Caminos Inmemorables

Los momentos sumamente difíciles y aterradores para Harusame han quedado muchos cientos de metros más atrás, suerte para él y para ella que al verlo mejor también se preocupa menos por su bienestar. El vuelo en ese sitio ahora en suave y tranquilo manteniendo una leve distancia con los arboles para evitar accidentes innecesarios. El chico se anima a ver hacia debajo de vez en cuando, aunque la mayoría del tiempo se la pasa solo aferrado a ella escondiendo su rostro generalmente en los hombros de la hibrida al menos ya ha dejado de temblar y de sollozar. Nota Harusame que en su mirar por aquí y por allá no se ve al compañero animal de Zafira, aunque de seguro esa criatura esta mas que apta para deambular por allí sin perderse a diferencia de un humano como lo es él.

Casi media hora después descendieron tras pasar bosques blancos llegando a otras montañas heladas donde ella toco tierra junto al chico y sin soltarlo una vez ella segura esconde sus alas y le informa a Harusame que están a salvo, además de explicarle que desde allí pueden llegar a pie con facilidad. – Este…Etto…Que bueno jejeje- Responde el joven recuperándose de a poco mientras se encuentra aun bajo el halo protector de Zafira quien le pide que le de aviso cuando este ya se sienta mejor. La mira embelesado el joven, siente las caricias en las mejillas que tan cariñosamente ella le ofrece y se queda sin habla, solo la mira y la mira indefinidamente mientras ya no se aferra a ella con miedo, se aferra a ella con cariño y necesidad de su calor mas no de una protección que lo salve del miedo y la desesperación. Se mantiene así con las mejillas sonrosadas y la mirada iluminada e inocente por tiempo indefinido, si Zafira no lo hace reaccionar el chico terminara perdiendo el equilibrio de sus piernas por cansancio, o puede le agarre un calambre por estar tanto tiempo sin moverse.

La magia del momento había atrapado al chico en esta estando tan a gusto con Zafira, si alguien le preguntara a Harusame que le esta pasando estando con esa chica no podría responder, no tendría una respuesta para eso al ser algo maravilloso y nuevo para él. La voz de la híbrida lo hizo reaccionar, su voz y su toque en el hombro invitándolo a seguir hicieron que despertara y todo sonrisas se tomo de la mano de la jovencita respondiendo cariñosamente a los gestos amables y amorosas de ellas para con el comenzando a caminar hacia donde sea que esta lo lleve.

-¿Estamos lejos Zafira-San?- Pregunta el chico curioso mientras junto a ella camina libremente por la nieve observando bosques y montañas tanto lejanas como cercanas, siempre con inocencia y sorpresa en su mirada.

Caminan tranquilos híbrida y humano, dos seres de razas muy diferentes pero de almas y corazones muy similares. Ambos parecen gustar de los ambientes fríos a su manera, y ellos dos claramente son las clásicas criaturas que parecen desconocer la maldad del mundo. Tomados de la mano el frio lo abraza constantemente, pero con las ropas adecuadas el humano no tiene mucho que temer hasta la llegada de la fría noche. Tras la pregunta del jovencito llego la respuesta de la jovencita informándole que no falta mucho ya para llegar a su hogar, de esa forma mantiene tranquilo a Harusame que por momentos se muestra muy ansioso por llegar a destino junto a ella. –Oh, me alegro jejeje, entonces adivinare cuando lleguemos que ya estamos en tu hogar Zafira-chan – Responde entusiasmado a la respuesta de Zafira aunque no dice nada de comer ni de dormir, aunque ambas cosas le vendrían más que bien al chico humano que si no se cuida mucho en especial la salud de cuerpo terminara cayendo enfermo y luego muerto.

Caminan por senderos helados y casi olvidados, vivir allí en esas montañas heladas donde solo se ven arboles de coníferas y nieve debe ser en verdad muy difícil para cualquier criatura que se alimente de un modo normal. El caminar de ambos fue sin inconvenientes, solo algún que otro tropezón del chico al mirar más el paisaje blanco que el camino donde debe caminar, problemas pequeños casi sin sentido. Así llegaron juntos a la entrada de una cueva inmensa cavada en la misma montaña, una cueva que muestra claros signos de haber sido escarbada por grandes y que se dice grande, gigantescas garras de tamaño colosal. El chico se escondió detrás de ella mientras escucha decir a Zafira que han llegado, que allí es su hogar. Mira por encima del hombro de la híbrida algo dudoso sobre ese sitio, la cosa que vive allí es un animal inmenso y parece arrepentirse de haber llegado hasta allí ahora que comienza a comprender la dimensión real y del poder que posee la criatura dueña de ese refugio. Con miedo camina guiado de la mano por ella, de otro modo no se hubiera animado a entrar a dicho sitio, hubiera huido de allí de inmediato como de costumbre. Ya muy adentro de la cueva entre todo lo que observa con ojos curiosos y miedosos nota que las habitaciones, o algunas de las habitaciones son como del tamaño de personas comunes y corrientes, y eso si bien lo confunde lo tranquiliza bastante, al punto de tomar asiento donde Zafira le indica y esperar con paciencia y una sonrisa amplia en su rostro.

–Está bien, aquí espero jejeje – Responde el chico mientras se sienta en el borde la cama y espera feliz y paciente porque ella haga lo que tenga que hacer, evitando mirar ha Zafira mientras se cambia de ropas pues le parece sumamente vergonzoso ver el cuerpo de una chica desnuda. Pasado ese momento incomodo para el chico ella se fue de la habitación hacia otra aledaña a la misma, mientras el quedo a la espera descansando los pies y el cuerpo, entrando en calor de a poco. Estuvo ahí al menos diez minutos hasta que ella regreso con algo de comida en un plato, carne seca es lo que lleva, algo duro para el humano pero que sin duda le servirá para recuperar energías de verdad.

–¡Wowowowo! Comida – Exclama muy feliz, aunque no se animo a tomarla por si mismo, ya que si bien Zafira lleva comida en las manos no le ha dado el permiso para coger la misma aun, por ende solo mira la comida con ojos que muestran la necesidad de alimento en ellos, pero manteniendo la calma, la educación, y por sobre todo la timidez que bien representa a Harusame.

La comida llego allí de manos de la buena e inocente de Zafira, la chica se porta como todo un ángel salvador y protector, el chico en cambio si bien es sumamente dócil y tímido es probable que no pueda proteger a nadie, ni siquiera a sí mismo. No tuvo que esperar mucho Harusame para poder degustar la comida y llenar su estomago, así recuperaría gran parte de las energías necesarias para andar, en los terrenos fríos y salvajes es donde más energía se pierde constantemente ya que el cuerpo quema grasas para producir energías y mantenerse estable todo el rato.

-Jejeje gracias Zafira-chan, entonces… Itadakimasu!-Comenzó agradeciendo primero a su benefactora y después si agradece por los alimentos y sin dudar comienza a comer usando las manos ya que no ve muchos cubiertos por allí. Al ser carne seca en su mayoría comerla con la mano es sumamente sencillo. Ella se acuesta en la cama de espaldas mirando al techo mientras el continua comiendo, aunque eso no evita que escuche a la jovencita junto a el quien menciona que necesita descanso al estar muy agotada.

Termino al rato su comida y tras limpiarse las manos con un trapo tomo las frazadas y otras mantas que yacen sobre la cama y tapa a Zafira con estas para que descanse bien calentita y protegida.

-Jejeje entonces ahora yo cuidare de Zafira-chan mientras descansa- El chico muestra claramente sus ganas de ayudarla y cuidarla, además de que es de por si una personalmente sumamente servicial y buena le debe mucho a Zafira, y ahora se le presenta una buena oportunidad de ser el quien haga algo bueno por ella.

El chico que como siempre demuestra ser inofensivo logro llenar de confianza a Zafira para que ella le haga caso y descanse, después de todo la que más se ha esforzado allí es ella y es quien más se merece descansar. El jovencito termino su comida y dejo el plato a un lado mientras la chica se va acomodando de a poco para dormir, se nota con el pasar de los minutos en su respirar y en sus gestos que quedo profundamente dormida por lo que Harusame solo guarda silencio y se prepara para dormir también.  Noto al estar a su lado que ella llama a su madre entre sueños y que se mueve de manera irregular, incluso comienza a llorar lo cual da cuenta al muchacho que realmente está sufriendo en sueños. No vio producente despertarla por lo que hizo lo que le gustaría que hagan con el si se sintiese solo y y triste, se abrazo a ella y le beso las mejillas completamente sonrojado por ese acto para después apoyar su cabeza en el hombro ajena y dormir juntos los dos como amantes o como familia, protegiendo a la chica y dándole calor, un calor que se fue absorbido en más de una ocasión por ella lo cual hizo temblar al chico incluso bajo las mantas.

En sus sueños el chico volvió a soñar con ese gran castillo en medio de la nieve, grandes gárgolas lo vigilan y la señal de batallas recientes se ve por un lado y el otro. La nieve cae bendecida por el cielo y la voz lo llama una y otra vez “Harusame, Harusame regresa a casa, regresa a mi” Ya le gustaría saber que quiere decir eso, después de todo a él ya no le queda nada de nada, está completamente solo en el mundo sin un alma que se apiade de su persona.

Los sueños de Harusame rara vez son sueños dolorosos, si son sumamente extraños y misteriosos, y por sobre todo sumamente reales, tanto así que a veces se mueve en sueños como si estuviese viviendo sus sueños de manera inconsciente. En esta ocasión de manera inconsciente se aferro a la chica a su lado y ella hizo lo mismo que el, de seguro ambos necesitan de alguien que los ame de corazón, que los ame y los proteja, y por sobretodo que los comprenda. Los sueños del chico se volvieron cada vez más alejados de lo misterioso y se volvieron extrañamente calientes, haciendo cosas en sueños que jamás hizo en la vida real, ni siquiera en sueños soñó alguna vez que intimaba con alguien, después de todo no sabe siquiera lo que es besar una mujer por ello mucho menos sabría como tener relaciones sexuales con una chica. No tiene idea cuanto duro ese sueño, pero cuando despertó sus labios básicamente había rozado los de la chica y el estaba medio encima suyo, no mucho, solo apenas, pero fue suficiente para asustarlo y dejarlo completamente rojo y paralizado. Tuvo suerte de haberse quedado sin habla, de otro modo si gritaba por sorpresa ella de seguro hubiera despertado y al estar consciente sentiría a Harusame en esa posición tan comprometida con ella y de seguro lo mataría, o mínimo lo echaría de su vida para siempre. Ante ese posible trágico escenario se sale de la cama lentamente intentando que ella no se despierte, ya que necesita asearse de mi inmediato.
No entiende nada Harusame, pero la excitación en su sueño fue tanto que termino teniendo un "accidente”, algo muy natural en jóvenes de su edad, incluso más chicos también, aunque todo depende del corazón de cada muchacho. Con toda la vergüenza del mundo busca un lugar parecido al baño o algún recipiente donde haya agua para usar, o al menos algo parecido a un trapo que pudiese utilizar para limpiarse los muslos y su parte más intima la cual le ofrece una sensación muy placentera, aunque no tanto como en sus sueños y en los momentos previos a despertar, eso si que fue toda una gloria.

Así comenzó el día el joven Harusame, rogando porque Zafira no despierte para poder poner a su propia persona en completo orden tras tener el primer sueño húmedo de su corta e inocente vida.

La híbrida luego de hacer todas sus cosas y regresar a la habitación noto algo que antes no, al tocar la misma noto un papel, aunque al ser ciega no puede leerlo, y el chico en su apuro y de forma despistadas olvido que la chica es no vidente, por ello nunca podría leer la carta aunque con dificultad la encontrara. La escritura de la misma estaba un poco borrosa, pero aun asi entendible, pero su mensaje no sera recibido, nunca podrá llegar el mensaje de despida tan especial para ella, no al menos que otra persona lo lea para ella.

Así fue que Harusame desapareció de la vida de Zafira, de súbito al igual que como apareció, aunque el destino de ese chico esta en el norte, tal vez en el extremo norte, o en las entrañas del norte, y si nada lo mata pronto podría aparecerse en cualquier momento nuevamente semi muerto a los pies de la dulce y hermosa Zafira.


Haru deja el tema, gracias por la aventura Zafira-chan, nos veremos de nuevo en algún futuro cercano =)

Tema finalizado, Zafira gana 2 puntos de experiencia.