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Primer evento : Prologo de una guerra
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Aleishe
Lans Tartare
NPC
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Re: Primer evento : Prologo de una guerra
En esa noche de luna los rezos de la loba fueron escuchados. Los hombres apostados para defender la villa cercana al castillo del oeste de Asbru pasaron de la euforia y sed de batalla a la alegría y euforia de un reencuentro esperado. El jinete que emergió de entre las sombras porta la bandera del oeste siendo este el porta estandarte del príncipe Tartare. Un oso pequeño de color negro cazando un pescados en lo que parece ser el agua del rió sobre fondo blanco, ese es el estandarte del hijo del rey del oeste de Asbru.
-¡Tranquilos mis hermanos y hermanas! El príncipe regresa a casa- Exclama fuerte y alto aquel hombre de edad avanzada mientras tras de el comienzan a emerger varios jinetes, centenares de ellos que se reúnen bajo el estandarte de la zarpa del oso negro.
El jinete se abre paso entre silbidos, gritos y aplausos, así mismo el príncipe ingresa en la villa saludando a los ciudadanos. Ha juntado a varios de sus guerreros dispersos que no estaban completamente activos para que cumplan con sus juramentos prestados al señor del oeste hace años atrás. Muchos caballeros han venido de tierras cercanas en ayuda del oeste, y los ciudadanos les dan la bienvenida. Mañana han de cabalgar hacia la tierra sagrada de dioses para recibir las disculpas del señor del Este ante los ojos de los otros señores de Asbru y delos dioses, así como también la justicia prometida, de otra manera la guerra se librara en toda Asbru.
La garou no tuvo problemas en llegar sin ser molestada a las puertas de la iglesia que permanecen abiertas día y noche acogiendo bajo su protección a todo necesitado sea este de un lugareño o un extranjero para ellos da igual, todo necesitado merece ser ayudado en igualdad de condiciones. La puerta cedió permitiendo a la joven mujer ingresar a ese sagrado recinto que es bastante cálido y acogedor. Algunas antorchas dan apenas algo de luz allí dentro y también algo mas de calor al mantener las paredes cálidas. Los bancos de la iglesia han sido acomodados a los costados para dejar mas lugar para el armado de camas improvisadas con mantas, telas y otros harapos que pueden proteger el cuerpo del crudo frió nocturno.
La mayoría de los allí presentes esta claramente dormido, aunque algunos otros se mueven bajo las mantas sin poder conciliar el sueño aun.
Afuera todo es puro grito, lo cual de seguro despertara a mas de un durmiente ya sea de la iglesia o de los alrededores.
-¡Tranquilos mis hermanos y hermanas! El príncipe regresa a casa- Exclama fuerte y alto aquel hombre de edad avanzada mientras tras de el comienzan a emerger varios jinetes, centenares de ellos que se reúnen bajo el estandarte de la zarpa del oso negro.
El jinete se abre paso entre silbidos, gritos y aplausos, así mismo el príncipe ingresa en la villa saludando a los ciudadanos. Ha juntado a varios de sus guerreros dispersos que no estaban completamente activos para que cumplan con sus juramentos prestados al señor del oeste hace años atrás. Muchos caballeros han venido de tierras cercanas en ayuda del oeste, y los ciudadanos les dan la bienvenida. Mañana han de cabalgar hacia la tierra sagrada de dioses para recibir las disculpas del señor del Este ante los ojos de los otros señores de Asbru y delos dioses, así como también la justicia prometida, de otra manera la guerra se librara en toda Asbru.
La garou no tuvo problemas en llegar sin ser molestada a las puertas de la iglesia que permanecen abiertas día y noche acogiendo bajo su protección a todo necesitado sea este de un lugareño o un extranjero para ellos da igual, todo necesitado merece ser ayudado en igualdad de condiciones. La puerta cedió permitiendo a la joven mujer ingresar a ese sagrado recinto que es bastante cálido y acogedor. Algunas antorchas dan apenas algo de luz allí dentro y también algo mas de calor al mantener las paredes cálidas. Los bancos de la iglesia han sido acomodados a los costados para dejar mas lugar para el armado de camas improvisadas con mantas, telas y otros harapos que pueden proteger el cuerpo del crudo frió nocturno.
La mayoría de los allí presentes esta claramente dormido, aunque algunos otros se mueven bajo las mantas sin poder conciliar el sueño aun.
Afuera todo es puro grito, lo cual de seguro despertara a mas de un durmiente ya sea de la iglesia o de los alrededores.
NPC- Admin
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Fecha de inscripción : 23/12/2012
Re: Primer evento : Prologo de una guerra
La luna no mostraba ningún tipo de coloración anómala, sino que mantenía ese brillo tan puro y argénteo al que estamos acostumbrados. Así que, más tranquila al no haber existencia de algún tipo de predicción fatalista sobre el cielo nocturno, me dirigí mucho más tranquila hacia la Iglesia a buscar una buena cama en la que descansar. O al menos tener un buen techo sobre mi cabeza.
Así pues, me dirigí ignorando los gritos que se escuchaban a las afueras de la villa y camine hasta el lugar sagrado, donde ingresé. Nada más cerrarse la puerta a mi espalda, tuve una sensación similar a derretirme gracias al calor que había allí dentro. Me retiré la capucha de mi rostro y vigilé con cuidado el interior, tratando de encontrar algún relicario de plata o cualquiera de los típicos tesoros de esos lugares. No por ganas de robarlos, sino porque dormir muy cerca de ellos seguro que no me sentaba bien, además de que me evitaba el quemarme por no haberme fijado lo suficiente. Desvelando mi verdadera naturaleza, considerada "demoníaca" y siendo perseguida por los refugiados y el cura.
Cosa que en mi estado no sería nada agradable, porque eso me obligaría a salir corriendo y dormir de nuevo en el exterior con el frío que hacía y además no poder volver a entrar en el pueblo de nuevo, puesto que ellos conocían mi aspecto humano y no podría infiltrarme de nuevo.
Con rápidos pasos busqué al encargado del lugar, teniendo cuidado en no tropezar y despertar a los que allí descansaban. Lo mejor sería preguntar si tenían una cama donde dejar reposar a mi cansado cuerpo, pero si no las había también me servía cualquier banco o el suelo. Estoy más acostumbrada a dormir sobre el duro suelo que sobre blandos colchones, pero en ocasiones no está de más reposar sobre algo en lo que te hundes.
Así pues, me dirigí ignorando los gritos que se escuchaban a las afueras de la villa y camine hasta el lugar sagrado, donde ingresé. Nada más cerrarse la puerta a mi espalda, tuve una sensación similar a derretirme gracias al calor que había allí dentro. Me retiré la capucha de mi rostro y vigilé con cuidado el interior, tratando de encontrar algún relicario de plata o cualquiera de los típicos tesoros de esos lugares. No por ganas de robarlos, sino porque dormir muy cerca de ellos seguro que no me sentaba bien, además de que me evitaba el quemarme por no haberme fijado lo suficiente. Desvelando mi verdadera naturaleza, considerada "demoníaca" y siendo perseguida por los refugiados y el cura.
Cosa que en mi estado no sería nada agradable, porque eso me obligaría a salir corriendo y dormir de nuevo en el exterior con el frío que hacía y además no poder volver a entrar en el pueblo de nuevo, puesto que ellos conocían mi aspecto humano y no podría infiltrarme de nuevo.
Con rápidos pasos busqué al encargado del lugar, teniendo cuidado en no tropezar y despertar a los que allí descansaban. Lo mejor sería preguntar si tenían una cama donde dejar reposar a mi cansado cuerpo, pero si no las había también me servía cualquier banco o el suelo. Estoy más acostumbrada a dormir sobre el duro suelo que sobre blandos colchones, pero en ocasiones no está de más reposar sobre algo en lo que te hundes.
Invitado- Invitado
Re: Primer evento : Prologo de una guerra
El viaje se dio a toda marcha, de un lado a otro cabalgaron el príncipe del oeste de Asbru llegando a la mayor cantidad de aldeas y poblados pertenecientes a la región gobernada por su padre el rey Beld Tartare. Sus caballeros y exploradores de vanguardia le precedieron en su andar mostrándose minutos después en la plaza principal del oeste ante los ojos de hombres y mujeres que lo alaban al pasar. El hijo prodigo regresa trayendo con el a muchos hombres y mujeres que mas alejados de la capital están para de esa manera tenerlos mejor protegidos en estos momentos violentos.
-¡Buenos ciudadanos de mi amada oeste! ¡Escuchadme ahora!- Exclama la conocida voz de Lans Tartare quien se hace visible para todos los allí presentes mientras es rodeado y protegido por un gran numero de hombres armados que guarda la seguridad de su Señor. -Hemos recogido a nuestros hermanos y hermanas de las lejanas fronteras y he aquí cada uno de ellos. Han de ser recibidos con lo mejor de lo mejor, recordad que somos de la misma sangre, somos un pueblo unido, somos uno solo- Los aplausos y los gritos taparon la voz del orador que no tuvo mas remedio que aguardar pacientemente mientras su corazón se agita y se alegra ante el sentimiento de hermandad reinante en los allí presentes. -Desde mañana mismo a una semana desde este día se definirá si el reino de Asbru entra en guerra o mantendrá la paz lograda con tanto esfuerzo con los años. Sabed vos que mis pensamientos están solo con el bienestar de nuestro pueblo, sea paz o guerra lo que nos depare el futuro lo encararemos juntos como los hermanos que somos- La euforia se elevo aun mas, tanto asi que los que dormían en la posada y en la iglesia allí cercanas terminaron despertando.
Rápidamente la buena nueva recorrería todo ese lugar, llegando a los lugares de importancia y a cada casa la zona lindante al castillo del Oeste.
-¡Buenos ciudadanos de mi amada oeste! ¡Escuchadme ahora!- Exclama la conocida voz de Lans Tartare quien se hace visible para todos los allí presentes mientras es rodeado y protegido por un gran numero de hombres armados que guarda la seguridad de su Señor. -Hemos recogido a nuestros hermanos y hermanas de las lejanas fronteras y he aquí cada uno de ellos. Han de ser recibidos con lo mejor de lo mejor, recordad que somos de la misma sangre, somos un pueblo unido, somos uno solo- Los aplausos y los gritos taparon la voz del orador que no tuvo mas remedio que aguardar pacientemente mientras su corazón se agita y se alegra ante el sentimiento de hermandad reinante en los allí presentes. -Desde mañana mismo a una semana desde este día se definirá si el reino de Asbru entra en guerra o mantendrá la paz lograda con tanto esfuerzo con los años. Sabed vos que mis pensamientos están solo con el bienestar de nuestro pueblo, sea paz o guerra lo que nos depare el futuro lo encararemos juntos como los hermanos que somos- La euforia se elevo aun mas, tanto asi que los que dormían en la posada y en la iglesia allí cercanas terminaron despertando.
Rápidamente la buena nueva recorrería todo ese lugar, llegando a los lugares de importancia y a cada casa la zona lindante al castillo del Oeste.
Lans Tartare- Mensajes : 376
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Re: Primer evento : Prologo de una guerra
Las lecciones de la joven Shurelya avanzaban lentamente, pues le resultaba un poco difícil estudiar con la ausencia de su padre, que no era como las demás, esta vez tenía algún riesgo. Risty la animaba con gusto y hacía el tiempo muy ameno. De vez en cuando, cabe destacar que se distraían un poco hablando de otras cosas, ambas sabían que no era correcto, pero bueno, ya que no iba descompensada en conocimientos, pues no importaba hacer algunas pausas, siempre y cuando lograra su objetivo principal. Tras unas cuantas horas de estar ellas juntas, empezó a oirse un montón de revuelo fuera del castillo y al principio no le dieron importancia, no se molestaron en intentar mirar por las ventanas o en enterarse de lo que se gritaba, pero cuando la intensidad creció de sobremanera, la curiosidad y un poco los nervios pudieron con ellas, sobretodo con Shurelya.
-¡Ah! ¡Qué bien! ¡Ha vuelto! Voy a ir a recibirle, hasta luego.- Exclamó la chiquilla entusiasmada mientras se despedía de Risty. Puede que tuviera que preocuparse de otras cosas, pero en estos momentos, su padre ocupaba la gran parte de su vida, si es que no era completa. Por voz de otras personas, se enteró de que su padre había vuelto sano y salvo a Asbru y por supuesto, tenía que ir a recibirle. Sin embargo, no podía ir con las pintas que presentaba, sería demasiado descuidado, por lo que aprovechó para limpiarse un poco. No estaba demasiado sucia, pero tenía que asegurarse de estar más que perfecta para recibir a su padre y estar con él todo el tiempo posible. No le llevó mucho tiempo, además de que iba rápido. Él aún no había entrado en el castillo, pero ella fue a la entrada, al vestíbulo a esperarle, para cuando entrara, pudiera recibirle.
-¡Ah! ¡Qué bien! ¡Ha vuelto! Voy a ir a recibirle, hasta luego.- Exclamó la chiquilla entusiasmada mientras se despedía de Risty. Puede que tuviera que preocuparse de otras cosas, pero en estos momentos, su padre ocupaba la gran parte de su vida, si es que no era completa. Por voz de otras personas, se enteró de que su padre había vuelto sano y salvo a Asbru y por supuesto, tenía que ir a recibirle. Sin embargo, no podía ir con las pintas que presentaba, sería demasiado descuidado, por lo que aprovechó para limpiarse un poco. No estaba demasiado sucia, pero tenía que asegurarse de estar más que perfecta para recibir a su padre y estar con él todo el tiempo posible. No le llevó mucho tiempo, además de que iba rápido. Él aún no había entrado en el castillo, pero ella fue a la entrada, al vestíbulo a esperarle, para cuando entrara, pudiera recibirle.
Shurelya Tartare- Mensajes : 55
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Re: Primer evento : Prologo de una guerra
No importa con cuanto cuidado la garou caminase entre los cuerpos que descansan protegidos en esa iglesia sobre el suelo, de todas maneras a pesar de sus intenciones terminaron despiertos, aunque claro eso no ha sido culpa suya, fue otra acción la que termino desvelando a los refugiados allí en ese sagrado recinto. Muchas voces aclaman algo fuera de ese lugar, se escucha demasiado alboroto en dirección a la plaza cercana a esa locación, tanto asi es el ruido que probablemente todas las personas que se encuentren en la cercanía a la plaza centra del oeste de Asbru en esos momentos ya este despierta.
Un hombre se acerco a la loba ya entrado en años pero, claramente esta mejor vestido que la mayoría y no porta un aura de tristeza ni de desesperación, de hecho se lo ve solemne y en completa calma. Habla con los allí presentes tratando de calmarlos, aludiendo de que ira a echar un vistazo afuera para enterarse de lo que sea que acontece a esas horas de la noche.
-Tranquen las puertas y no las abran a menos que conozcan la voz de quien llame a la misma.-Da sus ordenes el sacerdote de como deben actuar mientras el este fuera de la iglesia. Entre bendiciones ese hombre se prestaba a dejar la seguridad de la iglesia, aunque cuando sus ojos se posaron en la joven garou se detuvo sin continuar su andar, se quedo allí solo observando a la recién llegada.
En el castillo del Oeste las noticias del arribo del príncipe Tartare llegaron a toda prisa, los soldados de guardia se prepararon para recibirlo y fueron a dar las noticias a la familia del príncipe, primero que nada a su señor padre que ha estado mas que impaciente por su regreso, luego fueron a por la hija del príncipe y única heredera de la familia Tartare de momento dando el aviso asi a la sangre de la sangre del rey sobre la llegada del hombre que porta armadura negra como la noche, casualmente o por voluntad propia Lans ha cogido para si los colores de su padre a diferencia de muchos otros que buscan diferenciarse de su progenitor.
Minutos mas tarde el rey yace en la puerta principal del castillo junto a otros hombres de importancia de la región del oeste, acoge a su nieta cerca suyo para asegurarse de que no suceda nada estúpido ni incidentes innecesarios durante el arriba de su hijo al castillo que le aguarda y le pertenece por derecho. Permanece el rey en silencio, mirada impaciente, ojos serios buscando algo, buscando una presa, un enemigo, un hijo...Lo que sea que busque ese hombre lo esta esperando con ansias y parece ser que se esta impacientando.
Un hombre se acerco a la loba ya entrado en años pero, claramente esta mejor vestido que la mayoría y no porta un aura de tristeza ni de desesperación, de hecho se lo ve solemne y en completa calma. Habla con los allí presentes tratando de calmarlos, aludiendo de que ira a echar un vistazo afuera para enterarse de lo que sea que acontece a esas horas de la noche.
-Tranquen las puertas y no las abran a menos que conozcan la voz de quien llame a la misma.-Da sus ordenes el sacerdote de como deben actuar mientras el este fuera de la iglesia. Entre bendiciones ese hombre se prestaba a dejar la seguridad de la iglesia, aunque cuando sus ojos se posaron en la joven garou se detuvo sin continuar su andar, se quedo allí solo observando a la recién llegada.
En el castillo del Oeste las noticias del arribo del príncipe Tartare llegaron a toda prisa, los soldados de guardia se prepararon para recibirlo y fueron a dar las noticias a la familia del príncipe, primero que nada a su señor padre que ha estado mas que impaciente por su regreso, luego fueron a por la hija del príncipe y única heredera de la familia Tartare de momento dando el aviso asi a la sangre de la sangre del rey sobre la llegada del hombre que porta armadura negra como la noche, casualmente o por voluntad propia Lans ha cogido para si los colores de su padre a diferencia de muchos otros que buscan diferenciarse de su progenitor.
Minutos mas tarde el rey yace en la puerta principal del castillo junto a otros hombres de importancia de la región del oeste, acoge a su nieta cerca suyo para asegurarse de que no suceda nada estúpido ni incidentes innecesarios durante el arriba de su hijo al castillo que le aguarda y le pertenece por derecho. Permanece el rey en silencio, mirada impaciente, ojos serios buscando algo, buscando una presa, un enemigo, un hijo...Lo que sea que busque ese hombre lo esta esperando con ansias y parece ser que se esta impacientando.
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Re: Primer evento : Prologo de una guerra
estaba durmiendo tranquilamente, descansando profundamente. Tanto que el primer griterio apenas me inmuto. Pero despues, poco a poco fui despertandome. Sentia el cuerpo pesado y seguia teniendo frio a pesar del abrigo. Aun asi me incorpore para mirar de donde venian las voces. No era de extrañar que hubiese una guerra, estaba avisada. Pero por lo menos que me permitiesen descansar.
Sabiando que no podria hacer gran cosa alli sentada en el borde de la cama decidi abrocharme bien el abrigo y volver a la sala principal. Alli donde estaba la gente. Alli sentia que tenia mas poder, aunque las alas alli estuvieran mas prietes. En aquel lugar lleno de gente quizas me sentia algo mas segura que en la habitacion apartada, claro que tambien sabia que podia suceder. Un vez abajo me movi con cuidado entre la gente y me acerque al hombre de hace unas horas. Aquel que vestia mas elegante y que no se habia abalanzado contra mi para pedir nada. Una vez cerca de el y de una chica que me daba cierto respeto decidi hablar.
-Mis disculpas... pero...¿que es lo que sucede ahi fuera? No se puede dormir. Es mas, empiezo a preocuparme de que este lugar sea seguro. Si necesita ayuda... podria...usar una espada.
Respondi sin saber que sucedia y guardando las distancias de la chica lobo.
Sabiando que no podria hacer gran cosa alli sentada en el borde de la cama decidi abrocharme bien el abrigo y volver a la sala principal. Alli donde estaba la gente. Alli sentia que tenia mas poder, aunque las alas alli estuvieran mas prietes. En aquel lugar lleno de gente quizas me sentia algo mas segura que en la habitacion apartada, claro que tambien sabia que podia suceder. Un vez abajo me movi con cuidado entre la gente y me acerque al hombre de hace unas horas. Aquel que vestia mas elegante y que no se habia abalanzado contra mi para pedir nada. Una vez cerca de el y de una chica que me daba cierto respeto decidi hablar.
-Mis disculpas... pero...¿que es lo que sucede ahi fuera? No se puede dormir. Es mas, empiezo a preocuparme de que este lugar sea seguro. Si necesita ayuda... podria...usar una espada.
Respondi sin saber que sucedia y guardando las distancias de la chica lobo.
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Re: Primer evento : Prologo de una guerra
El sonido exterior aumentó aún más que cuando yo había entrado. No sabía si era porque la pelea se había adentrado en la pelea o por otro tipo de motivos. Me sentí algo tensa al ver como todos los humanos despertaban y se removían inquietos. Sólo rogaba que no se pusieran a gritar en ese espacio tan reducido, o al menos para mí lo era, puesto que acostumbrada a tener el cielo como techo me sentía algo agobiada en ese lugar de piedra... ¿Y si se caían?
Sacudí la cabeza para quitarme esos pensamientos, pensando que si los humanos se reunían allí, sería porque no se caería y lo verían como un lugar seguro. Y eso era lo que más me importaba: un lugar seguro y cálido donde poder descansar tranquilamente.
Un humano, cerca de mí, mejor vestido que los demás les ordenó cerrar las puertas completamente. Lo que hizo que el sentimiento de la cercanía del techo se me hiciera más presente. Lo más curioso es que en la posada no me había pasado nada de esto, aunque quizás fuese por la tensión de saber que quizás habría plata en aquél lugar y una mayor acumulación de humanos. Además de que la Iglesia tenía muros más gruesos que los de la posada y sin luz que se colara por las vidrieras la hacía ver más robusta y pesada.
Su mirada se quedó clavada sobre mí, sin apartarla en ningún momento. Y lo peor para mis nervios, sin musitar una palabra. No era alguien precisamente social, así que, cuando mi interlocutor no era demasiado hablador o cuando se daban situaciones incómodas. Así que, eso me hizo ruborizarme de manera incandescente, o así lo creía yo, mientras que apartaba la mirada al suelo. Como si hubiese algo terriblemente interesante ahí.
Pero finalmente me obligué a hablar, porque no había mucho más que pudiera hacer. Tenía que preguntar si podía seguir en el interior del lugar o me iban a echar al aire frío de la noche. Situación que no me agradaba nada...
- Buenas noches...- musité con un hilo de voz.- Imagino que estará todo muy ocupado... Pero, ¿podría pernoctar en este lugar?- por ahora solo preguntaría por esta misma noche, posiblemente así sería más fácil que me lo concediese.
Un nuevo interlocutor se unió a nuestra conversación. Una mujer con un tono de voz claro y puro, rubia y de ojos claros, así como su tez. Pero lo más resaltable en ella era esa chepa a su espalda... Lo que me recordaba a la persona sobre el caballo que había visto esta misma mañana. ¿Sería la misma? Ahora estaba complicado saberlo, puesto que mi cuerpo humano no era muy distinto al de los demás humanos.
La escuché en silencio. Yo podría pelear, pero no era demasiado hábil en ese tipo de acciones... A menos que fuera destrozando a base de mordiscos y arañazos, pero no me rentaba demostrar mi verdadera naturaleza por ahora.
Sacudí la cabeza para quitarme esos pensamientos, pensando que si los humanos se reunían allí, sería porque no se caería y lo verían como un lugar seguro. Y eso era lo que más me importaba: un lugar seguro y cálido donde poder descansar tranquilamente.
Un humano, cerca de mí, mejor vestido que los demás les ordenó cerrar las puertas completamente. Lo que hizo que el sentimiento de la cercanía del techo se me hiciera más presente. Lo más curioso es que en la posada no me había pasado nada de esto, aunque quizás fuese por la tensión de saber que quizás habría plata en aquél lugar y una mayor acumulación de humanos. Además de que la Iglesia tenía muros más gruesos que los de la posada y sin luz que se colara por las vidrieras la hacía ver más robusta y pesada.
Su mirada se quedó clavada sobre mí, sin apartarla en ningún momento. Y lo peor para mis nervios, sin musitar una palabra. No era alguien precisamente social, así que, cuando mi interlocutor no era demasiado hablador o cuando se daban situaciones incómodas. Así que, eso me hizo ruborizarme de manera incandescente, o así lo creía yo, mientras que apartaba la mirada al suelo. Como si hubiese algo terriblemente interesante ahí.
Pero finalmente me obligué a hablar, porque no había mucho más que pudiera hacer. Tenía que preguntar si podía seguir en el interior del lugar o me iban a echar al aire frío de la noche. Situación que no me agradaba nada...
- Buenas noches...- musité con un hilo de voz.- Imagino que estará todo muy ocupado... Pero, ¿podría pernoctar en este lugar?- por ahora solo preguntaría por esta misma noche, posiblemente así sería más fácil que me lo concediese.
Un nuevo interlocutor se unió a nuestra conversación. Una mujer con un tono de voz claro y puro, rubia y de ojos claros, así como su tez. Pero lo más resaltable en ella era esa chepa a su espalda... Lo que me recordaba a la persona sobre el caballo que había visto esta misma mañana. ¿Sería la misma? Ahora estaba complicado saberlo, puesto que mi cuerpo humano no era muy distinto al de los demás humanos.
La escuché en silencio. Yo podría pelear, pero no era demasiado hábil en ese tipo de acciones... A menos que fuera destrozando a base de mordiscos y arañazos, pero no me rentaba demostrar mi verdadera naturaleza por ahora.
Invitado- Invitado
Re: Primer evento : Prologo de una guerra
Finalmente el príncipe del Oeste de Asbru logro calmar la euforia que despertó en los ciudadanos a esas horas de la noche, prácticamente la medianoche ha dado inicio y debería reinar allí la paz. A la orden del príncipe los soldados comienzan a armar barracones y carpas cerca y fuera de la ciudad para ellos y para los recién llegados mientras la comitiva mas cercana al príncipe Lans se va adentrando y pasando de largo luego la plaza principal de ese lugar para abrirse paso al castillo que por ellos aguarda mas adelante en la parte mas alta levemente construido sobre una pequeña colina.
-My Lord, pareciera que algunos miembros de la iglesia nos siguen, tal vez sea el obispo Bishop ¿Desea hablar con el?-Uno de los soldados que acompaña al príncipe en su camino visualiza a gente ajena a ellos mucho mas atrás, por ese camino el único lugar al que pueden llegar es al castillo del Oeste.
-Si viene tras nosotros mejor recibirle, no veo porque no recibirlo, después de todo el es nuestra eminencia religiosa.- No detuvo su andar el cual es lento pero seguro dándose a entender asi a la perfección por los soldados los cuales giraron su marcha y cabalgan al encuentro del único sacerdote con el que cuenta actualmente esa región, de hecho es el único sacerdote que mantiene la religión traída del Puño de Hierro, la religión que adora al Master.
Poco tiempo después estuvieron delante de las puertas del castillo de Asbru donde una gran comitiva aguarda por ellos encabezados por el mismísimo rey del Oeste en persona.
-¡Salve el rey Belt! Vuestro hijo vuelve a casa con buenas nuevas-Exclama el propio Lans Tartare mientras otros nombres lo acompañan en las alabanzas al rey que ha salido al medio de la noche y el frió a recibirlos en persona.
-Que bendecido sea mi hijo en buena hora nacido, lo mismo aquellos que ciñen la espada sin temor ni atisbo de traición. Adelante, no se queden allí en el frió, entrad al castillo y regocijaros en la calidez de mi hogar-Rey y príncipe se saludan con habladuría y jerga ejemplar, mas adelante el padre y el hijo podrán saludarse como familia sin tanta educación dejando lugar a emociones mas fuertes y afectivas.
Paso un largo rato hasta que toda la comitiva estuvo dentro del patio interior del castillo lo cual también incluyo al obispo de Asbru que fue bien recibido e invitado a la reunión de esa noche, una reunión pequeña donde el príncipe, el rey y alguno de sus hombres de confianza y de necesidad participaran. No paso para el príncipe inadvertida la presencia de su hija entre la comitiva que les dio la bienvenida, estando ella cerca del rey es fácil de visualizar incluso en la noche. La miro pero no le hablo, solo le sonrió y se mantuvo cerca de ella, esperando por un momento de paz para poder hablar con ella en privado.
-My Lord, pareciera que algunos miembros de la iglesia nos siguen, tal vez sea el obispo Bishop ¿Desea hablar con el?-Uno de los soldados que acompaña al príncipe en su camino visualiza a gente ajena a ellos mucho mas atrás, por ese camino el único lugar al que pueden llegar es al castillo del Oeste.
-Si viene tras nosotros mejor recibirle, no veo porque no recibirlo, después de todo el es nuestra eminencia religiosa.- No detuvo su andar el cual es lento pero seguro dándose a entender asi a la perfección por los soldados los cuales giraron su marcha y cabalgan al encuentro del único sacerdote con el que cuenta actualmente esa región, de hecho es el único sacerdote que mantiene la religión traída del Puño de Hierro, la religión que adora al Master.
Poco tiempo después estuvieron delante de las puertas del castillo de Asbru donde una gran comitiva aguarda por ellos encabezados por el mismísimo rey del Oeste en persona.
-¡Salve el rey Belt! Vuestro hijo vuelve a casa con buenas nuevas-Exclama el propio Lans Tartare mientras otros nombres lo acompañan en las alabanzas al rey que ha salido al medio de la noche y el frió a recibirlos en persona.
-Que bendecido sea mi hijo en buena hora nacido, lo mismo aquellos que ciñen la espada sin temor ni atisbo de traición. Adelante, no se queden allí en el frió, entrad al castillo y regocijaros en la calidez de mi hogar-Rey y príncipe se saludan con habladuría y jerga ejemplar, mas adelante el padre y el hijo podrán saludarse como familia sin tanta educación dejando lugar a emociones mas fuertes y afectivas.
Paso un largo rato hasta que toda la comitiva estuvo dentro del patio interior del castillo lo cual también incluyo al obispo de Asbru que fue bien recibido e invitado a la reunión de esa noche, una reunión pequeña donde el príncipe, el rey y alguno de sus hombres de confianza y de necesidad participaran. No paso para el príncipe inadvertida la presencia de su hija entre la comitiva que les dio la bienvenida, estando ella cerca del rey es fácil de visualizar incluso en la noche. La miro pero no le hablo, solo le sonrió y se mantuvo cerca de ella, esperando por un momento de paz para poder hablar con ella en privado.
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Re: Primer evento : Prologo de una guerra
- Spoiler:
- Bishop
Aquel hombre mayor que porta la voz de su dios quedo frente a frente a la garou sin decir nada, no se movió de su lugar y solo la mira a los ojos. Fue un momento algo tenso donde se guardo silencio aguardando por el accionar del sacerdote quien se suponía llevaba algo de prisa por salir a averiguar que estaba pasando allá fuera, sin embargo ahora inmóvil pareciere que esas prisas se han esfumado por completo. En ese encuentro de miradas fue la loba quien cedió ante la mirada seria de aquel hombre que no se ve perturbado para nada haciendo honor a la paz que todo guía espiritual debería portar y llevar a todos aquellos que depositan su fe en ellos como portadores de la fe. Tras unos momentos de silencio que parecieron eternos la joven fue la que aparto la mirada dirigiendo la misma al suelo, como si avergonzada intentara ocultar su crimen ante alguien que ya conoce bien la verdad. Aquella joven rompió el silencio con voz tímida, casi en un susurro que fue solo audible por el silencio que envuelve al templo a esas horas de la noche solo roto por el barullo exterior. Un pedido inocente y de necesidad es el de la joven, uno que estaría dispuesto a cumplir con agrado el sacerdote en cuento se le permitiese asi hacerlo pues otra interlocutora mas entra en el escena, nada mas y nada menos que la ángel recién llegada a las tierras de Asbru.
-Tranquilos, no hay necesidad de tomar arma alguna-Se hizo escuchar el sacerdote antes de que el pánico recorra rápidamente el corazón de los fieles allí presentes ante la mención del ángel de "tomar las armas". -Seguro que tiene forma de defendernos alguien que ha sido creada con la gracia celestial, de ser asi, os ruego que permanezca aquí y proteja a estas personas en caso de que suceda una desgracia y yo no pueda ya hacerlo.- El mensaje es un mensaje claro, en caso de el morir o no poder auxiliar a toda esa gente el sacerdote pide al ángel que sea ella quien se encargue de ellos y de su guía espiritual.
-Jovencita- Dijo muy calmo al dirigirse a la muchacha que ha pedido asilo allí en el templo- Puedes quedarte aquí el tiempo que lo necesites, mi casa es tu casa, asi como la de todos aquellos que la necesiten.- La alegría se hizo presente en muchos que ha encontrado la paz de la mano y guía de aquel tranquilo hombre, pero el dolor va creciendo a medida que ese sacerdote se acerca a las puertas de la iglesia para abandonarla e ir en busca de respuestas.- Recuerden trabar las puertas una vez yo salga del recinto, no las abran a menos que reconozca a quien llama a las puertas de nuestra casa. No peleen ni entren en desesperación, esas son las mayores armas de los impíos-Con esas ultimas palabras el sacerdote deja atrás su templo y se adentra en la oscura y fría noche por completo.
- Spoiler:
- Belt Tartare
El rey del Oeste dio la bienvenida en persona a su hijo y a toda la comitiva que le acompaña la cual es numerosa, imaginando que posiblemente solo hayan llegado hasta allí los que portan caballo, los que tienen rangos de importancia y los nobles o heridos de la región, por lo cual el resto debería de estar acampando en algún lugar cercano al castillo. Lo que no se esperaba el rey del Oeste es que se encontrara allí el mismísimo obispo Bishop quien a lo lejos se lo puede visualizar a caballo, probablemente cortesía de los vasallos de su hijo pues que se sepa el obispo no sabe cabalgar ni tampoco tiene animales de monta entre sus pertenencias.
-Nos llega una presencia inesperada y agradecida-Menciona el rey a los suyos, siendo los mas cercanos su familia y los hombres de importancia como lo son el maestro de armas del castillo y el jefe de Guardia que resguarda la seguridad del castillo asi como también de gran parte de la ciudad que los rodea. Entre sonrisas van adentrándose en el patio interior del castillo hasta llegar al interior del mismo abandonando la intemperie, siendo ahora protegidos por los muros de piedra del frió y de la nieve, ni que hablar de los vientos helados que tan amenazantes se levantan por las noches incluso en verano es mejor que estos no te tomen desprevenido.
Como es una costumbre en los Tartare el rey viste su armadura de batalla completa, solo el casco y reposa a su lado junto a sus armas, es lo único que no esta en su lugar, pudiendo entrar asi en batalla con facilidad solo le tomaría un momento el ponerse el casco y quedar completamente listo para el combate. Posee ese hombre una armadura completa de color negro y una espada sujeta a cada lado de su cintura. Las ropas se ven algunas por encima de la armadura, sujeta a la misma desde afuera. Sus cabellos grises da a entender que ya esta entrado en años, considerando que Lans ya tiene treinta años se puede imaginar que debe andar cerca de los cincuenta, pero con un estado físico admirable. Su rostro es severo, y mas con el parche que posee sobre el ojo izquierdo, el cual perdió hace algunos años batallando contra el señor del norte de Asbru, una batalla escrita y relatada en canciones siendo ambos lideres los mas respetados guerreros de toda esa región, siendo llamados cada uno como El Oso y El Leon.
Guía el rey a la comitiva hacia el interior del castillo por pasillos secos y fríos alumbrados por antorchas, donde podrá ver a los costados algunos cuadros y armaduras vacías a cada costado de los pasillos. Al llegar al comedor principal del castillo del oeste pueden ver delante ellos una mesa enorme de roble yace un escalón mas abajo que el piso que tocan sus pies. Gruesa y resistente, al menos cinco centímetros de ancho posee la mesa. Su forma es rectangular, debe medir unos cuatro metros de largo y uno y media de ancho, lo suficiente como para recibir a varios invitados a la vez. La vasija ya esta colocada en la masa, al igual que las velas sobre la mesa y la araña sobre ellos proveyendo iluminación, aunque se ve antorchas a los costados encendidas, proveyendo de luz, aunque principalmente de calor.Puede sentirse un poco el olor al aceite quemándose, pero eso es mejor a estar tiritando de frió, cosa que allí en ese salón no sucede, esta bien cálido.
-No tengo que enseñaros donde debe sentarse cada uno, asi que tomen sus lugares que hay mucho por hablar y mucho mas hay que pensar- Ordena el rey y la comitiva no duda en obedecer. Les tren comida apenas recalentada y mucha agua y whisky para beber, sera una reunión ardua y hará falta mucha bebida para mantener los cuerpos calientes y los espíritus bien animados y para eso nada mejor que el alcohol fuerte.
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Re: Primer evento : Prologo de una guerra
Me quedé mirando tanto a la mujer cheposa como al protector de la Iglesia, aunque quizás protector no sería el nombre correcto para él, puesto que al ser un eclesiástico no debería saber usar las armas, y menos dentro de la ciudad donde se alzaba el castillo. A fin de cuentas este debería ser el lugar más seguro de la región. Así que, pocas formas tenía de proteger el lugar por sí mismo, aunque indudablemente con el revuelo que había en el lugar ahora, podría hacer que la mayor parte de la población se sacrificara por unas cuantas palabras suyas. Aunque no parecía estar corrompido y esas cosas que suelen oírse tanto sobre algunos religiosos de otras regiones.
Esperé a que terminase de hablar con la chica, que al parecer era una criatura celestial, cediéndola el lugar de proteger a todos los que había dentro. Aunque vista así como estaba la rubia, no me parecía demasiado fuerte o peligrosa. Pero desconozco qué tipo de habilidades se gastan los ángeles. Quizás ella no pelee por sus propias manos, pero tenga otras formas de hacerlo. Aunque por sus palabras anteriores debería al menos saber usar un arma.
Tras calmar los ánimos, el sacerdote se dirigió hacia mí.
- Muchas gracias por permitirme estar en el lugar.- respondí con una suave sonrisa. Por fin podría huir una noche del frío y la nieve.
Me quedé en el interior del edificio, buscando un lugar donde poder descansar un rato. Esperaba que nada malo pasara por el lugar, porque entonces tendría que ponerme algo más seria. No iba a dejar que me mataran porque sí... No me interesaba demasiado, y aunque tuviera que mostrar mi verdadera naturaleza para huir de allí, estaba dispuesta a hacerlo. Luego mi pelaje blanco me protegería entre la nieve. Pero por ahora, a aprovechar que hay que descansar.
Me puse mirar por el interior del edificio para saber donde colocarme para descansar un rato. No miré lo que hacía la chica celestial, aunque si estaba dentro quizás la preguntara algo sobre ella y su raza. Porque nunca había visto uno, aunque sí que había oído hablar sobre ellos. Lastimosamente, no recordaba el nombre que recibían, así que, le tendría que preguntar luego.
Esperé a que terminase de hablar con la chica, que al parecer era una criatura celestial, cediéndola el lugar de proteger a todos los que había dentro. Aunque vista así como estaba la rubia, no me parecía demasiado fuerte o peligrosa. Pero desconozco qué tipo de habilidades se gastan los ángeles. Quizás ella no pelee por sus propias manos, pero tenga otras formas de hacerlo. Aunque por sus palabras anteriores debería al menos saber usar un arma.
Tras calmar los ánimos, el sacerdote se dirigió hacia mí.
- Muchas gracias por permitirme estar en el lugar.- respondí con una suave sonrisa. Por fin podría huir una noche del frío y la nieve.
Me quedé en el interior del edificio, buscando un lugar donde poder descansar un rato. Esperaba que nada malo pasara por el lugar, porque entonces tendría que ponerme algo más seria. No iba a dejar que me mataran porque sí... No me interesaba demasiado, y aunque tuviera que mostrar mi verdadera naturaleza para huir de allí, estaba dispuesta a hacerlo. Luego mi pelaje blanco me protegería entre la nieve. Pero por ahora, a aprovechar que hay que descansar.
Me puse mirar por el interior del edificio para saber donde colocarme para descansar un rato. No miré lo que hacía la chica celestial, aunque si estaba dentro quizás la preguntara algo sobre ella y su raza. Porque nunca había visto uno, aunque sí que había oído hablar sobre ellos. Lastimosamente, no recordaba el nombre que recibían, así que, le tendría que preguntar luego.
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Re: Primer evento : Prologo de una guerra
La niña permanecía al lado de su buen abuelo, en el cual pudo fijarse que estaba muy serio. Muchas veces le había visto así, aunque muy pocas enfadado, así que se lo tomaba bastante normal. Puede que esperase algo más. Poco después su padre entró junto a muchas otras personas que ella observaba con curiosidad, a algunas las conocía, pero a otras no. Ella saludó con felicidad y luego se quedó en silencio, notando que él tan solo la miraba, pero no le dirigía palabra, cosa que entendía perfectamente, así que se limitó a escuchar atentamente lo que decían todos. Poco a poco, todos se fueron moviendo hasta el patio interior y luego hacia el comedor, lugar que ella conocía de sobra por asistir muy a menudo allí. Ella se sentó al lado de su padre a esperar que trajeran la comida y a seguir enterándose.
A ella le gustaba tener visita, aunque si era para cosas buenas, le gustaba aún mucho más. Bien sabía que no trataría con ellos mucho, pero simplemente se sentía bien. A la chiquilla le preocupaba que se desatara una guerra, ya que traían muchos problemas de varios tipos y era una período de decadencia muy desagradable para todos. Ahora Shurelya estaba seria, ya que como bien habían dicho, había muchas cosas de las que hablar y ella quería y necesitaba enterarse de las cosas que habían ocurrido y que estaban por ocurrir. La pequeña prefirió beber agua porque el alcohol no le gustaba (por ahora...) y luego esperar a que todos empezaran a comer para comenzar ella. Antes, ella tenía un poco de sed. Ya en otro momento en el que hubieran terminado de hablar y demás, hablaría con su padre un poco.
A ella le gustaba tener visita, aunque si era para cosas buenas, le gustaba aún mucho más. Bien sabía que no trataría con ellos mucho, pero simplemente se sentía bien. A la chiquilla le preocupaba que se desatara una guerra, ya que traían muchos problemas de varios tipos y era una período de decadencia muy desagradable para todos. Ahora Shurelya estaba seria, ya que como bien habían dicho, había muchas cosas de las que hablar y ella quería y necesitaba enterarse de las cosas que habían ocurrido y que estaban por ocurrir. La pequeña prefirió beber agua porque el alcohol no le gustaba (por ahora...) y luego esperar a que todos empezaran a comer para comenzar ella. Antes, ella tenía un poco de sed. Ya en otro momento en el que hubieran terminado de hablar y demás, hablaría con su padre un poco.
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Re: Primer evento : Prologo de una guerra
Peleas, batallas, guerras. Esta clase de eventos suelen ser devastadores para la gente. No proporcionan mas que dolor e infelicidad. Si uno pertenece al bando vencedor, tal vez la victoria aplaque un poco la amargura de las perdidas, pero para el lado derrotado, no hay consuelo alguno. Claro que esto sucede si uno toma un bando en particular. Seamos sinceros, los bardos, los bufones, por mas que cantemos para un determinado rey, no necesariamente le somos leales. Mas aun, muchos (como yo mismo) somos viajeros, quienes vivimos de cantar en tabernas y posadas. En nuestro caso, la guerra no hace mas que proporcionarnos una fuente de historias. Nuevas proezas, nuevas penas, nuevas canciones. Esto me impulso a dirigirme al oeste. Por lo que dice la gente, de allí era el asesinado que dio inicio a la guerra, y de allí eran los soldados que vio en las fronteras. Con ropajes abrigados, para compensar la falta de grasa y músculos, laúd al hombro y sombrero en la cabeza, inicié mi viaje al oeste luego de 9 días de haber partido de mi "hogar".
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Re: Primer evento : Prologo de una guerra
Los rayos de luz se filtraban a través de la ventana, comenzandi a iluminar la habitación y a teñirla de colores. La joven que dormitaba entre las blancas sábanas pestañeó molesta por la luz que la sacaba de sus sueños. Tras girar un par de veces en la cama -sin mucha intención de levantarse- escuchó unos golpes secos de nudillos en la puerta de madera, lo que, finalmente la hizo ponerse en pie muy a su pesar. El cabello azabache se encontraba levemente revuelto y los ojos entrecerrados cuando se dirigió a abrir la puerta con paso lento y arrastrando los pies. Al abrirla pudo encontrarse, allí, de pie, una mujer a la que no consiguió reconocer en esos momentos y escuchó lo que ésta quería decirle.
Una "reunión". ¿Una reunión? En esos momentos, en los que la mañana estaba a punto de finalizar, Lynsah se puso a pensar en cuánto tiempo podría haberse pasado inmersa en su tarea sin darse cuenta, manteniendo el mínimo contacto con los demás, y si era completamente sincera, sentía que los echaba de menos.
____
Cuando la joven ojiverde finalizó todas las cosas que tenía pendientes ya quedaba poco, o eso suponía, para que comenzara, así que fue a prepararse un poco, que para ella significaba tan sólo peinarse y adecentarse un poco, y cuando estuvo lista se dirigió hasta allí con paso firme pero ligero. Cuando ya estaba llegando pudo ver como todo el mundo se adentraba en el comedor principal, así que los siguió en silenco, ya que no quería llegar tarde ni interrumpir. Entonces, junto a todos, se sentó en el lugar que le correspondía para poder escuchar.
Una "reunión". ¿Una reunión? En esos momentos, en los que la mañana estaba a punto de finalizar, Lynsah se puso a pensar en cuánto tiempo podría haberse pasado inmersa en su tarea sin darse cuenta, manteniendo el mínimo contacto con los demás, y si era completamente sincera, sentía que los echaba de menos.
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Cuando la joven ojiverde finalizó todas las cosas que tenía pendientes ya quedaba poco, o eso suponía, para que comenzara, así que fue a prepararse un poco, que para ella significaba tan sólo peinarse y adecentarse un poco, y cuando estuvo lista se dirigió hasta allí con paso firme pero ligero. Cuando ya estaba llegando pudo ver como todo el mundo se adentraba en el comedor principal, así que los siguió en silenco, ya que no quería llegar tarde ni interrumpir. Entonces, junto a todos, se sentó en el lugar que le correspondía para poder escuchar.
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Re: Primer evento : Prologo de una guerra
en aquel momento ya estaba en pleno camino hacia la ciudad del oeste la luna llena brillaba resplandeciente, un triste pensamiento vagaba por mi mente solitario como aquel viajero en la noche a lo lejos vi la grandísima ciudad en la cual yo buscaría cobijo, y si hacia falta alimento.
Al fijarme mejor vi a dos guardias así que me dirigí hacia ellos de tal forma que mi sombrero me tapase la cara, nadie sabia que quería barias personas se pararon a observar a aquel viajero solitario, ese era yo, trescientos años no bastaban para un siervo de la noche, yo necesitaba acción.
desconocía la causa de la gran guerra que pronto acontecería, pero algo tenia claro era una buena oportunidad para saciar mi sed, así que me dirigí a los guardias y lis salude quitándome el sombrero.
" buenas noches señores
Al fijarme mejor vi a dos guardias así que me dirigí hacia ellos de tal forma que mi sombrero me tapase la cara, nadie sabia que quería barias personas se pararon a observar a aquel viajero solitario, ese era yo, trescientos años no bastaban para un siervo de la noche, yo necesitaba acción.
desconocía la causa de la gran guerra que pronto acontecería, pero algo tenia claro era una buena oportunidad para saciar mi sed, así que me dirigí a los guardias y lis salude quitándome el sombrero.
" buenas noches señores
Última edición por yack-dragomir el Mar Oct 22, 2013 1:57 pm, editado 1 vez
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Re: Primer evento : Prologo de una guerra
La garou en el recinto sagrado puede sentir paz y seguridad incluso sin estar allí presente el sacerdote que le ha dado cordialmente la bienvenida. Observando un poco el lugar puede encontrar Lardienne sitios para acostarse sobre el suelo. También logra encontrar bancos vacíos donde puede acostarse aunque estos a diferencia del suelo no tienen mantas para aislar el frió de la noche. Debido a todo el movimiento y la gran cantidad de gente despierta algunos hombres y mujeres empezaron a preparar te y leche caliente para repartir creyendo que esa seria una buena forma de calmar los ánimos, calentar y alimentar el cuerpo para después volver a conciliar nuevamente el sueño en paz.
Los encargados de la seguridad por decirlo de alguna manera trancaron las puertas de la iglesia desde adentro tal cual lo ordeno el sacerdote una vez el estuviese afuera, de esa forma permanecerán medianamente mas a salvo de lo acostumbrado.
En las entradas de la ciudad y en los alrededores de la misma una gran cantidad de soldados custodian los lugares de ingreso para evitar que espías o grupo de hombres armados ingresen a la ciudad sin control alguno. Lo primero y mas llamativo que vieron llegar en esa noche de verano fue a un joven realmente flaco, como explicarlo...Es gracioso el verlo, aunque parece ser de esas personas que puede estirarse mucho. La vestimenta acompaña a ese cuerpo flaco y alargado, causa gracia de tan solo verlo.
-¿Que tenemos por aquí? A ver muchacho, las cosas están muy agitadas por estos lares.- Dos hombres de unos 25 años de edad algo barbudos y ataviados con lanza y armadura de cuero tachonado le cortaron el paso. No gritan ni se muestran agresivos, aunque esta claro que están dispuestos a hacer bien su trabajo de guardias de la ciudad.
Mas lejos (pero no tanto) de donde esa escena se lleva a cabo se ve como terminan de levantar las tiendas de campaña, claramente se puede saber que el ejercito del oeste o al menos la gran mayoría permanecerá allí por algún tiempo. Para esos soldados también hay trabajo, y ese trabajo se los da un joven pálido y de bellas vestimentas, parece todo un conde aunque seria ridículo que alguien con tanta nobleza anduviera solo, de noche y en un lugar en peligro inminente.
-Buenas noches joven viajero, nos parece a nosotros que esta algo lejos de casa ¿O acaso nos equivocamos?-Lo miran esos hombres armados con algo de desconfianza, no es que haya hecho esa criatura algo malo pero su aparición en esas circunstancias parece al menos "poco común".
Mas lejos en cierto sentido de la gente común de Asbru en el castillo del Oeste se llevara a cabo toda una reunión de emergencia en plena madrugada. El rey tomo su lugar en la cabecera de la mesa y su hijo al lado derecha de su padre seguido este por su hija. Al lado izquierdo del rey se sentó el maestro de armas del castillo y el maestro de los exploradores. Al lado de Shurelya debería estar el maestro de la moneda, lugar ocupado ahora por la joven Lynsah Carstairs al ser muy de madrugada como para obligar a un anciano entrado muy en años a participar de dicha reunión de emergencia. El sacerdote al ingresar a la sala saluda a los presentes y estos se ponen de pie para saludar a su eminencia espiritual.
-Gracias por venir a nuestro encuentro obispo Bishop, necesitamos de su sabiduría en estos tiempos rápidos y peligrosos que se ciernen sobre nosotros y nuestro pueblo-El rey es quien habla por todos los allí presentes mientras el resto agacha la cabeza en muestra de humildad y respeto ante quien lleva la palabra de los dioses en el Oeste de Asbru.
-Que el Master ilumine a sus ciervos que con prisa e incertidumbre enfrentan difíciles situaciones y caminos. No desesperen, estén calmos y seremos, recuerden que el bienestar y el futuro de todo el pueblo reside en sus decisiones...en sus manos esta el traer alegrías o desgracias a sus gentes.-Luego de esa respuesta y de bendecir a los presentes tomo su lugar al lado del maestro de los exploradores, algo raro ya que del lado izquierdo están siempre sentados los maestros de armas y del lado derecho la familia y los civiles de importancia para el reino.
-Mi hijo que en buena hora ha nacido ha regresado pronto de su viaje a la frontera, por favor Lans, explica a los aquí presentes que has hecho y averiguado en este día que nos encontró lleno de sorpresas y preocupaciones.-El rey pide formalmente a su hijo que cuente y explique a todos los presentes que ha sido de su viaje y de sus hechos durante la corta ausencia. Los ojos de todos se posan en el príncipe del Oeste quien es ahora el que debe tomar la palabra ante las gentes de importancia del Oeste de Asbru.
Los encargados de la seguridad por decirlo de alguna manera trancaron las puertas de la iglesia desde adentro tal cual lo ordeno el sacerdote una vez el estuviese afuera, de esa forma permanecerán medianamente mas a salvo de lo acostumbrado.
En las entradas de la ciudad y en los alrededores de la misma una gran cantidad de soldados custodian los lugares de ingreso para evitar que espías o grupo de hombres armados ingresen a la ciudad sin control alguno. Lo primero y mas llamativo que vieron llegar en esa noche de verano fue a un joven realmente flaco, como explicarlo...Es gracioso el verlo, aunque parece ser de esas personas que puede estirarse mucho. La vestimenta acompaña a ese cuerpo flaco y alargado, causa gracia de tan solo verlo.
-¿Que tenemos por aquí? A ver muchacho, las cosas están muy agitadas por estos lares.- Dos hombres de unos 25 años de edad algo barbudos y ataviados con lanza y armadura de cuero tachonado le cortaron el paso. No gritan ni se muestran agresivos, aunque esta claro que están dispuestos a hacer bien su trabajo de guardias de la ciudad.
Mas lejos (pero no tanto) de donde esa escena se lleva a cabo se ve como terminan de levantar las tiendas de campaña, claramente se puede saber que el ejercito del oeste o al menos la gran mayoría permanecerá allí por algún tiempo. Para esos soldados también hay trabajo, y ese trabajo se los da un joven pálido y de bellas vestimentas, parece todo un conde aunque seria ridículo que alguien con tanta nobleza anduviera solo, de noche y en un lugar en peligro inminente.
-Buenas noches joven viajero, nos parece a nosotros que esta algo lejos de casa ¿O acaso nos equivocamos?-Lo miran esos hombres armados con algo de desconfianza, no es que haya hecho esa criatura algo malo pero su aparición en esas circunstancias parece al menos "poco común".
Mas lejos en cierto sentido de la gente común de Asbru en el castillo del Oeste se llevara a cabo toda una reunión de emergencia en plena madrugada. El rey tomo su lugar en la cabecera de la mesa y su hijo al lado derecha de su padre seguido este por su hija. Al lado izquierdo del rey se sentó el maestro de armas del castillo y el maestro de los exploradores. Al lado de Shurelya debería estar el maestro de la moneda, lugar ocupado ahora por la joven Lynsah Carstairs al ser muy de madrugada como para obligar a un anciano entrado muy en años a participar de dicha reunión de emergencia. El sacerdote al ingresar a la sala saluda a los presentes y estos se ponen de pie para saludar a su eminencia espiritual.
-Gracias por venir a nuestro encuentro obispo Bishop, necesitamos de su sabiduría en estos tiempos rápidos y peligrosos que se ciernen sobre nosotros y nuestro pueblo-El rey es quien habla por todos los allí presentes mientras el resto agacha la cabeza en muestra de humildad y respeto ante quien lleva la palabra de los dioses en el Oeste de Asbru.
-Que el Master ilumine a sus ciervos que con prisa e incertidumbre enfrentan difíciles situaciones y caminos. No desesperen, estén calmos y seremos, recuerden que el bienestar y el futuro de todo el pueblo reside en sus decisiones...en sus manos esta el traer alegrías o desgracias a sus gentes.-Luego de esa respuesta y de bendecir a los presentes tomo su lugar al lado del maestro de los exploradores, algo raro ya que del lado izquierdo están siempre sentados los maestros de armas y del lado derecho la familia y los civiles de importancia para el reino.
-Mi hijo que en buena hora ha nacido ha regresado pronto de su viaje a la frontera, por favor Lans, explica a los aquí presentes que has hecho y averiguado en este día que nos encontró lleno de sorpresas y preocupaciones.-El rey pide formalmente a su hijo que cuente y explique a todos los presentes que ha sido de su viaje y de sus hechos durante la corta ausencia. Los ojos de todos se posan en el príncipe del Oeste quien es ahora el que debe tomar la palabra ante las gentes de importancia del Oeste de Asbru.
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Re: Primer evento : Prologo de una guerra
"si la verdad es que si que estoy lejos pero creo que podría ser de ayuda en estos tiempos que corren.
Dije con un tono de voz frio pero a la vez tranquilizador, les ofrecí mi espada como signo de respeto y seguí ablando.
" he venido desde muy lejos con la intención de ayudar a nuestro rey así que sino es mucho pedir me gustaría unirme a los exploradores en la guerra jamás me podría perdonarme el que una guerra azote nuestro país y yo no haber ayudado en lo posible en ella, así que si sois tan amables de dejarme pasar os lo agradecería enormemente no quiero estar fuera en el amanecer.
yo el siervo de la noche me quede esperando una respuesta de aquellos grandes hombres sin tener nada mejor que hacer.
Dije con un tono de voz frio pero a la vez tranquilizador, les ofrecí mi espada como signo de respeto y seguí ablando.
" he venido desde muy lejos con la intención de ayudar a nuestro rey así que sino es mucho pedir me gustaría unirme a los exploradores en la guerra jamás me podría perdonarme el que una guerra azote nuestro país y yo no haber ayudado en lo posible en ella, así que si sois tan amables de dejarme pasar os lo agradecería enormemente no quiero estar fuera en el amanecer.
yo el siervo de la noche me quede esperando una respuesta de aquellos grandes hombres sin tener nada mejor que hacer.
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Re: Primer evento : Prologo de una guerra
Tras la marcha del sacerdote por la puerta y alguno que hubiese decidido acompañarle por su seguridad, me dirigí hacia alguna cama vacía donde poder descansar. La curiosidad que sentía por el ángel no superaba a mis ganas de envolverme en una manta y descansar lo que pudiera antes de que las cosas se pusieran tensas. Parecía que todo se había calmado en el exterior, por lo que no ocurriría nada malo como me había indicado la luna manteniéndose plateada, o bien, el conflicto se había alejado lo suficiente como para que ya no se oyese nada.
Me dejé caer, mientras que me quitaba la capa, sin demasiado cuidado encima de la manta que ocupaba dentro de la Iglesia. La posición era pegado a la pared, cerca de la entrada. A fin de cuentas, me ponía algo nerviosa estar cerca de tantos humanos mientras que dormía. Así que, prefería una posición que nadie elegiría de buenas por ser de las más frías; pero como contraparte, a mí me era útil para saber cuando entraba o salía alguien. Puesto que me despertaría y podría reaccionar en caso de que un enemigo entrara dentro.
Me envolví en la manta para dormir, cuando mi olfato se percató del rico olor de la leche al ser calentada. Un olor que llevaba años sin percibir, puesto que la última vez había sido en el invierno anterior a que mataran a mi padre. Alcé la vista buscando el lugar donde lo estaban haciendo. Para saber si compartirían de buena manera, o habría que dar algo a cambio. En caso de ser la segunda, simplemente, me envolvería más en la manta y trataría de dormir. No iba a gastar más dinero.
Me dejé caer, mientras que me quitaba la capa, sin demasiado cuidado encima de la manta que ocupaba dentro de la Iglesia. La posición era pegado a la pared, cerca de la entrada. A fin de cuentas, me ponía algo nerviosa estar cerca de tantos humanos mientras que dormía. Así que, prefería una posición que nadie elegiría de buenas por ser de las más frías; pero como contraparte, a mí me era útil para saber cuando entraba o salía alguien. Puesto que me despertaría y podría reaccionar en caso de que un enemigo entrara dentro.
Me envolví en la manta para dormir, cuando mi olfato se percató del rico olor de la leche al ser calentada. Un olor que llevaba años sin percibir, puesto que la última vez había sido en el invierno anterior a que mataran a mi padre. Alcé la vista buscando el lugar donde lo estaban haciendo. Para saber si compartirían de buena manera, o habría que dar algo a cambio. En caso de ser la segunda, simplemente, me envolvería más en la manta y trataría de dormir. No iba a gastar más dinero.
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Re: Primer evento : Prologo de una guerra
Seguía tranquilamente mi camino, ya me estaba acercando, de hecho, a la ciudad, cuando salieron a mi encuentro 2 hombres, que aparentaban tener mi edad, o tal vez un poco mas, con vestimentas obviamente de guerra y, así mismo, equipamiento de guerra. Algo me dice que son soldados. Estos señores me preguntaron con respeto y buenos modales que me proponía. Sus argumentos para la pregunta fueron mas que convincentes (convengamos que cualquier argumento lo es si quien lo expele tiene una lanza en mano). A esto respondí -"Mis buenos soldados, mi nombre es Mulor, el magnifico. Soy un bardo y bufón errante. Mi propósito no es otro que traer entretenimiento y regocijo a la ciudad en tan... espinoso momento."- Dicho eso, esperé ansioso la respuesta, mientras el frío se colaba por mi ropa.
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Re: Primer evento : Prologo de una guerra
Mire a la chica de pelo blanco, parecia ser realmente pura. Quizas una de las pocas humanas en el mundo con esa cualidad. No como el humano desagradecido al que tuve que aguantar. Tras aquello vi a aquel hombre marharse pidiendome un favor, o exigiendomelo. Dejandome al cargo de toda esa gente por si algo le pasaba. Me gustaba aquel lugar, pero permanecer ahi siempre... necesitaba mi libertad, ya en cierto modo robada. No podia bloquearme mas.
-Bueno... si es necesario.
¿por que dije aquello? ¿ya no podia negarme a nada? Ya me daba miedo objetar?. Claro... miedo de volver a ser pegada o asesinada, o comida o violada, miedo a sufrir de nuevo. Sacudi la cabeza algo perdida viendo como el hombre se habia ido ya. Y sin mucha prisa agarre una antorcha. Era lo unico que habia a mano con lo que pudiera atacar alguien como yo. Aun asi busque con la mirada buscando alguna espada, algun escucho o incluso un palo con punta afilada. Finalmente me sente en el suelo al lado de la puerta como si fuera un simple guardian. Guardando a mucha gente, gente que posiblemente no se merieciera mi proteccion divi...no tan divina.
-Bueno... si es necesario.
¿por que dije aquello? ¿ya no podia negarme a nada? Ya me daba miedo objetar?. Claro... miedo de volver a ser pegada o asesinada, o comida o violada, miedo a sufrir de nuevo. Sacudi la cabeza algo perdida viendo como el hombre se habia ido ya. Y sin mucha prisa agarre una antorcha. Era lo unico que habia a mano con lo que pudiera atacar alguien como yo. Aun asi busque con la mirada buscando alguna espada, algun escucho o incluso un palo con punta afilada. Finalmente me sente en el suelo al lado de la puerta como si fuera un simple guardian. Guardando a mucha gente, gente que posiblemente no se merieciera mi proteccion divi...no tan divina.
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Re: Primer evento : Prologo de una guerra
Me estaba impacientando, la salida del sol, cada vez estaba más temprana y yo llevaba una semana sin alimentarme.
Se ve que se estaban tomando su tiempo para contestar, ya podía oír el pulso de su yugular, me estaba poniendo nervioso la tardanza en contestar, no quería matarlos yo estaba intentando cambiar, no, no podía hacerlo. Ellos eran mí pase hacia la batalla, y hacia aquel mar de sangre que en ella me esperaba, yo desconocía el motivo por el cual se iba a generar aquella guerra, pero sabía que si lo hacía bien podría conocer al rey e incluso pedirle algún favor.
Se ve que se estaban tomando su tiempo para contestar, ya podía oír el pulso de su yugular, me estaba poniendo nervioso la tardanza en contestar, no quería matarlos yo estaba intentando cambiar, no, no podía hacerlo. Ellos eran mí pase hacia la batalla, y hacia aquel mar de sangre que en ella me esperaba, yo desconocía el motivo por el cual se iba a generar aquella guerra, pero sabía que si lo hacía bien podría conocer al rey e incluso pedirle algún favor.
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Re: Primer evento : Prologo de una guerra
Las bendiciones fueron dadas y cada uno de los allí presentes con la bendición del obispo y del rey fueron agraciados en participar de esa reunión de emergencia y de importancia en esos momentos de necesidad. No dudo Lans en tomar algo de jabalí y vino especiado para calentar el cuerpo cansado y agotado. No tuvo mucho tiempo para comer, no al menos sin hacer una pausa ya que ha de cumplir con las exigencias de su padre y con su propia responsabilidad como príncipe del Oeste.
-Mis Señores y mis Señoras, lo que tengo para decir de seguro es de vuestro interés. Viajando hacia diferentes partes de las fronteras se ha visualizado movimiento hacia el Este y hacia el Sur, mas no hacia el Norte, pareciera que a ellos no les ha llegado la noticia aun de los recientes acontecimientos. Hemos evitado el contacto con la gente del Este para no producir discordias y enfrentamientos innecesarios, en cambio no vimos necesario evitar el contacto con las gentes del Sur las cuales han ofrecido su apoyo en caso de que estalle una guerra entre Este y Oeste. Claro que el apoyo del Sur no sera gratis, y no me extrañaría que hayan ofrecido el mismo trato a los del Este. -Así concluyen las primeras palabras de Lans sobre lo que ha averiguado en lo respecto a las otras regiones de Asbru en lo que respecta a una posible guerra.
-Por otro lado hemos traído la mayor cantidad de gente que hemos podido a la capital, aunque nos quedan algunos rezagados que aun están siendo buscados. Como es costumbre en estas situaciones la seguridad sera reforzada tanto para entrar como para salir de la ciudad. Con esto que os informa mis damas y caballeros de seguro empiezan a surgir las preguntas ¿Cuanta comida poseemos y cuantas reservas? Agua, animales, minerales, verdura y fruta. El dinero en reserva y el dinero que se puede generar asi como nuestras deudas. Ni hablar de las fuerzas militares y su equipamiento...Según las costumbres de Asbru tienen una semana para darnos una respuesta a los del Oeste, ese es nuestro plazo para que estemos preparados para lo peor. -Expone el príncipe del Oeste todo lo que sabe sobre las regiones que les rodean y también comienza a hacer preguntas y cuestionamientos vitales para la supervivencia de cualquier país que entra en crisis. Ha clavado su mirada en cada uno de los presentes en mas de una ocasión, demostrando asi que los observa y que le da mucha importancia a la presencia de cada uno de ellos en ese lugar y a esas horas de necesidad.
-Mis Señores y mis Señoras, lo que tengo para decir de seguro es de vuestro interés. Viajando hacia diferentes partes de las fronteras se ha visualizado movimiento hacia el Este y hacia el Sur, mas no hacia el Norte, pareciera que a ellos no les ha llegado la noticia aun de los recientes acontecimientos. Hemos evitado el contacto con la gente del Este para no producir discordias y enfrentamientos innecesarios, en cambio no vimos necesario evitar el contacto con las gentes del Sur las cuales han ofrecido su apoyo en caso de que estalle una guerra entre Este y Oeste. Claro que el apoyo del Sur no sera gratis, y no me extrañaría que hayan ofrecido el mismo trato a los del Este. -Así concluyen las primeras palabras de Lans sobre lo que ha averiguado en lo respecto a las otras regiones de Asbru en lo que respecta a una posible guerra.
-Por otro lado hemos traído la mayor cantidad de gente que hemos podido a la capital, aunque nos quedan algunos rezagados que aun están siendo buscados. Como es costumbre en estas situaciones la seguridad sera reforzada tanto para entrar como para salir de la ciudad. Con esto que os informa mis damas y caballeros de seguro empiezan a surgir las preguntas ¿Cuanta comida poseemos y cuantas reservas? Agua, animales, minerales, verdura y fruta. El dinero en reserva y el dinero que se puede generar asi como nuestras deudas. Ni hablar de las fuerzas militares y su equipamiento...Según las costumbres de Asbru tienen una semana para darnos una respuesta a los del Oeste, ese es nuestro plazo para que estemos preparados para lo peor. -Expone el príncipe del Oeste todo lo que sabe sobre las regiones que les rodean y también comienza a hacer preguntas y cuestionamientos vitales para la supervivencia de cualquier país que entra en crisis. Ha clavado su mirada en cada uno de los presentes en mas de una ocasión, demostrando asi que los observa y que le da mucha importancia a la presencia de cada uno de ellos en ese lugar y a esas horas de necesidad.
Lans Tartare- Mensajes : 376
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Re: Primer evento : Prologo de una guerra
La chiquilla tras una breve pausa, antes de que su amado padre comenzara a hablar, había cogido un trozo de jabalí para empezar a comer. Ya que había sido educada con etiqueta y como una princesa, comía de forma sutil, lento pero sin pausa, al menos hasta el momento en que se alzó la voz, momento en que Shurelya dejó los cubiertos sobre la mesa después de haberse tomado el bocado que había en estos, para dejarlos más o menos limpios y tragarse lo que tenía. Tenía el rostro ligeramente ladeado, dirigido a su padre para prestarle toda la atención posible, así mismo, el resto de personas también lo hacían. Sabía que aquel mensaje era importante y ella tenía muchísimo interés en saber lo que decía. Explicaba que posiblemente el Sur estuviese de su parte, pero claro, siempre saltaban algunas sospechas. Tenían que estar preparados para lo que se les podía venir encima, incluso ella.
Shurelya ya se estaba mentalizando para ir más o menos preparada al recibir la noticia, para que no le resultara difícil de asimilar. Después de un pequeño descanso de unos segundos, su padre volvió a tomar la palabra, explicando que había traído a más personas y que había otras aún por traer. Cada uno tendría su gran puesto de importancia en aquella guerra que estaba próxima, con más probabilidades de suceder que de ser evitada. Shurelya se imaginaba más o menos su función, pero bueno, prefería que se lo dijeran bien claro como a todos, una vez lo supiera, cumpliría con su deber. Por el bien del reino, por su bien y el de todos los habitantes de Asbru, pues, como futura poseedora de aquellas tierras, debía velar siempre por su seguridad y por la de sus habitantes. Lo tenía bien dentro de la cabeza. Una semana era el límite de tiempo para que comenzara la guerra, por Odin que ganarían o más les valía.
Shurelya ya se estaba mentalizando para ir más o menos preparada al recibir la noticia, para que no le resultara difícil de asimilar. Después de un pequeño descanso de unos segundos, su padre volvió a tomar la palabra, explicando que había traído a más personas y que había otras aún por traer. Cada uno tendría su gran puesto de importancia en aquella guerra que estaba próxima, con más probabilidades de suceder que de ser evitada. Shurelya se imaginaba más o menos su función, pero bueno, prefería que se lo dijeran bien claro como a todos, una vez lo supiera, cumpliría con su deber. Por el bien del reino, por su bien y el de todos los habitantes de Asbru, pues, como futura poseedora de aquellas tierras, debía velar siempre por su seguridad y por la de sus habitantes. Lo tenía bien dentro de la cabeza. Una semana era el límite de tiempo para que comenzara la guerra, por Odin que ganarían o más les valía.
Shurelya Tartare- Mensajes : 55
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Re: Primer evento : Prologo de una guerra
En las entradas de la ciudad los soldados en función de sus obligaciones detienen a cada uno de los ciudadanos que ingresan o salen de la ciudad, siendo algunos de los mas llamativos un joven de apariencia alargada y chistosa y otro mas lejos uno que parece un noble los que acaparan mas la atención de lo normal. Cada uno de ellos ha dado argumentos interesantes y mas en esos momentos tensos que esta viviendo esa región y las aledañas a la misma. Sonríen los soldados al escuchar a Mulor, bardo con cierto renombre en las tierras del Sur de Asbru.
-Entonces te damos la bienvenida bardo, nos vendría bien algo de música y entretenimiento, ya sabes...Las cosas se están poniendo tensas por aquí y tal vez luego se pongan violentas. El pase a la ciudad te costara una canción, ya luego dentro eres libre de ir donde tengas ganas- Sonríen algo animado los soldados, esa canción alegrara la noche y probara que ese muchacho en verdad es un bardo y que no esta mintiendo.
No muy lejos de allí un joven muy bien vestido presenta su espada ante los soldados del Oeste de Asbru. El recién llegado con respeto pide ser parte de las fuerzas armadas de la región, mas certero seria decir parte de los exploradores de Asbru. Las razones son convincentes y se alegran los soldados de que los hombres del Oeste sientan la necesidad de defender a su propia tierra, su hogar y sus gentes por sobre la propia vida.
-No vamos a negar que una guerra pueda estallar en cualquier momento, la gente lo siente y tiene miedo. Necesitamos de todo hombre que pueda ceñir la espada con valor y dignidad. ¿Como te llamas muchacho?- Pregunta uno de los soldados mientras le devuelve la espada de forma muy tranquila y confiada, al parecer le llama la curiosidad el muchacho y se muestran los hombres de buena gana ante la idea de ver crecer sus filas armadas.
Dentro la de la ciudad la situación transcurre con calma, en la plaza y alrededores se escuchan ahora voces bajas que hablan sin molestar a los demás en las horas adecuadas para el descanso.
En la iglesia la loba de dejo caer cerca de la entrada de la iglesia ya que tiene sus razones para preferir ese lugar, de mientras algunos hombres y mujeres empiezan a repartir te, mate cocido y pan a aquellos que despiertos se encuentren. Reparten también algo de leche caliente llevando ollas y tazas repartiendo a todos ellos y eso incluye a la loba y a la ángel que tomo una antorcha para ver bien, alejar el frió y vigilar mejor aquel recinto que el sacerdote ha dejado a su cuidado durante lo que dure su ausencia a pesar de que ella tal vez no desee proteger a muchos de los allí refugiados. Pero estos le dan de comer y la rodean permanentemente, la tocan y la bendicen, también buscan su toque y sus bendiciones en especial para sus hijos. -¿Como es el cielo? ¿Podemos ir contigo? ¿Tendremos bienestar y paz contigo?- Son las preguntas frecuentes que le hacen los allí refugiados al ángel ahora que el sacerdote se ha ido del recinto sagrado dejando a Aleishe como autoridad máxima de ese lugar.
Mientras en las afueras de la ciudad los viajeros encuentran su rumbo y en la ciudad misma se recupera la paz en el castillo del Oeste se viven momentos de importancia casi critica. El príncipe recién llegado junto a su padre el rey, su hija nieta del monarca y los caballeros de mayor renombre e importancia llevan a cabo los planes y recaudos a largo y corto tiempo. Al terminar de Hablar Lans Tartare el obispo de la región Oeste de Asbru fue quien tomo la palabra.
-Has hecho un buen trabajo Lans a pesar de contar con corto tiempo. Proteger la paz es lo primordial para nosotros, pero en caso de no poder mantenerse esta paz, yo he de cuidar la fe y la esperanza de vuestro pueblo, pues es esta la misión de nosotros los hombres del altísimo. Quisiera contar con una presencia de la familia real que estuviese cerca de las gentes del Oeste para asi llevarles valor y orgullo continuamente, alguien a quien aprecien y a quien valoren incluso con el paso del tiempo lo cual ha de forjar lazos aun mas fuerte en el corazón de vuestro pueblo que el que hemos logrado tener actualmente.-El obispo Bishop habla con gran paz y seguridad, confiado en que sus ideas serán acertadas y bien aceptadas por los caballeros y damas allí presentes.
Dejo el sacerdote lugar a que otro de los allí presentes tomara la palabra, no dudo el maestro de exploradores en tomar esa oportunidad para hacerse escuchar. Aquel hombre es una persona ruda y experimentada, mas viejo que Lans pero algo mas joven que el rey Beld. Aquel hombre posee pelos negros al igual que su bigote y su barba. La piel de esa persona esta curtida por el sol y el viento dejando saber que no es oriundo de Asbru, de otra manera su piel no tendría esa tez tan poco clara. Se ven arrugas en su frente y en sus manos, mas estas parecen muy fuertes asi como su mirada tenaz y fuerte, un hombre hecho y derecho con cientas de aventuras, idas y venidas en su haber y experiencias de vida difíciles de imaginar.
-Esta claro que debemos vigilar bien las fronteras, y en lo posible seria bueno empezar a entrar una milicia. Estoy seguro que no tengo que recordarles que somos la región con menos población en Asbru, mezclados gente oriunda de Asbru con nosotros que provenimos del Puño de Hierro y de otras partes mas. No estaría de mas también tratar de sumar mas soldados eficientes al ejercito, exploradores, peones, todo lo que podamos encontrar y utilizar ha de ser mas que bienvenido.-Tras exponer sus ideas y preocupaciones guardo silencio y se puso a beber algo de vino especiado esperando a que el maestro de armas del Oeste que se encuentra a su lado tome la palabra y se exponga asi como lo han hecho los demás.
Al poco tiempo de terminar de beber su bebida aquel canoso hombre mayor opto por tomar la palabra. El maestro de armas de Asbru ha sido un hombre respetado y con gran honores, debe tener mas edad que el rey del Oeste, ya debe andar casi por los 60 años de edad y no se ha visto rasgo alguno de que vaya a abandonar sus armas y labores para llevar sus últimos años de su vida en paz.
-Estoy de acuerdo, entonces comenzare a entrenar a los hombres que sean lo suficientemente adultos como para emplear una lanza y a los muchachos para hacer de pajes y peones. Mi hijo se ocupara de la seguridad de la ciudad y del castillo, lo he entrenado bien y puedo asegurar que esta capacitado para enfrentar cualquier clase de situación que se nos presente. Necesitamos mas armas, de toda clase, si estalla la guerra y formamos la milicia necesitamos mas armas para equipar a nuestro a pueblo-Expuso sus ideas el maestro de armas del Oeste, de manera clara y contundente sin dar muchos rodeos vuelve a guardar silencio para asi aguardar todos juntos por las palabras del rey quien es el que debe aceptar o declinar las ideas dispuestas por esa mesa tan selecta de vasallos.
-Que asi sea, ahora muévanse-Con esas palabras el rey otorga su gracia a esos hombres y mujeres que se ponen de pie y se prestan rápido a abandonar esa habitación.- Tu no Lady Lynsah, hay cosas que debemos hablar- Solo su familia quedo allí presente, la familia y Lynsah, por lo visto hay cosas para hablar con ella en privado.
-Entonces te damos la bienvenida bardo, nos vendría bien algo de música y entretenimiento, ya sabes...Las cosas se están poniendo tensas por aquí y tal vez luego se pongan violentas. El pase a la ciudad te costara una canción, ya luego dentro eres libre de ir donde tengas ganas- Sonríen algo animado los soldados, esa canción alegrara la noche y probara que ese muchacho en verdad es un bardo y que no esta mintiendo.
No muy lejos de allí un joven muy bien vestido presenta su espada ante los soldados del Oeste de Asbru. El recién llegado con respeto pide ser parte de las fuerzas armadas de la región, mas certero seria decir parte de los exploradores de Asbru. Las razones son convincentes y se alegran los soldados de que los hombres del Oeste sientan la necesidad de defender a su propia tierra, su hogar y sus gentes por sobre la propia vida.
-No vamos a negar que una guerra pueda estallar en cualquier momento, la gente lo siente y tiene miedo. Necesitamos de todo hombre que pueda ceñir la espada con valor y dignidad. ¿Como te llamas muchacho?- Pregunta uno de los soldados mientras le devuelve la espada de forma muy tranquila y confiada, al parecer le llama la curiosidad el muchacho y se muestran los hombres de buena gana ante la idea de ver crecer sus filas armadas.
Dentro la de la ciudad la situación transcurre con calma, en la plaza y alrededores se escuchan ahora voces bajas que hablan sin molestar a los demás en las horas adecuadas para el descanso.
En la iglesia la loba de dejo caer cerca de la entrada de la iglesia ya que tiene sus razones para preferir ese lugar, de mientras algunos hombres y mujeres empiezan a repartir te, mate cocido y pan a aquellos que despiertos se encuentren. Reparten también algo de leche caliente llevando ollas y tazas repartiendo a todos ellos y eso incluye a la loba y a la ángel que tomo una antorcha para ver bien, alejar el frió y vigilar mejor aquel recinto que el sacerdote ha dejado a su cuidado durante lo que dure su ausencia a pesar de que ella tal vez no desee proteger a muchos de los allí refugiados. Pero estos le dan de comer y la rodean permanentemente, la tocan y la bendicen, también buscan su toque y sus bendiciones en especial para sus hijos. -¿Como es el cielo? ¿Podemos ir contigo? ¿Tendremos bienestar y paz contigo?- Son las preguntas frecuentes que le hacen los allí refugiados al ángel ahora que el sacerdote se ha ido del recinto sagrado dejando a Aleishe como autoridad máxima de ese lugar.
Mientras en las afueras de la ciudad los viajeros encuentran su rumbo y en la ciudad misma se recupera la paz en el castillo del Oeste se viven momentos de importancia casi critica. El príncipe recién llegado junto a su padre el rey, su hija nieta del monarca y los caballeros de mayor renombre e importancia llevan a cabo los planes y recaudos a largo y corto tiempo. Al terminar de Hablar Lans Tartare el obispo de la región Oeste de Asbru fue quien tomo la palabra.
-Has hecho un buen trabajo Lans a pesar de contar con corto tiempo. Proteger la paz es lo primordial para nosotros, pero en caso de no poder mantenerse esta paz, yo he de cuidar la fe y la esperanza de vuestro pueblo, pues es esta la misión de nosotros los hombres del altísimo. Quisiera contar con una presencia de la familia real que estuviese cerca de las gentes del Oeste para asi llevarles valor y orgullo continuamente, alguien a quien aprecien y a quien valoren incluso con el paso del tiempo lo cual ha de forjar lazos aun mas fuerte en el corazón de vuestro pueblo que el que hemos logrado tener actualmente.-El obispo Bishop habla con gran paz y seguridad, confiado en que sus ideas serán acertadas y bien aceptadas por los caballeros y damas allí presentes.
Dejo el sacerdote lugar a que otro de los allí presentes tomara la palabra, no dudo el maestro de exploradores en tomar esa oportunidad para hacerse escuchar. Aquel hombre es una persona ruda y experimentada, mas viejo que Lans pero algo mas joven que el rey Beld. Aquel hombre posee pelos negros al igual que su bigote y su barba. La piel de esa persona esta curtida por el sol y el viento dejando saber que no es oriundo de Asbru, de otra manera su piel no tendría esa tez tan poco clara. Se ven arrugas en su frente y en sus manos, mas estas parecen muy fuertes asi como su mirada tenaz y fuerte, un hombre hecho y derecho con cientas de aventuras, idas y venidas en su haber y experiencias de vida difíciles de imaginar.
- Spoiler:
- Noah
-Esta claro que debemos vigilar bien las fronteras, y en lo posible seria bueno empezar a entrar una milicia. Estoy seguro que no tengo que recordarles que somos la región con menos población en Asbru, mezclados gente oriunda de Asbru con nosotros que provenimos del Puño de Hierro y de otras partes mas. No estaría de mas también tratar de sumar mas soldados eficientes al ejercito, exploradores, peones, todo lo que podamos encontrar y utilizar ha de ser mas que bienvenido.-Tras exponer sus ideas y preocupaciones guardo silencio y se puso a beber algo de vino especiado esperando a que el maestro de armas del Oeste que se encuentra a su lado tome la palabra y se exponga asi como lo han hecho los demás.
Al poco tiempo de terminar de beber su bebida aquel canoso hombre mayor opto por tomar la palabra. El maestro de armas de Asbru ha sido un hombre respetado y con gran honores, debe tener mas edad que el rey del Oeste, ya debe andar casi por los 60 años de edad y no se ha visto rasgo alguno de que vaya a abandonar sus armas y labores para llevar sus últimos años de su vida en paz.
- Spoiler:
- GAUTIER FLORENT
-Estoy de acuerdo, entonces comenzare a entrenar a los hombres que sean lo suficientemente adultos como para emplear una lanza y a los muchachos para hacer de pajes y peones. Mi hijo se ocupara de la seguridad de la ciudad y del castillo, lo he entrenado bien y puedo asegurar que esta capacitado para enfrentar cualquier clase de situación que se nos presente. Necesitamos mas armas, de toda clase, si estalla la guerra y formamos la milicia necesitamos mas armas para equipar a nuestro a pueblo-Expuso sus ideas el maestro de armas del Oeste, de manera clara y contundente sin dar muchos rodeos vuelve a guardar silencio para asi aguardar todos juntos por las palabras del rey quien es el que debe aceptar o declinar las ideas dispuestas por esa mesa tan selecta de vasallos.
-Que asi sea, ahora muévanse-Con esas palabras el rey otorga su gracia a esos hombres y mujeres que se ponen de pie y se prestan rápido a abandonar esa habitación.- Tu no Lady Lynsah, hay cosas que debemos hablar- Solo su familia quedo allí presente, la familia y Lynsah, por lo visto hay cosas para hablar con ella en privado.
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Re: Primer evento : Prologo de una guerra
Ahora agradecía el no haberme quedado cerca del ángel, y no, no era solo por la leche que tenía ahora entre las manos y que iba calentando mi cuerpo, puesto que a la mujer rubia también le habían ofrecido algo con lo que calentarse. Sino porque estaban todos los humanos a su alrededor. Como una luz que atrae a las moscas. Todos querían saber cosas sobre ella y su zona natal. Como sólo el hecho de tocarla o pedirla palabras para algunos familiares.
Lo único que saqué en claro de esas cosas, es que los humano estaban locos.
Recosté mi espalda contra la fría pared de piedra, pero que yo no notaba al estar rodeada por las mantas, siendo mis manos y mi rostro lo único que salia de ella. Continué bebiendo, tranquilamente, sin moverme demasiado. Mientras que observaba a todos los humanos que podía, sobre todo para saber si habría alguno que pudiera ser peligroso porque pudiera saber algo más sobre los licántropos o las criaturas mágicas. Aunque muy posiblemente, el que más supiera fuera el sacerdote, y él me había permitido dormir en el lugar. Así que, no debería haber demasiados inconvenientes. Pero nunca es mal momento para comprobar los peligros que te rodean.
Lo único que saqué en claro de esas cosas, es que los humano estaban locos.
Recosté mi espalda contra la fría pared de piedra, pero que yo no notaba al estar rodeada por las mantas, siendo mis manos y mi rostro lo único que salia de ella. Continué bebiendo, tranquilamente, sin moverme demasiado. Mientras que observaba a todos los humanos que podía, sobre todo para saber si habría alguno que pudiera ser peligroso porque pudiera saber algo más sobre los licántropos o las criaturas mágicas. Aunque muy posiblemente, el que más supiera fuera el sacerdote, y él me había permitido dormir en el lugar. Así que, no debería haber demasiados inconvenientes. Pero nunca es mal momento para comprobar los peligros que te rodean.
Última edición por Lardienne Tempell el Jue Oct 24, 2013 3:16 pm, editado 1 vez
Invitado- Invitado
Re: Primer evento : Prologo de una guerra
Al parecer la gente de aquel lugar seguia emocionada con mi aparicion. Pero al principio todo parecio ser poco. Es mas, solo me dieron algo de beber. algo blanco y caliente. No me venia mal que aveces me recordasen cuando debia comer. O solo comeria cuando mi estomago estuviese vacio.
Me bebi la leche algo maravillada por su sabor. Y despues de eso vi como poco a poco la gente comenzo a hacercarse a mi. Unos me bendecian y me tocaban extrañados y deseandome buena suerte con ello. Estaba segura de que algo bueno pasaba cuando me hacian aquello. Era como volver a casa, como un abrazo. Era curioso. Despues la gente cambio, y esta vez esperaban impacientes que hiciera algo. ¿que podia hacer alguien como yo? Era solo un guerrero celestial. No estaba destinado a bendecir a quien no debia ni a dar mi proteccion a nadie. Es mas, estaba prohibido. Posiblemente alguno de aquellos humanos ya tuviesen proteccion.
Entonces tuve una idea. en un lugar como aquel... quizas pudiera comunicarme con ellos. Asi pedirles una respuesta. ¿cual era mi mision? ¿que tenian previsto para mi?
Asi que me levante y me dirigi al altar. Alli mis ojos se volvieron mucho mas claros, y busque. Me gire hacia todos los alli reunidos. Buscando algun angel, algun demonio, cualquier cosa que un ojo normal no pudiese ver. Ojala viese a algun hermano. Solo... solo saber que alguno estaba conmigo.
En cuanto a toda esa gente, quizas mi mirada les diese pavor, o quizas se acercarian mas para ver como ocurria algun milagro. Aun asi, hicieran lo que hicieran no les haria casi ningun caso.
Me bebi la leche algo maravillada por su sabor. Y despues de eso vi como poco a poco la gente comenzo a hacercarse a mi. Unos me bendecian y me tocaban extrañados y deseandome buena suerte con ello. Estaba segura de que algo bueno pasaba cuando me hacian aquello. Era como volver a casa, como un abrazo. Era curioso. Despues la gente cambio, y esta vez esperaban impacientes que hiciera algo. ¿que podia hacer alguien como yo? Era solo un guerrero celestial. No estaba destinado a bendecir a quien no debia ni a dar mi proteccion a nadie. Es mas, estaba prohibido. Posiblemente alguno de aquellos humanos ya tuviesen proteccion.
Entonces tuve una idea. en un lugar como aquel... quizas pudiera comunicarme con ellos. Asi pedirles una respuesta. ¿cual era mi mision? ¿que tenian previsto para mi?
Asi que me levante y me dirigi al altar. Alli mis ojos se volvieron mucho mas claros, y busque. Me gire hacia todos los alli reunidos. Buscando algun angel, algun demonio, cualquier cosa que un ojo normal no pudiese ver. Ojala viese a algun hermano. Solo... solo saber que alguno estaba conmigo.
En cuanto a toda esa gente, quizas mi mirada les diese pavor, o quizas se acercarian mas para ver como ocurria algun milagro. Aun asi, hicieran lo que hicieran no les haria casi ningun caso.
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