El comienzo del camino (continuacion)

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Inicio el viaje el demonio acompañado de una joven de su misma raza, una demonio completa, pura, a menos en linaje lo es, no asi en experiencias ya que se ve y actúa mas como un humano común y corriente que como un demonio, pero espera Cripson que su encuentre con ella le cambie la vida para siempre. Es valiente la muchacha, enfrente sus miedos una y otra vez sin dejarse vencer por el mismo buscando dominarlo, tragándose sus miedos e incertidumbres logra llegar al infierno de la mano de ese demonio junto a ella quien evidentemente es una criatura de lo mas peligrosa.

Fue cuestión de minutos lo que tardaron en llegar a uno de los infiernos, y tal como lo ha dicho la joven impía eso es solo una parte poco profunda de ese lugar.

-Esta es una parte poco profunda del infierno, bien dicho muchacha, de aquí con el conocimiento necesario puedes llegar a lugares muchos mas profundos...Y claro, eso los transforma en lugares mucho mas peligrosos pequeña Hannabi-Felicita a Hannabi y sonríe, mantiene sus dedos entrelazados a los de la la joven impía mientras observa ese lugar, lugar al que suele llegar bastante seguido cada vez que viaja el infierno.

-Jajaja, es este lugar, intenta dominarte, recuerda pequeña, este sitio es maligno incluso para los demonios como nosotros, te retorcerá por dentro y te hará pedazos de forma violenta. Lloraras, reirás, sufrirás, temerás, amaras y odiaras, y cuando creas que te has liberado por fin de la infinita tortura del infierno comenzara nuevamente peor que nunca. Tienes algunas formas de evitarlo parcialmente, pero tarde o temprano arderás en el infierno, somos demonios despues de todo lindura-Sonrie el demonio y le acaricia las manos a su bella compañera mientras le explica un poco sobre ese sitio tan particular donde se encuentran. Ese sitio es solo uno en millones que conforman el infierno, lugares infinitos sin comienzo ni final, la aventura para esa demonio sin dudas recién comienza.

El demonio se mantiene acariciando las manos de Hannabi mientras la mira a los ojos son esa picardia y sensualidad típica de él siendo este bastante atractivo, un ángel del pecado sin duda que sabe donde se encuentran y como puede afectar este sitio a la pequeña demonio que si bien es muy valiente no podrá mantenerse firme por siempre.

-Como desees hermosa Hannabi, creo que no necesito decir que seras una criatura diferente luego de tu paso por el infierno, aunque no puedo determinar que tan diferente.-Sonríe mientras observa como ella toma su espada en las manos y alza una ceja ante esa reacción.-Espero no estés pensando en atacarme con esa cosa, sinceramente no seria raro, a muchos este sitio enloquece o exalta. No seria raro que sientas una Ira incontrolable, Envidia y también Lujuria. Puede que otros pecados capitales empiecen a acecharte de manera poderosa y es mejor asi, al menos de ese modo estarás activa, es mejor que la depresión, el sufrimiento y el terror te lo aseguro.-Retrocede un paso y luego otro alejándose de ella lentamente, con las manos extendidas hacia ella jugando un poco con la demonio ¿Lo seguirá por voluntad propia o querrá irse por su lado a lo temeraria? Eso es algo que solo ella puede responder.

Tiene mucha suerte a su modo Hannabi, la mayoría de las criaturas que tocan el infierno por primera vez suelen hacerlo muertas o ya condenadas a ese sufrimiento eterno sin nadie que los acompañe ni que los guié en el mundo del terror y el dolor. Observa a la demonio sonriente tratando de ser lo mas perceptivo posible ese demonio, es un buen juego al estar allí en el infierno el sentir y averiguar los sentimientos revolucionados de los demás, de aquellos que se encuentran atrapados allí aunque según ella toma su espada no para atacar sino para sentirse segura.

-Bueno, es comprensible, las armas dan a muchos seguridad, por lo que es bastante valido pequeña demonio-Lo dice bastante tranquilo el demonio mientras ve y siente como ella acepta su invitación de andar a su lado lo cual lo hace sonreír. La mira a los ojos y ve el miedo en ella, incluso lo percibe en voz y aprovechándose de ello entrelaza los dedos de las manos con los de ella mientras camina de espaldas sin siquiera ver por donde están yendo ni el camino  a seguir siquiera.

-Jajaja pero que desconfiada. Ya te he dicho que me gustas pequeña, si me gustas lo lógico seria que me acerque a ti no lo contrario ¿No te parece eso algo mas adecuado pequeñita?- Se lo dice el demonio con un tono muy dulzón mientras van por el camino a ciegas, o al menos Cripson va a ciegas por el mismo aunque por ahora sin tropezar. -De alguna forma u otra creo que también terminare por gustarte hermosa impía ¿No es eso algo maravilloso? Jajaja-Ese demonio esta en su casa y no dudara en sacar provecho de ello.

Pasaron lo que pareció ser una eternidad antes de que de alguna forma se encontraran en un sitio muy diferente al anterior, aunque incluso siendo diferente Hannabi esta lejos de encontrar la paz, incluso puede que al adentrarse mas y mas en el infierno todo sea mucho mas difícil para ella.

Spoiler:

La construcción que se alza a sus pies frente a ellos es sin duda algo impresionante, son ellos dos apenas una piedra mas sobre la tierra que pisan si se comparan con el tamaño que porta esa inmensa estructura. Ese sitio parece una especie de fortaleza o ciudad digna de algún señor poderoso, si se observa bien puede verse a varios demonios de muchos tipos custodiando el sitio y trabajando en el incluso espíritus y otras clases de almas permanece allí por razones que la joven impía por ahora desconoce.

-Espero sea de tu agrada esta visión, considero esta una gran invension aunque no este terminada aun considero que su esfuerzo valdrá la pena-Es un buen guía el demonio, no se espero mucho para llevarla a conocer alguna estructura de importancia a su joven y hermosa acompañante, aunque es de seguro que la pequeña y nerviosa impía este a estas alturas completamente atrapada en las redes de ese demonio al punto que ya o hay vueltas, solo le queda avanzar y llegar al final del camino.

El demonio observa la magnifica construcción que llevan a cabo los esbirros del infierno mientras va notando leves cambios en la personalidad de la joven impía la cual lucha contra su propia esencia constantemente, si continua de esa forma en algún momento va a estallar de alguna u otra manera. Al sentir el apretón de manos de Hannabi usando su mano libre le acaricia los cabellos a la joven impía para llevarle algo de contención, una muestra de afecto que tarde o temprano rendirá sus frutos con la hermosa impía quien es apenas una niña en todo el mundo de los demonios.

-Esto solo lo podrás ver en el infierno, son seres que pasaran toda la eternidad aquí, por ende tienen toda la eternidad para construir una y otra vez, no importa cuanto fallen siempre pueden volverlo a intentar-El punto del conde loco es claro, tarde o temprano los demonios lograran todo lo que se proponen. -Jajaja nunca le digas algo como eso a un demonio pequeña, y menos siendo tan hermosa como lo eres tu. Recuerda, somos perversos, y los mas civilizados como yo dejamos la Ira y el caos algo rezagados pero mantenemos otros pecados a flor de piel como la Lujuria y la Codicia, la Soberbia...Y alguien tan precioso e inocente como tu es un manjar exquisito-Con toda la sinceridad que un ser impío puede tener le explica el demonio a la joven Hannabi que ella allí es un gran bocadillo para los seres poderosos como él. Pero mas claro queda aun del porque mientras la acaricia y ahora la observa a ella de modo cautivador manteniéndose cerca de ella, tan cerca como para intentar besarle la cabeza a la impía. Si ella permite el avance del conde infernal de a poco ira cayendo en sus garras, y en cuanto toquen un sitio donde la Lujuria pegue fuerte en el corazón de las criaturas condenadas no podrá dar marcha atrás de ninguna manera.

Aquel conde loco es amable hasta cierto punto, pero es un gran logro para ser impío, después de todo va en contra de toda naturaleza propia. Su ser es el pecado encarnado, un alma torturada que alguna vez fue una criatura mortal con una vida o final atroz, lo suficiente como para que la maldad infinita reclamara su ser para toda la eternidad.  Hannabi nunca había estado en el infierno, pero ahora eso cambio, aunque ella parece hacer nacido de demonios a diferencia de Cripson que ha sido transformado de esa forma a base de su propia criatura.

Al mirarse logro sonrojar a la joven impía, raro en una impía una reacción así, lo cual le dan ganas de tomarla, pero, a su vez  le parece interesante Hannabi.  La propia impía se reconoce como inocente e impulsiva antes de soltar la mano del conde y de esquivar el beso del demonio, una pena, pues Cripson quiere ver la reacción de la chica cuando sus labios toquen la piel de la propia impía.

-Eso me gusta pequeña impía, debo admitir que me gustas mucho, ya me dan ganas de quedarme contigo y no dejarte ir- Dice sonriente mientras posa una mano en la cintura y con la otra se acaricia el rostro. Confiesa sonriente el demonio mientras observa a la joven impía ejercer una reverencia y agradecerle por haberla llevado allí y enseñarle el lugar a donde pertenece en verdad. - No te preocupes por ello pequeña impía, aunque reconozco que te prefiero tal y como estas, a veces crecer y madurar no es tan bueno como parece- Dice con nostalgia, actuando realmente ya que en verdad no le interesa ser inocente ni joven.

-Creo que eres digna de ser conquistada pequeña, me pregunto ¿Cómo lo lograría? - Se pregunta el demonio mientras le guiña el ojo a la impía coqueteando claramente con ella de forma gentil y hasta graciosa. -Supongo que lo descubriré mientras paseamos por el Infierno y sus diferentes planos dentro del mismo-  Da por sentado de que el paseo aun continua, el infierno es prácticamente un lugar infinito.  Se acerca de nuevo a la impía con forma de joven mujer lentamente, no planea hacer en realidad nada, solo quiere ver la reacción de Hannabi al acercarse mucho a ella e invadir su espacio personal, calcula que algo así puede ser divertido.

Luego vera de donde la lleva, primero las bromas, luego continuaran con el tour por el infierno.

El conde loco de manera sutil se acerca mas y mas a la joven impía, no de forma directa ni literal, aunque al final si consiguió invadir el espacio personal de la pequeña impía para acariciarle el rostro y poner algo de presión sobre ella, la forma en que lo hace es con el respeto y la gallardía, algo que ella no ha experimentado en su vida al tener ese problema de su aroma a muerte el cual espanta a cualquier criatura mortal e incluso más. No sería raro que la hayan insultado alguna vez o echado de algún lugar debido a su problema, por lo que interactuar con el ajeno no es sencillo para la impía con corazón dulce que ahora puede darse el gusto de hablar y pasar el tiempo con alguien siendo esa persona amable y carismática con su persona. El demonio la observa deseándola de muchas formas diferentes, algunas perversas y otras cariñosas, pero se lo guarda todo mientras la jovencita de forma inocente hace que reaccione de forma involuntaria a sus halagos y su roce haciendo que se sonroje.

La jovencita de apariencia hermosa e inocente parece ahora tardar más en reaccionar que antes, por lo que el demonio mayor junto a ella se puede acercar sin problemas, acariciarla e insinuársele de forma sutil con tanta cercanía que la mirada de ambos se encontró muy de cerca, de forma “peligrosa” por así decirlo ya que al estar tan cerca el uno del otro no había mucho que impidiese al conde loco a probar los labios de su joven acompañante de manera súbita y placentera. Sorprendentemente es la joven Hannabi la que toma la mano de Cripson mientras respira profundo mirándose al rostro con él, esperaba el conde que la chica intentase mantener la distancia un poco mas entre ellos dos pero no fue así. Habla la joven dama con calma y mostrando una sonrisa al final de sus palabras, incluso con confianza suficiente como para iniciar la marcha ella misma llevándose al conde de la mano quien entrelaza su mano con la de ella y se pega completamente a la impía caminando junto a ella como si fuera su actual pareja “amorosa”.

-No te preocupes mi hermosa inocente acompañante, permíteme ser tu guía y compañero, creo que ya sabes que conmigo no te aburrirás así como así- Carismático y sonriente el demonio va charlando con ella mientras disimuladamente observa el cuerpo de la joven impía para deleitarse con lo que ve y cada tanto aprovecha de observar donde se encuentran para saber donde guiar a la joven mujer a la cual sostiene de su mano.
Van charlando mientras caminan y el conde aprovecha la cercana para además de acariciarle la mano acariciarle el rostro y el brazo a Hannabi de forma sutil y suave, aprovechando su labia y sus grandes conocimientos de aquel lugar para mantener a la jovencita de manera “hechizada”.

Spoiler:

Para cuando la impía pudo tomar consciencia completa de donde están el escenario ya había cambiado nuevamente, eso ya le había pasado antes y parece ser algo común el no percatarse cuando cambia de escenario tan bruscamente. El cielo que luce oscuro y tenebroso tanto como infinito parece abrirse sobre ellos en un punto en especifico dejando entrar luz, si , luz. Parece increíble pero hay luz allí en medio de una oscuridad infinita. Desde esa luz donde el conde señala a Hannabi para que observe caen cuerpos humanoides de diferentes razas, caen y caen entre gritos y llantos a un mar de sangre y arena donde se ahogan y son quemados a la par una y otra vez.

-Este si es un buen espectáculo, aunque mucho más ruidoso que el hecho de estar levantando una fortaleza infernal- Habla sonriente aquel demonio quien no muestra ni un ápice de tristeza por las almas que son arrojadas allí en ese mar de sufrimiento una y otra vez. De a miles caen y muchos más son los que se ven allí sufriendo entre la sangre y la arena, pero el demonio como si nada parece canturrear mientras continua con sus leves caricias para su joven y bella acompañante a la cual desea poseer de muchas y variadas formas.

Los paisajes infernales sin duda son de no creer, pueden abrumar la mente y el corazón o simplemente exaltarlos, depende del momento, de la persona y la compañía que esta posea. Hannabi no debe tener, ese es su lugar si así lo desea, es una impía, y si bien ha nacido y vivido más como una humana su herencia es innegable.  La impía cuenta con la compañía de un refinado demonio, muy conocedor y de buenos tratos hacia ella que de seguro es la primera vez que hasta coquetean con ella con aires seductores y de protección como lo hace ese demonio que de verdad parece querer hacerse con su cuerpo y con su corazón.  Las palabras y los gestos de la joven espadachín hacen entender a Cripson que el vínculo entre ambos puede llegar a ser muy estrecho, tal vez justo como él lo desea. –Me alegro pequeña impía, porque yo espero mucho de nosotros dos- Responde y la mira cuando entrelazan los dedos de sus manos sonriente y la lleva a ese sitio que causa terror y repugnancia en Hannabi, demasiado cruel y grotesco, sin duda solo una persona sin escrúpulos ni corazón podría sobrellevar algo como eso sin inmutarse, eso o de una voluntad realmente férrea que pueda ser mas fuerte incluso que cualquier razón.  

–Tranquila mi hermosa y dulce doncella impía, no pasa nada, aquí está el conde loco para cuidarte- Le responde con dulzura y calidez, el condenado demonio sabe cómo hacerse querer cuando se lo propone, después de todo los demonios pueden ser encantadores, engatusando a los mortales y enamorándolos a conveniencia si así lo desean.  La abraza también dándole la protección que busca y aprovecha de besarle las mejillas y el mentón de forma cariñosa, como si fuera su amante cariñoso y protector, algo que posiblemente ella nunca tuviese si no fiera por el que ahora ejerce ese papel para ella.– Ahora iremos a un mejor lugar, aunque espero no me echen la bronca por estar allí- Le cuenta el demonio divertido a su compañera mientras dan la vuelta y comienzan a caminar en otra dirección, y en esta ocasión la caminata se haría bastante larga. Durante el trascurso de ese viaje el conde realizo varios hechizos, y se dedico a mimarla de forma dulce aunque a veces pareció subirle un poco el asunto pero siempre de forma disimulada y suave.  Cuando la joven y hermosa impía se dio cuenta ya estaban en un sitio casi de ensueño, imposible de creer que en el infierno hubiera algo parecido a eso.

Spoiler:

–Espero esta visión te haga sentir mejor, mi pequeña Hannabi- Con voz dulce y seductora se dirige a ella en ese hermoso sitio donde hay montañas, campos floreados y un cielo acogedor.  Se ven montañas y colinas, campos verdes, floreados y nubes en los cielos.  Parece que están en una especie de templo o similar, aunque el paisaje como todo infierno es infinito, no se ve un comienzo ni tampoco se ve un final.

Ha mostrado un poco de lo que es él como demonio, y otro poco, pero muy poco de los infiernos en sí, estos infinitos sin un comienzo ni un final.  Puede ver y sentir el conde como la pequeña impía, tan joven, hermosa e inocente cae en sus redes de seducción rápidamente, esta poco a poco empieza a relajarse, a emocionarse y a recibir sus buenos tratos con una mirada más que sugerente, la de una joven que comienza a sentir el amor por vez primera.  Mientras la trata con suma caballerosidad cortejándola de forma muy sensual Hannabi no se queja, se deja hacer a gusto, inclusive con esas caricias algo subidas de tono que bien suaves ejerce disimuladamente.  Al cambiar radicalmente de sitio la joven dama desbordo en felicidad, una genuina y pura. Ahora a los buenos tratos del demonio únicos para ella se le suma la belleza sobrenatural de los Campos Elíseos, lugar donde solo con permiso de su Guardián se puede acceder, sin mencionar de tener que adentrarse a los infiernos y de saber cómo llegar hasta el mismo.

Hablan los dos impíos regocijándose en ese lugar, siendo la más joven e inocente de ellos la que esta vez  lo abraza pero no por medio, sino con felicidad desbordante. Muy agradecida besa en la mejilla al conde mientras este responde al abrazo de la impía antes de que esta se termine alejando unos pasos de este danzando de forma alegre e inocente por gran parte del lugar.

-Hades es extraño en sus gustos…Pero este es el lugar donde honra a los guerreros valerosos. Supongo que alguien que mata demasiado no puede ir al cielo, pero al ser su causa justa al menos puede permanecer en los Campos Elíseos y tener su otra vida llena de paz y gloria.-Explica el conde loco del porque de ese sitio tan único y especial en el infierno, y esa es también la explicación del porque ni el fétido aroma a muerte de Hannabi ni el aura de corrupción de Cripson tienen efecto allí en ese jardín de los dioses.- Me alegro de haberte sorprendido pequeña impía, pero me entristece el escuchar de que te iras de mi lado, aun así, se que nuestra separación solo es momentánea, estas destinada a ser mía pequeña, y aunque te parezcan solo las palabras de un demonio en su locura hay cosas que solo un loco como yo puede ver-  Habla de modo solemne, de modo poderoso, realmente como si estuviese profetizando algo entre ella y el, algo inevitable.  El demonio la toma de la mano y la aleja de allí, sacándola de los Campos Eliseos, de esa manera podrá conjurar un hechizo para enviarla de regreso donde se encontraron en un primer momento.


Nuevamente el mismo círculo mágico, las mismas fuerzas desplegadas, pero en este caso la fuerza si bien es mucho mayor en dicho conjuro parece mucho menos opresiva que el primero que conjuro hace horas atrás. Encontrándose ambos en el centro del mismo el demonio la abraza y le besa de modo directo y sin escrúpulos con mucho deseo y en parte con perversión, buscando con su lengua la de la joven y bella Hannabi para que así no se le olvide a esa impía nada de lo que ha vivido con él, y mucho menos que olvide el sabor de sus finos labios.

-Hasta que nos volvamos a ver pequeña Hannabi…- Le susurro sonriente mientras esta desaparece poco a poco de su vista, y del mismo modo él desaparece de la vista de ella hasta que todo es oscuridad y luego un nuevo lugar se abre a ojos de la impía, aquel lugar donde se encontró horas atrás con el conde loco. La luna ya no está en lo alto, el cielo está claro y el sol ya se deja ver claramente por todo el lugar, señal que pasaron al menos doce horas desde su primer contacto con aquel que se hace llamar Cripson.