El tiempo sigue pasando. [Libre]

Sonrió aquel demonio, o eso se escucho provenir desde su interior, desde lo profundo de su alma puede esa criatura hablar o hacer sentir sus emociones a la perfección. Alice se nota muy segura de si misma, pero eso no es algo que al demonio le importe realmente, este segura o no lo importante es el trato, lo importante es algo que esta por comenzar en breve, pero no por eso dejara de lado su conversación con la fantasma.

-Chica lista y valiente, no te he ocultado nada, y pocos demonios son los que no ocultan sus verdaderas intenciones -Con algo de sarcasmo el demonio responde al valor y determinación de Alice, aunque de verdad prácticamente no oculta nada, no al menos en los pactos infernales. -Ademas, yo soy muy simpático, de seguro puedes recorrer años y décadas el Infierno y no encontraras a otro como yo- Nuevamente volvió a bromear mientras le señala para que se acueste sobre el altar. Espero a que ella se recostara para iniciar el ritual infernal.

-Ladeera ve Infer
Vanna don gel ru deldu vir
Ladeera vanna dol
Ladeera rui deer…
¡Ley-ri rel da Infer!
Ledura ramus rubay rus…-El viento se hizo presente al comenzar el demonio a recitar las palabras de ese infame ritual y se tornaron violentos, trayendo consigo a la tormenta, los rayos se hicieron presente bailando alto en los cielos, esperando el momento para desatar su furia.

-Marla suda vaygloss
¡Ladora ladora hardess!- Lava y fuego brotaron desde las grietas del suelo, golpeando con fuerza, como si fueran las olas del mar chocando en contra de un arrecife. Un pentagrama fue formado gracias a la lava y el viento, y aunque ella no pudiera verlo no es igual al utilizado anteriormente.


-Alice , con Infer como nuestro testigo, me servirás en cuerpo y alma, por lo que te quede de esta vida y el resto de la otra. Yo por mi parte, cumpliré con mi palabra de que cumplirás con tu deseo...¿Aceptas el trato?- Pregunto en tono solemne esperando por la respuesta de quien se convertirá en su nueva esclava.

Buena respuesta aquella, pero mejor aún es cuando dice que es simpático. Sí, en parte si, ella tenía una imagen de los demonios muy diferente a la que ha conocido, así que si realmente el resto son como en las leyendas, entonces si que podía decir que es un panecillo. De todas formas, esto daba igual ahora, él había señalado que se tumbara y aunque no le agradaba mucho porque daba mala espina, tenía que hacerlo para terminar volviendo a la vida. Avanzó con un paso normal, ni muy rápido ni muy lento, hasta rozar con una mano la superficie del altar, luego miró al demonio y se sentó, para después arrastrarse un poco hacia atrás y tumbarse, mirando hacia arriba.

Cabe decir que estaba muy nerviosa, no sabía lo que iba a pasar y al escucharle, las cosas parecieron empeorar, esa era la impresión que daba, pero prefería no moverse, no fuera a ser que estropeara el ritual y hubiera algún tipo de problema. Tenía las manos apoyadas a ambos lados del cuerpo, tocando el altar, estando bastante inmóvil, casi ni se atrevía a ladear la cabeza para mirar a ningún sitio. Cuando pasara todo, pues ya estaba, nada más. El demonio le recuerda el trato, diciéndola una vez más lo que pasaría, que ella se entregaba en cuerpo y alma, para toda la eternidad. Era una indirecta, pero si se entregaba en las dos vidas, significaba la eternidad, pero era un buen precio a pagar por un trabajo tan complicado.

-Con Infer de testigo... Acepto el trato con todas sus condiciones.- Respondió y luego cerró los ojos.

Observa el demonio a su pactante detenidamente, podría decir que esta nerviosa y con miedo, pero con el temple que ha demostrado Alice hasta el momento es algo seguro de que aceptara, su Codicia va mas allá que el mero sentido común.
Tiempo después ella confirma con sus propias palabras que acepta el pacto infernal con el en su totalidad. El trueno rugió en los cielos y la tierra tembló al impactar el rayo contra ella, el viento soplo, por momentos los dos parecían estar levemente flotando en los aires.

-Ladeera van rul
Ladeera rui deer…
¡¡¡VE INFER!!!-

Súbitamente unas cadenas oscuras rodearon el cuerpo espectral de la humana aferrándose a su ente, quemando así su espíritu, y poco tiempo después se introdujeron dentro ella, para así atar también a su alma.
Súbitamente todo se detuvo y volvió a ser como lo era antes, todo era silencio. El demonio se acerca a ella y unió lo que se seria su boca junto a la de ella, como si simularan un beso entre mortales.

- El pacto ha sido sellado…desde hoy, y para siempre, eres mía-Su voz, el final de las mismas fueron cargadas de un terrible poder y codicia, aunque su cuerpo para deshacerse en la nada misma, como si fuera a desaparecer en cualquier instante.

Se mantiene bien quieta e inmóvil, escuchando esas palabras que no comprende, pero después de haber hablado ella, no necesita que nadie le diga nada. Siente caerle un gran rayo, como si una tormenta se hubiera desencadenado justo por y para ella, que con furia da comienzo a su esclavitud por la vida. Ladea levemente el rostro para ver aquellas oscuras cadenas rodearla y apresarla. Es una sensación de lo más desagradable, pero no se siente con fuerzas para quejarse ni para nada, solo deja fluir y pasar las cosas, sentir que su alma se encadena para siempre.

El silencio volvió y pareció no haber ocurrido nada, pero ella seguía estando inmóvil. Si fuera por ella, impediría ese acercamiento entre el demonio y ella, pero no, seguro que era parte y sino, de todas formas, ya no tenía voluntad o al menos eso pensaba. Exactamente, no tenía ganas de resistirse a nada, solo quería acabar con esto y volver a la vida, cumpliendo los encargos que fueran y nada más, poder sonreír en compañía de su hija y su marido. Se deja besar por él y entrecierra los ojos cuando le dice que "Es suya" con ese tono de voz.

-Sí... Soy suya...- Susurró exhalando un suspiro y juntando las manos sobre su cintura. Aún recostada, tiene clavada su mirada azul en los ojos tenebrosos y malignos del demonio con el que ha hecho un pacto. Ahora es el turno de él cumplir su ansiado deseo. Aunque estaba deseosa de revivir, no podía meterle prisa, pues ella desconocía lo que tenía que hacer para ello, por tanto, una vez más, preguntaba sobre el siguiente paso. -¿Y ahora qué...?- Susurra de nuevo, haciendo ademán de levantarse pero sin llegar a hacerlo.

Siente el demonio sus fuerzas mermadas, el esfuerzo de encadenar un alma por siempre, el poseer la voluntad de otra criatura es un poder digno de un dios, razón por la cual, es un dios el que intercede entre el y el que pactante, Cripson solo toma el poder de dicho dios y lo aplica sobre ellos dos, nada mas sencillo y a la vez nada mas complicado que hacer. Se encuentran nuevamente las energías de la humana y el demonio, se unen y se mezclan, aunque ahora ninguna de esas energías tiene el poder de poner en peligro a la otra.
Le tomo varios minutos el recuperarse, pero lo hizo en todo su esplendor, lleno de energía y poder.

-Nos iremos a mi refugio, o si quieres puedo enviarte de regreso donde nos entramos, y de allí tu podrás volver por tus propios medios, pero de seguro quieres ver de que cumpla con mi trabajo, de ser así, deberás venir conmigo, debo buscar el lugar exacto donde construirte un cuerpo, o mejor dicho, he de ir donde el príncipe Rubeus para pedirle ese favor.- Extendió su mano derecha hacia ella nuevamente, si desea ir con el entonces tendrá que tomar su mano, para así teleportarse con ella a otra parte del infierno, una mucho mas alejada de ese altar infernal.

Pasaron los minutos y finalmente todo acaba, ella se siente igual que antes o eso cree. Ahora mismo no sabe cómo sentirse, seguramente bien. El demonio la explica lo que debe pasar a continuación, irán a buscar a un amigo suyo, compañero o algo así, que será capaz de crearle el cuerpo que tanto ansía. Alice acepta en coger su mano, pues simplemente no quiere estar más sola y además, quiere ver cómo ocurren los hechos. Estando sentada sobre el altar, estira una de sus manos para sujetar la derecha del demonio y ponerse de pie.

Es en estos momentos en los que piensa todo lo que le está cambiando "la vida" después de la muerte. Hacía nada más que unas horas, apenas varias, podríamos decir que incluso solo ha pasado una hora desde que se encontró con ese demonio y ahora, ya ha hecho un pacto para toda la eternidad a cambio de volver a vivir. Cualquiera lo diría, esto es un verdadero vuelco, es casi igual de rápido que perder la vida. Claro que en realidad han pasado diez años de los cuales ella no es consciente.

-Sí, está bien Señor Demonio, pongámonos en marcha.- Le dice con un tono de voz apagado, pero igualmente muy decidido y serio. Espera a que el demonio haga algún sortilegio extraño para sacarles de allí, sin saber el destino exacto al que van.

El demonio espera pacientemente a que Alice opte por ir con el o quedarse a dar vueltas por allí, después de todo ya esta marcada como su propiedad por lo que otros demonios no podrán acceder a ella. Unió su mano a la de la humana  y ahora volvió a sentir ella la gran presión que ejerce ese demonio sobre ella, su poder, el de su alma al menos es mas poderoso y violento, pero aun así no ejerció daño alguno sobre ella mas que eso, presión.

-Iremos a mi refugio, allí podemos descansar, ademas, para un viaje como el que vamos a hacer necesitare de todas mis fuerzas y de algunos artilugios especiales fantasmita- Tras decirle eso tomo el mismo camino por el que vinieron, manteniendo a Alice tomada de la mano regresando hasta el lugar donde aparecieron en primer lugar y lo pasaron de largo. Así luego de unas horas llegaron a las ruinas de una catedral, aunque se podía sentir claramente que nada allí es lo que parece, todo esta lleno de energías mágicas y corruptas.



La catedral donde se encuentran es altisima, no se puede ver el fin de la misma debido a que una luz fuerte evita el poder mirar directamente, completamente irreal, esa luz pareciera ser la luz del sol ¿Pero allí? En medio del infierno es algo imposible. Las paredes de la mis parecen tener milenios o mas, imposible podes estipular un tiempo aparente para ese lugar. Sobre el suelo yacen mármoles y bancos antiguos, de civilizaciones ya olvidadas y prohibidas. A los costados del lugar todo es oscuridad profunda, imposible ver de lejos incluso siendo un demonio se debe de ingresar en esa oscuridad para ver lo que allí se encuentra. En medio de esa construcción se ve una especia de arco, el cual se nota que es un portal ¿Adonde lleva? Eso es algo que solo el demonio sabe.

-Bienvenida a mi hogar, o debería mejor decir, mi refugio- Le señalo con la mano el arco, así como luego con un gran ademan en forma de circulo, le señalo todo aquel lugar.

Tras unas palabras, emprendieron la marcha hacia el refugio del demonio, donde según él, podrían descansar. La verdad es que le vendría bien, aunque sería extraño, diez años "descansando sin paz" y tener que hacerlo, pero por alguna razón, ahora si que notaba el cansancio, seguramente era por el infierno. Durante el camino, aunque fuera el mismo que el de ida, no paraba de mirar absolutamente todo, ladeando el rostro hacia los lados casi constantemente. Cuanto más lo miraba, de alguna manera, más le gustaba, se encariñaba un poco.

Llegaron a una especie de catedral que tenía un ambiente horrible, sinceramente, pero igual era bastante bonita. Se fijó en las paredes con cara de sorpresa. Era un sitio muy amplio y agradable para ella. El suelo estaba algo resquibrajado pero estaba bastante bien conservado. Alice alzó la vista, pero tuvo que taparse y volver al frente porque la luz era demasiado fuerte. Le daba la bienvenida a su refugio y le muestra una especie de portal extraño. Como era lógico era la primera vez que venía uno y se suponía que tenía que atravesarlo con él.

-Ohhh... Es un sitio muy bonito.- Dijo dando una vuelta sobre si misma a la vez que el demonio señalaba toda la extensión. -Menudo refugio, jeje. Ese portal es interesante...- Dijo mirándolo fijamente. Desde luego que tenía curiosidad en saber a dónde llevaba. Tras bastante tiempo, volvía a sonreír. No era mucho, pero salir de aquel castillo maldito la había sentado bien.

Camino por los alrededores de forma lenta, dejando que Alice observe el lugar a gusto y escuchando sus comentarios sobre su refugio los cuales sorprenden.

-Eres muy especial fantasmita, si no fuera que tengo que cumplir mi parte del trato te tomaría para mi, pero, los demonios de Encrucijada siempre cumplimos nuestros tratos-Sonriente y de buen humor el demonio, complacido de tener una compañía tan interesante como la de Alice.-Sin duda lo es cariño, pero primero lo primero-Siguió hacia la izquierda internándose en la oscuridad, escuchando los susurros de los espíritus del pasado a los cuales el demonio les permite aun morar en su antiguo hogar, aunque claro, lo hace para algún día sacar provecho de ello. El salón donde ingresa el demonio esta completamente a oscuras, solo un objeto en ese lugar puede verse con claridad, el cual es del tamaño de una persona y tiene una figura muy particular.


El espejo es tan hermoso como siniestro, esta no sostenido sobre una pared sino sobre el suelo, sujeto por un dragón negro. Ese espejo desprende una gran cantidad de magia y otras energías similares a estas, dejando saber así que por el interior y alrededor de ese objeto el poder se desenvuelve libremente. El dragón, el marco del espejo y la base son de piedra, algo ya arcaico puede decirse, hoy en día se usa madera y otros metales para los marcos, la piedra es algo que paso de moda y ya no se usa desde al menos unos cien años.

-Veremos si el príncipe Rubeus tiene tiempo para nosotros-Dijo el demonio antes de pararse frente al espejo el cual a pesar de que el se paro en frente de el no refleja absolutamente nada.

-Daemones nolite oblivisci.
Memini nos plurimum.
Sanguinem pro sanguine.
Flammis gehennae anxie meum respectet, turbata anima.-Con sus manos extendidas hacia el espejo, el demonio comenzó a recitar una especia de cántico.

-Mea impurum esse winces in dolore cum torquetur memorias ipsi evocent.
Studium nostrum est non malus. Est solum nostram utilitatem.
Cineres caliginoso candela iudicandum est dignum futurum....

Audierint circumspectionem omnium, ostende quod expecto Cripson- Se hizo el silencio en la sala, pero el demonio continuo con sus brazos extendidos hacia el espejo, mientras los ojos den dragón de piedra comenzaban a abrirse.

A estas alturas, piensa Alice que ya es hora de sonreír un poco más, dejar de estar tan seria y amargada. Es difícil mostrar una buena cara pero el demonio ya dijo que al menos cumpliría su promesa, ya que le era factible tenerla a ella como alma y cuerpo eterno. Según lo dicho, ella le sonrió cuando dijo que era especial, aunque no le gustó eso de tomarla. Ya intentaría negociar más adelante o simplemente se aguantaría. Empezaron a adentrarse en la oscuridad y ella le apretó un poco la mano porque no veía nada y la verdad, le imponía y le daba algo de miedo. Lo único que veía era un espejo descomunal, muy grande para ser lo que era y además, ese dragón que hacía de sujeción quedaba muy bien. A ella le gustaban los dragones en lo personal y casi nadie lo sabía, aunque claro, no estaba tan loca como para enfrentarse a una bestia así, simplemente las admiraba y le agradaban.

Él dice que tiene que ver si ese amigo suyo, Rubeus tenía tiempo para ellos. Vaya, realmente parecía como muy atareado, así que esperaba ella que al menos tuviera un ratito para escuchar su petición. Ella se quedó detrás, viendo que el espejo no reflejaba nada, ni a ella ni a él, pero bueno, eso daba igual porque se veía que desprendía mucho poder mágico. Alice se limitó a escuchar y a esperar pacientemente a que el demonio terminara de pronunciar su conjuro o lo que fuera eso, intrigada. Si Rubeus no les dedicaba el tiempo que deseaban, habría un cierto problema con el pacto que hicieron, porque al parecer no cumpliría su parte. Lejos de eso, los ojos del dragón empezaron a abrirse, tenía pinta de ser una buena señal. No quería decir nada para no cagarla.

Al termina de recitar su hechizo, los ojos del dragón se abrieron completamente, ojos blancos de piedra por supuesto, pero que se fueron tornando negros poco a poco hasta reflejar la nada misma.El espejo frente al demonio comenzó a reflejar muchos lugares, desiertos, lagos, planicies, montañas, bosques, y luego zonas realmente de oscuridad profundas y siniestras, de pesadilla, a diferencia del resto parece algo irreal.

Spoiler:

En el espejo empieza a visualizarse un ser bastante horrible, una persona jorobada, deforme, de piel con granos y grasienta, una especie de humano deforme aunque mas que un humano parece una especie de aberración sobre uno. El demonio empieza a entablar una conversación con esa horrible criatura en u dialecto de lo mas raro, pero por lo visto ambos se entienden a la perfección entre risas y otras carcajadas algo guturales. Al cabo de unas horas de charla parecen despedirse, el dragón de piedra cierra sus ojos y la figura en el espejo desaparece por completo.

-Bien mi pequeña fantasmita, al parecer estamos de suerte. El príncipe Rubeus nos recibirá dentro de 7 días en su castillo negro, allí planteare mi pedido el cual te aseguro sera aceptado-El demonio le da las buenas nuevas a Alice, si bien tiene que esperar a que pase una semana para una audiencia con el príncipe Rubeus el demonio le asegura que sera cumplido su deseo.

Después de que los ojos del dragón se abrieran, los ojso le brillaron con esos paisajes que le gustaría ver, algunos los conocía pero otros no. Aunque todo cambió al visualizarse una cos extraña. Se escondió un poco detrás de Cripson porque la expresión que no pudo evitar poner al ver a ese engendro era de puro asco y temía que solo por eso dijera que no iba a hacer nada. Aunque no duró mucho esa expresión, porque no entendía nada de lo que decían, aunque parecía ser bueno por las risas que se echaban. Ella se limitó a observar y a acostumbrarse a la visión de ese ser tan repugnante. Mientras esperaba, por alguna razón le dio por mirarse de arriba a abajo.

Al parecer de Alice, la conversación fue muy larga y llegó a aburrirse simplemente, pero no hizo nada que lo demostrara. Finalmente la imagen de ese monstruo desapareció y todo volvió a ser como antes. El demonio le comunicó que en siete días tendrían que volver a ver a esa criatura, pero en "persona" según parecía. Siete largos días que seguramente se pasarían rápido en compañía de aquel demonio, siempre y cuando él decidiera quedarse a su lado. A lo mejor el tiempo que les llevaba llegar al castillo de su amigo era el que tenían para ir.

-Me alegro mucho, jeje.- Sonrió y se permitió poner una mano en el hombro del demonio. -¿Su amigo vive muy lejos de aquí?- Pregunta con curiosidad y calma. Nadie más que ese demonio puede saberlo que ella conozca.

El demonio ya habiendo informado a Alice sobre como llevarían a cabo sus planes y el tiempo de ejecución de la primera parte del mismo simplemente tomo asiento en uno de los tantos sillones que hay desparramados por allí. Escucha cómodamente a la fantasma mientras se relaja antes de disponerse a responder las dudas de Alice.

-Vive muy lejos, estamos en el infierno pequeña, todo nos queda lejos. Pero, se bien como llegar allí asi que no deberíamos tener problemas con nada preciosa fantasmita- Tras dar esa respuesta se puso a dormir, o eso es lo que parece.

Fin del tema Huehuehue

Tema finalizado y cerrado: Alice gana 2 puntos de experiencia.