Alas rotas, mundo destruido

Habia pasado, habia llegado. Pero el mundo no era como se veia normalmente. Frio, hacia mucho frio y las alas no cubrian, solo sangraban llenando la nieve de gotas negras. Era de noche, y habia caido allí, en un lugar apartado, lejos de todo. Pegaba a la nieve, no podia controlar aquel sentimiento de culpabilidad y fracaso. Ningun angel habia fallado como yo. Pero esos humanos...malditos desgraciados. Si no hubiese cuidado aninguno nada habria pasado.
Intente ponerme de pie, pero el peso de aquella masa llena de plumas me desequilibraba. Tenia la espada, podia cortarlas. Desacerme de ellas. Habia visto humanos cortarse miembros por no morir. Pero esas alas no eran brazos, era mi unica manera de volver si lograban fncionar y ser libres. Decidica comencé a andar agatas, intentando levantarme de vez en cuando. Pero el peso con la armadura era mas de lo normal.Nunca me habia pesado tanto. Quizas me habian quitado alguna cualidad especial. o simplemente en el cielo todo pesaba menos, incluso la culpa.
Miré la luna y las estreyas, cayendo de espaldas sobre la nieve. Esperando ver a algun viejo amigo. Pero solo habia oscuridad y estrellas. Agarré un poco las alas,intentando extenderlas para cubrirme unpoco con ellas. Mis dientes castañeaban y tiritaba por culpa de aquella fria noche. Entonces me parecio ver una luz a un lado de una de mis alas. Quizas una fogata, quizas una ciudad. No veia bien, hacia mucho aire y la oscuridad no ayudaba. Avance un poco hacia ella, sin saber si era mi imaginacion o una luz de verdad. ¿la puerta a casa?
-¿Isaias?¿eres tu hermano?

Las montañas heladas vieron perturbada su pacifica existencia al caer un astro del cielo, pero esta vez no fue un cometa ni una estrella, sino algo de origen divino, tanto como el ser de un ángel. Las llegadas de estos seres no son bien recordadas por algunas criaturas del mundo, en especial las mas antiguas de todas, que mantienen vigilado el ancho y basto continente, a la espera de sucesos como el que acaba de ocurrir horas minutos atrás.

Alertados, algunos de ellos se han puesto en movimiento, de prisa, no guardándose recursos y utilizando todos y cada uno de ellos para acercarse a dicho lugar y tener una idea clara de lo que esta pasando. Los pinos verdes pintados de blanco son testigos de como los copos de nieve caen sobre la piel de la criatura recién llegada al mundo, pero no por vez primera, aunque posiblemente, por vez primera sienta el sufrimiento físico y el frió calarle hasta los huesos.

Cerca de ella se escucha el aullido de lobos, y otros aullidos que jamas ha escuchado en su existencia, pero lo que mas la alerta en esos momentos es el ruido de pisadas sobre la nieve, pesadas y profundas, seguras y poderosas acercándose hacia donde ella se encuentra, rodeada de montaña, pinos y nieve. Ante su pregunta ella no recibió respuesta, aunque esta claro que algo esta cerca de ella, y mas lejos, mas cosas se acercan, las cuales es imposible saber que origen tienen ni cuales son sus intenciones para con ella.

No recibi respuesta.Mas bien algo me alerto. Lobos, criaturas del demonio y pasos, pasos sin respuesta.¿que clase de ser no respondia a una pregunta tan simple? No podian venir con bondad si venian de esas maneras. Me levanté irguiendome con mi armadura y alcé la espada noblemente, intentando intimidar a aquello que se estuviese acercando. aunque lograban oirse mas pisadas a lo lejos, o voces o gritos. Pero el grito extraño que se escucho me dejo extrañada.Conocia a miles de criaturas,pero aquello estaba fuera de mi conocimiento. Alzandome sin querer dar ni un paso por miedo a perder el equilibrio mire a mi alrededor esperando por una batalla.
-Siii, si no me dices quien eres usare mi espada ser sin nombre.Ser sin voz.

Los aullidos se escucharon mas fuerte, mas cercanos, así como también las pisadas sobre la nieve. Las nubes en el cielo comenzaron a tapar la luz de la luna y de esa forma comenzó a mermar la iluminación en los alrededores, solo un par de estrellas distantes en el cielo tiritan y ayudan a ubicarse en esa área fría y distante. Pero esa luz fue suficiente para que ella tras hablar a las sombras pudiera distinguir una silueta entre las sombras, aunque no por mucho, esa silueta toma forma y desaparece entre la oscuridad, se necesita de mas luz para poder darle a esas sombras una figura real. Lentamente las nubes fueron pasando gracias a los fríos vientos nórdicos, y la luz de la luna ilumino las cercanías de ese lugar, dejando ver por unos breves instantes aquella criatura que esta rodeada de pinos, roca y sombras.


Una criatura tan oscura como la misma noche que la rodea esta allí, a apenas unos metros frente a ella, imponente, armada completamente de acero negro. Debe estar cerca de los dos metros de altura. Usa armadura completa, escudo y espada larga de una mano, la cual muestra el correr de la sangre bajo su filo, sangre que cae lentamente a la nieve, manchando de rojo el blanco puro de la misma. Deja ver algo de ropa bajo y por encima de esa armadura, por lo que se puede saber que aquello que esta dentro de la misma necesita al menos vestirse y abrigarse.

-Pareces mas inofensivo de lo que creí en un comienzo-Se escucho el hablar desde dentro de la armadura, una voz profunda y gélida como esa noche helada que la encuentra desamparada, quien sabe donde, ni que hora ni que día ha sido arrojada al mundo cruel nuevamente.

La poca luz me impedia verlo con claridad. PEro en poco tiempo la luna lo ilumino, dejando ver una armadura oscura y una espada ensangrentada. ¿que era aquella sensacion? Los angeles no teniamos miedo. Pero aquella figura imponia mas que yo. Y su voz...fria y profunda dejaba ver que seguramente sabia por que estaba alli mejor que yo. Apoyandome en la espada para no caer le mire a traves del casco. Sintiendome algo mas pequeña a su lado y la sangre caer por mi espalda, llenando las alas y el suelo de rojo, ahora que podia verde mejor. PEro lo que dijo me dejo con la duda.
-¿creiste en un comienzo? Nadie pidio tu opinion. Maldita sea. Si solo vienes a opinar es mejor que te marches por donde viniste. No necesito mas opiniones. Largo
Dije algo molesta, pero sin bajar la guardia.Ese hombre con armafura parecia saber luchar. Y eso era peligroso.

La armura negra que dentro contiene quien sabe que se mantuvo tan tiesa como si fuera una parte mas de ese bosque montañoso. Pero su respiración puede escucharse, y el vapor caliente sale lentamente desde su casco, desde cerca de la quijada protegida por aquel acero negro.

-Pocos son los celestiales con los que merece la pena entablar una conversación, como Tyrael hay uno en un millón, mejor dejarte aquí tirada a tu suerte, seguro los huargo y los oso lechuza gustaran de tu carne. -Se volteo y la capa roja por fuera y dorada por dentro ondulo, brillante gracias a los pedacitos de cristal que se formaron en la tela por el frió.-Y que quede claro, que si por mera casualidad llegases a sobrevivir para causar problemas, te partiré en dos, y después en cuatro, y luego en ocho pedazos-Tras la amenaza comenzó a caminar, y tras el, desde sus costados surgieron dos lobos enormes, feroces y hambrientos, apretando los dientes evitaron acercarse al caballero negro, con miedo de el, pero eso no evito que buscasen alimento en esa criatura que parece débil, el olor de su sangre los atrae y les hace desear probarla.


Mas lobos enormes iban llegando, mientras los aullidos se multiplican por montones.

Le escuche hablar, y nombrar a Tyrael. No podia ser posible.¿acaso habia entablado conversación con el? Fui a hablar, a preguntar,pero siguio hablando sin darme tiempo a reaccionar. Mis muecas de dolor no podian verse pero estar en aquella posicion y visto desde fuera podia verse como me tambaleaba con la espada en la mano. La blandí mirando a los lobos, viendo mi final cerca. Podia luchcar bien, pero sin volar...¿como se suponia que se luchaba sin volar?
-¡¡¡ESPERA!!!¿hablaste con Tyrael ?¿lo conoceS?
Quizas si lo conocia era alguien de fiar

El caballero de negra armadura y gélido corazón le dio la espalda al ángel detrás de el, mientras los huargo la rodean y le ladran, esta solo piensa en las palabras de ese caballero y en su posible conexión con el arcángel Tyrael. Giro un poco la cabeza para mirar en dirección al ángel por encima de su hombro, la ve tambalearse, como si fuera la burla de un guerrero un guerrero borracho, pero no, lo que ve es un guerrero malherido y confundido. Los ojos anaranjados casi rojos de aquella criatura se cruzaron con los del ángel, sin mostrarle compasión ni ningún otro sentimiento benigno hacia ella.

-¿Entablar conversación? Yo he luchado a su lado, hemos sangrado juntos en nombre del Puño de hierro, hemos traído destrucción a nuestros infernales enemigos, liberado a los débiles de la influencia del tirano, a diferencia de ustedes, todo oro y luz, que solo saben de hablar y exigir-Su voz mostró un terrible desprecio, así como también un creciente odio. Giro y se volvió hacia ella, un aura oscuro comenzó a emanar desde esa armadura, tanto así que ni la luz de la luna pudo penetrarla. Camino hacia ella, hundiéndose en la nieve, mientras esa terrible oscuridad comenzó a reptar y a crecer en gran medida, tanto así que los lobos chillaron y huyeron a toda prisa en dirección contraria a ese guerrero que porta la muerte dentro de su ser. La oscuridad creciente toco la piel del ángel y paso tras ella, para llegar a sus huesos, haciendo que se congelasen de inmediato. Como si fueran tentáculos oscuros esa oscuridad fue subiendo a través de su cuerpo, pasando por sus piernas, sus muslos, su vientre, llegando hasta su pecho, tocando el corazón y atorándose en su garganta, haciendo que le sea difícil respirar. Para cuando reacciono lo tuvo frente a ella, la espada se le cayo de las manos, y el la mira desde una posición mas elevada, como si fuera ella una cría y el un gigante. No se ve atisbo de luz alguno, ni luna ni estrellas, tampoco la nieve, montaña ni nada, todo es una completa, helada y profunda oscuridad.

-¿Te crees mucho? ¿Acaso el nacer en los cielos te hace mejor que los demás mujer?-Su voz se torno maligna y retorcida, mas gélida que las aguas de un rió congelado, como si fuera uno de esos demonios del inframundo de los que ha oído tantas veces de boca de otros ángeles de mayor antigüedad y rango que ella.

Era extraño, no tenia oportunidades de vencer pero estaba dispuesta a luchar contra esos lobos aunque muriese en el intento de matarlos. No les quitaba la vista de encima hasta que el portador de la armadura negra me miro respondiendo a mi pregunta. Si, habia escuchado esas historias de Puño de Hierro, pero Tyrael solia hablar poco de ello. Quizas demasiado poco. Vi sus ojos anaranjados y gire la cabeza a los lobos de nuevo.
-La verdad..él no me habló de tí.
Dije esperando mas respuestas. Algo de fé y un poco de entendimiento. PEro entonces algo raro paso, todo se volvio oscuro, eliminando completamente la luz de alrededor y haciendo a los lobos huir. Una oscuridad que atraveso la armadura y comenzó a provocarme panico. Pasaba por mi cuerpo helandome los huesos, hasta llegar al corazon. Sin poder evitarlo deje caer la espada y cai de rodillas perdiendo completamente el equilibrio, dejando que aquel miedo y angustia nublara mi mente.¿quien habria podido evitar algo asi?. Él hablo d enuevo, con una voz mas horrible que la anterior.Al buscarle ví a un gigante, fuerte y poderoso, o eso parecia, por que la oscuridad era tan densa que apenas veia nada. Pocas veces veia tanta oscuridad. ¿acaso era un demonio? PEro Tyrael...no habia visto a demonios..o..¿y si no dijese mucho por aliarse con demonios?.No, él no haria tal cosa.Demasiado noble. Pense mientras miraba a la oscuridad, sabiendo que aquel viaje habia sido el final para mi, al igual que el de aquel chico humano. El miedo me petrificaba el cuerpo, pero logre decir unas palabras.
-Aaa.....ee... to....-tartamudee algo miedosa hasta que logre sacar el valos para responderle.-No me creo nada, soy el mayor fracaso de angel que pudo existir en el cielo. Si Tyrael me viese posiblemente me mataria el mismo. Pero nacemos para hacer cosas mejores, aunque yo no me incluya en ese grupo. Los que nacen en el cielo son mejores que muchos humanos. Y si no te gusta lo que pienso...por lo menos lucha noblemente. Con tu espada contra la mia. Morire igualmente, pero por lo menos morire como debo hacerlo. No por culpa de alguien que atemoriza y nubla la mente... y no lucha como debe de hacerse.
Desconoci totalmente donde saque la valentia para decir aquello en aquel momento, pero saber que la muerte va a venir antes o despues ayuda a superar el miedo, o por lo menos en una parte. Si, seria eso. La muerte me perseguia desde aquel dia, antes o despues, por lo menos pedir como hacerlo, aunque deseaba vivir, esa esperanza estaba muy perdida en mi alma. Quizas una pequeña luz de esperanza, que algun viejo amigo me ayudase, pero despues de lo ocurrido en mi tierra, probeblemente nadie quisiera ayudar a una desterrada.

Las sombras estaban por doquier, como si el mundo hubiera perdido la luz y el mañana, de aquella forma la voz del ángel se perdió en la oscuridad, como si no hubiera un sitio donde pudiese llegar.

-Esa es la diferencia entre seres como nosotros y de vos, nosotros no hablamos, hacemos-El guerrero negro ya no tenia el arma ni la armadura en las manos, pero con las manos libres, le sujeto del cuello, como si una tenaza estuviera rompiendo un duro cascaron, aunque esas tenazas queman la carne como el frió hielo quema la piel.-Posiblemente seas un fracaso, pero los otros en el cielo lo son mas, por esas razones es probable que Tyrael los dejo, para no ser un perdedor como ustedes-La arrojo hacia atrás, haciéndola caer de espaldas en la fría nieve, que al lado del toque de ese sujeto el frió de la nieve es algo acogedor.-Vivirás, para ver que los humanos son mejores que ustedes, y entonces, entonces sera divertido ver colisionar tus ideales y tu fe-Las sombras comenzaron a disiparse, regresando al cuerpo de esa criatura, del lugar de donde emanaron, hacia allí volvieron.

Me estremeci ante la oscuridad, mirando al cielo, o donde se suponia que estaba. PEro mi mirada volvia al desconocido, que esta vez habló. Despues de hacerlo agarro mi cuello, extrangulandome. Agarré esas manos usando mi fuerza para apartarlas de mi y poder respirar, pero aquellas manos me quemaban. SEguia hablando, criticando a lo sangeles, y me empujo, haciendo que cayese de espaldas completamente. Caida sobre la nieve me quede, notando ese frio de la nieve mas protector que el aire de los alrededores. Incluso acojedora. Tenia miedo de esas manosy esas sombras, nunca habia visto algo asi, aunque en teoria toda tu vida te preparaban para luchar contra ello. Las sombras se disiparon poco a poco, volviendo al cuerpo de aquel ser extraño. Y diciendo que me dejaria vivir, pero simplemente por diversion por ver como actuaba en aquel mundo. Como todos, angeles o humanos. Parecia qe todos querian verme sufrir en este mundo y en el otro. Le mire desde el suelo tiritando de frio y una parte de miedo.
-¿qué...eres?

El ángel en sus manos no valía de nada, una muerte mes, el fin de una vida y un sufrimiento, ni mas ni eso. Misericordia es algo que solo muestra a aquellos que lo merecen, y ese ángel no esta entre esos beneficiados. Sus ojos rojizos observaron a esa criatura sobre el suelo, escuchando su penosa voz, tan penosa como su vida misma.

-Soy un caballero juramentado, a las ordenes de Sir Logan D’Nebuchadnezzar, señor del sur del Puño de hierro.- Con mucho orgullo el caballero le respondió, mostrando su valía y la de su señor. Aunque fue una presentación a medias, ya que si bien le dijo lo que es y a quien sirve, en ningún momento ese caballero negro ha dicho su nombre. Se quedo observando, a aquella criatura que al parecer cayo del cielo, preguntándose si debe llevársela consigo ante su señor o simplemente dejarla allí.

Le escuche decir una parte de lo que habia preguntado. No podia creerlo, asi que era de Puño de hierro.¿estaria cerca tal ciudad? Ahora ya me sentia mas tranquila algo mas lejos del peligro. Lo justo para agarrar mi espada. y retirarme el casco. Entonces lo mire mejor y sonrei. No me habia matado en aquel momento, ya no lo haria. La cuestion era si me ayudaria o no.
-Bueno.. el caso es...Sabes tan bien como muchos, que un angel no se encuentra tan facilmente. Y bueno, un angel Paladin ya es un punto a favor. Tambien se que podias haberme matado.¿piensas ayudarme? o dejarme despues de haber perdido tu tiempo conmigo?
Dije levantandome de nuevo.

El caballero negro observo al ángel sacarse el casco, ya sabia por su silueta que era una mujer, pero cuando se saco el casco, se digno a contemplar su belleza, pensando, que hace décadas, un siglo, el fue tan bello como ella, y tan puro. Tras unos momento de silencio donde la ángel rompió el manto de silencio para hablarle directamente al caballero, este hizo un paso adelante, hacia ella.

-No es fácil encontrar un ángel, puesto que les gusta perder el tiempo en su cielo, criticando a los demás mientras otros trabajan día a día, lo se muy bien. Sir Logan no me ha enviado a matarte, bueno, no uso exactamente esas palabras. ¿Que haces aquí en el Bosque Helado? Quiero saber como llegaste y porque-No hacia falta decir que no fue una casualidad ese encuentro, pero de todas formas el caballero negro dejo claro que lo habían enviado a encontrar lo que sea que cayo en medio del bosque.

Cundo hablo de trabajo no tuve mas remedio que cabrearme.¿trabajar? Los humanos no hacian nada. Y lo que hacian era todo por caprichos. Yo habia trabajado mucho para proteger a un humano. Mas que ningun otro angel. Era verdad que habia angeles que no hacian nada. Pero eso no iva conmigo. ¿quien diria que por trabajar tanto acabaria asi?Pero espere a que acabara. Escuchando lo que dijo y Sir Logan. Al parecer me habian tirado sin mas, o nadie me habria visto, como se desprecia una cascara de platano una vez que es inservible. Pero habia angeles en lo sque confiaba, razon por la que deseaba volver.
-¿que hago aqui?...quizas morir congelada o comida por los lobos, o para ser asesinada por un siervo de Sir Logan.
Respondi molesta por que el no habia respondido antes exactamente a m i pregunta. PEro despues cambie de idea, era tan simple como decirle la verdad. Quizas demasiado simple.
-La verdad...no lo se, no se ninguna de esas respuestas. Y por lo que dices de que sabian que estaba aqui...supongo que llegué...cayendome del cielo. Y hablando de eso...¿que fue exactamente lo que te mandó Sir Logan para conmigo?

Aquella criatura parece mas perdida que un cachorro de perro sobre un bote, al parecer la han expulsado del cielo, o algo similar, lo que sea que la arrojo al mundo mortal lo hizo con violencia y sin ninguna clase de afecto.

-Pues te sale bastante bastante bien, tienes carne para los lobos, tu figura podría ser una bonita estatua de cristal, e incluso fácilmente asesinable. Buen trabajo-Con ironía, siendo franco y cruel aquel caballero de la noche confirma las palabras del ángel.-Según Sir Logan y algunos de sus allegados algo cayo del cielo, de origen celestial, por lo que se me envió aquí a verificar esa información. No todos los ángeles son bienvenidos aquí, muchos han destrozado ciudades y asesinado mas personas que los años que han vivido en su vida. No todos los ángeles son buenos ¿O acaso tengo que recordartelo?-Ciertamente las palabras son duras y crueles, pero no parece ese guerrero estar mintiendo, el tono de su voz en tan claro como el color blanco de la nieve, igual de gélido y amigable.

Habia ido a caer en el lugar mas odiado del mundo al parecer, ¿acaso los grandes habian querido matarme? Nunca habia entendido a ese grupo, pero ahora estaba ahi, resistiendo y demostrandoles que estaba viva. Y que dejasen de jugar conmigo. Mi destino escuchandolo asi no habia ido mal del todo. La cuestion era cuanto tiempo llevaba en aquella montaña. Acababa de despertar ahora, pero el tiempo mortal era relativo. Escuche al caballero hablar explicando todo y despejando una parte de mis dudas. Cosa que no me dolio mucho, cierto era aquello, pero no dejaria que se metiese con mi tierra.
-Seguramente esas personas se merecian una leccion. ¿o acaso los humanos son solo buenos?Por que creo que tambien los hay malos, y mucho mas malos que los angeles. El caso, yo no vine a destruir nada, no que yo sepa. Pero mirame.¿me ves capaz de matar en estas condicioneS? Y si mato en algun momento a un humano, sera por que se lo merece. Para ti, que seguro seras uno de ellos, son seres magnificos. Para mi...directamente indiferentes. Aunque no me importaria matar a ninguno. Todos peones en un juego de dioses. No les espera nada. Y los que tienen algo de futuro ya les protegen angeles.
Respondi molesta. No me gustaba que hablasen asi de los angeles. Y si eran malos...lo eran en poca medida. O eran desterrados...PEro no, yo no era mala, simplemente fracasada. cuando volviese les demostraria lo que habia cambiado y lo que habia aprendido de mis errores. Siempre se perdonaba, aun que habian olvidarse de darme otra oportunidad.Claro que el asunto habia sido serio. volviendo de mis pensamientos le mire.
-No pienso matar a nadie que no se lo gane...Los odio, pero son indispensables

El hombre bajo el acero se hecho a reír, la criatura frente a el se creía una especie de filosofa o algo así, hablando de males y de ángeles, de los humanos y otras cosas mas, tanto que le causo gracia lo que a sus ojos es ignorancia pura.

-Humano, alguna vez lo fui, ahora, seguro que nadie podría asegurar que soy- Dijo en tono resignado, aceptando lo que perdió y lo que es hoy por hoy. Aun con su tono de resignación, se mostró imponente, como si en esa resignación no hubiera duda ni temor alguno. Envaino su espada y guardo su escudo, para con sus manos libres quitarse el casco y tomarlo con ambas manos. Al sacarse el casco dejo ver su rostro, de finos rasgos, con cabellos que oscilan entre el lila y el color gris, como si le estuvieran salieron canas y sus cabellos lilas se estuviesen destiñendo de a poco.


La observo con unos ojos rojizos, como si fueran casi naranjas oscuros, los mismos brillan en las sombras, casi tanto como pequeñas estrellas. Los mismos al igual que sus cabellos cada tanto parecían lilas, pero rápidamente se tornaban rojizos nuevamente.

-No me gusta ver la vida como un juego, se nota que jamas lloraste a nadie, de haberlo hecho, no tomarías la vida como un juego. Luego se hacen victimas, mintiéndose a si mismos, tanto que algunos de ustedes se creen sus propias mentiras... Patético-Tras esas palabras se dio la media vuelta y comenzó a caminar, con la luz de la luna a sus espaldas, como si le estuviera siguiendo a través de su camino.

Note su risa mofandose de mis palabras. Realmente ciertas. PEro eso apenas importaba. Habia sido humano, alguna vez. Cosa extraña, auqneu cuando se quito el casco no lo parecia. Demasiado...extraño para ser humano. Pelo lila o ojos anaranjados. LA verdad era un especimen a estudiar. Pero lo que mas demostro que no era del todo humano era esa cara. Era mas bello que un humano cualquiera, ni marcas, ni arrugas, ni cicatrices. Casi como los angeles que conocia. Realmente sospechoso. PEro le segui escuchando aun mas molesta. aun asi no queria pelearme mas. ¿perder mi tiempo con un humano? o algo que fue humano? Bastante habia perdido ya con otros humanos.
Al ver que su pelo cambio y comenzo a andar no tuve mas remedio que levantarme usando la espada como baston y balancearme como un borracho a cada paso que daba. Pero siguiendole, si no salia de aquel lugar posiblemente aquellos lobos volverian.
-Que haya hecho en mi vida o que piense de ella no es asunto tuyo. Por lo que no pienses que es patetico.
Respondi mirando al suelo y clavando la espada para no caerme hacia delante. Luego la saque y avancé otro paso mas.

-No es asunto mio, pero bien que me sigues como un perrito faldero-Respondió el caballero oscuro con el casco bajo el brazo, ya no se oyen aullidos de ningún tipo, como si toda la vida en el bosque hubiese huido ante su presencia.

-Y sera mejor que aprendas, que cuando alguien superior a ti habla, te callas la boca, si quisiera escuchar los gemidos patéticos de una mujer tu, en vez de estar aquí contigo me hubiese ido a un cabaret-Con su clásico tono seco y frió, completamente falto de sentimiento camino y camino, dejando las marcas de sus botas profundo en la nieve. A la hora de caminar los arboles cesaron en numero, y las montañas se vieron un poco mas alejadas, se empezaron a ver caminos, poco cuidados pero al menos marcados por pasos varios, tanto de criaturas humanoides como de bestias, tal vez caballos o mulas. Al sur de allí, a lo lejos, se ven pequeños brillos sobre la oscuridad, y humo, probablemente sean las luces de alguna ciudad y aldea, el humo por supuesto seria de las chimeneas encendidas para alejar el frió de aquella región.

Aquello heria mis sentiminetos. compararme con un perro faldero. Era un angel, no un perro. Luego siguio siendo borde y mostrando su desacuerdo de que fuese con el, o simplemente de oir mi voz. No me merecia aquello, cuando pudiera le daria una leccion que no olvidaria.
-¿superior a mi? Cuando encuentre a alguien superior quizas me calle.
Dije simplemente demostrando mi oposición a sus palabras. PEro aun asi me callé, algo intimidada por hablar mas de la cuenta y volver a ver aquello que tanto miedo me habia provocado. Vi como andaba y andaba, alejandose poco a poco. Pero no lograba perderlo de vista.Aunque si lo hubiese perdido dejaba huellas faciles de seguir. Le seguiria hasta llegar a una ciudad y ser bien recibida. Los angeles solian ser un buen presagio para mucha gente y darian lo que fuese por entablar conversación conmigo. Finalmente llegamos a un camino donde a lo lejos podia verse humo. Perfecto. Iria al sur.
-Bueno, ya me despido.
Dije avanzando hacia el pueblo. Tambaleandome pero sin dar mucha importancia al hombre de la armadura que quizas podiaseguir el mismo camino. Pero dejando claro que ya no necesitaba guias.

El caballero negro siguió andando, bajando la colina, siguiendo el camino que las personas normalmente utilizan para llegar al bosque y las montañas si les era necesario. Al parecer no escucho a la mujer tras el ya que nunca detuvo su marcha, no volteo a mirarla ni le contesto, como si ella no existiera para el. Poco a poco desapareció entre las sombras, como si las mismas se lo hubiesen tragado en un profundo abismo. El cielo ahora parece mas despejado y las estrellas mas brillantes, como si la vida misma tomara su brillo habitual ahora que esa oscura criatura se ha marchado.

El camino mas claro y mas seguro parece ser ir hacia el sur, ya que al este y al oeste para esparcirse el bosque de un lado a otro. Bajando la colina pudo notar casa de piedra, algunas pocas de madera, pero la mayoría es de piedra maciza, casa mas bajas de lo habitual, pero en todas se ve una chimenea, aunque no se ven luces dentro, ya que posiblemente a esas horas de la noche estén durmiendo. A lo lejos se ve lo que parecen guardias, mas bajo de lo normal, pero sus armas, sus armas parecen enormes como la de cualquier guardia de una ciudad, posiblemente mandobles o hachas de dos manos es lo que llevan a la espalda. La tierra bajo sus pies yace húmeda, y mezclada con la nieve se hace una pasta parecida al barro, mas pegajosa, pero que también seca mas rápido. Al rato ese frió la hizo estornudar, ahora que esta en el mundo mortal esta atada a sus reglas, por lo que enfermera, pasara hambre y morirá como cualquier otra criatura mortal que camine por la tierra.

Estaba decidida, me iria a aquella ciudad. Pero extrañamente sin decir nada aquel guerrero desaparecio de mi vista, sin mas. Entonces segui andando dirigiendome a l aciudad. Una vez alli vi las casas, y el suelo, aquel barro odioso me complicaba andar. La espada se escurria y las alas arrastraban barro por donde pasaban. Al final vi unos guardias al fondo y me dirigi hacia ellos con l acabeza bien alta. Entonces estornudé, ¿estaba ya resfriada? Era una sensacion extraña, pero apenas sentia nada. Ande hasta los guardias y les sonrei.
-Buenas noches caballeros. ¿podrian ayudarme?
Me aprobecharia un poco de la hospitalidad humana.

Al llegar a unos pasos de los guardias noto que son mas bajos que ella, estarían por el metro cuarenta d estatura, pero sus brazos y su torso son mucho mas anchos que el de ella, y mas anchos que el de la mayoría de criaturas que ha visto en su vida. Abundante barba negra les cubre el rostro, así como también abundantes cabellos enmarañados le cubren la cabeza. De gran nariz y ojos pequeños esos guardias la miran con desconfianza, con rostro duro. Llevan chaleco de cuero y capas de oso a la espalda sujetas por los hombros. Los pantalones son de cuero grueso, así como las botas, que protegen muy bien del frió de toda esa región. Uno de ellos hizo un gesto osco con una de sus manos, dejando saber que no le agrada lo que ve.

-Depende de que ayuda necesites, somos guardias, no estamos para hacer favores, y menos a criaturas como tu ¿Que eres mujer? Esas alas, no son humanas-Los enanos suelen ser oscos, rudos y tercos, puede que el ángel no los conozca mucho, pero aprenderá rápido que la bondad y favores no se obtienen a cada paso que uno da.

Aquellos guardias eranextraños, bajitos y barbudos. con cara de pocos amigos. Mire a uno de ellos , aquel que m e pregunto y sonrei amablemente.
-¿criaturas como yo? Creo que nunca visteis un angel. Somos una raza muy bien valorada.Y..solo deseraria un lugar donde descansar y quitar este frio de mi cuerpo. No siento los dedos y creo que enfermé por culpa del frio.
No tenia ganas de argumentar mucho mas. Queria ir a casa de alguien ya, deseaba descansar y limpiarme de sangre y barro. Estaba completamente agotada, necesitaba llegar a ser lo que era. Alomejor con reposo mis alas se curasen o mi cuerpo fuese mas fuerte. Quizas aquello era una prueba y cuando despertara estaria entre hermanos.Pero mientras espere larespuesta