Fiesta y Cocteles [Priv. Lans] [Posible +18]

La política puede ser muy interesante para algunos, en especial para nobles y comerciantes. Para muchos a pesar de su nobleza innata es un deber molesto, pero necesario, tal es el caso de Lans Tartare que en plena crisis en sus tierras ha tenido que viajar fuera de ellas para encontrar personas de importancia que apoyen a su reino en los tiempos de necesidad que llegan. Ante tanto mal que ha sufrido el reino del oeste de Asbru no ha quedado más remedio que buscar ayuda en tierras extranjeras, es el único modo de contrarrestar a las fuerzas del este y del sur que han conseguido muchos aliados en los últimos tiempos. Con esas preocupaciones en mente el príncipe del oeste y su comitiva llegaron al Desierto del Dragón y posteriormente a la ciudad de las Maidunas, un tierra de muchas riquezas mineras, pero pobre en otros sentidos al estar en el desierto.

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El pequeño palacio al que fue invitado es sumamente hermoso, nunca había visto algo así en su vida. La construcción es muy diferente a lo que el ha conocido de momento, y es muy innovador para el ver tanta agua la cual mantiene el sitio de lo más agradable, sin esas fuentes y lagos el calor sería demasiado pesado como para disfrutar una buena velada. También es la primera vez que ve la esclavitud desde tan cerca. En Asbru existe en pocos sitios, pero allí en ese reino del desierto hay muchos esclavos, pocos vasallos son los que realmente pueden llamarse gente libre.

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Viste Lans un jubón negro con algunos bordados de oro, una clara costura a la altura de su corazón que forma la zarpa de un oso se ve claramente allí, denotando así el respeto que siente su familia hacia esos animales que han tomado como insignia. Unos pantalones negros con botas oscuras de cuero completan su atuendo, un atuendo caluroso para ese sitio. Debido a eso tuvo que mantenerse durante la noche cerca de las bebidas, no está acostumbrado al clima del desierto, todo lo contrario, y se empieza a arrepentir de no haberse comprado una vestimenta local para dicha ocasión.
Al menos la música da paz a Lans, una música muy hermosa y relajante.

Disfrutando de la música y de las extravagantes vistas el príncipe del oeste de Asbru continúo bebiendo para mantener su cuerpo fresco e hidratado pensando en el mal momento de su región. Al no estar prestando mucha atención a lo que acontece a su alrededor no se percato de la cercanía de una joven hermosa en particular y siguió con lo suyo en solitario. Sonríe a veces y saluda a quien se dirige a el pero no mucho más que eso. Llegado un momento de la noche sin que él lo pidiese una bebida llego hacia el, algo que ve normal al ser el alguien de importancia. Agradeció el gesto y el vasallo le respondió que no debía de agradecerle a él sino a la dama que esta sentada en cierta mesa acompañada de otra joven dama. Ese despertó la curiosidad de Lans quien trato de sacarle más información al vasallo pero no tuvo mucho más para decirle por lo cual no tiene mas opciones que acercarse directamente hacia esa mesa y entablar conversación con esa joven mujer.

Las jóvenes mujeres de la mesa donde el príncipe se dirige tienen una belleza enorme, son jóvenes pero muy diferentes la una de la otra. Una de ellas tiene cabellos carmesís, siempre llamativo ese color y ayuda mucho a la sensualidad de la joven que debe andar por la veintena de edad cuanto mucho. Tiene ojos claros y es voluptuosa, parece de la Dinastía del Dragón y lo comprende, después de todo su fallecida esposa de belleza sin igual fue oriunda de esa región del mundo. La otra joven por el contrario tiene cabellos azulados y ojos de color más oscuro, parece algo mas pequeña que la colorada en lo que respeta a edad.
Lentamente va acercándose cada vez más hacia ellas y al llegar al frente de cada una de ellos opto primero por sonreír, para después con una leve reverencia respetuosa pasar a su introducción.

-Buenas noches jóvenes señoritas, disculpen la interrupción. Mi nombre es Lans Tartare. El vasallo que pueden observar desde aquí con las bebidas me ha informado que la dama aquí presente.- Observa a la pelirroja-Ha tenido la amabilidad de invitarme una bebida, gracias por tomarse la molestia. He venido a expresarle mi gratitud joven dama, como caballero que soy no puedo simplemente ignorar en silencio tal gesto de amabilidad.- Ese hombre se presenta de un modo muy correcto, demuestra claramente porque está allí en una reunión de gente de casta noble. Si se lo compara con el resto de los presentes es muy alto y fornido, incluso más que los guardias del lugar, probablemente se dedique al combate.

-Si no es mucha molestia jóvenes damas ¿Se me permite tomar un lugar junto a ustedes? Tengo interés de saber porque del interés de la joven dama en mi, y si gustan puedo ser compañía para lo que queda de esta noche, siempre suponiendo que no ofendo a nadie con esta petición.- Es un buen orador el príncipe del oeste, tan buen orador como combatiente.

Como era de esperarse de alguien de la nobleza su andar no paso desapercibido, no solo fue observado por las jóvenes damas, sino que otros lo observaron rumoreando sobre sus hazañas en combate. Lans es un general consagrado, combatiente en el reino del Puño de Hierro y conquistador en el reino nórdico de Asbru. Con dicha fama sobre sus hombros y toda la confianza en su persona llego hacia las damas y entablo conversación con ellas observándolas con mucha atención, demostrando así su claro interés en ellas.
Cuando una de las damas le mostro el asiento a su lado este con una sonrisa respetuosa tomo dicho lugar, y una vez estuvo sentado una de ellas paso a presentarse tanto a ella misma como a su compañera.

-El gusto es mío joven dama, y creo comprender bien el porqué han recibido dichas invitaciones a esta reunión de gente de alta sociedad.-Tras esas palabras bebe acompañando a las jóvenes en su accionar, observando a ambas mostrando igual atención por ambas jóvenes. Una parece algo tímida, pero el seguro que logra hacer que se anime a conversar, tiene un don nato para guiar y hacer crecer la admiración en el corazón de las personas.

-Somos todos nuevos por aquí, aunque en mi posición de príncipe no puedo dejar mi reino demasiado tiempo sin mi presencia, en especial cuando corren tiempos de guerra. Espero que ustedes tengan mejor suerte jóvenes damas, por mi parte, ya me siento afortunado al poder conocer a bellas jóvenes como vosotras.-Cuenta un poco sobre su vida el príncipe y aprovecha para elogiar a sus acompañantes de modo sutil y directo. Termina su bebida y observa, si faltase mas será el mismo quien pida bebida para las mujeres presentes.

-Estoy sumamente interesado en ustedes señoritas ¿Qué les parece si me cuentan un poco sobre su vida?-De manera amable y elocuente el príncipe del oeste de Asbru incita a las hermosas jóvenes que lo acompañan a hablar sobre ellas, de ese modo sabrá mucho más sobre ellas y tal vez logre forjar algún vinculo con ellas, ya sea un vinculo duradero o solo algo de una sola noche.

Entre copa y copa las damas y el príncipe inician una breve conversación, con muchas sonrisas y miradas de por medio, algo que le da buen pie a Lans y mayor confianza al tratar con ellas dos. Una de ellas, la más reservada levanto la cabeza y sonrojada contesto, algo que el príncipe no dejo pasar de lado y continúo el hilo de la conversación de inmediato.

-El honor es todo mío señorita Rias.-A diferencia de esa joven Lans es todo confianza, sumamente carismático y con un ego fuerte y sano. Se pone de pie Lans y toma la mano que le tiende la joven suavemente, una mano grande y fuerte a comparación de la de la joven, digna de un guerrero de su porte. Se inclina hacia ella y deposita un beso en el revés de la mano que sujeta con la suya, otorgando a la joven un saludo que se le ofrece a las damas de alta cuna. Luego de esa acción sumamente educado y caballeroso tomo su sitio observando ahora a la otra joven quien se dirige a él con mucha más soltura.

-Es interesante ambas opciones, los vínculos de amistad siempre son dignos de recordarse y relatarse. Claro que también estoy interesado personalmente en cada una de ustedes, por los que los datos de importancia los tomare con aprecio y respeto.-Respeto le sobra a ese hombre, algo que a una de ellas les gustaría de seguro que no lo tuviera, que fuera más rápido en el asunto del cortejo y la seducción, pero él no es un cualquiera y las trata muy bien. Le sorprendió como la joven Rias claramente alcoholizada perdió la timidez, el alcohol le dio valor para exhibirse más y con más confianza en si misma. Lans no dejo pasar esa oportunidad y aprovechando la cercanía de la joven la rodeo con uno de sus brazos por la cintura como si nada, como si fueran amigos de toda la vida y muy sonriente siguió con la conversación del modo más natural del mundo.

-Esta es una gran noche jóvenes damas, tengo muy buena sensación sobre nosotros y nuestra reunión.-Acaricia de modo sutil y disimulado a Rias mientras observa a Akeno que parece muy sorprendida por la situación, probablemente al igual que Lans no se esperaba esa reacción de la más tímida del grupo. Protege la reputación de la dama aunque no lo parezca, al ser él quien la abraza primero cuando se hable de esa reunión dirán que el príncipe del oeste se aprovecho de una joven inocente que había bebido mucho, nadie dirá que las chicas eran chicas fáciles y rápidas, hablaran de Lans y su capacidad de conquistar mujeres, cuanto mucho de su capacidad para maravillar a jóvenes dulces e inocentes.

La noche se pone cada vez mejor para el príncipe, tiene una excelente compañía y por partida doble. Una de las jóvenes ha terminado en los brazos del príncipe Lans quien no duda en mostrar su aprecio hacia la jovencita a quien le sonríe y trata de maravilla, como si se conocieran de toda la vida. La joven en sus brazos pronuncio el nombre de su compañero y este la miro muy interesado.

-¿Si mi estimada y hermosa joven?-No duda ese hombre en responder a la joven y en demostrarle atención, la hace sentir importante, y en parte lo es. La joven Akeno advierte a Lans de que su compañera está muy alcoholizada, algo que el ya noto.
--Fue algo rápido pero es verdad, supongo que una belleza como Rias no puede soportar demasiado algo tan fuerte como el alcohol…Pero, no es necesario que terminemos la reunión tan pronto, si no les agrada de todo el lugar podemos irnos a otro sitio.- Intenta Lans que la reunión no termine allí mismo, le gustaría llegar a algo con esas mujeres y sabe bien que una mujer alcoholizada que se pone mimosa como Rias es una presa sumamente fácil. Creyó Lans que ahora se venía la parte difícil en su cortejo, pero de alguna forma las cosas terminaron mejor de lo que el creyó en un principio. La joven Akeno de algún modo se abalanzo sobre el y lo abrazo, para mejorar la situación le presiona con los senos dejándose notar claramente. Con su otro brazo toma a la joven y la pega a él en un abrazo cariñoso, energético y fuerte, bastante dominante.

-Me alegro de que hayamos podido entendernos.-Menciona sonriente, creyendo que ya tiene dominada a las mujeres. Si se pegan a el en público entonces no tendrán problema en entregarse a él en la intimidad donde no haya testigo alguno.-¿Aun quieren retirarse de este lugar? Si lo desean podemos ir a la casa en la cual me hospedo.-Ni lento ni perezoso el príncipe del oeste de Asbru ha propuesto una visita a su hogar a esas horas de la noche. Una invitación de esas va con claras intenciones de intimar, y cree que ellas están dispuestas a aceptar sin dudar.

Como todo un ganador el príncipe se encuentra rodeado de dos grandes bellezas juveniles, aprovecha para acercarse a las damas y acariciarlas, la corteja y busca excitarlas lo suficiente como para que aceptasen estar con él esa noche con él en la intimidad. Al principio vio difícil el que ambas lo aceptasen, pero ahora que las conoce mejor está seguro que ellas son como hermanas inseparables, seguro que hasta son capaces se compartir un hombre al mismo tiempo. Tampoco se esperó para nada la reacción de Rias, esa pregunta es sumamente inocente, seguro es causada por el alcohol. A diferencia de Akeno Lans simplemente sonríe y continuo acariciando a la joven borracha, es más, le besa en la frente e intensifico sus caderas centrándose más en las caderas de la joven Rias.

-No soy un versado en el amor mi joven Rias, para amar creo que se necesita tiempo. Te aprecio, tú me agradas al igual que la joven Akeno, pero el amor creo que si naciese lo hará con algo de tiempo…Eso suponiendo que forjemos un buen vinculo, espero que estén interesadas, ustedes me interesan mucho, seguro que es sumamente interesantes en toda la expresión de la palabra.- Se expresa de una manera muy educado, muy sonriente y carismático.-Como he dicho antes, podemos ir a mi lugar de hospedaje, allí nos podemos conocer mejor…Bueno, esa decisión en realidad le corresponde a usted señorita.- Mira fijamente a Akeno.-Rias no puede decidir por sí misma, depende completamente de ti.- Con esas palabras invita a la mujer a que acepten su invitación, irse de allí se irían, ahora lo que espera Lans es que sea hacia su hogar el lugar donde pasaran todos juntos la noche.
Ayuda el humano a cargar a Rias, con cuidado ayuda a Akeno a trasladarla.

-Podemos usar un carruaje para viajar más rápido. También puede ser un caballo, pero con un cuerpo casi desmayado puede hacerse un poco más difícil cabalgar.- Da algunas opciones el príncipe para que puedan trasladarse más rápido y con menos problemas que los habituales.

Con una bella y joven alcoholizada a cuestas dejan el lujoso recinto atrás lentamente, conversan Akeno y Lans riendo un poco ante algunos de los comentarios de ella.

-Ustedes tienen una figura bastante atlética, supongo que debe ser fácil cargarlas, en especial para alguien como yo que suelo usar armadura y armas pesadas diariamente.-Esas explicaciones de Lans responden a cualquier pregunta que pudieran tener acerca de su buen formado cuerpo de soldado.
Tuvieron suerte de encontrar un cochero rápido, ayudo Lans a las chicas a subir al carruaje y luego subió el junto a ellas. Explico al cochero donde van y en nada ya estaban viajando rumbo a ese sitio. No estaba muy lejos del lugar donde se vieron por primera vez, Lans se hospedo cerca de su anfitrión para evitar viajes largos innecesarios.

-Ya estamos estimados, este es el sitio que me han indicado.- El cochero advierte a sus pasajeros que están en el lugar correcto. Lans sonriente afirma las palabras de ese hombre y se adelanta para darle su merecida paga tras un breve agradecimiento.

-Excelente, llegamos rápido.-Dice alegre mientras ayuda a las damas a descender del carruaje.
Las guía hacia la posada donde habla con el dueño y le explica que una de sus compañeras esta alcoholizada, algo que ese hombre ve como normal al atender un sitio como ese. No los molesto en absoluto, por lo que pudieron dirigirse a la habitación de Lans sin ningún problema. De cerca los siguen los custodios del príncipe, aunque no interrumpen, solo se fijan de que nadie le cause problemas.

La habitación está bastante oscura, pocas velas están encendidas, como estaba desocupada al estar Lans fuera no se prendieron muchas.

-A la derecha está mi habitación, por si quieres recostar a Rias, sino, aquí en frente tenemos un gran sillón, cualquiera de los dos sitios le sentara bien para descansar.-Sugiere Lans esos dos sitios sumamente cómodos ya sea para dormir o para tener sexo. -Puedo encender más velas si quiere.-Ofrece encender más velas si ella lo quiere, si es por el deja todo como esta.

Ya en la casa del príncipe Lans lo primero que hicieron al entrar fue buscar un sitio donde Rias pudiese dormir tranquila sin ser una carga para nadie. La dejaron en un sillón de estar en el living de esa pequeña casa. Luego de ello Lans pensó en invitar algo de beber a la hermosa Akeno y aprovechar para cortejarla, viendo que estarían prácticamente solos la situación se prestaba para ello. Sonrió al ver a la mujer de frente y antes de que diga nada esta se pego a el dejando caer sus ropas al suelo, quedando completamente desnuda y a su merced.  Cuando le escucho hablar se sintió muy feliz, esa noche tendría sexo con ella y más fácil y rápido de lo que imagino en un comienzo.

-Créeme linda, si hay algo que no voy a lamentar es esto…-Le susurra al oído dejándose llevar por ella a la habitación. Se va quitando las ropas en el proceso, para cuando llegaron a la habitación ya está desnudo y se fue recostando sobre su cómoda cama quedando con la hermosa joven sobre él. Akeno le tomo la verga con las manos y el disfruto de ello por supuesto, pero más disfrutaría cuando empiece a pajearlo y a darle sexo oral. Le acaricia el rostro a la mujer y luego le toca los senos, creciendo su pene de a poco y tomando dureza conforme se va excitando.

-Estaba deseando esto desde el momento en que las vi.-En sus mejores fantasías el sexo era entre los tres, pero si no se puede cumplir esa fantasía al menos podrá disfrutar del placer que otorga una de ellas lo cual debe ser maravilloso.

Lo bueno comenzó en la habitación de la mano de Akeno que con las dos manos toma la verga de Lans y lo masturba como toda una profesional, demuestra así toda la experiencia sexual que tienen la cual es mucha para la corta edad que aparenta. El pene que tiene entre las enormes una vez se agranda y endurece es enorme, es un superdotado en ese sentido lo cual parece que emociona más a la chica sabiendo que todo ese gran pedazo de carne caliente y venoso es para ella. Aprovechando la posición y el tamaño de sus pechos la hermosa joven puso la verga de sus amante entre sus senos y empezó a masturbarlo con estos, una paja con toda la suavidad y carnosidad de sus senos le ofrece a su amante el cual disfruta mucho mirándola como lo hace a los ojos.

-Excelente, tengo la fantasía de participar de un trio con ustedes… Y sí, eso es lo que hago preciosa-Eso si hará la noche completa, un trio, podría ser esa una noche realmente inolvidable si lo hiciesen.
Ella lo masturba con sus senos cada vez más rápido, eso hace jadear a Lans ya que su pene con toda esa friccion y presión sobre si mismo le lleva unas increíbles sensaciones de calor y deseo. Para aumentar más la locura de ese hombre Akeno al ver que el pene de Lans es tan grande que la punta de este sobresale de sus pechos empieza a chuparlo con mucha energía haciendo gemir a Lans al no poder soportar en silencio todas esas increíbles sobre su parte más sensible.

-Eso es linda, sigue así…Mmm, ahh…-Le acaricia los cabellos a Akeno mientras su respiración empieza a agitarse. De a poco al recibir tantas estimulaciones constantes y placenteras la sangre fluye de prisa, y que de prisa empieza a fluir también es el esperma, se agita el esperma en los testículos de Lans, esperma que si la chica sigue así terminara llenando la boca de esa sensual amante en pocos minutos más.

Conforme pasan los minutos en esa habitación tanto la joven como Lans se van calentando más y más, obviamente con toda esa suave presión sobre el tronco de su pene se pone a mil por hora, y la chupada enérgica sobre su glande lo hace poner como loco. Chupa y chupa la mujer moviendo las manos y las tetas y ese hombre se mantiene duro como el acero jadeando y gimiendo complacido pero sin correrse, su aguante es formidable, y no es para menos, quien lo ha moldeado así es una súcubo, impía hambrienta insaseable de sexo quien puede decirse que lo ha entrenado para superar cualquier limite mortal en lo referente al sexo.
Le toma de la nuca a la chica y le acompaña en el movimiento que hace con la cabeza adelanta y atrás repetidas veces, la acompaña pero no la molesta en lo absoluto en su placentera performance de chupar y chupar sin parar. Pasan los minutos y la verga de ese hombre se hincha, se remarcan las venas más que antes, está preparada para estallar y largar mucho esperma caliente donde sea, no se puede aguantar más y menos si no dejan de chuparla.

-Aaah, no aguan más linda, chupa…No dejes de chupar.-Emocionado y acelerado algo entrecortado de momentos ese hombre le avisa que ya está al límite y le incita a seguir chupando, aunque no pareciese que ella vaya a parar en ningún momento, parece estar decidida si o si a beber esa noche leche caliente directo del recipiente. Y así fue, pocos segundos después el sabor en la boca de la joven hermosa cambio a más caliente y más salado, las primeras gotas fueron esas y luego chorros y chorros de leche empezaron a salir del glande enrojecido de ese hombre que gime de placer disfrutando del orgasmo que le ha hecho tener esa sensual y lujuriosa joven. Esa chupa y succiona sacando mucho esperma, algo espeso y delicioso para cualquier criatura que guste del sexo por demás. La deja chupar y pajearlo a gusto, se aguanta el dolor que siente en la verga en especial en el glande mientras se corre, esos momentos le dejan el pene super sensible, pero con un aguante como el de Lans ese dolor no es más que puro placer.