Atravesando Moroznyy les

Cargando con mi carro y acompañado por Sparky me dispongo a cruzar Moroznyy les en busca de los metales de Moroznyy les.
Con mi martillo y me escudo a mano me adentro en el bosque, poco a poco la luz se ace menos presente por la espesura del bosque, el frio entra en mis huesos manteniendome alerta a cualquier rudio, mientras busco por arboles rocar arbustos y monticulos de nieve cualquier criatura que pudiera lanzarse contra mi o el carro. Sparky olfatea el aire acurrucado entre mis barbas.
-Escondete no queremos que te ninguna bestia intente comerte, hace frio no te asomes pronto estaremos en las montañas...

Como es una costumbre en las altas tierras de los enanos, la nieve cae lentamente, en los últimos años incluso han visto nevadas terribles en verano, como nunca antes había pasado. El bosque luce de blanco, con tintes verdes, marrones y rojizos en las partes donde la nieve no llego a caer con tanta fuerza como para cubrirlo todo de blanco por completo. La carreta avanza lento por los caminos cubiertos de nieve, subiendo y bajando por el terreno nevada y en ciertos puntos escarchados. Cada tanto se pueden ver osos a lo lejos, ciervos, y algunos que otros lobos. Mas le vale al enano mantener distancia de ellos y seguir sobre el camino, se sabe que la naturaleza esta inquieta, y que los animales se han vuelto mas feroces que nunca.
Historias oscuras se cuentan sobre las noches en el bosque, de criaturas sobrenaturales que atacan a los pobres desafortunados que se encuentran con ella. Huargos, osolechuza, osos inmensos, y algunas cosas menos creíbles como espíritus vengativos.

A la hora de andar, ya adentrado en lo profundo del bosque la luz fue mermando, las nubes en el cielo se juntaban e impedían que la pálida luz del sol llegase así por completo. A un costado del camino pudo observar como el blanco nieve se volvió rojizo. La sangre marco un corto camino, hasta detrás de unos arboles de troncos fuertes, los cuales fueron medio destrozados por algo. Algo había pasado allí, pero imposible saber cuando fue que sucedió.

Tras descubrir el rastro de sangre deje el carro con cuidado y me aferre a mi maza y mi escudo, respire profundamente mientras el frio entraba en mis pulmones y saborea la tension del combate, mis musculos empujaban las placas de acero runificado.
Sparky salio de mis barbas y se refugio en el carro. Avance rodeando los troncos conteniendo la respiracion intentado afinar el oido y escuchar alguna pisada, mis ojos bailaban entre el suelo y las copas de los arboles intentando evitar una emboscada o que esa bestia se lanzara encima, mi martillo se encendia por la Runa Ignea.
-No se que criatura o ser ronda estas tierras pero por su bien que ya se allá ido...
Me asome con cuidado para ver de donde provenía la sangre

Lentamente el herrero descendió de su carreta, su pequeño compañero no lo acompaño, se oculto lo mejor que pudo mientras el enano con las armas en mano y en un caminar precavido se fue acercando poco a poco al rastro, observo bien y lo siguió lentamente y en silencio. Las botas del enano se hundieron en la nieve, pero eso no es algo que pueda detener a un enano, por lo que con cuidado observo detrás del árbol desgarrado y la sangre esparcida que mostró al herrero el sendero hasta su dueño se esparció aun mas por allí, en especial sobre otra de la parte de los arboles.
Allí vio a un enano abierto desde los testículos hasta el mentón, sea lo que sea que lo golpeo fue algo realmente violento, porque el corte dejo la marca profundamente en el cuerpo, tanto que pareció mas un golpe contundente que un corte. Pero el herrero sabe de su oficio, un arma cortante de gran tamaño puede tener ese efecto al impactar, un gran hacha de batalla o una espada como las que utilizan los guerreros del norte de Asbru podrían fácilmente producir heridas como esa. El cadáver esta desnudo por completo, no hay rastros de armas ni de ninguna otra pertenencia, solo se ve allí sangre y muchas plumas negras y grises oscuras, están desparramadas por todo el lugar, como si hubieran desplumado algo.

Cercano al cadáver parece haber pisadas, las cuales están tapadas por la nieve, por lo que es difícil a simple vista distinguir tamaño y profundidad.

Examine al enano sin moverme del sitio y me fije en las plumas y alce mi vista a las ramas de mi alrededor, un ave gigante una arpia un grifo... que criatura abria podido causar tales heridas, un enano sin armadura, esa herida me hacia pensar que la criatura tendria un amo. Golpe mi escudo con el martillo probocando un atronador ruido gracias a la runa de mi escudo, intentando atemorizar a las criaturas de la zona, sin bajar la guardia alce una oracion hacia el enano caido.
-Odin,guia mis pasos con tu sabiduria,
Odin,guia mis manos con tu lanza,
Odin,guia mis ojos con tus cuervos,
Odin,guia mis instintos con tus lobos,
Odin,guia mi fuerza con tu anillo,
Odin,guia mi alma con tu ojo divino,
Gran Odin,que se haga tu voluntad!

"Un enano que reza al Padre es un enano que vive mucho" Es una vieja creencia de los enanos que mantienen las viejas costumbres y tradiciones, pasadas de boca a boca y escrita en las piedras, forjadas en el metal y en la memoria de tan orgullosa raza. Tras ver el cadáver e intentar imaginarse que rayos le paso a ese enano, el herrero alzo la vista y golpeo su arma contra el escudo, el estruendo se escucho en todo el bosque, nieve cayo de los arboles y pájaros alzaron el vuelo de los mismos.

El herrero, mostrando honor y valía realizo una oración en nombre del caído, para que su alma sea guiado de regreso al Padre. Apenas termino de realizar sus oraciones desde las plantas cubiertas de nieve salio un muchacho joven, pálido, o una muchacha joven y pálida, no podría el guerrero asegurar el sexo de ese/a humano con seguridad.Muestra las manos en alto, como si fuera una criatura ya derrotada.


-¡Me Rindo! ¡Me rindo!-Exclamo el o la joven que agitado y tembloroso salio de entre las plantas de manera súbita. El vapor caliente le sale de la boca, su pecho sube y baja debido a su respiración agitada. Esta pálido, claramente bajo los efectos del frió. Sus ropas son raras, y no son aptas del todo para un clima como el de ese país. El o la joven que parece tener catorce años no porta ninguna clase de armadura o protección para su cuerpo, el único armamento que porta es una espada, una espada extranjera, que al prestarle atención el herrero reconoce como una "katana" arma estándar y muy útil de las tierras del extremo oeste del continente.
La voz de esa criatura es tan suave como la de una jovencita. Sus orbes azules parecen dos piedras preciosas, brillantes. Sus cabellos son medio azulados, parecido al color de los glaciares. Debe medir cerca del metro sesenta, y parece tan ligero como una pluma.

Observe al individuo que salio de los arbustos sin bajar la guardia.
-¿Quien eres y que haces por aquí, y que sabes sobre ese enano? por tu bien procura no mentirme joven los enanos no somos conocidos por nuetras paciencia y comprension
Señale el cadáver del enano con la maza aun candente, si era responsable de aquella brutal muerte su carne alimentara a los cuervos y carroñeros de la zona. Silve con fuerza y al poco Sparky revolotreo con dificultad y se poso en mi cabeza.

Sea hombre o mujer al herrero no le interesa, a el le interesa saber que rayos le paso al enano asesinado hace quien sabe cuanto tiempo. No debe ser mucho, sino ya estaría algo podrido, aunque con las bajas temperaturas puede mantenerse sin descomposición durante varios días. La cría de dragón acudió a su llamado y el o la joven frente a el se maravillo al verlo, pero la amenaza del enano aun esta latente en el aire, por lo que se apresuro a responder.

-Mi-mi nombre es Kakita Harusame señoor-Esta tan nervioso que hasta le cuesta responder, o bien podría ser por el frió, con esas ropas y ese pequeño cuerpo el clima se lo comerá crudo a mas tardar esa misma noche.-Estoy perdido señor...-La voz se le quebró por la vergüenza. Se quedo en silencio un largo rato, el miedo se le vio en los ojos.-No lo se señor, estaba muy asustado como para mirar. Bestias horribles aparecieron hace dos noches, fue terrible. Me siguieron unos lobos inmensos y feroces, como nunca vi en la vida, jamas había escuchado de lobos como eso. y había mas cosas, un pájaro inmenso y una sombra de las que todos huyeron. Me avergüenzo en decir que yo también huí de esa sombra, del pájaro, de los lobos...-Se sonrojo tras esa respuesta, al tener la piel tan blanca se le noto claramente el rubos de las mejillas.

Tras unos segundos baje la guardia y di media vuelta.
-Estas montañas son peligrosas, espera aqui...
Volvi por le carro y lo hacerque a donde estaba.
-Trae algo de leña y no te alejes, Sparky vigila que no se pierda...
Me dirigi junto al enano muerto y empece a cavar mientras esperava que el jover trajera algo de leña, aprovechado el escudo de pala no tarde mucho en enterrar al enano, no sin antes fijarme bien en el cadaver en busca de alguna garra o algo que sus agresores ayan dejado

El jovencito tras responder a las preguntas exigidas por el poderoso enano (o al menos pare el parecía poderoso) Se quedo quieto por miedo de hacerlo enfadar. Tras un rato de tensión y nerviosismo a flor de piel el herrero se dio la media vuelta, bajando la guardia. Harusame se asusto creyendo que volvería a quedarse solo y perdido en el bosque.

-¡Espe!-Exclamo apenas una parte de sus palabras cuando escucho al enano decirle que espere allí, por lo que sin chistar guardo silencio y quedo parado y quieto bajo el manto de los arboles, temblando de frió. No tardo mucho el enano en volver a donde el muchacho espera, miro con curiosidad la carreta y al dragón, no sabia que debía mirar mas. La carreta parece tener muchas cosas de utilidad, y el dragón, es un dragón algo maravilloso. Al escuchar que el enano le envía a buscar leña y que ademas manda a su mascota a acompañarlo se le aguaron los ojos de la felicidad, una gran sonrisa se dibujo en su rostro y con la velocidad del viento corrió de un lado a otro recogiendo troncos y ramas, yendo y viniendo dejando lo que encontró cerca de la carreta. Tropezó mas de una vez, al hacerlo aprovecho de descansar un poco el cuerpo y de toma aire, esta muy débil, pero su felicidad y esperanza hicieron que se levanta todas las veces que fueran necesarias, hasta que quedo exhausto sentado en el suelo, con las manos a los costados y la cabeza tirada hacia atrás. Observa el cielo que se va oscureciendo de a poco, mientras su respiración agitada se va calmando poco a poco, sin mirar al herrero que esta enterrando el cadáver.

Cerca del cadáver no hay mas que lo que ya había visto, lo que sea que lo mato al parecer permanecerá siendo todo un misterio.

Tras enterrar al enano y guardar un minuto de silencio fui al monto de leña, aparte todo lo que pude la nieve y prepare una pequeña fogata para entrar en calor.
-¿De donde eres chico? y mas importante ¿que haces en este bosque y donde estan los demas que huyeron?.
Me levante y busque en el carro mi bota con cerveza y un tropo de pan para el chaval, me sente en troco junto a la hoguera y le arroje el trozo de pan al crio.

Por otra parte Sparky se dedicaba a intentar a pequeños roedores de la zona si alejarse.

El chico recupero el aliento y el enano termino de enterrar el cadáver, para después hacer un minuto de silencio mostrando sus respetos. Harusame guardo silencio también, de esa forma muestra sus respectos, aunque también muestra sus miedos. Luego de terminar con los respetos el enano fue hasta el montón de troncos y ramas, aparto toda la nieve que pudo apartar para dejar así un poco de terreno seco donde armar una fogata. Eso le tomo algo de tiempo, pero finalmente pudo encender una pequeña fogata, la cual alivio el corazón del muchacho, quien de inmediato se acerco al fuego, tanto que mostró una pequeña mueca de dolor al hacerse una pequeña quemadura, por lo que se hizo un poco hacia atrás, guardando una distancia prudente entre el y el fuego. El enano le hizo nuevas preguntas y fue a la carreta, tomo comida y a el le arrojo un pedazo de pan, el cual devoro emocionado, como si fuera la ultima comida de su vida.

-Muchas gracias señor, de verdad muchas gracias-Recupero el aliento luego de casi atragantarse con el trozo de pan y después, con algo de miedo contesto.

-Vivía en la Dinastía del Dragón, al menos hasta hace dos años señor...Yo vine solo...Los que huyeron, o lo que huyo de esa cosa negra, fueron los lobos, incluso los pájaros todo lo que aquí estaba huyo de el señor, lo juro-Cada vez que mencionaba aquellas cosas le temblaba el cuerpo, pero cuando realmente tembló fue al mencionar la cosa negra, esa que hizo que todos huyeran por igual.

-Estas lejos de tu casa chico...- Le di un trago a la bota de cerveza y segui.
-Vamos a hacer lo siguiente, permitire que me acompañes a las montañas, tengo que ir a picar algo de metal, despues volvere a la ciudad una vez alli podras intentar volver a casa.
Calente mis manos en el fuego mientra vigilaba a Sparky que se peleaba con un raton.
-Ahora descansa, intenta dormir algo mañana nos despertaremos temprano

El joven del oeste asintió con un gesto afirmativo de su cabeza a las palabras del enano, esta muy lejos de casa, pero sus sueños lo han llevado hasta allí, hasta ese páramo helado. Las palabras del enano lo dejaron mas duro que el hielo que le durmió los músculos, pero su corazón brinco de alegría y entre sonrisas agradeció al amable y honorable enano de las montañas.

-Muchas gracias señor de las montañas-Apoyo las rodillas en el suelo y se hizo hacia adelante, apoyando las palmas de las manos en la nieve, entre ambas su frente toco el suelo, agradeciendo de la forma mas respetuosa que conocen en su país al enano por su ayuda y generosidad. Haciendo caso de lo que le dijo el enano se acurruco cerca del fuego e intento dormir. Al rato lo consiguió, aunque se despertó varias veces durante la noche, el miedo por lo ocurrido hace días atrás no lo dejaba descansar en paz. La ultima vez que abrió los ojos ya estaban las estrellas sobre el cielo, la noche cerrada cayo sobre ellos, pero la luz de las llamas les provee un poco de iluminación.

Aliemente el fuego y cerré los ojos intentando descansar, Sparky se medio en la hoguera y se acurruco entre las brasas.
-Sparky vigilia y despierta me si pasa algo cuando tengas sueño me despiertas y sigo yo la guardia.
Sparky se levanto y se quedo sentado vigilando los alrededores, al cabo de unos horas Sparky me despertó para el relevo.
Mientras vigilaba observe al chico, muy joven para deambular sin rumbo, me levante y mire al rededor vi una de las plumas del gran ave enganchado en unas ramas, el viento se había llevado casi todas, me acerque y la recogí, la observe detenidamente.
-Esa criatura abrio un enano en dos... es peligro que ande suelta, que Freyja me ayude en la caza de semejante bestia...

El jovencito se durmió profundamente, el fuego es algo que había echado de menos en los últimos días, ademas, ahora puede dormir sabiendo que alguien fuerte lo protege, o al menos, que no estaría mas solo. Por supuesto el enano podía simplemente dejarlo allí abandonado e irse, pero esa preocupación fue vencida por la necesidad de cansancio de Harusame, por lo que durmió profundamente.

Mientras que el enano revisa las ramas de los arboles y se encomienda a Freyja, las hojas de las plantas de donde había salido anteriormente Harusame comenzaron a moverse, y extrañamente, dejo de escucharse cualquier sonido nocturno. todo quedo en silencio, excepto por el eventual sonido de alguna ráfaga de viento perdida que paso por el lugar. La sensación en el aire se puso tensa, algo no esta del todo bien allí.

Guarde la pluma y me gire despacio mirando las hojas y poco a poco me fui acercando a la hoguera donde estaban mi maza y mi escudo.
-Sparky, Sparky, despierta, despierta al niño y escondeos en el carro.
Sparky se acerco algo adormecido y empezó a mordisquear la oreja de Kakita y tirando con la poca fuerza que tenia para despertarlo.
Tras coger mis armas me acerque con cuidado a donde provenía el movimiento escudo por delante.
-Mas vale que salgas de hay despacio

Con cuidado el enano fue retrocediendo poco a poco, sin bajar la guardia, el aire que le entro por los pulmones le causo algo de daño en la garganta, demasiado frió como para inhalarlo sin sufrir ese pequeño dolor. El dragón del enano obedeció la orden y fue a despertar al jovencito que duerme profundamente junto al fuego. Tras un rato la cría de dragón consiguió que Harusame despertara, se asusto un poco al verlo medio dormido, pero luego sonrió y lo acaricio con cariño, aunque le tuvo miedo al comienzo termino por acariciarlo.

-¿Que sucede pequeño?-Pregunto el joven medio dormido, sin enterarse de nada de lo que estaba haciendo el enano mas adelante, a unos cuantos metros lejos de el.

Mientras Zephas se acercaba al lugar con sus armas en mano, noto que extrañamente la armadura y el escudo se llenaron de escarcha, a pesar de que recién se la había colocado. En cuanto termino de hablar súbitamente dos canes inmensos saltaron sobre el, con las garras de las patas por delante y los colmillos afilados dispuesto a desgarrar lo que sea que consigan alcanzar.


Los ojos amarillentos relucieron en lo oscuro de pelaje, y el hedor del hocico de los animales le llego al rostro de forma súbita Ladraron al arrojarse hacia adelante, por lo que Harusame se asusto, y mucho, reconoció ese sonido, había huido de ese ruido hace apenas días, el terror lo dejo paralizado en el lugar donde estaba, sentado sobre la nieve se abrazo a Sparky, rezando porque no lo encuentren los horribles lobos negros.

Caí de espaldas sobre la nieve con los dos grandes canes encima mía, a pesar el escudo y la armadura esos colmillos podrían arrancarme una mano o destrozarme la garganta, me revolví y lance un martillazo esperando el que el calor de este le causara el daño que perdía por la mala posición en la que estaba mientras con el escudo intentaba defenderme del otro lobo.

-Me haré un bonito abrigo con vuestras pieles.

Sparky intentaba quitarse de los brazos del Kakita sin exito y empezo a gruñir.

-Kakita sube al carro aprovecha la altura

El joven se mantuvo aferrado a la cría de dragón, que si esa cría fuera de otra cosa ya la hubiera aplastado entre sus brazos, el miedo le hace poseer una fuerza mayor a la normal, la adrenalina fluye de prisa por su cuerpo.

Mas lejos el enano cayo de espaldas con los huargos encima, sintió el golpe de la embestida y de la caída, pero no tiene tiempo de quejarse. Las garras y colmillos de los lobos encontraron metal en vez de carne, pero olfatean la carne del enano detrás del metal, por lo que escarbaran todo lo necesario para llegar al tan preciado tesoro de la carne fresca. El fuego hizo que una de las bestias se alejara del enano, el contacto del calor extremo sobre el pelaje negro lo hizo instintivamente retroceder. Pataleo el enano entre maldiciones y el otro lobo le clavo los colmillos en la armadura, al hacerlo comenzó a arrastrarlo y a sacudirlo violentamente.

Harusame dominado completamente por el miedo no hizo caso de las palabras del enano, solo se mantuvo aferrado a Sparky, como si la pequeña cría fuera a protegerlo.
El primer lobo se recupero del miedo que le produjo el miedo y tiro una o dos mordidas hacia el enano, buscando un lugar donde el fuego no estuviese presente, buscando dar en la carne y no en el hierro que protege al herrero.

Al sentir los colmillos en la armadura arremeti con el mantillo violentamente con el matillo candente en la cabeza de mi agresor para quitarmelo de encima e intentar levantarme antes de que el segundo vuelva a atacarme.

-Kakita!!! metete en el maldito carro y espera alli hasta que yo te lo diga!!

Sparky empenzo a sentir la presion y mordio en la mano a Kakita para que este reaccionase y le soltase

La violenta y peligrosa situación es complicada, el enano es buen forjador sin duda alguna, lo cual hasta el momento le ha salvado la vida, pero no es justamente un maestro del combate, por lo que al trenzarse en un combate cuerpo a cuerpo no la tiene tal fácil. Lo atacaron sin piedad y el se defendió con valor y desesperación, manteniéndose en la delgada linea del peligro inminente, de los colmillos sobre el.

Mas atrás la cría de dragón al no poder liberarse por las buenas y sintiendo como lo aprietan por fuerza opto por lo único que le indico su instinto de supervivencia, mordió la mano de Harusame el cual reacciono de forma natural y lo libero de sus brazos. El dolor profundo lo hizo reaccionar, se puso de pie algo confundido y vio a los lobos y al enano en medio de ellos en peligro de muerte, por lo que desesperado al oírlo busco cualquier cosa maso menos duro, lo que encontró fue un martillo de una mano, maso menos pesado, pero lo tomo con las dos manos y lo arrojo hacia los lobos, dándole a una de ellos. No le produjo el martillo ningún daño, el chico no tiene mucha fuerza, pero fue lo suficientemente pesado el martillo para molestar a la violenta bestia quien entre rugidos fue en busca del agresor, el cual huele a terror, eso aumenta mas el instinto depredador de esa bestia salvaje.

Quedando solo mano a mano con uno de los huargo, el herrero consiguió apenas ponerse de pie, algo golpeado, pero sin heridas mortales gracias a su buen trabajo como herrero.

-Es un perro, solo es un perro muy grande... y como todos los perros son mas debiles en las caderas... bien bien...

Solté el escudo y rápidamente deje caer en guantelete de acero a la nieve mostrando la piel desnuda de mi brazo para tentarlo, con la esperanza de que cuando se tire a por el brazo, pivotar sobre mi pie y dejarlo pasar para darle en la cadera con todas mis fuerzas.

Sparky empezo a gritar desesperado al ver como una de las bestia se giraba hacia donde estan ellos y se elevo un poco para llamar la atencion de su compañero enano antes de ser destrozado por la bestia

El huargo al que Harusame golpe con el martillo fue tras el de inmediato, el chico comenzó a correr en círculos alrededor del fuego, desesperado, siempre interponiendo el fuego entre el y la bestia. Sparky mas alto que ellos permanece a salvo, la bestia solo tiene ojos para el joven al pie, quien huele a miedo y le hace arder la sangre, una buena presa que no dejara escapar.

El enano mas adelante ya de pie formula un plan arriesgado, esas bestias son rápidas, mas que el, pero aun así lo llevo a cabo. La bestia tentada mordió la mano desnuda del enano, triturando carne y hueso de forma violenta. Con su testarudez enano por encima de todo se las arregla para golpearlo con el mazo y hacer que lo suelte, aunque la bestia desgarro mas carne al ser derribado por el fuerte golpe. Intento el huargo ponerse de pie, lo hizo un instante y volvió a caer. no se podía mantener en pie, sus caderas están fueras de lugar y el daño recibido fue agravado por el fuego.

Sacrificar algo de carne para llegar al hueso, así dirían los grandes guerreros del oeste al ver la estrategia del herrero enano. sacrifico una mano para destruir un enemigo.

Apreté los dientes con fuerza intentando no grita, me gire rapido y vi al segundo wuargo, aunque en parte la escena era algo cómica corrí hasta el carro escondiéndome tras las esquina con el martillo en mano preparando mi siguiente golpe.

-Kakita ven al carro rápido no pienses, solo corre hacia mi!!!!

Espere a que Kakita obedeciera y en el momento que la bestia asomara la cabeza quebrarla de un solo golpe fuerte y contundente.