Tu nuevo hogar

Athena disfruta de los mejores momentos de su vida. Sonríe sin parar y sin poder ocultar esa sonrisa ilusa e inocente. Por Fin se siente aceptada y querida, mucho más de lo que podría imaginarse siendo esclava. Ahora incluso es alguien especial que puede vivir en un castillo. Sonríe tontamente a Kurono cuando este la elogia, incluso sonrojandose un poco. Es toda inocencia y felicidad en ese momento, olvidándose de los problemas y las peleas. No ve luchas, no ve asesinatos ni sangre, solamente lujos, buena compañía y grandeza.
Fue grandioso ese abrazo que recibió Kurono, lleno de fe y confianza. Athena no tenía nada, por ello aquello era tan especial para ella. Un abrazo que bajaba totalmente sus defensas confiando en esas personas que la acababan de dar una vida nueva, sobre todo en el rubio. Tras sus palabras el rubio lo entendio dejándola libre, no sin antes darla un beso que la dejo sorprendida y sonrojada. Mientras veia como se iba con felicidad y timidez. Cuando Kurono desaparecio de su vista Athena suspiro con gran fuerza, igual que cuando una persona esta enamorada.

Se fue vistiendo poco a poco hasta verse con ese vestido mas abrigada. Se vio la falda, noto la pesadez del vestido y sobre todo la suavidad de la tela. Nunca habia tocado algo tan suave ni bonito. La quedaba incluso mejor de lo que habia pensado al principio. Asi que sin poder esperar ni estar parad salio para buscar a Kurono.
-Mira mira. Es...genial, es magnifico, me encanta. es suave y calido y me queda genial.
Dijo cogiendo las manos de Kurono muy confiada y feliz.
-Enseñame mas sitios. Quiero verlo todo. Quiero verlo contigo. Seguro que me lo explicas mejor que nadie.

Tras la puerta Kurono espera a que Athena haya terminado de confianza, no puede evitar pensar de que todo eso va a terminar muy mal…Pero como alguien tan arriesgado y arrojado como lo es el ese riesgo la vale, aunque lo lleve a la muerte.

No paso mucho tiempo para que ella saliese de la habitación para encontrarse con una maravillosa sorpresa que lo hizo sonreír.

-Ahora puedo estar seguro de que naciste para ser princesa.-No cree que ella sea una princesa por parte de sangre, pero bien que posee una gran belleza e inocencia que la harían pasar como una a la perfección. Acaricia las manos de la joven que lo toma de las mismas muy cariñosa y confiada, dejando que hable para que sepa que ella es el centro de atención allí. Lo que ella quiere es bastante simple, supone que puede hacerlo sin temerse en ningún lio en el proceso.

-Supongo que eso es algo que puedo hacer sin que me maten. La cosa esta es enorme, aunque no podemos llegar a más del segundo piso el resto lo podemos visitar casi en su totalidad.-Tomados de la mano se dirige hacia el lado derecho del pasillo, no regresa por donde vinieron, sigue su curso hasta potarse con más pasillos, cruces y divisiones de piedra. -Hacia la derecha iremos nuevamente hacia el salón del trono, pero llegaremos por el lado derecho, si vamos hacia la izquierda iremos rumbo a la cocina, y si seguimos recto llegaremos a un gran salón de estar que conecta a otros sitios, entre ellos algunos baños grandes ¿Hay algún sitio en especial al que quieras ir primero?-Unas breves explicaciones da Kurono sobre los caminos y los sitios del castillo antes de dejar que ella tome una elección. Podrían también salir fuera del castillo pero Kurono no dio esa opción ya que es de noche y hace frio, podría traerle problemas el llevarla al patio nuevamente.

Las palabras de Kurono nada mas verme me hicieron sentir realmente especial. No pretendía ser mejor que nadie, pero en aquellos momentos me sentia asi. Despues de años sin ser nada ahora incluso parecia una princesa de verdad. Una princesa...¿quien me lo hubiera dicho? Nunca lo habria creido. Sonrei a Kurono y di una vuelta feliz con ese vestido. Parecia una tonteria, pero me resultaba muy bonito ver como ese vestido se levantaba como si fuese una carpa y luego volvia a su sitio. Luego cogi sus manos feliz al ver como aceptaba aquello.

-No dejare que te hagan nada. Despues de todo me habeis salvado. No se quien tendria intencion de acabar con tu vida.

Entonces le segui sin soltarle. Estaba feliz, pero tambien temerosa. Seguramente sería normal. Acababa de salir de un sotano mugriento a poder andar libremente por un castillo enorme. Estaba ilusionada pero temia adonde llevaban esas paredes y pasillos. Por ello no me soltaba de la mano de Kurono, por miedo a perderme. Al parar escuche sus palabras y me quede pensativa para despues responder.

-Comida...tengo hambre. Me gustaria ir a la cocina. Eso primero luego...¿hay bonitas vistas desde las torres? Me gustaria sentir el aire.
Dije sin saber si podria ver esos lugares al no ser soldado. No sabía nada de aquello

Felizmente los dos jóvenes recorren algunos de los tantos pasillos del castillo de Sir Logan siendo el joven quien guía la marcha por dicho lugar. El guía además informa a su compañera hacia dónde puede llegar dependiendo de qué camino tome, los cruces y uniones que posee esa construcción son algo enredados, clásico de los castillos de esa época.

-Jajaja…No tienes ni idea de cómo es el mundo real princesa, con suerte, tardaras mucho tiempo en descubrirlo.-No la quiere desanimar pero Kurono no es justamente el mejor mintiendo, no le interesa mentir y nunca se ha perfeccionado en ello. Ese comentario quedo en el aire un tiempo hasta que llego la respuesta de la joven quien manifiesta que tiene hambre, lo cual hace visita obliga como siguiente sitio la cocina del castillo y posteriormente es probable que alguna de las tantas torres que tiene el castillo de Sir Logan.

-Decidido entonces, primero a las cocinas y luego vamos a alguna torre que no tenga justamente un fin militar, no todas las torres están para vigilar y defender, algunas simplemente están allí porque quedan bien donde están.-Afirma el andar hacia la cocina del castillo, y también asegura que más adelante podrían visitar alguna que otra torre de la fortaleza que de seguro estarán vacías a esas horas de la noche.

Al llegar a la cocina se ve a simple vista que es una cocina muy grande, debe albergar fácilmente entre 20 o 30 cocineros allí al mismo tiempo. Ese sitio está muy bien equipado, toda clase de instrumento para la cocina hay allí y de sobra.
El olor a comida caliente no se siente ahora, pero si se puede oler algo parecido a carne y verduras cocidas en el ambiente, probablemente lo hayan preparado horas antes y el olor ha quedado impregnado en el lugar.

Spoiler:

-Algo huele rico aquí, aunque hemos llegado tarde para probarlo. Podríamos hacer nuestra propia comida si supiéramos como hacerlo jajaja-Esa es una buena sugerencia de parte de Kurono, pero como él ha dicho si supieran, y queda claro que la cocina no es justamente el fuerte de ese hombre que ha vivido prácticamente toda su vida para pelear.
Mira a su acompañante y no cree que ella tenga talentos culinarios, pero de todos modos decide a ponerse a buscar por la cocina intentando encontrar algo que ya este cocinado y solo tenga que ser recalentado.

Athena llevaba años encerrada en un sotano, trabajando sin parar, incluso cuando se encontraba enferma. Todo por ordenes de su amo. El mundo tal como dijo Kurono podia ser diferente, pero ella no estaba de acuerdo con que Kurono pensara que no sabia nada. Sabia pocas cosas buenas, solo lo peor de las personas. Pero ese pensamiento positivo del mundo siempre estaba en su cabeza por alguna razon desconocida. Sin embargo Athena no pretendia sacar tener problemas ni pelearse por ideas simples, por ello acabo hablando de comida y de los lugares que deseaba visitar. Kurono acepto sin problemas y se ofrecio a llevarla.

-Sera un paseo maravilloso.

No tardaron mucho en llegar a la cocina, lugar que se encontraba totalmente vacio. Si no fuese por el olor a comida cualquiera pensaria que era una cocina fantasma. Athena, muy asombrada miro todos los utensilios de cocina, para acabar cogiendo un cuchillo y sonreir a Kurono.
-jejeje eres un desastre. Solo sabes luchar y salvar a princesas en apuros.
Dijo Athena con una sonrisa feliz y contenta. No pretendia ofender, solo sacar algo gracioso de todo aquello. Luego hizo un juego de manos con el cuchillo, haciendolo desaparecer y aparecer como por arte de magia. Luego espero a ver la reaccion de su heroe para despues hablar.
-Yo se cocinar. No soy una cocinera de palacio...pero se cocinar con materiales basicos. Todo empezo con un cuchillo como este y ¿sabes? intente huir varias veces. Pero a pesar de esconder bien el cuchillo no lograba salir de las casa y si salia me cogian rapido por no tener dinero ni buen aspecto. Segun avance acabe aprendiendo a robar dinero y comida, asi resisti mejor que robando un cuchillo. Peeero de todas formas vas a descubrir mis conocimientos culinarios. Espero que te gusten.

Dijo con una gran sonrisa a Kurono. Tras ello cogio verduras y con una increible velocidad se puso a partirla en trozos mas pequeños. Despues cogio algo de carne y hiervas para echarlo todo en una cacerola con agua. Luego lo movio y poco a poco acabo cogiendo color y olor. No seria una comida digna de mencion, pero para Athena era suficiente, probablemente lo unico que habia saboreado en su vida. Restos de comida unidos en un caldo sabroso y caliente.
-Seguro que despues de tanta nieve un caldo calentito nos sienta genial.

Kurono habria probado cosas mucho mas ricas que aquella, pero aun asi ese festin lo habia echo ella. La comida debia saberle mejor que otras muchas veces. Luego Athena espero la aprobacion o consejo de su compañero, sin saber si estaria o no a la altura.

Estando en la cocina del castillo Athena descubre una gran verdad acerca de Kurono, hombre poco más sabe hacer más que pelear y viajar de un lado a otro. No lo negó el rubio para nada, solo sonrió y puso una cara chistosa alegando que es la verdad, no se avergüenza ni tampoco se arrepienta de ello. La forma de hablar de la chica fue alegre y feliz, claramente no fue un reproche, solo un comentario para destacar a su compañero de algún modo de forma poco común. Observa a la chica jugar con el cuchillo en silencio, solo sonriente escuchando lo que esta tiene para decir en esa cocina que vuelve a ver el fuego una vez ellos están allí por ponerla en marcha nuevamente.

-Para escapar de un lugar la mejor forma es pasar desapercibido. Por otro lado, a ver qué sabes hacer, sorpréndeme con esas habilidades culinarias de las que tan orgullosa estas Athena.-Con esas palabras animo a la jovencita a que cocinara lo que quisiera, o mejor dicho lo que pudiera hacer con todas los materiales que tiene ese lugar a su disposición. Cocinar toma su tiempo, eso lo sabe cualquiera, por lo que el rubio espero sentado sobre una mesa vacía a que ella preparara lo que sepa, y una vez lo termino aun había que esperar a que esto se caliente a punto de cocinarse bien.

-Lo que huelo parece una especie de guisado bien cargado.-Es una clásica comida de regiones frías, o de gente modesta que prepara alimentos con lo único que tiene. Está bien supuesto al haber sido ella una esclava, seguro que solo podía cocinarse los restos que llegaba a encontrar de un lado a otro. Ya pasado un buen rato al parecer según el criterio de Athena la comida estaba lista, así que muy sonriente dio un pequeño salto bajando de la mesa y así acercarse a ella rápidamente, como un niño emocionado que va a recibir el regalo de sus padres.

-Huele bien, vamos a comprobar como sabe.-El aroma abre el apetito, y como confía plenamente en la chica con la que se encuentra ni lo duda y come a cucharadas grandes, quemándose un poco en el proceso por lo que sufre y pone caras chistosas al saborear el alimento.- Nog tah mals.-Responde mientras mastica, una clara falta de educación pero muy normal en el, algo que descubrirá la niña de pelo rosado si pasa algunas semanas en compañía de ese joven de cabellos rubios. Toma el plato en una mano y con la otra levantar el pulgar sonriente, mirándola a los ojos.

-Hell yeeah! You fucking approved-No se entiende mucho del dialecto que está utilizando Kurono en esos momentos, pero con la sonrisa y energía que utiliza en sus expresiones es muy difícil que este no caiga en gracia a quienes lo rodean.

Athena mira al chico que se encentra con ella entre sonrisas y felicidad. Todo ahora para ella es alegria y libertad, dejando a un lado todo sentimiento horrible que pueda tener. Esta alegre y eso se puede notar a su alrededor, donde una simple comida parece todo un espectaculo de circo.

-Para escapar de un lugar asi solo hace falta gente como vosotros dispuestos a ayudar. Ademas...escape unas cuantas veces, solo que no logre alejarme lo suficiente.

Fueron una palabras que empezaron con animo y acabaron con algo de tristeza. Sin embargo siguio haciendo malabarismos con los utensilios de la cocina. Ademas le hizo mucha ilusion que Kurono se quedase a su lado mientras hacia aquella comida.

Cuando la comida estubo lista Kurono se acerco como loco, haciendo reir a Athena y sentirse en cierto modo querida y alabada, algo a lo que no esta para nada acostumbrada. Luego le dio la comida y espero su aprobacion. No era nada muy laborioso ni sabroso, pero era lo unico que sabia hacer con lo que encontro y sus pocos conocimientos.

-Ehhh, cuidado. Vas a quemar..jejeje no, ya te quemaste. jejeje Come tranquilo. Kurooo jejeje, ten mas cuidado.

Enttre risas Athena intenta apartar el plato del chico que se quema sin dudar poniendo caras y creando todo un espectaculo. No pudo evitar ceder y dejarle el plato cuando levanto un pulgar y dio aquel menu como una aprobacion. Athena sonrio encantada y se echo otro pato para comer ella mientras le miraba alegre y calmada.
-Eres un salvaje encantador jeje. Pero sopla antes de comer o te quedaras sin lengua jejeje.

Respondio la pelirosa bastante alegre mientras comia, luego al acabar se levanto y se dirigio a un barreño con agua para limpiar su plato sucio y alli donde habi aecho la comida. Simplemente por instinto, igual que habia echo durante años siendo esclava, limpiando los restos de los demas.

Si bien la vida de Kurono no ha sido color de rosa, no es alguien que se queje en particular, pues ha aprendido que la vida da y quita por igual, y ahora estando junto Athena se convence y siente que le toco ganar como pocas veces en su vida. Sonríe y piensa lo que dice Athena, es claramente cierto lo que dice la chica, así que asiente con la cabeza sin dejar de comer, a menos al comienzo, luego si deja la comida un momento para hablar.

-Lo que dices es verdad Athena, muchas veces todo se soluciona cuando los fuertes ayudan a los más débiles, pero eso rara vez sucede…De hecho…Si lo piensas bien nosotros fuimos allí porque Setsuna insistió…De hecho fuimos a acompañarlo porque Sir Logan nos lo ordeno…Dejar una misión así en manos de Setsuna es dejar que suceda un desastre jajaja.-Se ríe al final aunque no es para bromear, todo eso que ha dicho es la pura verdad.La chica por un momento pareció entristecer, el sonríe y prefiere no decir nada al respecto, solo sonríe y se muestra muy interesado en ella, no necesita esforzarse en demostrar nada ya que le sale natural, realmente se interesa por la chica, en lo que hace, en lo que siente y de algún modo espera mucho de ella.

Pasado el rato y con Kurono quemándose de ratos por apurado volvió la felicidad plena a la joven. Con caras graciosas de sufrimiento el rubio hizo algo de lugar para hablar.

-Yo soy así, no puedo esperar, menos si es por comida, tuya-Hablo un poco entrecortado, le duele un poco la boca pero este dolor se va yendo rápidamente al no ser nada grave. Athena se sirvió ella misma y cena junto al rubio que la acompaña a todos lados, asintiendo a las palabras de la chica sin dudar.

-Nunca aprendí mucho de educación, solo lo mínimo e indispensable como para que mis propios amigos no me golpeen jajaja.-A diferencia de ella el s bastante bruto a la hora de comer, o eso pareciese al notar como en la sala cada quien actúa a un ritmo diferente. Cuando terminaron de comer ella fue a limpiar el plato y los cubiertos, Kurono por su parte solo los dejo encima de la mesa, claramente tienen una mentalidad muy diferente esos dos a pesar de llevarse de maravilla.

-Aquí no hace falta que limpies nada, eres una princesa ¿Lo recuerdas? Mira tus ropas, cualquiera que te vea te tratara como una reina sin siquiera decir nada.-Habla con franqueza ese joven rubio, y pone en evidencia que tan importante es Athena por el simple hecho de ser de la raza que es, solo por ello, por lo que dice o cree un pequeño grupo de personas que la cuida como a una reina o mas allá aun.

-La comida estuvo bien ¿Aun quieres seguir Athena?-No parece que ella este cansada, pero prefiere peguntar. Han tenido días de viaje largos, y ya es noche, aunque ella no sea una débil jovencita no puede saber con exactitud como ella se siente.

Era clara la alegria de aquellos dos, y muy sincera. Asi que la chica sonreia y reia al lado de su alocado amigo, quien comia sin cabeza y con demasiadas ganas. a Athena le hacia mucha ilusion que aceptaran asi su comida. De echo nunca le habian agradecido nada, es mas, aveces incluso la habian echado la bronca por si estaba muy caliente, o por si estaba fria. Claro que con ese rubio todo era diferente. Su mundo habia cambiado, al igual que cambian en las canciones de los juglares. Y tampoco le dio importancia a que en un principio solo Setsuna quisiera ir a salvarla, despues de todo al final habia ido mas gente, y entre ellas Kurono. Desde luego se habria arrepentido de no haber ido a rescatarla.

-jeje, tu sabras, peor no me hago responsable si te quemas. Te avise jeje.

Luego sonrio Athena y se comio su parte, encantada con aquel hombre rubio. Cuando acabo fui a limpiar, a lo que Kurono le explico claramente, diciendola que no hacia falta nada de aquello. Athena dejo los platos entonces y se acerco al Rubio.
-¿entonces...no lo limpio?...las princesas no ayudan en los castillos?
Pregunto curiosa ya que en realidad no sabia absolutamente nada de realeza. Aceptaba no limpiar, pero desconocia que debia hacer una princesa. Luego escucho sus siguientes palabras y se rio de manera encantadora.
-¿cansada? Hoy no pienso ir a dormir hasta que caiga al suelo agotada o alguien me golpee. Es el mejor dia de mi vida, no pienso desperdiciarlo durmiendo. Enseñame mas Kurono, todo el castillo. Las afueras, otra ciudad. Lo que de tiempo.

Dijo dando saltitos y agarrando al rubio de las manos tirando de el para que le guiara y mostrara mas lugares.

En algunas partes del mundo hay felicidad pura, incluso en aquellos sitios que son baluarte de guerras eternas, como lo es en ese castillo que tanta sangre ha visto, y que se sabe tendrá que ver y verter sangre por muchos más siglos, tal vez milenios.
En ese lugar bélico Athena recibe los primeros "gracias” de su vida, y Kurono los sonrisas que necesita un hombre como él. Tras la respuesta de Kurono y su opinión en lo referente a lo de ayudar a las personas o no la chica no emitió ninguna respuesta ni reacción, como si le hubiera ignorado completamente o como si no le importara en lo absoluto. La conversación siguió por otro lado, uno más común y vulgar, la comida y las risas, nada más parece importar allí en esa habitación. Extrañamente ella dejo de hacer lo que estaba haciendo y se acercó a Kurono para preguntarle si es verdad lo que el le dijo sobre las princesas, y con una leve sonrisa el joven paso a reafirmar sus palabras.

-No lo hacen Athena, las princesas…Bueno, son la gente importante, muy importantes…Seguro habrás visto como tu amo no hacía nada, ni su familia, las princesas son algo similar, ellas dan ordenes, o les sirven todo lo necesario, no necesitan hacer ningún esfuerzo, nada de nada…-Duda al final Kurono si está bien decirle algo así, no la quiere malcriar, además, no sabe que es lo que quieren de ella exactamente Sir Logan y Setsuna. Por suerte para el la jovencita con su inocencia y entusiasmo le obligo a pensar en otras cosas más agradables. Sonríe el joven rubio y luego se dispone hablar colocando sus manos en los hombres de la joven, tratando de que se calme al menos un instante.

-Tranquila princesa, nadie quiere que te agotes o golpees…Daremos algunas vueltas más, justo como tú quieres.-No le puede decir que no, y menos cuando le toma de las manos y tira de el para animarlo a seguir y a seguir sin parar. Comenzó a caminar lentamente hacia la salida de esa habitación, si quiere ir a otro sitio tiene que regresar a los corredores del castillo que conectan una sala con otra, y con otras, y así sucesivamente. Una vez en los pasillos empezó a caminar una vez más fijándose bien donde pisa, en algunos lugares los antorchas no iluminan tanto como en otras ya que se supone nadie debería de andar por allí a esas horas de la noche.

-No se ve mucho pero…-Apoya su mano en lo que parece ser una pared muy oscura, y entonces algo cede, una puerta al parecer oculta por la oscuridad de la noche.-Desde aquí se puede acceder a uno de los tantos baños del castillo…Este en particular lo usan más que nada los soldados, o la gente como yo, es bastante grande y puede albergar a muchas personas a la vez.-Hacia dentro de esa habitación no se ve nada, al parecer no hay ninguna antorcha encendida dentro de ese lugar. -Para tus necesidades seguramente tengas un orinal o incluso tu propia tina, pero por las dudas te aconsejo aprender muy bien de memoria donde están los baños del castillo, no sea que pases vergüenza por lo llegar a tiempo jajaja.-Se lo toma con gracia Kurono, pero no sería nada divertido para una jovencita hacerse encima o andar a las escondidas, en especial con tantos hombres rudos dando vueltas por allí.

Una princesa, en eso se habia convertido despues de sufrir como esclava durante quien sabe cuanto. Desconocia por que, pero tambien dudaba que Kurono supiera nada. Parecia tan perdido en ese tema como ella. Tal como habia dicho solo habia ido por ayudar a ese tal Setsuna y evitar que causara problemas. Cuando apareciese a el le preguntaria y buscaria respuestas. Por ahora preferia pasarlo bien con el amable rubio que la acompañaba con buenas intenciones. Asi que, tras coomer y recoger escucho sus explicaciones, aclarandome alguna duda sobre que debia hacer a partir de entonces.

-No me gusta ser princesa entonces...no quiero ser como él. Quiero luchar...como vosotros. Quiero liberar gente y si puede ser tambien tener un castillo. No quiero mandar, no como el... en todo caso seria...mas bien como gobernar con orden y respeto. Tratarlos bien...no tirarles al suelo y patearles cuando hacen algo mal... Asi que...seria diferente supongo...Les ayudaria incluso a limpiar si tuviese tiempo

Eran sinceras sus palabras, inocentes pero a la vez mostrando un gran liderazgo sobre los demas. Se rio alegre cuando dijo lo ultimo y suspiro mirando al techo pensativa. Quizas en el futuro, quizas en su pasado desconocido, pero acabo mirando a Kurono y disfruto todo lo posible de aquel dia inolvidable. Cuando Kurono puso sus manos en sus hombros ella sonrió calmada y confiada.

-si, me calmo...Pero..¿vamos?...

Si, estaba nerviosa. Pero ¿quien podia dormir o descansar cuando teme que al cerrar los ojos todo desaparezca? En apenas unos dias su vida cambio sin razon aparente. Teme que sea una broma de su amo, o simplemente un cambio o venta. Habia oido hablar de ello a los otros esclavos. Pero nada de eso coincide. Mas bien parece lo que dice Kurono, algo especial y mas poderoso que un destino de esclava. Una princesa, quizas algo mas. Aunque dado a su amnesia no podia ni acercarse a la realidad. Una vez fuera le siguio, notando como una presencia conocida se movia a su alrededor sin cesar. Y cuando llegaron al lugar oscuro, tras abrir la puerta ella asintio.

-¿siiii? Es maravilloso. Yo tenia que hacer todo entre la paja de los caballos. Tener esto o una tina es genial. Mas aunque me lo indiques tu. Asi si a l anoche necesito hacer algo sabre donde venir.

-No te fies de el... seguro que te quiere meter ahi dentro y aprobecharse de ti.Esta muy oscuro.

Hubo silencio en el que Weira miro a su alrededor y a Kurono algo desconfiada, sin embargo acabo mostrando una sonrisa agradable.

-¿y que mas..que mas hay?...

Respondio Athena inquieta, mientras sus ojos se hacian mas aptos para ver en la oscuridad. Luego miro hacia el camino, preguntandose cuantos lugares podrian existir. Aunque no tardo en mirar a su compañero.

-Emm...Bueno... Yo quiero seguir investigando...Pero quizas tu estas cansado ya...¿quieres ir a descansar?...podemos dejarlo para otro dia. Evitare inspeccionar el castillo sin tu compañia. ¿si?... Yo dormi en el viaje, mas vosotros...galopasteis todo el viaje sin descansar.

-Di que si, quitalo de en medio. Mandale por ahi. Y apartate de esa puerta. No te fies.

Simplemente espero aver que decia su amigo mientras ignoraba al fantasma que esperaba aparentemente apoyado en la puerta. Serio y protector, aunque con ganas de fastidiar a Athena y su dia perfecto.

No pensó Kurono en que ella pensara mucho en temas de princesas y plebeyos, aunque está bien que lo haga, es lo que es ahora y lo que fue, aunque él no es justamente alguien muy informado en el tema, es casi como un soldado, excepto por el honor la lealtad y esas cosas.

-Luchar no es justamente lo que mejor se le da a una mujer, además, muchas luchas son de una sola vez, no hay segundas oportunidades…Para gobernar hay que saber muchas cosas, no basta solo con las ganas de gobernar, tal vez puedas hablar Sir Logan, el gobierna aquí, él te podría enseñar a gobernar, es algo que tienes a mano y que puedes hacer.-Trata el rubio de centrar a la chica en lo importante, no cree ni espera de que a ella le espere un destino de sirvienta, puede que tal vez gobernar le quede mejor, aunque eso lo decidirán otros más cercanos a ella, en especial Sir Logan, es quien suele manejar mejor el destino de las criaturas como Athena.
Tras calmar a la chica la llevo a dar unas vueltas más por el castillo que de a ratos se pone realmente oscuro, le muestra Kurono algunos sitios que ella debería recordar

-Eso mismo…Y en lo referente al cansancio, no es lo mismo dormir cómodo en una cama decente que sobre una montura o a la intemperie, te aconsejo descansar bien, es probable que Lockhar y Sforsa ya están aprovechando de descansar.-El rubio le asegura a la joven Athena que descansar es lo mejor, pero descansar en condiciones es indispensable para tener una buena vida.-Tengo que llevarte a tu habitación, hay que volver a subir, aunque no lo parezca ahora estamos un poco mas abajo.-Le toma de la mano al explicarle que van a seguir caminando, como si fuera un circulo pero a modo de espiral, por lo que irán subiendo de a poco para poder alcanzar así la habitación que se supone será de ella de ahora en más. Le tomo poco más de diez minutos regresar a la habitación donde ella se cambió de ropas, allí está la cama y otras cosas más, como las baquetas, la mesita, el orinal, y un pequeño mueble donde poner ropa y otras cosas más.

-Te aconsejo cerrar la ventana Athena, está bastante fresco aquí, y puede que a la mañana lo esté más.-Es el consejo hacia la pelirosa, supone Korono que no necesita decir mucho más, después de todo ella solo tiene que acomodarse allí, relajarse y dormir.-Nos veremos mañana, no desaparece como por arte de magia, lo dejo en claro, por si lo ibas a preguntar.-Se ríe, y no ve nada raro que alguien como ella pregunte algo como eso.

El mejor día que había tenido Athena llegaba a su fin. O los mejores dias, aunque desconocia cuantos dias habia estado viajando. Pero desde luego, aquellos momentos con el rubio fueron los mejores que podía recordar. Con el paso del tiempo posiblemente se entristeciera por la indiscutible llegada de la noche. Y el fin de su corta aventura.

Cuando el rubio la aconsejo sobre como ser una princesa y que decisiones tomar, Athena sonrio escuchando cada palabra. Era feliz, pero una parte dentro de ella buscaba venganza. Queria luchar y pelear, patear a sus maestros y mandarlos lejos. O quizas ver sus tripas por el suelo. Pero lo que estaba claro, que hiciera lo que hiciese...debia hablar con Sir Logan. Y dado a las circunstancias, a el deberia tratarle como a un padre o algo similar.

-en tal caso mañana ire a preguntarle. Gracias Kurono

Le respondio con una sonrisa encantadora. Era toda bondad esa muchacha y no ocultaba ni el minimo sentimiento. Siempre sonriente y alegre, dispuesta a todo. Y fue igual en todo el castillo, siempre siguiendo a Kurono y memorizando cada recoveco. Finalmente, pensando de manera calmada, escucho a Kurono hablar del cansancio y asintio. Aunque nunca habia dormido en una cama de verdad y no podia entender como era dormir en otro lugar diferente al suelo lleno de paja.

-Kuuuroonoo estaaa cansaaaado jeje. Pueeees no pasa nada. Descansaremos y mañana sera otro dia.

Dijo alegre mientras avanzaba hacia la habitación de vuelta cogida de su mano. Al parecer el debia de cuidarla lo maximo posible y ella no tuvo reparos en aceptarlo. Aunque le hubiese gustado perderse por el castillo y todas sus habitaciones, aun no estaba cansada para dormir. Cuando llegaron al lugar, ella dio un beso en el moflete a su acompañante.

-Gracias por haberme traido de vuelta. Ha sido un placer ser escoltada por ti Kurono

Athena estaba claro que apreciaba mucho a ese rubio, ya sea por ser uno de sus salvadores o por haberse tomado tiempo con ella. Luego rio a carcajadas con el comentario del rubio y asintio.

-Cerrare la ventana, lo prometo . jejeje Y deja de leerme la mente jeje. justo te lo iba a preguntar.

Tras agradecerle y animarle con su telepatia, acabo despidiéndose de el algo triste. Cerrando la puerta detras, y mirando hacia la ventana. Tenia que descansar, a pesar de temer que al cerrar los ojos todo desapareciera. Pero no, esta vez no era un sueño. Habia pasado mucho tiempo, habia visto mucho, demasiado para un sueño. Asi que cuando escucho los pasos de Kurono alejarse, se acerco a la ventana, para poder sentir el aire una vez mas, el aire que olia a libertad y felicidad.

-¿no te parece algo increible?...

Dijo cerrando los ojos y respirando ese aire tan deseado.

-He de reconocer...que me alegro de que salieras de alli. Ahora tendre que protegerte de otras cosas.

-jaja, no digas esas cosas. Solo busca tu camino a casa, hacia a luz o..no se... Yo estoy bien.

-Aun no.

Apenas fueron unas palabras que molestaron a Athena, pero no las escucho, ya que ingeniosamente cerró la ventana y no logro escucharlo. Luego se cambió de ropa a su vieja vestimenta de esclava, dejando bien estirado el bello vestido que tenia. No pensaba arrugarlo durmiendo con el. Y acabo metiendose en la cama arropandose hasta la cabeza y encogiendose. Pensaba meditar sobre su dia y todo lo ocurrido, pero en poco tiempo acabo cediendo ante la suave y blanda cama. No tuvo tiempo de nada.

Tema finalizado. Athena obtiene 3 puntos de experiencia.