Un camino un destino, el encuentro infortunio

Tras mucho tiempo de meditarlo y discutirlo con sus padres la valerosa y noble samurai de nombre Tomoe Gozen por primera vez se aleja realmente de casa para vivir una aventura por si misma lejos de la protección de sus progenitores. Su primer viaje y empresa realmente sola, un hecho que la lleno de nervios y miedo, explorar un mundo desconocido valiéndose sola de si misma sin la protección de sus padres...Sera este el inicio de su  viaje, uno que puede ser legendario o ser un fracaso, con algo de suerte solo un viaje mas sin nada que lamentar.

La travesía para ella comenzó viajando hacia el sur de la Dinastia del Dragón durante varias semanas donde todo aun era conocido y fácil de llevar. Luego vino el barco hasta un puerto que prefiere no recordar, tanto asi que ni recuerda el nombre de tanto miedo y repulsión que le causo estar por allí apenas unos días en los que la tripulación recargo suministros para poder continuar hacia unas tierras hermosas y puras, hacia la Ensenada de Plata. Allí las criaturas son diferentes a lo que ella conoce, hombres y mujeres delgadas increíblemente hermosos de cabellos lacios, ropas diferentes y un aura de paz y sabiduría que nunca antes vio. Encuentra otras criaturas de rareza fantástica de las cuales solo ha escuchado en canciones y leyendas lo cual la emociona muchísimo, ademas, son bastante gentiles para ella ser una extranjera por lo que se puede mover por el puerto con normalidad a pesar de no entender el idioma natal de esa tierra, con el común le ha bastado hasta el momento para deambular y desenvolverse fácilmente sin dificultades. Viaja la joven mujer llegada y nacida en tierras lejanas teniendo el dato certero de que el tal Setsuna Shinomori al que ella debe encontrar tiene aliados en esas hermosas tierras elficas, se dice que un elfo druida es uno de sus compañeros y que ha pasado el oriental mucho tiempo alojado en los dominios elficos, por lo que al llegar comienza a preguntar y a preguntar llegando asi a los pocos días a la capital de dichas tierras donde obtiene algo de información valiosa sobre el posible paradero de Setsuna Shinomori y de su aliado llamado Olayer, al parecer son bastante famosos por allí asi que se puede obtener información de ellos, mucha, aunque no sabe la chica si esa información es valida o no tiene que arriesgarse y tomarla a por todas.

Para mala suerte de Tomoe ha terminado perdida en los bosques de la Ensenada de Plata los cuales están por doquier, es tan natural ese lugar que hay vegetación por todos lados saliendose del camino primero y perdiéndose completamente horas despues terminando desamparada a orillas de un hermoso rió que corre rápido en dirección sur.

-Uhuh....No puede ser...¿Por que me pasa esto a mi?-Se lamenta la chica quien esta hecha casi un bollito abrazándose por las rodillas mirando el rió correr a sus pies. Esta deprimida, no sabe mucho de bosques y la vida salvaje, estando allí lejos de las ciudades y de las personas podría terminar muriendo por falta de alimentos y nadie nunca se enteraría lo cual le causa tristeza y hasta pánico.

Desesperada es una buena forma de definir a Tomoe en esos momentos, aunque en realidad esta temerosa ya que no sabe donde esta allí perdida en el bosque que para alguien que sabe de ese lugar seria el mejor lugar para vivir. Animales, plantas, arboles, lindo clima, todo perfecto para vivir con prosperidad y felicidad, pero para una samurai que no sabe nada del bosque ese hermoso sitio puede ser su tumba. Una mujer cercana a ella esta en una situación completamente contradictoria a la de Tomoe, valerosa y conocedora se pone a cazar durante algún tiempo consiguiendo bastante para comer, comida, algo que se le acabara muy pronto a la samurai si no tiene de donde reponer esos suministros.

Mientras mantiene su posición y actitud de alma en pena una voz le llega desde no muy lejos de donde ella se encuentra, sorprendida levanta la mirada y mira a la derecha y a la izquierda buscando el origen de esa voz femenina que puede ser su salvación en ese lugar tan alejado de la sociedad. Abre grande los ojos Tomoe al lograr dar con la chica cazadora del otro lado del rió, detrás de la chica hay una especie de fogata donde esta asando pescado y esa jovencita que se nota bastante mas joven que la propia Tomoe luce pocas ropas y estas están mojadas, como si hubiera estado nadando hasta hace poco. Para mayor fortuna de la joven samurai de cabellos oscuros la chica parece ser de la Dinastia del Dragón, las ropas y sus rasgos son clásicas de ese Imperio lo cual alegra rápidamente a Tomoe quien se pone muy feliz al ver a una chica de su país allí en ese lugar tan inhóspito.

-La-La..¡Disculpo!-Dijo la joven mujer de caballos negros sin medir a lo ultimo su voz, se pone tan contenta que se pone algo chillona, aunque al menos tiene la consciencia suficiente como para limpiarse las lagrimas disimuladamente girando el rostro a un lado antes de ponerse de pie e ir rápido hacia donde se encuentra esa chica recién llegada. Le cuesta un poco cruzar a Tomoe, con kimono cruzar el rió es algo muy difícil, pero entre rocas y troncos que hay estancados y que asoman por allí logra al tiempo terminar del otro lado del rió para llegar donde esa jovencita de sombras extrañas y entonces asustarse bastante retrocediendo unos pasos por donde vino.

-Este...-Empezó a hablar bastante nerviosa- Creo, cre-oo, este que debo volver a casa si jejeje- El mentir y poner excusas claramente no es su fuerte, aunque queda mas que claro que la chica esta asustada y que planea huir de allí por donde vino en la primera oportunidad que se presente. No conoce nada de la Ensenada de Plata, y si bien ella esta bien armada no es ella alguien que guste de pelear y menos contra cosas no humanas ya que duda un humano pueda tener sombras ten tétricas como las que acaba de ver hace apenas unos momentos emanar y bailar desde el cuerpo de esa jovencita frente a ella.

Las primeras palabras de esa extraña joven fueron en su propia defensa, aunque es muy difícil creerle viniendo de ella misma. Esa cosa que emana de ella no parece ser nada buena y para una mujer que se encuentra sola y lejos de casa cualquier cosa es mas amenaza de lo que realmente parece. El primer encuentro de miradas fue apenas soportado por Tomoe quien a pesar de ser tan dulce sigue siendo una samurai y para eso tuvo que pasar todas las pruebas que se le han presentado a lo largo de los años en su vida, por lo cual miro a los ojos de esa chica hasta que esta se volteo para volverse con lo que parece que sera la cena de esa noche para ella. Se tomo el estomago Tomoe al ver allí la comida cocinarse, esta muerta de hambre ya que esta racionando todo lo que tiene lo cual es poco y nada. Cuando esa jovencita la invito a comer junto a ella desvió la mirada hacia otro sitio, mas específicamente hacia el rió y quedo allí con la mirada perdida. La chica sigue hablando e incluso se presenta con la hermosa samurai quien no hace mas que mirar el rió confusa, su rostro muestra indecisión e inseguridad aunque desde donde esta Kuroyami difícilmente pueda verse el rostro de Tomoe. Con su mano derecha se toma cerca del codo izquierdo notándose realmente algo deprimida, casi abrazándose a si misma una clásica posición de mujer cuando esta esta pensativa y llena de dudas.

-Así es...Estoy muy lejos de casa...Aunque posiblemente tu también...No parecemos muy diferentes la una a la otra al menos no en apariencia racial...-Se gira lentamente sobre el mismo sitio para poder ver ahora hacia donde se encuentra de frente a esa jovencita y poder mirarla a la cara mientras le habla.

-Mi nombre es Tomoe Gozen...-No responde mucho mas, no parece estar muy animada la joven ese día, o puede que sea la situación con Kuroyami la que la altera, aunque la verdad es que es de todo un poco y eso hace que tenga una mezcla fuerte de emociones en todo su honorable ser..

No puede explicar Tomoe lo que le esta pasando, no debería tener miedo ella de una jovencita, aunque bien que hay chicas de corta edad que pueden ser peligrosas en especial si estas son de su país o de razas malignas, sumado al lugar que no conoce se tiene muy alerta y a la defensiva. Incluso de espaldas se mantiene asi, solo relajándose apenas cuando ella se disculpa y sonríe, su lado femenino el cual es bastante fuerte en ella le hace sentir mas aprecio por los niños y seres mas pequeños que ella, si le sumamos que es blanda de corazón y bastante crédula termina metiéndose con las personas que no debe o en situaciones muy complicadas por ser mas buena de lo que debe.

-No necesita disculparse...-Dijo despacio mirando a la chica mientras ella comienza a secarse el cuerpo usando un paño y hablando de lo bueno que es tener compañía, algo que Tomoe comparte con ella pero que en esas circunstancias no puede disfrutar. Se mantuvo en silencio Tomoe allí como si no estuviera presente, pensando, aunque intento ser una buena compañía momentánea, fue por eso que decidió contestar a la pregunta de Kuroyami.

-Estoy completamente perdida...No se como salir de aquí y mis provisiones se han agotado prácticamente por completo- Su voz fue bastante cargada de pena y necesidad, claramente su vida esta en peligro de muerte al no conocer el bosque ni saber sobrevivir en el mismo. Su rostro refleja los mismos sentimientos que su voz, y su cuerpo se ve claramente desanimado, hermoso si, pero desanimado.

Mientras están allí la una observando a la otra Tomoe enarca una ceja con un aire molesto, el comentario de esa chica estuvo de mas, careció de etiqueta y de educación, con decir que estaba perdida al igual que Tomoe era suficiente, no hacia falta agregar lo de "yo no me mortifico por ello". En su pueblo son bastante rígidos con el tema del respeto y los duelos a muerte son bastante comunes en especial por errores de etiqueta, errores muchas veces generados a propósito para provocar esa mortal situación.

Mientras hablan y mejor dicho mientras la chica habla termina de secarse y de vestirse, y vaya a saber porque se acerca a Tomoe para cruzar miradas con ella cuando la samurai claramente esta muy desconfiada de la persona ajena. Le explica o mejor dicho le cuenta a la samurai esa chica de que ella tiene una casa aunque luego dice que solía tener lo cual la confunde bastante y no sabe que pensar, no sabe si le esta mintiendo o simplemente no se sabe expresar bien esa jovencita de aura siniestra. La que sigue hablando es la chica que va cambiando de lugar de a poco, ahora es cuando se sienta sobre una piedra y hace un cumplido a Tomoe que se ruboriza y agacha la cabeza en un claro gesto de agradecimiento, uno que aprovecha para bajar la mirada y esquivar la de Kuroyami.

-Sinceramente no estoy tan cansada, al menos no mi cuerpo, es mi mente la que se ha cansado de pensar y pensar una y otra vez sin detenerse-Sinceramente el cansancio de Tomoe se debe al estrés de los nervios que al andar diario, siendo estos nervios el causante de muchos males en ella.

Levanta la mirada algo triste, observa un poco el fuego y el rió, el bosque, todo tan hermoso y pacifico...Y sin embargo ella no lo puede disfrutar como quisiera, eso realmente le duele y mucho.

No responde mucho la señorita de la Dinastia del Dragón, no puede pensar del todo bien por lo que no no sabe que pensar de Kuroyami ¿Sabra ella lo que estar perdida? Tal vez si, y tal vez asi aprendió a sobrevivir en el bosque, algo que Tomoe no tiene idea de como llevar a cabo. Ella mira a los alrededores luego de hablar pero Tomoe no parece tener mucho interés en el sitio, una persona desanimada rara vez muestra importancia por algo, eso se puede deber a la falta de esperanza o a la falta de atención.

-No es necesario...Usted no esta a cargo de mi como para tener que cuidarme...Pero de todas formas se lo agradezco, su mera intención es muy bien recibida joven Kuroyami-Agacha la cabeza y con mucho agradecimiento y educación junta sus manos a la altura de su vientre y ejerce una reverencia profunda a la jovencita delante de ella, una que se mantiene por unos segundos antes de volver a erguirse completamente y mantener asi la postura que debe de tener toda dama honrada.

Se sorprende mucho la chica al ver como esa chica le ofrece uno de sus pescados para comer, por etiqueta y educacion lo niega una vez, para mostrar que no es avariciosa ni interesada, aunque el estomago se le retuerce del apetito y desea mucho poder tener algo de comida en su interior.

-No puedo aceptar, es su comida y es escasa, lo agradezco de corazón Kuroyami, pero no puedo aceptar-Le ofrece una sonrisa tenue a la chica tras rechazar su invitación, pero un samurai no puede aceptar asi como asi una invitación o regalo, su código de conducta lo prohíbe o al menos no lo ve con muy buenos ojos a menos que esa persona tenga un estatus social muy por encima de si mismo.

La situacion entre esas dos mujeres no parece haber cambiado en nada a pesar de que ya han pasado varios minutos una frente la otra, cerca de los 30 minutos aproximadamente donde la comida de esa chica termino por cocinarse y ahora la puede disfrutar e incluso compartir, aunque en el caso de Tomoe no se muestra muy convencida de aceptar dicho ofrecimiento por demás amable, no al menos de momento.

El ambiente es de lo mas ideal, bastante fresco pero no es nada hostil, de hecho pareciese que bajo un árbol y con una manta se podría dormir tranquilamente incluso en la noche ya que no cree Tomoe que el cambio de temperatura de esa región sea tan drástico como lo seria en otros lugares que son de lo mas traicioneros para los que desconocen de los mismos.

La inclinación de cabeza de Kuroyami y las palabras que le siguieron son algo que la honorable samurai no se esperaba, pero recibe esas palabras con una pequeña sonrisa. No cualquier puede reconocer sus errores tan abiertamente y con tanta franqueza en su espíritu, y menos son los que se lamentan de haber cometido dichos errores en el pasado de su vida.

-Es muy sabio de su parte Kuroyami que a tan corta edad sea capaz de reconocer sus errores, aceptarlos y apenarse por ellos, inclusive de pensar como estos pueden manchar la memoria de un ser respetado y querido. Hombres y mujeres de gran edad y experiencia no son capaces de conseguirlo, la felicito por ello-Las miradas de las dos se encontraron en ese momento, Kuroyami muy seria y Tomoe mas serena, complacida de ser testigo de esa forma de ser de su circunstancial acompañante. Luego de unos momentos y de la nada le llego una especie de sermón de parte de la chica, puede que ella lo intente decir de una forma mas agradable pero a oídos de la samurai suena a sermón. La ve comer y piensa, sinceramente Tomoe no es de las personas que se violentan con facilidad ni tampoco tan orgullosa o terca como para sentirse insultada o menospreciada, pero aun asi no puede aceptar la invitación de esa chica asi como asi.

-Lamento si le parezco descortés o testaruda Kuroyami, pero no me gusta tomar lo de los demás si eso que tomo no lo puedo devolver de alguna forma. Así me han criado y asi debe ser un buen samurai, por ello por mas necesidad que tenga de dicha ayuda no lo puedo aceptar, discúlpeme no busco ofender-Con respeto se expresa la joven y vuelve a ejercer una pequeña reverencia para crear una escena de respeto y gratitud hacia esa chica que intenta comportarse tan bien con su persona la cual no es que una mera desconocida y extranjera en esas tierras elficas.

La hermosa samurai-ko aun permanece de pie y en compañía de esa jovencita que no sabe que pensar de ella. Una parte importante de Tomoe desea acercarse a Kuroyami y formar tal vez un vinculo con ella, pero no se puede olvidar de lo que vio...Ademas, hay algo en ella que le da escalofríos. La chica comienza a comer de lo mas tranquila y sus palabras no son justamente las que tranquilizaran a la inocente y pura Tomoe quien muestra su sorpresa al escuchar a la chica hablar como si hubiera vivido hace casi dos siglos en la antigüedad. Aunque la misteriosa jovencita le pida que se olvide de lo que dijo es imposible para la joven de ojos rasgados el hacer algo asi, no es tan sencillo para ella obviar algo que puede ser de lo mas importante.

-Lamentablemente eso no puede suceder asi como asi. No soy tan ingenua jovencita, se que hay criaturas que pueden vivir mucho, no las he conocido aun pero al llegar aquí he visto a los elfos los cuales dicen viven cerca de 500 años o mas. Le faltan las orejas alargadas para ser una elfa, aunque hay tantas razas en el mundo y este es tan inmenso que podrías ser tu algo mas que un humano con apariencia similar a la de uno...-Esa fue la respuesta de Tomoe quien escucha a la nostálgica chica hablar y no solo eso, hasta le ha planteado una interrogante que prácticamente confirma la creencia de Tomoe de que Kuroyami no es humana. - Viéndote a simple vista eres una hermosa jovencita de tal vez unos 15 años de edad...Esta claro que me equivoco, pero es imposible imaginarme algo diferente a lo que mis ojos ven-Se resigna la samurai, es bastante sincera con esa chica y con ella misma, cuando uno no sabe algo simplemente no lo sabe y mentir no arregla esa situación para nada. Suspira y espera, no sabe si es mejor en esa situación retirarse por completo o ser algo curiosa y mas tolerante con un ente no humano.

La samurai-ko planteo sus observaciones a Kuroyami quien no se puede imaginar como va a reaccionar, cree que Tomoe que la conversación se esta tornando algo difícil y tirante lo cual no le agrada para nada. La jovencita se puso de pie y camino hasta un árbol cercano bajo la atenta mirada de Tomoe quien se sorprender al verla tomar una espada, eso hizo que la joven honorable tomase casi una postura de combate, y luego esos sonidos metálicos le hicieron creer por completo que el momento de un combate entre ellas dos había llegado. Suspiro y busco serenarse, de esa forma podrá ella no caer victima de los nervios y tener un mejor desempeño en el combate que se avecina y parece inminente. Para sorpresa de Tomoe paso lo inesperado...Y eso la dejo sin saber como reaccionar.

No se dio cuenta del todo la joven samurai-ko de cuando termino tan cerca de la jovencita ni como termino hablando de Kuroyami como extranjera del mundo entero y de su pequeña hija que tiene casi su apariencia algo que no encaja para nada, y eso es lo que hace creer que le están mintiendo descaradamente.

-Es...Es..Imposible ¿Otro mundo? ¿Tu hija? Tiene casi su edad...No es posible-Dijo de a poco Tomoe mientras recupera el sentido y se pone en alerta de nuevo, no le gusto nada el saber que le estaban mintiendo, o al menos esa lo creyó allí en un comienzo. Luego vinieron unas comparaciones entre sus armas, el acero de las mismas y la revelación de Kuroyami como algo no humano que ha vivido demasiado tiempo, esa es la explicación de porque puede tener una niña de casi su edad sin caer en la mentira.

-Es una niña hermosa...La felicito y lamento su separación- Habla Tomoe mas desde el lado femenino que como el de una guerrera-Lo de las armas no puedo decir mucho, mi especialidad no es forjar a demasiado que no puedo notar de armas y metales. aunque parece increíble que una persona pueda vivir tanto en mi país hay y hubo casos como el suyo donde razas o dioses bendicen a los mortales con una vida casi inmortal, por lo que puedo llegar a creer y comprender su verdad-Lo sabe bien Tomoe, el caso del campeón Esmeralda y padre del hombre que ella esta buscando es un humano que ha vivido por lo menos como Campeón supremo de sus tierras por los últimos 500 años, eso da a entender a Tomoe que Kuroyami puede ser también una persona muy especial.

La observa junto al fuego y queda en silencio, meditando sobre Kuroyami y todo la que la rodea.

La honrada samurai-ko sintió algo especial al ver a la niña, pues ella desea algún día ser madre y ya esta bastante grande, ya debería de estar casada y tener uno o dos niños, y sin embargo allí esta ella, soltera y viajando por el mundo buscando a su prometido, ese que eligió su familia para ella, el mejor partido que puede tener sin dudas. Solo el hijo del Emperador esta por encima del hijo del Campeón Esmeralda en ese sentido, por lo que vale la pena dicha búsqueda.

-Eso es lo mas importante, aunque no imagino que clase de problemas puede acarrear una madre para tener que dejar a su hijo atrás, en especial si como tu dices has ido de un mundo a otro sin ella-Algo difícil de entender sin dudas, pero pocas veces algo es lo que parece, despues de todo la vida no es tan sencilla como muchas veces quisiéramos. La ve al rostro y luego como se levanta y le cuenta sobre su edad y las sorpresas obvias que causa el saber la verdad, ella misma ha demostrado esa sorpresa minutos atrás al escucharla por primera vez hablar de ese asunto.

Tocaron el tema del acero y las armas y comparte el mismo pensamiento que Kuroyami, no todo guerrero conoce de la fabricación de su arma, sino que se centran mas en aprender como blandirla de forma apropiada ya que generalmente eso es lo que los mantiene con vida. La jovencita toma otro pescado y vuelve a invitar a Tomoe a comer, en esta oportunidad debe aceptar por cortesía y agradecimiento la amabilidad ajena.- Esta bien Kuroyami-San, acepto agradecida los alimentos que tan amablemente me ofrece-Hace una reverencia de agradecimiento para acompañar esas palabras mientras escucha sorprendida el promedio de tiempo de vida que tienen de donde ella viene.

-Eso es algo sorprendente, ojala nosotros pudiéramos vivir tanto-Responde Tomoe comprendiendo que vivir ya demasiado seria algo doloroso y tal vez hasta aburrido.- Es comprensible, no esta en mis planes algo asi, va en contra de mi religión-Por ello la vida es tan especial, efímera, algo a lo que hay que aferrarse cueste lo que cueste.

Entre sonrisas la comida se hace mas amena, aunque Tomoe aun se muestra algo reacia a tomar confianza con esa jovencita que parece una niña al ser de tamaño tan pequeño, aunque si todo lo que es cierto ha vivido lo de decenas de vidas humanas. Piensa al igual que su pequeña acompañante que la inmortalidad no debe ser algo grato, no se ve viviendo mas de 100 sin envejecer, seria muy raro, bonito al comienzo pero triste al final. -Creo que debe ser algo bonito al comienzo la inmortalidad pero, al pasar el tiempo de seguro se vuelve algo triste-Comparte su opinión con Kuroyami quien mientras comen pasa a agradecer a la samurai honrada el hecho de acompañarla en esa entrada noche de la Ensenada de Plata ya que al parecer se le hace muy difícil hacer amistades y trabar conversación con las personas. Tomoe lo piensa bien y no lo ve raro, hay algo en ella que es atemorizante e incluso ahora ella siente bastante desconfianza hacia su persona.

-Eres muy bonita y sonríes mucho, eres amable, y pareces muy solitaria, sinceramente hay algo en ti que causa temor y no lo puedo explicar, deberías hablar con algún sacerdote que te purifique o revise tu alma, algo en ti parece estar mal Kuroyami- Amablemente Tomoe trata de darle entender a la chica que debería hacerse ver y tratar su problema, si sigue asi vaya a saber que puede pasarle. Trata de ser sincera y suave, aunque no sabe bien como se puede tomar Kuroyami sus consejos. Suaviza sus palabras con una sonrisa dulce mientras deja que su acompañante tome la palabra nuevamente.

Dejando de lado los problemas de Kuroyami ella le pregunta por un tal Sir Logan, ese nombre le suena de algún sitio y no sabe ella decir de donde exactamente. Se pone pensativa -Por alguna razón me resuelta familiar ese nombre...Pero sinceramente no puedo decir de donde ni cuando lo he oído, lo lamento-Se apena Tomoe al no poder ayudar a la jovencita, pero ese conocimiento no es uno que ella posea. -Deberías preguntar en la ciudad elfica, tal vez alguien pueda ayudarte- Agrega Tomoe para que ella no pierda la esperanzas de averiguar algo sobre ese hombre del cual ella necesita información.

La situación entre las dos damas orientales parece ser ahora mas amena, aunque Tomoe cada tanto muestra signos de temor al estar allí cerca de Kuroyami. Agradece la jovencita la respuesta de la mayor aunque no le haya servido de nada, solo pudo recomendar que pregunte a los elfos o en el puerto, allí la gente suele saber de todo.

-Ya veo...Me alegra oírlo, y lo que yo puedo contarle de mi país es que es muy hermoso. Es una cultura muy respetuosa que practica el arte de la guerra, la poesía y el honor. Describirlo con palabras es imposible, debería de verlo y vivirlo por si misma Kuroyami-No sabe bien como explicarle lo de su pais, es muy especial como para ser narrado con palabras- Mi país ha crecido mucho, siempre fue grande pero ahora se ha expandido mas y tenemos mejores tierras-No puede decir Tomoe que este en des acuerdo con el nuevo Emperador, sinceramente quien este al mando rara vez fue algo que ella haya criticado en su vida. Al notar que Kuroyami la esta observando ella mantuvo su vista en ella, aunque con algo de nerviosismo a diferencia de la jovencita que parece estar bien en calma.