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Prologo una guerra, sexta parte: Dia del Destino
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Mimi Houllier
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Prologo una guerra, sexta parte: Dia del Destino
- Spoiler:
- Fuera de juego: https://pkenlared.foroargentina.net/t371-prologo-de-una-guerra-quinta-parte-dia-de-determinacion El capitulo anterior
Las decisiones ya fueron tomadas con determinación en cada punto de la región, ahora solo queda ir a enfrentarse frente a frente con el Día del Destino, con el día que recién comienza y que se conocerá por las gentes de Asbru como el día en que los cuatro reyes de la región se enfrentaron cara a cara en la Tierra de Dioses.
El castillo despierta al amanecer y el movimiento es completo en dicha edificación, todos y cada uno de los soldados se arma hasta los dientes para ser guiados con orgullo y honor al lugar más importante de esa tierra. El rey Tartare deja de lado sus ropas bellas y bien diseñadas para tomar las prendas de cuero duras y lustradas con brea para no dejar pasar el agua, dicho cuero forrado en pieles también otorga una excelente protección contra el frio y sobre esas ropas de cuero y piel se coloca las prendas de metal, su armadura completa que le permite estar listo para una batalla si tuviese que librarla.
En el patio interior del castillo se preparan una gran cantidad de monturas, bien limpias, alimentadas, descansadas y armaduradas esos hermosos equinos están listos para llevar sobre sí mismos el peso de sus amos y de sus pertenencias, y de ser necesario llevarlos rápidamente y con coraje hacia la gloria o hacia la muerte. Los escuderos van de un lado a otro teniendo listo todo lo necesario para su señor, y muchos otros están listos para caminar una larga jornada, en especial larga cuando tienes que llevar tu arma, escudo y armadura. El hielo suele enfriarlo todo y el paso se hace mucho más pesado de lo habitual, pero así es la vida de un soldado, una vida dura, y más cuando se vive en una región salvaje como la de Asbru.
Muchos criados también se preparan para partir, hay que llevar abrigo, ropas, medicinas, agua y comida, por lo que muchos no combatientes marchan junto a los caballeros y soldados del norte de Asbru. Muchos de los criados que acompañaran al rey y a sus súbditos a la tierra de dioses son ajenos al castillo Tartare, estos son proveídos por los nobles del oeste que ayudan a su rey en los tiempos que corren con lo que más tienen, criados y dinero.
Se preparan además de las monturas, soldados y criados a los estandartes, aquellas banderas que en lo alto llevan blasones de casas nobles y de renombre están por doquier y listas para flamear y llevar orgullo a aquellos que los portan y han hecho historia con ellos.
En el templo del oeste la vida despierta casi en su totalidad pero a un ritmo mucho más tranquilo que en el castillo y alrededores, allí hay paz y esperanza aunque nuevamente cae un poco la incertidumbre en dicho sitio al saber que el obispo Bishop nuevamente tiene que dejarlos a cuidado de un tercero debido a sus responsabilidades con la corona. Se prepara el obispo para desayunar con todos los fieles y dar una misa corta y algo informal antes de dirigirse al castillo de los Tartare y unirse a ellos en su viaje hacia la Tierra de Dioses. Incluso sin ser el creyente de los dioses de Asbru como guía espiritual del oeste y de los Tartare tiene que hacerse presente allí para bendecirlos y dar prueba de la fe de la región del oeste de Asbru.
-Mis buenos hijos de Asbru, y mis buenos hijos que han llegado con nosotros desde tierras lejanas, tengo que dejarlos unos días, como ya han sabido muchos de ustedes esta noche debo de estar llegando a la Tierra de Dioses junto al rey para dar un fin a este capítulo de nuestra historia. Aunque yo no está aquí nada debe cambiar, deben mantenerse tan unidos y solidarios como de costumbre. Aleishe está aquí con ustedes, y nuestros refugiados podrán quedarse si lo desean, eso siempre y cuando no interrumpamos la labor de los soldados del rey-Habla con su rebaño dándole consejos y explicando algo del asunto que lo llevara lejos de su templo. Deja claro el punto sobre los refugiados extranjeros como Rei y Seikato y cualquier otro refugiado que pudiese llegar próximamente en busca de ayuda a ese lugar. Aleishe según el queda a cargo del lugar hasta que el regrese días después de su viaje al sureste, viaje que no debería tomarle más de una semana, en 2 o 3 días debería de estar de regreso si nada sale de sus planes abruptamente.
La ciudad en si despierta algo acelerada, pocos saben o entienden que está pasando en el castillo de los Tartare, parecen como si estuviesen despertando para ir a pelear una guerra segura, pero ellos como simples ciudadanos que son no pueden saberlo con facilidad por lo que muchos de ellos comienzan a dirigirse lentamente hacia el castillo para enterarse de que rayos está pasando con la región del oeste donde ellos viven.
Con las sombras de la noche aun sin disiparse por completo comienza el Día del Destino en Asbru, reyes y príncipes de todas las puntas de la región se verán al finalizar el día cara a cara y decidirán por si mismos el destino que le espera a sus tierras y a sus gentes, sangre y muerte, o paz y prosperidad, tan sencillo de entender pero tan complicado de llevar a cabo, tanto así que muchas veces escogen el mal peor por sobre el camino crucial a seguir.
NPC- Admin
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Fecha de inscripción : 23/12/2012
Re: Prologo una guerra, sexta parte: Dia del Destino
El día anterior fue completamente agotador, no solo porque logro regresar de su viaje, sino también por la alta actividad sexual que tuvo con dos criaturas fuera de lo común y muy libidinosas. Lans se aguanto en la cama a una dragona y a una súcubo, por separado pero lo hizo y eso no es algo que pueda decir cualquier hombre, y menos un humano. Al estar tan agotado durmió ese hombre como un tronco abrazado a su hermosa y sensual mujer que se quedo a dormir con él, sin pensar Lans que eso puede ser definitivo al terminar con ese amorío a escondidas pues se quedo a dormir en la habitación de Risty y no en la suya propia. Los despertaron a los gritos.
-¡Arriba Risty! Hay que trabajar ¿o aun no te sientes bien?- Preguntaron desde el otro lado de la puerta, fuera de la habitación una de las criadas del castillo trata de despertarla para saber si cumplirá ese día con el trabajo o si seguirá guardando reposo. Lans se despertó pesadamente y le acaricio el rostro a Risty y le beso los labios viendo si así se despierta, de otro modo tendrá que sacudirla un poco para que abra los ojos.
-Despierta preciosa, el día comienza y están preguntando por ti-Le habla fuerte y claro para asegurarse de que se despierte, hay mucho que hacer ese di y no está seguro Lans de que ella esta suficientemente recuperada como para salir del castillo el día de hoy. Mueve un poco la cintura dándole placer a la mujer para que abra los ojos del todo, luego de ello separa la cintura de la de su mujer ya que durmieron con los sexos unidos como lo hace toda pareja lujuriosa y pasional que se ama mucho. Hizo las pieles y sabanas a un lado para así empezar a vestirse. Con un trapo limpio se limpio un poco el cuerpo, el sudor y la intimidad que tenía mucho esperma y otros fluidos de la mujer que paso la noche con él, y luego si se termino de vestir del todo. Ya vestido espero a que Risty le respondiera a la mujer de fuera de la habitación, pero luego pensó y se dio cuenta de que no era necesario esperar, no siendo el quien habla. Se acerco a la puerta y la abrió a medio camino sorprendiendo a la mujer que estaba del otro lado que no se esperaba encontrarse cara a cara con el príncipe.
-Mi príncipe…Este, perdón por molestar-Agacho la cabeza en señal de respeto esperando a que este hablase.
-No se preocupe, eso es porque nadie espera a que un príncipe madrugue-Lo dice en tono de broma e hizo sonreír a la mujer que poco a poco se fue retirando de aquel lugar. -Ahora ve a despertar a todo el resto, no se quedaran a dormir mientras su príncipe ya está despierto y trabajando-De ese modo se olvida Lans de que haya sospechas sobre Risty y el. Se queda parado en el umbral de la entrada de la habitación de la súcubo para saber que hará ella a continuación, si se queda en la cama o si se vendrá con él hacia la frontera norte a hacerle frente a los incursores de dicha región.
-¡Arriba Risty! Hay que trabajar ¿o aun no te sientes bien?- Preguntaron desde el otro lado de la puerta, fuera de la habitación una de las criadas del castillo trata de despertarla para saber si cumplirá ese día con el trabajo o si seguirá guardando reposo. Lans se despertó pesadamente y le acaricio el rostro a Risty y le beso los labios viendo si así se despierta, de otro modo tendrá que sacudirla un poco para que abra los ojos.
-Despierta preciosa, el día comienza y están preguntando por ti-Le habla fuerte y claro para asegurarse de que se despierte, hay mucho que hacer ese di y no está seguro Lans de que ella esta suficientemente recuperada como para salir del castillo el día de hoy. Mueve un poco la cintura dándole placer a la mujer para que abra los ojos del todo, luego de ello separa la cintura de la de su mujer ya que durmieron con los sexos unidos como lo hace toda pareja lujuriosa y pasional que se ama mucho. Hizo las pieles y sabanas a un lado para así empezar a vestirse. Con un trapo limpio se limpio un poco el cuerpo, el sudor y la intimidad que tenía mucho esperma y otros fluidos de la mujer que paso la noche con él, y luego si se termino de vestir del todo. Ya vestido espero a que Risty le respondiera a la mujer de fuera de la habitación, pero luego pensó y se dio cuenta de que no era necesario esperar, no siendo el quien habla. Se acerco a la puerta y la abrió a medio camino sorprendiendo a la mujer que estaba del otro lado que no se esperaba encontrarse cara a cara con el príncipe.
-Mi príncipe…Este, perdón por molestar-Agacho la cabeza en señal de respeto esperando a que este hablase.
-No se preocupe, eso es porque nadie espera a que un príncipe madrugue-Lo dice en tono de broma e hizo sonreír a la mujer que poco a poco se fue retirando de aquel lugar. -Ahora ve a despertar a todo el resto, no se quedaran a dormir mientras su príncipe ya está despierto y trabajando-De ese modo se olvida Lans de que haya sospechas sobre Risty y el. Se queda parado en el umbral de la entrada de la habitación de la súcubo para saber que hará ella a continuación, si se queda en la cama o si se vendrá con él hacia la frontera norte a hacerle frente a los incursores de dicha región.
Lans Tartare- Mensajes : 376
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Re: Prologo una guerra, sexta parte: Dia del Destino
Estaba super feliz ya que la noche la pase con mi amado haciendo de todo, me había recuperado ya que alimentándome de mi amito querido, los dos estábamos abrazados cuando escuche ruido fruncí el ceño no quería despertarme pero después sentí los mimos de mi amado y escuche sus dulces palabras que abrí lentamente mis ojos para decirle
- jooo! quiero estar mas en la camita contigo abrazada
Le dije con un tono lastimero para ver si colaba, sentí lo que me hizo y una enorme sonrisa apareció en mi rostro, cuando se separo de mi y se levanto de la cama lo mire e hinche los mofletes para decirle con una enorme sonrisa en mis labios - agua fiestas - dicho eso le saque la lengua, cuando escuche los golpes otra vez en la puerta mientras miraba a mi amado vestirse, sin mas tome mi forma de elfa de nuevo antes de que mi apuesto amo abriera la puerta y mientras los escuchaba me vestí.
Una vez que vi como se marchaba la chica me acerque a mi amado y lo abrace por la espalda pasando mis brazos por su cintura y poniéndome de puntillas le dije al oído - jejeje, casi nos pilla y mas con mi forma verdadera - dicho eso le di un beso en su mejilla para así separarme de el y ponerme delante de el para guiñarle un ojo para empezar a caminar para ir con el, ya que no iba a dejar que se fuera sin mi
- jooo! quiero estar mas en la camita contigo abrazada
Le dije con un tono lastimero para ver si colaba, sentí lo que me hizo y una enorme sonrisa apareció en mi rostro, cuando se separo de mi y se levanto de la cama lo mire e hinche los mofletes para decirle con una enorme sonrisa en mis labios - agua fiestas - dicho eso le saque la lengua, cuando escuche los golpes otra vez en la puerta mientras miraba a mi amado vestirse, sin mas tome mi forma de elfa de nuevo antes de que mi apuesto amo abriera la puerta y mientras los escuchaba me vestí.
Una vez que vi como se marchaba la chica me acerque a mi amado y lo abrace por la espalda pasando mis brazos por su cintura y poniéndome de puntillas le dije al oído - jejeje, casi nos pilla y mas con mi forma verdadera - dicho eso le di un beso en su mejilla para así separarme de el y ponerme delante de el para guiñarle un ojo para empezar a caminar para ir con el, ya que no iba a dejar que se fuera sin mi
Risty Keikodi- Mensajes : 290
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Re: Prologo una guerra, sexta parte: Dia del Destino
La noche paso sin pena ni gloria en el campamento de los jinetes del norte; las rondas se hicieron de fomra normal como suele suceder; ahora desde temprano los hombres comienzan a agolparse alrededor de las fogatas para poder comenzar un nuevo dia, mientras que algunos empiezan a despertar recien despues de una relajante y reponedora noche, otros ya se encuentran de pie para realizar los cambios de guardia y algunos ya empezando a desayunar, vestirse y alimentar a sus caballos. Yo al igual que mis hombres tambien madruge; viendome vestida no con armadura como es de costumbre, sino que por el entre tanto uso un vestido rojo, pareciendo mas una dama de la alta aristocracia que una fiera guerrera; recordandome en cierto modo que aun sigo siendo una mujer.
De inmediato habia pedido un informe de lo que habia sucedido durante la noche; no tardaron en acercarse los rondines y centinelas; los cuales se presentaron ante mi arrodillandose respetuosamente. -¿Tienen algo que reportar ?; quiero la situacion completa de lo sucedido durante la noche.- Fue lo primero que pregunte, deseaba saberlo todo y practicamente yo sabria de inmediato si es que me estuvieran ocultando algo. Fue entonces cuando uno de los soldados tomo la palabra. - Nada que reportar princesa, la noche transcurrio con toda normalidad.- En su voz se escucho la sinceridad, sino sabian perfectamente cual es el castigo si es que me ocultasen la informacion. Tras ello hice un gesto con mi mano para que se retirasen de mi presencia; fue entonces que uno de nuestros halcones mensajeros llego una misiva de uno de los espias, la cual no tardo en traerme Sir Galarent a mi presencia. En aquel papel habia informacion sobre que se efectuaria una reunion en las tierras sagradas, cosa que no era de mi conocimiento; de ser asi algo se fragua entre manos, quizas algo se esta planeando en nuestra contra o en contra de alguien. De inmediato mi rostro cambio tras terminar de leer dicho papel. - Quiero que recojan sus cosas, que todo hombre que pueda montar un caballo y blandir una espada se presente, iremos a esa reunion.- Solo di esa orden entrando a mi tienda nuevamente para prepararme mientras casi de inmediato los homres comenzaron a prepararse, a desarmar todo y ensillar sus caballos, partiamos a las tierras sagradas.
De inmediato habia pedido un informe de lo que habia sucedido durante la noche; no tardaron en acercarse los rondines y centinelas; los cuales se presentaron ante mi arrodillandose respetuosamente. -¿Tienen algo que reportar ?; quiero la situacion completa de lo sucedido durante la noche.- Fue lo primero que pregunte, deseaba saberlo todo y practicamente yo sabria de inmediato si es que me estuvieran ocultando algo. Fue entonces cuando uno de los soldados tomo la palabra. - Nada que reportar princesa, la noche transcurrio con toda normalidad.- En su voz se escucho la sinceridad, sino sabian perfectamente cual es el castigo si es que me ocultasen la informacion. Tras ello hice un gesto con mi mano para que se retirasen de mi presencia; fue entonces que uno de nuestros halcones mensajeros llego una misiva de uno de los espias, la cual no tardo en traerme Sir Galarent a mi presencia. En aquel papel habia informacion sobre que se efectuaria una reunion en las tierras sagradas, cosa que no era de mi conocimiento; de ser asi algo se fragua entre manos, quizas algo se esta planeando en nuestra contra o en contra de alguien. De inmediato mi rostro cambio tras terminar de leer dicho papel. - Quiero que recojan sus cosas, que todo hombre que pueda montar un caballo y blandir una espada se presente, iremos a esa reunion.- Solo di esa orden entrando a mi tienda nuevamente para prepararme mientras casi de inmediato los homres comenzaron a prepararse, a desarmar todo y ensillar sus caballos, partiamos a las tierras sagradas.
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Re: Prologo una guerra, sexta parte: Dia del Destino
Extrañamente estaba hablando con aquella mujer Ángel quien minutos atrás se paro diciéndome si necesitaba algo, sabiendo que era así, me levante de donde estaba para quedar a su altura y hablarle. – ¿Está permitido salir de aquí? –Le preguntaba porque no sabía si se podía o no. –Pregunto porque capaz mi compañera y yo no podamos debido a que somos extranjeros y todo eso, y de paso el lió que sea armo –Decía para luego sonreír mientras le miraba a la cara. –Espero puedas ayudarnos –Hable en plural ya que debía ayudar a Rei pero no sabía si ella seguiría o se quedaría, eso era algo que debía preguntarle personalmente. Aunque antes de poder decirle algo a la joven de cabellos rubios. El sacerdote empezó a decir unas palabras respecto a nosotros, al parecer y como escuchaba el Ángel quedaba a cargo ya que él se iba de vieja a un lugar lejano, y espere a que terminara de hablar y también ver si la joven Ángel decía algo al respecto.
Luego de que ella lo hiciera le diría que me acompañase a visitar a Rei para saber cómo se encontraba y preguntarle si ella seguiría o se quedaría, aun así creía que me ayudaría, solo esperaba no estar equivocado.
Luego de que ella lo hiciera le diría que me acompañase a visitar a Rei para saber cómo se encontraba y preguntarle si ella seguiría o se quedaría, aun así creía que me ayudaría, solo esperaba no estar equivocado.
Seikato- Mensajes : 88
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Re: Prologo una guerra, sexta parte: Dia del Destino
Al parecer aquel joven extraño acabo respondiendome con una pregunta. Desconocía los problemas que podía tener alli y las leyes que guiaban a todos en la iglesia o con los guardias y habia cosas que no lograba entender. En un principio mi primera respuesta habría sido un simple"claro que se puede salir y entrar cuando uno quiera, es la casa del gran dios", sin embargo algo en mi instinto humano o demoniaco mas bien me decia que no era la respuesta correcta. Si estaba alli por el sacerdote era por alguna razon. Pero a pesar de todolo que dijo y de las pruebas claras, su ultima palabra me dejo con una clara carga. Esperaba que yo les ayudara a salir de alli. aunque eso deberia preguntarselo al sacerdote.
-Tengo una cosa muy importante que hablar con el Sacerdote, si puedo le hablare de tu problema lo haré, pero hay poco tiempo.
Dije alejándome del chico y cogiendo al sacerdote justo antes de que se marchara hara contarle el problema muy resumido y bien explicado. Aunque ahora no podria hacer nada, cuando volviese podria actuar al respecto o incluso contarme que podía ser. Poco tiempo despues se despidieron de todos, dejandome a mi al cargo y hablando de los extranjeros y demas gente en la iglesia. Me despedí deseandole suerte y volví con Seikato.
-No soy yo quien debería decidir esas cosas, pero también, el sacerdote dijo que los extranjeros podian quedarse si lo deseaban, pero sin molestar a los soldados. No dijo nada de prohibiros salir. Por mi parte... a ti y a tu amiga os recomentaría quedaros un día mas. Pasaron cosas extrañas la otra noche y...no creo que salir fuera sea muy seguro aún. Sera mas problematico si sois extranjeros o viajais solos.
Dije mirandole con dudas, ahora tendria que solucionar todos los problemas de toda aquella gente, los soldados y demas. Nunca habia dado consejo ni sabia pensar muy bien. Simplemente habia nacido para seguir ordenes y mandar era algo que según Tyrael yo podria lograr, pero que yo nunca habia creido. ahora era el momento de descubrir si aquel viejo angel tenia razón y estaba hecha para mas que seguir unas simples ordenes.
-Está bien, ire a ver a tu amiga. Pero no podré estar mucho tiempo, ahora mismo tengo que hacerme cargo de muchas cosas. Como acabas de oir me dejaron al cargo y no puedo dividirme para estar en todas partes.
"Y mas me vale hacerlo bien" pensé en mi futuro en aquel lugar. Con los enanos no me habia ido bien y ahora que porfin me ivan bien las cosas todo podia torcerse. Ellos confiaban en mi y me daban fuerzas, pero si fracasaba perderian la fé y eso era lo ultimo que yo deseaba.
-Tengo una cosa muy importante que hablar con el Sacerdote, si puedo le hablare de tu problema lo haré, pero hay poco tiempo.
Dije alejándome del chico y cogiendo al sacerdote justo antes de que se marchara hara contarle el problema muy resumido y bien explicado. Aunque ahora no podria hacer nada, cuando volviese podria actuar al respecto o incluso contarme que podía ser. Poco tiempo despues se despidieron de todos, dejandome a mi al cargo y hablando de los extranjeros y demas gente en la iglesia. Me despedí deseandole suerte y volví con Seikato.
-No soy yo quien debería decidir esas cosas, pero también, el sacerdote dijo que los extranjeros podian quedarse si lo deseaban, pero sin molestar a los soldados. No dijo nada de prohibiros salir. Por mi parte... a ti y a tu amiga os recomentaría quedaros un día mas. Pasaron cosas extrañas la otra noche y...no creo que salir fuera sea muy seguro aún. Sera mas problematico si sois extranjeros o viajais solos.
Dije mirandole con dudas, ahora tendria que solucionar todos los problemas de toda aquella gente, los soldados y demas. Nunca habia dado consejo ni sabia pensar muy bien. Simplemente habia nacido para seguir ordenes y mandar era algo que según Tyrael yo podria lograr, pero que yo nunca habia creido. ahora era el momento de descubrir si aquel viejo angel tenia razón y estaba hecha para mas que seguir unas simples ordenes.
-Está bien, ire a ver a tu amiga. Pero no podré estar mucho tiempo, ahora mismo tengo que hacerme cargo de muchas cosas. Como acabas de oir me dejaron al cargo y no puedo dividirme para estar en todas partes.
"Y mas me vale hacerlo bien" pensé en mi futuro en aquel lugar. Con los enanos no me habia ido bien y ahora que porfin me ivan bien las cosas todo podia torcerse. Ellos confiaban en mi y me daban fuerzas, pero si fracasaba perderian la fé y eso era lo ultimo que yo deseaba.
Aleishe- Mensajes : 335
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Re: Prologo una guerra, sexta parte: Dia del Destino
Una vez más el astro sol salió en el horizonte ya me sentía mejor de mi resfriado y la verdad esta mañana ha sido muy ruidosa y la verdad no comprendo el por qué de tanto alboroto, me acomode un poco para luego asearme, al terminar de hacer lo mío salí de la habitación la cual me parecía un lugar muy callado y solitario y no es muy que me agrade la soledad es que no me siento a gusta en ese lugar sin escuchar a las aves y la naturaleza.
Tras andar por el castillo llegue a un lugar el cual me sorprendió ver a tantas personas alistándose al parecer a una guerra todos mostrando sus armaduras y sus armas cosa que en verdad me impresiono esta formación se ve distinta a la mostrada en televisión simplemente permanecí en ese lugar viendo como ellos están preparándose para salir y la verdad todo eso me intriga un poco ya que puede surgir una batalla o una guerra y eso en verdad no es de mi agrado ya que soy una aprendiz de doctora y la verdad a mí me gusta ayudar a los demás pero verse matándose entre si por cuestiones estúpidas no es de mi agrado y las mayorías de esas guerras son por poder – me pregunto qué sucederá en este lugar – hable para mí misma mientras permanecía en ese sitio.
Tras andar por el castillo llegue a un lugar el cual me sorprendió ver a tantas personas alistándose al parecer a una guerra todos mostrando sus armaduras y sus armas cosa que en verdad me impresiono esta formación se ve distinta a la mostrada en televisión simplemente permanecí en ese lugar viendo como ellos están preparándose para salir y la verdad todo eso me intriga un poco ya que puede surgir una batalla o una guerra y eso en verdad no es de mi agrado ya que soy una aprendiz de doctora y la verdad a mí me gusta ayudar a los demás pero verse matándose entre si por cuestiones estúpidas no es de mi agrado y las mayorías de esas guerras son por poder – me pregunto qué sucederá en este lugar – hable para mí misma mientras permanecía en ese sitio.
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Mimi Houllier- Mensajes : 47
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Re: Prologo una guerra, sexta parte: Dia del Destino
Entre tantas personas que uno puede encontrarse en cada pueblo siempre se encontraran personas que destaquen por sobre los demás, ya sea por herencia, raza, nobleza o fuerza, por estudios o simplemente por un don, y en el oeste esas pocas personas se ponen en acción.
En la iglesia el obispo Bishop ya dijo lo suyo y se dedicaba a encaminarse hacia el castillo del oeste, pero debido a la insistencia de Aleishe se hizo un momento para escuchar lo sucedido en los días anteriores en la propia iglesia, algo de no creer. El viejo obispo lo piensa unos momentos antes de poder decir algo, porque en verdad que lo relatado por el ángel es de lo más extraño.
-Es extraño y preocupante aquello que me cuentas Aleishe, no han muerto tantas personas como para que haya seres así en la iglesia…Pero no se mucho sobre los espíritus ni otras cosas de otros mundos ocultos, así que solo puedo decir que hagas lo mismo que la vez anterior si aparecen…Aunque no creo que aparezcan si las cosas marchan bien-Es todo lo que puede aconsejar el sacerdote de momento al ángel, ya podrán hablar más largo y tendido una vez regrese de la Tierra de Dioses.
En el castillo del oeste el rey Beld Tartare se encuentra listo para partir con una gran comitiva tras él, algunos soldados reconocidos como el maestro de armas, el maestro de exploradores y otros caballeros de renombre entre otros le acompañan. Se ve llegar al rato al hijo del rey, solemne hijo que sigue los pasos del padre, allí está hecho toda una gloria armado completamente para la batalla, aunque ese día padre e hijo no cabalgaran juntos como suelen hacerle desde hace ya una década, el destino del padre y del hijo en ese día es un destino tan diferente, pero a la vez tan importante para el pueblo que gobiernan que es imposible de ignorar.
-Te ves bien hijo mio, espero que esa cabeza tuya este tan reluciente como la armadura que portas-Siempre suelen hablar así, saltándose la mayoría de veces los saludos formales y otras normas que se supone tiene que tener la realeza. –Creo que no tengo que decirte lo que debes hacer, menos explicar lo que yo debo hacer, lo único importante es cumplir cada parte-Se toman las manos y se saludan como hombres, padre e hijo mientras se miran serios a los ojos, gente que sabe bien cómo hablar, como expresarse y llegar a los corazones de aquellos que los escuchan extrañamente, o bueno, parece extraño que se hablen tan poco en circunstancias como esas. Se separan un poco padre e hijo para montar mientras el rey toma la vanguardia de la gran caravana armada que lentamente se desplaza hacia la salida principal del castillo entre saludos y trompetas, cuernos de guerra que anuncian la partida del rey y de sus hombres de guerra.
Ya fuera del castillo, con las puertas aun detrás de sí y algunos hombres terminando de cruzar ese umbral el rey se detiene frente a una gran cantidad de personas que se reunieron en las afueras del castillo sabiendo que algo grave y de importancia está sucediendo como para que el mismísimo rey de la región oeste tenga que movilizarse en persona. Tras unos momentos de silencio y de observar a la muchedumbre del lugar encuentra el rey las palabras adecuadas para dirigirse a la misma de un modo en que sea comprensible el mensaje que quiere trasmitirles.
-Oídme fieles mesnadas, dejo mi hogar atrás, mi familia mi legado, ellos los han de acompañar. Mi persona no yacerá aquí en cuerpo, pero mi corazón y alma por ustedes velaran. Manteneos unidos y organizados, se los brazos y las piernas del oeste, aférrense en uno del otro y nada malo ha de pesar.– Flamean las banderas y estandartes de fondo mientras visualiza la mayor cantidad de personas que su visión le permite desde su montura.- Aquí marcha Beld Tartare, rey oeste caballero negro, caballero exiliado por hombres que del cielo solo su color conocen, pero nosotros bien conocemos su color, su esencia y lo que allí os espera. Fieles hombres y mujeres que conmigo aquí llegaron conmigo parten y observaran la cara de los reyes de Asbru ¡Al encuentro de los dioses!-Levanto el puño derecho al cielo junto a toda su comitiva que empieza la marcha hacia la zona sur de la ciudad seguidos y apoyados por los allí plebeyos presentes, los no interesados en esos asuntos se han quedado en otros sitios como la posada o la iglesia, y muchos otros simplemente no se sienten con las fuerzas necesarias como para presentarse allí a acompañarlos. El grueso de la formación va dejando el castillo completamente para guiar su marcha a través de los caminos principales al ser los únicos con anchura suficiente como para albergar esa gran cantidad de hombres a la vez sin detenerlos demasiado. Algunos se saludan al pasar otros simplemente mantienen la vista al frente o conversan entre ellos deteniéndose solo cuando el sacerdote se encontró con ellos. Le saludan respetuosamente y reciben sus bendiciones uniéndose el también a la marcha para tiempo después casi una hora de andar dejar la ciudad del oeste, su castillo y la villa aledaña atrás y deambular por caminos algo desolados, será así hasta dar con algunos pueblos que quedan de camino al sur que de seguro están despoblados debido a los sucesos de los días anteriores donde para seguridad de los habitantes se los reunió a todos cerca del castillo donde la seguridad es muy fuerte.
Se sorprenderían al saber de los cambios de planes del enemigo que también deja las tierras del oeste para dirigirse hacia el sur, pero eso no lo sabrán aun porque recién en esos momentos los vigías del oeste comienzan a comprender las intenciones de los invasores y comienzan a enviar cuervos y palomas en dirección del castillo de los Tartare los cuales tardaran al menos más de media hora en llegar a destino.
De ese modo el oeste queda dividido a la mitad, una parte con Beld Tartare yendo hacia el sur, y con Lans Tartare la otra mitad hacia el norte, y unos pocos residentes en la ciudad a la espera de que nada malo suceda ni en una punta ni en la otra, ni al padre ni al hijo.
En la iglesia el obispo Bishop ya dijo lo suyo y se dedicaba a encaminarse hacia el castillo del oeste, pero debido a la insistencia de Aleishe se hizo un momento para escuchar lo sucedido en los días anteriores en la propia iglesia, algo de no creer. El viejo obispo lo piensa unos momentos antes de poder decir algo, porque en verdad que lo relatado por el ángel es de lo más extraño.
-Es extraño y preocupante aquello que me cuentas Aleishe, no han muerto tantas personas como para que haya seres así en la iglesia…Pero no se mucho sobre los espíritus ni otras cosas de otros mundos ocultos, así que solo puedo decir que hagas lo mismo que la vez anterior si aparecen…Aunque no creo que aparezcan si las cosas marchan bien-Es todo lo que puede aconsejar el sacerdote de momento al ángel, ya podrán hablar más largo y tendido una vez regrese de la Tierra de Dioses.
En el castillo del oeste el rey Beld Tartare se encuentra listo para partir con una gran comitiva tras él, algunos soldados reconocidos como el maestro de armas, el maestro de exploradores y otros caballeros de renombre entre otros le acompañan. Se ve llegar al rato al hijo del rey, solemne hijo que sigue los pasos del padre, allí está hecho toda una gloria armado completamente para la batalla, aunque ese día padre e hijo no cabalgaran juntos como suelen hacerle desde hace ya una década, el destino del padre y del hijo en ese día es un destino tan diferente, pero a la vez tan importante para el pueblo que gobiernan que es imposible de ignorar.
-Te ves bien hijo mio, espero que esa cabeza tuya este tan reluciente como la armadura que portas-Siempre suelen hablar así, saltándose la mayoría de veces los saludos formales y otras normas que se supone tiene que tener la realeza. –Creo que no tengo que decirte lo que debes hacer, menos explicar lo que yo debo hacer, lo único importante es cumplir cada parte-Se toman las manos y se saludan como hombres, padre e hijo mientras se miran serios a los ojos, gente que sabe bien cómo hablar, como expresarse y llegar a los corazones de aquellos que los escuchan extrañamente, o bueno, parece extraño que se hablen tan poco en circunstancias como esas. Se separan un poco padre e hijo para montar mientras el rey toma la vanguardia de la gran caravana armada que lentamente se desplaza hacia la salida principal del castillo entre saludos y trompetas, cuernos de guerra que anuncian la partida del rey y de sus hombres de guerra.
Ya fuera del castillo, con las puertas aun detrás de sí y algunos hombres terminando de cruzar ese umbral el rey se detiene frente a una gran cantidad de personas que se reunieron en las afueras del castillo sabiendo que algo grave y de importancia está sucediendo como para que el mismísimo rey de la región oeste tenga que movilizarse en persona. Tras unos momentos de silencio y de observar a la muchedumbre del lugar encuentra el rey las palabras adecuadas para dirigirse a la misma de un modo en que sea comprensible el mensaje que quiere trasmitirles.
-Oídme fieles mesnadas, dejo mi hogar atrás, mi familia mi legado, ellos los han de acompañar. Mi persona no yacerá aquí en cuerpo, pero mi corazón y alma por ustedes velaran. Manteneos unidos y organizados, se los brazos y las piernas del oeste, aférrense en uno del otro y nada malo ha de pesar.– Flamean las banderas y estandartes de fondo mientras visualiza la mayor cantidad de personas que su visión le permite desde su montura.- Aquí marcha Beld Tartare, rey oeste caballero negro, caballero exiliado por hombres que del cielo solo su color conocen, pero nosotros bien conocemos su color, su esencia y lo que allí os espera. Fieles hombres y mujeres que conmigo aquí llegaron conmigo parten y observaran la cara de los reyes de Asbru ¡Al encuentro de los dioses!-Levanto el puño derecho al cielo junto a toda su comitiva que empieza la marcha hacia la zona sur de la ciudad seguidos y apoyados por los allí plebeyos presentes, los no interesados en esos asuntos se han quedado en otros sitios como la posada o la iglesia, y muchos otros simplemente no se sienten con las fuerzas necesarias como para presentarse allí a acompañarlos. El grueso de la formación va dejando el castillo completamente para guiar su marcha a través de los caminos principales al ser los únicos con anchura suficiente como para albergar esa gran cantidad de hombres a la vez sin detenerlos demasiado. Algunos se saludan al pasar otros simplemente mantienen la vista al frente o conversan entre ellos deteniéndose solo cuando el sacerdote se encontró con ellos. Le saludan respetuosamente y reciben sus bendiciones uniéndose el también a la marcha para tiempo después casi una hora de andar dejar la ciudad del oeste, su castillo y la villa aledaña atrás y deambular por caminos algo desolados, será así hasta dar con algunos pueblos que quedan de camino al sur que de seguro están despoblados debido a los sucesos de los días anteriores donde para seguridad de los habitantes se los reunió a todos cerca del castillo donde la seguridad es muy fuerte.
Se sorprenderían al saber de los cambios de planes del enemigo que también deja las tierras del oeste para dirigirse hacia el sur, pero eso no lo sabrán aun porque recién en esos momentos los vigías del oeste comienzan a comprender las intenciones de los invasores y comienzan a enviar cuervos y palomas en dirección del castillo de los Tartare los cuales tardaran al menos más de media hora en llegar a destino.
De ese modo el oeste queda dividido a la mitad, una parte con Beld Tartare yendo hacia el sur, y con Lans Tartare la otra mitad hacia el norte, y unos pocos residentes en la ciudad a la espera de que nada malo suceda ni en una punta ni en la otra, ni al padre ni al hijo.
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Re: Prologo una guerra, sexta parte: Dia del Destino
Había dejado que la joven se fuera para hablar con el sacerdote pero ante ella irse, me hablo diciéndome que vería si podía hablar sobre el tema de nosotros dos, En parte era bueno que el Ángel estuviera dispuesta ayudarnos con nuestro problema, pero tenía la sensación de que ella estuviera como dudando de sí misma, capaz eran ideas mías, lo bueno es que nos ayudara además para eso son los Ángeles, aunque no hubiera tenido que pedirle ayuda a ella sino estuviera preocupado por Rei.
(¿Que estarás haciendo?)
Me pregunte a mi mismo la estar pensando en ella, seguramente se encontraba bien y descansando sin problemas, o eso creía porque desde unas cuantas horas ni siquiera había ido a verla, seguramente pensara que la deje aquí y me fui como si nada, cosa que hubiera hecho si no la hubiera encontrado en aquella nieve malherida, en parte me sentía como responsable por lo que le ocurrió porque si hubiera vencido aquella Arpía de todo esto no estaría pasando, aun así no podía culparme por el pasado.
Pasaron unos veinte minutos desde que la joven de cabellos rubios se fue hablar con el sacerdote que ya estaba de vuelta para informarme lo que había hablado con el obispo y sobre sus respuestas que le había dicho a ella. Al parecer como la Ángel me contaba teníamos como técnicamente vía libre de la iglesia, además de que podíamos quedarnos sin problemas, salvo que ella como me aconsejo que nos quedáramos aquí y que no saliéramos afuera sabiendo las cosas extrañas y peligrosas que habían pasado los días anteriores. A decir verdad tenía muchas ganas de salir y averiguar de dónde habían venido esas criaturas pero por Rei debía quedarme y hacerle caso a la joven ante mí. –De acuerdo, me quedare- Le dije con tranquilidad al estarla viendo, entre eso ella me dijo que iría a ver a Rei pero no podría estar por mucho tiempo debido a todo lo que tenía que hacer y de paso que el sacerdote le había dejado a cargo a ella de la iglesia, y era entendible. –Me parecer bien. Mejor vamos a ver como esta- Decía al estar girando y dirigiéndome junto con la joven a la habitación en donde se encontraba Rei.
Al llegar abrí la puerta sin antes tocar y capaz el Ángel me llamaría la atención por eso pero así era yo. –Rei,¿estás despierta?-Pregunte al ver si se encontraba despierta.
(¿Que estarás haciendo?)
Me pregunte a mi mismo la estar pensando en ella, seguramente se encontraba bien y descansando sin problemas, o eso creía porque desde unas cuantas horas ni siquiera había ido a verla, seguramente pensara que la deje aquí y me fui como si nada, cosa que hubiera hecho si no la hubiera encontrado en aquella nieve malherida, en parte me sentía como responsable por lo que le ocurrió porque si hubiera vencido aquella Arpía de todo esto no estaría pasando, aun así no podía culparme por el pasado.
Pasaron unos veinte minutos desde que la joven de cabellos rubios se fue hablar con el sacerdote que ya estaba de vuelta para informarme lo que había hablado con el obispo y sobre sus respuestas que le había dicho a ella. Al parecer como la Ángel me contaba teníamos como técnicamente vía libre de la iglesia, además de que podíamos quedarnos sin problemas, salvo que ella como me aconsejo que nos quedáramos aquí y que no saliéramos afuera sabiendo las cosas extrañas y peligrosas que habían pasado los días anteriores. A decir verdad tenía muchas ganas de salir y averiguar de dónde habían venido esas criaturas pero por Rei debía quedarme y hacerle caso a la joven ante mí. –De acuerdo, me quedare- Le dije con tranquilidad al estarla viendo, entre eso ella me dijo que iría a ver a Rei pero no podría estar por mucho tiempo debido a todo lo que tenía que hacer y de paso que el sacerdote le había dejado a cargo a ella de la iglesia, y era entendible. –Me parecer bien. Mejor vamos a ver como esta- Decía al estar girando y dirigiéndome junto con la joven a la habitación en donde se encontraba Rei.
Al llegar abrí la puerta sin antes tocar y capaz el Ángel me llamaría la atención por eso pero así era yo. –Rei,¿estás despierta?-Pregunte al ver si se encontraba despierta.
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Re: Prologo una guerra, sexta parte: Dia del Destino
Bien sabe Lans y bien siente que es mucho más placentero estar allí con Risty pasando el rato a solas, pero no puede evitar ser un aguafiestas como ella dice, el deber llama y Lans no es de los que ponen el honor por detrás de una mujer aunque muchos piensen que no es capaz de mantener su voluntad y su honor por encima de todo. No ha llegado el día en el que tenga que en poner en la balanza sus amores personales y el amor por el pueblo, una dura decisión que la mayoría de los gobernantes deben enfrentar en algún momento de su reinado.
-Por poco, pero no iba a dejar que eso suceda tan fácilmente-Es la respuesta de Lans a las palabras de Risty quien sale primero de la habitación que él quien sale tras ella en dirección al patio interior del castillo. No tardo mucho en enviar por sus armas y su armadura, estas le fueron traídas y comenzó a ataviarse su equipo completo para la batalla a excepción del yelmo que dejo sujeto al cinturón del lado derecho de su cuerpo. Luego continuo su camino hasta encontrarse con su padre, allí cara a cara dejo a Risty y a otras personas cercanas a él de lado para tener unas palabras a solas con su padre y rey. Desde donde están de todos modos se puede escuchar de lo que hablan, al menos los caballeros de confianza pueden oírlos debido a que padre e hijo no suelen hablar en voz baja, tienen voces poderosas y las usan sin reparo alguno.
-Dicen que me tengo rasgos parecidos a los de mi madre, aunque la dentadura se parece más a la tuya padre-Lans eligió bromear un poco antes de dar una verdadera respuesta-Si no tuviera una mente lúcida y juicio en mi accionar en estos momentos no estarías yendo hacia el sur padre-Esta más que claro que ningún padre deja a su hijo a cargo de todo si este no es capaz de manejar dicha situación, de lo contrario solo buscan la catástrofe. Luego de ese breve encuentro entre padre e hijo el rey dedico unas palabras a las personas presentes cerca del castillo e inicio su marcha por la ciudad y por la villa cercana al castillo en dirección sur, Lans en cambio tomo hacia otra dirección, hacia el norte, un destino muy distinto al de su padre.
-Ahora debemos vosotros hacer vuestra parte, proteger vuestra tierra, a vuestros hermanos y vuestros hijos, haced valer la valentía de nuestros abuelos y padres…Afilad la vista y el puñal tanto como el alma y el corazón mis buenas y honradas mesnadas-No levanto demasiado la voz Lans, estuvo serio y con un sentimiento profundo nacido del corazón, pues sabe que realmente va a correr sangre en su región si se llegase a topar con las gentes del norte y muchos de los allí presentes no vivirán para contarlo…Las canciones bonitas y las historias heroicas no apaciguaran el dolor de aquellos que atrás quedan si llegase a parecer ese que vieron partir, y aunque bien se aprecia siempre al guerrero y al héroe la victoria y dicha hazaña suele tener en el fondo del vaso cuando esta queda vacía un amargo sabor.
-Por poco, pero no iba a dejar que eso suceda tan fácilmente-Es la respuesta de Lans a las palabras de Risty quien sale primero de la habitación que él quien sale tras ella en dirección al patio interior del castillo. No tardo mucho en enviar por sus armas y su armadura, estas le fueron traídas y comenzó a ataviarse su equipo completo para la batalla a excepción del yelmo que dejo sujeto al cinturón del lado derecho de su cuerpo. Luego continuo su camino hasta encontrarse con su padre, allí cara a cara dejo a Risty y a otras personas cercanas a él de lado para tener unas palabras a solas con su padre y rey. Desde donde están de todos modos se puede escuchar de lo que hablan, al menos los caballeros de confianza pueden oírlos debido a que padre e hijo no suelen hablar en voz baja, tienen voces poderosas y las usan sin reparo alguno.
-Dicen que me tengo rasgos parecidos a los de mi madre, aunque la dentadura se parece más a la tuya padre-Lans eligió bromear un poco antes de dar una verdadera respuesta-Si no tuviera una mente lúcida y juicio en mi accionar en estos momentos no estarías yendo hacia el sur padre-Esta más que claro que ningún padre deja a su hijo a cargo de todo si este no es capaz de manejar dicha situación, de lo contrario solo buscan la catástrofe. Luego de ese breve encuentro entre padre e hijo el rey dedico unas palabras a las personas presentes cerca del castillo e inicio su marcha por la ciudad y por la villa cercana al castillo en dirección sur, Lans en cambio tomo hacia otra dirección, hacia el norte, un destino muy distinto al de su padre.
-Ahora debemos vosotros hacer vuestra parte, proteger vuestra tierra, a vuestros hermanos y vuestros hijos, haced valer la valentía de nuestros abuelos y padres…Afilad la vista y el puñal tanto como el alma y el corazón mis buenas y honradas mesnadas-No levanto demasiado la voz Lans, estuvo serio y con un sentimiento profundo nacido del corazón, pues sabe que realmente va a correr sangre en su región si se llegase a topar con las gentes del norte y muchos de los allí presentes no vivirán para contarlo…Las canciones bonitas y las historias heroicas no apaciguaran el dolor de aquellos que atrás quedan si llegase a parecer ese que vieron partir, y aunque bien se aprecia siempre al guerrero y al héroe la victoria y dicha hazaña suele tener en el fondo del vaso cuando esta queda vacía un amargo sabor.
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Re: Prologo una guerra, sexta parte: Dia del Destino
- jejeje, eres el mejor amor mio
le dije a mi querido amo y amante, así que cuando me adelante un poco moviendo mi trasero de un lado a el otro con ganas de provocarlo un poco, ya que estaba contenta, vi como este pedía sus cosas y cuando se las trajeron empezó a ponerse la armadura que yo ayude a ponerse, yo a pesar de el no usaba armadura de combate pero si ropas de cuero oscuras que me protegían del frió y de los ataques no tan bien como la armadura de mi amado pero algo me protegía, ademas a mi me gustaba mas la movilidad a la hora de atacar a mis enemigos con mi espada.
Cuando llegamos a la plaza este se separo de mi para ir con su padre, yo en cambio espere a que se quedara solo para acercarme de nuevo les iba a dejar hablar tranquilamente, me cruce de brazos por debajo de mis pechos y me apoye contra uno de los muros, de donde estaba escuche todo lo que decían no porque quisiera sino porque tanto padre como hijo no hablaban en voz baja, cuando ambos terminaron y tomaron direcciones opuestas me acerque de nuevo a Lans y escuche su discurso le sonreí y le dije con un tono cariñoso
- siempre sabes que decir para animar a la gente y eso me gusta
le sonreí y espere a ver que hacíamos ahora mismo, ya que todo esto no me gustaba nada la verdad
le dije a mi querido amo y amante, así que cuando me adelante un poco moviendo mi trasero de un lado a el otro con ganas de provocarlo un poco, ya que estaba contenta, vi como este pedía sus cosas y cuando se las trajeron empezó a ponerse la armadura que yo ayude a ponerse, yo a pesar de el no usaba armadura de combate pero si ropas de cuero oscuras que me protegían del frió y de los ataques no tan bien como la armadura de mi amado pero algo me protegía, ademas a mi me gustaba mas la movilidad a la hora de atacar a mis enemigos con mi espada.
Cuando llegamos a la plaza este se separo de mi para ir con su padre, yo en cambio espere a que se quedara solo para acercarme de nuevo les iba a dejar hablar tranquilamente, me cruce de brazos por debajo de mis pechos y me apoye contra uno de los muros, de donde estaba escuche todo lo que decían no porque quisiera sino porque tanto padre como hijo no hablaban en voz baja, cuando ambos terminaron y tomaron direcciones opuestas me acerque de nuevo a Lans y escuche su discurso le sonreí y le dije con un tono cariñoso
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le sonreí y espere a ver que hacíamos ahora mismo, ya que todo esto no me gustaba nada la verdad
Risty Keikodi- Mensajes : 290
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Re: Prologo una guerra, sexta parte: Dia del Destino
En un tres por tres el campamento de inmediato se levanto; de haber un conglomerado de hombres acampando, paso nuevamente a ser tierra desocupada; el asunto es muy simple, ir a aquella reunion como sea; interseptar si es posible a aquellos que estan quizas conspirando en nuestra contra; de seguro mi abuelo, mi padre y mi hermano no saben absolutamente nada de todo esto. Por mi cuenta; al mando de los hombres del Paramo, los jinetes de las tierras del Norte, una de las tres regiones de donde nuestros hombres se mueven. No tardo nada en ensillar mi caballo y subirme al el cuando uno de los hombres se me acerca. - Princesa; uno de nuestros halcones ha interceptado algo que deberia ver.- Efectivamente, lo que trae uno de los halcones mensajeros que utilizamos es una paloma en una de sus garras; por la vista se puede ver que no es un ave cualquiera, ya que en una de sus patas lleva alguna clase de papel en su interior, seguramente un mensaje enemigo. - Hmmm... de seguro es de la red de informacion enemiga... harbra un pequeño cambio de planes. Informa a mi padre y a mi hermano de lo que esta sucediendo; envia un mensaje a los hombres del Folde Oeste y Este; que vayan al punto de reunion; nosotros nos adelantaremos hasta ese punto; y cuando estemos reunidos, marcharemos a las tierras sagradas... con todos.- Ese fue el mensaje que di; practicamente esta vez no correria riesgos; no solo enviaria halcones mensajeros, sino que ademas irian jinetes por rutas diferentes para llevar el mismo mensaje; una estrategia para que mis mensajes llegaran si o si a las tropas que yo misma estoy convocando, sin siquiera pedir autorizacion de nadie, unicamente poniendo a mi disposicion la cantidad de hombres que yo estimo necesaria para llevar a cabo dicha mision.
El soldado accedio de inmediato y sin titubear siguio mis ordenes al pie de la letra; sin fallar en ninguna cosa, sino ya conoceria cual es su castigo. No tarde en volver a lo que me disponia hacer; fue entonces que comence el camino hacia la delantera de la turba. - Adelante... jinetes del Norte.- Fue lo unico que dije para comenzar a avanzar a toda velocidad; mientras detras de mi venian siguiendome los lanceros, arqueros a caballo junto con el resto de los jinetes.
El soldado accedio de inmediato y sin titubear siguio mis ordenes al pie de la letra; sin fallar en ninguna cosa, sino ya conoceria cual es su castigo. No tarde en volver a lo que me disponia hacer; fue entonces que comence el camino hacia la delantera de la turba. - Adelante... jinetes del Norte.- Fue lo unico que dije para comenzar a avanzar a toda velocidad; mientras detras de mi venian siguiendome los lanceros, arqueros a caballo junto con el resto de los jinetes.
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Re: Prologo una guerra, sexta parte: Dia del Destino
La ciudad que días anteriores se unió toda como una ahora va quedando por el contrario vacía, como si todos desde un comienzo hubiesen sido reunidos para ese momento, como si hubiesen sido reclutados para la guerra y la defensa de la zona más importante de la región aunque en realidad solo fue una casualidad.
Marchan los ejércitos del oeste en diferentes direcciones, pero de todas maneras marchan a paso firme y seguro, pudiendo tal vez reencontrarse en días venideros nuevamente como uno solo si todo va bien en la región oeste. Las tropas que quedaron en el castillo se reúnen junto al príncipe de la región tras la despedida con su padre y esperan ordenes, ordenes que de seguro los lleven a marchar una larga jornada, pero ni de cerca tan larga como el dirigirse hacia el sur hacia la Tierra de Dioses.
La princesa Oda, la menor es llevada a una mejor “celda” , que en realidad es una habitación dentro de todo bastante cómoda siendo tratada así como una prisionera de la nobleza real, como debió ser desde un principio.
Así como los soldados del oeste siguen a Lans ciegamente los soldados del norte siguen ciegamente a su líder Aravir quien ordena la puesta en marcha de su ejército tras dar captura a una de las tantas aves que vuelan en las regiones de Asbru. Hoy por hoy muchas aves y jinetes son detenidos en todas direcciones, no la excepción los pájaros del oeste ni los del norte, más de uno no logro llegar a destino realizándose a toda costa un espionaje sobre los movimientos del enemigo todo el tiempo.
Mucho movimiento desde el comienzo del día, aunque no se presta a la violencia aun puesto que cada ejercito marcha desde una punta cardinal diferente de la región hacia un solo punto en común. Se verá luego si se mantienen las viejas tradiciones, los viejos pactos o si estos se quiebran como el hielo de ciertos glaciares en el extremo norte del continente, allá donde se dice que finaliza el mundo.
Marchan los ejércitos del oeste en diferentes direcciones, pero de todas maneras marchan a paso firme y seguro, pudiendo tal vez reencontrarse en días venideros nuevamente como uno solo si todo va bien en la región oeste. Las tropas que quedaron en el castillo se reúnen junto al príncipe de la región tras la despedida con su padre y esperan ordenes, ordenes que de seguro los lleven a marchar una larga jornada, pero ni de cerca tan larga como el dirigirse hacia el sur hacia la Tierra de Dioses.
La princesa Oda, la menor es llevada a una mejor “celda” , que en realidad es una habitación dentro de todo bastante cómoda siendo tratada así como una prisionera de la nobleza real, como debió ser desde un principio.
Así como los soldados del oeste siguen a Lans ciegamente los soldados del norte siguen ciegamente a su líder Aravir quien ordena la puesta en marcha de su ejército tras dar captura a una de las tantas aves que vuelan en las regiones de Asbru. Hoy por hoy muchas aves y jinetes son detenidos en todas direcciones, no la excepción los pájaros del oeste ni los del norte, más de uno no logro llegar a destino realizándose a toda costa un espionaje sobre los movimientos del enemigo todo el tiempo.
Mucho movimiento desde el comienzo del día, aunque no se presta a la violencia aun puesto que cada ejercito marcha desde una punta cardinal diferente de la región hacia un solo punto en común. Se verá luego si se mantienen las viejas tradiciones, los viejos pactos o si estos se quiebran como el hielo de ciertos glaciares en el extremo norte del continente, allá donde se dice que finaliza el mundo.
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Re: Prologo una guerra, sexta parte: Dia del Destino
Converso un poco con Risty mientras se preparaban para el viaje, sonríe al saber que es “el mejor” según ella y le observa el trasero al notar como ella lo mueve de un lado al otro como si le llamara a que la tomara por la espalda para que la acorrale contra la pared y le de sexo duro y parejo como a ella tanto le gusto. Alejo esos pensamientos tan personales e íntimos y se dedico a prepararse para el encuentro con su padre y una vez esté finalizado se reunió con aquellos que lo acompañaran al norte del oeste, por no decir el noroeste al encuentro de los incursores del extremo norte de Asbru.
-Un líder tiene que saber cómo llegar al corazón de aquellos que lo acompañan, y el líder nato sabe cómo llegar inclusive al corazón de sus enemigos.-Comenta mientras conversa con Risty dando la orden de comenzar la marcha, marcha que lleva a casi todos los hombres a caballo puesto que llevan prisa en encontrar a los invasores. Otros, los más ligeros podrán seguirles el paso desde más atrás, en mulas y carretas, lo mas rezagados irán a pie en direcciones parecidas, siguiendo el rastro de los animales y de las aves que enviaran desde el frente informándolos sobre todo lo que necesiten saber.
Horas más tarde en plena marcha los soldados que van a la vanguardia junto a Lans, aquellos que son jinetes reciben las primeras noticias sobre los movimientos del grupo enemigo, y fueron algo inesperadas. Lans escucho el mensaje que lee un explorador sobre los movimientos de las personas del norte, estas gente se mueven todos juntos en dirección al sur…Y calculando por cómo van y la forma parece que se encaminan a la Tierra de Dioses, lugar hacia donde el rey Beld se dirige.
-Extraño, pero sin duda peligroso, tenemos que unirnos al grueso de las fuerzas de mi padre lo más rápido posible, no podemos permitir una emboscada…Podría ser realmente mortal.-Ordena forzar la marcha a toda prisa, no hay tiempo de esperar a los que vienen más atrás, no tienen tiempo que perder. En el camino llegan noticias sobre los mensajes enemigos, todo parece indicar que se unirán al grueso de las fuerzas del norte, mas razón para continuar cabalgando a toda prisa. Los jinetes del oeste son los mejores jinetes de la región, también tienen los mejores caballos ya que no son oriundos de Asbru, ellos llegaron del Puño de Hierro tierra de caballeros, y la caballería del sagrado imperio es la más poderosa de todo el continente, posiblemente del mundo entero. No solo hay buenos jinetes allí, los caballos son pura sangre, generaciones y generaciones siendo preparados para ser montados en batalla, bien entrenados por gente que se ha dedicado a preparar caballos de guerra por siglos, familias enteras han estado en ese negocio desde hace generaciones logrando resultados sorprendentes.
-Mi príncipe, a este ritmo podríamos alcanzarlos para el anochecer…Pero me temo que seremos minoría- Informa uno de los jinetes que sigue a Lans de cerca, y lo que dice es bien acertado, Lans ya lo había creído así y el que otro además de él se lo diga solo afirma sus sospechas.
-Incluso así debemos hacerlo-Responde quien va a la cabeza del grueso de hombres montados, sean más o menos que ellos no tienen más opciones que seguir a toda prisa suceda lo que suceda.
-Un líder tiene que saber cómo llegar al corazón de aquellos que lo acompañan, y el líder nato sabe cómo llegar inclusive al corazón de sus enemigos.-Comenta mientras conversa con Risty dando la orden de comenzar la marcha, marcha que lleva a casi todos los hombres a caballo puesto que llevan prisa en encontrar a los invasores. Otros, los más ligeros podrán seguirles el paso desde más atrás, en mulas y carretas, lo mas rezagados irán a pie en direcciones parecidas, siguiendo el rastro de los animales y de las aves que enviaran desde el frente informándolos sobre todo lo que necesiten saber.
Horas más tarde en plena marcha los soldados que van a la vanguardia junto a Lans, aquellos que son jinetes reciben las primeras noticias sobre los movimientos del grupo enemigo, y fueron algo inesperadas. Lans escucho el mensaje que lee un explorador sobre los movimientos de las personas del norte, estas gente se mueven todos juntos en dirección al sur…Y calculando por cómo van y la forma parece que se encaminan a la Tierra de Dioses, lugar hacia donde el rey Beld se dirige.
-Extraño, pero sin duda peligroso, tenemos que unirnos al grueso de las fuerzas de mi padre lo más rápido posible, no podemos permitir una emboscada…Podría ser realmente mortal.-Ordena forzar la marcha a toda prisa, no hay tiempo de esperar a los que vienen más atrás, no tienen tiempo que perder. En el camino llegan noticias sobre los mensajes enemigos, todo parece indicar que se unirán al grueso de las fuerzas del norte, mas razón para continuar cabalgando a toda prisa. Los jinetes del oeste son los mejores jinetes de la región, también tienen los mejores caballos ya que no son oriundos de Asbru, ellos llegaron del Puño de Hierro tierra de caballeros, y la caballería del sagrado imperio es la más poderosa de todo el continente, posiblemente del mundo entero. No solo hay buenos jinetes allí, los caballos son pura sangre, generaciones y generaciones siendo preparados para ser montados en batalla, bien entrenados por gente que se ha dedicado a preparar caballos de guerra por siglos, familias enteras han estado en ese negocio desde hace generaciones logrando resultados sorprendentes.
-Mi príncipe, a este ritmo podríamos alcanzarlos para el anochecer…Pero me temo que seremos minoría- Informa uno de los jinetes que sigue a Lans de cerca, y lo que dice es bien acertado, Lans ya lo había creído así y el que otro además de él se lo diga solo afirma sus sospechas.
-Incluso así debemos hacerlo-Responde quien va a la cabeza del grueso de hombres montados, sean más o menos que ellos no tienen más opciones que seguir a toda prisa suceda lo que suceda.
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Re: Prologo una guerra, sexta parte: Dia del Destino
- Por eso cuando te toque a ti reinar seras un buen rey que todos te seguirán hasta el mismísimo infierno porque te querrán y te amaran
le comente con una sonrisa cálida, sin mas me monte en mi caballo blanco y me subí en un movimiento ágil, una vez lista emprendí al lado de mi amado y amo, las horas pasaban y poco a poco íbamos llegando a nuestro destino pero muy poco a poco, la verdad todo esto no me gustaba mucho la verdad ya que por el camino podíamos ser atacados pero sabia que cual sea nuestro rival íbamos a ganar porque eramos mejores.
- tienes razón mi señor, pero llegaremos nuestro destino sin ningún problema, pero tenemos que ir con cautela para no ser emboscados - le comente con un tono preocupada, ya que teníamos que darnos prisa pero había que ir con cuidado para no tener sorpresas por el camino, así que seguimos el camino mientras miraba a nuestro al rededor todo me parecía tranquilo y eso la verdad no me gustaba, cuando escuche a uno de los jinetes no dije nada y cuando escucha a Lans lo mire sin decir nada
- mi amo, tan poco es bueno llegar exhaustos a la posición de vuestro padre, ya que los hombres que van a pie e igual que los caballos si no descansan un poco podíamos perder algunos por el camino y eso no lo podemos permitir, pero tampoco nos podemos permitir llegar tarde a nuestra cita
Le di ese consejo a mi querido, ya que la decisión era suya de ir a toda maquina hasta nuestro destino o ir mas despacio para que los hombres y caballos descansaran de vez en cuando
le comente con una sonrisa cálida, sin mas me monte en mi caballo blanco y me subí en un movimiento ágil, una vez lista emprendí al lado de mi amado y amo, las horas pasaban y poco a poco íbamos llegando a nuestro destino pero muy poco a poco, la verdad todo esto no me gustaba mucho la verdad ya que por el camino podíamos ser atacados pero sabia que cual sea nuestro rival íbamos a ganar porque eramos mejores.
- tienes razón mi señor, pero llegaremos nuestro destino sin ningún problema, pero tenemos que ir con cautela para no ser emboscados - le comente con un tono preocupada, ya que teníamos que darnos prisa pero había que ir con cuidado para no tener sorpresas por el camino, así que seguimos el camino mientras miraba a nuestro al rededor todo me parecía tranquilo y eso la verdad no me gustaba, cuando escuche a uno de los jinetes no dije nada y cuando escucha a Lans lo mire sin decir nada
- mi amo, tan poco es bueno llegar exhaustos a la posición de vuestro padre, ya que los hombres que van a pie e igual que los caballos si no descansan un poco podíamos perder algunos por el camino y eso no lo podemos permitir, pero tampoco nos podemos permitir llegar tarde a nuestra cita
Le di ese consejo a mi querido, ya que la decisión era suya de ir a toda maquina hasta nuestro destino o ir mas despacio para que los hombres y caballos descansaran de vez en cuando
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Re: Prologo una guerra, sexta parte: Dia del Destino
En la iglesia el sacerdote, en un principio quizas decepcionado y poco despues algo mas interesado me miro sorprendido por aquello tan extraño que solo mis ojos habian podido ver. Afortunadamente y gracias a la fe y mi procedencia no me tomaron por loca. Y empezo a responderme mostrando preguntas en su mirada. Faltaba tiempo para estudiar todo aquello, pero debia de irse. Por ello simplemente me dijo que si volvia a pasar actuara como la otra vez. Posiblemente ya hablaríamos mejor del tema en otro momento.
-Eso haré. Espero que les valla bien el viaje.
Dije apartandome y dejandoles marchar, quedando entonces al cargo de todo aquello sin una minima idea de como controlarlo si algo salia mal. O aprendia a ser lider y tomar buenas decisiones, o volveria a vagar por los bosques entre ciudades, quizas incluso pidiendo ayuda a un demonio.
Entonces me reuní con el chico que me estaba esperando y le respondi para resolver sus dudas. Desde luego podria hacer lo que quisiera siempre que no causara problemas. Claro que eso era aplicable para el y para los demas.
-Esta bien, te seguire y ayudare a tu amiga en lo que pueda.Por cierto, puedes llamarme Aleishe, aunque aqui todo el mundo me llama Ángel.
Dije al chico que se encontraba frente a mi y comence a seguirle. Era extraño tener el control de algo, sentia que podia hacer grandes cosas, pero a la vez perderlo todo. Pero aquella fe de aquel lugar me daba muchas fuerzas para pensar con claridad y tomar buenas decisiones. Le vi entrar sin llamar pero no dije nada. No sabia cuales eran las costumbres alli y habia descubierto a base de palos que en cada lugar las normas eran distintas. al ojear y no oir mucho ruido le pude una mano al chico y sonrei.
-Quizas este descansando, fue un dia duro para todos. En ese caso deberias dejarla descansar.
Dije viendo que nadie de la habitacion respondía en un principio.
-Eso haré. Espero que les valla bien el viaje.
Dije apartandome y dejandoles marchar, quedando entonces al cargo de todo aquello sin una minima idea de como controlarlo si algo salia mal. O aprendia a ser lider y tomar buenas decisiones, o volveria a vagar por los bosques entre ciudades, quizas incluso pidiendo ayuda a un demonio.
Entonces me reuní con el chico que me estaba esperando y le respondi para resolver sus dudas. Desde luego podria hacer lo que quisiera siempre que no causara problemas. Claro que eso era aplicable para el y para los demas.
-Esta bien, te seguire y ayudare a tu amiga en lo que pueda.Por cierto, puedes llamarme Aleishe, aunque aqui todo el mundo me llama Ángel.
Dije al chico que se encontraba frente a mi y comence a seguirle. Era extraño tener el control de algo, sentia que podia hacer grandes cosas, pero a la vez perderlo todo. Pero aquella fe de aquel lugar me daba muchas fuerzas para pensar con claridad y tomar buenas decisiones. Le vi entrar sin llamar pero no dije nada. No sabia cuales eran las costumbres alli y habia descubierto a base de palos que en cada lugar las normas eran distintas. al ojear y no oir mucho ruido le pude una mano al chico y sonrei.
-Quizas este descansando, fue un dia duro para todos. En ese caso deberias dejarla descansar.
Dije viendo que nadie de la habitacion respondía en un principio.
Aleishe- Mensajes : 335
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Re: Prologo una guerra, sexta parte: Dia del Destino
Sin duda fue una noche sumamente placentera, la dragón admitía que no se había topado jamás con un hombre con tal virilidad, en cierto modo sentía envidia del hecho de tener que cederle a Lans a su hermana pero sus ambiciones van más allá de la una simple relación, habían pasado gran rato repitiendo y la mismísima dragona se arto de semen de el caballero del norte, con esto se refiere a que aunque a ella le parecía asombroso el guerrero no perdía virilidad, ella tampoco es lo que pasa cuando dos guerreros tienen sexo pero ahora eso no importa, rise despierta sola en la habitación, sabe que ella solo es un amante así que la verdad no se sorprende de no verle acostado a su lado, la princesa sonríe llena de satisfacción Efreet se había vuelto su peón ahora, pronto igual degustaría de su hermana y de la misma Kiel, eso le atraía a decir verdad ella cree que una unión a nivel hermanos es más fuerte que nada, si no fuera por su padre ella misma habría desposado a Efreet, después de todo está que se cae de buena pero ahora sabe que la degustara dado que el príncipe no se resistirá a tener a ambas hermanas en su cama juntas, Rise se baño muy confiada así el día fue avanzando hasta que escucho mucho jaleo. Se asomo por la ventana para vislumbrar lo que ocurría notando que las legiones del rey se disponían a salir, lo más lógico es que ella de igual forma vaya pero si se limitase a salir con su armadura o ropas reales solo acapararía la atención y se buscaría un lastimoso destino, así que pensó en una forma más sutil de proteger su inversión, sería una lástima si algo le pasa a Lans antes de que se case con su hermana así que se uniformo como un escolta del príncipe cualquiera y se unió a sus jinetes, de lejos observaba todo lo que estos hacían, ubico a una joven la cual admiraba demasiado al sr del norte.
Rise rio para si misma –Parece que tengo celos de aquella mujer- añadió en un tono suave para que solo se escuchase ella mientras observaba a la chica recargada en una columna, los señores del sitio padre e hijo hablaban de lo que arian y que la ofensa contra su tierra no será perdonada, en cierto modo me recuerdan a mi padre en sus épocas de gloria, el pueblo era la prioridad y según madre decía que sin un pueblo no ay rey, eso es a mi parecer tonto pero quien soy yo, ahora un mero juguete sexual con una espada, divertido de verdad ellos hablan yo asecho, cuido de mi botín y así el señor del norte da la orden, tomo un caballo y arranco algo cerca de el que comanda a los hombres, diríamos que estoy unos 4 jinetes a su derecha , el día avanza y no se nada de lo que sucede, soy un guardia silencioso sin embargo alcanzo a escuchar que nos debemos unir al grueso del rey, algo supieron que les alerto demasiado y a estas alturas me pregunto si es conveniente que siga manteniendo mi anonimato, me mantengo cerca de Lans lo suficiente para siempre tenerlo a la vista y así avanzamos, a todo galope la verdad no me agrada demasiado andar a caballo pero la situación lo amerita, si lo que oigo es verdad al anochecer nos encontraremos con la armada de el padre de Lans, aunque sean minoría Rise sabe por la forma como soporto Lans en cama que el solo podría frenar a un ejército, tiene la dicha de tener de guardaespaldas a un dragón rojo , cuando la joven risty comento sobre las decisiones de Lans no pude evitar comentar un poco desde lejos –es necesario , el buen príncipe lo sabe el fin justifica los medios y el rey debe ser protegido a toda costa, mi señor Lans lo sabe, el sabe lo que has dicho y tomo la decisión por una razón, yo confió en su juicio- atreves del casco que portaba solo se veían los orbes rojizos de la dragona y ella es una tactica militar a alcanzado la victoria en varias ocaciones quiza no a grado de lans pero ella igual nacio en el fragor de la batalla, posiblemente por su voz Lans identificaría que la princesa guerrera oda estaba siguiéndole la espalda como prometió el día anterior, quizá no debió opinar su anonimato puede estar en juego mas cuando se dio cuenta era tarde, un pensamiento cruzo por su mente dado que ella se queja mucho de la impertinencia de su joven hermana pero en esta ocasión ella no demostró gran diferencia.
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Re: Prologo una guerra, sexta parte: Dia del Destino
Tras comer esos alimentos que me trajeron esos muchachos mi cuerpo comenzó a sentirse cansado, mis parpados comenzaban a cerrarse por si mismo y todo esto gracias a mi error de no dormir por varios días y si le agregamos esa extraña batalla donde salí mal librada, sin decir nada me acomode en la cama para dejar que mi cuerpo se relaje y el sueño se apodere de ella por lo que queda de esta día tan largo.
A pesar de ser una criatura antigua pude tener una noche de paz, una paz la cual tenía mucho tiempo la cual no tenia pero esa paz fue interrumpida por alguien que me llamaba, lentamente comencé a abrir los ojos lo cual aun tenia la vista algo nublada donde no podía distinguir quien estaba frente de mi – Donata? / quien es? – dije en mi idioma nativo olvidándome por un momento donde me encontraba – Watashi wa tasukeru koto ga dekiru koto / en que puedo ayudarte – pregunte mientras me estrujaba los ojos para ver quien tengo frente de m, para mayor sorpresa era Seikato y detrás de el una muchacha, me senté en la cama – buenos días disculpen mi aspecto – hable normal para que ellos me entendieran mientras que su aura jugaba con su aspecto como de costumbre.
Off Roll: Disculpen la demora
A pesar de ser una criatura antigua pude tener una noche de paz, una paz la cual tenía mucho tiempo la cual no tenia pero esa paz fue interrumpida por alguien que me llamaba, lentamente comencé a abrir los ojos lo cual aun tenia la vista algo nublada donde no podía distinguir quien estaba frente de mi – Donata? / quien es? – dije en mi idioma nativo olvidándome por un momento donde me encontraba – Watashi wa tasukeru koto ga dekiru koto / en que puedo ayudarte – pregunte mientras me estrujaba los ojos para ver quien tengo frente de m, para mayor sorpresa era Seikato y detrás de el una muchacha, me senté en la cama – buenos días disculpen mi aspecto – hable normal para que ellos me entendieran mientras que su aura jugaba con su aspecto como de costumbre.
Off Roll: Disculpen la demora
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Re: Prologo una guerra, sexta parte: Dia del Destino
Tras ser devuelta por los guardias a la habitación y escuchar esas palabras me resigné a estar en la cama donde poco a poco me quede dormida donde mi único malestar de la noche fue tener la misma pesadilla una y otra ves el escuchar el llanto de un bebe y un olor a sangre ligado con un olor agradable, el sentir una suaves manos acariciar mi rostro y luego un frio de muerte, son cosas que siempre me agobian mi dormir y mi único consuelo no se encuentra con migo.
Un despertar con lágrimas en los ojos, lagrimas que son secadas por las sabanas, en ese momento me encuentro sola en esta habitación donde me estoy recuperando, me quito las mantas y sabanas de enzima y comienzo a caminar guiándome por mi olfato hacia la ventana para sentir un poco del aire fresco donde un sonido de caballos marchando me llega, ese sonido se escuchar como si estuviera alejándose de este lugar y la verdad eso me está preocupando ya que viví por un mal momento hace algunos días y ahora esto, me senté debajo de la ventana abrazándome de mis piernas – que pasara en este lugar, siempre está en movimiento y eso me asusta un poco – dije con miedo mientras mantenía esa misma posición.
Un despertar con lágrimas en los ojos, lagrimas que son secadas por las sabanas, en ese momento me encuentro sola en esta habitación donde me estoy recuperando, me quito las mantas y sabanas de enzima y comienzo a caminar guiándome por mi olfato hacia la ventana para sentir un poco del aire fresco donde un sonido de caballos marchando me llega, ese sonido se escuchar como si estuviera alejándose de este lugar y la verdad eso me está preocupando ya que viví por un mal momento hace algunos días y ahora esto, me senté debajo de la ventana abrazándome de mis piernas – que pasara en este lugar, siempre está en movimiento y eso me asusta un poco – dije con miedo mientras mantenía esa misma posición.
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Re: Prologo una guerra, sexta parte: Dia del Destino
Se hace cada vez más incierto el futuro de las criaturas de Asbru, aunque para muchos sea algo muy emocionante para la mayoría es una tortura.
La región del oeste se mantiene bastante tranquila horas después de haberse ido su rey y también su príncipe quedando algún noble de tantos a cargo de la ciudad durante la ausencia del rey y de su sangre. Tanto el castillo como la iglesia y la villa cercana no se ven perturbados por la gran ausencia de personal militar, aunque si luce bastante vacía sin ellos. Lo más extraño ese día se ve en la iglesia, pero no para todos, sino para Aleishe que se siente muy bien te ver a Kuroyami frente a frente, es bastante perturbador, es más que obvio que ella no es para nada pura, es como una mancha oscura en medio de toda la claridad de esas buenas gentes de Asbru.
Los soldados del oeste marchan a prisa, en especial tras la orden de su príncipe y líder que parece estar dispuesto a todo con tal de llegar a tiempo al lado de su padre, el rey del oeste. Seguir a un grueso de hombres en un territorio helado no es nada difícil, no a menos que nieve constantemente o que se gasten en cubrir sus huellas, ninguna de las dos situaciones se da ese día por lo que es bastante fácil seguir el rastro de los hombres del norte de la región.
Pasaron el mediodía cabalgando e hicieron una leve pausa para alimentar a los caballos, darles de beber y comer algo ellos, como máximo estarían una media hora allí, o eso sería lo recomendable si no quieren que los jinetes que están persiguiendo les saquen demasiada ventaja en esa persecución.
Pasan las horas y el mediodía va quedando atrás, la media tarde se hace presente y sin darse cuenta más de uno vera llegar el atardecer como quien ve llegar el suave susurro del viento.
La región del oeste se mantiene bastante tranquila horas después de haberse ido su rey y también su príncipe quedando algún noble de tantos a cargo de la ciudad durante la ausencia del rey y de su sangre. Tanto el castillo como la iglesia y la villa cercana no se ven perturbados por la gran ausencia de personal militar, aunque si luce bastante vacía sin ellos. Lo más extraño ese día se ve en la iglesia, pero no para todos, sino para Aleishe que se siente muy bien te ver a Kuroyami frente a frente, es bastante perturbador, es más que obvio que ella no es para nada pura, es como una mancha oscura en medio de toda la claridad de esas buenas gentes de Asbru.
Los soldados del oeste marchan a prisa, en especial tras la orden de su príncipe y líder que parece estar dispuesto a todo con tal de llegar a tiempo al lado de su padre, el rey del oeste. Seguir a un grueso de hombres en un territorio helado no es nada difícil, no a menos que nieve constantemente o que se gasten en cubrir sus huellas, ninguna de las dos situaciones se da ese día por lo que es bastante fácil seguir el rastro de los hombres del norte de la región.
Pasaron el mediodía cabalgando e hicieron una leve pausa para alimentar a los caballos, darles de beber y comer algo ellos, como máximo estarían una media hora allí, o eso sería lo recomendable si no quieren que los jinetes que están persiguiendo les saquen demasiada ventaja en esa persecución.
Pasan las horas y el mediodía va quedando atrás, la media tarde se hace presente y sin darse cuenta más de uno vera llegar el atardecer como quien ve llegar el suave susurro del viento.
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Re: Prologo una guerra, sexta parte: Dia del Destino
-Hasta el mismísimo infierno ¿No? Espero no tener que guiar a nadie hacia allí nunca en mi vida, aunque de seguro seria una marcha épica digna de quedar entre las leyendas-Al comienzo hablo con tono meditativo, como si realmente lo estuviese imaginando, y luego al final hablo casi sonriendo ante esa idea tan poco probable, tan poco probable como imposible. No comprende Risty al parecer lo peligroso de la situación, dado que pueden embosca al rey todo riesgo es completamente necesario.
-Ninguna vida aquí es más importante que la de mi padre, las personas más importantes del reino están con él y están claramente mas lejos de casa y expuestos que lo que lo estamos nosotros, emboscada o no tenemos que llegar allí lo antes posible.-Ella habla preocupada pero el habla en un tono serio y profundo, con bastante fuerza al comprender mejor que nadie lo que pueden llegar a perder. Él cómo príncipe lo ve de modo catastrófico, como hijo lo ve de manera mortal. Escucho a uno de sus jinetes y se decidió de inmediato a llegar hasta su padre a toda costa, ya tendrá tiempo de culparse luego si estuvo bien su decisión, pero no Lans alguien conocido por ser pasivo en sus decisiones, si paciente, pero para nada vago ni indeciso. -No hay tiempo para descansar, forzaremos la marcha, los que van a pie llegaran recién al otro día eso es algo inevitable.-Reafirma su decisión Lans quien es apoyado por una voz femenina, conoce esa voz tuvo tiempo de escucharla incluso susurrando a su oído. Miro en esa dirección y es difícil de decir que sea Risefrett la que esta tras el casco y la armadura, pero la voz de esa mujer y el color de sus ojos es imposible casi de errar.
Cabalgaron hasta pasado el mediodía, conversando con algunos de sus allegados y exploradores más experimentados decidió hacer un párate en su marcha forzada para descansar y comer, atender los caballos y la mente para después continuar sin descanso hasta la Tierra de Dioses.
-¡Atended mi voz mis buenas mesnadas! ¡Alto, a descansar!-Y con esa orden cada quien se fue alineando y acomodando como debe hacerlo para así formar una formación ordenada y seguridad para descansar.
-Mi príncipe, las huellas son fáciles de seguir, no parece que se estén cuidando de ocultar su paso, no creo que piensen en una emboscada, no de esa forma-Los jinetes exploradores más experimentados con los que cuenta Lans luego de un tiempo llegaron a esa conclusión.
-Mejor para nosotros, buen trabajo-Come Lans medio de prisa, acompaña la comida con algo de vino especiado que comparte con las personas más allegadas a él, ya les llegara el tiempo de levantar campamento y continuar con su marcha a toda prisa y sin descanso alguno hasta el bien entrado el anochecer.
-Ninguna vida aquí es más importante que la de mi padre, las personas más importantes del reino están con él y están claramente mas lejos de casa y expuestos que lo que lo estamos nosotros, emboscada o no tenemos que llegar allí lo antes posible.-Ella habla preocupada pero el habla en un tono serio y profundo, con bastante fuerza al comprender mejor que nadie lo que pueden llegar a perder. Él cómo príncipe lo ve de modo catastrófico, como hijo lo ve de manera mortal. Escucho a uno de sus jinetes y se decidió de inmediato a llegar hasta su padre a toda costa, ya tendrá tiempo de culparse luego si estuvo bien su decisión, pero no Lans alguien conocido por ser pasivo en sus decisiones, si paciente, pero para nada vago ni indeciso. -No hay tiempo para descansar, forzaremos la marcha, los que van a pie llegaran recién al otro día eso es algo inevitable.-Reafirma su decisión Lans quien es apoyado por una voz femenina, conoce esa voz tuvo tiempo de escucharla incluso susurrando a su oído. Miro en esa dirección y es difícil de decir que sea Risefrett la que esta tras el casco y la armadura, pero la voz de esa mujer y el color de sus ojos es imposible casi de errar.
Cabalgaron hasta pasado el mediodía, conversando con algunos de sus allegados y exploradores más experimentados decidió hacer un párate en su marcha forzada para descansar y comer, atender los caballos y la mente para después continuar sin descanso hasta la Tierra de Dioses.
-¡Atended mi voz mis buenas mesnadas! ¡Alto, a descansar!-Y con esa orden cada quien se fue alineando y acomodando como debe hacerlo para así formar una formación ordenada y seguridad para descansar.
-Mi príncipe, las huellas son fáciles de seguir, no parece que se estén cuidando de ocultar su paso, no creo que piensen en una emboscada, no de esa forma-Los jinetes exploradores más experimentados con los que cuenta Lans luego de un tiempo llegaron a esa conclusión.
-Mejor para nosotros, buen trabajo-Come Lans medio de prisa, acompaña la comida con algo de vino especiado que comparte con las personas más allegadas a él, ya les llegara el tiempo de levantar campamento y continuar con su marcha a toda prisa y sin descanso alguno hasta el bien entrado el anochecer.
Lans Tartare- Mensajes : 376
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Re: Prologo una guerra, sexta parte: Dia del Destino
Al instante de entrar y no escuchar respuesta, sentí la mano de Aleishe en mi hombre izquierdo, cosa que me incomodo ya que no sabía si me llamaría la atención por lo anterior, pero al parecer se preocupaba por Rei, quien seguramente estaría descansando como me dijo la joven que estaba detrás de mí, pero una voz en un idioma extraño hizo que mirara hacia donde estaba la cama de Rei, y para mi sorpresa se trataba de ella, aquella joven que había salvado de aquel frió infernal, lo raro es que estaba hablando en idioma extraño, y no entendí muy que quiso decirnos. –No tienes porque disculparte, mientras dormías, decidí casarme con ella. –Dije señalando con mi dedo a Aleishe claro que era broma, a veces teníamos reír para olvidar lo que ha pasado. –Es broma jajaja -Decía al estar riendo un poco al tener la mano detrás de mi cabeza. –Espero no haberte interrumpido mientras dormías. ¿Y cómo te encuentras?-Le dije mientras me paraba un poco más cerca de su cama. –Ah, ella es Aleishe, el Ángel que protege a las personas en la iglesia.-Comentaba al estar viendo a Rei, a decir verdad no sabía si la joven estaba del todo recuperada pero tenía que saber que haría cuando se recuperara. –Al parecer podemos salir de la iglesia, pero no sé si tienes pensado irte. –Capaz ella quiera quedarse en este lugar y seguir descansando para recuperarse por completo algo que entiendo bien, pero tenía que saber si ella se iría.
Me recosté de una pared para esperar su respuesta y también para que la joven Aleishe dijera algunas palabras.
Me recosté de una pared para esperar su respuesta y también para que la joven Aleishe dijera algunas palabras.
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Re: Prologo una guerra, sexta parte: Dia del Destino
No tardo en despertarse aquella joven de la cama y saludar. Todo era aparentemente normal, hasta que mi vista detecto algo que causaria problemas a aquella inocente chica. Seikato me despisto con su comentario extraño y despues de ello volvi mi atencion a la joven en la cama. Mi mano instintivamente se movio a la espada que llevaba encima y mi mirada con odio fue a caer sobre ella y su aura oscura. No podia seguir estando alli, habia que eliminarla, pero el sacerdote..la habia dejado entrar y aquello se veia a simple vista. Habia algo en todo aquello que no me encajaba.
-Seikato...alejate de esa chica.
Dije sacando la espada y estudiandola con la mirada, parecia joven e inocente pero un aura oscura mostraba lo contrario.
-Ha entrado a un lugar donde no deberia, y con ello a cometido un gran error. Ha mostrado su naturaleza oscura y debe ser eliminada.
Dije acercándome a ella movida por el instinto y mi naturaleza, sin pensar en nada y respondiendo ante lo que antes eran ordenes celestiales. Todo ser oscuro debia ser eliminado, no importaba nada mas.
-Vamos Seikato, alejate de ella, su alma es oscura y tu eres un buen humano. Puede contaminarte.
Mire con odio a la chica de la cama y quedandome delante de ella con la espada en la mano, esperando que Seikato se apartara.
-Seikato...alejate de esa chica.
Dije sacando la espada y estudiandola con la mirada, parecia joven e inocente pero un aura oscura mostraba lo contrario.
-Ha entrado a un lugar donde no deberia, y con ello a cometido un gran error. Ha mostrado su naturaleza oscura y debe ser eliminada.
Dije acercándome a ella movida por el instinto y mi naturaleza, sin pensar en nada y respondiendo ante lo que antes eran ordenes celestiales. Todo ser oscuro debia ser eliminado, no importaba nada mas.
-Vamos Seikato, alejate de ella, su alma es oscura y tu eres un buen humano. Puede contaminarte.
Mire con odio a la chica de la cama y quedandome delante de ella con la espada en la mano, esperando que Seikato se apartara.
Aleishe- Mensajes : 335
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Re: Prologo una guerra, sexta parte: Dia del Destino
Ya ha pasado un tiempo desde que Zafira está dentro de ese castillo y la verdad me está preocupado ya que esta sola y sin saber que le están haciendo en ese lugar lleno de humanos y la verdad quiero llevarle su bastón para que ella pueda moverse con libertad, pero el dio de hoy es un poco diferente el ver partir a muchos humanos vistiendo ropas extrañas me da mala espina y aun no puedo comunicarme con ella, tendré que acercarme al castillo y esta oportunidad es única ya que hay pocos humanos en el si me acerco a las murallas tal ves tenga una oportunidad de hablar con ella.
El sentir la brisa fresca hace que me relaje y me tranquilice un poco – será mejor explorar un poco el lugar – tras hablarme a mi misma me levante y comencé a caminar despacio tratando de sentir todo a mi alrededor para luego salir de ese cuarto el cual me siento aislada del mundo, mi instinto es mi guía ya que el sentir los olores y el tacto del lugar hace que camine por los corredores del castillo donde los únicos sonido del lugar son mis pisadas – alguien me puede ayudar – dije en un tono de voz alto ya que este lugar es nuevo y desconocido para mi.
Zafira- Mensajes : 152
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Re: Prologo una guerra, sexta parte: Dia del Destino
Mientras los jinetes cabalgan a toda velocidad; puedo intuir que algo se debe estar tramando entre manos, de seguro mi abuelo y mi padre no saben nada al respecto de esto; pero estoy deseando que los mensajes que envie lleguen luego a sus manos; seguramente sus fuerzas se uniran con las mias y el otro conjunto que he convocado; con eso aplastaremos a quien se nos coloque en frente. Cuando ibamos avanzando, en el momento en que llegamos al lugar conocido en el norte como El Sagrario; pude notar que ya hay una cantidad importante de hombres reunidos alli; por lo que note los jinetes del Folde Este ya estan alli, habian recibido mi mensaje y unicamente estan esperando a que el resto llegara.
Alli esperariamos a que el resto se reuniese; en aquel lugar, sobre la colina me instale junto con los mis mas cercanos, teniendo la vista de todo el valle y de los hombres que reuno; de seguro cualquiera que se acercase a lo lejos desde cualquier punto seria visto de inmediato; no podria espacar ante la vista de nadie, ya que los centinelas presentes se encuentran en puntos estrategicos de la colina, donde su vista esta situada en todo punto y no teniendo punto ciego alguno de todo el lugar. En el campamento improvisado; comence a examinar algunos mapas de la region, esperando ver que ruta seria la mas efectiva; trazando algunos senderos y rutas alternativas; sabiendo que la gente del Oeste deberia pasar por ciertos puntos, pudiendo quizas emboscarlos en alguno de ellos. Hay varios halcones mensajeros enviados a diferentes puntos; en su mayoria con mensajes falsos para despitar a quien pudiese haber interferido nuestra red; practicamente si es que existe alguien que pudiese estar tras nuestra pista, el que siguiera planes falsos praticamente podria guiarlo hasta un punto donde nosotros podriamos tambien emboscarlos; por lo que seguiria con esa estrategia hasta que llegasen el resto de las tropas y luego marchar todos juntos hacia nuestro objetivo.
Alli esperariamos a que el resto se reuniese; en aquel lugar, sobre la colina me instale junto con los mis mas cercanos, teniendo la vista de todo el valle y de los hombres que reuno; de seguro cualquiera que se acercase a lo lejos desde cualquier punto seria visto de inmediato; no podria espacar ante la vista de nadie, ya que los centinelas presentes se encuentran en puntos estrategicos de la colina, donde su vista esta situada en todo punto y no teniendo punto ciego alguno de todo el lugar. En el campamento improvisado; comence a examinar algunos mapas de la region, esperando ver que ruta seria la mas efectiva; trazando algunos senderos y rutas alternativas; sabiendo que la gente del Oeste deberia pasar por ciertos puntos, pudiendo quizas emboscarlos en alguno de ellos. Hay varios halcones mensajeros enviados a diferentes puntos; en su mayoria con mensajes falsos para despitar a quien pudiese haber interferido nuestra red; practicamente si es que existe alguien que pudiese estar tras nuestra pista, el que siguiera planes falsos praticamente podria guiarlo hasta un punto donde nosotros podriamos tambien emboscarlos; por lo que seguiria con esa estrategia hasta que llegasen el resto de las tropas y luego marchar todos juntos hacia nuestro objetivo.
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