Tu nuevo hogar

La gran nación del Puño de Hierro sin duda es sorprendente, uno de los pueblos más grandes y con mayor historia del mundo entero es el que recorre Milo de una punta a la otra después de meses de viaje. El pueblo está dividido en dos, las fuerzas leales al nuevo soberano Dantew y las fuerzas que siguen lealmente al antiguo protector de la princesa y hombre de confianza del difunto rey, Sir Logan, esas son las dos fuerzas principales de un reino partido a la mitad por pura avaricia, no por necesidad.

Es sumamente extraño como de la noche a la mañana el verde territorio con cielos azulados y nublosos de la región se convierten en cielos brumosos y en terreno nevado, en especial no estando en época invernal. En un abrir y cerrar de ojos la temperatura bajo unos grados pero no con brutalidad, de hecho para haber una nevada debería de hacer más frio, pero allí no se hielan los huesos, de hecho parece reconfortando el hecho de que nieve constantemente.  Lejos en la noche se escucharon aullidos de lobos, muy lejos, posiblemente estén aullando a la luna o preparándose para una caza. Aves nocturnas ejercen su vuelo bajo entre árboles y piedras que de a ratos se vuelven en altura pronunciada volviéndose el territorio de a ratos algo más rocoso que en la dirección norte. Una gran cantidad de ciprés y pinos atravesó Athena y sus protectores  antes de retomar nuevamente un territorio llano de pura nieve y oscuridad, para tiempo después alcanzar a visualizar una luz movediza, luces de fuego, llamas, antorchas para ser más exactos. Se encamino esperanzado hacia dicha luz descubriendo con el tiempo una poderosa y aterradora fortaleza, enorme de ancho y alto, fuertemente custodiada por todos sus frentes. Gárgolas de piedra oscura inmóviles y tenebrosas observan desde lo alto lo que sucede por cielo y por tierra,  haciendo aún más tenebroso el ambiente helado y nocturno de dicho sitio.

Spoiler:

No paso mucho para que los soldados del castillo visualicen a la comitiva que se acerca a ellos a paso seguro, van abriendo las puertas ante su llegada y los saludan con buenos ánimos una vez los tienen a unos pocos metros de ellos.

-Bienvenidos, el Master los reguarde y agracie, pudieron volver todos a salvo y con una joven dama acompañada.-Extienden sus saludos también a Athena mientras les abren paso al interior de la mayor fortaleza del territorio sur del Puño de Hierro. El grupo responde bien a los soldados y presentan a Athena como a alguien de importancia, luego de ello se adentran al castillo donde pocas antorchas se ven en la oscuridad, no esta muy iluminado dicho lugar pero parece ser que a ellos les va bien así ocultando la fortaleza de enemigos y visitantes indeseados.

Las primeras horas de viaje habían sido de asombro para Athena ya que no recordaba la última vez que había visto tierra fuera de aquella ciudad. La asombraron los campos verdes sobre todo, incluso el cielo abierto, pudiendo ver muchísimo mejor el mundo que la rodeaba. Pero poco a poco el cansancio se apoderaba de ella. Las noches en la ciudad las había pasado escondida y apenas sin poder dormir por sus propios miedos, pesadillas y nervios. Por ello en aquel momento decidió dar cabezadas apoyándose en Lockthar. Las suficientes cabezadas para no soñar ni caerse del caballo.

Y así fue el viaje para ella, viendo el tiempo pasar entre  un paisaje que veia y la deslumbraba. No tardó en cambiar el paisaje, y volverse misterioso y frio, siendo algo totalmente nuevo para ella. Se pudo la capucha de nuevo preocupada por si ese frio sería o no peligroso, aunque no helaba los huesos como el invierno en la ciudad. Era más húmedo y reconfortante incluso pensó en dejarse caer sobre esa manta blanca y fria. Para ella todo aquello era increíble. Pero decidió no apartarse del grupo cuando escuchó animales salvajes por su alrededor.

El camino se hacía cada vez mas oscuro y algo  mas rocoso, para finalmente ser totalmente llano y cubierto de nieve. Athena miraba al cielo de la noche y a ese manto frio, viendo como el mundo se dividia en blanco y negro, facilmente distinguible, aunque en unas pocas horas todo, incluso el manto blanco sería engullido por la oscuridad de la noche. Poco tiempo después detectó unas luces moverse en la noche, las que acabaron siendo antorchas puestas en una pared infinita en esa oscuridad. Al acercarse mas Athena logró ver unos muros bien custodiados, quedando asombrada y dando por echo que era un castillo, aunque nunca había visto ninguno, siempre se los había imaginado asi.

Cuando llegaron allí les abrieron las puertas rapidamente y saludaron a los recien llegados. Athena saludo igualmente algo timida por ver tantos desconocidos en un momento, pero se alegro de que la recibieran a ella igual que a los demás. Cuando estuvieron cerca de los soldados, estos les dieron la bienvenida, llamando a Athena dama, algo  que aun le resultaba extraño. Siempre había sido tratada como una herramienta, sin respeto ni opinión. Y en apenas unos días todos la llamaban dama y Athena. No les diría sus demas nombres a ellos, prefería ser simplemente Athena o dama, no quería ser ni amapola ni escarlata nunca más. Y tal como la habían explicado ahora empezaría una vida nueva donde era libre.
-Gracias por la bienvenida.
Respondió Athena viendo como la presentaban como a alguien importante. Eso la hizo pensar que ya habían llegado a su destino. Entraron al castillo viendo un camino casi sin iluminar, estando Athena totalmente fuera de sí. Apenas pudo imaginarse en un principio que la llevarían a un castillo para empezar de nuevo.
-¿de verdad este va a ser mi hogar de ahora en adelante? ¿un castillo?
Athena apenas podía creerselo. Pasar de ser una esclava en una habitación atrapada a un castillo. Su sonrisa se iba haciendo mas grande a cada segundo y miraba a su alrededor esperando ver algo mas en aquella oscuridad de lo que iluminaban las antorchas.
-Es...maravilloso.
Dijo sin mas sin saber como explicar todo lo que sentía. Deseando que aquello no fuera un mal truco ni una ilusión provocada por el cansancio. Entonces se agarro bien al caballo viendo hacia donde se dirigían y miro hacia sus compañeros contenta.
-¿os había dicho ya que sois increibles?¿y que os quiero? No, no os quiero; os adoro. ¿lo había dicho ya? Debería remarcarlo mas y gritarlo, todo el mundo debería saberlo.
Abrazo feliz a Lockthar para soltarla apenas en unos segundos y mirar a los demas. Ya no quería hablarles con educación, si no como a amigos, dejando las formas de lado para ellos y disfrutando de cada segundo. Athena iba a agradecerles todo en condiciones cuando pudieran descansar tranquilos. Para ella se merecían el cielo y más. La habían demostrado que el mundo era muy diferente a como ella lo conocía y habían cambiado su vida para mejor.

El viaje hacia las tierras del sur del  Puño de Hierro duro varios días, más de una semana donde recorrieron mucho terreno verde y en parte rocoso, grandes y largas colinas muy verdes donde cada tanto tiempo se pueden ver restos de viejas batallas, carretas destrozadas, algún que otro yelmo o espada que ya es inútil corroído con el pasar de los años golpeado el hierro por las lluvias, el viento  y la tierra. Pero esa visión quedo atrás, ahora es otra la visión de Athena, un lugar fuerte y sólido, grande y lúgubre al tener tan poca luz en sus alrededores así como en el patio interior del castillo.

-Este es tu nuevo hogar Athena, aunque bueno, tal vez más adelante te lleven a otro sitio, pero esas cosas solo las saben Sir Logan y Setsuna, solo ellos manejan la información más importante en lo referente a los Ancient  Blood, ya sabes, por protección.-La dama que cabalga con ella detrás es quien responde a la pregunta de la chica, cuál será el futuro de Athena eso es algo que ni ella ni los otros hombres saben. Aunque lo que digan duda mucho la dama a caballo saque de su felicidad a Athena, es toda sonrisas y agradecimiento por estar ahora en un lugar mejor donde vivir y ser protegida, incluso querida. Acaricia las manos de la chica cuando esta abraza a su compañera mientras Kurono es el primero en bajar del caballo e ir directo hacia el caballo donde están las mujeres y tomar a Athena de la cintura, como si ella fuera de papel se la sube al hombro y empieza a caminar con rumbo a la entrada principal del castillo.

-Nosotros nos llevaremos bien Athena, quizás hasta te cases conmigo JAJAJA-Ya hace planes ese sujeto joven de cabellos rubios y cuerpo fuerte,  sujeto que se le está insinuando y declarando todo el rato, tanto así que Lockthar ha dejado de regañarlo, siempre y cuando no se pase de la raya lo dejara expresarse,  después de todo a la chica no parece molestarle la actitud de Kurono así que no se meterá en medio de ellos.  Ahora puede notar Athena que el suelo del lugar es bastante fértil, fértil y hermoso, parece más el jardín de una mansión que de un castillo en sí, en especial de uno que está en guerra y con constantes nevadas. No hay allí dentro muchos soldados, por lo visto los únicos soldados que hay por allí son los de la entrada y los de las torres, de hecho no se ve mucho por allí, no hay animales, tampoco otras gentes, esta todo bastante oscuro con pocas antorchas para iluminar el camino. Se ve que hay pocos caminos que se recorren, algunas partes no tienen tanta nieve al ser recorridos diariamente por las personas del castillo una y otra vez. Sforsa se despide del grupo y tras desmontar se pierde en las sombras, el asesino serial no tiene intenciones de hacer de niñera más tiempo del necesario, no es su cometido ni su fin. Kurono en cambio parece contento de mostrarle a Athena su nuevo hogar o al menos el patio del mismo por lo que la lleva a dar un mini tour por los alrededores, viéndose allí un jardín, una casa a la derecha de piedra que parece ser un refugio y más lejos una especie de almacén, seguramente se guarden allí herramientas o provisiones.

El lugar, apenas visible ya había enamorado a Athena, a quien cualquier cosa era mejor que su habitación donde apenas dormía unas horas. El camino había quedado atras y la ciudad muy lejos. Eso la dejaba bastante tranquila y al ver que estaría en un castillo con guardias la daba muchisima seguridad. Tras sus comentarios felices y alegras la mujer que se encontraba con ella hablo. Athena comprendió con el tiempo y el actuar de aquellas personas que la habían salvado por ser de una raza a la que llamaban Ancient Blood.

-Si, me parece correcto que controlen mi protección pero... vosotros vendreis conmigo?

Pregunto con curiosidad. Quizas por ser los primeros que conocía fuera de su esclavitud eran a los que mas aprecio tenía. A esos cuatro, sobre todo a la chica y al rubio que eran con los que Athena parecía hacer buena conexión. Los otros dos, eran mas callados pero sabía que bajo esa fachada había gente increible. Ademas aquella pequeña muestra de afecto de Lockthar reconforto de buena manera a Athena, feliz de tenerla de compañera. Al parar, Kurono fue el primero en bajar del caballo y entonces agarro a Athena como si no pesara nada y se la subió encima con una gran fuerza. Athena se sorprendió y volvio a reir a sus comentarios. Pero para desgracia de ese hombre Athena solo había oido malos comentarios de los casamientos, quedando para ella bien claro que como mejor se vivía era siendo soltera. Sin embargo le gustaba ver a Kurono feliz y gritando sus ideas. Posiblemente Athena no tardaría en preguntarle si le gustaba Lockthar, algo que para ella le resultaba bonito.
-Seguro que si jejeje
Dijo refiriéndose a lo primero pero, siendo felizmente interpretable por Kurono para ambas cosas. Estaba feliz con ese grupo de gente, complacida y alegre. Podía ver el suelo como si fuese un jardín, todo bien cuidado y aquel lugar parecia ser solo para ellos ya que nadie se veia por los alrededores. Entonces vio como Sforsa se marchaba y agito la mano como despedida mientras seguia en los hombros del hombre rubio y gracioso del grupo. No podía quejarse, estaba viendo todo el lugar gracias a su nuevo amigo, quien le fue enseñando el almacen, el refugio y un jardin. Era un lugar con muchas cosas que descubrir y cuando hubiera mas luz Athena estaba decidida a salir a investigar mejor. En cierto momento del tour Athena movió los pies mientras peinaba un poco el pelo de Kurono.
-Kurono...¿me puedes quitar mas grilletes?Quiero verlo otra vez.
Preguntó mientras una de sus manos señalaba los grilletes de los pies. No era solo por comodidad, si no mas alla de todo eso. Tambien por ver como lograba romperlos usando las manos. Quizas ella algún día pudiera hacer algo asi. La ultima vez habia roto cadenas. Luego miró a su alrededor encantada y a su espalda, esperando que en algun momento llegara Setsuna, tenia cierta curiosidad por ese hombre y como a los que estaban con ella cierto aprecio.

Una nueva pregunta de la chica recién liberada llega a sus rescatadores, aunque estos saben bien que no irán con ella, sería raro que sus caminos se crucen fuera del castillo.  

-No lo haremos, pero habrá otras personas contigo, dudo mucho que Sir Logan pueda prescindir de nosotros dejándonos esa tarea, y dudo que Shinomori-San lo apruebe.-Es la dama del grupo la que responde a su pregunta antes de Kurono se la lleve por ahí a dar unas vueltas por el patio interior del castillo. La mujer desmonto y quedo mirando de lejos, un soldado se llevó los caballos que quedaron sin sus jinetes mientras los gritos del rubio se escuchan por todo ese silencioso lugar feliz de que Athena acepte sus sentimientos “amorosos”. Entre las idas y vueltas por los alrededores del lugar la chica le pidió a su acompañante que le quitase los grilletes que faltan, lo delos pies, las ultimas muestras de la esclavitud que posee Athena en su cuerpo al menos de manera visible y material.

-¡Por supuesto! Déjamelo a mí, lamento no haberlo hecho antes, estaba pensando en otras cosas y se me ha pasado de largo, ten cuidado, agárrate bien de mí para no caerte.-Muy animado Kurono acepta la petición de Athena sin ninguna queja, llevando sus manos a los pies de la chica sobre sus hombros. Le toma uno de los pies con cuidado, el derecho con una de sus manos y se los acaricia muy amable, posa su otra mano sobre el grillete observándolo fijo algo molesto y luego empieza a hacer presión sobre el mismo desde los costados. En nada el hierro cedió y se quebró en varias zonas hasta reventó debido a la enorme presión sobre el mismo-Ahí está Athena, uno menos, ahora solo te queda el otro.-Con los mismos ánimos ahora tomo el grillete del otro pie e hizo lo mismo que en el anterior, lo acaricio, presiono y el hierro cedió liberando así los delgados y claros pies de la chica que hace algún tiempo aún era una esclava.- ¡Listo! Ahora eres una chica libre en todo sentido, ya nos podemos casar jajaja-Y finalmente quedo libre de toda atadura la chica, bueno, el hombre junto a ella quiere ponerle otras ataduras más espirituales, la de la unión del matrimonio, algo que no parece tan terrible como unos grilletes.

El tiempo paso y para cuando se dieran cuenta ya estaban solos, y Kurono bajo con cuidado a Athena de sus hombros para dejarle caminar por sus propios medios. La nieve sigue cayendo lentamente y sin embargo no hace tanto frio como debería, aunque si el suficiente como para hacer temblar a alguien que no está acostumbrada a ella como lo es Athena. Un poco más lejos de allí se escucha hablar a los soldados, por lo visto le están dando la bienvenida a alguien aunque no se puede escuchar que dicen exactamente al respecto. Con la oscuridad del lugar no se puede ver desde allí quien es el recién o los recién llegados, aunque apuestan más por lo individual no haber ninguna clase de conversación o ruidos que delaten el deambular de un grupo de personas por el lugar.

-Más gente en el castillo, que raro tantas visitas aquí, pero bueno, eso no nos importa a nosotros ¿No Athena?-No sabe lo que dice ese hombre y es algo normal, porque no tiene ni idea de quienes o de quien está ingresando en el castillo de Sir Logan en esos momentos, el está más interesado en Athena y en lograr conquistar su corazón.

-Ya eres libre Athena, vamos, salta, grita haz algo, puedes hacer lo que quieras ahora, eres libre.-Le anime el rubio a que la chica se exprese y actué como quiera, después de todo ahora es un alma libre, porque así nacen las almas, libres y sin más ataduras que las que las une a su cuerpo huésped.

Una primera noticia de Lockthar hizo entristecer un poco a Athena, algo que comprendía perfectamente, pero aun asi le costaba aceptar. Ella era libre y podía estar donde quisiera con quien quisiera, pero debía ser cauta y aceptar los traslados si eran para mantenerla a salvo. Ellos, por el contrario tenían su vida allí y no podían abandonar su vida solo por acompañarme. Ademas quedarse sola era algo a lo que estaba acostumbrada, por ello lo acepto sin problemas.
-Pues en caso de que nuestros caminos se separen os deseo la mejor suerte del mundo. Sois increibles...
Dijo con una sonrisa amigable y sincera, tomándoselo como algo normal que tenía que aceptar.  Sin embargo poco duro la tristeza en su cara ya que era el mejor día de su vida, o la mejor semana de su vida. Sobre todo en los hombros de Kurono que no paraba de hacerla reír con sus palabras y gritos. Cuando le pidió que le quitara los grilletes ella obedeció y se agarro fuerte a sus hombros, viendo como rompía uno de los grilletes con mas atención. y como acariciaba el pie en el proceso, algo curioso para ella. Luego el segundo. Por mucho que lo veía no podía encontrarle truco ni clave. Simplemente fuerza, una fuerza que a ella la quedaba mucho por mejorar. Sin embargo le alegro ver que se podía llegar a ese limite. Quizás para liberar a muchos mas como ella o para destrozar los muros de Puño de hierro con un simple golpe de puño. Ella no tardo en mover los pies libres, disfrutando de sentir el aire en los tobillos algo ennegrecidos y delgados. Cuando los vio libres bajo la cabeza y dio un beso en el moflete de Kurono muy agradecida. Pero antes de llegar a decir gracias Kurono habló y grito de nuevo entre risas. Athena sin poder evitarlo se echo a reír con el muy animada.
-Jajajaja Si, ahora soy libre jeje. Pero...dejame un poquito de libertad antes de casarnos jajaja.

Dijo entre risas feliz y contenta, apenas sabía que significaba casarse, pero de todas formas estaba bien con Kurono, aunque según decían los hombres que había conocido siempre decian que el casarse era una especie de esclavitud.. Quizás cuando fuera algo mas mayor y conociera mejor el mundo si estaría dispuesta a casarse con aquel hombre tan especial que tanto la hacia reir. Eso si el la esperaba lo suficiente ya que Athena conocía bastante bien a los hombres  que criticaban a sus esposas y a escondidas se iban con otras.

No tardaron en quedarse solos mientras Kurono le enseñaba todo lo que podían por los alrededores, luego la bajo al suelo, notando ella el frío del suelo y la nieve bajo sus pies descalzos. Incluso en algunos momentos notaba un aire frío que la hacia tiritar. No estaba acostumbrada al frío y eso podía notarse. Unas voces llamaron su atención no lejos de allí. Alguien mas había llegado y Athena se preguntaba si sería Setsuna. Pero fue sacada de sus pensamientos con el comentario de Kurono. Le miro extrañada y sonrio.
-No, A no ser que vengan a verme a mi, a la nueva y libre Athena jejeje.
Respondió la chica alzando la cabeza  como si fuera una noble estirada y volviendo su atención a Kurono, dejando de lado a los que acababan de llegar. Pero cuando Kurono volvió a hablar Athena se quedo en el sitio mirándole extrañada. Ahora que era libre apenas sabía cuantas cosas podía llegar a hacer. Sin embargo, algo en sus venas la movía mas allá de lo que podía recordar y las palabras del joven la dieron aun mas fuerzas. Se separó de el y se situó en medio de la plaza mirando al cielo de la noche. Cogió aire y gritó con fuerza.
-¡¡¡¡¡¡¡¡¡Wiuuuuuuujuuuu, sooooooy libreeeee. Chupate esa maldito Puño de hierro!!!! ¡¡¡¡¡¡el mundo es miooooooo y puedo hacer lo que quieraaa!!!!¡¡¡Jodeteeeee cabrooooon!!!
Porfín podía decir lo que sentía de verdad y mostrarse tal como era, sin florituras con todo el mundo
Grito hasta quedarse sin el aire guardado, y después  miro la nieve del suelo, notando como cada vez tiritaba mas. Entonces tuvo una idea, y la mejor forma de calentar siempre era moviéndose más. . Luego se dejo caer sobre la nieve y rodó sobre ella. Tenía frío, pero le daba igual, era cómoda y mullida, totalmente diferente a lo que había visto hasta aquel momento. Incluso la resultaba mas blanda que ninguna cama que hubiera probado, y ese frio era un frío reconfortante.  Luego la saboreó curiosa para después escupir e intentar dar otro uso a esa capa blanca que cubria el suelo. Finalmente, creo una especie de proyectil redondo, el cual no tardo en lanzar a Kurono apuntando a la cara.
-jajajaja. Es genial, pero esta malisima. Prueba un poco tu tambien jajajaja. Toma mas.
Luego siguió lanzando tres bolas mas esperando que tampoco le molestara mucho. Sin saber como se lo tomaría. Pero el se lo había dicho, que fuera libre, y una de las primeras cosas que sentía y debía hacer era lanzar bolas de nieve. Quizas no salía mucho del tema de la lucha, pero no luchaba por su vida ni por otros, simplemente por divertirse.

La separación del grupo para el grupo en si no será por mucho tiempo, esos tres suelen ir juntos a muchos lados, la separación solo será de Athena, aunque tal vez no tan definitiva, la vida es larga y llena de sorpresas, podrían coincidir en cualquier momento sin previo aviso. Pero esa tristeza quedo de lado al ser al fin una mujer sin grilletes sobre su cuerpo, y luego vino el beso que hizo saltar al rubio de la alegría, como si hubiera ganado riquezas ilimitadas o algo similar.

-¡Guuuuaaaayyy! Este es uno de los mejores de mi vida.-Y así de feliz como esta abrazo a Athena sin más con una fuerza abrumadora.-No digo que será el mejor, porque ese será cuando algún día nos casemos.-Vuelve con lo mismo, algo recurrente en el.-Ya verás que soy más que músculos y una cara bonita.-Nadie se lo ha dicho nunca, pero siempre suele decir cosas como esas.-Ah, lo siento-La libera de su abrazo.-No soy una persona posesiva, por si di esa impresión.- Se defiende por las dudas ya que no quiere arruinar ese bello y alegre momento con la joven a la cual ve cada minuto más bella y con mejores ojos.
Escuchando a Athena se dio cuenta de que se le había olvidado de que si es más que probable de que vengan a verla a ella, el comandante podría desear verla, el propio Setsuna si llega también. Se llevó una mano a la cara cerrando los ojos y entonces hablo.

-Que olvidadizo, es obvio que querrán venir a verte, no creo que Setsuna tarde mucho en llegar, y el comandante y otras personas con títulos de seguro querrán saber de ti, recuerda que eres importante.-No entiende mucho de esas cosas Kurono, pero si Setsuna se movió especial y exclusivamente para salvarla entonces es seguro que es alguien de importancia, y no solo eso, el propio Sir Logan envió gente a acompañar a Setsuna, a gente bien preparada para que fallara en su misión de traer a la chica con él al castillo.
Se sintió muy bien Kurono al ver como Athena se descargó gritando a todo pulmón, su felicidad por ser libre es evidente, parece que nunca hubiera sabido lo que es ser libre realmente, y los modales de la chica parecen los de una salvaje, eso le gusta mucho ya que él también es muy impulsivo.

-Jajaja, muy bien, así se hace Athena.-Observa como la chica tras gritar rueda por la nieve como si fuera un animalito recién liberado de su cautiverio, algo que en parte lo enternece y le hace pensar que a veces su trabajo trae consigo cosas buenas como esas.-Eso no se come, bueno, si estás muy desesperado si pero no es para eso.-Se cubre el rostro cuando le arroja la nieve, y muy sonriente toma algo de nieve en las manos y se la arroja a la pelirosa en respuesta a su “agresión”.- Si quieres guerra entonces te daré guerra.-Responde arrojando varias bolas de nieve contra la chica, la mayoría logra darle y muchas otras simplemente caen en el suelo. Parecen dos adolescentes, menos que eso aun casi críos, pero es bueno disfrutar cada vez que se pueda, Kurono lo sabe muy bien pues no se la ha visto del todo fácil hace mucho tiempo atrás.[/font][/color]

Toda la tristeza por la clara separación del grupo fue rápidamente asumida por Athena. Y lo acepto rápido. En su vida solo una persona se habia quedado día tras dia con ella y eso no significaba nada bueno. De echo, había visto hombres que a pesar de su aspecto habían sido mucho mas especiales y amables que su amo. Esa gente apenas duraba en su vida pero aveces dejaban bonitos recuerdos. Al igual que ese grupo de tres héroes a los que acababa de conocer. Para ella eran héroes de verdad, y aun que se separara de ellos los llevaría en el corazón. Pero si algo sabía de todo aquello era que aprovechar cada segundo era vital, por ello cuando el rubio grito feliz por su beso se dejo abrazar llena de alegría. Aunque le resultase difícil respirar, simplemente le escucho gritar de felicidad. Ya cuando la soltó pidiendo perdón le miro con una dulce sonrisa mientras respiraba profundamente recuperando aire.

-jejeje, hasta hace unos segundos he pesado que solo eras musculos jejeje, pero ahora puedo ver la cara bonita. Si eres mas que eso, espero no morir la proxima vez que me abraces  jejeje.

Respondió a su pregunta entre risas e intentando seguir siendo su amiga. Al parecer se llevaban bastante bien. Aunque se separaran tampoco pensaba Athena que las cosas fueran a cambiar mucho. Y ahora, ya no pensaba tanto que Kurono estuviera enamorado de Lockthar ni que todo lo que decía fuese de broma. Había cosas que decia con el alma, pero siempre se expresaba gritando. Entonces el cambió de tema, hablando sobre otras tares que atender en un futuro. Cosas que Athena aun le costaba imaginar siquiera.

-Parece mentira que un día, sin mas...de no ser nadie acabe siendo alguien importante solo por ser de una raza diferente.  Es...dificil entenderlo. Y tampoco se muy bien como comportarme ante ellos. No creo que sea tan fácil como contigo. Pero lo intentare

Athena acabó gritando y lanzándose a la nieve simplemente por instinto. Algo simple, sobre todo cuando se dio cuenta de  que el frio de la nieve la aliviaba el dolor de las muñecas y los tobillos, los que aunque estaban libres, seguían doliendo. Luego descubrió otra utilidad a la nieve y ,tras ver que no se podía comer, incluso tras el aviso del rubio, acabo lanzándoselas y usándolas de proyectiles. Luego se rio cuando Kurono tras cubrirse ataco con las bolas de nieve tambien, declarando una guerra entre ambos. Athena comenzo cubriéndose entre risas y resistiendo los primeros bolazos, para despues intentar esquivar la mayoria de los golpes. Finalmente, un pie mal puesto sobre la nieve la hizó resbalar y caer de espaldas sobre la nieve dandose un buen golpe. sin embargo empezó a reirse. Había corrido y luchado mucho en el coliseo y jamas se había caido. Pero ahora, había comprobado como con la nieve no se podia mover igual y aquella caída lo había demostrado.
-Acabo de descubrir que la nieve resbala y de una manera muy patosa jejeje.
Se reincorporo sentándose en el suelo lentamente y entre risas, calmada y sin prisas para despues mirar a Kurono como siempre con una sonrisa.
-Y...¿tu sabes a donde me van a llevar? ¿ o que hay que hacer cuando te vuelves importante para los demas?...
Pregunto mas relajada y pensando en lo que la preocupaba un poco, esperando que su compañero le diera la respuesta.

Fue una alegría para el rubio saber que Athena no estaba enojada con el después del abrazo, acciones impulsivas como esas le han valido anteriormente insultos y bofetadas de todo tipo, algo doloroso y vergonzoso cada cual a su modo. Volvió a sonreír al notar que la linda chica a pesar de ser delgada es muy resistente, no se quejo para nada, solo se preocupo en recuperar aire y en sonreír manteniendo así al rubio muy feliz, mas y mas a medida que lo hace quedar cada vez mejor.

-Me alegro mucho de que seas muy resistente Athena, de ese modo no me tengo que preocupar por contener mis emociones-Dio un salto al finalizar sus palabras muy entusiasmado, no conoce mucho de historias de amor pero si pudiera decir algo diría que ella y el son tal para cual. Comprendió en parte las palabras de la chica, eso que quiso decir, pues no puede entender del todo algo que nunca le ha ocurrido en vida. En lo referente a su pregunta él lo pensó un poco antes de responder, no quiere decir cosas erradas lo cual lo obliga a pensar antes de hablar.

-Algo increíble, porque tú eres increíble Athena, y de seguro te enviaran con gente tan increíble como tú, los de tu raza. De esa gente conozco a algunos, así que es más que seguro que vivan todos juntos en algún lugar difícil de encontrar.-Eso es lo que puede decirle ese hombre sobre los Sangre Antigua y lo que suelen hacer con ellos, pero lo de cómo comportarse de eso si que no tiene ni idea.-Solo se tu misma, no se me ocurre nada mejor que eso.-Sabio consejo, muy común pero no por eso menos efectivo.
Tras una mínima guerra de lanzarse nieve la chica cayó al suelo al resbalarse sobre el suelo húmedo y resbaladizo, Kurono ríe con ella y concuerda en que la nieve es un elemento que complica bastante la movilidad.

-Es difícil moverse en la nieve, ya sea porque resbala o porque es muy blanda y te hundes en ella. -Se acerca a Athena para ofrecerle su mano abierta, desea ayudar a levantarla además de poder tocar la mano de la chica que tanto le gusta.-No sé cómo serán esas personas, pero supongo que solo debes ser tu misma, de seguro que les encanta ver lo bella y libre que eres.-No sabe bien cómo explicar ese asunto, así que trata de ponérselo lo más simple posible sin complicar a nadie.-Creo que mucha gente que quiere cosas buenas para ti ira a conocerte, no creo Setsuna permita que cualquiera se te acerque, es algo…Como decirlo, no sé cómo explicarlo bien…Sobreprotector con ustedes los Sangre Antigua, un poco extremo.-Hubiera sido más fácil para ir decir que es una persona obsesiva al grado de la enfermedad pero no quiere asustar a su amiga/novia. Hizo bien en elegir cuidadosamente sus palabras, se podría haber arrepentido de lo que dijo de un modo casi instantáneo.

Athena estaba feliz de estar acompañada por Kurono, era claramente con el que mejor se llevaba. Aveces no sabía si hablaba en serio o de mentira, pero en cierto modo era todo un reto averiguarlo. Ademas que poco a poco comenzaba a entenderle, mas aun con tanta muestra espontanea de sentimientos. Algo a lo que no estaba acostumbrada, pero que solia hacer ella misma cuando estaba feliz. Y eso le mostraba a una persona buena y con buen corazon.

-Es que...aunque no lo parezca soy muy fuerte.

Dijo orgullosa mientras cogia el aire que la faltaba. Mientras pensaba en su fortaleza, sin saber si era algo bueno o malo. Era una herramienta para ganar combates y ganas apuestas, pero tras ver la sonrisa de Kurono comenzaba a pensar que podía servir para cosas mas honestas y buenas. Incluso para poder estar mejor con el rubio. Luego él respondió a su pregunta con sinceridad, diciendola que fuera ella misma y que era increible. Ella sonrio aunque sus ojos mostraban algo de pena. Si bien habia dicho que la llevarian con mas gente de su raza, tambien habían dicho que estaría en un lugar dificil de encontrar, eso posiblemente significaba que no volvería a ver a Kurono. Pero no solo a él, si no...a mas gente, el mundo...No quería volver a estar encerrada en un lugar desconocido solo por permanecer a salvo. Dejar de ser esclava para ser alguien especial, tan especial que no podría ver a nadie conocido o alomejor salir libremente. Ella no quería eso. Sin embargo no dijo nada en aquel momento y salió corriendo para gritar y lanzar bolas de nieve a Kurono. Tras una guerra de bolas algo corta ambos acabaron riendo y Athena acepto la mano de Kurono sin problema ninguno, levantandose del suelo y sacudiéndose la nieve despues. No pudo evitar sonrojarse un poco por la manera que había dicho aquello ultimo, llamandola bella y libre. Tras aquello le miro sin cortarse, decidida y calmada, sabiendo de sobra que quería ahora que era libre.

-Bueno...si quieren que valla con los demas por ser especial iré. Pero si me liberaron para ser libre y no quiero quedarme alli por cualquier motivo, no me quedaré. Me da igual mi seguridad si acabo igual de esclava que donde estaba. Asi que... supongo que vendre a visitarte.

-¿que que? Ahora que estas a salvo vas a irte con el primero que encuentras? Mirale, si tuviera cuerpo le reventaba la cara. ¿viste como te toco? ¿donde se ha visto? Primero el abrazo y luego te coge de la mano¿que vendrá despues?
Allí aparecía el fantasma de siempre, molestando.

-Deja a la niña ya, ella me prometió que encontraría a mi nieto hace mas de un mes. Siempre tienes que meterte en medio, contarla historias de engaños y quitarla tiempo a la pobre. Ademas, no es un mal partido el rubio.

Y para colmo una abuela tambien pedía mi ayuda, fastidiandome entre los dos un bonito momento de tranquilidad. Una abuela que me guiñó un ojo mientras hablaba sobre Kurono. Era imposible centrarse asi.

-Cayese vieja, nadie pidió su opinion.

Y de nuevo allí los veia, detras de Kurono a una mujer mayor, vieja y arrugada con cara sonriente y a aquel pesado que siempre intentaba molestarle insistiendo en que era su hermano. Era extraño ya que los espiritus que habían aparecido diciendo que ella era su hermana, con el tiempo, acababan viendola mejor y marchandose, viendo claramente que no era su hermana. Pero ese fantasma insistia sin parar, mientras contaba historias epicas sobre un padre asesinado por traición. Ella siempre suponia lo mismo, aquella chica a la que buscaba debía parecerse mucho a ella, pero posiblemente iria con armadura y espada buscando venganza. Fue entonces cuando sacudió la cabeza intentando ignorar una pelea continua de dos fantasmas para centrarse en Kurono, quien le hablaba de Setsuna.

-Ni se como es fisicamente, y ya se que es sobreprotector. jejeje. Aunque reconozco que es un avance. Bueno...sea como sea seguro es una buena persona. Ademas, seguro que luego tampoco es tan extremo jejeje.
Dije intentando evitar pensar en la pelea que se estaba viendo a un lado de ambos. Quería gritar y mandarles callar, o que se fueran, pero tampoco quería que la tomaran por loca el primer día. De echo, por decir que veia muertos la habian puesto las cadenas como si ppudiera hacer daño a alguien. Y no quería que se repitiese, ni tampoco que Kurono dejara de tratarla tan bien. Se fiaba de él, pero aun asi, aquello era demasiado para cualquiera y bastante había tenido él por hoy.
-Y si me voy y decido quedarme un tiempo...¿tu vendras a verme algún día? Eres amigo de Setsuna, supongo que confiara en tí para decirte donde me encuentro.
Dijo sonriente y algo nerviosa. Estaba invitando a un chico sin mas, y eso era algo diferente para ella. Quizas algo especial, ya que lo había elegido.
-¿enserio?...ten algo de sesos mujer. Ese no ira a buscarte, no cuando se mueva de bar en bar ligándose a las jovencitas inocentes como tu.
Pero esta vez Athena ni lo miro, si no que se quedo esperando una respuesta de Kurono.

Comprende bien el rubio que la pelirosa es sin duda fuerte y que tiene buen aguante, la vida de esclavo no es fácil y menos cuando te crían para combatir, esa es la razón de que alguien tan joven y delgada pudiese aguantar tanto. El simplemente sonrió y mostró su orgullo al saber que su... ¿Prometida? Es tan fuerte y bella, por no decir simpática y atlética.

-Eso es muy bueno Athena, soy de los que cree que de padres fuertes nacen hijos fuertes, de padres lindos hijos lindos, así que podríamos tener hijos fuertes y lindos, todo el paquete en uno jajajaja-Ríe fuerte el mucho desvariando sobre un futuro lejano donde ya tienen descendencia casi perfecta según su pensar. Ella sonríe con su boca pero no con sus ojos, a veces puede notar Kurono que la felicidad de la chica no es completa y eso en verdad le molesta mucho. Al menos ríe con esas palabras de Athena, ella no se rinde en verle aunque acepte el ir a ese refugio especial no desea estar allí todo el rato.

-Si vienes aquí no creo que haya problemas, pero yo rara vez estoy por aquí...Supongo le pediré a Logan que me deje verte lo más seguido posible, y si nos casamos no podrán separarnos, estaremos unidos siempre-Le guiña el ojo a la chica ya que sabe que un matrimonio es difícil de separar por muchas razones.
Tras la pequeña guerra de nieve ella acepto la ayuda de Kurono y se sonrojo ante su toque tan cariñoso y directo, el vio como ella se sonrojo y lo miro haciendo que su corazón se acelere aún más. Se sintió muy feliz de escucharle, tanto así que la volvió a abrazar muy feliz con una fuerza abrumadora.

-¡Gracias por decirlo! ¡Yo no dejare que seamos separados tan fácilmente, lo juro!-A todo pulmón jura Kurono que no dejara que nada en el mundo la aleje de ella tan fácilmente. El abrazo de Kurono se extiende mucho más que antes, estrujando a la menuda jovencita contra su pecho a todo corazón. Se aguantó las ganas de darle un bueno, o de acariciarle más, tiene mucho corazón ese muchacho, así como fuerza de muchos tipos, fuerza física y mucha fuerza de voluntad. Le costó liberarla de su abrazo pero final lo hizo y la miro, aprovechando así para quitarle algunas dudas a su amada.

-Probablemente sea pero de lo que imaginas, pero con ese destino que lleva tampoco se le puede culpar, además no soy quien para cuestionar a nadie.-Ese es el pensamiento de Kurono al respecto, le gustaría decirle que se verán siempre que quieran pero sabe que no será tan sencillo conseguirlo.-No creo que el acceda tan fácilmente, pero nada es imposible en esta vida-Trata de ser positivo al respecto, aunque a veces cuesta más de lo que parece.

Para Athena era muy hermoso ver como la felicidad de ese hombre aumentaba a mas cada segundo. Una felicidad contagiosa, inocente y a la vez bella. Estaba encantada con aquel joven de pelo rubio y fuerza descomunal, incluso con sus abrazos fuertes y cariñosos. Ella había sufrido mucho, bueno y malo, habia visto el actuar de la gente, sus reacciones y sus emociones. Y comparadas con todas ellas aquellos abrazos eran los mas sinceros que había recibido nunca.
-Eres unico Kurono jeje.
Dijo Athena feliz por sus palabras y gestos sin querer decirle nada del tema de pareja y niños. No por que no quisiera, simplemente por seguir escuchandole hablar feliz y alegre por imaginarse una familia unica y especial. Luego le escucho tras haber explicado sus ideas y vio como el estaba de acuerdo, es mas, estaba dispuesto a hablar con el famoso  Logan para poder vernos mas a menudo y sin problemas. Luego Athena se rio al comentario de casarse para que no los separaran. Ella no era una experta en el tema pero tenia la idea de que un matrimonio no cambiaba nada. Por lo menos eso había descubierto estando esclava, sin embargo se rio gracias a Kurono. Tras mucho tiempo de tristeza y soledad porfin encontraba a alguien que solo la hacia reir feliz.
Despues de la guerra de nieve en la que Athena salio mas herida y posteriormente algo sonrojada, ambos se juntaron en un abrazo aun mas fuerte que al anterior. aunque Athena apenas tuvo tiempo de extender los brazos y quedo aprisionada entre los brazos y el pecho de su querido compañero. Fue alli donde empezo a reirse mas aun, mientras sacaba musculo para resistir la fuerza de Kurono y abrir un hueco por donde respirar, pero sin hablar nada, solo riendose y disfrutando de aquel abrazo unico y sincero. Cuando fue liberada empezo a reirse con alguna pausa mientras se retiraba alguna lagrima de la cara, lagrimas causadas por aquel momento de risas y felicidad, junto con un leve dolor de tripa. Un ataque de risa, el primero que podía recordar siempre que quisiera.

-Con esos abrazos ninguna persona tendra la fuerza necesaria para separarnos. jejeje. Asi que cuando lo intenten repetimos, pero la proxima vez dame tiempo y te abrazo yo tambien. No es justo que solo tu hagas fuerza para abrazarme
Respondió Athena sonriente y dejando claro que ella tambien queria usar su fuerza para abrazar a Kurono y no solo para resistir el "abrazo de la muerte". Luego cuando dijo sobre Setsuna Athena miro a otro lado, para ser mas exactos a un fantasma.
-Jeje ¿peor? Se de alguien con quien se podría llevar genial en ese caso. jajaja
-Si,si, haz chistes sobre mi. Pero ya veras como cuando te vallas ese rubito guaperas abrazara a otra.
-Esto...¿que destino tiene?
Pregunto Athena con curiosidad aunque sin saber si podrian o no responderle a la pregunta. Tras aquello le confirmo que podrian intentarlo, pero al parecer Setsuna era bastante restrictivo y por la primera reaccion de Kurono el verse con la ayuda de Setsuna podía ser complicado.
-Seguro que con un abrazo tuyo le convences jajaja¿quien podria resistirse a algo tan genial como eso?
Dije sonriente y calmada. Si les iban a separar tenia muy claro que aprovecharia al maximo ese tiempo.

No es el rubio un experto en saber lo que los demás piensan o sienten, pero está seguro de que Athena es muy feliz estando con él, una felicidad reciproca la cual le pone los pelos de punta y las energías en lo muy alto al punto de estar eufórico. Y ella le dice que es único, así nunca se podrá calmar cuando le dice eso sonriendo todo belleza y alegría. Tiene Kurono a su pensar una diosa a la cual amar, casi podría hacerse creyente si pudiese unirse a ella en cuerpo y alma, aunque su cabeza de momento piensa demasiado y actúa poco.

-¡Yo soy yo! Pero te aseguro que la mejor y única eres tu Athena, la chica de mis sueños.-Lo dijo durante ese fuerte abrazo que cada vez parece más fuerte debido a su emoción, y al soltarla la vio reírse largo y tendido lo cual se le contagio y comenzó a reírse fuerte el también. Esas risas se las fue llevando el viento lejos, en un lugar tan silencioso como ese las voces y risas tan altas parecen casi estruendos y crean ecos en gran cantidad. Luego vinieron lágrimas, se preocupó el joven de cabellos rubios y ya iba a armar un escándalo donde se culparía de todo y pediría perdón, pero las palabras de Athena y su flamante sonrisa no hicieron más que hacerlo gritar de nuevo casi aullando y apretándola de nuevo con sus brazos que poseen la fuerza de un oso.

-YYooo quiero tus abrazooos!-Ese día por lo visto Athena no podrá andar en libertad, es ahora prisionera por así decirlo de la emoción y de los brazos de uno de sus libertadores, del más joven de todos ellos. No entendió al principio la pregunta de la chica en sus brazos, o tal vez no quiso o no pudo entenderlo ya que abrazarla es una sensación gratificante, pero tras poner la mente un poco en orden comprendió lo que ella quiere saber. La mira a la cara y parece que en cualquier momento fuese a darle el beso más grandioso de su vida, pero teniendo las palabras en la boca solo pudo decir.

-No lo sé…Pero no es nada bueno.-No tiene idea si eso conformara a la chica que quiere saber todo lo más rápido posible, pero es todo lo que le puede decir sobre una vida ajena a la de él. No dudo en reírse cuando menciono lo del modo de convencimiento, aunque luego lo negó con la cabeza. -Tu si puedes conseguirlo, por un abrazo de uno de ustedes Setsuna se desvive, puede decirse que ustedes son el único punto débil que tiene.-Se lo puede tomar de dos maneras, como punto débil o punto fuerte, en ese caso Kurono cree que son el punto débil de Setsuna por el modo de actuar que lleva ese sujeto tan solitario y suicida.
Creyó escuchar algo Kurono y miro a los costados, aunque probablemente sea solo su imaginación no pudo evitar sentir un escalofrió el cual supone es producto de la nieve y del clima.

-Creo que deberías usar ropa más acorde al clima o terminaras enferma, y yo terminare muerto.-Es seguro que si algo le pasa a Athena sea lo más mínimo que le suceda harán que lo ejecuten, ya sabe cómo son las cosas por ahí y el modo de actuar de Setsuna, su juicio no acepta ninguna razón que no sea la de su propia persona.

Era uno de los momentos mas felices de la vida de Athena, o por lo menos de lo que podía recordar. Estaba feliz por poder divertirse y sonreir sin miedo ni castigos. Era libre, o por lo menos eso pensaba ella, ya que estar abrazada con Kurono o encantada con el no podía clasificarlo de esclavitud. Es mas, en cierto modo le daba incluso mas libertad, dandola una clara meta en su vida, una que podía elegir a pesar de todo. Por ello se reia mucho con ese rubio encantador, resistiendo a sus abrazos. Pero lo que mas la sorprendió fue aquel alago: "la chica de sus sueños", estaba claro que era un halago muy especial. Pero no pudo evitar pensar en sus pesadillas, sin poder recordar lo que era exactamente un sueño como el que se referia Kurono. Pero eso no importo, ya que las risas y lagrimas salieron de ella como si nunca se lo hubiera pasado tan bien. Finalmente le abrazo con fuerza, mostrando que ella tambien podía mostrar su amor a ese hombre. Juntos se abrazaron y juntos se separaron los dos muy contentos en un principio. Kurono miró a Athena de una manera diferente, una mirada que Athena ya conocia bien, pero siendo libre porfin estaba dispuesta a esquivar todos los besos que pudiera. Pero no como insulto o bordería, si no como muestra de su libertad. Lo tenia todo decidido, huiria de los besos y de los cumplidos, se mostraria fuerte y distante, para cuando el hombre no se lo esperase atacarle por la espalda y besarle de golpe.
Fue por ello que cuando Kurono hablo sin besarla ella sonrió feliz, encantada con aquel hombre maravilloso que la habia salvado. Era como si el supiera todo lo que deseaba Athena, dejandola totalmente libre pero a la vez queriéndola con el. Sin embargo lo que había dicho Kurono no podia pasarse por alto y Athena miro hacia atras, como si Setsuna pudiera aparecer en cualquier momento.
-Ese hombre...ha ayudado a salvarme. ¿ de verdad crees que planea hacer algo malo?...Me resulta complicado poder comprenderlo.

Respondió Athena con las ideas muy claras. Un ser que la habia liberado de los "malos" no podian ser malos. Eran buenos, heroes que hacian grandes cosas. Había matado a algun guardia¿y? Que mas daba? ella tambien lo habria echo, eso era bueno, no malo. Solo justicia. Cuando escucho lo del punto debil de Setsuna se miro calmada para luego observar a Kurono.
- Asi que somos su único punto debil...
Miraba Athena a Kurono con una mirada entre feliz y picara para despues mirarse a las manos ya libres.
-Jeje...podria, pero me resulta imposible. Odio aprobechar los puntos debiles de la gente y menos si son amigos. Pero de todas formas se lo dire, y si no me hace caso huire y me reunire contigo.jeje Si, eso...¿donde te gustaria que nos reuniéramos? Yo solo conozco...lo que ya has visto, pero si nos separaramos solo nosotros sabriamos donde encontrarnos. Un lugar especial.

Ya soñaba Athena con momentos bellos y felices, despues de su cautiverio todo era hermoso y divertido. Tambien sabia que no conocia casi nada del mundo y de que posiblemente se perderia, pero no queria pensar en ello. Incluso le costaba hablar de su amnesia y mas aun aceptarla. Era triste para ella saber que solamente recordaba el lugar donde la tenian retenida y ese castillo. Pero solo importaba la meta, ahora era libre de llegar, aunque diese mil vueltas por el mundo. Ademas si Kurono le enseñaba un lugar especial ella facilmente lo recordaria. Entonces vio como Kurono se mostro extraño mientras miraba a ambos lados, por un comienzo Athena llego a pensar en los fantasmas, pero al ver como él no le daba importancia simplemente tambien lo ignoro y decidio responderle.

-Jeje, claro. Perdoname, nunca he tenido que vestirme con ropas de diferentes climas. ¿donde esta esa ropa?
Athena le miraba sonriente y esperando. Quiere vestirse no por frio si no simplemente por que no echen la bronca a Kurono, despues de todo no se cree que le vallan a matar por que ella se costipe. Luego le miro con culpabilidad y suspiro sin saber si Kurono sabía lo de su problema de memoria.
-Aparte...me gustaría que me dieras consejos. Como tengo amnesia hay gran parte de el mundo y costumbres que no recuerdo y si tengo que hablar con gente importante...no quiero parecer tonta.
Dejo claro Athena que necesita ayuda y confia plenamente en ese hombre para pedirle ayuda. Esperando que el le ayude a cosas tan simples como la ropa o costumbres de esa zona. Incluso maneras de relacionarse con la gente, todo el consejo que el quisiera darla seria bien recibido.

Athena es sin duda el mayor tesoro para Kurono, y aunque ese tesoro quiera ser suyo hay alguien más que lo anhela con vehemencia y locura al grado de la demencia, lo sabe bien ese hombre y está dispuesto a arriesgarse a todo de ser necesario. No se lo dice de un modo tan directo como lo podría hacer a esa chica para no atemorizarla ni preocuparla, acaba de conseguir su libertad y no quiere arruinarle la noche ni sus días venideros como mujer libre. Disfruta ese hombre de mostrarle su amor y de intentar que ella ceda y le deje quererla por completo, aunque la pelirosa no le ha permitido tomarse esos gustos tan íntimos tan rápido, se hace desear y espera sorprenderlo cuando este menos se lo espere, ese será su mayor regalo para ese joven rubio tan sincero.

-Ese ha sido un buen abrazo, pero todavía te falta mucho para dejarme sin aire.-La felicita por su fuerza y le advierte que aún le falta mucha fuerza para poder dejarlo sin aliento.-Pero las chicas lindas como tu pueden dejar sin aliento de un beso, eso es algo que yo no puedo hacer jajaja-Se ríe en voz alta haciendo otro buen cumplido a la Ancient Blood junto a él, a la chica a la quiere claramente conquistar con todo su ser.
Fue algo complicado mencionar lo se Setsuna, no lo toma como alguien bueno, aunque tampoco llega a considerarlo malo si puede asegurar que sus métodos y su modo de vida son muy cuestionables.

-No te preocupes por Setsuna, es seguro que nadie se sacrifica tanto por ustedes como el, solo que su forma de ser, su modo sobreprotector es algo extremo...Todo aquel que no sea un Sangre Antigua lo toma de enemigo o similar...Eso hace que tratar con él sea muy difícil.-Trata de explicarle a Athena un poco de su salvador sin agraviarlo demasiado, algo bastante difícil debido al modo de ser de Setsuna, además de que Kurono no es el más versado en la etiqueta que digamos.-Jajaja, eso quiere decir que eres una chica buena, además de ser la mejor de todas.-Agrega Kurono al comentario de la pelirosa aunque no dijo nada sobre un lugar especial, no quiere problemas con Logan ni con Setsuna, ni tampoco quiere que Athena los tenga con nadie. Señalo hacia el castillo sonriente, y luego intento tomar a la chica de cintura. Su idea es subírsela encima de la cabeza, llevarla cual pájaro como si volara.

-Tu ropa, comida y más están en tu hogar, en el castillo.-La respuesta fue algo obvia, ahora ella no solo ya no es más una esclava, también ha dejado de ser pobre, como un cuento de hadas ha pasado a convertirse en una princesa de la noche a la mañana. -¿Quieres conoces tu hogar por dentro? Sería lo mejor para ti incluso si no sabes mucho de modales y esas cosas.-Anima el rubio fortachón a su chica a ingresar al castillo y a conocerlo por dentro, es tiempo de que se empiece a adaptarse a su nuevo hogar.

Athena abraza a Kurono encantada con el, sonriendo ante las palabras del rubio e incluso pensando si el podía leerle la mente ya que hablo de un beso. Por ello, Athena se puso a pensar en él sonriente y feliz. El podía dejarla sin aire con un abrazo y ella a el con un beso. Asi que se puso a pensar en como acabaria una batalla entre ellos, siendo como final uno cual cuento de hadas, donde los dos acabaran sin aire.  No tardo mucho Athena en volver a sus pensamientos y en mirar a Kurono y al suelo, pensando en que podría hacer para ayudarle con Setsuna. Finalmente le cogio de una mano decidida.
-No te preocupes, yo hablare con Setsuna si es asi. Le explicare y haré que confie en que tu, aunque no seas de nuestra misma sangre eres igual de especial.
Respondía asi Athena a su compañero para darle tranquilidad. Ella se encargaría de hablar con Setsuna, mientras Kurono podía estar tranquilo. Sin embargo Athena no usaría el punto debil de Setsuna y eso lo dejo muy claro, siendo Kurono quien la respondió feliz por la buena persona que era ella. No respondió a lo del lugar especial, pero Athena tampoco insistió, no cuando el la dijo que era la mejor de todas. No habia necesidad de preguntas ni de interrogatorios y menos aun cuando se dejo coger de nuevo con una sonrisa alegre, dejando que se la agarrara para llevarla donde la ropa. Aunque la respuesta la dejo asombrada, tanto que de un movimiento se libero de los brazos de Kurono para mirarle directamente a los ojos llena de alegria.
-¿si...el castillo?¿ el castillo entero..es mi hogar?
Fue un momento de locura y confusion el que sintió Athena, pero no tardo en darse cuenta de lo real que era, mirando a Kurono inquieta y moviendose de un lado a otro sin parar.
-No es...una habitación, ni una invitacion para ver al dueño. ¡¡¡¡ES MI HOGAAAR!!!
Grito Athena como loca para entonces plantarle un beso en los labios a Kurono, tras aquel beso se giro y se puso a saltar para mirar mucho mejor aquel castillo, para verlo con otros ojos.
-Entonces...¿puedo subir a las torres, ir por los pasillos, por las habitaciones, por donde quiera y nadie me dira nada?
Giraba de nuevo y volvia corriendo donde Kurono para mirarle emocionada. Si para un simple campesino aquello era increible, para ella que habia sido esclava era algo insuperable. Cogio la mano de Kurono expectante cuando el pregunto si queria verlo por dentro y asintió con la cabeza para tirar un poco de el ya que le veia muy quieto, luego no pudo evitar hablar realmente contenta.
-Si, si, enseñamelo. Enseñamelo todo. Y...eso significa que con el tema de la ropa te referias a ropas de noble o princesa. ¿no?...quiero probarmelo todo. Quiero verlo todo.Y comer...quiero comer muchisimo, comer hasta reventar. ¡¡¡¡¡¡Es el mejor día de mi vida!!!!. Muchas gracias Kurono.
Athena estaba claramente feliz, tanto que no tenia consciencia de todo lo que hacia o decia. Pero no la importaba, no con tanta felicidad instantanea despues de tantos años sufriendo. ahora porfín era libre y aparte de serlo, viviria en un castillo. Incluso en aquellas circunstancias se olvido de su amnesia y de los fantasmas, solo lo presente era lo realmente importante alli para ella y eso era el castillo y Kurono.

Se vuelven a abrazar el rubio y la pelirosa y se mantienen así muy unidos con calidez y fuerza, la nieve parece derretirse ante tanto sentimiento y calor junto generado por sus cuerpos y sus corazones. A pesar de todo el calor brindado ella se puso algo pensativa, lo noto Kurono al mirarla bien como ella le mira y luego mira al suelo pensado, tomándolo de la mano mientras él ni lento ni perezoso le acaricia la misma amoroso mientras ella habla y le comenta lo que piensa hacer una vez encuentre a Setsuna y tenga tiempo de poder tener una conversación con él.

-Te lo agradezco Athena, pero no creo que vaya a funcionar, creo que en este caso es mejor olvidarlo.-No quiere darle muchas vueltas a ese asunto el peleador de pelo rubio, pero si ella quiere ir no se opondrá ni dirá nada más para no andar perdiendo el tiempo, no vaya a ser que por una estupidez como esa haya una discusión innecesaria. Hizo apenas unos pasos con la chica llevándola sobre su cabeza cuando esta se deshizo de su agarre, o mejor dicho lo insto a hacerlo algo a lo que accedió sin oponer resistencia. Antes de que fuese a preguntar el porqué de ese cambio de decisión ella empezó con sus preguntas y entonces comprendió por qué se soltó de ese modo.

-Si Athena, este es tu hogar ahora, para eso te trajimos-Lo dijo ese hombre como si nada, él está acostumbrado a que cosas increíbles pasen a su alrededor debido a las personas con las que tiene uno que otro vinculo.-Ya te lo dije…Es tu hogar ahora, el dueño y Setsuna te han buscado para darte libertad y un hogar.-Lo dijo riendo al ver como ella se mueve inquieta de un lado para el otro emocionada, y no pudo prever lo que ella estaba por hacer de modo súbito. El beso tal y como él había dicho lo dejo sin aliento, no lo pudo ni responder, y tardo unos momentos en reaccionar y cuando lo hizo lo hizo tan emocionado como la propia Athena a quien tomo en sus brazos y le planto un beso de lleno en los labios con pasión a lo bruto. La tomo de todos los lados que pudo, y al final extrañamente terminaron unidos de las manos, aunque él no lo pensó mucho, simplemente así terminaron y así fue sin darle muchas vueltas al asunto, tratando de decir algo coherente, aunque a su cabeza no se le vino nada hasta pasado un rato.

-Comer, eso es lo de menos, tendrás lo que quieras creo…Como yo, ahora tengo lo que quiero…-Lo dijo animado, pero sabiendo que eso que quiere en verdad no será suyo por voluntad propia, tendrá que pasar por la voluntad de otros que lo más probable es que lo aniquilen. La llevo hacia la entrada principal del castillo lentamente, de repente pareció haberse apagado esa llama de emoción que lo inundo desde el principio, aunque claramente una sonrisa se mantuvo en su rostro todo el rato sin mermar en lo absoluto.

Las grandes puertas se abrieron para ellos, y así se adentraron dentro de aquella imponente fortaleza.

Un extenso corredor finamente adornado los recibió como es allí una costumbre, alfombras y cortinas escarlata y dorado contrastan con los muros de obsidiana. Armaduras de distintas naciones, formatos y épocas descasan como imperecederos centinelas a los lados de corredor. Cuadros y frescos de inmensas dimensiones adornan los muros iluminados en un tenue tono de luz, un cuadro de un dragón rojo parece salirse del muro. Incluso parecía atisbar a los que pasan por el corredor de momentos. Al final del corredor una gran puerta de madera con un blasón en sobre ella concluía parte del recorrido. El blasón esta aguzado en la punta. Compuesto en los colores del corredor Oro y Gules, un fénix plasmado con sus alas abiertas y con la boca abierta mirando hacia la derecha del escudo. La sala donde se encuentran ahora es inmensa, algo sencilla impresionante como suele ser la corte de un rey. A los lados algunas gruesas columnas sostienen la estructura de la habitación, unos pocos bancos están de cada lado dejando en medio de ellos un claro camino que lleva directo al trono de piedra oscura donde un hombre sentado sobre el mismo parece vislumbrar toda la sala por completo.

El rubio comenzaba a dejar las cosas claras en aquel lugar, mostranso a Athena una realidad muy cierta. Ese tal Setsuna, por muchos intentos de athena o de Kurono no se fiaría de el e incluso su querido rubio podría tener problemas. Por ello, al dejarlo él de lado el tema, ella decidio apartarlo tambien. Tampoco quería meterle en problemas. Pero tras aquel momento malo, llegaron las celebraciones y Athena, emocionada se puso a correr, danzar incluso besar. Estaba realmente feliz por estar alli, aunque Kurono se le veia totalmente tranquilo, aclarando que lo había explicado al principio ella seguia igual o mas emocionada.
-Pensaba que me acogerian y me darían una habitacion o algo. No pensaba que todo el castillo fuese mi nuevo hogar, es...increible. Puedo ir alli, y alli y alli tambien, incluso investigar los pasadizos, seguro que tienen pasadizos.
Decia la pelirosa mientras señalaba con impetu cada lugar del castillo. Pero tras aquel beso repentino por la emocion, Kurono tambien parecio emocionarse, aunque antes de ello se petrifico. Su reacción fue tal que tambien pillo a Athena por sorpresa, quedandose algo atontada mientras unia sus manos tras resistir una especie de ataque de cosquillas al ser tomada de varios sitios. No pudo evitar sonreir esta vez con un brillo diferente en los ojos, enlazando aquellas manos. Pero tras aquel momento Kurono hablo de comida y demas, haciendo que Athena se separara y volviera a mirar a su alrededor, pero volviendole a mirar feliz cuando dijo aquellas ultimas palabras, la sque entendio iban dirigidas para ella.

Entonces Athena le siguio, avanzando entre aquellas puertas y paredes, contemplando cada palmo de aquel lugar y asombrandose cada vez mas. Mientras podía ir escuchando las voces de varios fantasmas alli, pero sobre todo de su "hermano" quien no paraba de avisarla y alertarla de que ese lugar era un lugar de traidores y que era increible. Sin embargo siempre la avisaba de que todo era peligroso, quizas tambien demasiado protector. finalmente entraron en una sala bastante importante al pensamiento de Athena, lo que confirmo cuando logró ver un trono con una persona sobre él. Posiblemente el rey de aquel castillo. Al verlo ella no sabía muy bien que hacer, por lo que miro interrogante a Kurono y le susurro por lo bajo.
-Kurono...¿me acerco y me presento o nos vamos y no le molestamos? Parace...concentrado
La pobre Athena, como era de entender no sabía que hacer en aquel momento. Parecia un hombre sabio y muy poderoso el que se encontraba en el trono, y a pesar de ser libre se sentia pequeña delante de un mundo tan desconocido y la gente que habitaba en el. Solo Kurono había mostrado proximidad y cariño hacia ella, pero desconocia como podía ser aquella gente y por lo que podía comprobar...eran altivos y grandiosos.

El cuento de hadas sigue su curso en torno Athena y el castillo del sur del Puño de Hierro, poco y nada sabe ella de que le depara el futuro y ni Kurono puede decirle la verdad sobre un asunto que no conoce del todo. Explica el motivo de su emoción Athena, su pensamiento sobre lo que sucedería con ella al llegar a su destino, pero es evidente que sus expectativas fueron superadas y por mucho.

-Ahora entiendo el porqué de tu emoción y sorpresa, pero recuerda, a pesar de tener este castillo muchas cosas tampoco puedes hacer lo que quieras. Hay mucha gente aquí que aprecia y cuida de este lugar mucho, se merecen respeto.- Lo primero que se le vino a la cabeza es la imagen de Albart y Kurita, dos personas que realmente aprecian mucho ese castillo y lo han tomado como un verdadero hogar haciendo mucho bien para el mismo y mejorando así la calidad de vida de todos aquellos que no solo conviven allí, también mejora la de aquellos que vienen de paso solo por un determinado tiempo.

Tras besos, abrazos, cosquillas y otros toqueteos al rato continuaron avanzando para ingresar al interior del castillo donde en poco tiempo de recorrer un amplio y largo corredor llegaron al salón del trono. Allí los espera el rey con una mirada profunda y bastante seria, puede que eso haya causado en Athena algo de temor y más interrogantes las cuales trata de solucionar preguntando al hombre a su lado quien tiene un trato más común en ese sitio.

-Lo mejor es avanzar y avisarle que estas aquí, después de todo te está esperando.- La toma de la mano y la lleva con él en dirección al trono caminando por sobre la alfombra roja y dorada.-Sir Logan, aquí vuelvo con la persona que nos enviaste a buscar.- Se pone al costado de Athena para que quede bien a la vista de ese hombre.-Ella es Athena, y Setsuna confirmo que es Sangre Antigua.- Aprovecha de presentar a Athena y de dar aviso de que es una Sangre Antigua, esa raza que parece ser tan importante para algunos, y muy odiados por otros pocos.

Spoiler:

El señor de dicho lugar por la visto es bastante alto y corpulento sin llegar a la exageración. Tiene cabellos marrones no muy largos y unos ojos que parecen lava fundida.  Sus ropas son muy elegantes, viste de azul y blanco con algunos adornos de oro blanco. Sus ropas son del estilo ostentoso que usan en las cortes del Puño de Hierro aunque Athena nunca ha visto alguien así.

-Buen trabajo Kurono, ya estoy informado de lo que sucedió, Setsuna ya me ha puesto al tanto de todo.--Mira en dirección a la recién llegada ignorando las preocupaciones del rubio a su mando.- Bienvenida a mi castillo Sangre Antigua, mi nombre es Sir Logan, soy el señor de este castillo, y por razones personales doy protección a los de tu raza. Para que esto pueda hacerse necesito de tu colaboración, si pones tu vida en riesgo innecesariamente entonces no hay mucho que yo pueda hacer.-El rey del castillo le da la bienvenida a la chica y le advierte de que su protección tiene su límite, no ira tras ella cual si fuera un bebe, no desperdiciara recursos de ningún tipo si ella no es merecedora de los mismos.

Athena reía feliz escuchando la voz de Kurono con ella, dejando claro que a pesar de su libertad alli tenia que tener un minimo de respeto por los demas que cuidaban el castillo. Ella asintio encantada, no tenia problema ninguno en respetar a los demás.
-Tranquilo, no voy a molestar a nadie, solamente a disfrutarlo y a apreciarlo.
Dijo Athena calmada y con las ideas muy claras. Quizas mas joven si habria podido liar alguna en aquel lugar, pero con su edad tras unos recuerdos no muy alegres no estaba echa para pensar en fastidiar a los que trabajaban con un buen esfuerzo.

Tras un momento bastante bonito acabaron llegando a una sala enorme donde un hombre de aspecto noble esperaba paciente. Athena se asustó, pero acabo hablando a Kurono temerosa y algo confusa.  Al oir sus palabras se calmo un poco y le siguió cogiéndole la mano con confianza. Acabo entonces delante de aquel noble, viendole claramente y con admiracion mientras Kurono la presentaba. Pero no dijo nada Athena, si no que espero a oir a Sir Logan hablar mientras contemplaba el trono y sus ropas.  Aunque acabo fijandose en sus ojos bastante maravillada.  Mientras empezo a hablar él y Athena sonreia alegre sin perder ni una palabra. Palabras que aceptaria, sabiendo que si ella misma decidia hacer alguna locura seria responsabilidad suya y no de los demas. Tenia ganas de abrazarle como agradecimiento por todo aquello, pero no era el momento ni el lugar, no cuando ese noble parecia no querer entablar mucha amistad con ella. Asi que Athena le miro con una gran sonrisa y cuando acabo decidió hablar.
-Primero..muchisimas gracias por acogerme y haberme ayudado. Gracias a todos vosotros soy libre y...de alguna manera os lo agradecere, os lo prometo. Y si encima estais dispuestos a darme protección....
Ya no podía mas, le costaba hablar de la emocion y nervios que sentia estando alli delante. Quería decir tantas cosas que le era casi imposible no emocionarse.
-Es lo mejor que me ha pasado en mi vida. Claro que pondre de mi parte, es lo minimo que puedo hacer. Ademas que se luchar y no causare problemas. Podria ayudar tambien. Se cocinar, cantar, bailar, hacer magia...No se estarme quieta la verdad...jejeje.
Contaba Athena esperando que su comportamiento fuese digno o por lo menos que con el pudiera caerle bien a ese hombre.

Se sintió mucho más tranquilo y alegre Kurono al notar que la hermosa pelirosa que se adueñó rápido de su corazón acepta el comportarse mientras esté viviendo en ese castillo, menciona con sus palabras que no molestara a nadie del lugar solo disfrutara de vivir allí día a día como si fuera el ultimo.

-Me siento más tranquilo ahora, no quiero que te lleven la bronca de temprano, prefiero que te aprecien y que tú también aprecies a la gente de este lugar. Están un poco locos aquí, pero seguro que si te quieres divertir encontraras como hacerlo día tras día sin problemas.-Con la mente en calma a menos en lo que se refiere a ese asunto del comportamiento de la chica en el castillo llegaron al salón del trono donde el propio Logan aguarda con ellos con una actitud seria y expectante. Noto el miedo en Athena Kurono cuando se tomaron de las manos, pero lo vio como normal, Logan no es humano, aunque tenga la apariencia de uno se nota claro si se lo mira directamente a los ojos, y más cuando él no se molesta en ocultar su verdadera esencia como sucede allí en su propio castillo, allí puede ser quien él quiera y como quiera sin importarle nada más. La chica agradece muy alegre y el rey del castillo asiente con un leve movimiento de cabeza.

-Encontraras aquí todo lo que necesites para tu supervivencia, y espero poder proveerte algo de felicidad también, aunque en eso ultimo no puedo asegurar nada, los tiempos son muy difíciles y me temo que no tendré mucho tiempo para dedicarme a tu persona…Athena si no mal me han informado, es lo mejor de momento, el hecho de ser libre es algo que todos debemos poseer, nunca debería de perderse, así que no nos conformemos con tan poco, hay mucho más para ti de ahora en más.-Sonríe un poco ese hombre dando a entender que su vida recién está comenzando, tiene mucho por lo que alegrarse y sorprenderse.

-Sus ropas no son las mejores para soportar este clima, llévala a su habitación para que se vista de buena forma, de otro modo peligra su salud.-Si bien tiene mucho más para decir esa criatura no tiene prisa en hacerlo, sus asuntos son muy importantes a nivel mundial y mucho más por lo que de momento mejor que la chica se vista, coma, descanse y deambule por allí hasta que él tenga más tiempo para ella.

-Claro, lo haré sin falta y de inmediato.-Tras un saludo corto al rey del castillo Kurono se lleva a Athena por el corredor que hay a la derecha del trono, ya que la tiene tomada de la mano aprovecha para caminar sin preocuparse de si ella lo está siguiendo o no. Las paredes de piedra de gran espesor gris y negro no son nada que ella haya visto de momento, la roca negra en especial parece haber sido moldeada al calor del fuego, pero ¿Qué fuego es capaz de derretir la más dura roca? Eso es algo que ella ni siquiera ha soñado alguna vez en su vida. Tras un rato de caminar por corredores rectos y otros que se cruzan y comunican con muchos más llegan a una habitación que luce bastante cómoda, con cama, sillas, un orinal propio, velas varias y una ventana que da hacia el patio interior del castillo, hacia una parte del mismo.

-Creo que esta está bien, que yo sepa nadie está utilizando esta habitación…Y lo mejor será que la uses tú. No hay ropa aquí aun, supongo que la tengo que traer, así que aprovecha la cama y las frazadas para resguardarte del frio, que no me extraña que enfermes luego de tanto tiempo vestida así en estas tierras.-Esa es la idea del rubio que la acompaña, y le suelta la mano despacio para irse a por esas ropas cálidas para vestir a su querida pelirosa la cual terminara mal de salud si sigue vestida de ese modo en esas tierras donde extrañamente nieve sin ninguna explicación lógica incluso en pleno verano.

Athena se alegraba de que a Kurono le gustaran sus modales. El estaba contento por ver como Athena tenia un respeto a aquella gente y eso creaba un lazo aun mas fuerte entre esos dos seres. Pero tras aquellos momentos de felicidad llegaron a una zona diferente del castillo, donde un hombre esperaba paciente. Athena no sabia que decir, pero finalmente acabo hablando de una manera correcta segun ella podía entender. Finalmente el noble volvio a hablar a lo que Athena sonrio alegre. Despues de todo ese noble le estaba entregando muchas cosas, incluso estaba dispuesto a darla felicidad si podia. Ademas sus palabras hicieron a Athena sonreir y asentir, estando totalmente de acuerdo.

-Si, y ahora que lo soy...aprobechare el tiempo al maximo y disfrutare de todo.

Dijo alegre y agradeciendo con ello todo a ese noble. Por fin era libre y quien la habia dado proteccion era un noble con sus mismas ideas. Quizas incluso estuviera en contra de Puño de hierro como ella o ese fantasma que solia rondarla. Asi que cuando le escucho hablar de la ropa miro a Kurono, sabiendo que el era el responsable de guiarla. Pero antes de seguirle Athena realizo una reverencia al noble.

Tras aquello siguio a Kurono con los ojos muy abiertos, viendo todo lo increible de aquel lugar, maravillada y encantada. Ahora se preguntaba que hacer al ser libre, que podia optar por hacer. Pero apenas podia imaginarse toda la cantidad de cosas que podia realizar incluso mas que una persona mediocre. Con el tiempo, de descubrirlo alomejor podia llegar a cambiarla como pasaba con la gente que obtenia un gran poder, pero solo el tiempo mostraria la verdadera decision y fuerza de aquella chica. Por el momento solo pensaba en recorrer el castillo, hablar con la gente de alli, correr, incluso volar, aunque claramente sabia que por muy libre que fuese no podria hacerlo nunca. Sin embargo con tanto pensamiento no se le ocurria que decirle a Kurono en aquel viaje hacia su habitacion y tampoco pensaba en silencios molestos. Simplemente iba a su lado, mirandole alegre. En aquel momento simplemente no necesitaban palabras.

Cuando llegaron a la habitacion Athena apenas se creia el tener una habitacion para ella sola. Llevaba varios dias con la duda de si todo aquello era un sueño o realidad. Demasiado increible para aceptarlo con facilidad, mas aun cuando ya habia soñado con la libertad. Había dias que aparecia un hombre con sus ojos, sus mismos ojos. Un hombre fuerte y bastante mayor. El se acercaba y la sacaba de alli en brazos, lejos de la esclavitud. Pero cuando todo parecía acabar bien una sombra le asesinaba. Luego salia huyendo y escapaba, pero no queria libertad ahi. O por lo menos nunca la usaba ya que la perdida era demasiado reciente. Y entonces se despertaba. Sonrio a Kurono y le solto la mano lentamente, como si le costara.
-Es una habitacion genial. Te esperare.
Respondio esperando a que se marchara. Y ahora estaba sola. Era una sensacion rara estar sola tras tantos dias en compañia continua. Se cogio una manta y se la echo por encima, pasandosela por el pelo para quitarse un poco el agua que podia haber ahi. Luego se tapo de manera normal y se acerco a la ventana, contemplando el castillo y finalmente el cielo. Pensaba en tomar el pelo a Kurono, pero en aquel momento paso de ello, viendo mas alla de la simple vista humana. Viendo los espiritus vagar por aquel castillo como guardianes. Toco las paredes gruesas y entonces, por alguna extraña razon comenzó a tocar las piedras. Desconodia porque pero buscaba un pasadizo, en su tiempo de esclava solia buscar una salida. Pero alli podia buscar mucho mas, incluso tenia en mente la idea de encontrar tesoros o enterarse de secretos importantes. Pero fue molestada por un espiritu que aparecio otra vez en su vida.
-Menudo lujo. Mucho mejor que en ese antro. Estoy orgulloso de ti hermanita. Pero...no sigas con ese hombre. De verdad.
-Dejame en paz, ahora soy libre. No me des lecciones que ya se que hacer. ¿has visto? Tienes compañeros.
-Si, siempre tengo compañeros. Y con eso tu mas misiones. Ni se te ocurra ayudar a todos los que encuentres.
-A ti aun no pude guiarte pero a otros si. Me gusta ayudarles y si me los encuentro... les ayudare o alomejor ellos me ayudan a mi. Pero seguro que me ayudan mas que tu con tus historias.
-Son verdad.
-Yo no soy hija de nadie importante, y menos aun traicionarian a alguien asi. Y de ser asi esa gente estaria muerta o incluso yo. Ademas no sabes todo... ¿me puedes dejar sola?
-Tsk...entendido su excelencia.
Fue desvaneciendose poco a poco y mientras Athena continuo mirando por la ventana, decidida de nuevo a encontrar las claves de su pasado, siendo en muchos casos los fantasmas una gran fuente de conocimiento.

El rubio una vez hubo dejado la habitación con Athena dentro de la misma fue en busca de alguna sirvienta o mozo que le ayudara a buscar ropas para la recién llegada, siendo el trabajo de ellos tener el castillo en orden y quehaceres domésticos deberían de conocer a la perfección donde están ropas y alimentos.  Con la ayuda de las personas indicadas Kurono encontró lo que buscaba, razón por la cual tras un leve agradecimiento y una leve despedida rápida regreso marcando nuevamente los pasos por esos pasillos que acaba de recorrer en busca de su ahora aparente princesa de los sueños.

-Te me has adelantado, aunque aquí tengo ropas más para princesa.-Sonríe el sonrió poniendo por delante las ropas que ha logrado conseguir en su corta travesía por el castillo. Ingresa en la habitación para así poder acercar dicha indumentaria a la chica que había estado mirando por la ventana en dirección al patio interno del castillo donde ahora se encuentra.

-Tenemos este.-Acerca uno de los vestidos hacia ella mostrando así una fina pieza de llena de dibujos de cerezas por doquier, con un cinturón negro para sujetarlo por la cintura.

Spoiler:

-Y aquí tengo este otro.-Extiende su otro brazo hacia ella para dejarle ver el otro vestido que logro conseguir para ella, uno mucho más lujoso y elegante. Dicho vestido es de color rojo y dorado, la tela es mucho más fina y el diseño mucho más elaborado, sin duda un vestido digno de una mujer de casta noble.

Spoiler:

-Estos son los vestidos que logre encontrar, pero de seguro luego tendrás muchos más…Escoge el que quieras hasta que pueda conseguirte algo que tú quieras usar en verdad.-Por alguna razón cree Kurono que ella no se sentirá muy a gusto con esa clase de ropas al estar siempre vestida tan ligera, pero si tiene una gran niña soñadora dentro posiblemente le de mucha alegría e ilusión el usar ropas tan finas, vestirse de princesa y bailar…Sueños de chicas de su edad.

-Te verás como toda una princesa ahora Athena, lastima para ti que yo no use ropas de príncipe.-Sonríe y espera a que ella tome su decisión sobre que usar y que no.-Por si no te has dado cuenta puedes quedarte con los dos, aunque el que los muestre así es solo para escojas uno y te lo pongas ahora que hace frio.-Aclara por las dudas ese hombre que no es necesario descartar uno y quedarse con otro, ambos vestidos son ahora de su propiedad.

Athena estaba en la ventana observando la nieve y abrigandose mas. Notaba el frio que hacia ahora mas que antes ya que esta quieta. No tardo en aparecer su querido rubio con ropa para ella, estando en aquel momento mas feliz de estar sola. Asi que se acerco a el y fue viendo los vestidos. el primero lo cogio y se lo coloco por encima, encantada por los colores y los dibujos.
-Este me encanta. Parece que es especial para mi. Es precioso.
Respondio Athena feliz por aquel vestido corto y sencillo. Sin embargo agarro el otro vestido mas lujoso y caro y miro a Kuro con una sonrisa.
-Pero me pondre este que es mas calentito y noto bastante frio. Por el momento sera el vestido perfecto para mi. Quien lo diria...de usar trapos sucios a acabar usando vestidos de princesa. Es un sueño.
Mas fue su alegria cuando Kurono la dijo que traeria mas y que podia quedarse con aquellos dos. Asi que le abrazo entre los vestidos llena de alegria. Tras aquello miro a Kurono con algo de timidez y hablo.
-Puedes esperar un momento fuera y me pongo mi vestido nuevo? Si necesito ayuda te llamo. Asi me visto rapido y me enseñas mas lugares bonitos del castillo.

Viven un momento bastante alegre esos jóvenes, se dedican ahora a vestir a Athena cual princesa, y vestidos bonitos para ella allí no faltan. Como si fuera una niña pequeña el primero que tomo es el de los dibujos, lo sencillo es lo que llamo su atención. Kurono afirmo lo que Athena sonriendo.

-Es verdad, es algo sencillo, con flores, justo como tú, una flor sencilla y bonita, es una buena elección.-Aprovecha de quedar bien con ella diciéndole cosas bonitas, y la joven tomo luego el otro vestido que es mucho más lujoso, y cálido.-Para un clima como el del castillo puede que te siente mejor el de la nobleza, de todos modos ambos vestidos son tuyos.-Esas palabras le valieron un fuerte abrazo de la chica a quien se lo respondió con gusto, y aunque él quiso extender lo más que pudo ese grato momento ella hablo de un modo tímido, y comprendió el porqué.

-Jajaja, claro, no te preocupes, estaré fuera por si me necesitas.-Pero no se fue así como así, se fue solo después de robarle un beso a la chica, entonces sí, lentamente salió de la habitación cerrando la puerta tras él, de ese modo Athena tiene toda la intimidad que necesita para desvestirse y vestirse las veces que quiera.
Del otro lado de la puerta el rubio se imaginaba a Athena desnuda en plan virgen delicada, una idea que en ella puede ser cierta, tan cierta como excitante.