Se busca al Dr Bend

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#2 Resultados : 6, 7

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#3 Resultados : 3, 7, 2

La pelea entre ese hombre violento y el dragón forma humana continua en esa pequeña habitación donde no hay mucho lugar como para moverse de forma precipitosa, todo está al alcance de la mano y movimientos exagerados e innecesarios pueden terminar con tropezón y caída, y tal vez con la muerte misma incluida si el enemigo sabe aprovechar esa oportunidad. Aparte de ellos dos contendientes no parece haber nadie más en esa habitación, la niña pasa desapercibida escondida y en silencio, como si nunca hubiese estado allí.

Seikato decide ir de frente con pasos rápidos, su intención es con un mínimo impulso darle una patada a su enemigo para hacerle daño y tirarlo contra la pared de forma violenta. Su enemigo en cambio desea acercarse lo más que pueda para darle mas y mas puntadas a ese sujeto que resulto ser muy duro, lo ha cortado dos veces y allí sigue peleando todavía con mucha precisión. Seikato logro su objetivo, ese hombre recibió su patada como él esperaba, pero este en vez de seguir hacia delante para apuñarlalo se planto firme, se aferro a la pierna del joven dragón y le apuñalo la pierna a la altura del muslo casi sobre la rodilla. Le clavo el cuchillo con mucha fuerza y revolvió allí lo mejor que pudo, cortando la mayor cantidad de carne y musculo que pudo haciendo daños realmente severos en Seikato que ahora si ve verdadera sangre, ahora si siente gran daño.

-¡Muérete pendejo!- Le grita el violento borracho mientras lo daña lo mas que puede.

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#3 'Dado Numérico Random' :

#3 Resultados : 10, 6, 5

No entendía como o porque me golpe no había dado el efecto deseado, capaz me había cegado por el orgullo de derrotarlo con mis propias manos, pagando de esa manera el precio de salir cada vez mas lastimado. Grite cuando aquella daga penetro en mi pierna, logrando lastimarme seriamente, la sangre no tardo en salir y manchar el suelo rápidamente. El dolor que sentía era agobiante e interminable, pensando en que tal vez si moriría a la vez que escuchaba al sujeto insultarme, pero antes de que el hombre pudiera dañarme cada vez mas. Una ira surgió de mis adentros haciendo que un rugido saliera por mi boca, moviendo de esa manera toda la casa. Mi ojos ahora estaban afiladas, esa mirada los cuales los hombre temen ver cuando van en sus aventuras o viajes.

-No te lo perdonare... -Dije en un tono bajo y tenebroso, mi mano se volvió fuego el cual alumbraba como si fuera una antorcha la casa, la pequeña no pudo evitar asustarse ya que la sombra que reflejaba la luz era la de un dragón aunque no estuviera convertido. Sin mero aviso, y viendo la cercanía que tenia del sujeto, lo ataque de arriba hacia abajo directamente a su cara o cabeza, ya no importaba en que punto especifico le diera, esta vez iba con todo y no había misericordia.

Técnica Usada:

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#2 Resultados : 5, 6

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#3 'Dado Numérico Random' :

#3 Resultados : 7, 5, 3, 3

El orgullo al dragón le cuesta caro, por primera vez aquel hombre le propuso una herida seria y de consideración, otra más como esa y posiblemente termine en el suelo muerto como las anteriores victimas. Dos asesinatos lleva ese hombre en cuestión de minutos, podría ser Seikato el tercero de esa noche y luego la niña allí escondida la cuarta, todo depende de él, está en sus manos su destino y el de la niña también. Viendo la situación no es de extrañar que decida arriesgarse a todo con tal de ganar, después de todo si se tiene habilidades sin usar es lo mismo que no tenerlas, por lo que Seikato concentra el máximo de su fuerza y energía de su alma para lograr realmente un ataque definitivo que detenga toda esa violenta escena.
El fuego entro en escena, las manos del dragón llevan ahora el poder destructivo del fuego y eso hizo dudar de momento a ese hombre que no se esperaba algo como eso.

-¡Maldito mocoso!- E incluso en su sorpresa no dejo de insultarlo, y menos va a dejar que se le escape de manos. Por ello le lanzo la daga directo al pecho, y allí se clavo, aunque apenas puesto que la piel de ese muchacho es realmente muy dura, tiene mucho aguante, y eso también hace enojar a ese hombre que ya corto muchas veces a su enemigo y este todavía sigue de pie. El golpe de Seikato por su parte no encontró al enemigo que buscaba, este con agilidad logro hacerse a un lado por un pelo, y para peor debe tener cuidado, podría iniciar sin quererlo un incendio.

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#1 'Dado Numérico Random' :

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Aquel hombre me había insultado un segundo antes de poder darle con mi puño envuelto en llamas, y para colmo había logrado escapar de mi ataque haciendo que diera contra el suelo, logrando de esa manera que este se rompiera debido a que era de madera se volvió pedazos y además agarro algo de fuego pero no era tan grave, la niña asustada apenas podía ver lo que ocurría ante sus ojos aun así su pequeño y frágil cuerpo temblaba debido a lo que veía, y no era para menos sabiendo que ahora había perdido la poca cordura que tenia y además de haber dos cadáveres en el suelo. Aquella daga que el hombre logro lanzarme se derritió debido al aura de fuego que desprendía mi cuerpo haciendo que lo me tocara o estuviera a mi alrededor sentiría gravemente ese calor, que podía ser mortal para un humano, pero ahora eso no me importaba, solo tenía mi mirada fija en aquel sujeto repugnante. Aunque el cansancio por la pérdida de sangre y además por haber usado aquella técnica que hiso que perdiera más sangre que la de antes, lograra que mi cuerpo se sintiera casi al límite, apenas me quedaban fuerzas para seguir de pie, salvo que eso no importaba ya que mi ira era la que me impulsaba a seguir luchando aquella ira que es despertada cuando un dragón es molestado de tal manera que buscara a su presa para acabarla sin importar quien estuviera en el camino.

Y así fue que sin demora me abalancé sobre el hombre en un movimiento rápido y dejando una estela roja detrás de mi al igual que se levantaba algo la tierra cuando salid despejado del suelo en dirección al asesino, no podía dejar que ese hombre siguiera con vida más tiempo, debida matarla como fuera, debía vengar las muertes que ese hombre había causado además de la tristeza que le había producido fuertemente a la niña, y si moría me llevaría conmigo aquel hombre. – AHHHH!!! – Grite como si de un rugido de un dragón sonase fuertemente en el lugar haciendo que la casa se estremeciera por el alto ruido, haciendo que la niña se tapara los oídos y gritar por el susto que había sentido. Mi golpe esta vez iba directamente hacia cualquier parte de su cuerpo, y si lograba darle, el impacto sería tan grande que esa parte en donde el golpe daría se destruiría como si un huracán hubiera pasado por ahí.

Técnica Usada:

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#1 'Dado Numérico Random' :

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#3 'Dado Numérico Random' :

#3 Resultados : 10, 3, 5, 3

La pelea entre Seikato y el agresor sin nombre se volvió realmente una pelea encarnizada que tiene como único final la supervivencia, está claro que a estas alturas uno de los dos terminara muerto allí. Los dos están heridos, más Seikato que el otro sujeto, pero ahora que ese hombre ha perdido su arma se encuentran mano a mano en combate desarmado. Pero el dragón con armas o no sigue siendo un dragón, y esa es una ventaja, en especial cuando la furia fluye y puede utilizar esta en su beneficio, porque la furia es fuego, y fuego es el dragón. No mide las consecuencias de sus actos el dragón con forma humana, y por ello al usar una de sus técnicas especiales el fuego de su alrededor alcanza parte de los muebles allí presentes, en especial las telas del mantel y otras cosas como por ejemplos mantas. Con extrema violencia Seikato se abalanzo contra su enemigo dejando atrás la habitación hecha un desastre, pero más desastre causo al impactar sobre el pecho de ese hombre al que le rompió parte del pectoral al impactarlo con tanta violencia. El cuerpo de ese enemigo salió volando hasta chocar contra la pared cercana a este y se derrumbó allí lanzando sangre por la boca. Se queja del dolor pero deja de moverse, puede que lo haya matado, o tal vez lo haya dejado inconsciente, difícil de saber pero parece más lo primero que lo segundo.

Cuando recupere el sentido de su accionar el dragón podrá escuchar el llanto de la niña que hecha un bollito derrama lagrimas llena de pavor, es demasiado para alguien como ella el tener que presenciar tanta violencia y tanta muerte en tan pocos momentos.

Mi golpe había dado de lleno contra aquel sujeto, el cual salió disparado en dirección a la pared, para luego verlo caer boca al suelo, y notar que estaba inmóvil o eso pensaba, pero tenía que averiguar si aun seguí con vida, me acerque hasta el sujeto como pude ya que las heridas no me facilitaban nada mi caminar aunque también estaba que mi cuerpo empezaba a decaer muy rápido, pero debido a que estaba cegado por la ira eso no me importaba. Hasta que finalmente llegue al estar parado enfrente del hombre que había acabado con dos vidas en esta casa y era obvio que debía matarlo, pero justamente antes de darle el golpe final, oi un llanto venir desde mis espaldas y hacer que volviera en mi. Mire hacia atrás, y note a la pequeña llorar de manera temblorosa, se me había olvidado por completo que la joven aun seguía aquí, y lo peor era que la casa en cualquier momento se iría abajo debido a que el fuego estaba consumiendo cada estructura del lugar. No tuve más opción que soltar al sujeto e ir como pude hacia donde estaba la pequeña, tomarla en brazos aunque ella pataleaba, pero sabía que era por lo que había ocurrido en el lugar y seguramente me había visto de una manera diferente.

Salimos de la casa y deje a la niña en el suelo para ir de nuevo adentro y recuperar los cuerpos de su madre y del anciano, pero fue demasiado tarde y la casa se prendió por completo en llamas y algunas partes se caían al suelo, y mire que la niña paso por mi lado corriendo para ir en busca de su madre, rápidamente la tome con mi mano izquierda para que no se acercara aunque llorara y gritara llamando a su madre no podía dejarla ir, además no podíamos hacer nada por su madre y por el anciano ya que ellos seguramente no volverían de la muerte. No podía creer que una misión haya cobrado dos vidas inocentes, y claro la vida de aquel hombre la cual no era nada inocente debido a que había asesinado de manera cruel y despiadada a dos buenas personas. Y de repente algunas personas llegaron en auxilio a ver el humo y la casa quemándose. Una señora que era amiga de la madre de la pequeña la tomo en brazos y algunos hombres trataban de apagar el fuego pero era imposible detenerlo solo quedaba que consumiera la casa por completo, por mi parte solo podía mirar el fuego consumir la casa rápidamente mientras que algunas personas me preguntaba que había sucedido y que si necesitaba ayuda, por una extraña razón solo estaba concentrado en lo que veía, y de un momento a otro caí inconsciente en el suelo por las heridas. La señora dijo que me ayudaran y sanaran, algunos hombres me llevaron a un sitio en donde seria atendido seguramente por un curandero o doctor del pueblo.

Con esfuerzo llego Seikato hasta ese sujeto que tanto daño ha hecho en tan solo pocos minutos de hacerse presente, y si bien nota que ese sujeto no está muerto al menos esta muy malherido como para intentar algo más. Fue más importante para Seikato la vida de la pequeña que llora angustiada y sin consuelo, su mundo se redujo a nada, a sangre y fuego, todo perdido y sin ninguna explicación, ninguna esperanza queda para ella.

-¡Mami!- La niña grita y forcejea con ese hombre que no conoce, y que al igual que los demás es culpable de la muerte de su amada madre, o así lo ven los ojos de la niña que desesperadamente trata de aferrarse al cadáver de su madre, pero algo inútil, Seikato es más fuerte que ella por lo que termina tomándola en brazos y sacándola rápidamente de allí a la fuerza ante el inminente incendio y posterior derrumbe de ese hogar. Ya fuera de esa casa que se encuentra lindante a otras más esta prendida en llamas se derrumbo sobre sí misma y encendió algunas casas mas, por lo que la destrucción alcanzo a varias familias. Recuperar el cuerpo de los que quedaron dentro de sus habitaciones a esas alturas es imposible, solo podrán hacerlo una vez las llamas se apaguen por completo. La niña siguió llorando hasta que no pudo más y colapso, de igual modo Seikato también no pudo más y cayó cerca de la niña ambos ya sin sentido en sus personas, quedando ambos recostados en el suelo y ayudados posteriormente por gente de sus cercanías para que no muriesen debido a las heridas que poseían, aunque en realidad el único con peligro de muerte es el joven dragón de apariencia humana.

Horas más tardes Seikato y la niña despertarían en una habitación de madera, acostados sobre camas cómodas y en una habitación bastante oscura. Posiblemente sea de noche, y lo podrían confirmar si dirigen su vista hacia la ventana y ven las estrellas en el cielo nocturno. Hay bastante ruido fuera de allí, como los que se suelen escuchar en una taberna, demasiado gente junta hacen griteríos y cosas por el estilo. Sea donde sea que estén al menos han sobrevivido. Seikato tiene varias vendas y una cocida en el cuerpo gracias a las atenciones que le debe haber prestado algún desconocido mientras perdió el conocimiento.

Tras la batalla y el incidente, el cual se cobro dos vidas o tres vidas en aquella casa que ahora eran solo escombros consumidos por el fuego. Ahora me encontraba en una habitación gracias a los aldeanos capaz nos ayudaron cuando vieron lo que había pasado, y gracias a ellos es que no había muerto debido a las heridas que tontamente recibí, sabiendo que pude haber acabado con aquel sujeto desde un principio, pero por culpa de mi orgullo o más bien terquedad es que estaba con vendas casi por todo mi cuerpo. Me desperté debido a unos ruidos que venían de la parte de abajo haciendo que abriera los ojos y empezara a visualizar en donde estaba, lo primero que vi fue la ventana, y me di cuenta que ya era de noche debido a lo oscuro del cielo y las estrellas que brillaban en este. Luego dirigí mi mirada hacia mi lado derecho ya que había una cama más, y note por la luz que entraba por la ventana que la pequeña se encontraba ahí durmiendo. Al verla a ella solo me traían recuerdos de lo que ocurrido, pero no podía dejar que aquello que paso me consumiera, debía ser fuerte por la pequeña, sabiendo que ella es la que más ha sufrido. Solo esperaba que no me odiara por lo que había pasado, ya que lo hice porque no tuve más alternativa.

Tras verla, me dispuse a levantarme pero me resulto algo difícil debido al dolor y las heridas que aun no habían sanado, aunque no podía quedarme acostado, debía averiguar quienes nos habían traído hasta acá y además quien me había curado. Vi que tenía otra ropa puesta, porque la otra se había dañado por la batalla pero bueno no era tiempo para pensar en eso, tenía que averiguar quienes nos trajeron. Así que como pude, salí del cuarto en dirección escaleras abajo para ver a quienes conseguía, además empezaba sentir hambre y seguramente la pequeña tendría hambre cuando se despertara.

Pudo salir sin dificultades de esa habitación el dragón con forma humana, al hacerlo el ruido de la gente fue aún mayor. Siguiendo el correr que está formado por pura madera y algo de piedra en el suelo llego a un lugar que él conoce al menos de pasada, puede darse cuenta con facilidad que está en la taberna del Chivo Rojo. ¿Cómo llego hasta allí? Eso es un misterio para él, pero allí esta, en el lugar donde comenzó todo, al menos todo lo relacionado con la búsqueda del Dr. Bend. Hay tantas personas como de costumbre, y los que atienden allí suelen estar como siempre ocupados. Muchos viajeros y lugareños de allí y allá están tranquilamente pasando el rato, con voces alegres y elevadas, cada tanto algún insulto y grito fuera de lugar, pero nada que este descolocado en un sitio como ese.

Nadie parece reparar demasiado en Seikato y su presencia allí, todo se desenvuelve con normalidad, incluso los carteles y búsquedas de siempre están donde tienen que estar, y si presta atención vera que se ha sumado una nueva búsqueda a las ya existentes, una referida a tierra extranjera, a una tal Asbru.

Finalmente había llegado a donde la voces se oían mas fuertes que antes, y lo extraño fue que parecía estar en el mismo lugar en donde comencé, y me di cuenta al estar viendo al hombre de la barra y las misiones pegadas en la pared, ademas note que había una nueva, pero por ahora eso no era lo mas importante, necesitaba respuestas, y algo me decía que tenia que hacérselas al hombre de la barra. Di unos cuantos pasos y pararme enfrente a la barra. -¿Sabe cuanto tiempo he estado aquí y como llegue hasta aquí? - Sin querer había dejado de lado a la pequeña pero no es porque lo haya hecho a propósito sino que no quería que el sujeto se distrajera y quedara fuera de lugar.

No le costo nada al dragón con forma humana el llegar hasta la barra para entablar conversación con aquel hombre. que se ocupa de atenderla. Cuando Seikato llego hasta ese sitio en particular fue recibido con cortesía y espero a que el joven dragón dijese lo que tuviese que decir y solo al haber terminado ese hombre se dispuso hablar, de esa forma piensa sacar a Seikato de sus dudas.

-Desde ayer a la tarde que estas aquí, te trajeron. unas personas cercanas al puerto. Algunos dicen que causaste un incendio, que agrediste y mataste personas. La única razón. por la que no te lincharon fue porque algunos te vieren antes aquí, en el Chivo Rojo, de otra forma probablemente ya estarías muerto-Allí su respuesta, y también le informa al joven dragón sobre lo que se rumorea sobre el, nada agradable sin. dudas.- Espero escuchar ahora tu versión de los hechos, este lugar tiene una reputación que mantener y no puedo dejar que esta se manche Entiendes?-No lo juzga de antemano, pero claramente le preocupa la situación y de como se están dando las cosas. Solo resta esperar ahora por el descargo de Seikato, y ya cuando despierte la niña hablar con ella también para que diga lo suyo.

Lo bueno es que ese hombre me atiendo sin problemas aunque en su mirada veía como seriedad, y eso no creía que fuera bueno. Hasta que me entere de la mala noticia que no quería escuchar, si bien me sorprendió que la gente pensara eso de mi, y mas sabiendo que había rescatado a la niña de haber muerto en aquella casa con ese sujeto. Era claro que ahora fruncía el ceño no tanto pero lo suficiente para que el hombre supiera o se diera cuenta que estaba molesto por lo que habían dicho sobre mi. No podía creer que la gente fuera tan acusadora, pero bueno no podía cambiar eso, lo que si es dar mi versión de la historia capaz haga cambiar de opinión al hombre que tenia enfrente y la gente deje de acusarme.

-Creo que te han contado mal la historia. Capaz si mate, pero no a todos, sino al culpable de dos cadáveres que seguramente encontraron entre los resto de aquella casa, aquel que volvió una escena buena a una mala... -Decía viéndole a la cara mientras otras personas que estaban sentadas a unos cuantos puestos de la barra escuchaban en silencio. -Y lo mate porque lo merecía, el fuego se ocasiono pro mero incidente y no quería que la casa se quemara, pero aun así tenia que proteger a la niña sin importar nada. No soy alguien que huye cuando han asesinado ante mis ojos... -Finalice con voz grave y seria, no quería que sonara así mi voz pero recordar aquello me hacia hervir la sangre. -Y espero que con lo que te he dicho los rumores se vayan como el soplo de una vela encendida. -Me lo quede viendo ahora un poco mas calmada ya que no quería que el hombre pensara algo mas equivocado de lo que capaz piense.

Con tranquilidad el dueño de la taberna del Chivo Rojo, o al menos de esa sucursal del Chivo Rojo escucha y observa a Seikato mientras el relata su historia. Es de entender que se sienta enojado, pero así son las cosas y no cambiara solo por un tono o palabra molesto.

-Así no funcionan las cosas, no sé de dónde vienes pero las cosas no funcionan así en el mundo. Lo que me relatas es tu versión de los hechos, el que las personas lo crean o no depende de tu reputación que en este caso es nula y mala. Cuando la niña despierte podría ayudar pero tampoco será una ayuda milagrosa. Con el tiempo puede que los lugareños se olviden o crean en ti, pero ahora poco es lo que creerán de mí. – Deja el vaso que acaba de limpiar a un lado y empieza a limpiar platos- Justicia o no, eso a las personas no les interesa. Algunos perdieron amigos allí y hogares,  a los muertos no se les puede reclamar nada, pero aquí estamos nosotros bastante vivos como para que nos vengan a reclamar los que se les venga en gana, aunque lo hacen solo por ignorancia así será en los próximos días, al menos hasta que se calmen. –Miro un poco alrededor del lugar con bastante perspicacia. –Mi recomendación es que dejes este lugar…Si el tipo al que mataste tiene amigos o conocidos pueden intentar clamar venganza, lo mismo aquellos que no crean en tu versión de los hechos, ese es mi consejo por ahora, luego vuelve más adelante y tal vez ni siquiera recuerden quien eres-Ese consejo parece viable, porque con la cantidad de gente que va y viene por la ciudad y la cantidad de delincuencia que hay de seguro en pocas semanas Seikato solo será un recuerdo más del montón para el Cielo de la Libertad.

Sabía de antemano que la historia o más bien la versión de los hechos, aquel tipo se la pasaría por los trastes, sé bien que la gente cree lo que quieran y también que cuentas muchas historias diferentes sobre lo que pasa en cualquier rincón del mundo, aun así, no podía hacer nada para cambiar lo que paso, ya que los rumores siempre serán rumores hasta que se olviden, aunque el hombre tenía razón, era claro que aquellas personas perdieron a sus seres queridos en el incidente, además de aquel sujeto que había matado capaz tendría amigos los cuales lo vengarían. –He visto que tienes una misión nueva… -Dije viendo el cartel- ¿De qué trata? –Si tenía que irme de aquí, debía hacerlo por algo, no porque si.

Y capaz si me iba aquella pequeña se olvidaría de mi, y tal vez ella pudiera continuar con su vida y no ver aquel que todos señalan. –¿Tienes algo de comida? –Pregunte, porque seguramente cuando la pequeña se levantara podría tener hambre, y de paso comer algo yo también. –Te lo pagare, cuando acabe con lo que estoy haciendo… -Dije al estarlo viendo, y me quede en espera de que me hablara sobre aquella misión mientras pensaba en que si debía continuar con la misión que tenia o si debía abandonarla, aunque debía seguirla si quería pagarle a sujeto.

Por lo menos algo bueno salió de toda esa conversación, y no se pusieron tensas ninguna de las partes, y de hecho se cambio el tema allí entre esos dos hablando ahora de la nueva misión que se ha agregado recientemente a al tablón del Chivo rojo.

-Veo que lo has notado, hace unas pocas horas llegaron unos hombres de la región de Asbru, de la región sur precisamente que queda al norte de nosotros. Por lo visto necesitan gente de todo tipo para trabajar allí. Tienen grandes emprendimientos y promesas pero eso solo viene luego del encuentro de un tesoro, del cambio de mando o en una guerra. Claro que esto no lo puedo confirmar pero no soy tan tonto como para no darme cuenta de algo como eso.- Así responde ese hombre y se ríe alto cuando Seikato le pregunta que si tiene comida- ¿Te parece que me falta comida aquí?- Muestra todo a su alrededor, después de todo a eso se dedica, a la comida, la bebida y el hospedaje, agregándose la particularidad de las misiones y trabajos exclusivos del Chivo Rojo.

-Me pregunto qué es eso que estás haciendo puesto que dudo encuentres al Dr. Bend. Piénsalo chico, cuando salgas de aquí, en cuanto te alejes unos metros ya tendrás muchos enemigos de quienes no sabes nada, no sabes quienes son ni como se ven, ni mucho menos como actúan. Si quieres pagarme comida, algo tan sencillo como eso ve a lavar los platos y más tarde limpia las mesas y barre el piso, al menos eso te mantendrá aquí dentro y a salvo.-Le plantea una idea viable y que lo mantenga a salvo, no se puede quejar ese dragón que por ahora no lo han dejado solo y a su suerte.

Escuche atentamente lo que el posadero me decía, y me explicaba que unos hombres llegaron de la región de Asbru la cual queda al norte de este pueblo, y al parece necesitaban personas para que trabajaran ahí. En realidad me llamaba la atención el trabajo pero debido a que estaba en estas condiciones no podía ser de mucha ayuda, además aun quedaba el Doctor, y como había dicho antes el sujeto no era buena idea salir y buscar, ya que tendría a muchos vigilándome y de paso enemigos, pero no podía ignorar el hecho de que alguien esta desparecido y me haya tomado la obligación de buscarlo, si renunciaba a esta misión que estaba haciendo, ¿como podría hacer las demás? Si cada vez que hiciera otra misión tuviera que abandonar cuando todo este peligroso, era obvio que no podía darme por vencido.

Luego el hombre me tiro en cara que si le faltaba comida, cosa que sonreí en la manera en que lo dijo. –Lo siento, es que aun sigo cansado y no me percate de ello. –Le decía al estar viendo la cantidad de comida. Y de nuevo surgió el tema del Dr.Bend, el cual me decía que lo pensara bien, porque cuando salga de aquí, todos me estarán echando el ojo, al igual que los enemigos que me estarán acechando entre las sombras, en parte tenía razón, aun así, no era alguien que hiciera caso pero si alguien que está alerta ante todo. –Te lo agradezco, pero te lo pagare cuando haya encontrado al doctor y me paguen por la misión. –Dije al estarlo viendo con seriedad- Sé que aquí el miedo es algo natural en los humanos pero yo no soy igual a ellos… -Mire a los sujetos que estaban al otro lado de la barra, y luego volví a mirar al posadero- No es que este menospreciando tu sabio consejo pero no puedo ignorar al doctor que se ha perdido, y menos abandonarlo, sin saber si aun sigue con vida. –Me quede viendo hacia la ventana, es que en verdad no podía abandonar esta misión, no sé si lo hacía por el mero hecho del dinero o por limpiar mi nombre pero debía continuar.

Dejo aquel hombre que Seikato hablara cuanto quisiera, no es el justamente un buen samaritano, aunque lo intenta diariamente sabe bien que muchas veces hay que actuar mal para seguir con vida. Cuando ese hombre termino de hablar dejo de lado las copas que está limpiando así como los platos y observo el sitio en busca de clientes que necesiten ser atendidos.

-No soy tu niñera ni tu amigo, así que si quieres ir donde te plazca puedes hacerlo, como bien has dicho mi consejo ha sido solo eso, un consejo, así que bueno, posiblemente nos veamos más adelante, ya sea en vida o en la muerte- Se alejo de Seikato a seguir con su trabajo, por la noche es cuanto más trabajo hay y no perderá el tiempo con alguien que no solo no ha cumplido la misión sino que además ignora sus consejos forzando su destino.

Comienza a sonar algo de música y ya se ven las primeras discusiones de la noche, y si continúan así es casi seguro que haya golpes durante el trascurso de la noche.

Me había pasado con mis palabras, logrando de esa manera que el hombre que atendía el lugar se enojara por lo que le dije. Suspire al verlo irse luego de que me dijo aquellas palabras, en realidad no quería que el señor se enojara pero lo hecho esta hecho y nada se podía hacer.

(¿Sera correcto seguir con esta misión?)

Pensaba al estar viendo en dirección a la ventana, por una parte el señor tenia razón sobre lo que podría llegar a pasarme si seguía con esto pero en mi interior algo me decía que tenia que seguir hacia delante, ademas ya había tomado la decisión.

Me levante del asiento y me dispuse a subir las escaleras para ver si la niña se había despertado o algo y también ver si se encontraba bien. Por mi parte mi cuerpo estaba algo recuperado pero por el de ella no sé. Solo esperaba que se encontrara bien.

Finalmente llegue a la puerta de la habitación, lo abrí empujando con cuidado la puerta y ver si la joven se había despertado.

La conversación entre el dueño de la taberna y Seikato llego a su final y no de la mejor manera posible, pero sin nada más que hacer el dragón con aspecto de joven humano regresa a la habitación donde despertó esa noche esperando encontrar a la niña sana y salva, y en lo posible despierta. Abrió la puerta despacio y noto que todo está igual allí, todo está a oscuras y tieso, y la niña descansa exactamente donde la dejo. No parece haber nada anormal en ella, respira parece bien y no se mueve inquieta, por lo que si quería cerciorarse de que ella está bien puede darse por hecho.

La noche sigue su curso y ese curso es el de la juerga, al parecer no muchos están dispuestos a descansar aun, pero así es la vida del Cielo de la Libertad, allí se vive tanto de día como de noche y el curso del mundo no cambiaria solo por las preocupaciones de un solo hombre, de un solo dragón en el caso particular de Seikato.

Al estar adentro de la habitación y ver que la niña descansaba sin problemas, decidí en ese momento que debía partir cuanto antes, además debía seguir con la misión que para mi aun no había terminando y sin importar lo que había dicho el cantinero seguiría hacia delante, si aquí olvidaban a la gente con facilidad, entonces no pueden quejarse cuando los dioses le arrebaten una vida querida, y ese era el problema en este lugar. Tras ver a la pequeña ahí durmiendo con tranquilidad y ver que estaba bien, no perdí tiempo en prepararme, aun así, no tenía nada que llevarme, y la ropa que me habían dejado y la cual llevaba puesta era algo extraña para mí, pero no podía quejarme por lo menos tengo algo que ponerme.

Tras ver a la joven y listo para partir, cerré la puerta detrás de mí para irme caminando por aquel pasillo, y luego bajar por las escaleras. Llegado abajo, me acerque al cantinero para decirle algo. –Me voy, te dejo a cargo de la niña. –Le dije para luego irme sin mirar atrás, estaba decidido y nada cambiaría mi decisión.

Así fue como salí de aquel lugar para dirigirme de nuevo en la búsqueda del Dr.Bend y encontrarlo cuanto antes, pero como siempre no sabía por dónde iniciar, aunque la única pista que me podrían dar sobre él la había perdido hace tres días atrás. Me quede por unos momentos viendo hacia la nada, para luego volver en mí. –¡Debo despertar! –Me golpe levemente la cara, no podía quedarme a lamentar lo que paso, aun había alguien que dependía de mi, y era el Dr. Bend. Sin más, me fui caminando, esperando a que una señal me dijera hacia donde debía buscar.

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