Un camino un destino, el encuentro infortunio

No dijo mucho la dama oriental sobre su país, en realidad si lo dijo pero a grandes rasgos, no entro en mucho detalle sobre ello pero si fue bastante clara en que aprecia mucho a su país y a su historia. Aunque con ese panorama global de su tierra le basto para sacarle una amplia sonrisa a la jovencita que tras sonreír le cuenta a Tomoe de que se parece mucho a las tierras donde ella entreno de joven. Cada vez que escucha eso de "joven" realmente se le hace una especie de vació en el estomago, no se hace bien a la idea aun de que parezca apenas una niña y tenga mas de 200 años, suponiendo de que los tiene y no se haya inventado todo lo relacionado a su edad y a su vida.

Mientras la charla sigue mas del lado de Kuroyami que de la propia Tomoe la primera se pone de pie y alimenta el fuego para que este no se apegue. Tomoe por su parte se limpia las manos luego de la breve cena y observa en silencio, sintiendo un nerviosismo ahora que esa chica le hace una pregunta tan personal como la de si pudieran ser amigas. Fue peor su nerviosismo cuando ella volteo para verle a la cara, pero mantuvo la compostura. No sabe bien que responder, el mentir no va con ella y la verdad puede ser muy cruel y lastimera como para decirlo asi como asi.

-Este...La amistad no es algo que surge de la noche a la mañana, es un vinculo que nace con el tiempo y las experiencias, se alimenta y crece día a día-Le responde con mucho respeto y hasta diplomacia con un punto de vista bastante adulto y profundo, dejando claro que "podrían" algún día tal vez serlo, pero que lo ve muy difícil en ese momento donde apenas se han conocido ese mismo día.

Normalmente la samurai-ko hubiera sido mas optimista con ese tema, pero Kuroyami tiene algo que le lleva mas a alejarla que ha acercarla a su propio persona. Ese sentimiento y esa respuesta es algo que le deja mal sabor de boca, observa las estrellas y piensa que no es la mejor forma de terminar un día...

La honorable dama oriental ya le dio una respuesta a Kuroyami en lo referente al tema de la amistad, pero es una pena no poder aceptarla de buenas a primeras. No sabe bien si es la forma de hablar de la chica, su apariencia o esa extraña aura que la rodea pero, es imposible para ella tratar de acercarse mas a la chica de una forma sincera y serena. Al menos la jovencita no se tomo a mal la respuesta que ella le dio momentos atrás, eso la tranquilizo bastante ya que pensaba que no se lo tomaría del todo bien y eso podría haberlas llevado a tener una discusión, y eso no hubiera sido nada agradable.

-La honestidad es un bien muy preciado, y los samurais lo aprendemos desde pequeños...Aunque no siempre cumplen con ese deber al menos la mayoría de las veces son honestos en menor o mayor medida...Así que puedo comprender sus malas experiencias pasada, aunque muchas veces hay que poner mucho mas de nuestro lado para que las cosas salgan de la mejor manera posible- Al comienzo le hablo poniéndose de lado de la pequeña, pero al final le dejo una fuerte lección directo sobre su persona ya que es probable que por tener esos problemas que tiene sobre ella las demás personas no le hayan tomado confianza o hayan pensado mal de ella.

Mientras Kuroyami sonríe Tomoe se mantiene serena, por alguna razón no le sale una sonrisa alegre y amena para compartir con ella, algo la esta afectando de manera no muy agradable y eso la preocupa mucho. Para colmo ahora venia la peor parte ya que Kuroyami con mucha tranquilidad la invita a dormir allí junto a ella. Cerrar los ojos teniendo cerca suyo a una persona cuya aura es bastante terrorífica no es justamente aquello que mas anhela Tomoe Gozen. Ahora viene la parte difícil para ella, aceptar la invitación de la jovencita o inventarse una excusa para continuar el viaje de noche...De noche por un bosque desconocido...Nada alentador para ella que se siente entre la espada y la pared.

-Esteee...Creo que yo montare guardia, no vaya a ser que algún depravado nos tome desprevenidas mientras descansamos-Fue lo mejor que se le ocurrió en ese momento, que si bien es algo difícil de que suceda tampoco es imposible.

La chica allí recostada a los pies del fuego le dio a la samurai-ko la mejor respuesta que pudo darle en esos momentos. Muy tranquila esa chica respondió que descansara pero ha pedido ser despertada para asegurar la siguiente ronda. Tomoe se lo pensó un poco pero finalmente accedió a contestar, no hacerlo seria de muy mala educación y eso a ella es algo que no le gusta para nada.

-Esta bien Kuroyami...Yo le despertare mas entrada la noche ya a la madrugada para que haga la segunda guardia y yo asi poder descansar también-ASi le responde la honorable samurai a su extraña acompañante la cual parece estar en breve dormida...Aunque no lo puede asegurar ella desde donde esta, solo le parece que esta descansando.

La noche va pasando tranquila, todo parece muy normal, aunque Tomoe permanece alerta al no conocer el lugar, se siente ella bastante sola aunque Kuroyami este cerca suyo. Cada noche siente un gran vació en el corazón, un vació que solo puede ser llenado por sus afectos, por sus familias y amigos, y ese vació se agranda poco a poco cada día que pasa lejos de su tierra y sus seres amados. No le queda mas a Tomoe que mirar el cielo y las estrellas, los arboles y el césped cercano, rogando y rezando a los dioses que lleven buena fortuna a todos sus esfuerzos.

El tiempo sigue pasando allí en ese bosque de la Ensenada de Plata y la samurái comienza a pensar que no tiene nada que temer pues allí solo se escuchan los ruidos nocturnos que pueden escucharse en cualquier sitio de similares características.  Lamentablemente no toda la noche transcurrió con esa normalidad que ella hubiese deseado, poco a poco y sin que se dé cuenta la atmosfera del lugar cambio, la esencia misma de ese sitio comenzó a tornarse más siniestra incluso turbia haciendo que la joven mujer comience a ponerse nerviosa.  Llego un momento donde sus miedos hicieron que se ponga de pie y en guardia, termino en alerta a punto de desenvainar contra algo que ni siquiera sabe que es, y para peor, contra algo que ni siquiera sabe si existe o solo es producto de su imaginación.

-Tranquila…No pasa nada…Solo es un bosque de noche, solo un bosque…- Susurra para si misma dándose valor buscando así tranquilizarse ya que siente la tentación de despertar a Kuroyami para no sentirse tan sola y desamparada en la noche.  El viento sopla y le produce escalofríos al rozarle la piel, y mira hacia el cielo observando la luna y por suerte para ella no parece que fuera a llover, eso sería solo para peor ya que estaría mojada y además podría haber relámpagos…Seria todo mucho peor si eso pasara. Se muerde los labios nerviosa ya que se pone muy intranquila, su mente empieza a ver enemigos en todas partes, inclusive en la chiquilla que está allí durmiendo tan normalmente como si nada pasara. *-¿Sera su culpa?-* Se pone tan mal la mujer samurái que sus miedos le cierran y alteran el juicio racional que deberían de tener las criaturas inteligentes y ahora en su auto preservación ya busca eliminar aquello que cree que puede ser una amenaza para su propia existencia.  Respira profundo y vuelve a rezar,  toma con fuerza su wakizashi encontrando la fuerza de sus ancestros allí y con ese valor obtenido se acerca a la chica que duerme cerca del fuego y con suavidad posa una mano en sus hombros para moverla despacio intentando despertar a Kuroyami.

-Kuroyami…Despierte por favor- Susurra Tomoe esas palabras cerca del oído de la chica para despertarla de forma no abrupta ya que no desea asustarla, solo despertarla para no sentirse tan sola en ese sitio donde se siente desamparada.

Spoiler:

Tiene suerte Tomoe de que Kuroyami no tenga el sueño pesado, de otra forma hubiera costado mucho mas el despertarla. Con el leve roce de la oriental junto al sonido de su voz fue suficiente para que la jovencita despertara y abriera sus ojos lentamente,  estrujando un poco los mismos al tener aun ganas de seguir durmiendo.  De seguro que estaba ella muy cómodo allí durmiendo junto al fuego hecha un bollito, pero no tuvo opción Tomoe, no le ha dado tanto la valentía como para soportar las ganas de despertarla para no estar allí sola sintiendo como el bosque de repente se la quiere comer.  Ella se levanta de a poco y pregunta a Tomoe por su rostro preocupado el cual no puede la mujer samurái disimular, por lo que no le queda más remedio que ser bien franca con la joven Kuroyami.

-No me ha pasado nada aun…Pero me temo que no estamos seguras en el bosque…Oigo cosas extrañas, y la visión no me da para ver que pasa mas allá de unos pocos metros alrededor nuestro- Eso es lo que explica la mayor a la menor mientras le deja espacio para levantarse sin estorbarla. Mira alrededor de del lugar para asegurarse de que nada las tome por sorpresa mientras la más pequeña termina de despertar de su sueño.

Para Tomoe la decisión de despertar a Kuroyami fue la más acertada, el viento sigue haciendo de las suyas en el bosque y todo se vuelve realmente tenebroso. Por el día todo fue hermoso y digno de admirar, pero ahora que cayó la noche el sueño se volvió pesadilla. Tembló Tomoe cuando el viento le acaricio la piel, aunque no tiene frio, solo fue incertidumbre y miedo de estar allí en ese lugar a esas horas de la noche.  Detrás de las jóvenes mujeres brillaron los ojitos de criaturas como lechuzas y búhos, lindas e inofensivas…Pero para la samurái-ko todo da miedo esa noche y nada le parece ser lo que realmente es.
La chica se despereza de a poco y parece muy relajada tomándose su tiempo, algo que pone más inquieta a Tomoe y que incluso le llega a molestar ya que necesita que se despierte ahora mismo.  Las palabras de la jovencita no cayeron en gracias de la mayor de ellas, pero tampoco dijo nada al respeto, no es ella una mujer que haga escándalos por pequeñeces.  Al menos la joven se puso a mirar alrededor para visualizar o intentar visualizar algo, aunque sus palabras no se las esperaba puede que tenga razón, después de todo Tomoe sabe que ese no es su sitio, no es de acampar al aire libre ni tampoco de ingresar en bosques de manera profunda como lo hizo ahora que está en la Ensenada de Plata.

-Puede ser…Tal vez tengas razón, pero no veo prudente el descansar justamente ahora en un sitio como este, simplemente no podría…Tal vez al llegar el día puedo hacerlo, pero ahora mismo me será imposible conciliar el sueño- Responde con sinceridad la joven dama oriental, sin enojos ni reproches, solo dice la verdad y nada más que la verdad.

Tras todas las explicaciones y sugerencias de Tomoe parece que Kuroyami ha accedido a su petición y comprendido que la situación puede ser grave para ellas dos al ser dos damas solas en medio de un bosque lejos de la mano y protección de la sociedad elfica.  En su prisa Tomoe no nota el cansancio marcado en el rostro de la más pequeña, pero más adelante si logra tranquilizarse posiblemente lo note y se sentirá culpable de ello. Le sonríe algo nerviosa a la chica que se levanta la cual le da la razón y decide mantenerse despierta junto a ella, de ese modo la samurái-ko no se siente sola y cree que estarán bien protegiéndose la una a la otra ¿La una a la otra? Eso sería un acercamiento que no ha querido hacer hasta el momento, pero la necesidad la llama a actuar de ese modo, sin mencionar que Tomoe está muy lejos de ser una persona fría y desinteresada por el ajeno.

-Je…Jeje, es mejor así, lo creo así Kuroyami…- Dice entre el nerviosismo y la confusión ya que no sabe que es lo que le está pasando con la chica allí junto a ella.  Fuera de eso la más joven comenzó a tomar madera para arrojar la misma a la fogata y que esta no perdiera su calor,  pero no solo eso, sino que además encendió otra fogata mas logrando así mayor calor e iluminación. – Vaya, jejeje, ya veo, eso ha sido muy rápido y muy astuto Kuroyami- No duda en darle la razón a Kuroyami y en felicitarla por tan buen idea. Ella se mantiene alerta a lo que sea que pueda pasar y cada tanto recoge alguna que rama para acercarla al fuego y arrojarla allí queriendo ayudar y mantener esas fogatas ardiendo ya que ve en ellas la esperanza y la paz.

-Me gustaría que llegase el día pronto, así veremos el sol apuntar y el bello espectáculo del alba al llegar el amanecer- Habla calmada la joven oriunda de la Dinastía del Dragón, voz suave y esperanzada en que la salida del sol les traiga la paz que tanto necesita y anhela. Su mirada por momentos parece calmada, pero le dura poco, no se puede relajar por completo estando "amenazada" por las sombras de la noche.

Por milagro, o así catalogaría Tomoe al paso de las horas , la noche paso sin novedad, ninguna criatura salvaje ni oscura salió a su encuentro, tampoco ningún suceso extraño ni nada que se parezca, no se vieron envueltas las mujeres en nada raro, y el alivio de Tomo al pasar las horas fue completamente evidente.  Al llegar los primeros rayos del sol la neblina comenzó a ser disipada de a poco, y con ello todo el bosque se ve como es, los animales se notan de manera clara cantando a su ritmo, una escena hermosa, el sueño después  de la pesadilla la cual es sumamente agradecida por la samurái-ko quien cae sentada sobre un tronco algo agotada, demasiada presión para una sola noche.

-Al fin llega el sol- Comenta Tomoe realmente relajada, tanto así que parece que se quedara dormida sobre el tronco donde está sentada.- Sin duda Amateratsu es la mejor- Dice sonriente con los ojos cerrados, más cerca del mundo de los sueños que de mantenerse despierta en el mundo real. – Si, es sumamente hermoso- Agrega Tomoe al comentario de Kuroyami sobre la salida del sol, y es la voz de la chica la cual le hace despertar, pues le teme un poco y no comprende mucho de ella. Se puso de pie lentamente mientras escucha a la chica a la cual mucho no se acerca, pues esas sombras extrañas y malignas se mantienen al acecho y siente más ganas de tomar su lanza y atacar que acercarse a ella y simplemente conversar.

-Gracias Kuroyami, no estamos muy lejos creo, no nos tomara mucho llegar- Acepta el ofrecimiento de la chica con educación, aunque la verdad preferiría ir sola no quiere entrar en conflicto con ella, vaya a saber que podría ocurrir si se siente ofendida o si entran en una discusión innecesaria.

Camina con ánimos renovados la honrada mujer, deseando llegar rápidamente al camino para así retomar su viaje hacia la civilización elfica y dejar atrás los miedos y la incertidumbre como un mal recuerdo del pasado.

Al haber aceptado la samurái-ko el ofrecimiento de la más pequeña de ellas se convirtió Kuroyami en su compañera de viaje, aunque solo seria por un breve lapso de tiempo ya que no les tomara demasiado llegar hasta los caminos que conducen con las seguridad y facilidad a los poblados elficos.  Se pusieron en marcha una cerca de la otra, a Tomoe no le causa tanto miedo Kuroyami de día, además ha pasado con ellas un par de horas largas y a oscuras, por lo que se siente de alguna manera más valiente, o mejor dicho menos temerosa de ella.

-Comprendo, a veces los extranjeros no somos bien recibidos- Responde Tomoe a las palabras de esa chica. No hace hincapié en el problema personal de Kuroyami, es más amable y usa los buenos modales para no mencionarlos, de esa forma evita agresiones y groserías al no mencionar la extraña aura de la chica que mantiene a más de uno en vilo.

Más de treinta minutos tuvieron que caminar, aunque para viajeras como ella ese andar no es nada, después de todo se recorre el camino a pie durante muchas horas al día si no se cuenta con una montura para realizar el viaje.– Allí está el camino nuevamente visible- Señalo ella emocionada, bastante emocionada a decir verdad, se le ve la sonrisa en los labios y el brillo en los ojos habiendo ya recuperado todas sus esperanzas.–Ha sido un gusto conocerte Kuroyami, gracias por tu compañía, así como por todo lo que has hecho por mí- Se gira hacia ella y tras juntar las manos a la altura de sus muslos la reverencia, agradeciendo a la chica y disculpándose por las molestias ocasionadas.– Rezare por ti Kuroyami, que Amateratsu y las Fortunas te ayuden y guíen en tus viajes-  Le dedica una sonrisa y sus buenos deseos para la jovencita, esperando unas palabras de dicha joven antes de finalmente separarse por completo, siendo su encuentro con Kuroyami una experiencia que será difícil de olvidar.

Tema cerrado, ambas ganan 3 puntos de experiencia.