King Monkey....[Priv Irasue +18]

Calico continuaba caminando tranquilamente aunque su cabeza era un caos, realmente en ese momento pasaban muchas cosas por su cabeza pero sobre todo era la idea de tener exo, ella muy a su pesar después de la pérdida de Lorelei para olvidar el echo de que la amaba con locura se entrego al visio. Se la pasaba en las posadas teniendo sexo con toda aquella mujer que se dejaba presa de la histeria y el dolor y para su mala suerte este tipo de acciones la condenaron a una adicción, muchos dirían que es una ninfomana y ella misma no les va a dementir pero ahora es una necesidad en su cuerpo, puede sentir su falo hinchado deseando un poco de atención y esa mujer no se veía del todo mal, a simple vista parece muy sensual y del tipo de mujeres que le gustan a la pelinaranja por o que su paso comenzó a volverse un tanto apresurado, al poco tiempo se le emparejó la chica aunque iba cubierta quizá no deseaba que nadie viera lo que estaba por hacer sin embargo calico no le dio importancia.

Llegaron al campamento y la fémina aún no decía una sola palabra, solo había mujeres en esa legión y levantaron un campamento organizando tiendas, víveres, los caballolagartos todo parecía de lo más común sin embargo algunas curiosas vieron de reojo a la capitán avanzar entre sus filas seguida de una joven chica y de hecho comenzaban a rumorear cosas dado que conocen a la capitán y su problema, nadie comentó nada al final del sitio se levantaba una carpa roja de buen tamaño con dos divisiones la primera era la Carpa real, la siguiente para la general, se veían de tela roja fuerte para soportar el frío y llegando a la misa había dos guardias que portaban armaduras similares a las de calico, en cuanto vieron a la pelinaranja se colocaron firmes y la fémina se detuvo en la entrada -Adelante Señorita- comentó con una sonrisa un tanto ladina en su rostro, en cuanto su acompañante entrara a la tienda podría ver que el sitio a diferencia del exterior estaba bastante cálido, tenia alfombras rojas con bordes dorados, al fondo una cama con varios cojines, una mesa con diversas frutas exóticas y piezas de carne, dentro había dos mujeres vestidas de form sensual las cuales se acercaron a la chica, una deseaba tomar su capa y la otra le invitó un poco de vino en un vaso dorado -Ponte cómoda...y hablemos de lo que acordamos- sonrió la pelinaranja y se quedó quieta otras dos chicas comenzaron a retirarle la armadura dejando ver su carne apetitosa y su excelente cuerpo.

El campamento era cómodo y se veía en el de todo tipo de mujeres, incluso había un par que eran más altas de que la pelinaranja a simple vista mas de dos metros de altura y complexión tosca, después de todo la vena de sangre de los dragones es variada, calico caminaba y no le interesaba lo que las demás mujeres pensaras o hicieran con respecto a la situación, si alguna se atrevía a decir alguna cosa seguro reciviria una sonora reprimenda de parte de la pelinaranja.

Estando dentro aparte de la comodidad del sitio las mujeres que les servían se notaban un poco diferentes, finas de cuerpo y expresiones humildes a simple vista no parecían llenar nada del parámetro que debería llenar una guerrera, no miraban a las mujeres a los ojos y eran delicadas y atentas al servir y tomar las cosas de ellas, la pelinaranja sonrió con esas palabras -Jajaja Bueno querida, si bien pueden oír la plática son solo servidumbre, ya e probado sus carnes...si deseas esten aqui deberas esperar al segundo asalto, no mezclo la carne nueva con la vieja- comentó la pelinaranja algo egocéntrica mientras le servían vino en una copa dorada, ellas se disponían a servir algunos alimentos para la invitada de la general -No mentía cuando dije que gozó de ciertos privilegios los cuales si puedes notarr son bastante cómodos- el plan de la pelinaranja era claramente cogersela, aunque deseaba ofrecerle un entremés ante todo la educación después de todo posee un rango militar considerablemente alto.

Aun estaba un poco ansiosa y pese a ello se mantiene con calma frente a su invitada, le ofreció que se pusiese cómoda pero lo que hizo a continuación le saco una sonrisa e hizo que las doncellas se quedasen heladas, Irasue se acercó lentamente captando la atención de la general por si eso no fuese poco se sentó en sus piernas de frente lo que provocó aquella sonrisa desafiante en la pelinaranja, al verla sentada y contemplar su bello cuerpo ante el de ella lo primero que hizo la general fue beber un poco mas de vino sin dejar de verla a los ojos con algo de libido, bajo la copa y algo de vino escurría de sus labios -Directo a la negociación…- comentó mientras con su mano daba una señal y las doncellas salian del sitio, en cuanto la tuvo asi y noto como la chica se acercaba a ella y besaba sus labios suavemente el libido de la pelinaranja se encendió casi de inmediato, llevó sus manos a su trasero amasando y acariciándolo con estas apretandolo un poco y la re pego a ella de modo que sus pechos se encontrasen y su ahora amante pudiese sentir un bulto debajo de ella restregándose con su entrepierna, la pelinaranja meneó un poco su cadera para restregarle -No me molesta en lo absoluto querida- calico no soltaba el trasero de esta -Veo que te ejercitas, espero sepas responder por tus actos..no soy una mujer común y cómo puedes sentir bajo mis togas hay algo que deseara estocarte contra la mesa y no tengo ninguna espada querida- comentó seductora y juguetona levantando un poco su cadera para que iruse sintiese el palpitante falo bajo sus ropas - no lo dije antes pero...estas deliciosa…- pego mas sus pechos a ella y la pelinaranja comenzó a besarla casi desesperada hurgando con su lengua en la boca ajena, sus caricias comenzaron a recorrer la espalda de irasue en un claro desenfreno por parte de calico quien lucía un poco desesperada como si solo desease contener la bestia que había en su interior.