Una tranquila noche

Si hay lugares peligrosos para andar y acampar solo sin duda uno de esos lugares es el Cielo de la Libertad, país de nadie que cayó en desdicha hace demasiados siglos y hoy por hoy es nido de rateros, asesinos, esclavistas, estafadores y toda clase de alimaña.
Una criatura encapuchada camina por la ciudad con ropajes de cuero duro de tonos oscuros, ropas de exploradores. Chaqueta y capa, botas y cinturón, un arma sobre la espalda y posiblemente lleve más armas escondidas bajo la capa amplia y negra que cubre la gran parte de su escondido y fornido cuerpo. La noche se extiende por cielos oscuros llenos de estrellas, un mar de sombras infinito puede verse en lo alto, y en ese mar el elfo de la noche puede guiarse a la perfección, como si fuera un pez en el agua, como si fuera lo que es, un ser que reza y adora a la luna y las estrellas. Así fue entre tanto andar llego a toparse con una fogata, en lo que parecer ser el centro de un pequeño campamento, y cuando decimos pequeño es diminuto, solo compuesto por una sola persona a simple vista. Nota a la perfección con su perfecta visión nocturna que se trata de una joven, y tras usar un hechizo sabe su edad la cual es acorde a su apariencia, así como su estado de salud y también su raza, siendo esta una joven híbrida entre impío y sacro, una combinación tan rara como extraña, bastante exótica que porta perfecto estado de salud. Se acerca a la misma a paso lento para no ser una amenaza, aunque en un principio su objetivo simplemente era pasar de largo y dirigirse a la ciudad sin demora ni contratiempos se vio obligado a detenerse a escuchar la hermosa canción que esa mujer en un idioma conocido por el faerico pudo comprender y embelesarse con ella.

Cuando se dio cuenta de donde estaba parado la melodía ya había finalizado, nunca estuvo muy oculto que digamos aunque el por naturaleza es casi imperceptible en la oscuridad como habilidad nata de su raza, sus ropas así se facilitan y décadas viviendo en las sombras hace que el cuerpo lo haga por si solo sin que la mente así lo ordene.

-Si sigo así parece un acechador…-Piensa el elfo de la noche al darse cuenta de donde esta y quien está en “su mira” por así decirlo. Fue entonces que afino su oído para escuchar a esa criatura hablar, se lamenta esta por no haber nadie allí que la escuchase cantar. El elfo pudo escucharla a la perfección, su raza y su estilo de vida de cazador le otorgan unos sentidos realmente muy desarrollados, y aprovechando esas palabras y los deseos de esa mujer se acerca a ella de a poco tratando de pisar de tal modo que genere algo de ruido que advierta su llegada.

-Nunca estamos completamente solos en este mundo señorita.-Habla tranquilo mientras se va acercando hacia ella, espera que la luz del fuego lo ilumine un poco como para poder ser visto.-No busco problemas joven mujer, a pesar de mi apariencia doy mi palabra de que no busco hacerle daño…Solo quiero darle el gusto de ser escuchada, eso escuche entre lamentos, ese es su deseo más repentino en este momento ¿Cierto?-Ciertamente se ve bastante peligroso y misterioso, con esas ropas no se le ve el rostro, claramente esta armado y preparado. Su etiqueta está a la altura de su apariencia, se nota una alta educación en su modo de hablar, probablemente la nobleza no sea algo muy alejado a su persona a pesar de su apariencia a montaraz.

Aquella figura varonil oscura y enigmática se plantó a unos cuantos metros de la joven híbrida y no se movió de su sitio, manteniendo una distancia segura entre ambos y para ambos. La joven mujer allí sentada en el suelo tiene mucha razón en lo que dice, si él quisiese hacerle daño a estas alturas ya estaría en su cielo preguntándose qué paso. La ve sonreír y luego escucha la invitación de la mujer la cual vuelve a tener razón en lo que respecta esta vez al clima frio, la noche suele ser al aire libre. No ve inconvenientes en acercarse aquel ser que oculta casi la totalidad de su cuerpo entre sombras y colores oscuros, después de todo no está con malas intenciones allí ni tampoco es ningún delincuente buscado en ningún sitio, por lo que caminando lentamente se va acercando hacia la joven de cabellos oscuros justo ella ha pedido con anterioridad. La joven mujer se presenta como Raquel y a medida que se acerca a ella comprende que se trata de una criatura de gran belleza.

-Es un gusto conocerla señorita Raquel, mis padres me han bendecido con el nombre de Elladan Tasartir, es un gusto conocerla.-Realiza una reverencia profunda aquel elfo que mucho sabe de etiqueta. Su voz es bastante suave, habla de modo amable y respetuoso, una de forma de hablar agradable y fácil de entender.-Gracias por la invitación señorita, al igual que usted creo que las noches al aire libre suelen ser bastante frías, aunque me detendré mucho por aquí, prefiero llegar a la ciudad y dormir cómodo en la seguridad de cuatro paredes.- Estando más cerca de ella puede ver que va bien armado, y si bien ella no es una especialista en armas tampoco es tan tonta como para reconocer armas y equipo de gran calidad cuando los ve. Al estar cerca de Raquel se quita la capucha, revelando su rostro elfico, pálido y hermoso, de cabellos blancos y ojos rojizos sinceros que miran en dirección a la híbrida.

-Si no es mucho atrevimiento preguntar, me gustaría saber ¿Qué hace una mujer joven y agraciada sola en un sitio como este?-Aprovecha no solo de preguntar sino también de dirigirse a ella con un cumplido.

La joven mujer de nombre Raquel muestra felicidad al conocer a ese hombre de nombre Elladan quien se acerca al fuego que provee de iluminación y calor, en parte también provee protección de pequeñas amenazas como insectos y otros animales que le temen al fuego de forma natural. Sonríe el elfo por lo bajo, no solo por la amabilidad de la mujer sino también porque comprende el sentimiento que siente ella de preferir el campo abierto a estar encerrada en un sitio.

-Vuelvo a agradecer señorita Raquel, y comparto el sentimiento en lo referente al campo abierto, me he criado entre árboles y tierra, hierba, además de que mi pueblo adora a las estrellas como muchos otros adoran a un dios.-Comparte un poco de sus pensamientos y de su vida con esa mujer a la cual se acerca quedando cerca de ella, allí se siente ya con el rostro al descubierto observando las llamas que cocinan algo de carne de mano de la mujer. Momentos después Raquel responde a la pregunta en lo referente a que hace sola por allí tan alejada de la ciudad, la respuesta es bastante simple y es el que está descansando un poco antes de retomar el viaje. Se estira la mujer desperezándose haciendo reír nuevamente al elfo al decir que es bello no muy acostumbrado a recibir esos cumplidos a pesar de recibirlos muy a menudo. La mira a los ojos el también y se sonroja un poco, algo que se puede notar fácilmente al tener una piel tan clara y palida.

-Gracias por el cumplido señorita, probablemente nunca haya visto un elfo de la noche ¿O sí? De momento solo he sabido que existimos en el Nuevo Continente, nunca se ha encontrado rastros de ellos en otras partes de mundo…Aunque sería una grata sorpresa encontrar parientes lejanos en algún otro lugar desconocido para mí.-Vuelve a compartir cosas de importancia con esa mujer híbrida de ángel y demonio, información valiosa en lo referente a la raza de los elfos de la noche la cual es bastante numerosa y poco numérica. Su raza es probable le otorgue a ese elfo ese color de piel así como el de sus cabellos, aunque eso sería fácil de averiguar dependiendo de la curiosidad de Raquel y de la predisposición al habla del elfo de la noche la cual no parece ser nada avara.

Con las palabras de Raquel aquel elfo de la noche comprende que ella conoce la raza de los elfos del bosque, o tal vez de aquellos elfos más apegados a la magia, lo salvaje y las estrellas han quedado lejos donde el pueblo de Elladan reside como puede lejos de la luz del sol que si bien no los lastima tampoco se deja ver demasiado.

-Supongo que has conocido a los hijos de Gaea, a los que residen en bosques con sus bellas túnicas de oro y plata, nuestros queridos primos, tengo que ir a visitarlos para saber de ellos y ver cómo están.-Expresa su conocimiento sobre los elfos que se conocen normalmente en el mundo y sus deseos de ir a visitarlos y pasar rato con ellos en sus tierras. Mueve un poco los hombros mientras escucha a su acompañante y sus ideas sobre historias de ese continente casi desconocido e inexplorado por la gente del continente Central.

-Las tiene, aunque pocas están escritas como para ser trasmitidas de generación en generación, no hay tantos eruditos como aquí ni tantos reinos que permanezcan desde tantos años atrás, las catástrofes naturales, las guerras entre otras cosas hacen difícil que un reino permanezca décadas o siglos creciendo.-No revela ninguna historia en particular pero si habla de datos generales del mundo y de lo difícil que parece ser la situación en dicho continente en lo referente a estabilidad y continuidad.
Observa tranquilo, y no ve inconveniente en aceptar la invitación de Raquel para cenar.

-Lo agradezco y acepto con gusto.-De modo educado acepta la invitación de la híbrida, cenara con ella bajo el manto nocturno. -Si tiene curiosidad puede preguntar, no sé si estas interesada en escuchar historias particulares o solo fue un comentario singular lo anterior.-No quiere ser antisocial ni antipático, pero no tiene idea si ella está de ánimos para escuchar relatos o solo prefiere cenar y mantener algo de silencio.

Bajo la luz de las estrellas la híbrida y el elfo de la noche comparten una solitaria velada, ella comparte la mitad de sus alimentos con el elfo y este lo toma muy agradecido por ella.

-Le agradezco mucho señorita, en mi caso no importa la cantidad, lo que importa es el gesto de compartir con un desconocido lo poco que se tiene, ya sabe, la grandeza del corazón.-Tras ese agradecimiento comenzó a comer despacio escuchando la breve historia de su acompañante en esa noche, una chica que comenzó a viajar hace poco, que sabe luchar y viaja sin decir porque ni específica a donde, ese es el resumen que se forma rápidamente en la mente de Elladan. El contó un poco sobre el Nuevo Continente y luego termino su comida en su silencio, pensando en que tal vez lo mejor sería continuar con su camino, ya está cerca y no debería tardar mucho en llegar al Cielo de la Libertad, allí alquilar una habitación en alguna posada para dormir cómodo y bajo techo.

-Ya veo, le deseo suerte en su viaje señorita Raquel, y hablando de viajes será mejor que yo continúe el mío, no estoy lejos del Cielo de la Libertad, debería estar allí en pocas horas.-Expresa sus ideas el elfo de la noche, estas son las de continuar con su camino, aunque aún no se ha puesto de pie demostrando que no es alguien que actúa de modo rápido ni apresurado dando tiempo al ajeno a actuar o a responder si lo quiere.