elevaron sus voces en contra de esa criatura no humana permanezca tan cerca del Emperador y de su descendencia, pero con tantos logros del lado de esa criatura hacen imposible el poder separarlo del poder. Tras salvar a la casi muerta hija del Emperador y de ayudarle a lograr varios pactos políticos comerciales con regiones cercanas se ha convertido esa criatura prácticamente en la derecha del Emperador Cheng, la Mano Oculta del emperador le llaman los inteligentes y osados de esa región.
Unas jóvenes sirvientas llegaron al pálido rubio con las noticias de que el Emperador reclama su presencia, sonriente el hombre de bellísima apariencia y muy elocuente carisma asintió y expresó su alegría por tal requerimiento. Acto seguido paso a prepararse, rara vez viste ese hombre atuendos que no sean de índole oscuro, ropas góticas y casi vampirezcas, ese es su estilo, la vestimenta de típicos condes, de los más clásicos que se recuerde. Para no perder la costumbre decidió emprender el camino a pie con sus clásicas vestimentas, aunque solo para agradar más a la audiencia lleva un abanico de manufactura local, uno que pega muy bien con sus actuales ropajes. Con gran disposición el demonio de apariencia humana se dirige al encuentro del Emperador de Xian Du para servirle y ayudarle en cuanto este necesite…En cuanto este necesite, y en cuanto al demonio le convenga, claro está.

Spoiler:

Las luces del cielo manchaban su mente, deslumbraban su espiritu mientras el suelo manchaba sus pies. A su alrededor no habia  nada, tan solo arena y oscuridad. Henshury andaba paso a paso sin rumbo, atraves de una arena que a cada paso la tragaba un poco mas. Pasos que con el tiempo se fueron haciendo mas pesados y costosos. Entonces vio algo moverse entre la arena no lejos de alli. Segun avanzaba lograba ver mejor una silueta animal, un pelaje de color rojo, el que parecia brillar con un leve resplandor. El animal parecia tambien hundirse en aquella arena, pero a diferencia de la princesa, este tenia una flecha clavada. Cuando Henshury estuvo lo suficientemente cerca del animal, logro ver a una critura mitologica posiblemente a punto de morir.

-No... tranquilo...

La criatura era un Kirin o eso pudo intuir la princesa al acercarse mejor. En la oscuridad de la noche apenas lograba contemplar a tan bonita criatura. Podia ver su pelaje brillar en algunas zonas, y sus ojos profundos seguir a la princesa. Tambien sus cuernos y su origen místico.  Pero sobre todo la sangre que brillaba en aquella oscuridad.

-Vas a estar bien, lo prometo.

Le prometio la princesa intentando curar al animal apretando la herida. Pero al estar quieta en un solo lugar, la arena comenzó a tragarlos, hundiéndolos a cada instante. El animal parecia morir a cada instante, mientras que a Henshury cada vez le costaba mas respirar entre aquella arena. Acabo cubiendola casi completamente, mientras el animal la miraba esperando la muerte. La arena comenzo a impedir respirar a la princesa que tosia aun sin rendirse, Respiraba aire y arena, siendo cada vez mas dificil ayudar al animal. Para finalmente quedarse sin aire.


Henshury despertó dando una gran bocanada de aire, sintiendo como este le faltaba o asi parecia. Pero se encontraba en la habitacion como si nada hubiera pasado. Miro a varios lados, pensativa, para finalmente reincorporarse y lavarse la cara con un poco de agua. Se recolocó el Nemaki algo adormilada y decidió salir de la habitacion.

nemaki:

Aun quedaba mucho para la celebracion de por la noche, cuando todo el mundo daria por finalizado el invierno y daria la bienvenida a la primavera. Ademas de ello se celebraria la presencia de ambas princesas en la nacion, demostrando por fin un nuevo paso hacia un reinado con mas futuro y promesas. Todos se preparaban para la celebración, siendo pocas las personas que aquel dia habian podido dormir tranquilas. Y con la llegada del extranjero, y el nuevo consejero aquel año seria la celebracion con mas cambios en mucho tiempo. Todo seria novedoso, y todos querrian formar parte de aquella parte de historia en aquellas tierras. Asi que muchas personas buscarian sus mejores galas, siendo aquella una oportunidad única en sus vidas y en la historia.

El extranjero era conducido por las calles y los jardines de aquella gran ciudad, llegando a la entrada del palacio. O por lo menos a la entrada al palacio principal. Alli habia una gran explanada donde algunos guerreros luchaban y entrenaban, mientras otras personas se dedicaban a colocar adornos. Era como un agran sala al cielo abierto, donde entrenaban y se celebraban fiestas al anochecer. Lugar que en unas cuantas horas probablemente estuviese lleno de gente.

patio:

entrada:

Al final de ese patio amplio podia verse un puente de piedra blanca que conducia a la entrada al palacio, alli donde vivian el emperador y sus hijas. Y alli le conducian, hasta la gran puerta donde una mujer muy bien vestida esperaba paciente. La mujer, era mayor que el extranjero, pero bastante hermosa, y vestia con ropas muy elegantas y lujosas. Esperaba calmada su llegada mientras miraba al cielo con una mirada perdida. Cuando porfin llegó a la parte alta del puelte el extranjero, la mujer, quien llevaba una sombrilla para taparse del sol, bajo la mirada para verle.

-Bienvenido al palacio Hijikata Hoshi. Espero que no haya tenido problemas en el viaje para llegar hasta aqui.

Hizo un gesto, para que uno de los guardias se colocara a su lado y despues los demas se separaron de Hijikata en un segundo, demostrando una increible disciplina y coordinacion.

-Mi nombre es Tanako Sakio, y soy la actual mujer del emperador. Mi marido le esta esperando. Yo le llevare hasta él. Mientras llegamos, podeis preguntar, no dudare en responder.

Sin decir mucho mas, pero dispuesta a resolver dudas al extranjero, mientras el soldado que ahora viaja con ellos es el portador de la espada del samurai.  

En un lateral de la entrada principal, unas plantas mas arriba Henshury observa curiosa la situación, preguntandose por la mujer y por el extranjero. Pero al mismo tiempo por su profesor y antiguo amigo. Quien no habia logrado ver entrenando en todo el tiempo que lleva en aquel palacio. Algo que empezaba a preocuparla.

Entro de nuevo hacia los pasillos, guiada por instinto con ganas de hablar con su padre. Queria saber de la mujer, o de el nuevo consejero del que todos hablaban. Se preguntaba si realmente seria digno de aquel respeto, aunque tal como la habian contado hubiese salvado a su hermana. No vestia ropas adecuadas, ni tenia mucho interes en molestar en aquellos  momentos, pero habia algo que debia hacer. Asi que se dirigió a la habitacion del conde, pensando si seria o no lo correcto al ir sola a agradecer algo sin compañia de su padre. Sin embargo al llamar y abrir la puerta ya no se encontraba alli. Debia de haber empezado la reunion. Entonces henshury volvió a prepararse para despues.

Xiao Chen se movia impaciente por recibir a su gran consejero y curandero. Cuando porfin llego, sin mas dilacion agacho la cabeza uniendo las manos como saludo, dandole la bienvenida.

-Buenos dias mi gran amigo.

Le dijo mientras una de las jovenes mujeres les servia a ambos un vaso de te.

-Hoy es un dia especial. Y tenemos una visita de tierras lejanas quien viene a contarnos sus propositos con esta tierra en nombre de su monarca. He guardado un lugar para alguien tan magnifico como mi amigo Cripson, para que nos acompañeis en la reunion.Con vuestros consejos e ideas lograremos hacer resurgir estas tierras. Acampañadme, os llevare a la sala del consejo,
alli esperaremos al extranjero junto con Lin-Shan

Dijo empezando a andar junto a el, viendo el detalle del abanico en la vestimenta oscura y diferente de Cripson, sonriendole de manera calmada y dirigiendo su mirada al abanico. Guiandole por pasillos estrechos pero con mucha luz y apenas ningun adorno en las paredes. Tan solo se veia pintura roja en la madera.

-¿como habeis pasado estos dias mi preciado amigo?

Le pregunto lleno de ignorancia y alegria a ese hombre que en pocos dias ya era mas importante en su vida que Lin-Shan, su consejero de toda una vida

No tardó demasiado tiempo el demonio en reunirse con el impaciente Emperador, generalmente el demonio no se hace esperar demasiado, solo lo necesario, para dejar en claro de que no es su intención ser un lame botas ni nadie que se inclina ante el monarca. Cripson ha demostrado servir bien al Emperador sin ser un vasallo de este, no es parte del imperio ni nada le debe a este ni a sus habitantes, pero aun así se ha mostrado interesado en aprender del reino, y en mantenerse muy cerca de la princesa que el mismo salvo, algo que no cae nada bien entre los nobles pretendientes de la familia real que ven al consejero y curandero como un verdadero obstáculo en sus ambiciones.
Una vez en la misma habitación que el Emperador el rubio se acercó hasta este y extendió sus manos hacia Xiao, le tomo de las manos y las estrecho con calidez respondió cariñosamente al saludo tan afectuoso del Emperador.

-Me alegro de verlo mi buen Emperador, espero le siente bien el sol y el buen clima. Estoy bien enterado de lo que está ocurriendo en el palacio, y aun desconozca al enviado de la Dinastía del Dragón ya puedo imaginarme lo que viene a buscar.-Guarda silencio el conde loco, pues la única razón por la que una gran nación ya consolidada como la Dinastía del Dragón enviaría un mensajero imperial a esas tierras es para alguna manera dominarla, pues nada de estas tierras realmente necesitan excepto el ampliar el territorio propio. Ya sabiendo maso menos lo que va a pasar asiente al pedido del Emperador, asistirá a la reunión y asesorara al trono sobre cómo proceder ante la visita del extranjero, de paso aprovechara para enterarse de más cosas de esas tierras lejanas, tierras a las que conde no se acerca demasiado, no al menos por ahora.
Bebe el té que le ofrecen las jóvenes lentamente, aprovecha de compartir ese momento con el Emperador de Cheng mientras observa y lee las emociones del viejo humano.

-Como podrá ver ya estoy listo.-Levanta el abanico para que se note perfectamente esa parte de su indumentaria, sonriendo detrás de este imitando a los cortesanos de la corte de ese país.
Mientras andan por pasillos bien iluminados el demonio parece mostrarse interesado por los caminos que toman en su andar. Un gran anillo de color verde claro reluce en uno de los dedos de la manos izquierda del rubio de cabellos largos, uno de los cuantos adornos que suele portar usualmente. Para la mayoría esa es solo una piedra preciosa, bella y de gran valor, pero los que conocen realmente de hechicería en nivel muy avanzado podrán notar la magia residente en el mismo.

-Sera interesante escuchar de primera mano lo que tiene que decir ese hombre.-No cree el impío de que tengan problemas para controla al extranjero, pero nunca se sabe de qué se puede enterar uno al escucha a otros parlamentar. -Espero que sus hijas también escuchen lo que se diga en la sección de la corte, después de todo, al menos una de ellas debe ser la sucesora al trono.-No da nombres el demonio pero ya es sabido de que la princesa Sakura es la favorita al trono, cuenta con el apoyo de prácticamente todas las zonas de la región a diferencia de la recién llegada Henshury.

El andar de Hijikata por el centro de la ciudad fue silencioso, solitario, porque incluso siendo escoltado por varios hombres y mujeres de Cheng ninguno es un amigo ni un aliado, todos son ajenos a él allí. La caminata de volvió mejor cuando ingresaron en el patio central del palacio, allí si se ve algo que al samurái si le llama la atención, las ceremonias guerreras. No dudo en voltear la mirada hacia los cientos de guerreros que practican y danzan de modo extraordinario. Los movimientos tienen un aire al que tienen en su tierra natal recordándole mucho a la Dinastía de Dragón. Al observar con detenimiento logra diferenciar algunas cosas de lo que el conoce, siendo ahora mucho más interesante para el observar algo nuevo y desconocido, algo que aprecia y que siempre gusto de aprender. Por supuesto que la decoración también es un punto clave en las ceremonias, y a pesar de ser Hijikata un samurái de “campo” por así decirse no deja de apreciar la belleza de los colores que rodean y transforman el lugar donde se encuentra.
Nota el samurái en la entrada del palacio colores vivos, rojo, amarrillo y verde, son los colores más tradicionales, siguiéndose de otros como el blanco y el azul, siempre colores llamativos y que traen según algunos eruditos y creyentes “buena vibra”. Entre tanto colorido fue fácil apreciar el puente de piedra blanquecina que conduce a la entrada del palacio, cree Hijikata al ver que no mucha gente deambula por allí que esa es la entrada en concreto del lugar donde reside la familia imperial, no cualquiera puede acceder allí, es seguro que de ahora en más haya menos gente rodeándola, aunque probablemente mucho mejor preparada para afrontar cualquier eventualidad. Cruzan a través del puente notando eamurai a una hermosa mujer bien vestida con sombrilla mirando el cielo, es o parece de más edad que el propio samurái por lo que desestima de inmediato que sea una de las hijas del Emperador…Podría ser una cortesana de mucha importancia, una familiar o la mujer del Emperador propiamente dicho. Al acercarse a ella esta noche la presencia del samurái y de quienes lo acompañan, siendo ahora menos que antes, la mujer dejo de centrar su atención en el cielo y volcó toda su atención al hombre extranjero, se encontraron las miradas de ambos y ella hablo dándole la bienvenida, y esperando que no haya tenido problemas en su viaje para llegar hasta allí.
Coloco el samurái sus manos a los lados pegándolas a su cuerpo, manos abiertas apuntando hacia abajo. Bajo la cabeza el hombre, pero no solo la cabeza, inclino su cuerpo como parte del movimiento, para así ejercer un saludo respetuoso y tradicional.

Spoiler:

-Gracias por recibirme alteza, no se preocupe, han cuidado bien de mi.-No sabe bien que decir el samurái, no esta tan acostumbrado a tratar con gente de tan alta alcurnia como lo es una emperatriz. Puede según la mujer preguntar lo que quiera que ella misma le responderá, pero se mantiene en silencio, solo se deja guiar por la mujer escoltados ahora por menos guardias que antes. Mantiene la mirada al frente el samurái, viendo cada tanto hacia la mujer del emperador por si esta quiere decirle algo, además de no mostrar desinterés en ella, ignorando que desde más lejos está siendo observado por la menor de las princesas.

Hay cientos de historias y leyendas en el reino de Xian Du, siendo las de la capital las más temidas o festejadas. Desde monstruos come niños, animales fantásticos, hasta héroes anónimos, pero entre todas esas leyendas, las que poseen algo de historia son las más festejadas. Como la famosa historia de la guerra de Cheng contra Huan-shi, una batalla que parecia perdida y que ganaron todos, llegando a un acuerdo de paz despues de años de guerras y pérdidas, quedándose el emperador de Cheng con casi todo el territorio de Xian Du. Pero la historia que se cuenta por las calles de Cheng en aquellos momentos es otra muy diferente.

Segun esa historia, la muerte inesperada de la mujer del emperador, llevo al emperador a la locura. Contaban que a veces paseaba por los cultivos buscando un fantasma, que su espada cortaba a todo aquel que hablase de la muerta, fuese amigo o enemigo y que se había rendido ante el mundo, fumando y bebiendo entre los muros de su palacio.  Tambien hablaban de su silencio, de que su locura hizo a la hija pequeña huir de su tierra para morir entre las montañas. De que los dioses le habian maldecido haciendo enfermar a su unica hija cercana, siendo el gobernante más odiado por los dioses al sufrir tales castigos.  Pero ahora en las calles solo se habla de una cosa, de que los dioses lo perdonaron, devolviendole a sus dos hijas con la primavera,  dándole un consejero y un extranjero de tierras lejanas. Sobre todo hablan de la resucitada que murió lejos de casa, o de la superviviente. Incluso algunos dicen que fue ella, iluminada por los dioses quien curo a su hermana enferma. Todo aquel mismo año, haciendo que aquella tierra volviese a su esplendor anterior, siendo aquella fiesta de primavera festejada como ninguna otra. Este año se abririan las puertas para todos, dejando pasar al gran patio. Por ello, muchos guerreros entrenaban para dar un espectaculo unico aquel dia, mientras otros colgaban farolillos a lo largo del paseo y otros cocinaban preparando un festin gratuito para todos aquellos que entrase. Mientras al otro lado del palacio prepararon polvora, mientras los magos entrenaban para llegado el momento formar parte de la historia de aquella ciudad.


Pero la verdad de todo aquello solo lo conocian unos pocos, y uno de ellos era el mismo emperador, esperando la llegada del impio con calma, deseando poder contar con el aquel dia tan especial para el.

emperador/Xiao Chen. Imaginalo algo mas viejo, pero mas o menos asi. :

No tardo en llegar el demonio, a quien trato con mucha confianza y amabilidad. Dandole la bienvenida a aquella sala. Siendo Cripson conocedor de los planes que podria tener aquel desconocido.

-La primavera ha llegado amigo mio, y con ella el sol y la belleza. Desde luego que nos hará bien. Respecto al viajero sera mejor escuchar sus palabras, y no sacar conclusiones aceleradas.

Respondio al impio con mucha calma. No es alguien Xiao Chen a quien le guste pensar mucho, ni tampoco sacar conclusiones erroneas. Por ello simplemente prefiere esperar y descubrir con el tiempo y su poder. Al ser un monarca pocos secretos le guardan, siendo posiblemente un gran conocedor de todo lo que le rodea a el y a su tierra. Tal como cuentan las historias, perdio la cabeza hace años, teniendo algunos brotes de locura transitoria, pero frente a ese impio su mente se calma y relaja, pudiendo pensar con mucha claridad.  

Mientras tomó el té con compañia, comenzo a andar con el recien llegado, sonriendo a sus comentarios mientras observaba el abanico. Era algo dificil controlar los comentarios frente al nuevo consejero, sobre todo por sus ropas tan diferentes, por ello, algo como eso podria callar algunos rumores.
-Me parece un buen accesorio, siempre que no lo uses de esa manera jajajaja.

Respondio alegre el feliz emperador. Porfin todo parecia salirle como deseaba. Quizas algun dia le preguntaria al impio si podria resucitar a su mujer. Pero por el momento le guiaba por aquellos pasillos, indicando al ver su interes donde se encontraban las demas habitaciones. Indicando aquellas salas donde solian hacer vida mas a menudo. Mientras avanzaba en su andar, Cripson mostro su interes en la reunion, aunque poco despues el emperador paro intranquilo.

-Cripson, tener a una mujer en una sala del consejo esta prohibido. Ya sea una consejera mas o mis propias hijas. Nosotros decidimos por ellas, de no ser asi estas tierras no perdurarian. Ellas no saben de gobierno ni de tierras.

Dejo muy claro ese tema el emperador, comprendiendo el desconocimiento de ese impio en ciertos asuntos de su cultura. Una tierra donde las mujeres solo tenian que preocuparse por vestir de la manera mas adecuada, y enamorar al mejor hombre posible. Posiblemente por eso Sakura era tan apreciada. Siempre recatada y vestida con las mejores telas, sabia andar como debia, sonreir en cada momento con la cara blanca y suave, incluso mantener cualquier tema de conversacion sin resultar aburrida. Algo que practicamente todos deseaban. Una buena mujer con una buena dote.

Finalmente, dos guardias guardaban una puerta corredera, abriendola al paso del emperador y su segundo consejero. Dentro de la sala estaba Lin-Shan, el mejor consejero del reino, gracias a quien Xian Du aun seguia en pie tras tantos años de abandono por el emperador.

Lin-Shan:

El hombre inclino la cabeza como saludo, alzando de nuevo la vista para ver con el unico ojo que veia al emperador y aquel consejero. No podria decirse si le caia bien o mal aquel impio, simplemente esperaba paciente, sin muchas palabras que decir. Era un hombre mayor, ciego de un ojo y con un aspecto que mostraba haber sufrido varias batallas. Tenia cicatrices, la piel marcada por la edad y el sol y unos ojos marcados por la vida. Se encontraba sobre un escalon, sobre un cojin de tela arrodillado, colocado al lado de otros dos cojines, quedando el como tantas otras veces al lado derecho del emperador.  El otro cojin, vacio durante años ahora lo ocuparia el impio.  El emperador se sento en el medio con calma y esperó al extranjero entre sus dos consejeros.

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Hijikata avanza por la ciudad pudiendo ver todo aquello que se prepara. Pero lo que mas atencion le robó fueron las ceremonias guerreras, y aunque apenas son ensayos para el momento principal, pueden verse cosas increibles y sin ningun solo error. Tambien ve a mujeres y hombres que decoran la gran plaza, y ahi es donde puede fijarse en algo que no es comun a su tierra, todos aquellos que se preparaban para la ceremonia eran hombres, ni una sola mujer habia en las filas de guerreros.

Al llegar a la puerta del palacio, una mujer le recibio con mucha educacion, dejando atras a los guardias y quedando con apenas un guardia a su lado. Pero ya no eran mas necesarios, ya que de intentar huir o de asesinar a alguien de la familia no podria huir de aquel palacio. La mujer sonrio a su presentacion, para despues guiarle por los pasillos paso a paso.
-Me alegran vuestras palabras extranjero.

Respondio la mujer simplemente, guiandole sin decir mas al no escuchar ninguna pregunta. No tenia necesidad de hablar mas la mujer, solo guiarle hasta la sala donde los demas esperaban. Una vez llego allí donde guardaban dos guardias, la mujer indicó con la mano hacia el interior.

- Aqui se encuentra el emperador con sus consejeros. Espero que tenga suerte en su cometido.

Tras decir aquello, la mujer se marchó de alli siguiendo el pasillo para perderse en la lejania. El guardia sin embargo se quedo con el, esperando con calma a que entrase a la sala. Una vez dentro, logro ver a tres hombres, siendo uno de ellos muy diferente a los demas. Un hombre de aspecto mas oscuro y no proveniente de esas tierras. Los tres sentados sobre cojines en el suelo, un escalon mas alto que el. Pudo ver con calma a los tres si les miraba de frente, para finalmente escuchar las palabras del emperador. Quien mostraba cierta alegria al verle, gracias al rumor de que ese desconocido habia salvado a su otra hija. Por ello tambien estaba bastante agradecido.

-Bienvenido a la ciudad de Cheng, Hijikata Hoshi.

Dijo el emperador, mientras un gesto de interes se formo en el rostro de Lin-Shan al ver el aspecto del extranjero. Aunque al igual que cuando vio a Cripson, se mantuvo callado y guardando sus pensamientos para si.

-Antes de nada, he de agradeceros en persona el haber salvado a mi hija Henshury de una muerte segura. Gracias a su actuar puedo tenerla de nuevo a mi lado.

Le agradecio antes de nada el haber salvado a la princesa. Y aunque sea una mentira creada por la princesa, queda en el samurai decir la verdad o no. No ve el samurai a ninguna de las dos princesas alli. Ni a ninguna mujer. Solo puede ver a tres hombres frente a el vestidos con buenos trajes, y a cuatro hombres a cada lado. Ocho en total, con aspecto estudioso, pero de apariencia mas inexperta que aquellos que estan delante. En la puerta cuatro guardias vigilan.

-Y dinos, viajero...¿que asuntos y de que tipo le traen hasta esta tierra?
Pregunto el emperador, mientras el consejero a su derecha le miraba curioso. Viendo como al parecer el emperador no queria perder gran parte de su tiempo. O mas bien, deseaba conocer con ansias las razones del extranjero.

La reunión entre el impío ser y el Emperador de Cheng fue de lo más amable, y aunque el demonio conozca de primera mano las viejas y retorcidas historias del Emperador nunca saca ese tema a flote, lo pasado ya eta hecho, mejor que se encuentre cuerdo, de otro modo ese reino se ira al retrete. El clima es sumamente acogedor, están en una excelente época del año, la mejor para las festividades, el sol y el calor suelen aumentar los ánimos de las personas, en especial cuando los árboles y las flores se ponen coloridos.

-El clima es perfecto mi buen Emperador, esta será una primavera que quedara marcada en la historia de estas tierras.-Aprueba el pensamiento del monarca ese ser impío y se mantiene tranquilo, sabe bien de que su mera presencia sirve para fortalecer al humano que tiene allí todo el poder político. Bromean mientras camina manteniendo así los buenos ánimos de la jornada.

-No soy un experto en el tema, pero al menos ya he aprendido a ocultar mi sonrisa traviesa tras el papel.-Menciona haciendo algo de alarde sobre ello, escondiendo parte de su rostro tras el abanico mientras sonríe como si fuera todo un noble. El buen clima al andar duro bastante, pero se quebró en parte cuando el conde loco saco el tema de las hijas del Emperador, sabiendo en verdad esa criatura de que las mujeres no son más que instrumentos para complacer a los hombres, algo en lo que él personalmente no está de acuerdo. Pero hay muchas culturas muy retrasadas en ese sentido, demasiados tradicionales y patriarcales, desconociendo el verdadero potencial que las féminas pueden aportar a un reino cuando están capacitadas para ello. Dinastía del Dragón, Ensenada de Plata, las tierras Del Desierto y D`Arcana son algunos de los mejores ejemplos de lo que las mujeres bien entrenadas y educadas pueden hacer.

-Claro, claro, se me había olvidado ese pequeño detalle.-Responde sonriente el demonio, dándole la razón al Emperador, aunque en su mente la idea de que la princesa Sakura sea solo un mero objeto de los hombres del reino no le cae en gracia, según su visión es desperdiciar su verdadero potencial, algo que probablemente no permita, es alguien codicioso y a veces muy caprichoso, por lo que de seguro en contra de cualquiera de los deseos de los gobernantes de ese reino el impío hará de esa jovencita alguien muy capaz y de renombre.
Tiempo después de caminar dieron con la puerta que da al salón del trono, allí aguardan en custodia dos guardias que al acercarse el Emperador abrieron la puerta para que este y su consejero ingresen en la sala conde el consejero real Lin-Shan y el resto de los señores más prominentes de la corte aguardan por el monarca, y posteriormente por el recién llegado samurái de la Dinastía del Dragón. La reverencia del consejero real fue respondida de igual forma por el impío, aunque Cripson uso unos modales extranjeros para responder los modales de ese hombre ya viejo y maltrecho.

-Saludos gran consejero Lin-Shan, que la salud no le falte.-La forma de saludar del conde loco es muy parecida a la que utilizan los elfos de la Ensenada de Plata, aunque ellos suelen alargar el saludo un poco, además no utilizo el mismo juego de manos y expresiones que los elfos, utilizo algunos más lentos y misteriosos. Tras los saludos el Emperador tomo su lugar sobre un cojín más alto que los demás, situándose luego el consejero Lin-Shan a su derecha y a su izquierda el propio Cripson, algo impensado pero real. Es muy difícil de aceptar a un extranjero de ese modo, pero el impío ha resultado ser infalible en todos los campos en los que se le ha probado, la única prueba que no le han hecho es una prueba marcial, y hay ya muchos rumores sobre cuáles serían los resultados de dicha prueba.

Finalmente tras un buen rato hizo acto en escena el famoso samurái extranjero, el demonio lo miro con ojo crítico de arriba a abajo de forma disimulada, con mucho interés. Al igual que Lin-Shan guardo silencio sin decir nada, por más interés que tenga allí ese humano extranjero le corresponde solo al Emperador esos asuntos, solo interviniendo cuando este lo solicita, o cuando sea estrictamente necesario. El guerrero fue bien recibido por el monarca único de Cheng y el Emperador no dejo pasar la oportunidad de agradecerle al samurái el haber rescatado a su hija, claramente la reunión comenzó con buen pie para ambas partes, no se puede ignorar ese hecho, las buenas intenciones del monarca podrían o no ser bien recompensadas. Luego de la parte amable y cortes vino una pregunta directa, eso podría cambiar el ambiente de amabilidad o no, eso depende del receptor y de su inteligencia.

Desde los ojos del demonio allí ve a un campesino, o a un guerrero, no a un político, pero con tantas experiencias vividas y tantos criaturas conocidas por el a lo largo de la historia espera una verdadera sorpresa de su parte.

Tardo un tiempo el samurái humano en notar algunos detalles de los preparativos de la ceremonia, muchos colores y mucho movimiento, pero mientras los colores son variados noto algo en los movimientos de danza y artes marciales, no hay ni una sola mujer allí presente representando arte alguna. Su tierra está llena de mujeres guerreras y cortesanas, ni que decir muchas trabajadoras, es bastante incomprensible para alguien como el que las féminas no puedan participar de los eventos de importancia. Según su cultura nacieron de la Dama Sol y el Señor Luna, un dios femenino y otro masculino, por lo que los poderes e importancia deberían equipararse, en especial si ambos géneros se esfuerzan y demuestran estar capacitados para recibir ese honor.

Tras saludar a la mujer del Emperador ella se mostró feliz de escucharle, y luego lo guio hacia el salón donde el regente y líder de esas tierras aguarda por el rodeado de sus mejores hombres. La caminara fue silenciosa, el samurái temiendo el meter la pata no quiso decir mucho, apelando a la sabiduría del silencio y la prudencia que en más de una ocasión le han jugado a favor. Escucha las palabras de la mujer y no duda en agradecerle sus palabras y deseos para con él.

-Se lo agradezco de corazón alteza, espero este encuentro se repita, y cuando suceda, espero ya no ser solo lejano extranjero.- Si todo sale medianamente bien podría considerarse un invitado de honor, o más. Al despedirse de la emperatriz quedo solo con un guardia que abrió la puerta para el invitado en silencio, así que lentamente Hijikata fue dando pasos cortos acercándose momento a momento hacia su destino. Al entrar en la sala la puerta corrediza tras él se cerró quedando en esa habitación solo el con el mandatario de ese reino y sus hombres de mayor confianza. En una mirada rápida noto que la mayoría son hombres de edad avanzada, ropas tradicionales, cabellos largos y barbas canosas, excepto por uno, el más joven y hermosos de ellos así como el más perturbador resulto ser un extranjero igual que el propio Hoshi. No se esperada un comensal de tanta importancia de otras tierras, y por sus ropas parece ser un noble, aunque jamás vio ropas como esas en su vida.
Apenas llego fue bien recibido por el Emperador de Cheng quien además le agradeció el hecho de haber salvado a su hija. No está muy de acuerdo con cómo se dieron las cosas, pero si dijera la verdad el quedaría mal, y la princesa también quedaría como una mentirosa, se siente contra la espada y la pared ya que no solo está su honor en juego, sino también el de una jovencita que lo único que quiso es ayudar a un completo desconocido arriesgando incluso la vida propia.

Se arrodilla con la diestra al suelo ese hombre, y con las manos estrechadas por encima de la cabeza, hacia el frente baja la mirada y saluda al Emperador.

-Gracias por la bienvenida y sus cuidados Emperador Cheng, es un honor estar aquí este día, el primero de mi tierra, el primero que trae consigo el deseo de muchos cientos de miles más.-Esas fueron sus primeras palabras, aunque se vio en la obligación de agregar algo más debido a las palabras del mandatario regente.- Ha sido un honor el poder haber ayudado a una de las princesas del reino, probablemente haya sido el destino.- En la Dinastía del Dragón creen fuertemente en el destino, Las Fortunas y el Karma, no sabe Hijikata si en esas tierras creen de igual manera en esos grandes poderes sobrenaturales, pero de todas formas así se ha expresado él.
Hay varios hombres en la sala, pero parece que solo le concierne al Emperador el hablar. La pregunta más importante llego de lleno, así que no le queda más a ese hombre que responder, tratando de recordar su preparación previa para cuando llegase el día en que tenga que exponerse de esa manera frente al Emperador de Cheng.

-Como sabrá Emperador nuestras naciones han convivido en cercanía desde hace muchos siglos, y nunca ha habido rivalidades. Actualmente La Dinastía del Dragón se ha abierto salida al mar en el sur, y ha comenzado a expandirse hacia el desierto en el Oeste. Por decreto del campeón Esmeralda los reos y otras personas más han comenzado a conquistar tierras hacia el norte, territorio peligroso, hostil y salvaje. Olvidando los miedos que provoco en el pasado el Dragón Oscuro Razbel nuestra nación puede centrarse más en prosperar que en solo resguardarse y protegerse. Algún día las fuerzas del imperio lograran conquistar el norte nuestro, y entonces habrá muy poco que separe realmente nuestras fronteras. Entonces, el Emperador Shingen desea con sus mejores intenciones en lograr un acuerdo de paz y amistad con su imperio Emperador Cheng.-Comenzó exponiendo el samurái como se encuentra su tierra actualmente, y luego si, finalmente dejo saber qué es lo que busca La Dinastía del Dragón en las Tierras de Cheng.
No cambio nunca sus postura el samurái, sigue postrado a la vista de todos los hombres allí presentes.

Era un dia demasiado atareado para todos los que habitaban aquella gran ciudad, para los ricos o incluso para los pobres que un dia como aquel podían visitar las zonas mas bellas de la ciudad. Pero en todo aquel nerviosismo había gente que aun se alejaba de todo ello buscando algo de calma y paz. Algo de tranquilidad en un dia como aquel. Por ello la princesa Henshury se movia por el gran jardín inquieta, preguntándose que sucedería en la gran sala del consejo, sintiéndose menospreciada y llena de dudas por lo que podría salir de aquella reunión.
Miró el lago lleno de pequeños peces, situada sobre un puente rojo y con una pizca de ira tiró la piedra al estanque, viendo como los peces escapaban. Era una princesa, una superviviente, y a pesar de ello, de nada le había servido para demostrar que podía hacer cosas valiosas. Y nada había cambiado para ella en aquel palacio, todo era exactamente igual.
Dejo el estanque de lado y se adentro mas en el jardín. Parecia dudosa e inquieta, pero finalmente comenzó a andar decidida. Siguio un camino de piedra blanca, para llegar hasta una agrupación de piedras sobre el suelo, una tumba. Miró aquel monton de piedras y se sento al lado.
-Buenos dias madre…Ya he vuelto…
Dijo mientras miraba la tumba con tristeza. Luego comenzó a hablar y a explicarle su vida en todos aquellos años. En las aventuras que había vivido y todos aquellos problemas en sus viajes. Y allí se quedo hablando con un fantasma, buscando algo de apoyo o comprensión, aunque sabia que no tendría nada de eso, solo silencio.

Los hombres del palacio se encuentran en su mayoría en la sala del consejo, por lo menos los mas expertos e inteligentes. Todos se reúnen intrigados por el futuro de la región y las visitas de dos extranjeros en muy poco tiempo. Unos hablan de una posible alianza entre el rubio y samurái recién llegado, viejos amigos quizás. Es algo intrigante que en años nunca nadie apareciese en sus tierras y ahora en poco tiempo dos desconocidos apareciesen en menos de un año. Pero ninguno de esos rumores eran exactamente ciertos.

Todos juntos en el gran consejo se estudiaron con la mirada. Primero los gestos, cualquier movimiento podía ser calificado como un signo de debilidad o engaño. Todo allí era estudiado. Despues las palabras o la entonación. Siendo la del emperador alegre y confiado por sus consejeros. Lin-Shan por su parte se muestra muy pensativo tras saludar a Cripson. Aun le cuesta aceptar en parte que alguien como el haya conseguido tan rápido una confianza tan plena del emperador. Sabe que salvo a su hija, pero aun no era razón como para darle tanta confianza. Aunque tras ese dia las ayudas del rubio en el consejo habían sido aceptadas y muy bien pensadas, mostrando que en efecto era un buen consejero.
Los agradecimientos llegaron primero, y después las preguntas. El extranjero acepto su situación, y aunque mintió, fue por una causa mayor. Con el tiempo descubriría que si se corriera la voz de que una princesa sabia usar un arma, no seria bien tratada. Nadie quería una princesa con conocimientos en lucha, no en aquella tierra de damas. Quizas fuese peor para Henshury que ser deshonrada, aunque gracias a la discreccion del extranjero todo seguiría igual. Lin-Shan de igual modo observa al extranjero con interés. No parece ser un gran guerrero, ni un noble o persona de poder. Parece un crio a sus ojos, pero si lo han enviado solamente a el, algo mas tiene que tener. Y por lo poco que ha dicho el extranjero, parece ser una persona dada para la palabra. Aunque el rostro del emperador cambio un segundo en el momento en el que el extranjero hablo de “destino”. Su piel parecio palidecer un segundo, y sus ojos volvían a vagar sin rumbo por la sala al igual que cuando estaba perdido en la locura. Pero apenas duro un segundo, ya que recapacito volviendo a aparentar tranquilidad, aunque por dentro su mente estuviese empezando de nuevo a jugarle malas pasadas. Fue Lin-Shan quien respondio entonces.
-Es muy probable joven samurái.
Tras aquellas palabras el extranjero comenzó a hablar. Poco a poco explico la situación y aquello por lo que había llegado tan lejos de su hogar. Era complicado aceptar en su totalidad las palabras del samurái. Pero se notaba al emperador nervioso y en parte cabreado. Todo lo logrado parecía cambiar tras aquella reunión.
-Si quiere un acuerdo, que venga el y no mande a…a campesinos vestidos de gala.
Tenia una mano inquieta, que acabo sobre su frente mostrando un aspecto algo histérico. Sin embargo, Lin-shan intento calmar aquel momento. Los demás del consejo hablaban sobre la propuesta del joven, unos escandalizados, y otros viéndolo como una oportunidad. Asi que viendo aquel revuelo momentáneo, miro al joven y hablo.

-Y dinos Hijikata Hoshi.¿qué acuerdo de paz y amistad plantea el emperador Shingen?No tenemos un territorio tan homogéneo como Dinastia de Dragon. Podriamos tener guerras internas según que acuerdo se tome.
Tras aquella intromisión de Lin-Shan, el consejo bajo la voz hablando entre ellos y los demás. Alzando la voz y hablando de tierras al norte, de conquistar con ayuda de extranjeros lo que queda o incluso de prepararse para una guerra por parte del oeste y el sur. Pero las palabras ya no se centran en el extranjero, si no en una realidad. Poco a poco el emperador parecio volver a tener calma y miro al joven calmado.
-¿Cuáles son entonces esas mejores intenciones?...una unión de ambos reinos?¿que plantea Shingen?¿y vosotros mis queridos consejeros?¿que opináis al respecto?

Entonces se espero la respuestas de todos los alli reunidos.

El joven samurái intenta expresar los deseos del Emperador Shingen a través de sus palabras, y espera conseguirlo, de no ser así podría no solo caer en la deshonra del fracaso, sino también en una muerte en tierras extranjeras. Considera esa tierra como tierra honorable, pero no la conoce lo suficiente como para afirmarlo. Uno de los consejeros cree que puede ser como lo dijo el propio Hijikata “destino” su encuentro con la princesa, los otros solo murmuran. Fue difícil para el joven humano el mantener la debida compostura cuando el Emperador Cheng se enojó con él y con Shingen por no ir en persona a tratar directamente un acuerdo con la ciudad anfitriona, pero cualquier criatura inteligente sabe que un líder no se puede mover de su territorio así como, tan fácilmente.

-Es una lástima que mi simple persona le cause enojos Emperador, no puedo hacer nada para remediarlo, pero sí le puedo asegurar que las intenciones del Emperador son reales, y beneficiosas para los dos pueblos.- Se armó un gran revuelo luego de la escena de Cheng, tuvo que poner un freno a ello el propio mandatario, y en cuanto a Hoshi, no le quedó más remedio que seguir hablando.

-Desconozco como está la situación en este territorio, pero estoy gustoso de escuchar y aprender lo necesario. Por supuesto que el Emperador está obligado a ayudar a sus aliados sin importar donde estén, por lo que está de más repetirlo pero, si tuviese problema con traidores a su patria la Dinastía del Dragón no vacilara en poner todo lo necesario para eliminar dicha amenaza.- Sabe bien el samurái que ambos pueblos necesitan aprender el uno del otro, aunque Cheng tiene mucha ventaja en ese sentido, La Dinastía del Dragón es mucho más famosa a nivel continente y a nivel mundial, e incluso la princesa Henshury la ha podido visitar personal, esas razones suman más conocimiento al reino del Cheng que de Cheng a la Dinastía del Dragón. Se expresa el humano serio y tranquilo, el insulto del Emperador no afecto en nada a Hoshi, después de todo es verdad, el su origen es de las tierras de la siembra y el ganado, inundada de campesinos y guerreros que tienen sus orígenes en los mismos.

-La unión entre naciones suele darse por acuerdos y necesidades de cada pueblo, eso lo sabemos bien. Estoy seguro que ya mismo están pensando en comercio, en intercambios culturales, datos históricos, viajes, teología, y muchas ganancias. El Emperador está dispuesto a enviar a algunos de sus hijos a Cheng si le conceden tal honor, por supuesto que si un miembro de la familia imperial u otros miembros de familias prominentes quieren visitar Dinastía del Dragón son bienvenidos. Una unión de ambos pueblos de modo físico puede resultar muy difícil, pero no imposible. Tomaría decenas de años, y mucho esfuerzo, pero es posible. La unión cultural y de sangre puede darse mucho más rápido, y fortalecería más el camino para lo que ya he mencionado anteriormente.- Practicas teóricas de teología y artes marciales seguro funcionan muy bien entre ambas naciones, lo de juntar la sangre es algo que tomaría más tiempo. Para muchos puede ser difícil aceptar que un miembro de su familia se una a otra familia extranjera, no es raro en ningún lugar sin importar el país y la raza.

Dejo de hablar el samurái y deja que los demás murmuren, piensen y opinen, no puede decir mucho más si el resto no da al menos una mínima opinión al respecto.

La sala del trono luce completamente tensionada, con asombros por doquier, miedos y ansias, muchas intrigas, un ambiente muy cargado de políticas y obligaciones, así es excepto por una persona, el conde loco. Cripson luce una cálida sonrisa, atento a lo que ocurre, pero e sus ojos se ve una chispa de diversión, un rostro que esta grato y agraciado de estar donde está, como si estuviera presenciando un juego en vez de una asamblea a nivel imperial.
Para el demonio el vacilar de frente a un samurái por su simple origen no estuvo bien, no en lo personal, ya que en lo personal a Cripson no podía importarle menos, pero si cuando se pone un traje y posición en una corte, allí la cosa cambia rotundamente, nunca hubiese dicho algo como aquello. El joven guerrero se lo tomo de lo más bien, algo sorprendente, sin duda debe ser o alguien muy humilde, o alguien demasiado actitud que sabe qué hacer si quiere lograr sus objetivos. Dejando de lado el tema del destino el samurái se centró en los beneficios de una alianza y en cómo podrían llevarlo a cabo, nada nuevo para el demonio, algo completamente normal sin mucha ciencia, así que mientras los miembros de la corte se rompen la cabeza por dar una respuesta al Emperador el continua completamente sonriente.

Se abanica el demonio y observa feliz la situación, pensando en si debe iluminar a esa manga de ignorantes o no, o si simplemente los dejara como perros dando vueltas en círculo mientras se persiguen la cola. Tras un rato largo de esperar el condenado demonio no pudo más con su propio ser y decidió tomar las riendas del asunto.

-Mis saludos honrado joven de tierras extranjeras, si los miembros de la corte y su eminencia el Emperador me lo permiten, aquí tomo yo parte activa de este interesantísimo debate.-Se pone de pie el demonio y se inclina un poco hacia delante, con una mano en la cintura, y con la otra mano tapándose el mentón con el abanico, aunque aun dejando a la vista de todos prácticamente todo su rostro. Una vez tuvo la aprobación de los presentes, tanto de palabra como por la simple omisión de acción se dispuso a expresarse ante todos los presentes.

-Como ha menciona nuestro primerísimo consejero aquí presente, este no es un reino muy homogéneo que digamos, pero hay algo que ustedes no saben, el reino vecino los necesita con urgencia.-Dicha esa revelación dejo la sala en silencio, dejando así que las ansias de los presentes los carcoman por dentro. Cripson lanzo una bomba en pleno debate, pero no hablo deprisa, no, a él le gusta jugar, y los humanos son muy fáciles de manipular.

-El Emperador Shingen tiene más enemigos de los que se habla abiertamente, un pueblo tan arraigado a su historia jamás olvidara de donde proviene, y esa es la impresión que he tenido en mi última visita a esa nación. Si no mal recuerdo, el Emperador es un ser divino, pues desciende de los dioses mismos, y si mi memoria no me falla, para tomar el poder Shingen destruyo a dichos descendientes, quebrando de ese modo la línea de sangre divina que siempre estuvo en el trono. Bien…Llegado a este punto, esto no le gusto a muchas criaturas que digamos…La guerra civil duro años y fue violenta. El éxito de la Dinastía Shingen de momento es incuestionable, aunque claro, no se ha enfrentado a ningún reto real que ponga a pruebas sus capacidades. Pero, los ecos de la guerra y la venganza siguen en pie amigos míos, por lo que La Dinastía del Dragón necesita aliados, cualquiera que sea, pero claro, mejor si son de culturas parecidas, y vecinos.-El demonio da sus explicaciones las cuales son bastante concretas, razones que de seguro ni el mismo enviado de Shinse conoce. -Ahora queda en ustedes decidir señores que es lo que desean, puesto que una unión con un reino tan grande y de con tanta historia no sucede todos los días, pero el reino de Cheng también tendrá que poner de su parte ¿No es divertido? Tantas acciones y tantas consecuencias, tantas posibilidades…-Sonríe el demonio y luego se pone serio, aunque solo sea parte de su estrategia, para aumentar la tensión y el miedo en los más débiles. Habiendo agitado el avispero el demonio vuelve a sentarse en su sitio complacido, es tiempo de que los mortales presentes de coman la cabeza pensando en que harán, que actúen triunfadores, y temerosos de sus decisiones.

Las cosas dentro del palacio parecen ir despacio. Pero poner de acuerdo a un numero elevado de personas, cada una con sus reglas personales no es algo sencillo. Mientras se discute y parlamenta a partes iguales, el demonio disfruta de ello como nadie. Siendo el consejero al otro lado del emperador quien recapacita mucho antes de decir ni una sola palabra.
El joven extranjero lo ha hecho bien, sin sobresaltarse lo mas minimo, lo que hace que a vista de varios hombres alli reunidos gane un punto de confianza. Mientras que para el emperador claramente ha bajado, siendo sus razones muy abstractas y con poco sentido.

Pero muchos alli conocen las razones del emperador y el don de su hija Henshury, un don que habian usado en ciertos momentos y por el que causaba de la muerte de su mujer. Pero no son esas razones de peso para clasificar al extranjero de amigo o enemigo. No por una simple frase. La respuesta del joven fue calmada y aclarativa, dejando claro que solo pretendia lo mejor para ambos pueblos. Algo que calmo al emperador en poco tiempo.

El principal consejero miraba con detenimiento al extranjero, que con su spalabras y un sentimiento humilde aclaraba que podian ofrecer y como se encontraba el reino. Asi que el emperadon comenzo a aclarar la situacion Hijitaka.

-Nuestro reino esta dividido, los ultimos años mas que nunca. Todos quieren quitarme mi reinado, mi hogar y mi tierra. Incluso pretendian quitarme a mis hijas. No resultara sencillo...

Tras aquello el consejero decidió apoyar al emperador en aquellas palabras.
-Puede que con la union aun existan mas batallas de las que informais. Siempre que no quedemos abandonados a nuestra suerte despues de ayudaros.

Piensa el consejero que no seria dificil unir ambas tierras siendo tan similares en algunos aspectos. aunque al estar separadaspor una cordillera puede ser mas dificil y menos visible. Pero quizas sea el cambio que necesita la tierra de su emperador para ser reconocida en el mundo entero. Mucho mas de lo que ya se la conoce.

Pero todo aquello parecio cambiar con las palabras de Cripson. Palabras que nadie se esperaba, ni si quiera el mismo Hijikata. ¿como sabia ese hombre tanto siendo alguien tan alejado aparentemente de Dinastia de dragon? De echo, como podian ser verdaderas sus palabras?. Pero no fue dificil escucharle y pensar que podian ser ciertas, ya que unas verdades como aquellas no se decian tan a la ligera y menos en una reunion como aquella.

Sus palabras calaron hondo del Emperador, quien parece pensar sumido en la duda y el temor. Parece temer algo importante de aquellas palabras. Quizas parece un emperador fuerte, pero por dentro de esa mascara hay una persona creyente de viejas leyendas e historias. Le asusta lo que pueda pasar despues de una union como aquella. Pero no solo el duda, ya que muchos alli hablan y dan sus ideas.

-Entonces no. Que se marche con sus batallas a su tierra. Nosotros lucharemos solos. Unamonos a ellos y seamos una tierra mucho mas grande que las anteriores, mas grandes que las leyendas. Es mejor unirnos que acabar luchando solos. No, mejor separarnos y mantenernos al margen.

Se pueden oir voces por toda la sala, por todas partes de opiniones diversas. Hasta que finalmente Shingen hablo, intentando buscar una solucion a aquello. Dirigiendo unas primeras palabras a Cripson.

- A mi no me parece algo divertido Cripson. Es mas, me parece algo muy serio.- No le gusto el comentario del impio-Opino que antes de tomar una decision clave seria mejor conocer Dinastia de dragon. Pocos hemos marchado a esa tierra al sur de las nuestras. Es dificil pensar en una union o no si no conocemos a nuestro posible futuro aliado y su historia. Emperador, podria marchar yo u otro consejero, incluso alguna de vuestras hijas podria visitar esa tierra. Unis culturas y conocimientos antes de una union real o de permanecer igual. Es algo que deberiamos pensar ya que podria ser un cambio historico. Podria ser bueno y malo a la vez.


Tras esas palabras se miraron todos buscando a alguien decidido para salir a esas tierras. alguien capaz de buscar lo bueno y lo malo. De informar y acabar dando un veredicto. El emperador por su parte simplemente miro fijamente al extranjero, pensando para si el poder que traia esa union de reinos. Un poder quizas demasiado grande para alguien loco como el. y un poder a la vez compartido, quizas ayudandole a su salud y a su mente. Devolviendole la cordura con el tiempo