Una nueva aventura [Priv. Lans] +18

Demostró siempre que estuvo con la sucubo el príncipe que tiene un hambre voraz en la cama, un fuerte hambre insaciable que fue aumentando y acumulándose con los años de abstinencia sexual. O puede que la súcubo lo haya estado persuadiendo de a poco con su sensual y lujuriosa esencia hasta llevarlo al punto en el que se encuentran actualmente los dos. Si Lans y su pueblo no tuviese una realidad tan complicada probablemente se dedicaría solo a mantener el orden y a gestar hijos, pero la realidad es otra y hace lo que puede, y gracias a Risty lo que puede hacer en la intimidad es mucho.
Le dio un respiro a la súcubo, o bueno, mejor dicho un medio respiro ya que lo único que dejo libre de sus atenciones sexuales fue la boca de esa mujer que tanto bien le hace a su vida, pues la cabeza de Lans se mantiene hundida y entre las piernas de la elfa oscura comiéndole el sexo sin parar. La súcubo toma suavemente a su hombre por la nuca y lo mantiene allí en su sexo pidiendo más de ese placer tan maravilloso aunque no muy bien visto por la sociedad más conservadora. Ningún hombre de honra dirá abiertamente que desea a una mujer como Risty para el casamiento, y ninguna mujer dirá siquiera ni por asomo que quiere parecerse a ella, y así y todo se hizo con el corazón del heredero directo del trono del oeste de Asbru.

Empezó a sentir nuevamente Lans el suave y húmedo placer en su entrepierna, su amante comenzó a lamer de nuevo su duro miembro de modo dulce y sensual imitando a una gata, un animal que le sienta bien a esa mujer tan sensual y juguetona. Esta vez se giró un poco y dejo a la mujer encima de él, de ese modo ahora Risty tiene mayor libertad de acción ganando protagonismo en ese acto sexual lujurioso y mañanero.

Lleva media hora de sexo Lans con su amada súcubo y su zona más sensible está al rojo vivo. Tras tanta chupada y lamida de esa espectacular mujer su glande esta super sensible, tanto como para sentir a veces un dolor muy placentero en todo el pene. Por reflejo a veces apretaba las nalgas y sentía ganas de retirar su pene de la boca de Risty al sentir dolor pero su lujuria puede más así que deja que ella siga succionando su zona más sensible, y probablemente tal vez la parte que considera más importante de su cuerpo como todo hombre.
Se sintió libre de dejarse escuchar en la intimidad, gemidos de placer, algunos muy sonoros que demuestran su placer y su dolor, y aun así sus ganas de continuar. Se le olvida a Lans que espera una importante visita ese día, se toma su tiempo a gusto con su querida súcubo dejando que el sexo entre ellos fluya naturalmente como si nada más pasara en el mundo de los hombres. Acaricia el trasero de Risty y le nalguea las nalgas despacio, apretando esa parte carnoso de modo sensual y llevando su lengua al ano de la caliente hembra llevándolo de saliva al poco tiempo. Tiene pensado el príncipe del oeste en darle mucho sexo por allí atrás, por lo que mejor empieza a lubricarle ese agujero antes de ello. Seguirían luego de la lengua sus dedos, y en la primera oportunidad que se le presente se meterá bien dentro de su mujer para quien vulgarmente diría “romperle el culo” .

El sexo entre la sucubo y el humano estaba a pleno, muy caliente basándose más que nada de momento en sexo oral y en masturbaciones. Lo hacen al mismo tiempo para que sea más placentero y lujurioso, ellos son así, muy calientes y pervertidos en la cama. La súcubo succiona fuertemente y muy rápido el pene de su amante, lo masturba también y le genera un placer tan profundo como doloroso, esa zona tan sensible se le pone al rojo vivo ante tanta presión por parte de la lujurioso mujer cuyo alimento favorito es el sexo. Una súcubo básicamente se alimenta de penes, ya sea porque los chupe o porque se los meta bien dentro de su sexo, es para ellas lo primordial en la vida. Lans disfruta de ella, le gusta que sea de ese modo o reniega de ella, trata de estar a su altura y de darle todo ese sexo y placer que necesita para vivir, eso y más, le da mucho cariño, la súcubo lo ha enamorado lo cual le da un plus muy grande a la relación.
Escucha el príncipe a la perfección las palabras de su amada súcubo y sonríe, gime con algo de dolor en la voz y deja de lamerle el ano por unos momentos a su mujer para poder responder.

-Si eso quieres no te quedes con las ganas…Sabes que puedes hacer de mi pene a gusto preciosa, es todo tuyo…-La nalguea y cierro los ojos, chupa tan fuerte esa mujer que le hace tensar todos los músculos de las piernas casi al punto de darle un calambre. Mete su lengua profundamente en el ano de su amante y la mueve allí dentro de ese orificio explorándolo lo más que puede, lo hace lentamente mientras sus manos acarician y sujetan los glúteos de Risty con algo de fuerza.

-Date el gusto, monta mi falo ¿O quieres que sea yo quien te monte preciosa?-Podría Lans simplemente tomarla como el quisiera, pero no ve por qué no darle a su querida súcubo lo que ella desea, el ser más compañero seguro que les hace mejor como pareja.

En esa sala hasta el propio Lans dejo escuchar gemidos de placer y en parte de dolor, dolor por las succiones y la masturbación de Risty que a veces en su emoción se vuelven algo extremas y difíciles de soportar, una zona tan sensible como lo es el pene no es de acero y por esa razón a veces Lans tiene que apretar un poco los muslos para soportar el dolor. Y aun así nunca le pediría a su querida amante que se detuviese, jamás, porque el dolor en el sexo es básicamente también placer y ella sabe bien mejor que nadie como complacerlo.
Ella asiente ante las palabras de su amante por lo que tiene pensado hacer lo que el sugirió, se lo afirme entre fuertes gemidos de placer asegurando que al tener el ano tan mojado gracias a la lengua del príncipe será por allí donde se meterá ese gran falo de carne para mayor placer de ambo.

-Hazlo, quiero entrarte hasta el fondo mi reina.-La anima a que lo haga, si se quiere empalar ella misma será muy placentero de ver y sentir. Acto seguido ella se puso de pie y se dio la vuelta para quedar frente a frente con su macho y se acomodo bien de tal forma de que pudiese tomar con una mano el pene de Lans y lentamente se fue acercando a este con el trasero por delante. Se fue sentando de a poco sobre la verga del príncipe y de a poco se fue metiendo el glande dentro del ano y bajo, bajo cada vez más hasta que se logro meter todo ese pedazo de carne bien en su interior. Ella lo mira a los ojos y el de la misma manera la mira excitado. Lentamente ella mueve la cintura, se eleva despacio y baja penetrándose ella misma por el ano mientras ese hombre le acaricia los muslos suavemente. Jadea un poco mientras la mira con el deseo nato del macho dominante en la mirada, queriendo fundirse con ella todo el tiempo y a toda costa.

-¿Hoy estas en dulce y tranquila preciosa? Qué raro en ti.- Sonríe y continúa acariciando los muslos de su mujer así como también su cintura. De a poco va subiendo hacia sus senos rozando estos con sus dedos. La presión sobre su pene es muy placentera, no solo el ano de Risty presionándolo por todas partes sino el peso de la propia súcubo sobre el falo es algo increíble que lo emociona y le hace sentirse muy feliz. Los glúteos de Risty al descender sobre Lans chocan con los muslos frontales de Lans, el sonido de la carne al chocar excita a ese hombre quien no le quita los ojos de encima a su mujer.

En la habitación del príncipe del oeste se aman con demencia súcubo y humano, una rara mezcla en algunas culturas, para otras no tanto. Ella monta suavemente y de modo sensual a su hombre, sonríe mientras se mueve de un modo provocador. Su hombre debajo le acaricia el cuerpo con mucho deseo y la observa moverse, la siente con todo su cuerpo y la escucha con atención sintiendo sonriente.

-Chica traviesa…Me estás haciendo desear mas y mas de ti.-Y funciono, ambos saben que ha funcionado a la perfección y no lo ocultan para nada, es más, se ríen al decirlo y al escucharlo. Tras esos momentos de suavidad y dulzura Risty volvió a ser la de siempre y apoyando las manos en el pecho de su amante empezó a penetrarse por el ano así misma mas rápido, y cada vez más profundo. Lans empezó a jadear, el disfrute y la sensación de placer aumento mucho en su interior. Se le acelera el pulso y su corazón empieza a acelerarse rápidamente conforme ella salta y gima sobre el recordándole cuanto lo ama.

-Siempre me ha gustado follar contigo, ya sea solo sea o con amor, desde el primer día…-Lans siempre le ha gustado estar con Risty, de alguna manera ella se lo gano hace ya un buen tiempo y desde ese día no importa cuántas mujeres pruebe, cree y siente que ella es la mejor.
Conforme pasa el tiempo la cavidad anal de Risty se acostumbra como es de costumbre al diámetro enorme del pene que lo penetra y el sexo se vuelve más fluido, sigue siendo pasional y bastante duro pero mucho más placentero. La toma de la cintura y le da envión a la súcubo para que las penetraciones sean más salvajes. Es probable que Lans nunca más pueda estar con una mujer suave luego de tener tanto tiempo sexo con Risty, la pobre mujer terminaría probablemente desmayada si tuviera que aguantar el ritmo de Lans.
Pareciese que el falo del humano se hace más grande cada minuto que pasa, puede que sea solo la imaginación de la hembra o puede que no, puede que cada vez que se acelera más y más al haber más excitación y bombeo de sangre ese trozo de carne se haga más y más duro conforme pasa el tiempo. Suenan los muslos de la súcubo cuando el humano le golpea con sus embestidas una y otra vez, eso hace mucho más excitantes las cosas entre los dos amantes.

Si alguien pasara muy cerca de esa habitación y tuviese buen oído diría que alguien está azotando a una yegua con un rebenque, pero no, son los muslos de la súcubo que suenan cada vez que Lans la penetra sin parar. Acaricia cuanto puede del cuerpo de la súcubo que se eleva y desciende rápido centrando su mayor peso y atención sobre la zona más caliente y sensible de su amante.
Cuando empezaron a follar mas salvajemente no se pudo mantener muy callao Lans, al igual que su amada súcubo empezó a jadear más seguido y a gemir del placer.

-Mas fuerte mi amada reina, mas y mas…HOoo…-El respeto y el decoro en la intimidad no existe, o eso pareciere al follarsela Lans de maneras que una mujer comúnmente no aceptaría nunca.
Se inclina un poco el príncipe hacia ella quedando medio sentado, de ese modo puede con su boca atrapar uno de sus senos que rebota alocadamente y chupar del mismo con mucha perversión.

-Tus pechos saben a miel caliente preciosa…-Asegura Lans mientras los lame y luego los chupa. Le besa las mamas sin dejar ni un momento de clavársela hasta el fondo, su hermosa súcubo no se sentirá satisfecha sino la deja sin aliento.

-Me he convertido en un demonio en la cama debido a ti Risty.-Una respuesta que probablemente sea verdad, después de todo sino fuera por ella Lans todavía seguiría cerrado al amor, por ende también cerrado al sexo.

Rompiendo cualquier tabú o ley que dijese que un humano no puede competir con un demonio Lans ha demostrado una vez más que puede competir con un ser sobrenatural no solo en fuerza, sino también en resistencia y en performance sexual. Al aguantar tanto ese hombre saca lo mejor de su amante, su lado más perverso. La súcubo hace caso al pedido, aunque en ese caso a la orden de su hombre de moverse más rápido, de darle más y más placer lujurioso y se esfuerza lo más posible en penetrarse rápidamente y por detrás haciendo gemir a su amante en consecuencia. En cualquier momento el príncipe del oeste llegara al orgasmo, pero como bien puede intuir la súcubo disfraza de elfa no es ni el primer ni el ultimo orgasmo de la noche.

-Me aprovechare de ello con gusto.-Si que lo hará, por esa razón le aprieta los pezones a la súcubo usando los labios, hace la mayor presión que puede con sus labios sobre los pezones de amante respirando profundo sobre los pechos de la mujer.
Saber cuándo Lans va a llegar al orgasmo o no es complicado ya que él siempre va a mil desde el principio, pero alguien experimentado como Risty que además tiene sexo constantemente con él puede discernir de los estados de su amante en la cama.

-No lo creo…No quiero ser un demonio, y seria anormal….Dos penes…-Eso si suena de lo más extraño ¿Qué haría con dos penes? ¿Cómo lo manejaría? Eso sería mu bizarro. -Aaahhh, aquí viene mi reina.-No se puede aguantar, solo queda dar lo máximo, si es que se pudiera dar más esos últimos momentos previos al orgasmo para que se convierta en un momento inolvidable.
Pronto tuvieron lo que esperaban con ansias, mientras hacen el amor la sensación se vuelve más placentera y cálida, mucho más húmeda y viscosa cuando el pene de Lans empieza a bombear otra vez una gran cantidad de esperma caliente dentro del ano de su amante a la cual no deja de follarse sin parar. Bombea un buen rato ese hombre dentro del agujero estrecho y dilatado de su mujer antes de comenzar a bajar el ritmo de a poco y abrazarla fuerte como es su costumbre de modo protector y posesivo. Respira acelerado, le cuesta controlar la respiración después de tanto sexo lujurioso y salvaje. Le besa las mejillas a su mujer y le masajea los glúteos, moviendo su cintura muy despacio queriendo seguir haciéndole el amor a pesar del cansancio.

Las palabras de Lans son ordenes por partida doble, primero porque es el príncipe allí, y segundo porque ella lo ama incondicionalmente, eso nadie lo pone en duda, solo alguna que otra persona envidiosa de Risty o por cuestiones religiosas. El movimiento de Risty es sumamente veloz, hace llegar a Lans a límites insospechados, no sería raro que les llamen la atención en algún momento por ser tan descarados y ruidosos durante el acto sexual.
Le daría la razón a Risty en lo referente a lo de tener dos penes si no fuera que está muy concentrado en el sexo y en llegar al orgasmo, su única respuesta fue el darle duro y sin parar ya que está al límite. Momentos después llego al orgasmo y todo fue una locura para ellos dos que no se deben creer lo bien que la pasan el uno junto al otro. No se detuvieron, se puso más lento y amoroso el sexo pero no se detuvieron, y unos momentos después la súcubo sin esperar más tomo el falo de su amante y lo retiro de su ano dejándolo libre de tanta presión. Pero lejos está la impía de detenerse, nada que se le parezca, de inmediato abrió las piernas y manteniendo firme ese pene duro en las manos se fue agachando y metiéndoselo bien dentro de la vagina dándole mucho placer a Lans que eta encantado con esa actitud tan morbosa y lujuriosa de su amada.
La toma de la cintura y con su otra mano de la nuca de un modo posesivo y sensual para después mover la cintura fuerte hacia arriba, le da un sexo profundo y lleno de pasión a su amante. Aprovecha de besarle y de morderle apenas rozándole el labio inferior, sonriendo lujurioso y pervertido. La mira deseoso y con intensidad, respira profundo y traspira junto a su amada al ritmo del sexo.

-Te amo mi reina, déjame poseerte por siempre…-No se sabe si es un cumplido, un deseo o una petición, tal vez una orden, pero palabras como esas claramente son bastante fuertes y llevan una gran importancia y compromiso en ellas.

Como es una costumbre en Lans la forma de demostrar su amor en la cama es siendo salvaje y pasional, tan bruto como amoroso lleno de energía. La sube y baja sobre su verga como si no pesara nada, una y otra vez sin cesar repite ese movimiento incesantemente clavándole su miembro hasta el fondo. Le deja el sexo en llamas a su amante de tan rápido que se la coge, los labios vaginales de la súcubo deben estar ardiente por el contante veloz y salvaje de estos con la carne endurecida del príncipe del oeste. Le chupa los pechos a su mujer dejándole la marca de sus labios en los senos carnosos de esta. Le muerde despacito y le lame allí sin parar, succiona las mamas de la súcubo con un hambre digno de alguien que no ha probado bocado en días. Al rato los senos de Risty están todos mojados, húmedos de tanta baba que le dejo ese hombre que le da tregua alguna cuando de sexo se trata.

-Estas calientita y mojado preciosa, como a mí me gusta-Dice muy excitado, más que húmeda esta toda mojada, hecha un agua la intimidad bien abierta de esa sensual y fogosa mujer única sin duda. Le besa un par de veces ya bastante sudado de tanto movimiento sexual. Se agita pero no para en lo absoluto, mueve la cintura violento y rápido en forma ascendente para chocar de lleno con la intimidad de Risty que baja fuerte y rápido para unir los sexos con salvajismo y pasión.

Cada día pareciese que ese hombre gana más resistencia para el sexo, y que su s más y más grande. Probablemente ya haya recuperado toda su pericia sexual, esa que había perdido tras diez años de abstinencia sexual, ahora gracias a la súcubo esta nuevamente en su máximo potencial, de ese modo puede complacer realmente cada día más y más a una criatura sobrenatural como lo es Risty. La sube y la baja sobre su pene como si nada, le abre la intimidad a la súcubo con su verga de un modo impresionante, casi como si ella estuviese por dar a luz. Para la mayoría de las mujeres seria monstruoso tener que soportar a un hombre tan dotado como Lans en la cama, para Risty en cambio es lo mejor que le pudo pasar en la vida.
Entre besos y gemidos hizo su mayor esfuerzo ese humano para darle más a su amada mujer, esa que empezó como vasalla y amante y ahora es tan fundamental en su vida. Golpea lo más duro que puede su intimidad contra la intimidad de su amada y chupando y gimiendo los senos morenos de esa mujer empieza a bombear otra vez semen dentro de ella. Semen y más semen pasa de la intimidad de Lans a la intimidad de Risty mientras en el máximo clímax ese hombre comienza a bajar el ritmo un poco ya que los límites físicos si bien son muy elevados del humano aún existen, y no son infinitos.

Trata de recuperar un poco el aliento el príncipe, seria más fácil si en vez de seguir penetrando lentamente y besando a su mujer se quedara quieto y tranquilo, pero esas palabras no existen para el en la cama, eso no va a pasar y continua demostrando su cariño y su aprecio por la súcubo a la cual abraza y sujeta bien pegada a él.

Fue como es una costumbre en ellos un sexo a pura lujuria y pasión, el cuerpo de Lans se siente extasiado, en parte agotado, vibrando de sensaciones tan placenteras que no las podría explicar con palabras. El movimiento se vuelve lento, se resignan los amantes tras varios orgasmos a detenerse, como soldados que se niegan a rendirse en una batalla.
Se abraza a su amante y la besa lentamente, le come la boca a besos profundos jadeando sin poder recuperar del todo el aliento. Saborea con su lengua la lengua ajena, sus labios, el interior de la boca, todo, así como sus manos que la abrazan y contienen en sus brazos, esa súcubo no tiene donde ir cuando se une al humano, ni un centímetro para escaparse.

Fuera de esa habitación ya comienza el movimiento en grande, y si bien tardo Lans en reconocerlo lo hizo, supo que ese que estaba esperan do esta pronto a arribar al castillo del oeste.

-Al parecer el joven Ferdinand ya ha llegado, lo siento mi reina, pero debo ir a recibirlo.-No le gusta a Lans dejar a Risty así como así, pero el deber es el deber y se debe a su pueblo así como el pueblo se debe a los Tartare. Con eso dicho espera a que ella se salga de encima suyo y le permita ponerse de pie y vestirse, no tiene mucho tiempo para asearse asi que lo hará brevemente antes de vestirse e ir al encuentro de ese caballero antes de que sea una ofensa para el recién llegado la espera.

No fue del agrado de la súcubo el que Lans decidiera dar por terminado el encuentro sexual entre ellos dos, tan bien que se les da el sexo juntos, ninguno quiere detenerse ni separarse, pero el deber es el deber y Lans tiene muy en cuenta sus obligaciones. Risty se quito lentamente de sobre el cuerpo de su amante dejando su sexo libre del sexo contrario, y así este también se pudo poner de pie para comenzar a vestirse acorde el nivel que las circunstancias exigen.

-Lo siento reina mía, nada me gustaría más que hacerte el amor en mil y un formas, mas de miles de maneras, y lo haremos en tiempos de paz, lo juro Risty…-No es raro que él se disculpe con ella, pero si es la primera vez que le hace un juramento como ese, tan serio y decidido.
Ya vestido volvió a mirarla, y sonriendo respondió.

-Los demás tienen más tiempo de mi persona, pero ninguno tiene lo que tú tienes de mi, mi amor y mi deseo.-Definitivamente cierto, y de la forma en lo que lo dijo no se le puede negar nada a ese gran hombre. Luego de mimarla un poco salió de la habitación, su reunión con Fernidant Florent comenzara en breve,

Tema finalizado. Lans y Risty obtienen 3 puntos de experiencia.