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Entre oro y sombras
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Entre oro y sombras
Después de mucho tiempo, el ya recuperado príncipe de Córdoba ha decidido tomar cartas en el asunto, hasta ahora venía siendo muy sutil el príncipe como es su costumbre, pero en tiempos de crisis deben tomarse medidas que estén a la altura, por lo cual, es hora de que tome y lleve a cabo las decisiones que debe tomar, todo por el bien de su propia persona.
Pasa el atardecer lentamente en el territorio del Cielo de la Libertad, mientras una clase de vida termina su día otra clase comienza la suya, ahora comienza la vida del príncipe, la vida que vive un vampiro, la vida de la noche.
Algun tiempo atrás decidió el príncipe el contratar a dos sujetos en especial para llevar a cabo unos pequeños trabajos, pequeños trabajos pero de grandes beneficios, tanto para el cómo sus contratados, ahora necesita otra clase de gente, por lo que tras investigar a varias criaturas en particular se decidió por una de ellas.
Tras desayunar y asear su cuerpo el príncipe de Córdoba tomo dos sobres de papel madera donde tiene detallada la información para entregarles a esas personas, vital para llevar a cabo su petición. Como de costumbre viste de forma formidable, sin igual, capaz de brillar por sí mismo, su porte y gusto para las prendas nunca dejan que pase desapercibido. Tomo un carruaje de su propia propiedad, junto a su mano derecha se dirigió al hall principal de su mansión para esperar por esas personas con los cuales a de encontrarse la noche de hoy, su mansión es el mejor lugar para una reunión como la que van a llevar a cabo esta noche.
Hace unos días envió una carta a esta persona haciéndole saber sobre su interés en las habilidades particulares que esta posee, esta tiene su fama y luego de investigarlo un poco cree Zaebos que ese sujetos es lo que él necesita en esta ocasión, de llegar a un buen acuerdo con ella posiblemente contrate sus servicios en más de una ocasión de aquí en más.
Desde temprano el señor de la casa Córdoba tuvo todo listo, se saludó con muchos de los allí presentes que ya sabían de la llegada de invitados a su morada, muchos de ellos sirvientes de mucha confianza, de años y años de servicio, no solo de ellos, muchos ya heredaron ese trabajo de sus progenitores.
Al tener mucho tiempo de sobra el príncipe, se ha puesto a beber algo de vino con el encargado general de su mansión quien acompaña en esta ocasión al príncipe de Córdoba, mientras la noche cae totalmente sobre la ciudad espera Zaebos por la llegada de esta persona a la que ha de contratar.
Como es de esperar el salón de la antigua nobleza de ese país es impresionante, todo brilla allí en especial por el oro y plata de la vajilla, las copas y otros adornos de allí están hechos de puro oro, plata, los cristales son realmente finos, verdaderas obras de arte. Los espejos y el reloj del lugar datan de muchos pero muchos años, realmente antiguos y bonitos, la mesa larga de madera es de la mejor de este país, ni mencionar las sillas, realmente cómodas y elegantes. Las luces del lugar iluminan absolutamente todo el salón, las sombras casi no existen en esa habitación, todo brilla en oro y plata. La cantidad de oro en la que está valuada esta habitación es imposible de calcular, aunque muchos estiman que sobrepasa las mil de monedas de oro, los nobles del Cielo de la Libertad con los años han invertido mucho dinero en sus residencias y este es el resultado de todas esas inversiones.
Mientras el príncipe y su mano derecha esperan pacientes bebiendo algo de vino en ese salón, imaginan de que aquella que ha de llegar más tarde sepa cómo comportarse en un lugar tan fino y refinado como lo es este salón de los nobles, de otra manera deberá de retirarse a otro lugar más acorde a su invitada de esa noche.
Pasa el atardecer lentamente en el territorio del Cielo de la Libertad, mientras una clase de vida termina su día otra clase comienza la suya, ahora comienza la vida del príncipe, la vida que vive un vampiro, la vida de la noche.
Algun tiempo atrás decidió el príncipe el contratar a dos sujetos en especial para llevar a cabo unos pequeños trabajos, pequeños trabajos pero de grandes beneficios, tanto para el cómo sus contratados, ahora necesita otra clase de gente, por lo que tras investigar a varias criaturas en particular se decidió por una de ellas.
Tras desayunar y asear su cuerpo el príncipe de Córdoba tomo dos sobres de papel madera donde tiene detallada la información para entregarles a esas personas, vital para llevar a cabo su petición. Como de costumbre viste de forma formidable, sin igual, capaz de brillar por sí mismo, su porte y gusto para las prendas nunca dejan que pase desapercibido. Tomo un carruaje de su propia propiedad, junto a su mano derecha se dirigió al hall principal de su mansión para esperar por esas personas con los cuales a de encontrarse la noche de hoy, su mansión es el mejor lugar para una reunión como la que van a llevar a cabo esta noche.
Hace unos días envió una carta a esta persona haciéndole saber sobre su interés en las habilidades particulares que esta posee, esta tiene su fama y luego de investigarlo un poco cree Zaebos que ese sujetos es lo que él necesita en esta ocasión, de llegar a un buen acuerdo con ella posiblemente contrate sus servicios en más de una ocasión de aquí en más.
Desde temprano el señor de la casa Córdoba tuvo todo listo, se saludó con muchos de los allí presentes que ya sabían de la llegada de invitados a su morada, muchos de ellos sirvientes de mucha confianza, de años y años de servicio, no solo de ellos, muchos ya heredaron ese trabajo de sus progenitores.
Al tener mucho tiempo de sobra el príncipe, se ha puesto a beber algo de vino con el encargado general de su mansión quien acompaña en esta ocasión al príncipe de Córdoba, mientras la noche cae totalmente sobre la ciudad espera Zaebos por la llegada de esta persona a la que ha de contratar.
- Spoiler:
- Drake
Como es de esperar el salón de la antigua nobleza de ese país es impresionante, todo brilla allí en especial por el oro y plata de la vajilla, las copas y otros adornos de allí están hechos de puro oro, plata, los cristales son realmente finos, verdaderas obras de arte. Los espejos y el reloj del lugar datan de muchos pero muchos años, realmente antiguos y bonitos, la mesa larga de madera es de la mejor de este país, ni mencionar las sillas, realmente cómodas y elegantes. Las luces del lugar iluminan absolutamente todo el salón, las sombras casi no existen en esa habitación, todo brilla en oro y plata. La cantidad de oro en la que está valuada esta habitación es imposible de calcular, aunque muchos estiman que sobrepasa las mil de monedas de oro, los nobles del Cielo de la Libertad con los años han invertido mucho dinero en sus residencias y este es el resultado de todas esas inversiones.
- Spoiler:
Mientras el príncipe y su mano derecha esperan pacientes bebiendo algo de vino en ese salón, imaginan de que aquella que ha de llegar más tarde sepa cómo comportarse en un lugar tan fino y refinado como lo es este salón de los nobles, de otra manera deberá de retirarse a otro lugar más acorde a su invitada de esa noche.
Zaebos de cordoba- Mensajes : 153
Fecha de inscripción : 12/07/2014
Re: Entre oro y sombras
Tina se dirigía tranquilamente hacia el inmenso castillo, pero sin poder evitar un escalofrió, pasaba por un espeso y muy oscuro bosque, apenas se veía un poco de luz a pesar de que la luna estaba llena y las estrellas brillaban fuertemente, su caballo tenía miedo de seguir avanzando y solo las caricias y suaves palabras de su dueña hacían que siguiera adelante aunque muy nervioso, Tina había comprado al animalito hacía tiempo cuando había visto que dentro del continente no podía viajar por el afua… llamaba demasiado la atención y en casos como esos donde iba a ver al tipo de personas que valoran más la presentación y los “buenos modales” que su propia vida era más que adecuado ya que no podía llegar mojada o cansada a esos lugares.
Llego finalmente al fin del bosque y el inicio del castillo y por un momento se detuvo, mientras su caballo veía aterrorizado el lugar, uno de los típicos castillos malditos, embrujados, etc. Que aparecían en los cuentos de terror, trago saliva y el caballo, como si eso fuera una señal, dio media vuelta pero Tina jalo la rienda
-Na… nada de eso… vamos
El caballo miro a su ama como sopesando si valía la pena tirarla y salir huyendo pero finalmente termino cediendo y camino hacia la entrada del castillo, un guardia inmediatamente salió armado
-Quien anda…
-El amo de este castillo me mandó llamar, a un lado
Tina le mostro la carta firmada con el sello y el guardia rápidamente retrocedió alarmado y los demás la dejaron pasar, al acercarse a la entrada Tina desmonto y rápidamente se llevaron a su asustado caballo para atenderlo mientras que Tina, camino hacia el interior del castillo, rápidamente un sirviente se acercó y le hizo una seña para que lo siguiera, Tina obedeció intentando comportarse, sabia como debía hacerlo para impresionar a los nobles y que la contrataran, esto era siempre portarse dura, capaz pero aun así de forma elegante, no ofenderlos, suspiro un poco, caminando tranquilamente como si el lugar le perteneciera, pero sin tocar nada, mientras miraba a su alrededor todo el lujo del lugar, asombrada, por fuera parecía un castillo maldito, tétrico, oscuro, lúgubre, por dentro era quizás el palacio más lujoso que había visto en su vida… mientras miraba eso intentando no mostrar el menor signo de asombro llego finalmente a una estancia donde 2 hombres bebían vino, el sirviente retrocedió inmediatamente y Tina avanzo
-Disculpe, señor, soy la mercenaria que mando llamar para una entrevista
Intento sonar lo más educada que pudo, notando la mirada del mayordomo sobre su cuerpo, algo que jamás pasaba desapercibido debido a las ligerísimas ropas que siempre llevaba pero Tina lo ignoro, solamente esperando a que su nuevo empleador le hablara, después de todo era una mercenaria y por muy educados que fueran ninguno iba de traje jamás.
Llego finalmente al fin del bosque y el inicio del castillo y por un momento se detuvo, mientras su caballo veía aterrorizado el lugar, uno de los típicos castillos malditos, embrujados, etc. Que aparecían en los cuentos de terror, trago saliva y el caballo, como si eso fuera una señal, dio media vuelta pero Tina jalo la rienda
-Na… nada de eso… vamos
El caballo miro a su ama como sopesando si valía la pena tirarla y salir huyendo pero finalmente termino cediendo y camino hacia la entrada del castillo, un guardia inmediatamente salió armado
-Quien anda…
-El amo de este castillo me mandó llamar, a un lado
Tina le mostro la carta firmada con el sello y el guardia rápidamente retrocedió alarmado y los demás la dejaron pasar, al acercarse a la entrada Tina desmonto y rápidamente se llevaron a su asustado caballo para atenderlo mientras que Tina, camino hacia el interior del castillo, rápidamente un sirviente se acercó y le hizo una seña para que lo siguiera, Tina obedeció intentando comportarse, sabia como debía hacerlo para impresionar a los nobles y que la contrataran, esto era siempre portarse dura, capaz pero aun así de forma elegante, no ofenderlos, suspiro un poco, caminando tranquilamente como si el lugar le perteneciera, pero sin tocar nada, mientras miraba a su alrededor todo el lujo del lugar, asombrada, por fuera parecía un castillo maldito, tétrico, oscuro, lúgubre, por dentro era quizás el palacio más lujoso que había visto en su vida… mientras miraba eso intentando no mostrar el menor signo de asombro llego finalmente a una estancia donde 2 hombres bebían vino, el sirviente retrocedió inmediatamente y Tina avanzo
-Disculpe, señor, soy la mercenaria que mando llamar para una entrevista
Intento sonar lo más educada que pudo, notando la mirada del mayordomo sobre su cuerpo, algo que jamás pasaba desapercibido debido a las ligerísimas ropas que siempre llevaba pero Tina lo ignoro, solamente esperando a que su nuevo empleador le hablara, después de todo era una mercenaria y por muy educados que fueran ninguno iba de traje jamás.
Tina Iboshi- Mensajes : 24
Fecha de inscripción : 04/02/2016
Re: Entre oro y sombras
Esperaron en la misión un buen tiempo antes de que la invitada de esa noche, de mientras Zaebos y su mayordomo se dedicaron a conversar y a estipular sobre algunos rumores que circulan por la ciudad de la lujuria y la traición.
-Una verdadera pena mi buen amigo, tendremos que estar atento, la solo contratación de la señorita que debe de estar por llegar puede que no sea suficiente-Conversan amo y sirviente como amigos de toda la vida que son, un vínculo fuerte de servidumbre y protección que ya lleva muchas décadas presente. Tiempo más tarde otros criados se acercaron al salón e informaron que una señorita golpeaba la puerta, por lo que su buen sirviente Drake dio el permiso para que la guiaran hacia ese lugar, no sin antes pedir todas las armas de dicha invitada, algo muy común en esa clase de reuniones. Pocos minutos después las puertas de la residencia Córdoba se abrieron para la pequeña invitada, una que no mas verla ese hombre supo que es la mercenaria que su amo está esperando.
El vampiro por su lado poso sus ojos rojizos en la hermosa figura de la mujer que acaba de ingresar en esa habitación, no se esperaba alguien tan suculento, algo bueno para una criatura tan sátira como el, alguien que no dejara pasar la oportunidad de seducir a una dama que tan bella permanezca a su lado, sea algo permanente o no a ese vampiro no le preocupan los temas como la profundidad ni el tiempo de un amorío o de una relación.
-Bienvenida bella dama, puede ingresar sin miedo, a pesar de las apariencias mi estimado Drake es muy educado.-Señala con su mano izquierda a la dama y señala un asiento cercano en la mesa, allí puede sentarse y ponerse cómoda.- ¿Desea un refrigerio joven dama? Le podemos ofrecer algún que otro pequeño manjar, así como también vino.-Eso es algo que podía esperar de él la mujer, mucha cordialidad y educación, un excelente comportamiento que esconde a la perfección su verdadera naturaleza vampirica.
-Tina Iboshi, me alegra que haya respondido a mi invitación…Permítame decirle que viendo su gran belleza es probable que hiciese más dinero haciendo uso de ella que vendiendo su espada.- Sonríe al decir ese comentario, no quiso decir que haría mas dinero vendiendo su cuerpo para no ofenderla, pero está claro que para alguien tan bonita el trabajo de mercenario no pega mucho que digamos.
-Una verdadera pena mi buen amigo, tendremos que estar atento, la solo contratación de la señorita que debe de estar por llegar puede que no sea suficiente-Conversan amo y sirviente como amigos de toda la vida que son, un vínculo fuerte de servidumbre y protección que ya lleva muchas décadas presente. Tiempo más tarde otros criados se acercaron al salón e informaron que una señorita golpeaba la puerta, por lo que su buen sirviente Drake dio el permiso para que la guiaran hacia ese lugar, no sin antes pedir todas las armas de dicha invitada, algo muy común en esa clase de reuniones. Pocos minutos después las puertas de la residencia Córdoba se abrieron para la pequeña invitada, una que no mas verla ese hombre supo que es la mercenaria que su amo está esperando.
El vampiro por su lado poso sus ojos rojizos en la hermosa figura de la mujer que acaba de ingresar en esa habitación, no se esperaba alguien tan suculento, algo bueno para una criatura tan sátira como el, alguien que no dejara pasar la oportunidad de seducir a una dama que tan bella permanezca a su lado, sea algo permanente o no a ese vampiro no le preocupan los temas como la profundidad ni el tiempo de un amorío o de una relación.
-Bienvenida bella dama, puede ingresar sin miedo, a pesar de las apariencias mi estimado Drake es muy educado.-Señala con su mano izquierda a la dama y señala un asiento cercano en la mesa, allí puede sentarse y ponerse cómoda.- ¿Desea un refrigerio joven dama? Le podemos ofrecer algún que otro pequeño manjar, así como también vino.-Eso es algo que podía esperar de él la mujer, mucha cordialidad y educación, un excelente comportamiento que esconde a la perfección su verdadera naturaleza vampirica.
-Tina Iboshi, me alegra que haya respondido a mi invitación…Permítame decirle que viendo su gran belleza es probable que hiciese más dinero haciendo uso de ella que vendiendo su espada.- Sonríe al decir ese comentario, no quiso decir que haría mas dinero vendiendo su cuerpo para no ofenderla, pero está claro que para alguien tan bonita el trabajo de mercenario no pega mucho que digamos.
Zaebos de cordoba- Mensajes : 153
Fecha de inscripción : 12/07/2014
Re: Entre oro y sombras
Tina espero a que el sirviente se alejara, sin ningún problema porque le pidieran su espada en la entrada, ningún mercenario era tan idiota para ceder su arma si la necesitaba y nadie que contratara sus servicios era tan tonto como para creer que de verdad cedían todas sus armas, se acercó al hombre notando un poco nerviosa su mirada sobre su cuerpo, era algo que le pasaba todo el tiempo y más de uno de sus clientes la habían drogado para violarla o cosas peores, pero esa vez era algo diferente… ese hombre era diferente, no sabía por qué, vio al hombre y sonrió amablemente sentándose en la silla frente al hombre
-No soy ninguna prostituta señor Cordoba, soy mercenaria… y le aseguro que mi belleza me da una buena ventaja en mi trabajo… además estoy lejos de ganar poco dinero para una mercenaria, supongo que el caballero ya le habrá dicho cuanto es lo que cobro
Le comento pero volteando a ver al sirviente, el típico mayordomo que llevaba décadas al lado de su señor y que en ese tipo de familias, era más padre del chico que su verdadero padre, le sonrió levemente recargándose cómodamente en esa agradable silla
-Le agradezco mucho el ofrecimiento pero no tomare nada, solamente quiero saber los términos de nuestro contrato caballero y estoy dispuesta a partir de inmediato, si lo desea
Tina seguía sintiendo esa sensación extraña, la sensación de que había peligro, pero esa sensación le gustaba y la excitaba, adoraba la adrenalina y sin duda algo había en ese hombre que la atraía extrañamente, ahora solo faltaba ver que era lo que el caballero le pediría.
-No soy ninguna prostituta señor Cordoba, soy mercenaria… y le aseguro que mi belleza me da una buena ventaja en mi trabajo… además estoy lejos de ganar poco dinero para una mercenaria, supongo que el caballero ya le habrá dicho cuanto es lo que cobro
Le comento pero volteando a ver al sirviente, el típico mayordomo que llevaba décadas al lado de su señor y que en ese tipo de familias, era más padre del chico que su verdadero padre, le sonrió levemente recargándose cómodamente en esa agradable silla
-Le agradezco mucho el ofrecimiento pero no tomare nada, solamente quiero saber los términos de nuestro contrato caballero y estoy dispuesta a partir de inmediato, si lo desea
Tina seguía sintiendo esa sensación extraña, la sensación de que había peligro, pero esa sensación le gustaba y la excitaba, adoraba la adrenalina y sin duda algo había en ese hombre que la atraía extrañamente, ahora solo faltaba ver que era lo que el caballero le pediría.
Tina Iboshi- Mensajes : 24
Fecha de inscripción : 04/02/2016
Re: Entre oro y sombras
Obtuvo una respuesta rápidamente ese noble vestido de blanco impoluto, mas no dijo nada más por al menos unos momentos. La mujer se puso a la defensiva en cuanto escucho los comentarios de ese hombre en lo referente a su belleza y de cómo podría ganar más dinero con su belleza. Más la sonrisa afloro claramente en el rostro en el rostro del mayordomo quien ya se ve venir una afilada respuesta de alguien tan fino y astuto como lo es su amo.
-Me disculparía por ofenderla pero, no este el caso cuando usted se ha equivocado por completo en la interpretación de mis palabras. Las prostitutas no venden su belleza, alquilan su cuerpo, una verdadera dama puede sacar provecho de su belleza con una sonrisa, una idea astuta o contrayendo un vínculo fuerte como el matrimonio con un hombre de mayor estatus social que ella.-Clara explicación del noble que comprende claramente cómo funciona el mundo de la alta sociedad, y ahora es él quien ha sido ofendido ya que se han puesto en su boca palabras e ideas que él nunca ha expresado. Mira hacia el techo de la habitación con una sonrisa soberbia sobre su rostro.
-Es por eso que siempre digo que la mente de las personas es lo más valeroso que poseen…-Lo susurro pero no en voz tan baja como para que no se le pueda entender. El mayordomo inclino la cabeza dándole la razón a su amo y mantuvieron silencio en lo referente al pago de la mujer y en lo que respecta a sus tareas, van a responder o mejor dicho ese noble responderá un tiempo después. No será tan amable como para explicarse velozmente con alguien que mal interpreta sus palabras y que no acepta en nada la hospitalidad de la casa Córdoba.
Tiempo después ese hombre adinerado volvería su vista hacia la hermosa mujer que vende sus armas a quien pueda pagar por ello, entonces si hablo tal y como ella deseaba.
-Por lo que escuchado no son baratos sus aranceles, pero no se preocupe, creo que con mirar a su alrededor se dará cuenta de que no es problema alguno para mí el costearlos.- El tono de voz del hombre vestido de blanco es uno muy elocuente y fino, remarca a cada palabra que da un aire de superioridad nato, y sin embargo, parece muy natural, tanto así como para no ofender a quienes les escucha. -El tipo de protección que necesito sobresale del estándar, razón por la cual mis gastos se salen del índice normal, lo comprendo y lo acepto, de otro modo está en peligro mi supervivencia ¿Comprende usted joven dama?-Junta las manos y las coloca sobre la mesa al hablar. -Sus enemigos más comunes serán los gremios de asesinos de la ciudad, así como probablemente hombres lobo y algunos vampiros. Si está dispuesta a aceptar el trabajo tendrá la paga que solicita, siempre y cuando sea un trabajo efectivo, claro está.-Sonríe de modo encantador y burlón a la vez mezclado con inteligencia y perversión que a los más blandos de corazón les haría dudar en demasía el aceptar un trabajo como ese, pero si la mujer es una profesional lo pensara con calma poniendo en la balanza costo/beneficio.
-Me disculparía por ofenderla pero, no este el caso cuando usted se ha equivocado por completo en la interpretación de mis palabras. Las prostitutas no venden su belleza, alquilan su cuerpo, una verdadera dama puede sacar provecho de su belleza con una sonrisa, una idea astuta o contrayendo un vínculo fuerte como el matrimonio con un hombre de mayor estatus social que ella.-Clara explicación del noble que comprende claramente cómo funciona el mundo de la alta sociedad, y ahora es él quien ha sido ofendido ya que se han puesto en su boca palabras e ideas que él nunca ha expresado. Mira hacia el techo de la habitación con una sonrisa soberbia sobre su rostro.
-Es por eso que siempre digo que la mente de las personas es lo más valeroso que poseen…-Lo susurro pero no en voz tan baja como para que no se le pueda entender. El mayordomo inclino la cabeza dándole la razón a su amo y mantuvieron silencio en lo referente al pago de la mujer y en lo que respecta a sus tareas, van a responder o mejor dicho ese noble responderá un tiempo después. No será tan amable como para explicarse velozmente con alguien que mal interpreta sus palabras y que no acepta en nada la hospitalidad de la casa Córdoba.
Tiempo después ese hombre adinerado volvería su vista hacia la hermosa mujer que vende sus armas a quien pueda pagar por ello, entonces si hablo tal y como ella deseaba.
-Por lo que escuchado no son baratos sus aranceles, pero no se preocupe, creo que con mirar a su alrededor se dará cuenta de que no es problema alguno para mí el costearlos.- El tono de voz del hombre vestido de blanco es uno muy elocuente y fino, remarca a cada palabra que da un aire de superioridad nato, y sin embargo, parece muy natural, tanto así como para no ofender a quienes les escucha. -El tipo de protección que necesito sobresale del estándar, razón por la cual mis gastos se salen del índice normal, lo comprendo y lo acepto, de otro modo está en peligro mi supervivencia ¿Comprende usted joven dama?-Junta las manos y las coloca sobre la mesa al hablar. -Sus enemigos más comunes serán los gremios de asesinos de la ciudad, así como probablemente hombres lobo y algunos vampiros. Si está dispuesta a aceptar el trabajo tendrá la paga que solicita, siempre y cuando sea un trabajo efectivo, claro está.-Sonríe de modo encantador y burlón a la vez mezclado con inteligencia y perversión que a los más blandos de corazón les haría dudar en demasía el aceptar un trabajo como ese, pero si la mujer es una profesional lo pensara con calma poniendo en la balanza costo/beneficio.
Zaebos de cordoba- Mensajes : 153
Fecha de inscripción : 12/07/2014
Re: Entre oro y sombras
Tina sonrió un poco al escuchar lo que el hombre le decía sobre cómo se podía usar la belleza, un vínculo fuerte, usarla para riquezas, para estatus social, cosas como esas, Tina sonrió levemente pero no dijo absolutamente nada, aun así su modo de pensar no cambio para nada, ella seguía pensando que entendí perfectamente lo que el hombre le decía y para ella, casarse con un imbécil rico solamente para tener su dinero y su poder era lo mismo que la prostitución, simplemente acostarse con alguien por su dinero, la única diferencia era un papel firmado, Tina espero tranquilamente a que el hombre le volviera a hablar, sin sentirse molesta ni tan poco intimidada por el cambio de modales que por segundos hubo en el mayordomo y su nuevo cliente hacia ella, Tina miro al hombre sintiendo de repente un pequeño pero delicioso escalofrío cuando el hombre la miro y asintió con la cabeza
-Estaba dispuesta a algo por el estilo tan pronto me ha mandado llamar, señor, no creo que nadie como usted pidiera protección extra si no fuera algo… especial, estoy preparada para hacer mi trabajo sea quien sea el oponente y le garantizo que el trabajo será efectivo, sé que usted es hombre de mundo y comprende lo importante que es la reputación de una persona… para una mercenaria la reputación es lo único que importa en el mundo, la mía es que jamás fallo… y que jamás he perdido a un solo de mis clientes, ni siquiera se han lastimado
Tina sonrió tranquilamente, pero al menos ese era un tipo de discusión que había hecho cientos de veces, al menos la reputación era algo que los nobles siempre comprendían y si de algo Tina podía enorgullecerse era de que lo que le había dicho era verdad, en los años que tenía como mercenaria jamás había perdido a uno de sus clientes ni fallado en una misión
-Puede dar el trabajo como aceptado, Cordoba-sama… solamente me gustaría saber si hará alguna actividad en especial como un viaje o reunión o si tiene alguna amenaza de muerte especial o algo parecido? Discúlpeme pero no creo que pidiera mis servicios si no fuera por algo que se saliera de lo corriente en su interesante vida… acepto el trabajo, solamente deseo saber los pormenores ahora que estamos haciendo negocios.
-Estaba dispuesta a algo por el estilo tan pronto me ha mandado llamar, señor, no creo que nadie como usted pidiera protección extra si no fuera algo… especial, estoy preparada para hacer mi trabajo sea quien sea el oponente y le garantizo que el trabajo será efectivo, sé que usted es hombre de mundo y comprende lo importante que es la reputación de una persona… para una mercenaria la reputación es lo único que importa en el mundo, la mía es que jamás fallo… y que jamás he perdido a un solo de mis clientes, ni siquiera se han lastimado
Tina sonrió tranquilamente, pero al menos ese era un tipo de discusión que había hecho cientos de veces, al menos la reputación era algo que los nobles siempre comprendían y si de algo Tina podía enorgullecerse era de que lo que le había dicho era verdad, en los años que tenía como mercenaria jamás había perdido a uno de sus clientes ni fallado en una misión
-Puede dar el trabajo como aceptado, Cordoba-sama… solamente me gustaría saber si hará alguna actividad en especial como un viaje o reunión o si tiene alguna amenaza de muerte especial o algo parecido? Discúlpeme pero no creo que pidiera mis servicios si no fuera por algo que se saliera de lo corriente en su interesante vida… acepto el trabajo, solamente deseo saber los pormenores ahora que estamos haciendo negocios.
Tina Iboshi- Mensajes : 24
Fecha de inscripción : 04/02/2016
Re: Entre oro y sombras
En la mansión de Córdoba se lleva a cabo una reunión de importancia para los dos bandos involucrados, en especial para la mercenaria que nunca ha tenido a alguien de tanta importancia bajo su cuidado como lo es Zaebos de Córdoba. Si es bien conocida la reputación de la mujer mucho más lo es la del príncipe. Obras de arte, poesía y literatura, música, baile, entre otros son los campos donde destaca ese hombre. Pero también está el otro aspecto de su vida, el lado oscuro y oculto que es de donde probablemente venga su mayor fortuna. Tráfico de esclavos, drogas, asesinatos, extorsiones y otros negocios turbios dignos de las mejores mafias.
La mujer responde de modo afirmativo a las demandas de Zaebos, está enterada en gran parte de aquello de lo que le puede esperar al ponerse al servicio de un hombre de dicho estatus social y lo afronta de modo directo y sin dudar.
-Bien, me alegro de escuchar su respuesta afirmativa bella dama…Drake tiene un contrato para que firme, de ese modo hay un papel que prueba nuestro vinculo.-Al terminar de hablar el hombre vestido de blanco el mayordomo se acerca con unos papiros hacia la mujer y los deja a su alcance para que los examine y los firme.
-Ahora que lo pienso bien…-Lo piensa un poco mientras observa a Tina.-Probablemente deba de reunirme con algunos conocidos a cenar, ese es el compromiso más urgente que tengo en mi agenda de momento.-Se mantiene algo pensativo Zaebos de Córdoba, aunque está seguro de que no ira a ningún otro sitio de momento que no sea a esa reunión de contactos de mucho nivel, muy necesarios para su persona.-Debo agregar que probablemente no vaya solo, Drake es mi cochero personal, eso y muchas cosas más, y mi dama de compañía probablemente asista a dicha reunión como debe de ser.-Si quiere información la chica para saber cómo hacer mejor su trabajo ahí la tuvo, aunque es de imaginar que una persona de una posición muy alta no viaje solo, suelen tener una gran comitiva a su servicio para atenderlos en todas sus necesidades.
-Mi vida trascurre en su mayoría en horas nocturnas, eso es algo que de seguro debe de tener en cuenta, y no lo sabía, pues ahora lo sabe joven dama.-Los rumores siguieren en el peor de los casos que ese hombre es un demonio, un vampiro o cosas peores, sus enemigos aprovecharon bien ese modo de vivir su vida en horas nocturnas para difamarlo en cuanto han podido hacer.-¿Necesita algo más señorita Tina?-Se ve muy predispuesto a hablar ese hombre, se le da bien la labia y los gestos que han de acompañar a un buen interlocutor en una conversación.
La mujer responde de modo afirmativo a las demandas de Zaebos, está enterada en gran parte de aquello de lo que le puede esperar al ponerse al servicio de un hombre de dicho estatus social y lo afronta de modo directo y sin dudar.
-Bien, me alegro de escuchar su respuesta afirmativa bella dama…Drake tiene un contrato para que firme, de ese modo hay un papel que prueba nuestro vinculo.-Al terminar de hablar el hombre vestido de blanco el mayordomo se acerca con unos papiros hacia la mujer y los deja a su alcance para que los examine y los firme.
-Ahora que lo pienso bien…-Lo piensa un poco mientras observa a Tina.-Probablemente deba de reunirme con algunos conocidos a cenar, ese es el compromiso más urgente que tengo en mi agenda de momento.-Se mantiene algo pensativo Zaebos de Córdoba, aunque está seguro de que no ira a ningún otro sitio de momento que no sea a esa reunión de contactos de mucho nivel, muy necesarios para su persona.-Debo agregar que probablemente no vaya solo, Drake es mi cochero personal, eso y muchas cosas más, y mi dama de compañía probablemente asista a dicha reunión como debe de ser.-Si quiere información la chica para saber cómo hacer mejor su trabajo ahí la tuvo, aunque es de imaginar que una persona de una posición muy alta no viaje solo, suelen tener una gran comitiva a su servicio para atenderlos en todas sus necesidades.
-Mi vida trascurre en su mayoría en horas nocturnas, eso es algo que de seguro debe de tener en cuenta, y no lo sabía, pues ahora lo sabe joven dama.-Los rumores siguieren en el peor de los casos que ese hombre es un demonio, un vampiro o cosas peores, sus enemigos aprovecharon bien ese modo de vivir su vida en horas nocturnas para difamarlo en cuanto han podido hacer.-¿Necesita algo más señorita Tina?-Se ve muy predispuesto a hablar ese hombre, se le da bien la labia y los gestos que han de acompañar a un buen interlocutor en una conversación.
Zaebos de cordoba- Mensajes : 153
Fecha de inscripción : 12/07/2014
Re: Entre oro y sombras
Tina asintió levemente cuando el presentaron los papiros pero sin poder ocultar su enorme sonrisa ya que un trabajo como ese haría maravillas para su reputación, aun cuando no ocurriera nada en el tiempo que durara ese contrato, su reputación subiría hasta el cielo ya que más de un noble querría pagar para tener a su servicio a alguien que había trabajado para Zaebos, solamente por eso había ido hasta ese lugar, aparte de la paga, tomando los papiros que le tendió los abrió leyéndolos rápidamente, escuchando lo que el hombre le decía, asintió en silencio
-Todo está en orden señor… y la cena pues…
Tomando su pluma firmo con su nombre, para después volver a enrollar el papiro y pasárselo de nuevo al mayordomo, después asintió en silencio pensando rápidamente en algún plan y negó con la cabeza hasta el momento en que tuvo un plan trazado y sonrió levantándose e inclinándose levemente
-Todo está muy bien Zaebos-sama… no debe preocuparse estoy acostumbrada a proteger y encargarme de cortejos y en grandes viajes, a partir de este momento estoy a su disposición y estoy lista a partir inmediatamente si usted lo desea
Sin parecer por un segundo la poderosa mercenaria que el hombre sabía que era mientras ladeaba la cabeza con una dulce sonrisa
-Estoy a sus órdenes, Zaebos-sama
-Todo está en orden señor… y la cena pues…
Tomando su pluma firmo con su nombre, para después volver a enrollar el papiro y pasárselo de nuevo al mayordomo, después asintió en silencio pensando rápidamente en algún plan y negó con la cabeza hasta el momento en que tuvo un plan trazado y sonrió levantándose e inclinándose levemente
-Todo está muy bien Zaebos-sama… no debe preocuparse estoy acostumbrada a proteger y encargarme de cortejos y en grandes viajes, a partir de este momento estoy a su disposición y estoy lista a partir inmediatamente si usted lo desea
Sin parecer por un segundo la poderosa mercenaria que el hombre sabía que era mientras ladeaba la cabeza con una dulce sonrisa
-Estoy a sus órdenes, Zaebos-sama
Tina Iboshi- Mensajes : 24
Fecha de inscripción : 04/02/2016
Re: Entre oro y sombras
El noble vestido de blanco dio la información pertinente a su persona a esa mercenaria que desde ahora cuidara de su vida como tantos otros, aunque ella así como su mayordomo lo hará de modo más directo y conciso. Tina al ser mujer podrá estar con el noble en lugares que su mayordomo no, incluso podría pasar más desapercibida o ser tomada de mejor modo en ciertos círculos de la nobleza. Si la mujer es efectiva Drake podrá dedicarse a otros asuntos que no sean tan exclusivos sobre la protección de su amo, eso es lo que tanto él como Zaebos necesitan actualmente, gente competente y de confianza absoluta.
La mujer toma el papiro en sus manos y no tardo mucho en firmarlo, lo leyó rápido y firmo muy gustosa, trabajar para alguien como el de seguro la hará muy famosa, siempre y cuando lo mantenga con vida. Zaebos se sintió conforme al ver que ella no dudo, y el mayordomo le entrego una copia del contrato a la mujer donde además de su dinero se le ofrece techo y comida, y todo el apoyo de la casa Córdoba, lo cual no es para nada poco.
-Me complace saber de ello señorita Tina, la cena será esta noche, y si bien no hemos tenido tiempo de hacer ningún plan de contingencia, tampoco debería de ser un problema. No planeo que nos crucemos con un asesino a cada paso que damos, alguna vez pasara, de mientras, puede disfrutar de mi compañía y de los placeres que la casa Córdoba ofrece, los cuales como descubrirá son múltiples y variados. –Ofrece un excelente trato ese hombre, no se podía esperar menos de alguien de sus estatus, aunque muchos nobles no comparten la mesa con su servidumbre Zaebos es muy diferente, siempre y cuando este sea de confianza y se haya ganado es honor de así ser.
-Creo que será mejor que se vaya probando el vestido.–Miro a su mayordomo y este asintió en silencio.
-Sera lo mejor, debe lucir a la perfección, a la altura del príncipe de Córdoba.- Agrego Drake observando cautelosamente a la mujer, estudiándola, de seguro debe de haber un vestido acorde para alguien de su talla.
-Incluso siendo mi guardaespaldas debe vestir acorde a mi estatus, espero sepa comprender, pero esto no se trata solo de su reputación, la mía está muy alta estima y no puedo dejar que esta decaiga.–Las personas como Zaebos se toman muy en serio el tema del estatus y la herencia, es vital para ellos como nobles que son sobresalir donde quiera que vayan, aprovechar cada situación para atraer la mirada y la atención de todos los demás y ser el tema de conversación cuanto más tiempo posible puedan lograr.
La mujer toma el papiro en sus manos y no tardo mucho en firmarlo, lo leyó rápido y firmo muy gustosa, trabajar para alguien como el de seguro la hará muy famosa, siempre y cuando lo mantenga con vida. Zaebos se sintió conforme al ver que ella no dudo, y el mayordomo le entrego una copia del contrato a la mujer donde además de su dinero se le ofrece techo y comida, y todo el apoyo de la casa Córdoba, lo cual no es para nada poco.
-Me complace saber de ello señorita Tina, la cena será esta noche, y si bien no hemos tenido tiempo de hacer ningún plan de contingencia, tampoco debería de ser un problema. No planeo que nos crucemos con un asesino a cada paso que damos, alguna vez pasara, de mientras, puede disfrutar de mi compañía y de los placeres que la casa Córdoba ofrece, los cuales como descubrirá son múltiples y variados. –Ofrece un excelente trato ese hombre, no se podía esperar menos de alguien de sus estatus, aunque muchos nobles no comparten la mesa con su servidumbre Zaebos es muy diferente, siempre y cuando este sea de confianza y se haya ganado es honor de así ser.
-Creo que será mejor que se vaya probando el vestido.–Miro a su mayordomo y este asintió en silencio.
-Sera lo mejor, debe lucir a la perfección, a la altura del príncipe de Córdoba.- Agrego Drake observando cautelosamente a la mujer, estudiándola, de seguro debe de haber un vestido acorde para alguien de su talla.
-Incluso siendo mi guardaespaldas debe vestir acorde a mi estatus, espero sepa comprender, pero esto no se trata solo de su reputación, la mía está muy alta estima y no puedo dejar que esta decaiga.–Las personas como Zaebos se toman muy en serio el tema del estatus y la herencia, es vital para ellos como nobles que son sobresalir donde quiera que vayan, aprovechar cada situación para atraer la mirada y la atención de todos los demás y ser el tema de conversación cuanto más tiempo posible puedan lograr.
Zaebos de cordoba- Mensajes : 153
Fecha de inscripción : 12/07/2014
Re: Entre oro y sombras
Tina sonrió levemente mientras inclinaba la cabeza escuchando lo que el le decía, Tina volteo a ver al mayordomo mirándolo finamente pero de nuevo con la amable sonrisa, la verdad era que estaba muy contenta por haber firmado ese contrato, la paga era muy superior a l que solía ganar y su reputación subiría mucho así que en ese momento aguantaría lo que ese hombre le pidiera, aun mas si se trataba de soportar una reunión como esas, Tina las conocía, eran aburridas, monótonas, pero tan bien muy seguras y fáciles de cubrir, normalmente los mercenarios encargados de estas se limitaban a bostezar, holgazanear y dormir sin temor a ataques durante esos eventos por que era una locura atacarlos, simplemente al haber tanta gente reunida cada uno con su propio cortejo de guardias
-No se preocupe señor, no lo dejare en evidencia, donde puedo cambiarme?
El mayordomo se volteo y Tina lo siguió pero pensando que tipo de ropa le darían, no era fácil encontrar algo de su… talla, finalmente llego a una acogedora y cómoda recamara en la cual había varios maniquíes con diversos vestidos, Tina sonrió, sin duda estaban preparados para llevarla a la fiesta desde antes, miro los vestidos y volteo a ver al mayordomo
-Muchas gracias, no tardare mucho…
El mayordomo se retiro y después de ver las puertas y encontrar un baño en una de ella, Tina se ducho rápidamente, saliendo preparo sus armas y finalmente vio los vestidos, escogiendo un vestido negro, ese vestido delineaba su figura y la favorecía mucho, pero era suficientemente discreto como para no escandalizar a nadie y lo que a Tina mas le importaba, la falda era fácil de romper y no le estorbaba en sus movimientos ni la parte de arriba le estorbaría en caso de emergencia, Tina puso una pequeña anforita con agua en uno de sus muslos y una espada en el otro, una pequeña espada y tan corta que podía disimularse perfectamente y después se vistió para salir finalmente frente al hombre, esa vez no se inclinó o de plano mostraría… un poco de mas
-Estoy lista, cuando usted desee podemos partir, Zaebos-sama…
Vestido:
-No se preocupe señor, no lo dejare en evidencia, donde puedo cambiarme?
El mayordomo se volteo y Tina lo siguió pero pensando que tipo de ropa le darían, no era fácil encontrar algo de su… talla, finalmente llego a una acogedora y cómoda recamara en la cual había varios maniquíes con diversos vestidos, Tina sonrió, sin duda estaban preparados para llevarla a la fiesta desde antes, miro los vestidos y volteo a ver al mayordomo
-Muchas gracias, no tardare mucho…
El mayordomo se retiro y después de ver las puertas y encontrar un baño en una de ella, Tina se ducho rápidamente, saliendo preparo sus armas y finalmente vio los vestidos, escogiendo un vestido negro, ese vestido delineaba su figura y la favorecía mucho, pero era suficientemente discreto como para no escandalizar a nadie y lo que a Tina mas le importaba, la falda era fácil de romper y no le estorbaba en sus movimientos ni la parte de arriba le estorbaría en caso de emergencia, Tina puso una pequeña anforita con agua en uno de sus muslos y una espada en el otro, una pequeña espada y tan corta que podía disimularse perfectamente y después se vistió para salir finalmente frente al hombre, esa vez no se inclinó o de plano mostraría… un poco de mas
-Estoy lista, cuando usted desee podemos partir, Zaebos-sama…
Vestido:
- Spoiler:
Tina Iboshi- Mensajes : 24
Fecha de inscripción : 04/02/2016
Re: Entre oro y sombras
Vinculados por un contrato de oro y palabra el noble y la hermosa mercenaria se sonríen en vísperas de la primer escena juntos, una cena y un baile posterior, ese será el primer escenario donde Tina tiene que acompañar y mantener seguro al príncipe de Córdoba.
Tardo su tiempo la mujer en regresar junto al noble y su mayordomo, pero es paciente ese hombre, sabe y comprende bien que las mujeres tardan horas y horas en arreglarse, y está bien así, es parte de su encanto femenino tanta dedicación y preocupación por su figura. Cuando llego fue observada por ambos hombres y Zaebos le aplaudió despacio sin dejar de mirarla ni un momento.
-Felicidades joven dama, esta reluciente, probablemente esta noche el mayor peligro que corra su persona al acompañarme es la insistencia de cortejadores hacia usted y su bella figura.-Un elegante cumplido, rebuscado y acertado, las palabras de alguien de la alta sociedad son muy diferentes a las que utiliza la plebe. Se pone de pie ese hombre y se dirige lentamente hacia la puerta por la que entro Tina, detrás suyo el mayordomo lo sigue y se adelanta luego para abrirle la puerta a su amo. Una y otra vez ese proceso se repite, Drake se adelanta siempre al señor de la casa al atravesar diferentes y elegantes habitación, así llegan al patio de la residencia la cual cuenta con hermosos jardines, fuentes y obras de arte de lo más variadas.
Al estar en el patio pueden ver el oscuro firmamento plasmado de estrellas varias, Zaebos se toma unos momentos para observarlo y luego se dirige hacia su carruaje. El carruaje es de color negro y verde oscuro, usualmente no se usan demasiado esos colores por ello llama bastante la atención, la mayoría prefiere el rojo, el blanco y el dorado, tal vez el gris plata, pero Zaebos prefiere esos colores oscuros y muy pocos saben por qué. Dos caballos marrones de excelente estirpe se encuentran sujeto al mismo para tirar de él, al no ser un carruaje que lleve mucho peso con dos equinos alcanza y sobra para trasladarlo de un lado a otro. Zaebos abre una de las puertas del carruaje y con un ademan de su mano libre invita a la mujer a subir al mismo de un modo muy elegante y educado.
-Adelante mi joven dama de compañía, no sea tímida…-Sonríe al hablarle de un modo personal más cercano, ya los negocios están cerrados así que puede usar otro tipo de tono, otra postura más elegante y coqueta, noble y sensual como él es. El mayordomo por su lado se dirige a la parte delantera del carruaje, toma el lugar del conductor y espera a que su amo y su acompañante hayan subido al vehículo y le den la orden de finalmente sacudir las riendas y comenzar a avanzar.
Tardo su tiempo la mujer en regresar junto al noble y su mayordomo, pero es paciente ese hombre, sabe y comprende bien que las mujeres tardan horas y horas en arreglarse, y está bien así, es parte de su encanto femenino tanta dedicación y preocupación por su figura. Cuando llego fue observada por ambos hombres y Zaebos le aplaudió despacio sin dejar de mirarla ni un momento.
-Felicidades joven dama, esta reluciente, probablemente esta noche el mayor peligro que corra su persona al acompañarme es la insistencia de cortejadores hacia usted y su bella figura.-Un elegante cumplido, rebuscado y acertado, las palabras de alguien de la alta sociedad son muy diferentes a las que utiliza la plebe. Se pone de pie ese hombre y se dirige lentamente hacia la puerta por la que entro Tina, detrás suyo el mayordomo lo sigue y se adelanta luego para abrirle la puerta a su amo. Una y otra vez ese proceso se repite, Drake se adelanta siempre al señor de la casa al atravesar diferentes y elegantes habitación, así llegan al patio de la residencia la cual cuenta con hermosos jardines, fuentes y obras de arte de lo más variadas.
- Spoiler:
Al estar en el patio pueden ver el oscuro firmamento plasmado de estrellas varias, Zaebos se toma unos momentos para observarlo y luego se dirige hacia su carruaje. El carruaje es de color negro y verde oscuro, usualmente no se usan demasiado esos colores por ello llama bastante la atención, la mayoría prefiere el rojo, el blanco y el dorado, tal vez el gris plata, pero Zaebos prefiere esos colores oscuros y muy pocos saben por qué. Dos caballos marrones de excelente estirpe se encuentran sujeto al mismo para tirar de él, al no ser un carruaje que lleve mucho peso con dos equinos alcanza y sobra para trasladarlo de un lado a otro. Zaebos abre una de las puertas del carruaje y con un ademan de su mano libre invita a la mujer a subir al mismo de un modo muy elegante y educado.
-Adelante mi joven dama de compañía, no sea tímida…-Sonríe al hablarle de un modo personal más cercano, ya los negocios están cerrados así que puede usar otro tipo de tono, otra postura más elegante y coqueta, noble y sensual como él es. El mayordomo por su lado se dirige a la parte delantera del carruaje, toma el lugar del conductor y espera a que su amo y su acompañante hayan subido al vehículo y le den la orden de finalmente sacudir las riendas y comenzar a avanzar.
Zaebos de cordoba- Mensajes : 153
Fecha de inscripción : 12/07/2014
Re: Entre oro y sombras
A pesar de que Tina no usaba esa ropa por coquetería y mucho menos le interesaban los halagos de ese hombre que era su cliente, no pudo evitar sonreír un poco y sonrojarse ante los aplausos de ese hombre, siempre le había gustado que la notaran, ser el centro de atención, lo cual con su belleza no era algo difícil de lograr y aunque le gustaban más que le dijeran cosas un poco… diferentes y tuvieran otras atenciones hacia ella, un cambio de vez en cuando no estaba tan mal, asintió levemente, cuando el hombre se acercó a la puerta y Tina comenzó a seguir a él y al mayordomo por cada habitación, entrando con respeto detrás de el pero no por eso revisando todo lo que estaba a la vista cada vez que entraban en un nuevo cuarto, tenía que acostumbrarse a ver todo lo que era normal o anormal en estos, por si acaso, finalmente llegaron a un carruaje de color totalmente negro haciendo que Tina se sorprendiera un poco, sin duda ese hombre tenía gustos un poco… tétricos pero igual, era famoso por ser excéntrico
-Se lo agradezco, Cordoba-sama…
Subió al carruaje tranquilamente, para después esperar a que el hombre suba también, cerró los ojos un poco, pero no parecía haber nada a su alrededor nada extraño al menos, escuchaba los sonidos de los animales del bosque y eso siempre indicaba que todo estaba seguro, finalmente el hombre entro y el carruaje comenzó a avanzar rápidamente, saliendo del castillo y adentrándose en el bosque donde, por su color, seguramente apenas podía ser visto, Tina volteo a ver al hombre
-Disculpe, Cordoba-sama, puedo preguntar dónde será la reunión a la que vamos?
Tina conocía bien los castillos y salones de fiesta de esa región y los caminos también, saber a dónde irían y por donde pasarían la ayudarían a hacer mejor su trabajo, trago saliva un poco sin saber por qué, también quería hacer platica por que se sentía un poco turbada de estar sola con aquel hombre, sin saber por qué.
-Se lo agradezco, Cordoba-sama…
Subió al carruaje tranquilamente, para después esperar a que el hombre suba también, cerró los ojos un poco, pero no parecía haber nada a su alrededor nada extraño al menos, escuchaba los sonidos de los animales del bosque y eso siempre indicaba que todo estaba seguro, finalmente el hombre entro y el carruaje comenzó a avanzar rápidamente, saliendo del castillo y adentrándose en el bosque donde, por su color, seguramente apenas podía ser visto, Tina volteo a ver al hombre
-Disculpe, Cordoba-sama, puedo preguntar dónde será la reunión a la que vamos?
Tina conocía bien los castillos y salones de fiesta de esa región y los caminos también, saber a dónde irían y por donde pasarían la ayudarían a hacer mejor su trabajo, trago saliva un poco sin saber por qué, también quería hacer platica por que se sentía un poco turbada de estar sola con aquel hombre, sin saber por qué.
Tina Iboshi- Mensajes : 24
Fecha de inscripción : 04/02/2016
Re: Entre oro y sombras
Con halagos varios de por medio noble y plebeya avanzaron por diferentes habitaciones de la mansión para así llegar al patio de la casa donde un carruaje propio del nombre se encuentra a disposición de ellos, o mejor dicho de él y de quien este disponga.
No está equivocada la mujer en sus pensamientos, los gustos de Zaebos son algo tétricos y oscuros, tiene su muy buena reputación, esplendida en la nobleza y la alta sociedad, pero se oyen muchos rumores por lo bajo en lo que se refiere a negocios turbios y venganzas sumamente sangrientas.
Tras los agradecimientos de la joven mercenaria esta subió al carruaje guiada por él, luego este la siguió y por último el mayordomo personal del noble tomo su lugar como cochero de dicho vehículo. Durante el viaje el cual fue bastante tranquilo hubo bastante silencio, pero ese hombre dirigió varias miradas a su dama de compañía y protectora para ponerla a prueba. Tras un poco más de andar fue la mujer quien rompió el silencio, aprovecho las circunstancias para hacerlo, preguntando sobre el lugar de la reunión de esa noche.
-La reunión será en la Rosa Negra, el burdel de la ciudad, o mejor dicho, el mejor burdel de la ciudad. Vamos a la parte Vip de dicho lugar, allí se reúnen filósofos y nobles de diferentes sitios y razas a conversar, a filosofar de la vida y a cerrar algunos encuentros de importancia, lejos de la vista de ojos y oídos indeseables.No sé si tiene experiencia en esos ámbitos, pero estaremos en un sitio de buena reputación y con bastante seguridad, no deberíamos de tener ningún problema dentro, los problemas pueden surgir en los alrededores, en las casas bajas y en la parte más burda y paria del burdel donde mercenarios, mercantes y otros de baja casta van a disfrutar de un buen rato entre juegos, alcohol y mujerzuelas.–Con mucha claridad y confianza en su voz Zaebos de Córdoba extiende su información a la joven mercenaria junto a él, información útil es la que maneja el noble quien más de una vez ha tenido que lidiar con situaciones de esa índole.
Poco menos de una hora más tarde ya adentrados bien en la ciudad dejaron atrás algunos sitios no muy prometedores para adentrarse en una zona de más dinero, más que nada porque el puerto y el burdel están ahí cerca. Más rico en dinero, menos en gente y en limpieza, cuanto más cerca estén del puerto y el burdel más suciedad encuentran. Los edificios de importancia permanecen limpios, pero el resto es bastante desastroso.
Se detienen frente a la entrada del burdel, algo austera, casi escondida podría decirse. Dos hombres de mucha corpulencia y bien armados están allí apostados montando guardia, No se ve a casi nadie más por allí, apenas algún que otro transeúntes y lejos muchos carruajes, probablemente de otros que como Zaebos vana reunirse esa noche allí.
-Estamos aquí My Lord ¿Desea que estacione donde siempre?-El mayordomo informa que ya están en el lugar y espera directivas de su amo.
-Así es mi estimado Drake, pero creo que primero la joven dama debería ir a dar una vuelta por el lugar, después de todo es parte de su trabajo.–Se cruza de piernas de manera muy fina ese hombre y espera paciente a que la mujer empiece con su trabajo.
No está equivocada la mujer en sus pensamientos, los gustos de Zaebos son algo tétricos y oscuros, tiene su muy buena reputación, esplendida en la nobleza y la alta sociedad, pero se oyen muchos rumores por lo bajo en lo que se refiere a negocios turbios y venganzas sumamente sangrientas.
Tras los agradecimientos de la joven mercenaria esta subió al carruaje guiada por él, luego este la siguió y por último el mayordomo personal del noble tomo su lugar como cochero de dicho vehículo. Durante el viaje el cual fue bastante tranquilo hubo bastante silencio, pero ese hombre dirigió varias miradas a su dama de compañía y protectora para ponerla a prueba. Tras un poco más de andar fue la mujer quien rompió el silencio, aprovecho las circunstancias para hacerlo, preguntando sobre el lugar de la reunión de esa noche.
-La reunión será en la Rosa Negra, el burdel de la ciudad, o mejor dicho, el mejor burdel de la ciudad. Vamos a la parte Vip de dicho lugar, allí se reúnen filósofos y nobles de diferentes sitios y razas a conversar, a filosofar de la vida y a cerrar algunos encuentros de importancia, lejos de la vista de ojos y oídos indeseables.No sé si tiene experiencia en esos ámbitos, pero estaremos en un sitio de buena reputación y con bastante seguridad, no deberíamos de tener ningún problema dentro, los problemas pueden surgir en los alrededores, en las casas bajas y en la parte más burda y paria del burdel donde mercenarios, mercantes y otros de baja casta van a disfrutar de un buen rato entre juegos, alcohol y mujerzuelas.–Con mucha claridad y confianza en su voz Zaebos de Córdoba extiende su información a la joven mercenaria junto a él, información útil es la que maneja el noble quien más de una vez ha tenido que lidiar con situaciones de esa índole.
Poco menos de una hora más tarde ya adentrados bien en la ciudad dejaron atrás algunos sitios no muy prometedores para adentrarse en una zona de más dinero, más que nada porque el puerto y el burdel están ahí cerca. Más rico en dinero, menos en gente y en limpieza, cuanto más cerca estén del puerto y el burdel más suciedad encuentran. Los edificios de importancia permanecen limpios, pero el resto es bastante desastroso.
Se detienen frente a la entrada del burdel, algo austera, casi escondida podría decirse. Dos hombres de mucha corpulencia y bien armados están allí apostados montando guardia, No se ve a casi nadie más por allí, apenas algún que otro transeúntes y lejos muchos carruajes, probablemente de otros que como Zaebos vana reunirse esa noche allí.
-Estamos aquí My Lord ¿Desea que estacione donde siempre?-El mayordomo informa que ya están en el lugar y espera directivas de su amo.
-Así es mi estimado Drake, pero creo que primero la joven dama debería ir a dar una vuelta por el lugar, después de todo es parte de su trabajo.–Se cruza de piernas de manera muy fina ese hombre y espera paciente a que la mujer empiece con su trabajo.
Zaebos de cordoba- Mensajes : 153
Fecha de inscripción : 12/07/2014
Re: Entre oro y sombras
Tina le puso mucha atención cuando le decía el destino que tendrían, muchas personas pensaba que era solo una tetona tonta, una chica de risa fácil y sonriente pero eso era una apariencia y aspecto que ella tenía a propósito para hacer que la subestimaran y creyeran que no debía ser tomada en serio pero en momentos como ese toda vacilación o estupidez desaparecía de su rostro, asintió con la cabeza en silencio y después sonrió un poco
-Conozco el lugar, hace mucho tiempo me ofrecieron trabajar ahí pero me negué… aun así me dieron un pequeño paseo por el sitio intentando convencerme con el lujo del lugar y el poder de la gente que podía ir ahí… a contratarme, pero no me convencieron, aun así vi muchas de las habitaciones y su famosa entrada oculta, aunque seguramente no me mostraron los lugares más exclusivos ni tan poco mencionaron a nadie importante de verdad, por lo que vi puedo hacerme una idea de cómo es el resto del edificio
Rio un poco
-De verdad parecían decepcionadas cuando les dije que no… creo que no son muchas las que lo hacen…
Finalmente se detuvieron frente a la entrada del burdel y Tina miro alrededor rápidamente, cuando se sorprendió al escuchar lo que el hombre dijo y negó con la cabeza con una dulce sonrisa, al menos del tipo que haría que cualquier hombre o casi cualquiera se pusiera de acuerdo con lo que ella le dijera, mientras se inclinó un poco
-Lo lamento Zaebos-sama pero así no es como trabajo, no conozco este lugar ni a la gente, aunque hubiera algo sospechoso no lo vería, no conozco este sitio y estoy sola, solamente conseguiría hacer lo peor que podría hacer, que sería dejarlo solo y afuera de el lugar, sin la protección de los guardias que no tienen por qué defenderlo y eso en caso de que se den cuenta de lo que sucede…
Le sonrió al hombre mientras abría la puerta aunque sabía que según las normas de etiqueta él debía salir primero, ella bajo antes mirando a su alrededor pero sin tomar ninguna otra precaución para después voltear a ver al hombre con una sonrisa confiada, ya que sabía que sus métodos eran efectivos
-Por favor sígame, Zaebos-sama… pero para su protección en un sitio como este, lo mejor es que nadie sepa que soy una guardaespaldas, al menos en una situación como esta, discúlpeme Zaebos-sama pero mejor será que entremos ya
Espero tranquilamente la respuesta del hombre
-Conozco el lugar, hace mucho tiempo me ofrecieron trabajar ahí pero me negué… aun así me dieron un pequeño paseo por el sitio intentando convencerme con el lujo del lugar y el poder de la gente que podía ir ahí… a contratarme, pero no me convencieron, aun así vi muchas de las habitaciones y su famosa entrada oculta, aunque seguramente no me mostraron los lugares más exclusivos ni tan poco mencionaron a nadie importante de verdad, por lo que vi puedo hacerme una idea de cómo es el resto del edificio
Rio un poco
-De verdad parecían decepcionadas cuando les dije que no… creo que no son muchas las que lo hacen…
Finalmente se detuvieron frente a la entrada del burdel y Tina miro alrededor rápidamente, cuando se sorprendió al escuchar lo que el hombre dijo y negó con la cabeza con una dulce sonrisa, al menos del tipo que haría que cualquier hombre o casi cualquiera se pusiera de acuerdo con lo que ella le dijera, mientras se inclinó un poco
-Lo lamento Zaebos-sama pero así no es como trabajo, no conozco este lugar ni a la gente, aunque hubiera algo sospechoso no lo vería, no conozco este sitio y estoy sola, solamente conseguiría hacer lo peor que podría hacer, que sería dejarlo solo y afuera de el lugar, sin la protección de los guardias que no tienen por qué defenderlo y eso en caso de que se den cuenta de lo que sucede…
Le sonrió al hombre mientras abría la puerta aunque sabía que según las normas de etiqueta él debía salir primero, ella bajo antes mirando a su alrededor pero sin tomar ninguna otra precaución para después voltear a ver al hombre con una sonrisa confiada, ya que sabía que sus métodos eran efectivos
-Por favor sígame, Zaebos-sama… pero para su protección en un sitio como este, lo mejor es que nadie sepa que soy una guardaespaldas, al menos en una situación como esta, discúlpeme Zaebos-sama pero mejor será que entremos ya
Espero tranquilamente la respuesta del hombre
Tina Iboshi- Mensajes : 24
Fecha de inscripción : 04/02/2016
Re: Entre oro y sombras
Fue una sorpresa para Zaebos las revelaciones de Tina en lo referente al burdel. Realmente ella tiene un cuerpo de lujo, comprende esa parte, pero ella es una mercenaria, una mujer de armas rara vez las dejaría para dedicarse al sexo.
-Es un dato interesante el que menciona joven Tina, ciertamente su cuerpo haría fortuna allí siendo bien promocionado y utilizado. Aunque fue una jugada arriesgada, no creo que una mujer de armas deje así como así su poder y profesión para cambiar a otra donde dependa de su sumisión y debilidad…Viendo todo el lujo de ese lugar, me causa curiosidad el porqué no acepto el quedarse ¿Es como yo dije? ¿O acaso hay algo mas señorita Tina?-No respondió en un principio el comentario de Tina, pero si luego si volvió a hablar. -Es un dato interesante el que menciona joven Tina, ciertamente su cuerpo haría No es muy común el que sean rechazados.- Es todo lo que dijo, no agrego el que son muy orgullosos y que de seguro nunca se olvidarían de que ella les dijo que no.
Ya estando frente al burdel el noble espero a que ella bajase y recorriera el lugar, se suponía que debía de ver de que nada raro pudiese pasar pero no fue así, ella sonrió muy bonita y se negó a bajar del carruaje sola, explicando luego lo que ella cree es lo más conveniente para ellos en esa situación.
-No estoy seguro de ello, pero mi protección es su trabajo, así que será como usted diga joven dama. -Respondió de ese modo y bajo del carruaje después que ella. -Si quiere que crean que es solo mi dama de compañía debería de actuar como una y seguir las tradiciones y costumbres que la etiqueta demanda.-Ese fue un llamado de atención de Zaebos hacia ella, pero que no está de más tener en claro si realmente quiere engañar a posibles enemigos cercanos. Se pone a la derecha de la mujer y le ofrece su brazo izquierdo para que lo tome y caminen juntos como dama y caballero. De ese modo la mano derecha del hombre queda libre para estrechar su mano en un saludo a quien corresponda.
Desde lejos son observados por figuras desde las sombras, ocultas a la espera de un descuido que les permita hacerse con un buen botín. Mientras eso pasa Drake se retira del lugar llevándose el carruaje, muy tranquilo como si nada pasara.
Los gorilas que vigilan la entrada al burdel los observan de lejos, tratando de reconocer a algunos de los que allí se ven solos en la calle, previniéndose así de ser tomados por sorpresa.
La noche esta algo fresca, noche de estrellas varias y de aparente tranquila, perfecta noche para la traición, clásicas noches del Cielo de la Libertad.
-Es un dato interesante el que menciona joven Tina, ciertamente su cuerpo haría fortuna allí siendo bien promocionado y utilizado. Aunque fue una jugada arriesgada, no creo que una mujer de armas deje así como así su poder y profesión para cambiar a otra donde dependa de su sumisión y debilidad…Viendo todo el lujo de ese lugar, me causa curiosidad el porqué no acepto el quedarse ¿Es como yo dije? ¿O acaso hay algo mas señorita Tina?-No respondió en un principio el comentario de Tina, pero si luego si volvió a hablar. -Es un dato interesante el que menciona joven Tina, ciertamente su cuerpo haría No es muy común el que sean rechazados.- Es todo lo que dijo, no agrego el que son muy orgullosos y que de seguro nunca se olvidarían de que ella les dijo que no.
Ya estando frente al burdel el noble espero a que ella bajase y recorriera el lugar, se suponía que debía de ver de que nada raro pudiese pasar pero no fue así, ella sonrió muy bonita y se negó a bajar del carruaje sola, explicando luego lo que ella cree es lo más conveniente para ellos en esa situación.
-No estoy seguro de ello, pero mi protección es su trabajo, así que será como usted diga joven dama. -Respondió de ese modo y bajo del carruaje después que ella. -Si quiere que crean que es solo mi dama de compañía debería de actuar como una y seguir las tradiciones y costumbres que la etiqueta demanda.-Ese fue un llamado de atención de Zaebos hacia ella, pero que no está de más tener en claro si realmente quiere engañar a posibles enemigos cercanos. Se pone a la derecha de la mujer y le ofrece su brazo izquierdo para que lo tome y caminen juntos como dama y caballero. De ese modo la mano derecha del hombre queda libre para estrechar su mano en un saludo a quien corresponda.
Desde lejos son observados por figuras desde las sombras, ocultas a la espera de un descuido que les permita hacerse con un buen botín. Mientras eso pasa Drake se retira del lugar llevándose el carruaje, muy tranquilo como si nada pasara.
Los gorilas que vigilan la entrada al burdel los observan de lejos, tratando de reconocer a algunos de los que allí se ven solos en la calle, previniéndose así de ser tomados por sorpresa.
La noche esta algo fresca, noche de estrellas varias y de aparente tranquila, perfecta noche para la traición, clásicas noches del Cielo de la Libertad.
Zaebos de cordoba- Mensajes : 153
Fecha de inscripción : 12/07/2014
Re: Entre oro y sombras
Tina rio un poco asintiendo lo que el hombre le decía
-Le agradezco el alago, Zaebos-sama…
Fue todo lo que atino a decir ya que estaba consciente de que era un alago pero la implicación de “harías fortuna siendo una puta” le quitaba mucho de encanto al asunto, sonrió un poco escuchando lo de sumisión y debilidad, se relamió levemente para sí misma, apenas un pequeñísimo y fugaz gesto que mostraba deseo pero intento fingir que nada pasaba, escuchando lo que el hombre le decía, no había aceptado… por que recordaba su pasado, recordaba lo que le hicieron y como se sentía y que deseaba más, no quería caer de nuevo en ese mundo
-Mmmmm digamos que tengo problemas con los tratantes de esas mujeres, así que no pienso tener tratos con ellos, Zaebos-sama… perdone el pasado de un mercenario es información que no se puede comprar, es peligroso… pero…
Tina rio un poco para sí misma
-Sí, se enfadaron un poco…
La realidad había sido diferente, Tina había sido atacada más de 5 veces desde que los había rechazado, atacada por gente que no tenía nada que ver con sus trabajos, lo que hacía que pensara que intentaban vendarse de ella por algo así pero no era algo que le mencionaría a Zaebos, estaba segura de que abiertamente, jamás harían alusión a lo que sucedía y probablemente intentarían convencerla de quedarse, de nuevo, finalmente llegaron y escucho la reprimenda, ligera, del hombre y asintió inclinándose levemente.
-Estaba sofocándome adentro, perdone Zaebos-sama… era ese bosque… tan espeso y oscuro…
Su tono de voz fue perfecto y su actuación tan bien mientras se abanicaba con un pequeño abanico de mano que traía el vestido, su apariencia exactamente la de una dama de compañía agobiada por… cualquiera de las 1000 tonterías que solían agobiar a esas mujeres, le sonrió a Zaebos, sabiendo que el tan bien comprendería que había hecho eso para seguir con su papel, se inclinó levemente y acepto el brazo que el hombre le ofrecía susurrándole al oído con voz muy suave.
-Varias personas en las sombras, pero no se atreven por los guardias, solo ladrones pero deseo tenerlo informado.
Finalmente se acercaron a la entrada del burdel, al verlos los guardias se apartaron rápidamente al verlos acercarse y Tina sonrió un poco, se notaba que conocían a su nuevo jefe, ya que ni siquiera voltearon a verla ni dieron signos de haberla reconocido, tan pronto entraron Tina vio a un hombre muy elegante correr hacia ellos, seguramente sería alguien enviado a recibirlos, si todas las salidas serian así su trabajo sería muy fácil.
-Le agradezco el alago, Zaebos-sama…
Fue todo lo que atino a decir ya que estaba consciente de que era un alago pero la implicación de “harías fortuna siendo una puta” le quitaba mucho de encanto al asunto, sonrió un poco escuchando lo de sumisión y debilidad, se relamió levemente para sí misma, apenas un pequeñísimo y fugaz gesto que mostraba deseo pero intento fingir que nada pasaba, escuchando lo que el hombre le decía, no había aceptado… por que recordaba su pasado, recordaba lo que le hicieron y como se sentía y que deseaba más, no quería caer de nuevo en ese mundo
-Mmmmm digamos que tengo problemas con los tratantes de esas mujeres, así que no pienso tener tratos con ellos, Zaebos-sama… perdone el pasado de un mercenario es información que no se puede comprar, es peligroso… pero…
Tina rio un poco para sí misma
-Sí, se enfadaron un poco…
La realidad había sido diferente, Tina había sido atacada más de 5 veces desde que los había rechazado, atacada por gente que no tenía nada que ver con sus trabajos, lo que hacía que pensara que intentaban vendarse de ella por algo así pero no era algo que le mencionaría a Zaebos, estaba segura de que abiertamente, jamás harían alusión a lo que sucedía y probablemente intentarían convencerla de quedarse, de nuevo, finalmente llegaron y escucho la reprimenda, ligera, del hombre y asintió inclinándose levemente.
-Estaba sofocándome adentro, perdone Zaebos-sama… era ese bosque… tan espeso y oscuro…
Su tono de voz fue perfecto y su actuación tan bien mientras se abanicaba con un pequeño abanico de mano que traía el vestido, su apariencia exactamente la de una dama de compañía agobiada por… cualquiera de las 1000 tonterías que solían agobiar a esas mujeres, le sonrió a Zaebos, sabiendo que el tan bien comprendería que había hecho eso para seguir con su papel, se inclinó levemente y acepto el brazo que el hombre le ofrecía susurrándole al oído con voz muy suave.
-Varias personas en las sombras, pero no se atreven por los guardias, solo ladrones pero deseo tenerlo informado.
Finalmente se acercaron a la entrada del burdel, al verlos los guardias se apartaron rápidamente al verlos acercarse y Tina sonrió un poco, se notaba que conocían a su nuevo jefe, ya que ni siquiera voltearon a verla ni dieron signos de haberla reconocido, tan pronto entraron Tina vio a un hombre muy elegante correr hacia ellos, seguramente sería alguien enviado a recibirlos, si todas las salidas serian así su trabajo sería muy fácil.
Tina Iboshi- Mensajes : 24
Fecha de inscripción : 04/02/2016
Re: Entre oro y sombras
Tras el halago del hermoso y radiante noble la joven y Hermosa mercenario sonrió agradeciendo dicho halago, y si bien es cierto que el halago tiene que ver con la prostitución ese hombre realmente ve a la mujer como una criatura bella. No pudo notar como ella se relamió los labios pensando y recordando lo bien que la pasaba siendo obligada y rebajada a ser un mero objeto sexual, e hizo bien en que no se notase ya que ese hombre ya mismo la esclavizaría de saber que lo disfrutaría mucho.
-¿Tiene algo que ocultar joven dama? Tanto secreto puede darme a mal pensar.-Juega con el pensamiento de la mujer, ya que si se niega a responder ciertas cuestiones quedara mal al ocultarle quien sabe que cosas a su empleador.
Ya uno al lado del otro comenzaron a caminar normalmente como lo haría cualquier pareja de la alta sociedad, ella abanicándose con delicadeza y el con la frente en alto desprendiendo fineza y nobleza a cada paso que da. Escucha disimuladamente lo que Tina le informa acerca de los ladrones en las sombras, para ello se agacha un poco rozándole el cuello con los labios, simulando un momento de complicidad entre pareja. No le sorprende nada lo que ella le dice, esa ciudad es así, está lleno de pendencieros y landronzuelos en busco de victimas para un buen botín.
-Esta zona pertenece al territorio del burdel, estando tan cerca de la entrada y siendo nosotros nobles invitados los guardias están obligados a actuar si nos viéramos en peligro.-Es lo normal en sitios como esos, si a alguien tan importante como Zaebos le sucediese algo en las inmediaciones del burdel sería un escándalo enorme que podría llegar incluso a reinos lejanos, sería un golpe brutal a la reputación de dicho sitio que se jacta de ser el mejor en su rubro.
Los guardias se acercaron hacie ellos para asegurarse de que nada escandaloso sucediese esa noche. Respetuosamente saludaron al noble y luego a su acompañante.
-Bienvenido a la Rosa Negra príncipe Zaebos, las damas y nobles de la cámara alta se encuentran esperando por usted, como de costumbre.- Uno de los guardias habla mientras Zaebos sonríe, siempre hace lo mismo, llega al último. El soldado mira a la mujer y agacha levemente la cabeza en señal de respeto.
-Gracias por la información Guirras, tan útil como siempre.-Avanza lentamente seguido de cerca por esos hombres que solo quieren que sea una noche tranquila sin inconvenientes.
Una vez ingresaron al lugar caminaron por pasillos poco iluminados, las paredes lucen grises a la luz de la luna, no llega mucho allí pero otras luces lejanas logran colarse débilmente entre pasillo y pasillo para proveer algo de escasa luminosidad. Ruidos de la lejanía se escuchan, música, gritos, risas, parecen provenir del ala Este del edificio, allí se encuentran la zona más barata del burdel, al norte se encuentra la parte media donde se pueden conseguir prostitutas más bellas, mejor bebida y mejores habitaciones. En el ala oeste esta la zona más cara del sitio, al menos a la que se permite ingresar. Zaebos por su parte no está invitado a ninguna de las dos salas, el está invitado a la zona más secreta del lugar, la de la alta sociedad, pero no la de cualquier noble, allí solo se reúnen aquellos que juegan peligrosas cartas ya sea en el Cielo Libertad como en cualquier otro reino de importancia.
-Es una noche animada, esto acostumbra a ponerse algo alocado por la madrugada, en especial los días donde la gente suele cobrar su dinero por diferentes trabajos.-Hace algunos comentarios Zaebos de camino para que el andar de ellos dos no sea tan silencioso. Caminan a solas, nadie los acompaña ahora ya que ese noble es parte de los que dominan la ciudad y tienen plena confianza en él, y porque sabe claramente el camino, eso es evidente.
-¿Tiene algo que ocultar joven dama? Tanto secreto puede darme a mal pensar.-Juega con el pensamiento de la mujer, ya que si se niega a responder ciertas cuestiones quedara mal al ocultarle quien sabe que cosas a su empleador.
Ya uno al lado del otro comenzaron a caminar normalmente como lo haría cualquier pareja de la alta sociedad, ella abanicándose con delicadeza y el con la frente en alto desprendiendo fineza y nobleza a cada paso que da. Escucha disimuladamente lo que Tina le informa acerca de los ladrones en las sombras, para ello se agacha un poco rozándole el cuello con los labios, simulando un momento de complicidad entre pareja. No le sorprende nada lo que ella le dice, esa ciudad es así, está lleno de pendencieros y landronzuelos en busco de victimas para un buen botín.
-Esta zona pertenece al territorio del burdel, estando tan cerca de la entrada y siendo nosotros nobles invitados los guardias están obligados a actuar si nos viéramos en peligro.-Es lo normal en sitios como esos, si a alguien tan importante como Zaebos le sucediese algo en las inmediaciones del burdel sería un escándalo enorme que podría llegar incluso a reinos lejanos, sería un golpe brutal a la reputación de dicho sitio que se jacta de ser el mejor en su rubro.
Los guardias se acercaron hacie ellos para asegurarse de que nada escandaloso sucediese esa noche. Respetuosamente saludaron al noble y luego a su acompañante.
-Bienvenido a la Rosa Negra príncipe Zaebos, las damas y nobles de la cámara alta se encuentran esperando por usted, como de costumbre.- Uno de los guardias habla mientras Zaebos sonríe, siempre hace lo mismo, llega al último. El soldado mira a la mujer y agacha levemente la cabeza en señal de respeto.
-Gracias por la información Guirras, tan útil como siempre.-Avanza lentamente seguido de cerca por esos hombres que solo quieren que sea una noche tranquila sin inconvenientes.
Una vez ingresaron al lugar caminaron por pasillos poco iluminados, las paredes lucen grises a la luz de la luna, no llega mucho allí pero otras luces lejanas logran colarse débilmente entre pasillo y pasillo para proveer algo de escasa luminosidad. Ruidos de la lejanía se escuchan, música, gritos, risas, parecen provenir del ala Este del edificio, allí se encuentran la zona más barata del burdel, al norte se encuentra la parte media donde se pueden conseguir prostitutas más bellas, mejor bebida y mejores habitaciones. En el ala oeste esta la zona más cara del sitio, al menos a la que se permite ingresar. Zaebos por su parte no está invitado a ninguna de las dos salas, el está invitado a la zona más secreta del lugar, la de la alta sociedad, pero no la de cualquier noble, allí solo se reúnen aquellos que juegan peligrosas cartas ya sea en el Cielo Libertad como en cualquier otro reino de importancia.
-Es una noche animada, esto acostumbra a ponerse algo alocado por la madrugada, en especial los días donde la gente suele cobrar su dinero por diferentes trabajos.-Hace algunos comentarios Zaebos de camino para que el andar de ellos dos no sea tan silencioso. Caminan a solas, nadie los acompaña ahora ya que ese noble es parte de los que dominan la ciudad y tienen plena confianza en él, y porque sabe claramente el camino, eso es evidente.
Zaebos de cordoba- Mensajes : 153
Fecha de inscripción : 12/07/2014
Re: Entre oro y sombras
Tina sonrió un poco pero algo turbada por los recuerdos que hacían, sobre todo por todo lo que le habían ofrecido en ese lugar… o lo que, en secreto, habían amenazado con hacerle, ella no quería volver a ser una esclava pero era consciente de que podría volver a caer en eso simplemente porque jamás escapo totalmente de todo eso y era consciente de que podrían hacerle daño de nuevo de saber todo lo que tenía que ver con ella, sonrió tranquilamente al hombre negando con la cabeza.
-Solamente recordaba algo de un trabajo pasado parecido, Zaebos-sama… y –sonrió un poco- Lo sé pero mi deber es mantenerlo alerta de todo, si fuera otra persona no se lo diría pero usted parece ser alguien que preferiría estar informado…
Susurro turbándose un poco cuando el hombre se acercó rozando su cuello, ya que eso y los recuerdos la tenían un poco agitada, aun así logro hacer que no se viera mucho de su turbación mientras llegaban al burdel, los guardias rápidamente fueron a saludar y Tina solamente inclino levemente la cabeza en señal de saludo sin saber si esos 2 la habían reconocido aunque estaba segura de que la reconocerían dentro, entro al lado de Zaebos aun tomada de su brazo como lo haría cualquier pareja, esa zona la conocía, ya que por ahí era por donde la habían hecho entrar, trabajaría supuestamente en la parte más cara del sitio pero ya dentro ella no quería hablar mucho de esa situación para que no la oyeran, no tenía miedo ya que nadie ahí tenía la fuerza para hacerle daño, pero no quería causarle problemas a su jefe y perder su contrato por eso, asintió sonriendo un poco
-Si… he estado algunas veces por aquí… los mercenarios suelen venir y un par de veces me invitaron a apostar o pasar un rato, no solo se usa como burdel tan bien como casa de juegos…
Empezaron a caminar ahora totalmente solos por un largo pasillo, ahora si entrando a una zona que Tina no conocía ni siquiera en su visita de “entrevista de trabajo” pero al menos permitió que Tina se olvidara del trabajo unos segundos ya que en ese largo pero lujoso pasillo no había esquinas, ni nada fuera de la vista
-Supongo que al lugar a donde nos dirigimos siempre está animado, no es así Zaebos-sama? Supongo que la gente de su posición no se fija en que días sean para salir a divertirse y hacer este tipo de reuniones
Finalmente llegaron a una inmensa y lujosa puerta, pero tan pronto estaban a un metro de ella la puerta se abrió rápidamente para dejarlos entrar, Tina no se detuvo pero si quedo sorprendida al ver una inmensa y lujosísima sala frente a ella, en ese lugar donde podrían haber fácilmente 100 personas apenas había una docena en una pequeña reunión, a su alrededor todo era lujoso, carísimas pinturas estaban colgadas en las paredes, un inmenso candelabro de oro colgaba del techo, los muebles, adornos, incluso la misma ropa que traían los otros comensales era lujosa y cara, Tina se había sorprendido del precio que seguramente tenía los vestidos que le habían mostrado para esa fiesta, pero todas las demás mujeres vestían prendas de precio y belleza similares, sonrió un poco, una sonrisita tonta mientras caminaba al lado del hombre aparentando ser lo que le pagaban por parecer, una prostituta tonta, pero un poco nerviosa, ya que mirándola fijamente estaba el hombre que había intentado convencerla de trabajar en ese lugar.
-Solamente recordaba algo de un trabajo pasado parecido, Zaebos-sama… y –sonrió un poco- Lo sé pero mi deber es mantenerlo alerta de todo, si fuera otra persona no se lo diría pero usted parece ser alguien que preferiría estar informado…
Susurro turbándose un poco cuando el hombre se acercó rozando su cuello, ya que eso y los recuerdos la tenían un poco agitada, aun así logro hacer que no se viera mucho de su turbación mientras llegaban al burdel, los guardias rápidamente fueron a saludar y Tina solamente inclino levemente la cabeza en señal de saludo sin saber si esos 2 la habían reconocido aunque estaba segura de que la reconocerían dentro, entro al lado de Zaebos aun tomada de su brazo como lo haría cualquier pareja, esa zona la conocía, ya que por ahí era por donde la habían hecho entrar, trabajaría supuestamente en la parte más cara del sitio pero ya dentro ella no quería hablar mucho de esa situación para que no la oyeran, no tenía miedo ya que nadie ahí tenía la fuerza para hacerle daño, pero no quería causarle problemas a su jefe y perder su contrato por eso, asintió sonriendo un poco
-Si… he estado algunas veces por aquí… los mercenarios suelen venir y un par de veces me invitaron a apostar o pasar un rato, no solo se usa como burdel tan bien como casa de juegos…
Empezaron a caminar ahora totalmente solos por un largo pasillo, ahora si entrando a una zona que Tina no conocía ni siquiera en su visita de “entrevista de trabajo” pero al menos permitió que Tina se olvidara del trabajo unos segundos ya que en ese largo pero lujoso pasillo no había esquinas, ni nada fuera de la vista
-Supongo que al lugar a donde nos dirigimos siempre está animado, no es así Zaebos-sama? Supongo que la gente de su posición no se fija en que días sean para salir a divertirse y hacer este tipo de reuniones
Finalmente llegaron a una inmensa y lujosa puerta, pero tan pronto estaban a un metro de ella la puerta se abrió rápidamente para dejarlos entrar, Tina no se detuvo pero si quedo sorprendida al ver una inmensa y lujosísima sala frente a ella, en ese lugar donde podrían haber fácilmente 100 personas apenas había una docena en una pequeña reunión, a su alrededor todo era lujoso, carísimas pinturas estaban colgadas en las paredes, un inmenso candelabro de oro colgaba del techo, los muebles, adornos, incluso la misma ropa que traían los otros comensales era lujosa y cara, Tina se había sorprendido del precio que seguramente tenía los vestidos que le habían mostrado para esa fiesta, pero todas las demás mujeres vestían prendas de precio y belleza similares, sonrió un poco, una sonrisita tonta mientras caminaba al lado del hombre aparentando ser lo que le pagaban por parecer, una prostituta tonta, pero un poco nerviosa, ya que mirándola fijamente estaba el hombre que había intentado convencerla de trabajar en ese lugar.
Tina Iboshi- Mensajes : 24
Fecha de inscripción : 04/02/2016
Re: Entre oro y sombras
Ciertamente esa mujer tiene razón en lo que respecta a Zaebos, es un hombre al que le interesa y mucho el estar informado de todo, incluso de esas cosas triviales que parecen carecer de importancia. Disimuladamente observa ese noble a la mujer que lo acompaña, la estudia y aprende de ella aunque la mujer no lo sepa, cualquier momento y lugar que descuide Tina sea aprovechado por el astuto príncipe de Cordoba. No noto del todo las perturbaciones en la mente y en el cuerpo de su acompañante, cualquier nerviosismo que ella mostrara Zaebos lo toma como timidez de ella al estar con alguien tan importante en un sitio como ese. Es probable que nunca haya escoltado a un galán como él, menos tenerlo en exclusivo para ella. Protege en parte la integridad de la mujer la vanidad propia de Zaebos, pero si baja la guardia todos sus secretos serán descubiertos por este.
-Me alegro de que lo notara, me gusta saber con quién trato, en especial cuando dicha criatura tiene acceso a mi hogar y a mi propia persona. Comprenderás en poco tiempo que la fortaleza de la casa Córdoba reside en la confianza y resolución de sus principales miembros.-Resalta el hecho de la confianza, espera incentivar ese fervor en el corazón de la mujer tarde o temprano ya que esa es la mejor forma de mantener a un vasallo en la palma de la mano, hacerlo sentir valioso e importante a pesar de su pobre posición.
Asiente a los otros comentarios de la dama, tras saludar a los pocos guardias que se ven por allí continuo su amena charla con la mujer.
-Ciertamente, de hecho no vengo aquí a buscar mujeres, vengo por los contactos y los negocios que puedo conseguir. Cuando hay alcohol y sexo de por medio es más fácil influenciar a otros.-Ríe ese fino noble contando un poco a Tina de cómo se puede cohesionar a ajenos para conseguir ventajas sobre aquellos de quienes se necesita un sí o un estrechón de manos en beneficio propio.
-Es tal y como tú dices Tina, cuando se tiene tanto dinero como yo es indiferente el día y la hora. Los de mi clase tenemos una fortuna tal que no necesitamos trabajarla directamente, está casi por si sola aumenta y aumenta sin sorpresas. Cuando movemos los hilos es por mera codicia y orgullo, para generar mas y mas ingresos y obtener algo que tal vez ya va mas allá de lo cómodo y lo comercial.-Sin un ápice de vergüenza explica Zaebos como son los miembros de la casta más alta de esa sociedad, codiciosos y orgullosos, probablemente engreídos y poco mas también.
Al estar frente a la puerta que permite el ingreso a la zona vip Zeabos iba a hacerle una advertencia a la hermosa mujer que le acompaña, pero no tuvo tiempo, las puertas se abrieron de par en par invitándole a entrar. A veces ser tan famoso y considerado puede no ser tan cómodo, eso podría decirlo el noble en ese preciso momento. El lujo dentro de ese lugar no tiene nombre, es casi como el de un castillo, pero ambientado mas para el placer y el relax que para solo la hospitalidad y la belleza. Las paredes y los vidrios de la habitación parecen de oro. Los candelabros parecen de bronce y las telas de plata pura. Las mesas son de fina madera bien trabajada, y los sillones de un cuero como nunc vio. El aroma del lugar es un aroma suave, pareciera algo parecido a la corteza de un árbol o similar. La habitación esta en gran parte alfombrada, y mientras observan el sitio dos jóvenes humanos se arrodillan ante ellos para lustrarles los zapatos. Para el noble es algo habitual, por lo que primero adelanta un pie y luego otro, allí no puede haber nada sucio y si vienen de afuera es lógico que traigan suciedad con ellos, en especial en sus zapatos.
No noto Zaebos ningún cambio fuera de lo común en los presentes, las miradas adecuadas de siempre hacia su persona, nada más. Pero aquel a quien Tina se negó en cuanto los vio se retiro de inmediato y de forma disimulada a informar a las personas de máxima importancia de ese lugar, a la Grulla y a Toro.
-Aquí estamos, el lugar más caro de la ciudad, de más calidad y probablemente el más turbio de todos a su manera.-No pudo haberlo dicho mejor ese hombre. Camina lento saludando a todos los allí presentes, pareciese que todos se conocen con todos allí y es lo más probable, al ser un lugar tan exclusivo y selecto seguro que son pocos sus miembros, siempre las mismas caras en ese lugar.
-Me alegro de que lo notara, me gusta saber con quién trato, en especial cuando dicha criatura tiene acceso a mi hogar y a mi propia persona. Comprenderás en poco tiempo que la fortaleza de la casa Córdoba reside en la confianza y resolución de sus principales miembros.-Resalta el hecho de la confianza, espera incentivar ese fervor en el corazón de la mujer tarde o temprano ya que esa es la mejor forma de mantener a un vasallo en la palma de la mano, hacerlo sentir valioso e importante a pesar de su pobre posición.
Asiente a los otros comentarios de la dama, tras saludar a los pocos guardias que se ven por allí continuo su amena charla con la mujer.
-Ciertamente, de hecho no vengo aquí a buscar mujeres, vengo por los contactos y los negocios que puedo conseguir. Cuando hay alcohol y sexo de por medio es más fácil influenciar a otros.-Ríe ese fino noble contando un poco a Tina de cómo se puede cohesionar a ajenos para conseguir ventajas sobre aquellos de quienes se necesita un sí o un estrechón de manos en beneficio propio.
-Es tal y como tú dices Tina, cuando se tiene tanto dinero como yo es indiferente el día y la hora. Los de mi clase tenemos una fortuna tal que no necesitamos trabajarla directamente, está casi por si sola aumenta y aumenta sin sorpresas. Cuando movemos los hilos es por mera codicia y orgullo, para generar mas y mas ingresos y obtener algo que tal vez ya va mas allá de lo cómodo y lo comercial.-Sin un ápice de vergüenza explica Zaebos como son los miembros de la casta más alta de esa sociedad, codiciosos y orgullosos, probablemente engreídos y poco mas también.
Al estar frente a la puerta que permite el ingreso a la zona vip Zeabos iba a hacerle una advertencia a la hermosa mujer que le acompaña, pero no tuvo tiempo, las puertas se abrieron de par en par invitándole a entrar. A veces ser tan famoso y considerado puede no ser tan cómodo, eso podría decirlo el noble en ese preciso momento. El lujo dentro de ese lugar no tiene nombre, es casi como el de un castillo, pero ambientado mas para el placer y el relax que para solo la hospitalidad y la belleza. Las paredes y los vidrios de la habitación parecen de oro. Los candelabros parecen de bronce y las telas de plata pura. Las mesas son de fina madera bien trabajada, y los sillones de un cuero como nunc vio. El aroma del lugar es un aroma suave, pareciera algo parecido a la corteza de un árbol o similar. La habitación esta en gran parte alfombrada, y mientras observan el sitio dos jóvenes humanos se arrodillan ante ellos para lustrarles los zapatos. Para el noble es algo habitual, por lo que primero adelanta un pie y luego otro, allí no puede haber nada sucio y si vienen de afuera es lógico que traigan suciedad con ellos, en especial en sus zapatos.
No noto Zaebos ningún cambio fuera de lo común en los presentes, las miradas adecuadas de siempre hacia su persona, nada más. Pero aquel a quien Tina se negó en cuanto los vio se retiro de inmediato y de forma disimulada a informar a las personas de máxima importancia de ese lugar, a la Grulla y a Toro.
- Spoiler:
-Aquí estamos, el lugar más caro de la ciudad, de más calidad y probablemente el más turbio de todos a su manera.-No pudo haberlo dicho mejor ese hombre. Camina lento saludando a todos los allí presentes, pareciese que todos se conocen con todos allí y es lo más probable, al ser un lugar tan exclusivo y selecto seguro que son pocos sus miembros, siempre las mismas caras en ese lugar.
Zaebos de cordoba- Mensajes : 153
Fecha de inscripción : 12/07/2014
Re: Entre oro y sombras
-Comprendo Zaebos-sama, entonces le informare de todo lo que vea que puede ser riesgoso para usted y le mantendré informado de lo que suceda
Mientras caminaban Tina no pudo evitar soltar una pequeña y suave risa que la hacia parecer una adolescente tonta, era algo que en parte la apenaba ya que aquello no era una actuación si no su risa verdadera, aunque sin duda se la estaba pasando bien, ese hombre era un buen jefe precisamente por no ser un niño rico mimado y descerebrado aunque sin duda tenia un ego muy muy alto, tenia cerebro y entendía las cosas.
-Sin duda señor... no debe decirle a una chica lo que puede conseguir con alcohol o sexo
Le comento con un tono travieso y amigable, asintiendo a lo que el hombre le decía, eran lecciones pero lecciones que ella había aprendido hace un buen tiempo, desde que había sido una esclava
-Lo se... hay cosas que no les llega solo con el dinero y no pueden tenerlo cuando no pueden tener algo por berrinche es cuando sueltan mas... lo he visto muchas veces
Pensó por un momento en que ella misma en ese momento era uno de los objetos que el dueño de ese lugar quería, que muchos de sus clientes tan bien la querían y que el ser la guardaespaldas de ese hombre era probablemente lo que hacia que no intentaran dañarla en ese lugar
Cuando entraron a la inmensa y hermosa habitación, Tina se sorprendió un poco del contraste que hacían esas personas con la habitación, lujo por todos lados, todo hermoso pero la atmosfera era muy... cargada, demasiado oro, demasiadas joyas en las mujeres, demasiadas medallas y cosas estúpidas en los hombres que solo demostraban riquezas y títulos, Tina fue consiente de que con solo su vestido negro que aunque lujoso era sencillo, estaba vestida con mas estilo y elegancia que las mujeres llenas de oro que tenían enfrente, noto como muchos de los hombres la devoraban con la mirada aun con descaro y frente a sus acompañantes aun así ignoro todo solamente veía de reojo pero sin distraerse al hombre que la miraba desde el otro lado de la habitación cuando de repente este salió del lugar, Tina sus piro, solo esperaba que las cosas no se pusieran violentas o intentaran algo para hacerle daño.
Mientras caminaban Tina no pudo evitar soltar una pequeña y suave risa que la hacia parecer una adolescente tonta, era algo que en parte la apenaba ya que aquello no era una actuación si no su risa verdadera, aunque sin duda se la estaba pasando bien, ese hombre era un buen jefe precisamente por no ser un niño rico mimado y descerebrado aunque sin duda tenia un ego muy muy alto, tenia cerebro y entendía las cosas.
-Sin duda señor... no debe decirle a una chica lo que puede conseguir con alcohol o sexo
Le comento con un tono travieso y amigable, asintiendo a lo que el hombre le decía, eran lecciones pero lecciones que ella había aprendido hace un buen tiempo, desde que había sido una esclava
-Lo se... hay cosas que no les llega solo con el dinero y no pueden tenerlo cuando no pueden tener algo por berrinche es cuando sueltan mas... lo he visto muchas veces
Pensó por un momento en que ella misma en ese momento era uno de los objetos que el dueño de ese lugar quería, que muchos de sus clientes tan bien la querían y que el ser la guardaespaldas de ese hombre era probablemente lo que hacia que no intentaran dañarla en ese lugar
Cuando entraron a la inmensa y hermosa habitación, Tina se sorprendió un poco del contraste que hacían esas personas con la habitación, lujo por todos lados, todo hermoso pero la atmosfera era muy... cargada, demasiado oro, demasiadas joyas en las mujeres, demasiadas medallas y cosas estúpidas en los hombres que solo demostraban riquezas y títulos, Tina fue consiente de que con solo su vestido negro que aunque lujoso era sencillo, estaba vestida con mas estilo y elegancia que las mujeres llenas de oro que tenían enfrente, noto como muchos de los hombres la devoraban con la mirada aun con descaro y frente a sus acompañantes aun así ignoro todo solamente veía de reojo pero sin distraerse al hombre que la miraba desde el otro lado de la habitación cuando de repente este salió del lugar, Tina sus piro, solo esperaba que las cosas no se pusieran violentas o intentaran algo para hacerle daño.
Tina Iboshi- Mensajes : 24
Fecha de inscripción : 04/02/2016
Re: Entre oro y sombras
Logro el noble hacerle comprender a su guardaespaldas que lo mantenga informado de todo lo que pudiese acarrear problemas, en si el príncipe de Córdoba es una criatura bastante desconfiada, aunque muestre su sonrisa fácilmente y sus modales de oro eso no quiere decir de que confié en dicha persona, es todo cuestión de etiqueta, nada más, la confianza…Es otro tema muy diferente para él. Le mostró una sonrisa cálida a tina quien sonríe como una niña, algo que no va con su figura, ya que tan sensual parece realmente toda una dama de la nobleza.
-Sé que me estoy poniendo en evidencia, en especial con una mujer que me acompaña mostrando toda su belleza, pero…Me gustan los desafíos, si cree que puede sacar ventaja de mi usando esos trucos de los que estuvimos hablando adelante, le incito a que lo intente.-Sin duda, ego no le falta a ese hombre, la desafía a intentar sacar provecho de el con sensualidad y alcohol de por medio, un juego para él, uno del cual participa a diario.
Parece que la mujer sabe algo en lo referente a la gente de la alta sociedad, el asintió levemente con la cabeza mientras observa a las personas que los rodean y ofrece sonrisas amables y encantadoras mientras conversa medio en voz baja con Tina.
-Hay algunos nobles que han sabido aprovechar bien el destino que los eligió para ello, otros, son muy idiotas, solo es cuestión de tiempo para que otro tome lo suyo.-Habla con mucha claridad ese hombre, probablemente él sea de esos nobles que se aprovechan de esos idiotas para aumentar más y más su ya acaudalado patrimonio. Nota mientras habla como observan a Nina, no sabe si es por deseo sexual, puede ser, al ser nueva allí lo nuevo llama la atención, o por otra razón que el desconoce.
-Algo me dice que les gustas Tina, te están observando demasiado ¿Seguro que no solo es porque eres nueva por aquí? ¿Cierto?-Fue una pregunta directa y sutil, palabras que buscan certezas. Les ofrecieron más cosas para beber y comer, Zaebos como es una costumbre en el tomo una copa de vino, pareciera ser esa su bebida favorita, el vino de cepa dulce.
-Sé que me estoy poniendo en evidencia, en especial con una mujer que me acompaña mostrando toda su belleza, pero…Me gustan los desafíos, si cree que puede sacar ventaja de mi usando esos trucos de los que estuvimos hablando adelante, le incito a que lo intente.-Sin duda, ego no le falta a ese hombre, la desafía a intentar sacar provecho de el con sensualidad y alcohol de por medio, un juego para él, uno del cual participa a diario.
Parece que la mujer sabe algo en lo referente a la gente de la alta sociedad, el asintió levemente con la cabeza mientras observa a las personas que los rodean y ofrece sonrisas amables y encantadoras mientras conversa medio en voz baja con Tina.
-Hay algunos nobles que han sabido aprovechar bien el destino que los eligió para ello, otros, son muy idiotas, solo es cuestión de tiempo para que otro tome lo suyo.-Habla con mucha claridad ese hombre, probablemente él sea de esos nobles que se aprovechan de esos idiotas para aumentar más y más su ya acaudalado patrimonio. Nota mientras habla como observan a Nina, no sabe si es por deseo sexual, puede ser, al ser nueva allí lo nuevo llama la atención, o por otra razón que el desconoce.
-Algo me dice que les gustas Tina, te están observando demasiado ¿Seguro que no solo es porque eres nueva por aquí? ¿Cierto?-Fue una pregunta directa y sutil, palabras que buscan certezas. Les ofrecieron más cosas para beber y comer, Zaebos como es una costumbre en el tomo una copa de vino, pareciera ser esa su bebida favorita, el vino de cepa dulce.
Zaebos de cordoba- Mensajes : 153
Fecha de inscripción : 12/07/2014
Re: Entre oro y sombras
Tina le sonrió al hombre cuando de repente este le dijo lo que buscaba que hiciera, eso hizo que la joven se sorprendiera y sonrió un poco pero negando con la cabeza, aunque la cosa sonaba interesante, no podía hacer algo como eso
-Lo lamento Zaebos-sama pero no puedo hacerlo, una mercenaria jamás debe aprovecharse de su cliente estando bajo contrato mucho menos ponerlo en peligro o provocar cualquier situación que pudiera perjudicarlo, yo fui contratada para protegerlo no para ponerlo en peligro o en cualquier situación donde pudiera estar vulnerable, así que no podría hacer nada como eso, Zaebos-sama espero que me disculpe
Su voz sonaba arrepentida y de verdad parecía ser sincera su disculpa aunque eso solo era un pequeño truco de los que él le pedía que usara, aunque no uno que pudiera ser para aprovecharse de él, finalmente entraron, Tina asnito cuando el hombre se los describió
-Es verdad señor, los caballeros de corbata de moño, el de bastón dorado y el de monóculo son idiotas, los otros 2 son inteligentes
Adivino después de verlos solamente un segundo, uno de ellos un hombre gordo y con un monóculo dorado que se hundía en su piel por la grasa y con los dedos llenos de anillos, otro un hombre altísimo y muy flaco, con una cara de desagrado “como si estuviera oliendo mierda” y el tercero un chico joven con un lujosísimo bastón dorado y piel pálida, Tina conocía de primera vista a los nobles que no solamente jamás habían trabajado para obtener sus fortunas si no que tan poco sabia usarlas, los otros 2 hombres, uno era un poco moreno y con porte militar el segundo era un hombre un poco encorvado y muy viejo pero se notaba la inteligencia y astucia en su rostro, sin duda eran de cuidado, Tina se inclinó levemente al verlos y dejo que Zaebos hablara pero finalmente el hombre noto como la observaban y luego como el hombre que la observaba se iba, Tina asintió
-No es así, Zaebos-sama, recuerde que le conté que habían querido que… he… trabajara en este lugar y me negué, probablemente estén recordando que rechace su propuesta o algo así… no creo que sea algo de qué preocuparse Zaebos-sama, solamente creo que no están acostumbrados a que les digan que no, es todo.
El hombre volvió a entrar a la habitación pero ahora un poco rojo y su aspecto era levemente molesto como si lo hubieran regañado pero Tina se esforzó en ignorarlo mientras solamente veía la reunión aunque sintiendo la mirada del criado clavada en ella… se prometió así misma no beber ni comer nada no le fueran a poner algo en la bebida o algo peor, ella sabía bien el tipo de cosas que serían capaces de hacer solamente para tener un capricho aunque ese capricho fuera un ser vivo
-Lo lamento Zaebos-sama pero no puedo hacerlo, una mercenaria jamás debe aprovecharse de su cliente estando bajo contrato mucho menos ponerlo en peligro o provocar cualquier situación que pudiera perjudicarlo, yo fui contratada para protegerlo no para ponerlo en peligro o en cualquier situación donde pudiera estar vulnerable, así que no podría hacer nada como eso, Zaebos-sama espero que me disculpe
Su voz sonaba arrepentida y de verdad parecía ser sincera su disculpa aunque eso solo era un pequeño truco de los que él le pedía que usara, aunque no uno que pudiera ser para aprovecharse de él, finalmente entraron, Tina asnito cuando el hombre se los describió
-Es verdad señor, los caballeros de corbata de moño, el de bastón dorado y el de monóculo son idiotas, los otros 2 son inteligentes
Adivino después de verlos solamente un segundo, uno de ellos un hombre gordo y con un monóculo dorado que se hundía en su piel por la grasa y con los dedos llenos de anillos, otro un hombre altísimo y muy flaco, con una cara de desagrado “como si estuviera oliendo mierda” y el tercero un chico joven con un lujosísimo bastón dorado y piel pálida, Tina conocía de primera vista a los nobles que no solamente jamás habían trabajado para obtener sus fortunas si no que tan poco sabia usarlas, los otros 2 hombres, uno era un poco moreno y con porte militar el segundo era un hombre un poco encorvado y muy viejo pero se notaba la inteligencia y astucia en su rostro, sin duda eran de cuidado, Tina se inclinó levemente al verlos y dejo que Zaebos hablara pero finalmente el hombre noto como la observaban y luego como el hombre que la observaba se iba, Tina asintió
-No es así, Zaebos-sama, recuerde que le conté que habían querido que… he… trabajara en este lugar y me negué, probablemente estén recordando que rechace su propuesta o algo así… no creo que sea algo de qué preocuparse Zaebos-sama, solamente creo que no están acostumbrados a que les digan que no, es todo.
El hombre volvió a entrar a la habitación pero ahora un poco rojo y su aspecto era levemente molesto como si lo hubieran regañado pero Tina se esforzó en ignorarlo mientras solamente veía la reunión aunque sintiendo la mirada del criado clavada en ella… se prometió así misma no beber ni comer nada no le fueran a poner algo en la bebida o algo peor, ella sabía bien el tipo de cosas que serían capaces de hacer solamente para tener un capricho aunque ese capricho fuera un ser vivo
Tina Iboshi- Mensajes : 24
Fecha de inscripción : 04/02/2016
Re: Entre oro y sombras
Como si no fuera nada ese hombre le ofreció que se aprovechara de él, si es que puede conseguirlo. La mujer sonríe pero demuestra mucha ética por su profesión, raro de ver, mas en un mercenario.
-Pensé que los de su clase hacen cualquier cosa por dinero ¿Qué no es lo que hacen los mercenarios?-Con un tono de voz de interés y en parte de ironía hizo esa pregunta curiosa y casi típica de la mayoría de las personas que trata por primera vez con mercenarios, pero el claramente está probando más aun la moral de esa mujer que se muestra de momento tan recatada y honorable. La joven bajo la voz, tal vez temerosa de cometer algún error o por ser escuchada por otros que no sea su compañero y jefe. Las palabras de ese hombre llevaron la conversación hacia otro asunto, labia no le falta, cambia la conversación con suma facilidad Zaebos y los temas que toca si bien son muy diferentes son interesantes. En esa nueva ocasión conversan sobre muchos de los nobles del lugar, nobles y comerciantes adinerados que son mas estúpidos que lo que aparentan vulgarmente, y Tina observando aquello que señala Zaebos y asiente, aunque uno de los señalados es tan astuto que logro engañar a Tina, no lo dijo, no será el quien la ilumine respecto a ese hombre.
-Asi es joven Tina, alguno de ellos en los próximos meses estará mordiendo el polvo, rogando por no vender sus terrenos ni ceder sus respetivos negocios. Espero ser yo quien reclame muchos de ellos, y probablemente intenten matarme cuando quiera hacerme con esas nuevas riquezas.-Por la forma y naturalidad con la que toma ese hombre las cosas pareciera que allí todo se arregla en últimos términos con sicarios, y gente como esa tiene los contactos y los medios para contratar a los mejores asesinos llegado el caso.
El tema de conversación volvió a cambiar, esta vez debido a la astucia de ese hombre y su curiosidad por tener todo bajo control.
-Ah, vaya, entonces deben estar odiándome en estos momentos, pues usted ahora trabaja para mí cuando usted antes los rechazo. Si bien es cierto que el trabajo es diferente trabajo es trabajo, y usted está junto a mí como toda una dama.-Les ofrecen unos canapés y otros manjares de pescado, difíciles de conseguir excepto en mar abierto, por lo tanto son de difícil acceso y caros al tardarse meses los hombres en mar abierto para dar con esas delicias de las profundidades. Zaebos come despacio, y cada tanto ofrece bebida y comida a su compañera que parece no querer probar nada de lo que allí se sirve.
-¿Sucede algo Tina? No quieres nada de lo que aquí se ofrece. No te echare culpa por divertirte en el trabajo.-Algunos se acercaron a ellos, sujetos jóvenes algunos claramente adinerados, y se mostraron tan interesados en Zaebos como en Tina, tratando de averiguar de ella. La nobleza suele siempre buscar información que puedan buscar para el cotilleo, y claramente Tina es la nueva por ahí de quien se hablara ahora en más.
-Algo me dice que se está transformando en el centro de atención, eso le puede jugar en contra, pero por mi parte podría sacar ventaja de ello.-Pareciera que siempre está sacando ventaja de todo, todo es un negocio, incluso ella y el.
-Pensé que los de su clase hacen cualquier cosa por dinero ¿Qué no es lo que hacen los mercenarios?-Con un tono de voz de interés y en parte de ironía hizo esa pregunta curiosa y casi típica de la mayoría de las personas que trata por primera vez con mercenarios, pero el claramente está probando más aun la moral de esa mujer que se muestra de momento tan recatada y honorable. La joven bajo la voz, tal vez temerosa de cometer algún error o por ser escuchada por otros que no sea su compañero y jefe. Las palabras de ese hombre llevaron la conversación hacia otro asunto, labia no le falta, cambia la conversación con suma facilidad Zaebos y los temas que toca si bien son muy diferentes son interesantes. En esa nueva ocasión conversan sobre muchos de los nobles del lugar, nobles y comerciantes adinerados que son mas estúpidos que lo que aparentan vulgarmente, y Tina observando aquello que señala Zaebos y asiente, aunque uno de los señalados es tan astuto que logro engañar a Tina, no lo dijo, no será el quien la ilumine respecto a ese hombre.
-Asi es joven Tina, alguno de ellos en los próximos meses estará mordiendo el polvo, rogando por no vender sus terrenos ni ceder sus respetivos negocios. Espero ser yo quien reclame muchos de ellos, y probablemente intenten matarme cuando quiera hacerme con esas nuevas riquezas.-Por la forma y naturalidad con la que toma ese hombre las cosas pareciera que allí todo se arregla en últimos términos con sicarios, y gente como esa tiene los contactos y los medios para contratar a los mejores asesinos llegado el caso.
El tema de conversación volvió a cambiar, esta vez debido a la astucia de ese hombre y su curiosidad por tener todo bajo control.
-Ah, vaya, entonces deben estar odiándome en estos momentos, pues usted ahora trabaja para mí cuando usted antes los rechazo. Si bien es cierto que el trabajo es diferente trabajo es trabajo, y usted está junto a mí como toda una dama.-Les ofrecen unos canapés y otros manjares de pescado, difíciles de conseguir excepto en mar abierto, por lo tanto son de difícil acceso y caros al tardarse meses los hombres en mar abierto para dar con esas delicias de las profundidades. Zaebos come despacio, y cada tanto ofrece bebida y comida a su compañera que parece no querer probar nada de lo que allí se sirve.
-¿Sucede algo Tina? No quieres nada de lo que aquí se ofrece. No te echare culpa por divertirte en el trabajo.-Algunos se acercaron a ellos, sujetos jóvenes algunos claramente adinerados, y se mostraron tan interesados en Zaebos como en Tina, tratando de averiguar de ella. La nobleza suele siempre buscar información que puedan buscar para el cotilleo, y claramente Tina es la nueva por ahí de quien se hablara ahora en más.
-Algo me dice que se está transformando en el centro de atención, eso le puede jugar en contra, pero por mi parte podría sacar ventaja de ello.-Pareciera que siempre está sacando ventaja de todo, todo es un negocio, incluso ella y el.
Zaebos de cordoba- Mensajes : 153
Fecha de inscripción : 12/07/2014
Re: Entre oro y sombras
Tina sonrió un poco al escuchar las preguntas del hombre, sin duda era alguien inteligente y enterado pero aun así había muchas cosas que no comprendía, pero eso era normal había cosas que solamente llevando la vida de mercenario podían conocerse aunque no le hacía nada de malo contárselo después de todo ni siquiera eran secretos, lo único que podía seria ayudar a reforzar la confianza que ese hombre había puesto en ella y eso para nada la perjudicaría.
-Mmmm en realidad, lo único que un mercenario tiene en el mundo es su palabra, así que no podemos traicionar a nuestro contratante por dinero, si un mercenario hace algo como eso su reputación se perdería para siempre ya que, quien contrataría a alguien que lo apuñala por la espalda? Ha habido casos pero por lo general no viven mucho, ya sea porque no tienen ya trabajos y caen en otras actividades ilegales o por que contratan a otros para vengarse, jamás es buena idea traicionar a su cliente por eso nos siguen contratando.
La conversación se desvió a otros temas mientras Tina no dejaba de observar a los demás invitados a la fiesta, tal como Tina había supuesto los hombres que ella habían dicho malgastaban su fortuna y los otros sabían cómo utilizarla, sonrió levemente mirándolos fijamente y se encogió de hombros, lo que él decía era una posibilidad, pero la conversación cambio de nuevo mientras la fiesta seguía, Tina en todo ese tiempo rechazo toda la comida y bebida que su nuevo jefe le ofrecía aunque sin perder la elegancia por ello
-Precisamente porque están enojados conmigo no puedo comer ni beber nada, Zaebos-sama, sería muy fácil afectarme por eso y aunque es mi problema si el ataque es para mí podría verse perjudicado, es preferible evitar eso…
Rio un poco al ver como más personas se acercaban, Tina no podía decir que no le gustaba ser el centro de atención pero en ese momento podía sr un poco contraproducente para ella
-Mientras no me afecte en mi trabajo no me molesta Zaebos-sama además estoy a sus órdenes, si quiere ordenarme que haga algo lo hare, saque el provecho que quiera de mí.
-Mmmm en realidad, lo único que un mercenario tiene en el mundo es su palabra, así que no podemos traicionar a nuestro contratante por dinero, si un mercenario hace algo como eso su reputación se perdería para siempre ya que, quien contrataría a alguien que lo apuñala por la espalda? Ha habido casos pero por lo general no viven mucho, ya sea porque no tienen ya trabajos y caen en otras actividades ilegales o por que contratan a otros para vengarse, jamás es buena idea traicionar a su cliente por eso nos siguen contratando.
La conversación se desvió a otros temas mientras Tina no dejaba de observar a los demás invitados a la fiesta, tal como Tina había supuesto los hombres que ella habían dicho malgastaban su fortuna y los otros sabían cómo utilizarla, sonrió levemente mirándolos fijamente y se encogió de hombros, lo que él decía era una posibilidad, pero la conversación cambio de nuevo mientras la fiesta seguía, Tina en todo ese tiempo rechazo toda la comida y bebida que su nuevo jefe le ofrecía aunque sin perder la elegancia por ello
-Precisamente porque están enojados conmigo no puedo comer ni beber nada, Zaebos-sama, sería muy fácil afectarme por eso y aunque es mi problema si el ataque es para mí podría verse perjudicado, es preferible evitar eso…
Rio un poco al ver como más personas se acercaban, Tina no podía decir que no le gustaba ser el centro de atención pero en ese momento podía sr un poco contraproducente para ella
-Mientras no me afecte en mi trabajo no me molesta Zaebos-sama además estoy a sus órdenes, si quiere ordenarme que haga algo lo hare, saque el provecho que quiera de mí.
Tina Iboshi- Mensajes : 24
Fecha de inscripción : 04/02/2016
Re: Entre oro y sombras
Es sumamente interesante, o al menos más interesante escuchar los principios de la mercenaria a escuchar alguna que otra estupidez irrelevante de nobles a quienes les sobra el dinero y ni se mueven ya para conseguirlo. Demuestra Zaebos su interés por la palabra de su compañera de un modo esplendido, como si fuera un tema de relativa importancia para él, y la gente con clase tiene que tener esa clase de habilidad para demostrarle a su invitado, a su interlocutor que es importante para él. Encuentra en las palabras de la mujer y la ideología de los mercenarios una pizca de honor y lealtad, aunque claro está todo esta infundido por la conveniencia propia.
-Interesante y sorpresiva información joven Tina, nunca me hubiera imaginado que los mercenarios tuvieran un código de honor y se aferren a el con tanta determinación…Vera, contrate mercenarios antes, algunas, para trabajos más sucios…Y discretos, pero no funciono, no cumplieron con su palabra por lo que realmente me costó mucho el decidirme por un mercenario para una tarea tan compleja como lo es proteger mi propia vida, por lo que, espero joven dama, comprenda cuanta confianza y responsabilidad he puesto sobre ti.-No dudo ese hombre no solo en mostrar su opinión a la mujer que le acompaña al respecto de su profesión y su código de mercenario, le cuenta algo de su pasado y su frustrado trato con gente de su misma índole, contrato por dinero, Podrá imaginarse fácilmente la mujer que no es justamente alguien que escatime en gastos, tampoco es un niño mimado caprichoso, probablemente quiera tener a los mercenarios cerca, en su propio hogar para saber que hacen, y sin embargo, algo salió mal.
-Oh, así que cree que le harán daño…Si quisieran hacerle daño ya lo hubiera hecho. Tienen mucho más dinero y conexiones que usted, cuentan con más gente inclusive…Además, esta a mi servicio…Creo que eso debería bastarle para saber que de momento está claramente a salvo-La opinión del noble es que ella está a salvo, pero ciertamente si se les metiera en la cabeza eliminarla ni el mismo se opondría a la decisión de los grandes de la ciudad.
Los temas de conversación entre la mujer y el noble varían, a veces tocan profundidad y otras veces no tanto, pero claramente ese hombre es buen conversador, no dudo en hablar con ella ni con cualquier otro que se acerca a charlar y a cotillear.
-Tina…-Dijo mirándole a los ojos, sonríe sensual y le acaricio el mentón con una suavidad digna de una pluma.-Una mujer tan hermosa como tú no debería decirle a un hombre como yo que saque provecho de ti...-Gran verdad la que sale de boca ese hombre que se acerca a ella con toda confianza para susurrar al oído de Tina-¿O acaso tus padres no te enseñaron los que los hombres más desean de una mujer tan linda como tú?-Afila la lengua Zaebos, peligrosa al igual que sus provocadores acciones que nunca dejan de ser gallardas. Se mueve ese hombre como una hoja en el viento, no despierta nada de agresividad en lo absoluto, y sin embargo, de modo inexplicable parece peligroso, en más de un sentido.
-Interesante y sorpresiva información joven Tina, nunca me hubiera imaginado que los mercenarios tuvieran un código de honor y se aferren a el con tanta determinación…Vera, contrate mercenarios antes, algunas, para trabajos más sucios…Y discretos, pero no funciono, no cumplieron con su palabra por lo que realmente me costó mucho el decidirme por un mercenario para una tarea tan compleja como lo es proteger mi propia vida, por lo que, espero joven dama, comprenda cuanta confianza y responsabilidad he puesto sobre ti.-No dudo ese hombre no solo en mostrar su opinión a la mujer que le acompaña al respecto de su profesión y su código de mercenario, le cuenta algo de su pasado y su frustrado trato con gente de su misma índole, contrato por dinero, Podrá imaginarse fácilmente la mujer que no es justamente alguien que escatime en gastos, tampoco es un niño mimado caprichoso, probablemente quiera tener a los mercenarios cerca, en su propio hogar para saber que hacen, y sin embargo, algo salió mal.
-Oh, así que cree que le harán daño…Si quisieran hacerle daño ya lo hubiera hecho. Tienen mucho más dinero y conexiones que usted, cuentan con más gente inclusive…Además, esta a mi servicio…Creo que eso debería bastarle para saber que de momento está claramente a salvo-La opinión del noble es que ella está a salvo, pero ciertamente si se les metiera en la cabeza eliminarla ni el mismo se opondría a la decisión de los grandes de la ciudad.
Los temas de conversación entre la mujer y el noble varían, a veces tocan profundidad y otras veces no tanto, pero claramente ese hombre es buen conversador, no dudo en hablar con ella ni con cualquier otro que se acerca a charlar y a cotillear.
-Tina…-Dijo mirándole a los ojos, sonríe sensual y le acaricio el mentón con una suavidad digna de una pluma.-Una mujer tan hermosa como tú no debería decirle a un hombre como yo que saque provecho de ti...-Gran verdad la que sale de boca ese hombre que se acerca a ella con toda confianza para susurrar al oído de Tina-¿O acaso tus padres no te enseñaron los que los hombres más desean de una mujer tan linda como tú?-Afila la lengua Zaebos, peligrosa al igual que sus provocadores acciones que nunca dejan de ser gallardas. Se mueve ese hombre como una hoja en el viento, no despierta nada de agresividad en lo absoluto, y sin embargo, de modo inexplicable parece peligroso, en más de un sentido.
Zaebos de cordoba- Mensajes : 153
Fecha de inscripción : 12/07/2014
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