Un día largo (+18)

La mire algo extrañada. No era comun ver a una mujer casi sin ropa por las habitaciones y no es que me diera mucha alegria. Mas bien me pondria nerviosa pero asenti y sonrei. Justo despues de ello consegui una habitacion propia. Respondi a lo loco y sin pensar, pero lo echo, echo estaba y no habia marcha atras. Inesperadamente recibi un abrazo y un beso en la mejilla que me hizo sonrojar. La mire avergonzada y extrañada a la vez mientras parpadeaba confusa.
-¿uu...una puerta?...
Dije aun algo pasmada y la seguí cuando me cogio de la mano para llegar a la habitacion. Estaba bastante bien iluminada, tenia una ventana por donde entraba bastante luz. Habia una cama algo abandonada y algun que otro mueble lleno de polvo. Suponia que hacia tiempo que nadie entraba en ese lugar. Sin embargo con unos arreglos y un toque personal quedaria perfecta. Ademas habia una cama para mi. Cuando la ordenase seria el unico lugar del mundo que seria mio en cierto modo. Quien sabe por cuanto tiempo, pero podria retocarlo como quisiera y tendria al lado a una buena amiga.
-Es fantastica...me encanta. Solo hace falta limpiarla y organizarla un poco pero es lo mejor que he visto nunca.
Dije feliz y emocionada. Luego me sente sobre la cama viendo que estaba bien blandita.

Varias horas pasaron desde que Lans y las señoritas se separaron, cada cual con sus propios asuntos por delante. Una vez finalizadas sus labores como parte de la familia monarca de la región oeste de Asbru este quedo libre para sí mismo, por lo cual recordando sus palabras hacia la recién llegada y hacia su amada súcubo decidió ir en busca de estas. No tiene idea ese hombre de donde pueden estar, pero siendo una la escolta personal del príncipe y la otra una cara nueva en ese lugar no debería de serle muy difícil seguirles el rastro. Pregunto a un par de personas en su andar y así fue haciéndose una idea clara de donde se encuentran esas dos mujeres que probablemente terminen siendo amigos. Llego al interior del castillo y fue directo en comienzo a la habitación de la hechicera impía, golpeo la puerta y espero a por una respuesta que no llego como esperaba.

Tras esperar un tiempo Lans comenzó a pensar de que debe buscarlas en otro sitio, o simplemente dejarlas en paz e irse a hacer otra cosa con otras personas que de seguro también estarán alegres de verle.

La cama com o me habia imaginado era blanda y comoda, lo que necesitaba para descansar de los dias duros. Suspire agusto y sonrei a Risty encantada. Desconocia como pensaba hacer una puerta en una muro tan gordo, pero era encantador que tuviera ideas asi. Luego vi como llamaba a alguien y me levante inmediatamente para parecer mas formal y menos relajada.
Me acerque a la puerta a mirar y vi a Lans. Era increible lo bien que me estaban recibiendo en aquel castillo. No me habian preguntado por mi pasado y me habian dejado formar parte de su bando sin mas. Ademas me habian dado habitacion y un buen recibimiento, incluso proteccion. Sali por detras de Risty extendiendo una mano para saludar para luego retirarme el pelo de la cara algo nerviosa. Que un principe viniera a darme la bienvenida...era algo como comun.
-Hola Lans.
Dije sin mas con una sonrisa de agradecimiento y luego espere. Si Risty queria dar la fiesta yo no sabia nada del tema. Por lo que me tocaba simplemente obserbar y aprender para el futuro.

Mientras el príncipe esperaba por una respuesta que no llegaba se le iba viniendole idea de irse a beber un poco con algún que otro soldado que este desocupado de sus tareas, y en poco tiempo una respuesta llego por parte de su amada, pero no desde el esperaba, sino desde otro sitio cercano. Se giró en torno a la voz de la súcubo y la vio a pocos metros de allí, en otra habitación lindante a donde el espero encontrarla. Le sonríe y asiente caminando tranquilo hacia ella, notando que detrás de Risty por encima de sus hombros se encuentra la mujer que llego ese mismo día al castillo, una bella mujer de la cual no se acuerda el nombre.

-Buenas noches jóvenes y bellas damas. Me timaron, esperaba encontrarlas en la otra habitación.-Sonríe y las observa, ambas vestidas de blanco lucen como doncellas, aunque su amada de doncella no tenga nada. -Dos jóvenes damas de blanco, parecen dos doncellas.-Aun así dijo lo que piensa, es un noble comentario. -La reunión del día término, estoy libre ahora, aunque no sé si pueda decir lo mismo de ustedes dos.-Depende de cómo estén ellas vera Lans si se quede a acompañarlas o no, tal vez solo quieren dormir, o tener alguna conversación privada entre mujeres. De cualquier modo está atado a la respuesta de las mujeres, por lo que escatima un poco sus palabras y sus acciones.

Mire a Lans sonriente al igual que Risty, agradecida por darme cobijo y un trabajo decente. El por su parte hablo diciendo palabras bonitas que sin mas me hicieron sonrojar. Si, tenia un gran problema.
-Gracias
Dije agradeciendole las palabras para luego ver como preguntaba por que íbamos a hacer. No les conocia demasiado, pero estaba realmente encantada con ellos, me daban todo lo que necesitaba y encima me querian dar una fiesta de bienvenida. Desconocia como eran, pero tenia ganas de descubrirlo y pasarlo bien tal como habia dicho la otra mujer.
-Si, yo tambien estoy libre. Tendre que organizar la habitacion..pero ya habra tiempo. Despues de todo no voy a desaprobechar vuestra bienvenida.
Dije con una gran sonrisa y esperando para saber que planeaban ambos y adonde ibamos ahora. Ademas ya conocia mejor el castillo que al principio, asi que me perderia mucho menos por sus pasillos.

Las damas sonrieron ante el cumplido del príncipe, un cumplido realmente encantador, un cumplido que desea toda dama. La súcubo explica porque están allí en esa habitación que es donde permanecerá la recién llegada mientras resida en el castillo. El hombre asiente con un leve movimiento de cabeza y una sonrisa tenue aprobando dicha decisión.

-Comprendo, mejor así, podrán cuidarla una a la otra de un modo mejor.-Nunca supo de que Risty sufriera alguna clase de ataque desde que llego al castillo, si sabe que hay varios que no la aprecian, y que cada vez son menos, la súcubo se ha sabido ganar su lugar allí, y el puesto de amante que tanto han querido tener muchas mujeres de Asbru.

-¿Así que esperan a por mí? Que afortunado soy, tener a dos bellas doncellas en vilo, eso debería convertirme en una especie de galán.- Se acerca más a ellas quedando debajo del umbral de la entrada de la habitación. Según esas damas lo están esperando para hacer una especie de fiesta, por lo que aguarda y avanza despacio ya que ambas están justo en la entrada de la habitación.

-Si es así entonces estoy de acuerdo.-Lentamente ingresa en la habitación ya que supone que no lo sacaran de allí después de haber dicho lo que acaban de decir.

Eran encantadores, sobre todo como hablaban de proteccion hacia mi. Se suponia que el angel guardian era yo, pero alli...parecia ser diferente y especial. Me sentia rara pero me gustaba, me sentia aceptada y querida. Asi que sonrei a los dos.
-si, yo tambien cuidare de ella. Desppues de todo me ayudo hace un rato y es de agradecer.
Respondi amablemente y dejando que pasara Lans y viera la habitacion algo abandonada. Simplemente habria que cambiar la tela y poco mas. podia vivir con poco. aunque seguro que alguien mas conocedor pefiria simpiar el suelo y los techos. Les mire a ambos y sonrei.
-Aqui no creo que podamos hacer mucho ahora. Esta algo sucia y vieja. Pero como querais. Tampoco quiero que trabajeis mas, ademas el principe Lans querra descansar o divertirse.

El príncipe del oeste de Asbru se encontró en esa habitación con dos bellas mujeres con muchos ánimos, aunque él no lo demuestre está agradecido de ver que alguien se siente feliz a pesar del mal momento que está pasando esa región.

-Eso espero, y lo digo por ambas. Cuando las cosas van mal los ánimos empeoran, y me temo que ustedes como mujeres que son pueden ser las mas perjudicadas…Espero no suceda, no me gusta pensar en ello.-No quiere poner sombras en esos momentos donde ellas están actuando tan alegremente, razón por la que cambia de conversación.

-No creo poder ayudar mucho con esa tarea, solo aportar fuerza física, aso que ustedes manden, yo veré que se haga.-A comparación de ellas Lans tiene mucha más altura y contextura física, es el hombre del lugar y se deja ver como tal. Al ingresa no busca ponerse cómodo, solo se queda de pie donde no moleste y observa el sitio que estuvo algo de tiempo abandonado.

-Está bien este sitio, solo que estuvo mucho tiempo sin ser habitado.-Allí seguro que no correrá agua, con quitar la tierra que dejo el tiempo y alguna que otra telaraña estará todo listo para habitarse.

-Unas bebidas para distenderme no estaría mal.-Menciona sonriendo Lans, sin saber aun si la chica nueva es bebedora o no.

Mire a Lans y asenti. Sabia como iban las cosas en esa tierra y en aquella parte del norte. Sin embargo no dudaria en proteger a aquellos que me habian ayudado. Ademas, ahora que porfin me conocian y era una mas no tendria problemas para defenderme.
-Pues esperemos que no suceda. Pero mientras...estaremos juntos y felices. Hacia mucho que no me sentia tan agusto. Muchisimas gracias a los dos
Respondi a Lans y a Risty dejando claro que estar alli para mi era algo maravilloso. Ademas el momento fue mejorando cuando el principe decidio ayudar en aquel arreglo de habitacion. ¿de verdad un principe hacia eso? Habia pasado años y años viendo reyes y principes, muchos tenian angeles y appenas se preocupaban de haber las tareas de los demas. Lans probablemente seria un buen rey, y seguramente no tenia angel, y si lo tenia simplemente lo vigilaba para protegerle de los demonios. Asi que en cierto modo me sentia como si siguiera conmi trabajo, ahora desde el lado humano.
-Sera genial tener ayuda para arreglar la habitacion.
Dije sacudiendo las ropas de la cama y quitando la suciedad que tenia. Luego mire a los dos.
-Creo que esto tiene mucho trabajo, opino que seria mejor ir donde Risty y ya mañana me encargo yo de lo que pueda. No quiero haceros trabajar mas. alli es mejor lugar para una fiesta. Y si, beber algo seria genial. Tengo mucha sed desde que llegue.
Dije pensando en un vaso de agua fresquito, sin dar por echo que la bebida no seria tan fresca ni tan insabora como esperaba.De todas formas la beberia llegado el momento, si no podrian tomarlo como algo malo.

A pesar de ser el príncipe del lugar Lans actúa con normalidad, ni da las órdenes allí espera que las mujeres que lo acompañan decidan qué hacer para el actuar en consecuencia. La súcubo está de acuerdo en que Lans será de ayuda para mover las cosas más pesadas de la habitación, y espera a que el príncipe use su posición para conseguir comida y bebida rápido y fácil.

-Algo sencillo de hacer ¿Quieren beber vino o vodka? Asumo que quieren algo con alcohol cierto?-Da por seguro que allí correrá el alcohol, si es una fiesta debería de haber bebidas como esas para que sea realmente una buena fiesta. Los ánimos son muy buenos, Risty como de costumbre anima las cosas, la chica nueva parece mas tímida, pero se le nota muy feliz y lo expresa con sus palabras y la forma de moverse algo mas reservada.

-No se preocupe por eso joven mujer, no es problema ¿Pero está segura que quiere dejar esto así y pasar a la habitación de Risty? Se hará lo que ustedes digan, yo aquí soy algo así como el invitado especial.-Se ríe al terminar de hablar y les explica cómo se siente el allí entre ellas dos. La fiesta en si es algo de ellas dos, está allí porque lo invitaron, y lo agradece, no les dará órdenes, es como si se hubiera tomado un descanso de todo, de las guerras, de su trabajo como noble, como todo y fuese solo un hombre más entre dos bellas mujeres que quieren pasar un buen rato en su compañía.

-Iré consiguiendo la comida, supongo que algo de pollo asado con verduras, sería lo más fácil y rápido de conseguir.-Puede agregarle a ese menú el pescado, otra cosa que abunda por allí es que tienen buena pesca.

Sonrei a Risty cuando afirmo que no volveria a pasar, para luego escuchar como Lans preguntaba por la bebida y Risty daba por echo que todos tomabamos eso. Que lo demas era claramente para niños. Queria decir que preferia un poco de agua antes que alcohol, pero no pretendia parecer una cria ni quedarme excluida por esos temas. Luego hablaron de mi habitacion, lo que agradeci en el alma. Jamas nadie se habia ofrecido a ayudarme para una tarea asi. Eso me hacia sentir aun mas especial.
-Yo me encargare mas tranquila, veo mucho mejor la opcion de ir a la habitación de Risty.
Dije con educacion y tranquilidad. Estaba nerviosa ya que era la primera vez que me tenian asi. Pero en poco tiempo disfrutaria de la fiesta, fuese lo que fuese con buena compañia, bebida y comida. Ademas, segun sonaba parecia que la comida estaria deliciosa, sobre todo despues de estar acostumbrada a comer pan o cosas mas de pobres que de ricos.
-Si, comida. Tengo mucho hambre, ultimamente comia poco. Gracias por todo, de veras.
Dije muy agradecida y complacida. Luego me dirigi a la puerta para ir hacia donde Risty.

Es sumamente extraña esa situación para alguien como Lans, parece una persona común y corriente, alguien de porte noble y arraigado a la militar está acostumbrado a cosas más rudas y formales, una fiesta de bienvenida tan común donde normalmente podría haber hasta música no es algo común en su persona.
La opción de ir a la habitación de la súcubo fue aceptada por Aleishe, y la súcubo no tarda en nada en asegurar el alcohol para esa noche recordando que son todos adultos.

-Lo sé Risty, lo sé, pero solo para que no digan luego que use el alcohol para aprovecharme de dos dulces damas a solas en una habitación.-El cotilleo en un castillo son cosa de todos los días, mas cuando hay mujeres de por medio.
Sale de la habitación Lans, está claro que la fiesta se muda a la habitación de Risty.

-Voy a conseguir algo dulce para comer, y las bebidas, ustedes pueden ir poniéndose cómodas, no creo esto me tome mucho tiempo.-Les ofrece que vayan relajándose mientras el va en busca de algún vasallo para pedir la comida y la bebida que degustaran esa noche en compañía y espera que en alegría y armonía.

Fue extraño escuchar hablar a Lans haciendo referencia a que no queria aprobecharse de nosotras dos. Dudaba que nadie en su sano juicio hablara mal de ese noble principe, o simplemente del angel recien llegado al castillo. No, seguro que el principe no era de esas personas aprobechadas que usaban a las mujeres igual que un demonio que me conocia. Habia probado ya otras veces el alcohol, no era de mi agrado, pero ayudaba a calentarse en los dias frios. Asi que tampoco me queje, sabiendo que bebiendo poco no pasaria nada.
-¿cotilleos?...En la iglesia sucedia lo mismo y todo el mundo venia buscando mi consejo. Espero que no suceda lo mismo... o no tendre tiempo para entrenar. jeje
Dije intentando entrar en la conversacion y ser algo mas sociable. Me costaba mucho hablar con gente que apenas conocia y en un lugar tan diferente. Despues de ello segui a la chica y sonrei alegremente.
-Claro Lans, muchisimas gracias.
Dije para despues acomodarme con Risty y esperar. Mire a Risty algo confusa y negue con la cabeza.
-Si te refieres a esa ropa para dormir...No tengo y no me gusta... Es muy incomoda. Suelo dormir con la ropa puesta.
Dije a Risty sincera, me sentia extraña con esas ropas tal ligeras. Ademas eso era para dormir, y yo queria estar de fiesta y agusto.

A las provocaciones de Risty el humano solo respondió con una sonrisa pícara, él no va a escandalizarse por la forma de vestir que tengan ellas dos, pero si le provocan van a terminar encamados porque Lans no se echara para atrás. Mientras caminaba pensó un poco en ellas, pero nada fuera de lo común. Obtuvo lo que buscaba en poco tiempo, siempre hay vasallos en ciertos lugares del castillo, en especial cuando el rey o el príncipe están dentro del castillo. Consiguió los dulces que pidió Risty y el alcohol, vino, cerveza y vodka, una botella de cada bebida alcohólica. Le tomo ir y venir a Lans más de veinte minutos, pero al menos trajo consigo todo lo que necesitaban para comenzar.
Frente a la puerta de la habitación de la súcubo golpeo la puerta con el revés de su mano utilizando los nudillos, así sonó más fuerte cada pequeño golpe. Espero unos momentos a que hubiera alguna señal de aprobación y luego ingreso a la habitación cerrando la puerta tras de él.

-Misión completa, conseguí todo lo que necesitamos.-Menciona el príncipe mientras se adelanta hacia alguna mesa o aparador donde dejar las bebidas y el chocolate.-Ordene preparar algo de comida, no solo de chocolates viviremos.-Informa el hombre de la habitación que además de lo que trajo allí más adelante les llegara comida calienta para levantar el ánimo y calmar el apetito. Sin nada solido en el estómago el alcohol puede hacer estragos en sus cuerpos, eso lo sabe todo el mundo es bastante básico y de conocimiento popular.

-¿Qué quieren tomar primero? ¿Quieren endulzar la lengua? Tal vez algo para soltarse como la cerveza…¿O quieren calentar el cuerpo? Tienen para elegir mis jóvenes y bellas damas.-Ofrece Lans a las chicas las tres bebidas alcohólicas, cada una es diferente así que tienen efectos diferentes en un comienzo para los diferentes gustos que pueda haber en esa habitación.

Lans salio de la sala, y despues quede sola con Risty, aquella mujer tan agradable que me había protegido nada mas llegar. Sonrei encantada y la escuche mientras hablabamos un rato antes de que viniera Lans.
-¿en el cielo? Estando desnuda? jejeje. Tendre que probarlo. Luego te confirmare si es o no como el cielo. Pero segun lo cuentas parece mucho mejor que estar con la ropa del dia.

Respondi claramente feliz. Podia mostrarme mas o menos como era. Algo mas simpatica y agradable. Despues de todo esos dos me habian protegido y dado un hogar. Ademas me daban consejos. No desaprobecharia consejos nunca mas. Asi que acepte con gusto aquel consejo, recordando el cielo y entre todo...que alli no se dormia. Por ello me hizo sonreir aquel comentario inocente de la chica.
-Claro. Luego te contare si se duerme mejor.

Podria ser algo incomodo, y sobre todo vergonzoso. Pero al igual que con Cripson, dudaba que nadie entrara a mi habitacion pidiendo consejo o ayuda. Dudaba incluso que apareciese aquel demonio por alli. Asi que podria probarlo tranquila ya que nadie me miraria. Al poco tiempo llego Lans con varias cosas. Las mire con curiosidad, logrando identificar algunas pocas. Aunque no vi agua por ningun lado, solo botellas desconocidas y algo de comida. Claro que Lans dejo claro que mas adelante tendriamos mas comida. Cuando pregunto, la pregunta de nuevo recayó en mi, la que apenas tenia idea. Pero dado que tenia que adaptarme, sonrei tranquila para responder intentando dar una idea. Suponiendo que como en tantos lugares no me prestaran la minima atencion y eligieran mejor por ellos.

-Llevo varios dias pasando frio, creo que lo mejor seria algo para calentar el cuerpo.

No habia bebido nada de eso antes, quizas algo de cerveza, pero apenas nada, por ello estaba entre curiosidad y algo de temor. Sin embargo no sabia si mi opinion seria aceptada o no. Afortunadamente en Asbru todo me iba mejor, por lo que me relaje. La proxima vez que viera al demonio le agradeceria la oportunidad de acabar alli, y de ser libre durante un tiempo.

-Gra..gracias.
Ademas, alli parecian no tratarme como un angel, si no como una persona mas. Incluso el principe uso halagos conmigo. A lo que sonrei agradecida y levemente sonrojada. No solian decirme aquellas cosas, aunque no sabia si era por temor a los angeles o por respeto.
-Pues... es la primera vez que estoy en una fiesta. Y una habitacion propia. Es nuevo para mi. Espero no estropear la fiesta ni resultar incomoda.

Se reunieron nuevamente los tres, ángel, o mejor dicho semi ángel, demonio y humano, una reunión muy particular, pero se dice que los grandes seres pueden reunir a diversas razas y grupos de gente por igual, siendo ese ser especial el núcleo de dicha unión ¿Podría ser Lans uno de esos seres especiales? Los humanos de cortas vidas y burdos propósitos en muchos relatos de la historia suelen ser el héroe o el punto de unión en momentos de conflictos, si se apegaran más a la historia podrían encontrarle un sentido especial a algo tan simple como una fiesta de bienvenida.

La sonrisa del príncipe de Asbru fue genuina, apenas si se cree que dos mujeres tan jóvenes y hermosas sonrían de ese modo al verle llegar, tanta alegría en tiempos de guerra, para él es todo lo contrario, le cuesta mucho sonreír, una sonrisa genuina no es algo que el deje ver muy seguido desde que comenzaron las épocas malas en el oeste de Asbru.

-Por supuesto, soy como el héroe de las leyendas, siempre a tiempo para hacer feliz a su princesa, en este caso, a más que a su princesa, también a su invitada especial.-Haciéndose lugar de a poco coloco todo sobre una mesa y escucho la preferencia de Aleishe, una bastante normal ya que por esos días hace más frio de lo acostumbrado.-Si lo que necesita es entrar en calor, entonces comenzaremos por el vodka.-Al decir esas palabras toma una botella de color claro y sirvió en un vaso para todos, mostrando dos limones a un lado del vodka.-Para algunos el vodka puro es demasiado amargo, así que si alguna prefiere ponerle un poco de jugo de limón a su bebida aquí tiene para usar la fruta.-Ofrece Lans la fruta, con un poco de jugo de limón el gusto del vodka cambia casi por completo. Tomo uno de los vasos en forma de jarrón con la diestra y luego espero a por ellas, pretende brindar pero no sabe si beberán el vodka puro o si le darán sabor primero.

-Hay algunas bebidas fuertes aquí, espero que tengan buen aguante, mis estimadas y jóvenes damas.-Advierte Lans que son bebidas bastante fuerte, en Asbru el alcohol es bebida corriente y son muy cercanos en algunos sitios a los enanos, por lo que la cerveza y el vodka en especial suelen ser sumamente potentes.