Una tranquila mañana en Moroznyy les

La sorpresa de Zafira fue grande si, pero no tan grande como el miedo de Harusame quien de verdad esta prácticamente convencido de que morirá al caerse al vació una vez ya no pueda sostenerse de la joven híbrida la cual obviamente lo tomo desprevenido al tomar vuelo. La situación es difícil y hasta embarazosa, pero es mas importante sobrevivir que pensar en el pudor y en el respeto, porque puede ella enfadarse con el chico, y también lo puede dejar caer si ella quisiera tomar represalias.

La joven le deja claro al chico que sino se calma sera peor para los dos, y de verdad que le gustaría a Harusame calmarse, pero es un humano, nunca estuvo a esas alturas y menos en movimiento, es algo demasiado nuevo e inesperado para él.-¡Este, esteeste esta muy alto!- Calmar a una persona que tiene miedo no es tarea fácil, se requiere de una gran personalidad y empatía, sin decir mas un gran carisma y liderazgo en ciertos casos.
Finalmente luego de un tiempo tras tomar al chico de los hombros y disminuir la altura el chico se fue calmando, fue subiendo de a poco a través del cuerpo de Zafira hasta llegar nuevamente a estar cara a cara con ella, poder mirarse fijo para notar en Harusame que tiene lagrimas casi congelas en las mejillas las cuales esconde en uno de los hombros de Zafira mientras se le escucha sollozar. El cuerpo del chico esta temblando y no de frió, esta nervioso, el susto que se llevo ha sido de muerte y esta casi en estado de shock nervioso. Se mantiene el chico aferrado a ella y si tuviera uñas largas aquel jovencito sin duda ya las hubiera clavado en la piel de Zafira debido a sus miedos.

Lo que siguió del viaje para Zafira y Harusame fue algo mas tranquilo, al menos fuera de peligro para cualquiera de los dos. El chico se aferro a su compañera y quedo paralizado allí, sin moverse ni nada, el único movimiento que se siente en su cuerpo es el temblor del mismo y su respiración, nada mas. Las caricias de la joven y cariñosa híbrida mantienen al chico en sus cabales, aunque ahora si que parece un niño asustado en brazos de su madre, algo tierno desde ciertos puntos de vista y patético desde muchos otros. Escucha el chico las palabras de Zafira pero no parece interesarse mucho, o al menos no lo demuestra durante un buen rato donde solo permanece en silencio, aunque eso le ha servido para tranquilizarse y dejar de lloriquear, de hecho hasta ya respira con bastante normalidad.

-Gracias...-Respondió el chico tranquilo, o tal vez cansado, o posiblemente ambas, pareciera que se le mermaron las fuerzas de repente.

No tiene ningún mal el chico, solo se agoto de tanto patalear y llorar, ahora solo desea tocar tierra para dormir, o tal vez solo para estar en la tierra sentado o parado sobre ella, sin dudas un humano no esta hecho para andar por los cielos, o al menos no uno como Harusame. El frió y el roce del viento le hacen dar mas ganas de dormir, ademas esta muy calentito junto a Zafira que lo cuida a mas no poder, por ello las ganas de dormir del chico se acrecientan de a momento y a montones.