Preparativos pre guerra 2

El clima del sur de Asbru es el clima más templado del todo ese territorio, en verano suelen llegar a los 10 grados de temperatura y en invierno a los 15 grados bajo cero, haciendo de ese lado de ese país un lugar muy acogedor para las tribus de Asbru.

En el territorio sur se puede cosechar muy bien, es una tierra fértil donde el frió solo los castiga realmente en invierno, haciendo que sea fácil cultivar y de mantener con bienestar al ganado. Los hombres enferman poco y tienen buen comercio con otras naciones o mercaderes que cruzan cerca de sus tierras, actuando más como comerciantes que como una tribu en sí. Tienen suerte Alex y Enea de donde están, comida no les faltara y agua tampoco, y de momento aparte de Enea nadie más parece haberla pasado realmente mal por allí.

-¡Arriba holgazanes! ¡Arriba les digo ¡ O más de uno se ganara una paliza desde temprano el día de hoy.-Como de costumbre usan un modo simpático para comenzar el día los soldados de Asbru amenazándolos desde el principio exigiendo que todos los reclutas se pongan de pie y se alisten lo más rápido posible. Alex como de costumbre esta entre los que se levantan más temprano y ese día está más dormido y cansado que en días anteriores, primero porque lleva ya unos días allí y segundo por no descansar como es debido, entre las pesadillas y el andar el día anterior con Enea y Brandon ese día le juega en contra y recién acaba de comenzar.

De ese modo el campamento entero comienza a levantar, algunos ya cocinan y limpian de inmediato, el resto se despabila y se asea, se acomoda como puede y aguarda por el desayuno que les ayudara a soportar la rigurosa jornada de dicho día, la rutina diaria donde más de uno a pesar de estar algo molido ya puede empezar a notar leves resultados.

Había decidido dormir cuando me separe del cocinero, al fin y al cabo había dormido poco por culpa de los guerreros con los que viajaba. Ahora por fin podía dormir  un poco tranquilamente y sin tanto dolor en las heridas. Pero apenas dormi mucho cuando unas voces me despertaron a mi y a otros tantos. Puse una mano sobre el suelo y comence a levantarme. Entonces me di cuenta de algo y para asegurarme mire hacia el cielo, donde en efecto era de dia. Una sonrisa triunfante se adueño de mi cara, y poco despues me mite completamente. Por fín tenía control de mi cuerpo por el dia y eso era algo maravilloso tras unos cuantos años de ir dejandome llevar.

Tras la gran nueva noticia me preparé sin apenas prestar atencion a las amenazas ni darles importancia. simplemente me reuni con los demas como si  nada hubiera pasado, pero desde luego para mi era un día unico que iba a aprobechar para bien, por lo menos si se me daba la oportunidad.

No habia nada..nada en mis sueños, al fin algo de tranquilidad por las noches...y esto lo digo recien levantado por los gritos de la gente que tendré que tratar por varios años de mi vida...Me asombraba el hecho de que no hubiera tenido pesadillas o no haberlas recordado, no obstante sentía...algo. No podría explicarlo, era como si por dentro estuviera aquella cosa inexplicable que me hacía sentir entre poderoso y tímido.

Batallé en levantarme, mis manos me temblaban y tenía un poco de jaqueca, cosa rara pues me había dormido a una hora temprana y no había bebido...
Una vez de pie sentí como si viera de un angulo inclinado, como si se tratase de un camino invertido...¿Estaba soñando o estaba en vida real?...
Gracias a Dios otro grito me hizo safarme de ese camino y salí de donde dormía, bostezando...olvidandome por completo de mi chaqueta, haciendo que me devolviese por ella y volver en el andar.
Allí estaba yo, con una cara despreocupada y con las manos en los bolsillos mirando entre la gente.
¿Que pasaría el dia de hoy?

Ese día pinta lleno de sorpresas para muchos reclutas, en especial para Alex y Enea. El primero ya está en su sitio correspondiente como cocinero, Enea es observada por los presentes con mucho deseo, y por muchos es observada con sorpresa en la mirada ¿En qué momento se coló esa sexy pelirroja en el campamento? Esa es la gran pregunta que solo aquellos que estuvieron esa noche con ella en el carro que los trajo conocen. La mayoría cree que es una puta de algún lord local por lo que la evitan, otros ni lo dudan y le silban, tratan de ligar con ella, de tocarla y charlar, bastante diferente al día anterior donde casi la matan a golpes. Un caballero bien parecido y aseado se acerca a Enea sorprendido de verla por allí, dicho hombre porta armadura y espada, cabellos medianamente largos, le llegan hasta los hombros, estos son de color castaño claro. Esta afeitado, su piel es bastante clara sin caer en la exageración y tiene ojos marrones claros. Debe medir fácilmente casi un metro noventa y tiene buena contextura física como la ha de tener todo guerrero que se jacte de ser fuerte y resistente.

Spoiler:

-Tu, mujer, la de cabellos rojos ¿Quién eres y que haces aquí? Este no es un lugar para cualquiera, es el campamento de reclutamiento del sur a mi cargo por deseos de Lady Harder.-No fue justamente cortes ese hombre con Enea, tampoco la agravio, pero si fue bastante rudo y directo en su modo de hablar con esa mujer a la cual bastante de los presentes desean poseer como amante aunque sea por un rato. Como es de esperarse de un caballero ese hombre no mostro justamente esos deseos sino que está cumpliendo con su deber de lleno, si desea otra cosa de Enea no lo ha demostrado de momento.
Los rumores sobre la preciosidad pelirroja llegaron también a la cocina donde más de uno se ríe no creyendo del todo lo que se cuenta de esa mujer, pues nadie la ha visto y los cocineros fueron en una camada muy diferente a la de los guerreros por lo que ninguno la ha visto en su vida aun. Los soldados y caballeros presentes prestan atención, aunque sin dar mucha importancia al asunto.

-Menos charla y más trabajo ¡¿Dónde está la comida?!- Eso es lo que les importa de verdad a esos hombres, su desayuno, no lo que suceda con una supuesta belleza sensual y ardiente.

Segun avanzaba las reacciones de toda aquella gente eran variadas. Desde gente que guardaba un respeto hasta algunos que intentaban tocarme. Suspire aguantando todo aquello sin mas, sabiendo que iba a tener ciertos problemas si empezaba una pelea y debía mantenerme seria la mayor parte del tiempo. Despues de todo iva a estar ahi bastante tiempo ahora. Asi que avance pasando de toda aquella panda de hombres necesitados hasta que otro hombre me llamo.

Este, a diferencia de los demas me hablo mostrando claramente su estatus, con armadura y aparentemente diestro en la batalla. Le mire y me acerque seria y dispuesta a responder sus dudas. Lo que tenia claro era que no me iban a tomar como alguien sin valor alguno. Era complicado mostrar algo importante cuando eras una mujer en un campamento de hombres, pero ahora que ya no era espada, tal y como otros habian visto y descubierto podria incluso ser un minimo respetada.

-Mi nombre es Enea y me aceptaron como a todos los demas  para lo mismo que a todos, luchar y entrenar. No creo que sea tan fuerte como muchos guerreros pero si lo suficiente para que me trajeran aqui ayer.

Dije sin nada mas que añadir. Tenia ganas de hablarle sobre si acaso una mujer no podia llegar alli o cualquier otra cosa que solia decir. Pero despues de todo ser espada me habia enseñado a callar, sobre todo despues del viajecito que me habian dado. Asi que tras aquello le mire seria esperando una respuesta o una aceptación, cualquier cosa para poder seguir con mi viaje a por comida. No me gustaba como me recibia aquella gente, pero aun asi era muchisimo mejor que como me habian recibido en el carro. Asi que estaba bastante agradecida.

Spoiler:

Me fastidiaba que cada persona ahora veía a Enea como la diosa sexual que les llegará magicamente, se incara y se pondra a satisfacerles...Estaba cabreado pero no dejaba que se expresase...

Yo iva a proteger a Enea, no me importaba que me metiera en problemas, no dejaría que alguien le hiciese daño o le dijeran cosas. Mientras yo seguia concentrado en mi traajo, me repudiaba oir los comentarios de deseo sexual o comentarios asemejados rumbo a Enea. Era cierto que era bella, pero no es un objeto, es una persona...

Mientras cocinaba de la forma mas rapida, cuando finalizaba ya a l fin junto con mis compañer@s, tomaba plato por plato y rapido iva a entregarlo, no obstante, aquella persona que estaba delante de Enea, escondía algo mas fuerte que los demás...Mi cara fria y a la vez, de odio hacia la gente que veía solamente de una forma erótica a Enea...

Guardaba la compostura si, pero mi mirada se clavaba en aquel hombre que "interrogaba a Enea"..no me parecía de fiar...y emergía algo de él...algo que no podía explicarlo...

En determinados momentos, entre mis idas y venidas a la cocina, notaba que a Enea la veía de momentos como algo verde, y al sujeto aquel como algo negro morado, y a mí mismo...como algo rojo...

Cuando faltaba ya una orden para entregar, primero cerré mis ojos para calmarme, y una vez hecho, fui a dejar el platillo...Mi mirada desaprovatoria seguia en pie, y aun mas en aquel hombre.

Enea ya no estaba sola...y yo tampoco...
Así que...como no puedes salvarte a ti mismo...piensas salvarla a ella?...
Ignoré a Joshua mirando al soldado desde mi posición en la ccina, preparado a intervenir si él o alguien se acercaba con intenciones groseras para la dama.

Serán desde ahora en más las cosas más pesadas para Enea en ese campamento, en otro sentido claro. El día anterior la despreciaron a muerte, y ahora todos quieren estar con ella de la noche a la mañana. Habla ahora esa mujer con un caballero de gran porte, y cuando este se acercó a ella los demás mantuvieron una distancia prudente, pero se mantienen a la expectativa de lo que suceda entre ellos dos. Escucha ese hombre la respuesta de Enea y no recuerda haberla visto por allí el día anterior, tal vez se la paso en la carpa divirtiéndose con algún hombre, pero el que haya mujeres allí no es nada raro.

-No he visto a todos los reclutados aun, pero estoy seguro de no haberte visto ayer por aquí. Es comprensible que no seas tan fuerte como muchos de los bestias que hay aquí, pero si te aceptaron por algo será. Hacen falta toda clase de herramientas, guerreros, jinetes, arqueros, exploradores, asesinos, cocineros, domesticas, prostitutas lo que sea, cualquier cosa que puedas hacer es suficiente para permanecer aquí con techo, comida y un sueldo pasado el primer mes.–Básicamente ese hombre le da la bienvenida a Enea explicando que allí todo hombre y mujer es necesario sin importar que sepa hacer ni de donde provenga. Muchos se rieron al escuchar las palabra prostituta, ese hombre no lo hizo, simplemente mantuvo la compostura como lo hizo desde el comienzo.

Alex que tras terminar su trabajo observa lo que sucede es objeto de burlas por parte de otros hombres presentes.

-¿Qué pasa chico? ¿Vas a batir a duelo a Lord Zabel en defensa de la chica? ¿Acaso te enamoraste así de rápido? Jajaja-Los muchachos se burlan de Alex ya que es evidente su descontento con el caballero al acercarse a Enea la cual es el centro de atención en esos momentos.

El pasar desapercibida como espada era algo que anhelaba en aquellos momentos. Hacía años que no llamaba tanto la atención y eso a fin de cuentas podia llegar a ser algo molesto. Pero era mejor de llevar que una paliza, quizas incluso si me defendia con dagas podia estar en mi derecho y ganarme un respeto continuo. No tenía problemas con quedarme sin movimiento y a merced de todo. Ahora lo que podria hacer lo haría.

Escuche al hombre hablarme tras mi respuesta viendo como parecia tener un tono mas comprensivo y normal. aunque alguno de sus comentarios hizo reir a varios de los que me miraban con ideas claras. Había llamado la atención y tenia muchas miradas encima. Podía ser el mejor momento para dejar las cosas claras y no uno por uno.
-Si, es normal que no me viera, ayer estuve curándome de unas heridas del viaje. Pero...le puedo mostrar.
Dije sacando una daga de mi cinturon y lanzandola contra el palo de una tienda. Esta se clavo en el palo  casi como una flecha sin herir a nadie.
-También me gustaría aprender a manejar mejor la espada. Pero bueno...
Dije para girarme un poco y ver a todos aquellso hombres deseosos.
-Espero dejar claro con ello que no vine aqui para mantener felices a un grupo de hombres.
Dije seriamente esperando con ello y con la daga ganarme por lo menos el miedo o la prudencia de alguno. Sabía de sobra que algunos eso no les pararía pero no perdía nada por intentarlo y seguro que alguno de todos ellos se lo pensaba dos veces antes de volver a intentar acercarse. Luego volvi a mirar con cierto respeto a aquel hombre del que aun ni conocia su nombre pero por los comentarios de toda esa gente posiblemente me enteraría.
-Gracias por la bienvenida. Ahora ire a por algo de comida.
Dije volviendo donde la gente para esperar la comida, cogiendo de camino la daga que habia clavado y guardandomela de nuevo. Luego me quede esperando como todos los demas.

Podía mancharme las manos de sangre, pero no valdría la pena. Habría muchos y me asesinarían. Si retaba a aquel sujeto, tambien podrían matarme, o por órdenes o porque claramente podría matarme el con sus propias manos, yo no tenía ninguna protección.
A lo mas que hice fue gruñir apenas unos segundos y seguir con el trabajo, entregando comida despues de prepararla y asi sucesivamente.
Negandome a escuchar a cualquier persona, me dedicaba a aquello, cocinar, usar muy bien los condimentos para que la comida fuera demasiado apetecible y a la vez...esperar a que todo esto se calmase.
No me sorprendió la acción de la chica, pero algo debía hacer para ayudarla...y estaba claro que sería entrenando con ella.
Cuando la ví, decidí darle su plato y mirarla.

Spoiler:

Hey...no podemos hablar en mi horario de trabajo. Pero ya esta en claro que para mi no eres un objeto sexual, y si no lo tenías claro...te lo he dicho ya.-Pause apenas unos segundos para continuar antes de despacharla y seguir con el trabajo-
Se usar bien mi navaja, y he usado espada antes. Podemos entrenar nosotros mismos y tambien con alguno de aqui si tu gustas. Tengo que irme.
Sin mas, me giré y fui a seguir cumpliendo, preparando mas comida para las demás personas, esperando que ya me dieran ordenes de poder sentarme a comer, donde probablemente sería con la chica peliroja.

El tiempo pasaba y avanzaba aquella fila de gente. Ignorando ciertas palabras que podía esperarme de aquellos hombres avance hacia la comida, donde Alex me dio un plato con comida. Al oirle hablar sonrei asintiendo. Estaba claro ese tema ademas que me habia ayudado, pero aveces me recordaba aquel niño que habia adoptado hace años y no podia evitar sonreir.
-No te preocupes, no todo el mundo piensa eso de mi. Y lo de entrenar no me parece mal, pero tambien entrenare con aquellos que nos deban enseñar. ahora te dejo, se te amontona el trabajo.
Dije apartandome con la comida y sentandome en el suelo a unos cuantos metros para comer mas tranquila, desconociendo si alguien se acercaria a entablar amistad o a buscar problemas

Yo seguia sirviendo la comida, parecía que la fila no se iva acabar pronto, ¿que mas podía hacer mas que seguir laborando?...Nada, el trabajo estaba como el infierno, el calor era frustrante sumando que habia gente que no lo pedía deliberadamente educados.
Al fin terminando, decidí cargar con mi comida y buscar a la dama, una vez visualizada, me senté, tomando distancia de ella para no malinterpretar la situación o al menos no hacermela de enemigo.
Provecho
Y sin mas, comencé a comer, concentrandome solo en satisfacer mi apetito, si ella deseaba hablar, tendría los oidos y la disposición para ella, de lo contrario eso sería despues de comer.
Me pregunto porque lo primero que pensaban los soldados en cuanto ver a una mujer, es en prostituta...Tal vez ella marcaría un cambio considerable y si no, ya lo haría

Me quede sentada y comiendo esperando haber si veia a alguien. Tras un rato alli sentada con el plato de comida casi vacio vino aquel cocinero. Quien guardando distancias a la hora de comer y me hablo solo una palabra. Palabra a la que respondi con una sonrisa mientras seguia comiendo. Desde luego la comida estaba bastante buena comparada con otra que habia comido en mi vida. Cuando acabe de comer le mire con curiosidad para despues preguntarle. Desgraciadamente al llegar me habia perdido la mayor parte de las explicaciones y por ello desconocia casi todo de aquel lugar. Necesitaba respuestas para saber como moverme o con quien hablar.
-Alex.Ese hombre que me preguntó.¿quien es? Y bueno... ¿quienes son los organizadores de todo y cuales son sus nombres? Y bueno..si pudieras contarme sobre donde se entrena la mayor parte del dia o demas. Con las heridas de ayer apenas tuve tiempo para enterarme de nada y estoy un poco perdida.
Explique al humano esperando que me respondiera, por lo menos a las cosas que sabía. Mas me valia aprender y saber guiarme por aquel lugar.

¿Que no habias prestado atención..?..Estamos a cargo por aquel sujeto, Lord Zabel, quien sin dudas al igual que la mayoría de aqui querra saciarse contigo...La Lady no recuerdo a donde había ido, la ultima vez que la ví fue cuando apenas ingresaba a este lugar. A muchos les agradó su forma de hablar, y seguramente les llamó la atención su figura, pero ahora tu le robaste ese lugar al parecer.-le mencionaba de una forma serena.
Yo por mi parte seguia comiendo, algo mucho mas lento que lo que ella había sido claramente, no quería faltarle el respeto ni hacermela de enemiga, mucho menos que pensara que yo tambien querría llevarla a la cama. Aunque ella fuese hermosa, no era en lo que estaba pensando, al menos no de momento.

Terminando de comer posé mi mirada en ella mientras ponía mis brazos alrededor de mi cuello estirándome un poco.
Bueno..sobre el entrenamiento no puedo estar tan seguro de ello, es común que nos griten para que vayamos a entrenar en un campo abierto.

Dejé que pasaran unos segundos y hable de nuevo.
No se tus motivos de estar aqui realmente, uno puede decir cualquier cosa pero la verdad y las intenciones pueden estar escondidas muy en el profundo del ser...Tu eres fuerte, la vez que atendi tus heridas mostraste que podías soportar eso a pesar del poco material que teniamos al a mano. Deberas mejorar tu defensa supongo y posiblemente, a como te veo con esa puntería que tuviste hace unos momentos, sea mejorar tal vez la visión a la hora de pelear.
Me explico, creo que sería óptimo que puedas predecir lo que el enemigo esta a punto de realizar, un movimiento o una insinuación..incluso hacia donde mueve el pie podría ayudarnos a predecir o si tenemos la fortuna de verlo pelear antes, aprender como ataca y desarrollar metodos, como si fueramos el enemigo, ver las posibilidades desde su horizonte y contratacar.
¿Tu tienes mas ideas que aportar?. Que aqui lo que me importa es que te dejen de joder.

La mañana se mueve de prisa en el campamento de reclutamiento del sur de Asbru, mañana fresca de clima agradable, nublado como de costumbre y algo ventoso. Tardaron como de costumbre al menos una hora en comer, alimentar a tanta gente no es tan sencillo y toma su buen tiempo el llevarlo a cabo de un modo ordenado. Pasada esa hora los gritos por parte de los soldados regresaron con órdenes ya esperadas por todos.

-¡Muévanse holgazanes! ¡Hora de moverse! ¡Vamos, vamos a correr de prisa!- Allí van las ordenes de empezar a moverse, es tiempo de correr un rato, y de seguro luego sigue más ejercicio físico antes de detenerse a hablar con los reclutas, se les suele enseñar la disciplina para que puedan acatar las órdenes en el campo de batalla. Mas a la tarde los hacen luchar cuerpo a cuerpo con varias armas o sin ellas, también los hacen usar escudos o atravesar obstáculos, todo depende del humor y de las ganas del que esté a cargo del entrenamiento en dicho día. Los no combatientes simplemente limpiaran el desorden que se produjo durante el desayuno y luego se dedicaran a lavar ropa, a juntar agua limpia y madera seca entre otras cosas más.

Ninguno sabe a cien si acierta que ocurrió con el mensajero que llego esa mañana de Tierra de Dioses, lo que sea que haya pasado allí es vital para ellos y todo el país de Asbru. Se escuchan algunos rumores pero no más que eso, nadie vio lo que el caballero Zabel leyó en carta que le entregaron esa mañana aunque algunos si vieron el momento en que se la entregaron, justo después de que ese caballero hablase unos momentos con la sensual pelirroja que tanto da que hablar.

Escuche atentamente las palabras de Alex teniendo en cuenta los detalles. Sabia como eran los hombres y los pensamientos en principio no eran ningun problema. Por ellos podian soñar lo que quisieran, pero solo eso, soñar. Esperaba que ninguno comenzara a atreverse a nada.
-Mm...Lady no esta, eso me puede suponer un problema si llamo tanto la atencion. De otra manera todos se centrarian en ella y seria mas facil pasar desapercibida. Pero bueno...he lanzado una daga delante de quien tenemos a cargo, eso puede suponerme algo bueno o una expulsion clara. Pensaba que era un guerrero con rango superior pero... no quien tuviera la ultima palabra.
Dije mientras terminaba el plato y lo dejaba a un lado, calmada y relajada. Tenia un poco de tiempo para descansar al parecer.Entonces escuche las propuestas de Alex junto con su explicacion de los combates y mire al suelo pensativa.
-No se que hacer aun y digamos que el por que vengo aqui es simplemente cosa mia. Entrenare en lo que pueda y ofrezcan, nunca viene mal tener conocimientos de todo, aunque no este echa para reventar un craneo con un hacha.
Dije sin mas mirando de nuevo a Alex a los ojos, no  pretendia ser borde, pero aveces me parecia que ese chico se tomaba demasiadas confianzas. Si bien necesitaba un compañero tampoco pretendia tener a alguien a quien contar mi vida o mis habilidades exactas. Me habia ayudado pero no me gustaba entablar una amistad irrompible y menos con alguien a quien apenas conocia de dos dias.
-No te preocupes tanto por mi y centrate en tí. es a quien mas debes salvar si acabas en el campo de batalla.
fue entonces cuando escuche las voces y entendi, al parecer aquello iba por el humor de los que mandaban, no habia una clara diferenciación, todos hacian de todo y nada mas. suspire y miré a Alex sonriente.
-Cuidate, nos veremos mas tarde, ahora toca correr.
Me despedí de el y me uní con todos, siguiendo el ritmo sin mucho problema, eso si, guardando cierta distancia de los hombres que parecian mas avispados. Asi que corrí como todos, uniendome al peloton y siguiéndoles como una oveja mas de aquel rebaño. De echo el primero sabria donde ir, por mi parte yo ni idea tenia del recorrido.

Al menos me prestó atención. Yo me levanté y llendo despreocupado con los demas, comencé a caminar y correr dependiendo de las ordenes o los gritos de los allí presentes...De momento, ya no veía a nadie, solo era yo...en un tipo de arena con neblina....me había ido de la realidad nuevamente cuando ya habían acabado las ordenes de los superiores en cuanto correr como si fueramos un ganado...Proseguimos con la batalla... esta vez ahora no volvía la neblina de mi locura.

En las batallas cuerpo a cuerpo, comencé a prepararme como le había dicho a la chica, trataba de preveer a mi enemigo, a mi contrincante.
Lograba deducir algunos ataques de mis contrincantes y lograr un contrataque perfecto atacando a la pantorrilla, a la canilla o el pecho mismo. No obstante no me salvaba de los golpes o incluso de que me tiraran al suelo.

Seguramente ya tenía moretones...y las risas no faltaron, despues de todo no era del todo fuerte...pero al menos en mi pensar, creo que mantenía un respeto por haber contratacado en varias ocasiones...
Me dolía mi cuerpo despues de tantos golpes que no pude parar por su obviedad...pero me satisfacía la idea de que ellos tampoco se fueron sin nada.

La ultima pelea...era un sujeto mas fuerte que yo, lo mas que podía hacer era esquivar y esquivar, no podía hacer nada. Si contratacaba era como un suicidio, me atacaría y con su fuerza acabaría la batalla y yo entre burlas.
Solo podía esquivar y observar, tratando que nada me desconcentrase.

Un puñetazo,uno bien dado en la mejilla izquierda que causo mi caida.
Seguia en mi mundo...pretendiendo concentrarme aun mas en la batalla...no me importaba el ruido externo.
Me logré levantar para recibir una embestida, cayendo de nuevo al suelo...pero no me pensaba rendir.
Una vez de pie, pude anticipar que acabaría la pelea con un golpe en mi rostro, podía ser en la quijada, en la mejilla, en la frente o en la cien...así que, teniendo los objetivos que yo tomaría en mi posición si fuera mi enemigo, logre desviar el puñetazo y con dos dedos darle en el cuello. Se sabía que si lo hacías muy fuerte podías llegar a matar a alguien, en mi caso él solamente se sentiría demasiado raro y se haría hacia atras...cosa que hizo.

Se podía recuperar de aquella extraña sensación en cualquier momento, así que me acerqué a darle de lleno en sus mejillas. Un puñetazo tras otro, sin parar...hasta que me empujo con fuerza tumbándome una vez mas.

El termino ganando, pero al menos no me fui vacio...

Solo me había concentrado en Mi, en mi entrenamiento...pero esperaba que la peliroja hubiera hecho un buen trabajo.
Me dolía mi cuerpo, pero buscaba con la mirada a aquella mujer, queria saber como le habia ido y/o atenderla si era necesario si sus heridas habian sido fuertes.

Aquel entrenamiento era duro y normal, nada de locos. Había oido historias sobre reyes que por ganas guerras hacia locuras y entre ellas entrenar a sus soldados hasta el límite. Aveces salía bien, pero otras veces la gente moria o huia sin poder resistir mas. Yo por mi parte, en aquel lugar iba bien, mi entrenamiento era básico, y era tolerable.

Al fin y al cabo no nos trataban mal en aquel lugar y nos entrenaban con mano dura pero con cierto respeto. Pero despues de todo, por lo que había entendido, nosotros posiblemente eramos los mejores reclutas de los que podian disponer y no podian permitirse perdernos.

No note cansancio casi tras correr, quizas uno de mis puntos fuertes. Aunque alli quizas no le sacara mucho partido. El entrenamiento siguio con ejercicios fisicos y un descanso para hablar y enseñar disciplina. Mientras tanto escuchaba rumores sobre un mensaje y noticias sobre Tierra de Dioses. Algo de lo que se habia enterado Zabel justo despues de que yo me fuera. Habría sido curioso si en aquel momento yo hubiera permanecido hablando con él. Quizas sabría de primera mano que había ocurrido. Pero los rumores simplemente se pasaron de unos a otros sin llegar a ser nada definido.

Tras aquello comencé a luchar con espada contra otros combatientes, aprendiendo de mis errores y mejorando un poco cada vez. Acabando, como no, con algun golpe o herida, pero nada comparadas a las profundas de la noche anterior. Tras acabar con ello nos mandaron atravesar obstaculos, algo que llevaba bastante bien. Sin embargo, el cansancio del día y la falta de hábito mostraron que costaba mas de lo imaginado, acabando alguna ves en el suelo con algún golpe. Pero afortunadamente, acabando menos malherida que muchos otros. Quizas despues de todo aquello todos esos hombres no me mirarian con los mismos ojos. Cuando acabe suspire pensando en si algo de lo que habñia visto en Asbru tendría que ver con las noticias del mensajero.

En cuanto los obstaculos, me fue un poco mejor que los golpes que recibi con aquella ultima persona, debo admitir que para no cansarte y al mismo tiempo avanzar los mismos, algunos eran de solo moverse hacia cierta dirección y otros ocupaban que tu saltases o incluso un poco de stamina al durar tanto recorrido,pero lo tome bien.
La pelea mano a mano aun la recuerdo, me fui con golpes, pero al estar armado con espada, estaba regular...cosa que para mi era fantastico, ya que mi maestría en la espada no era muy buena a comparación con la navaja.
Cuando finalizo el entrenamiento con mi mirada exhausta, buscaba con mis pupilas a la peliroja

Miraba a mi alrededor cuando acabe mi entrenamiento. No podía casi mas por aquel día. Tenía buena resistencia, pero aun asi el cansancio era notable. Hacia mucho que no entrenaba y estaba por decirlo asi algo oxidada y se notaba. Podía asesinar a alguien por la espalda por ser sigilosa, pero si tenia que salir corriendo o similar acabaria posiblemente muerta en el suelo. Tambien estaba sin recuperar de las heridas recien curadas y sin olvidar que habia dormido poco. Para ello estaba bastante bien.

Tras aquel costoso día la gente empezaba a cansarse, y finalmente, parecieron darnos descanso a la mayoría. Vi a Alex desde lejos y sonrei al verle que estaba bien, pero notaba como estaba cansado, posiblemente mas que yo, incluso herido. Me acerque a el y le hable.
-Bueno campeon.¿que tal el entrenamiento de hoy?
Dije animada y notando como recuperaba mi forma. Me gustaba pelear, y eso en cierto modo me llenaba el espiritu.

Considerando que varios me han dado una paliza, pero que no se fueron sin nada, estoy bien...De cardio de momento no tengo problema pero me ha jodido un poco un grandulon. ¿Que hay de ti?..¿Cómo fue tu experiencia?...Alguna técnica que quieras compartir?
Si ella no estaba tan acabada como yo lo habia estado, era porque de alguna forma se las había arreglado para esquivar mas golpes que yo..o porque no le tocó a un gorila como contrincante.
Suspiré y decidi contarle con detalle mis peleas de esta tarde, tal vez eso podría ayudar a que ella se sintiese mas comoda y me platicase mas abiertamente..¿no?

No pude evitar sonreir cuando le oi hablar y preguntar. En realidad era un chico curioso, y perseverante. Había luchado bien y tambien se habia llevado algun golpe, como todos. sin embargo se pensaba que yo no había recibido nada.
-Jejeje, consejo?... En principio evitar a los grandes en lo posible, y si te toca uno esquivarle y esperar que se canse antes que tu. Aparte, mucho entrenamiento e instinto. Aveces no tienes tiempo para pensar y tienes que actuar para salvar la vida. Mas...no sabría que decirte.

Respondi dando mi consejo a ese chico. Tenía heridas tambien, pero no tantas como el. Al parecer había luchado contra un gran hombre y eso era dificil de controlar.
-Y no me fue bien exactamente, recibí unos cuantos golpes y acabe en el suelo mas de una vez.
Dije explicandole que aun teniendo aquellas cosas en cuenta, había sufrido las consecuencias.

Apenas me dijo que tambien habia recibido un golpe y mi mano llego a su hombro,acariciandolo con la llema de los dedos buscando una herida, asi tmabien como sus manos, mientras mi cara estaba notablemente mostrando que estaba preocupado por ella
[color=red¿Donde?..¿Te duele algo?..Sientes algun hueso roto?[/color]
Mi mano llego a su cuello acariciando suavemente
Te sientes bien aqui?..Te duele?...Sientes ardor?, mi mano fue bajando un poco a su espalda acariciandola...
No veo que se te haya hecho algo.
Sin mas separe la mano
perdon es solo que...yo..
Y alli estaba yo disculpandome por tocarla sin permiso

Era extraño como se preocupaba ese hombre por mi. Cosa que en cierto modo me molestaba. No era nadie para mi como para tomarse tantas confianzas. Sin embargo eso podía dar que pensar a los que estaban alli, posiblemente apartando alguna que otra mirada. Por ello deje que mirara preocupado y suspire.
-Relajate, estoy bien. No te agobies tanto. Ayer estaba muy mal y te pedí ayuda. Soporte aquello, esto apenas es un minimo de lo que sufri en el viaje.
Suspire apartandome un poco de el viendo como pedía perdon por aquello. Le mire seria viendo como retiraba la mano y mire a un lado. Debía tener las cosas claras y dejarlas claras tambien. Estaba bien que se preocupara, incluso que tocara para notar si habia una herida. Pero el echo de acariciarme y pedir perdon despues me dejo claro que alomejor tuviera otra idea en mente.
-¿es solo que tu?... Te dejare algo claro desde el principio. Me has ayudado y te estoy agradecida, te lo debo, pero solo eso. No te pienses que por ello ya tienes unos claros derechos sobre mi.
Dije seria y con un gesto claro de enojo. Luego miré a un lado, y tras observar a la gente hablando entre ellos decidí despejarme un poco de todo aquello.
-Ahora compañero...me apetece estar sola un rato. Nos veremos a la hora de la cena.
Despues me aleje de el y me dispuse a andar libremente por el campamento para pensar en mis propios problemas o ventajas.

Me quede en shock despues de aquello...Fuck...pero que....instintivamente cuando iva caminando retirandose de mi, solo emergio de mi boca un "No es lo que piensas"....pero fue en vano se habia dio.
Me retiré y me pasie por el lugar maldiciendo para mi mismo, dejando que aquellos pensamientos se quedaran adentro..¡Rayos!..¿Como pudo pasar esto?..Yo no queria apartarla, no queria incomodarla y claro estaba que ella no era un objeto, necesitaba aclararselo pero...tenia que dejarle espacio...Fuck..¡Fuck!..No podía decir otra cosa que malpensar...No es que le haya acariciado de una forma pervertida....yo..solo..solo no queria perder a la unica persona aqui con la que podía hacer amistad..y podía hacerlo.
A la hora del trabajo comencé a laborar, sin hablar, sin dirigir la mirada a nadie..me sentía muy mal...Yo no quería que ella me viese como si hubiese sido un pervertido o como otro de los muchos de aqui...y menos que pensara que la veo como un trofeo o recompensa por algo bueno...Yo simplemente no queria...fuck..
No quería hablar y no queria ver a nadie...me sentía que me faltaba mucho que me faltaba....caracter...o algo...no lo se...solamente mi cuerpo reaccionaba haciendo ordenes para la cena pero...no estaba allí...

Me habia ido sin mas de su lado buscando la soledd a la que estaba acostumbrada. Me caia bien, pero le tenia que dejar las cosas claras, como a todos aquellos que alli se encontraban. Fui andando por el campamento observando grupos de guerreros charlar y descansar. Muchos de ellos parecian buenos guerreros, quizas en los que poder confiar aparte de en Alex. Si queríamos sobrevivir en la guerra necesitariamos alguna que otra alianza. Sabía que en las batallas habían nacido grandes heroes, pero eso era a causa del poder de fuerza interior de cada uno, no solo de su fuerza fisica o poder magico. Iba mas alla de todo eso, de uniones entre unos y otros en los que por proteger o sobrevivir sacaban fuerzas de los sentimientos. Y estaba segura que en aquel campamento debía encontrarse alguno de esos heroes.

Asi que mientras avanzaba por el campamento pensando en batallas e historia, tambien buscaba gente noble en busca de algo mas que solo dinero. Solo era cuestión de tiempo en contrarlas. Aparte tener alguna que otra amistad siempre era tener oidos donde no estabas. E incluso me daba curiosidad el mensaje del que habian hablado horas antes. Eso significaba posiblemente una guerra inminente o algo peor, de no ser asi posiblemente ya se sabría la verdad de todo aquello. Y eso me provocaba algo de nerviosismo ya que había olvidado como era la ultima batalla en la que había participado.

Luego recorde lo de alex y aunque me dio algo de lastima, no pude olvidar a mi familia ni tampoco pensar en los hombres como en el pasado. Si bien había hombres fuertes que daban la talla, ya no era lo mismo. Y Alex a mi parecer era mas bien como un hijo o aprendiz al que tenía que ayudar. suspire buscando con la mirada, esperando que al día siguiente me tocara luchar con alguno de ellos, de aquellos que veia algo mas dignos de crear una alianza mas alla del dinero o de huir en el momento de la batalla.