La paz antes de la tormenta

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Mire a mi alrededor observando como el veneno se extendia, pero antes de salir huyendo de allí debia comprobar algo. Debia comprobar el tipo de veneno. Si era mortal... me marcharia, pero ayudaria a la gente avisandoles del peligro de estar cerca.  Asi que intentaria descubrirlo, si averiguaba el tipo de veneno avisaria a la poblacion, en caso contrario simplemente huiria de alli bajando de la iglesia y me marcharia corriendo lejos de la nube de humo.

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La situación en el centro del Oeste de Asbru se vuelve demasiado caótica, al punto de que corridas y muertes no cesan desde hace horas en ese sitio. Todo ese descontrol sin explicación aparente termino forzando a los soldados a que evacuen a los civiles del lugar y que los llevasen a la seguridad del castillo del Oeste bajo las ordenes de la Tartare.

La joven vampira que apenas logro llegar a la plaza central del Oeste no pudo disfrutar mucho de la misma, la noche trajo consigo mas muerte y la desparramo por todas partes, eso es lo que ven los ojos de la vástago de la noche que mientras observa el poco agradable espectáculo se vio prácticamente engullida y arrollada por el tumulto de gente que desesperada huye de la muerte que aun no tiene una forma física aparente.  Entre todo ese desastre luego de bastante esfuerzo logro salirse de la corriente caótica de gente y subirse a los arboles cercanos a la plaza para así permanecer a salvo de mas atropellos indeseados, y dicho sea de paso aprovecho la joven vástago para observar el panorama desde un punto más alto de lo normal.  Una muy buena jugada de la vampiro quien gracias a su vista que bien puede ver en la oscuridad a la perfección logro visualizar a lo que parece ser una mujer, mujer u hombre bastante flaco corriendo rápidamente entre las gentes llevando consigo un aire de lo más raro y llamativo, y lo más raro de todo es que la gente empieza a caer a su paso. Esa acción se repite durante unos momentos hasta que esa criatura vestida con pieles de figura delgada y podría arriesgarse ella a decir que femenina se mete entre callejones oscuros para dejar la escena del crimen, suponiendo que Natzume de a esa criatura por culpable de dichos actos en ese sitio.


La dragona roja que también se encuentra la escena logra acercarse de forma segura al veneno lo suficiente como para analizarlo de manera rápida. Teniendo allí cuerpos inertes sobre el suelo y viendo la velocidad con la que actúa el mismo debería según su experiencia en ese campo ser mortal al poco tiempo sino se tiene una fortaleza corporal fuerte como para soportar su daño mientras perdure el efecto.  Al parecer no dura tanto tiempo en el ambiente ese veneno, este comienza a desaparecer momentos después de que ella lo analiza, su efecto es inmediato pero no parece tener una duración larga, debe ser de efecto rápido, eficaz mas en un combate que para causar un daño real destructivo a las masas.


Dentro de la iglesia el sacerdote se saco de encima el problema de la impía y del ocultamiento de su verdadera línea de sangre al menos de momento, la ha dejado en custodia de la inquisidora para evitar que se escapase de allí mientras él trata de poner un verdadero orden en la iglesia y en los alrededores. Es el compañero de la híbrida al ser un animal con gran sentido del peligro quien advierte de primeras y rápidamente lo anormal y peligroso del ambiente advirtiendo a su compañera y no es alguien justamente tonto, se aleja de ese sitio rápidamente tras entablar una breve comunicación mental con Zafira quien por su parte y con algo de esfuerzo llega guiada por su gran olfato hasta el sacerdote del sagrado recinto el cual está rodeado de muchas personas de todas índoles y edades. Fue bastante difícil para ella acceder al sacerdote quien se encuentra realmente atareado en ese sitio poniendo orden, un poco de orden entre todo ese desastre que se vive allí dentro sin imaginarse del todo el caos que se vive fuera de ese recinto sagrado.

-Eso ya lo puedo notar pequeña, ahora no te preocupes y toma asiento, aférrate de las manos a tus fieles hermanos y reza mucho, ya verás como esto se soluciona antes de lo esperado-El sacerdote siempre se muestra amable y alentador, él por sobre todos los demás como el propio rey de Asbru no se puede permitir vacilar, de otro modo toda la seguridad del pueblo se hará pedazos y la esperanza se perdería por completo.


La jovencita que porta la Vieja Sangre en sus venas como es una rutina ya en su vida fue recibida con acciones hostiles y casi agresivas por parte de los lugareños, tomando ella la mejor opción que tiene al alcance de su mano, retirarse.  Lejos de allí busca un sitio donde ocultarse y realizar un hechizo que la lleve por encima de las altas y gruesas murallas de la ciudad consiguiendo tras unos momentos de concentración llegar sobre las mismas. Ahora se encuentra ella en lo alto de las murallas, aunque allí está todo bastante oscuro, por ende no puede ver bien a su alrededor y apenas puede ver lo que está pasando debajo de las mismas gracias a las fogatas y algunas pocas luminarias que hay en los alrededores.  
Debe tener cuidado la jovencita con lo que hace, un descuido y podría caerse estrepitosamente desde allí y la caída va a doler. La piedra en las alturas esta húmeda y poco a poco se irá formando una fina capa cristalina al congelarse la piedra y eso puede ser algo mortal para quien no esté debidamente preparado para deambular por allí. Se le empieza a mover el mundo a la joven que parece oriental, le tiemblan las piernas y le falta el aire, todo desde allí luce terriblemente amenazador, como si de repente la maldad del mundo hubiera puesto sus ojos en ella.


Se vive lo que parece una pequeña migración en la ciudad, una gran cantidad de gente es guiada al castillo y gran parte de la villa cercana al castillo queda parcialmente deshabitada dándole cierto aspecto a desolación. Mal augurio para una región que de ser así tal vez ni siquiera llegue a presentarse en condiciones para enfrentar una guerra.

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Empezaba a estar algo perdida en aquel lugar. Sentia fuerzas extrañas recorrer aquella iglesia. Ya todo volvia a estar en tinieblas. De nuevo las antorchas estaban encendidas y ya no entraba la luz por las ventanas. Habia sido un dia extraño, en el que habia habido muchos problemas con heridos. Estube todo lo que pude curando heridas a la gente. Al parecer tenia algo en mi que les calmaba y daba seguridad. El sacerdote y los demas se habian marchado. Por ello ya no sabia que mas hacer allí. Aceptando aquello me dirigi a mi habitacion, allí me heche sobre la cama y cerre los ojos esperando que aquella noche como la anterior no la pasara con pesadillas.

El veneno se extendia y lo mire rapidamente para analizaarlo. Era extraño, pero rapidamente logre visualizar sus efectos. Rapidos y mortales. Pero parecía mantenerse poco en el aire. Y segun miraba dejaba una huella de muerte. Eso solo significaba que era magico y que lo transportaba una persona. Me aparte de la nube de veneno y me concentre en encontrar a una persona que hubiese provocado aquello. Me la habia cruzado, estaba segura. Ahora debia buscar en mi subconsciente algo que la delatara. Su aspecto, su olor...cualquier cosa. Asi que me concentre buscando aquella cara.

Cuando"la encontre" me puse a andar por donde el veneno habia provocado tanta muerte. Alli donde el veneno ya no causaba daños. Asi que avance siguiendo el rastro de muerte que habia por el suelo esperando siempre que el veneno de delante de mi desapareciera. Poco a poco segui el rastro por callejones y calles abandonadas hasta que llego a una calle amplia con ningun rastro de muerte. Alli habia pasado algo. al alzar la vista a lo lejos vi de nuevo aquel grupo de personas del que acababa de huir.Suspire y les segui, tal como ivan las cosas...o me dejaban entrar al castillo para buscar a esa persona o simplemente entraria como superviviente.

Dados para visualizar la cara del causante del veneno.

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Demasiadas cosas habían suscitado en tan poco tiempo, no podía si quiera perdonarse el que la princesa se encontrara en esos instantes en mal estado,su mirada estaba irradiando aquel sentimiento, un sentimiento de furia y rencor hacia si misma, quitando las ropas de la pequeña princesa para asegurarse de que no estuviera demasiado herida con cuidado miraba cada rincón de su cuerpo.
-Disculpe mi princesa, en seguida quitare el dolor de el daño que ha recibido su cuerpo -

Menciono mientras colocaba sus manos en el cuerpo de la pequeña y joven princesa, comenzando a emanar una luz colo cían de sus manos que empezaba a cubrir por completo el cuerpo de la chica, retiro sus manos después de unos minutos y ayudo a la princesa a vestirse.

Terminando esto se inclino ante la princesa y mensiono

-My Lady, usted y yo sabemos bien la tarea que debe de cumplir, pero la mía es protegerle de cualquier daño, no puedo permitirme le vuelva a suceder algo, así que sugiero regresar al castillo de forma inmediata, mas si su deseo es seguir adelante entonces le suplico me permita tomar las medidas que sean necesarias para cuidarla sin que usted se oponga a ninguna de ellas -

No levanto la mirada para nada mientras hablaba y al terminar de hacer su petición esta siguió en aquella reverencia frente a la princesa

La noche cae de lleno de la región de Asbru y esta comienza a abrumar de a poco el corazón de las personas que está recibiendo un gran azote por parte de misteriosos y ocultos enemigos. Cada individuo reacciona de modo diferente a otro, cada mente y corazón no es igual otro, es único, y de esa forma ocurren muchas situaciones a lo largo y ancho del lugar.  
Es la joven hibrida de lobo y dragón una de las personas que a pesar de tener pocos años de edad y de ser una extranjera mejor sobrelleva la extraña y violenta situación actual de esa villa cercana al castillo del oeste. Esa paz que tiene Zafira, esa fe es fundamental en esos momentos, cuando una persona es avasallada y su voluntad no es lo suficientemente grande es cuando su Fe, cuando ese poder superior intercede a favor de aquel devoto que con tanto fervor solicita de su intervención. Esa Fe es la que le llega a Aleishe y mantiene el bien en su alma, la bondad de Zafira es la que le lleva calma y permite que ese lugar sagrado permanezca sagrado como lo es. Las suplicas de la recientemente llegada y de otros más que como ella creen fervientemente en los dioses es el poder que le concede al ángel una noche más de paz en ese mundo mortal.
No lejos del ángel ni de la hibrida la princesa junto a su guardaespaldas tienen una charla importante sobre las acciones a tomar ahora que todo es mucho más peligroso que antes.  Chiara de forma inteligente plantea la situación a la princesa y los soldados presentes apoyan completamente el consejo de la héroe de Asbru en que deberían regresar a la seguridad del castillo. La seguridad de la princesa es primordial y en ese sitio no se puede asegurar. El capitán a cargo ordena a sus hombres que se coloquen en posición para escoltar a la princesa de regreso al castillo dando la orden de usar la fuerza letal en cualquier obstáculo o peligro que se cruce en el camino.

-Escúchenme todos, la princesa ha de regresar a casa pase lo que pase ¿Queda claro? Pase lo que pase- Remarca el capitán a cargo allí presente mientras los hombres con armas en las manos se preparan para llevar de vuelta a la princesa a casa. En esas circunstancias la palabra del capitán está por encima del de la princesa, incluso la de Chiara y la del resto de los soldados también. Está claro que ellos están a cargo de la vida de Shurelya y deben hacer lo que sea necesario para preservar su bienestar y su vida, algo que puede ser difícil de entender para una niña de su edad.



Fuera de la iglesia en la plaza central del Oeste de Asbru la vampira se mantiene observando desde una posición media alta los acontecimientos  en dicha zona, pudiendo ver así el origen del veneno que mayo e hirió a varios lugareños allí presentes siendo esa criatura la razón de lo que parece ser el éxodo de gran parte de la población hacia el castillo. Desde allí puede observar a una criatura en particular que a diferencia del resto no huye del sitio como todos los demás sino que se queda allí como si investigara algo. Va de un lado a otro pero no de forma tonta, pareciera que busca algo o que sigue un parámetro ¿Pero que busca o que parámetro? Eso es todo un misterio. A la final esa llamativa mujer de pocas ropas y cabellos rojizos continua su marcha perdiéndose entre oscuros callejones de la villa buscando quien sabe que o a quien.  
La dragón por su lado al obtener datos valiosos sobre la clase de veneno que ha analizado de forma bastante rápida y efectiva comenzó a perseguir el rastro del mismo en el aire, al ser un veneno de origen sobrenatural tiene sus pros y sus contras, y uno de ellos es que es bastante visible y fácil de seguir lo que le hace la tarea fácil a la mujer dragón.  Lamentablemente a pesar de sus esfuerzos al llegar a lo que parecía ser el origen del veneno se encontró con una gran multitud de gente yendo en dirección al castillo para ser salvaguardada, de esa forma fue imposible para Enea dar con el rostro de la criatura que está utilizando ese veneno sobrenatural.
El frio empieza a hacer efecto en la dragón, y ese frio hace efecto en otras criaturas que se encuentran por allí presentes, como por ejemplo en la chica que porta Vieja Sangre en ella que no solo no vio a los centinelas que protegen y vigilan lo alto de las murallas sino que además la fina capa de hielo que se forma en la dura piedra hizo que se resbalara y cayera desde la altura del muro en caída libre hacia el frio suelo de la villa. Si no tiene un método sobrenatural para escapar de ello o si no sabe como posicionar el cuerpo para no caer de cabeza esa caída puede ser mortal en varios sentidos de la palabra.



Más alejada de allí y en una posición segura la impía cerebro y corazón de los últimos males que azotan a esa parte del oeste de Asbru ve paso a paso como la semilla va germinando de a poco, posiblemente si continua a ese ritmo tarde o temprano podrá cosechar lo que sembró lo cual es nada más ni nada menos que dolor y desdicha. En el resguardo que le concede la oscuridad Saphira encuentra el momento propicio para sacarse las ropas e intentar algo arriesgado, arriesgado pero que posiblemente no vuelva a suceder en poco tiempo y eso es intentar escabullirse al interior del castillo del Oeste, al hogar de los Tartare líderes de la región.  La mujer es sumamente hermosa y va bien vestida, además en su actuar de refugiada triste y desesperada pasa a la perfección como una más del montón.

-¡Tranquilos, escuchen! ¡Los niños y los ancianos primero. El resto esperad un poco, se les dará mejores ropas y alimentos! – Explican los soldados a los gritos como van a proceder ahora que están cerca de las puertas del castillo. La idea es sencilla, llevar a los niños y a los ancianos dentro del castillo y con el resto hacer otra cosa, armar carpas y refugios donde puedan mantenerse lejos del frió y con alimentos necesarios para subsistir hasta que la situación regrese a la normalidad.


A pesar de la fría y desolada noche el pueblo es contenido, se hace el mejor esfuerzo para llevar tranquilidad y protección en esa madrugada que se esta transformando en pesadilla en el oeste de Asbru.

Poco a poco el frio comenzaba a entrar en mis huesos. El correr no me habia hecho mal, pero al seguir andando aquel rastro de veneno el frio habia empezado a notarse. Deberia hacer algo pronto, comprar un abrigo quizas, robarlo o ir a un lugar mas caliente que la simple calle. Aun asi aguantaria lo justo hasta meterme entre aquel mogollon de gente y pasar menos frio.

Mientras observaba  a los guardias apostados en cada rincon, las posibles salidas, y como no, volvi a intentar identificar el origen del veneno. Mientras me encogi un poco por causas del frio y mire a uno de los guardias con cara de tristeza.
-¿nos ayudaran a todos verdaD? Yo iva de camino a la posada cuando me vi obligada a venir hacia este lugar para salvar mi vida. Puedo luchar si necesitan ayuda. Pero no puedo hacer nada contra aquel extraño veneno. Pero mientras...podrian prestarme algo de abrigo.
Funcionase o no, por probarlo no ocurriria nada malo. Asi que espere que aquel soldado me ofreciese alguna ayuda o simplemente me quitara de en medio.

Mientras esperaba la respuesta de aquel hombre me vino una sensacion extraña. Un olor singular mezclado con algo diferente, algo que no correspondia en aquel peloton de gente. Veneno, quizas restos...pero notaba la presencia de otra raza no humana. Mire disimuladamente a mi alrededor hasta ver ligeramente a una mujer de aspecto noble. Al parecer mis instintos me llevaban a ella. Ahora principalmente deberia mantenerme alerta, y vigilarla por cualquier problema, eso si...sin alejarme mucho de los centinelas. Cualquier malentendido podria volverse en mi contra. Entonces volvi a mirar al hombre mostrando un poco de tiritona.


Dado 2-frio
dado 2- intentar descubrir a Saphira

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#1 'Dado Numérico Random' :

#1 Resultados : 10, 6, 10

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#2 Resultados : 6, 1, 10

Cuando pareció que la noche en Asbru seria la más desoladora de al menos los últimos 5 años de la región el rey Tartare tomo la decisión correcta para ese tipo de situaciones: Desplegar al ejército.  Las puertas del castillo se abrieron y un grueso de tropas fuertemente armadas comenzó a desfilar en comienzo en las cercanías del castillo para asegurar su protección y la de los ciudadanos recién llegados, otra parte del ejercito va directo a la villa cercana al castillo, van a sitiarla y a purgarla de ser necesario, por lo que una vez llegada a la villa  comienzan a registrar casas y a censar a las personas allí presentes. Una pequeña parte del ejército cabalga a encontrarse con la guardia de las entradas de la ciudad, ellos deberían de tener todo registro de las personas llegadas a la ciudad en la última semana. Los que estén registrados bien, si se encuentra alguna persona más en la ciudad que no esté registrada esta se muere primero y tal vez se le pregunte después como llego a ingresar en la villa sin ser visto ni registrado.

En las cercanías del castillo a los refugiados se les da alimento y mejores ropas, de esa forma tanto a Saphira como a Enea se le dan mejor abrigo y de esa forma escapar a los estragos que generan las bajas temperaturas de esa región.  Enea mientras habla con un grupo de soldados y recibe las ropas y alimentos visualiza a la mujer causante del ataque con veneno, la por completo. Los rasgos de la mujer son visibles a la perfección para ella quien a pesar de haberse cambiado de ropa no pudo escapar a los sentidos agudos de la dragón.

-La ayudaremos mujer, no se preocupe por ello- Dijo uno de los soldados mientras dos soldados mas sacaron sus armas y apuntan a la mujer de cabellos rojizos. Dos más tensaron arcos y tomaron alabardas sin entender mucho la situación, pero está más que claro que apoyaran a sus compañeros de buenas a primeras sin importar el que.

-¿Qué sucede? ¿Por qué la rodeamos?- Pregunta un soldado robusto que se acerca con una alabarda en las manos.

-La mujer dice que puede ayudarnos a luchar contra “aquel veneno” contra el cual no pudo hacer nada en la ciudad. Me gustaría saber y de seguro a nuestro rey también como sabe que fue un veneno lo que provoco toda esa muerte-Le responde el soldado asegurando de que Enea tiene algo que ver con el ataque sucedido hace horas atrás en la plaza de la villa cercana al castillo.

-Así que con que esas tenemos…Entonces ha de responder ante el rey, por las buenas o por las no tan buenas- Replica el soldado robusto mientras todas las armas apuntan ahora hacia Enea. Algunos de esos soldados alejan a los civiles del lugar y otros ya preparan sogas y cadenas para detener a esa mujer que acaba de convertirse en detenida y sospechoso del ataque perpetrado contra el reino del oeste, y de seguro que con los ánimos como están no sea justamente grata la estadía de la pelirroja en el castillo.
Incluso con esa situación los soldados no dejaron de lado a los civiles, pero estos comenzaron a hacer preguntas a los refugiados. Edad, nombre completo, lugar donde vive, con quien vive y como llego a la ciudad, desde cuándo y a que se dedica. Está claro que la situación para algunas personas desde ahora será más que problemática, en especial para los recién llegados.



Lejos de allí la Sangre Antigua escaba de escapar a una muerte segura usando sus poderes de teleportacion. Actuó rápido Kuroyami por lo que evito el romperse el cuerpo al caer desde el muro congelado que debe tener unos 15 metros de altura, una caída libre sin dudas mortal. Ya en el suelo puede ver y escuchar una gran cantidad de hombres avanzar por la ciudad, gente armada sin dudas, sus recuerdos no la pueden engañar en un asunto como ese.  Puede ella actuar como guste, pero no debe olvidar  su breve encuentro con los soldados que custodian las entradas de la ciudad.



En la iglesia todo estaba listo para salir de allí, el sacerdote no se decide aun si acompañar a la princesa Shurelya de regreso al castillo o quedarse a proteger el recinto y a la gente que allí permanece. Hay que sumarle a sus preocupaciones el hecho de que tiene a una impía encerrada en las mazmorras lo cual es un asunto que no puede obviar el sacerdote ya que es un asunto de vital importancia tanto para él como para la región. Los pedidos de Hannabi fueron ignorados, allí donde está su voz apenas podría oírse incluso si gritara por lo que estando en ese estado donde apenas parece gemir de dolor no conseguirá nada de nada.  El sitio bien protegido contra los impíos, solo uno de gran poder y/o de mucha astucia podría lograr ingresar allí.
Varios soldados ingresaron en el templo para asistir a los ciudadanos y comenzar con las preguntas mientras unos pocos fueron en busca de Shurelya para unirse a su escolta personal de regreso al castillo. Muchos miraron a la joven de cabellos azules quien se ofrece para acompañarlos al castillo pero no se salvara de las preguntas de los soldados incluso siendo una no vidente.

-No lo creo pequeña, además quiero saber ¿Quién eres? ¿Qué haces aquí y de dónde vienes? Dime tu edad y como ingresaste a la ciudad, y no olvides mencionar a que viniste aquí al igual que tus conocidos si es que los tienes-  Asi responden los recién llegados al ofrecimiento de la pequeña Zafira, claramente las cosas están comenzando a cambiar.

Pero que la situación cambia no es algo que solo comprende Zafira, todos en Asbru ahora se dan cuenta de que el rey Beld Tartare va en serio y planea instaurar el orden de nuevo en su territorio sea como sea. Se acabo la amabilidad, ahora se viene la mano dura y no está dicho cuanto tiempo estarán así por el territorio del oeste.  

Se acerca el amanecer y la ciudad parece nuevamente caer en calma poco a poco.