A por mi nuevo juguete (Ezequiel Dequa)

Tal y como estuvo previsto se realizó una reunión del consejo real en presencia del rey del oeste de Asbru, la razón es muy importante, como toda razón que reúne a los hombres y mujeres más cercanos a la corona, decidir los nuevos títulos de la nobleza, quien asciende, quien desciende, y quien se une por primera vez a la casta noble de esa región. Hace pocas semanas atrás se dieron los títulos militares, logros heroicos, y como no se hacía hace mucho tiempo algunos de esos títulos fue para gente ajena a la corona y a sus círculos, muchos de esos honores se los otorgaron a viajeros extranjeros que acudieron en ayuda del oeste de Asbru en su hora más crítica.
La reunión comenzó cerca del mediodía, y muchos nombres y sus hechos se escucharon en la mesa del rey, cada uno con muchos méritos, pocas falencias, tan pocas que se mencionaron, no se ocultan las faltas de dichas personas ya que se considera que errar no excluye a un buen candidato, nadie es perfecto, pero de todas maneras, no otorgaran nada que no sea bien merecido.  El nombre que causo más revuelo fue el de Risty Keikode, mencionada por los labios de Lans, repudiada por otros. Pero el príncipe fue más astuto, y saco a relucir lo mejor de la súcubo y la justicia y honor de los presentes quienes no pudieron objetar mucho más tiempo el no otorgarle el título de Lady. De ese modo se llamó a los bendecidos de ese día, y tras una leve y gallarda ceremonia se les tomo juramente de lealtad a la corona, y posteriormente se les fue entregado a cada quien el título que le corresponde.

Por la tarde ya todos liberados de sus asuntos el príncipe Lans fue hacia las mazmorras del castillo, allí tendría una charla con Efreet y Ezequiel, y si Risty se encuentra allí con ella también.

Estando en las mazmorras escucho de los guardias que Risty ya se encontraba en el lugar, y confirmo al príncipe que las condiciones de la celda de las prisioneras fue mejorada para que sea más calidad, así como la comida fue más abundante y de calidad. Sonrie el príncipe por la noticia y desciende a las mazmorras, se dirige bien vestido hacia donde deberían estar las mujeres reunidas, y allí las encontró.

Spoiler:

Las ropas de Lans son claramente muy diferentes a las que suele portar, como se trató de una ocasión especial se vistió de modo propicio, como todo un príncipe. Reverencia a las mujeres y luego se dirige a ellas con gesto y palabras por igual.

-Saludos jóvenes, asumo que ya saben lo de Lady Risty, por lo cual he venido a ser testigo. Ezequiel Dequa, juraras lealtad a Lady Risty, tu señora en mi presencia, el príncipe del oeste de Asbru y futuro soberano de esta nación tal y como fue acordado.-Incluso la voz de Lans esta cambiada, su hablar es poderoso y solemne, no parece estar preocupado por nada ni tampoco duda o siente rencor, es simplemente un porte seguro y educado, con mucha autoridad.