Primer evento : Prologo de una guerra

Les escuche aquello de pedir ayuda. ¿pedir ayuda? Un angel? Cuando llegabas al mundo donde debias de hacer tu mision nadie en todo el mundo te ayudaria, rara vez cuando alguien te viese. ¿enserio pretendían que lo hubiese pensado?...Un ser solitario nunca pensaba en coger la ayuda de nadie. Luego mire a aquel muerto que hizo lo necesario para subir, tambien con dificultades y suspire. Tenian razon...valla dos personas en la que habian puesto esperanzas...pero...mientras que nos llevasen a un buen lugar antes de descubrir que no somos nada valiosos, aprobechariamos. Por lo que no hice ningun comentario al respecto.

Una vez en camino note molesta, como era ir encima de un caballo. Con lo noble y bonito que era volar, y me veia encima de un animal que parecia solo dar botes. Algo incomoda por ir asi, decidi hablar con la persona que dirigia aquel caballo.
-¿y como es que, siendo de aquel castillo...viajaseis hacia donde nosotros tantos juntos? Acaso hay amenazas de guerra en esta zona?¿ y por que decir que somos l aesperanza? No entiendo muy bien, la verdad
Pregunte sin saber muy bien donde estaba, pero si decia que si, habia viajado mal, bastante mal. solo queria huir de aquella guerra y ir a Puño de Hierro.

El paisaje a medida que pasaban los minutos se fue volviendo algo menos seco, viéndose no muy lejos de allí terrenos cultivados incluso rodeados levemente por algo de nieve. La ángel y su acompañante yendo llevados en custodia por los hombres del oeste cabalgaron a prisa y en silencio, aunque atentos a sus acompañantes, a los forasteros y al propio terreno, tanto el que recorren como el que se ve en la lejanía. El castillo se hizo visible a lo lejos, aunque aun se nota que falta para llegar comienzan también a verse las casas bajas que lo rodean fuera de las murallas.


Al escuchar las preguntas del ángel el jinete que conduce la montura opto por contestar sin hacerla esperar.

-No hay amenaza de guerra, estamos en guerra. Ninguna parte ha declarado la guerra con palabras, pero uno de nuestros hombres fue asesinado cerca de la tierra de Los Dioses, una ofensa así no sera tolerada por nosotros, y las demás partes por supuesto responderán de inmediato. - La marcha no se detuvo en lo absoluto, continúan a un ritmo veloz y constante.- Ante esta situación es nuestro deber custodiar con mas cuidado nuestra tierra y proteger mejor a nuestra gente, esa es la razón por la que dejamos el castillo, para proteger a las aldeas y villas mas alejadas del castillo. Sobre lo de la esperanza, a mi no me importa lo que deseas, no creo en dioses extranjeros, pero nuestro Señor proviene del Puño de hierro, por lo que tal vez aun guarda en su corazón aprecio por sus antiguos dioses.-Tuvo la ángel la respuestas que esperaba, mientras ya iban adentrándose en la villa que habían visto en la lejanía, y mas allá de la villa se encuentra el Castillo del Oeste de Asbru.


Dentro del castillo otra reunión se estaba llevando a cabo, una de linajes mas nobles y menos guerrero, allí están Risty, Lyn, Belt y ahora luego de un rato de charla también se une la pequeña Shurelya. Cuando la pequeña fue hacia su abuelo este se agacho un poco, para así quedar casi a la altura de su nieta. La tomo de la cintura y se levanto de nuevo, levantando así también a Shurelya. Recibió con alegría el saludo de la princesa del oeste y luego de ella la abrazo fuertemente contra el, haciendo saber de quien aprendió Lans a dar esos abrazos de oso que suele darle a su hija.

-Y hablando de bellezas, aquí esta la mas bella de todas. Bienvenida mi pequeña osita, espero hayas dormido bien. Ya que estas aquí, te aviso que necesito hablar contigo, lo mismo va para ustedes jóvenes, pero primero desayunen, les informare sobre la situación actual de toda Asbru, aunque debo adelantar que no son buenas noticias-Fue cordial, pero serio, una guerra no es chiste, y esas niñas es la primera guerra que presenciaran en carne propia.

Caminé y caminé por las estepas heladas de ese reino. El frío me rodeaba como una segunda piel. Imposible huir de él, si no fuera porque mi pelaje de lobo me protegía. Aunque algunos mechones estaban cubiertos de escarcha.
Llevaba varios días andando por esos helados territorios, el motivo, ni yo misma lo sabía bien, pero los espíritus estaban alterados y hablaban de sucesos en el norte. Podía haber continuado con mi vida tranquilamente en el Sur, guiando a la gente por los bosques, pero la curiosidad llega a ser como una enfermedad.

Así comencé a andar siguiendo los senderos del Norte, alejándome todo lo posible de las grandes ciudades; son lugares donde hay demasiada gente y aunque puedes pasar perfectamente desapercibido, también son más peligrosos incluso que el propio bosque… Las leyes de los hombres son más crueles que las del bosque. Conseguí superar la frontera cerrada a los extranjeros y continué, siempre hacia el Norte. En cuanto empezó a hacer demasiado frío seguí el camino como loba.

Y eso nos trae hasta el presente. Delante de mí se alzaba un castillo, del que cada cierto tiempo salían humanos enfundados en armaduras a caballo. Eran más los que salían que los que entraban, ese tipo de actividad no me parecía del todo normal. Con el frío lo normal sería que buscaran refugio. Decidí usar mi pelaje blanco para camuflarme en la nieve, a pesar de que el frío me afectaría de manera más directa debía enterarme del motivo de ese comportamiento anómalo.

Pude ver una compañía que regresaba al castillo. Había dos personas que me llamaron la atención en ese grupo, no olían como humanos. Uno de ellos sobre todo, su olor ligeramente dulzón, como la carne en descomposición no me parecía normal. El olor del otro no podría clasificarlo en nada que conociera, pero resaltaba por un bulto a su espalda, como si fuera una chepa excepcionalmente grande.
Les seguí curiosa, arrastrándome sobre la nieve, tratando de parecer un montón de esos cristales blancos en el suelo. Aunque los humanos estaban atentos, rogaba por qué no me descubrieran, los lobos cerca de las zonas pobladas eran atacados inmediatamente. El viento racheado, me traía las palabras de su conversación, aunque de pocos detalles me enteraba. La palabra que mejor llegó a mi posición fue guerra.

Mi estómago gruñó con hambre, llevaba días sin comer. Las presas en este lugar eran escasas por no decir que también sabían ocultarse o viajaban en grandes grupos, contra los que yo sola apenas podría hacer mucho. Además de que las manadas de lobos y otros cazadores me reducían también las zonas donde poder conseguir alimento. Tendría que tratar de entrar en ese castillo, y conseguir algo de comida, además de enterarme bien de los detalles de esa guerra. La curiosidad llega a ser una terrible enfermedad.

Habia guerra, tal como habia dicho el demonio. Gracias a eso yo estaba relativamente libre, podia hacer cualquier cosa que deseara sin dar cuentas a nadie. claro que en este mundo todo lo que uno hacia tenia sus consecuencias, al parecer nadie perdonaba nada. Le escuche hablar del asesinato de alguien, la verdad entendia mas bien poco de todo aquello, no sabia ni las ciudades ni los reinos...por lo que aquel hombre podia haber sido asesinado delante mia y ni si quiera habría sabido quien era. Habia visto a gente morir en mi corto viaje, incluso aquella persona que murio tontamente.

Escuche que dijo de proteger las ciudades y así el reino, de que creian en los dioses de Puño de Hierro. Aquello me venia bien, debia ir a aquel lugar, si alguien me indicaba como seria realmente bueno. Posiblemente con un mapa, o algun conocimiento aprendido sobre la marcha podria llegar a esa ciudad pronto, encontrar a esa persona y pedirle ayuda. Necesitaba preguntarle unas cuantas cosas.

Entonces me parecio sentir algo lejano, algo vigilante. No es que mehubiesen visto mucho en mi vida como angel celestial, pero cuando alguien me veia...se notaba. La cuestion era el que. Poco tiempo despues esta sensacion se paso, mire alrededor y no vi nada a simple vista. Luego mire al esqueleto extrañamente nervioso.¿que le habia pasado? O eso parecio, luego dijo que casi se habia caido del caballo y lo entendi, aquellos animales eran algo torpes al parecer, y era incomodo montar en ellos. Pero a falta de poder volar...
-Bueno... cuando lleguemos hablaremos con el rey e intentarmos averiguar mas detalles. Quizas podamos hacer algo... o demos nuevas esperanzas a aquellos que crean en los angeles.
Dije orgullosa y mirando al castillo, ya estabamos practicamente al lado.Un poco mas y habriamos llegado.

Ya estando en la villa que rodea al castillo del oeste los guerreros fueron recibidos por su gente entre aclamaciones y bendiciones, ellos por su parte desmontaron para hablar con poco con ellos y explicar la situación, ya que ninguno se esperaba que apenas una hora de salir al galope ya estuviesen de vuelta en el castillo, necesitaron llevar calma a los ciudadanos antes de que entren en un pánico innecesario.

El ángel por su parte se mostró tranquilo, solo hablando ahora con su compañero encapuchado, que a diferencia de ella si se ve sobresaltado. Varios se acercaron a ellos por curiosidad, son nuevos y en esos lugares que no son tan vastos las caras nuevas son fáciles de reconocer. El encapuchado le pregunta a los jinetes de Asbru si es verdad que el señor del oeste es o fue del Puño de hierro, algo que uno de los ciudadanos del lugar se adelanta en contestar.

-El rey Tartare al igual que muchos de nosotros nacimos en el Puño de hierro, pero por culpa de los señores que hacen la guerra entre el norte y el sur tuvimos que abandonarlo...-Una anciana fue la que explico con pocas palabras el porque siendo del Puño de hierro están viviendo allí en Asbru.
-Lo que la anciana dice, así que como ven algunos de nosotros somos oriundos de Asbru y otros del Puño de hierro-Agrego uno de los soldados que los acompañan.-Bueno, tu el encapuchado, ve a la tienda blanca, esa con la bandera roja sobre ella, allí te atenderán los médicos y brujos de nuestra gente- De esa forma enviaban al ángel y a su compañero con los médicos.
Por su parte la garou permanece a salvo, pero no se puede saber por cuanto, los jinetes van y vienen sin para, mas los que van que los que vienen, pero no todos ellos siguen los caminos, algunos de ellos cabalgan a campo traviesa, y si alguno de sus caballos percibe el peligro en el aire hará que los soldados sin duda se percataran de que animales salvajes rondan la villa pegada al castillo, por ende actuaran, no podrian dejar de lado la protección de su gente y menos de la fortaleza del oeste.


Dentro del castillo los nobles y gente de posición social alta o no tan alta pero al menos tenida en cuenta comenzaba a enterarse sobre lo que esta sucediendo en el oeste de esas tierras, pero, no solo en el oeste, toda Asbru esta involucrada inexorablemente en el seno de todo ese problema que puede terminar en desastre. Mantuvo a la pequeña Shurelya en sus brazos y tras escuchar a las bellas damas opto por hablar sin tapujos.

-Bien, y eso es lo que desea, seré breve. Asesinaron al hermano de Sir Noah. Lo mataron en una taberna cerca del Circulo de Dioses. Los imbéciles del este lo mataron y huyeron a sus tierras a esconderse debajo de las faldas de su rey. Han roto el pacto de no violencia, el pacto ante los ojos de los mortales y de los dioses fue consumado, por ende, la sangre solo se paga con mas sangre. El rey del este tiene una semana para disculparse ente mi en el Circulo de Dioses ante la presencia de los demás reyes y a ojos de los dioses, entregarme el cuerpo muerto y aun caliente de los asesinos, de otra manera, habrá guerra sin cuartel, sin piedad, y sin fin, o sin fin hasta que los dioses decidan darle punto final al baño de sangre.-No fue agradable para el rey del oeste dar esas noticias, pero no va a mentir ni a omitir detalles, esa es la situación y es mas que probable que esa región sangre desde todas las direcciones en muy poco tiempo.

Cuando paso aquello y nos mandaron a la tienda blanca alucine, el castillo estaba al lado...¿por que no darnos alojamiento y comida aparte de sanidad?...Maldita sea...Ahora era un mal momento por lo que tire del esqueleto por si dudade el tener que quedarse ahi y le hable el bajo.
-Si esos medicos te ven a ti... te daran por muerto, casi seguro. Por lo que te recomiendo que...tu entres conmigo y me curen a mi, aunque tenga poco. Eso si quieres...pero no se que pasara si te ven asi...aunque..alomejor simplemente te llenan de vendas.

Estaba realmente perdida, si no iva con ninguno de ellos al castillo.¿que haria?...todo era complicado y mas aun sin saber hacer nada y sin dinero. Bueno... sabia luchar, pero ahora, posiblemente habria una guerra. Quizas no fuese buen momento para decirlo. O tendria que ir a un bando, si aquellos que entran en guerra tienen fe en los angeles...deberia elegir uno de tantos. Suspire y mire al cielo.
-¿os parece bonito?...espero que os esteis divirtiendo por que esto a mi empieza a cansarme. Os dare una oportunidad mas, si no me ayudais nada... como cuando lo del infierno...si me fallais de nuevo. Ya no sereis mis hermanos...Se que alguno de vosotros me escucha. Que quede claro, preguntaros si de verdad quereis ayudarme o no. Aun queda esperanza.
Dije esperando que en ese dia pasase algo bueno. Sabia que no podian actuar directamente, pero podian colaorar un poco. Aunque... tambien sabia que el odio hacia los demonios era poderoso y ahora era en parte uno de esos seres. Asi que...posiblemente quiesieran verme sufrir, pero...diciendo aquello quizas pensaran en que era su hermana....al fin y al cabo. Mire al esqueleto y suspire.
-¿que propones esqueleto?ahora que nos dejaron fuera

El grupo al que seguía continuaba hablando pero ya no de la guerra con tanto interés, sino sobre su señor, el cual era oriundo de Puño de Hierro. Nada que me interesara demasiado por ahora, puesto que no eran los motivos de esa guerra. Les seguí durante un rato, notando que la persona “cheposa” parecía ser capaz de percibir cuando la miraba. Al parecer era un humano o cosa, aún no era capaz de ubicar su olor, muy intuitivo.

Sin embargo mis planes de seguimiento fueron truncados cuando el grupo se introdujo en el pueblo. No podía entrar a esa zona, los humanos me atacarían nada más verme, si es que me reconocían como loba. También podrían confundirme con un perro-lobo, pero era mejor no jugársela. Sin embargo, no entrar me dejaba fuera de mi fuente de información.
Además, la cantidad de guerreros que salían era mayor a los que andaban por los caminos. Quizás estaban por mitad del campo, vigilando y rastreando a los posibles espías. En este caso me encontrarían y tendría que correr y huir de la zona, si eran solo uno o dos los que iban detrás de mí, podría escapar fácilmente; los lobos estamos muy bien adaptados a zonas con nieve. Pero si eran más los que me perseguían podían tenderme una emboscada y adiós existencia. En ambos casos acabaría alejada del castillo y de la fuente de información.

¿Qué hacer? Ahí estaba la duda. Puesto que pasar a modo humano tampoco era una idea excelente; al estar en guerra controlarían a los viajeros con mucho celo, y que uno te aparezca a las puertas del pueblo, da dos situaciones. Uno, que tus defensas son muy deficientes (a los humanos les molesta que les superen aquello en lo que confían o en lo que trabajan), o dos, que es alguien acostumbrado a esquivar guardias, es decir, un espía o un asesino.
La primera situación era mejor que la segunda, pero normalmente acabaría derivando en la otra. Y de nuevo o muerte o encarcelamiento. Y personalmente, ninguna de las dos me convencía.
Me habría rebozado en la nieve de la desesperación por no saber qué hacer, pero no era buena idea, sería más fácil de descubrir. Un trozo de nieve con una forma peculiar que se levanta y gira sin deformarse es algo muy llamativo. El tiempo corría en mi contra, tenía que tomar una decisión ya.

Mi estómago fue el que tomó la decisión. Tenía demasiada hambre para volver sobre mis pasos y alejarme de allí. El viento me traía el olor del pan hecho en la panadería, así como el de los hornos de algunas casas. Comida y lugar caliente. Incluso encerrada podría conseguir refugio y alimento, a menos que quisieran matarme de hambre, pero muerta no podría responder preguntas.

Mirando a mí alrededor, me levanté deprisa, corriendo para ocultarme tras un muro, evitando así aparecer en mitad de la nada en forma humana a la vista de todo el mundo. Esperaba que no me hubieran visto correr hacia allí.
Comencé a transformarme; al menos en forma humana podría tratar de razonar con ellos, cosa que como loba no podía hacer. Pocos humanos son capaces de hablar el lenguaje de los animales.

El tiempo pasa sobre el mundo y ese territorio no es la excepción. El mediodía empieza a alzarse con mas fuerza, por lo que el aroma a comida empieza a alzarse en todos los sitios a la vez, así como el sol les envía algo de su tenue y débil luz los hornos de la villa y el castillo envían débil humo a los cielos, muestra de que esta cocinando sus alimentos.

En la villa el ángel maldice su suerte y en una ultima oportunidad a fu fe y a su sangre como celestial invoca el nombre de sus hermanos, aunque no es justamente la invocación mas amable y cortes del mundo lo hace. Paso y paso el tiempo y no ocurría nada nuevo, solo el ruido de las personas de un lado a otro y las posadas y tabernas trabajando a mas no poder.
Cerca de ella el muerto viviente escuchando las palabras de su acompañante usa su inteligencia y astucia para zafar de esa situación que puede terminar en desastre para ellos. La explicación de Mortis es de lo mas creíble, realmente convincente, ademas, agregado a su labia y dada la situación esta es prácticamente perfecta, sin mencionar su petición, de lo mas acertada para gente que no sabe tanto de medicina y que basa casi todo lo que hace a base de mitos, leyendas y "magia"

-Bueno, si quieres darte un baño...-[/u]Señalan hacia la carpa blanca, y luego de alli van guiando la mano hacia mas a la derecha, hasta una casa llena de enredaderas.[b]-La curandera seguro que tiene de esas cosas que necesitas, dile que te envía el príncipe Lans y no te dará problemas-Los soldados como siempre están muy bien informados, o al menos ese grupo parece estarlo.

La loba por su parte, luego de mucho meditar y pensar sobre la situación ha decidido acercarse hacia la población humana, lentamente como si fuera solo una mancha blanca sobre la nieve llego camuflada a los costados del castillo. Se acelero cuando creyó que era conveniente y ya cerca de las murallas esperando a que nadie la vea comenzó a transformarse en humana. Pasaron los minutos y nadie fue a por allá con lanzas ni ballestas, por lo que puede suponer que le ha ido bastante bien.


Dentro del castillo el rey le da a sus súbditos las malas nuevas, para que cada quien empiece a darse una idea de lo que sucederá en todo ese país, en especial con ellos mismos que están en el centro de la tormenta. Tanto Risty como Lyn tienen sus opiniones, pero el rey del oeste ya tiene planes para cada uno de sus vasallos en esa guerra que se avecina, gustase o no tendrán que obedecer.

-No te preocupes pequeña, tarde o temprano nos alzaremos con la victoria, no es esta la primera vez que tu padre y yo tomamos las armas y combatimos uno al lado del otro. El obviamente sabe de la situación actual y de lo que esta por venir, mi hijo podrá ser tranquilo y amable, pero no es un tonto y les aseguro que es mas hábil de lo que aparenta.- Habla muy seguro Belt, como siempre lleno de fuerza y vigor, como si tuviera casi la mitad de la edad que realmente tiene.- Lady Lynsah, no es necesario que tome las armas, tengo hombres para eso, hay otro trabajo que usted puede hacer y es mucho mas importante. La moneda debe mantenerse fuerte, el tesoro debe mantener sus valores en alto así como su cantidad. Si la guerra de extiende durante mucho tiempo y el dinero es mal administrado, si gastamos demasiado de forma innecesaria sera mortal, perderemos por hambre es vez de por sangre ¿Se entiende? Necesito que sus planes y administración sean altos y efectivos ¿Queda claro lo que necesito de ti y de Perry?- Explica Belt con detalle lo que necesita del encargado del tesoro y de ella como su ayudante.

-Risty, lo tuyo es lo de siempre, mantén a mi nieta con su cabeza libre de perturbaciones, que siga estudiando y aprendiendo, un poco menos que antes, ya que no necesito que enloquezca. Preciosa...-Dijo mirando a su nieta- Ahora, tendrás que participar de algunas reuniones importantes, incluso hacerte cargo del castillo cuando tu padre y yo no estemos, eres la ultima Tartare, por ende si nosotros morimos todo el oeste te pertenecerá, es tuya por derecho ¿Comprendes?- Así de simple, así de duro, Belt es tan directo como una flecha al pecho, pero es un hombre grande y a esas altura de su vida no dejara sus costumbres ni sus mañas.

El miembro 'NPC' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'Dado Numérico Random' :

Resultados : 7

- Muchas gracias, entonces allí iré.- Mortis no entendía nada de nada de lo que estaba pasando, era una guerra que no tenía nada que ver con él. Solamente se fiaba poco de aquellos soldados y quería escabullirse. Lo que era seguro es que Sir Logan estaba en ese castillo y tenía que llegar a él. Además esos tipos parecían tipos que podían cambiar de opinión en cualquier momento, y eso era peligroso. El ángel tendría que cuidar mucho lo que dice si no quiere terminar de adorada a muerta de un momento a otro.

- Muy bien, aquí nos separamos... Mucha suerte, preciosa- Dijo con buen ánimo, un poco riéndose de la desgracia de esa mujer y festejando su propia buena suerte, aunque no con malas intenciones. Ahora ella iba por cuenta propia, Mortis ya había encontrado lo que estaba buscando y no tenía que viajar hasta Puño de Hierro. Era imposible que hubiese oído mal o entendido mal. Solo había un solo amo y señor en todo Puño de Hierro, los demás solo eran comandantes.

El No-Muerto caminó tranquilamente hacia la casa llena de enredaderas que indicó el guardia, pero su verdadero objetivo era otro. Cuando todos estén distraídos y caiga la oscuridad, se escabulliría hasta el castillo. Si, eso haría.... Un momento.... ¿Quien coño es el príncipe Lans? Estaban en Asbru así que debía ser un príncipe de de Asbru... Pero es cierto, lo había olvidado... Al parecer el Puño de Hierro y Asbru se han aliado en la guerra, por eso los dos líderes están en ese lugar. ¿Pero contra quien es la guerra? El pobre manojo de huesos tenía poca información, pero tampoco buscaba mucha información, solo tenía un objetivo en mente...

Mortis llegó a la casa de las enredaderas y se quedó parado en la puerta de madera sin saber bien que hacer... ¿Debía entrar? ¿Tocar la puerta? ¿O simplemente esconderse afuera y esperar el anochecer?

Todo se tornaba extraño, ni una sola señal, nada, solo las palabras del esqueleto y el guardia. Mire a aquel esqueleto y sin previo aviso se despidio. Por alguna razon lejos de mi entendimiento queria alejarse de mi. ¿quien no? . Pero me habia dado suerte en este tiempo...o eso parecia. Pero estaba claro que tenia que apañarmelas sola.

Entonces me puse a andar buscando a alguien de confianza. Alguien que estuviese dispuesto a dar alojamiento a alguien sin dinero. Asi que avance sin rumbo por el medio de las casas esperando encontrar a alguien que me ayudase. Solo esperaba tener algo de suerte esta vez.

Al parecer mi táctica de esconderme tras un muro había funcionado, porque ya me encontraba enfundada en mi piel humana y no había ningún tipo de arma amenazándome. Sacudí los ropajes azules que llevaba: un vestido corto, unas botas por encima de la rodilla y una capa; todo ello con detalles en dorado. Sin embargo esas ropas eran útiles en tierras que no estuvieran nevadas, por lo que ahora estaba pasando frío. La capa eliminaba parte de la sensación, pero no toda, y si soplaba el viento con suficiente intensidad sería inevitable la pérdida de temperatura. Por lo que tenía que encontrar un refugio ya.

Me estiré para desentumecer los músculos de mi espalda, que hasta hacía un momento estaban diseñados para andar a cuatro patas y ahora tenían que cambiar a una posición bípeda. Me aclaré la garganta también, puesto que sino la voz me saldría demasiado gutural al principio.

Caminé intentando evitar las calles más grandes del pequeño pueblo, puesto que siempre hay más riesgo de encontrarse con más gente y por tanto que más personas se percataran de que no era alguien del pueblo. Aunque sería inevitable que en algún momento me hicieran preguntas.
Iba siguiendo el delicioso aroma a la comida recién hecha. Y mi estómago cada vez rugía con más fuerza. Quizás era el momento de buscar la posada del pueblo. Pero lo más seguro es que estuviera en la calle principal, no había muchas más opciones… Me dirigí hacia allí, quedando semi- escondida tras una esquina. Para ver si podía localizar la posada y dirigirme allí rápidamente, antes de atraer demasiado la atención sobre mi persona.

El no-muerto decide separarse del ángel y emprender su propio camino, ya que el tiene un punto de vista muy diferente a ella en todo esto, incluso sus razas y objetivos son diferentes. Rigor demuestra mucha inteligencia y sentido común, los soldados solo servirán a su reino y nadie mas, lo que digan al resto puede cambiar en cualquier momento, por razon propia o por ordenes de sus superiores. Muy feliz por su fortuna se separa y va camino hasta el hogar de la curandera, el cual como era de esperar es bastante identificable incluso desde la distancia.

Spoiler:

La casa de la curandera es inmensa, y es de piedra, con varios pisos, completamente rodeada por enredaderas, tanto así que por momentos no se puede ver la piedra. No se ve una puerta a simple vista, solo escaleras, mas arriba si levanta la mirada podrá notar ventanas, pero para llegar dentro tendrá que subir por las escaleras y pasar por una especia de prueba o laberinto para llegar hasta quien sabe donde.

Spoiler:

Los caminos parecen difíciles, pero, si se pone listo entonces podrá encontrar mas que mas un camino para poder continuar. El lugar esta rodeado de vegetación, lo cual es extraño, ya que allí no hay mucha vegetación, no tan así, es como si estuviera en un bosque común y corriente, incluso hay mas sol del que debería haber, algo completamente irreal.

De mientras, mientras el no-muerto parece estar en otro país la ángel vive su dura realidad, la realidad de un mundo que apenas conoce y el que hasta el momento se ha mostrado bastante agresivo con ella. En el lugar hay toda clase de personas, desde niños a acianos, jóvenes y hombres y mujeres adultos. Hay plazas, posadas, tabernas, armerías, incluso una iglesia, una única iglesia que tiene el signo del sol, el signo del Master, deidad del Puño de hierro.

Spoiler:

La iglesia es una iglesia pequeña y humilde, hecha completamente de ladrillo. Esta cubierta por la nieve, pero las puertas de madera están abiertas y si bien la campana no esta sonando se escuchan las suplicas y ruegos de aquellos pocos creyentes que se congregan en ese lugar sagrado. Dos postes con antorchas apagadas aguardan en la entrada, y en las propias paredes de la iglesia se ve varios lugares donde poner antorchas, de esa forma se puede calentar a los necesitados tanto dentro como fuera del recinto celestial. Si alguien mostrara piedad por un ángel, esa ha de ser la iglesia.

La garou por su parte logro la primer parte de su cometido, ya que pudo acercarse hasta los muros del castillo sin ser vista, por lo que ya en su forma humana pudo ir hacia el pueblo, aunque fue una jugada muy arriesgada al no haber arboles ni nada que pudiese esconderla de los ojos del castillo tomo el riesgo y allí el resultado. Ahora su problema es el pasar sin ser vista estando ya dentro del pueblo, el cual esta en pleno movimiento. Por suerte para ella, ya que ha tenido la sabiduría de esperar con paciencia llega el mediodía, ya pasado, serán algo mas de las una de la tarde, por lo que la mayoría de las personas están dentro de sus casa y posadas almorzando, lo cual deja a las calles algo vacías. Esto es bueno y también malo para ella, puede que nadie se cruce en su camino, pero si es la única por allí caminando puede ser vista, y seria la única a la que mirarían. Esta cerca de una plaza, la plaza central de esa villa, donde detrás de una especie de fuente sin agua puede ver lo que parece ser una iglesia a unos cien metros o mas de donde ella se encuentra. A su derecha tiene un camino y casas, así como lo que parece ser una especie de forja. A su izquierda sin embargo, frente a la forja y a la izquierda de la iglesia tiene lo que parece ser una posada, ya que es un edificio grande de dos pisos, donde hay caballos atados afuera del edificio. Allí es donde hay mayor ruido, y también el lugar donde el aroma de la comida recién hecha se siente mas fuerte.

Spoiler:

Dentro del castillo no hay frió, tampoco hambre, pero, ciertamente hay mas miedo que fuera del mismo. Aquellos que viven fuera del castillo son peones, los cuales servirán al nuevo rey si llegaran a ser conquistados. Los de dentro del castillo solo tienen dos opciones, vivir o morir, nada mas, no serán tomados como peones, serán muertos si pierden, todos y cada uno de ellos. Ademas, están impulsados por sus juramentos a luchar hasta su muerte, por lo que tienen menos probabilidades de obtener un buen futuro que los pobres campesinos de esa región. Es la pro y la contra del poder, se disfruta el tenerlo, pero las consecuencias del mismo son inmensamente peores que los de la clase baja o media.

-Entonces, espero que seas una buena madre, porque realmente Shurelya te necesitara a tu tanto o mas de lo que te imaginas.- Eso dice el rey, pero es seguro que Risty ya sepa eso que dijo hace apenas un momento. Se abraza con su nieta y le besa en la cabeza, la abraza con fuerza, sintiendo ese cuerpito de su nieta encogerse debido a la fuerza que ejerce sobre ella. Luego la dejo libre para que vaya a desayunar junto a su tutora, para así hablar un poco mas con Lyn.

-Sabia que podía contar con usted Lady Lynsah. Perry, el sera su jefe, y se lo presentare mañana por la mañana. Hay algo mas que puede hacer por nosotros Lady Lynsha, podría escribir nuestras cartas y recibirlas, necesito gente que sepa leer y escribir a la perfección y de esa gente no abunda en el castillo, ya que cada quien tendrá mucho trabajo que hacer. Pero, no necesita matarse aquí, si es mucho pedir no dude en decirme que no-Una noble puede ser muy útil, ya que una guerra no se gana solo a capa y espada, hay cientos de decenas de factores que llevan la balanza de un lado y para el otro sin cesar en los conflictos bélicos.