Encuentro de tres bellas damas

La dama elfica ya se encuentra ahora en plana ciudad de la Dinastía del Dragón, tras su arribo en los puertos de la dinastía esta dama tal y como lo había planeado de antemano viajo hasta la ciudad, donde la espera su destino, así lo ha sabido desde hace meses atrás, cuando viajo desde el Puño de Hierro hasta Cielo de la libertad y desde allí, tomo otro barco mas hasta la Dinastía de Dragón.

El sol lentamente cae sobre los cielos, ocultándose tras las montañas mucho mas allá de las murallas de la ciudad, así va llegando de a poco el atardecer. La dama elfica quien apenas ha llegado opta por descansar del largo viaje, unos días a caballo desde el puerto, y finalmente las puertas de la ciudad donde fue bien recibida, gracias a las obras de un elfo llamado Olayer hoy en día a los elfos se los trata bastante bien en la ciudad Guardiana.
Mira atentamente la dama elfica mientras a los costados del camino varios vendedores ofrecen sus mercancías,pero a ella en ese momento le interesa relajarse, un lugar para comer y sentarse un poco, la gran pregunta para ella es ¿Cual es el lugar correcto? Para una mujer de noble cuna y de fuertes y regios ideales el lugar donde debe residir no puede ser cualquier pocilga, debe ser algo medianamente y muy bueno. Ante el desconocimiento, comienza a preguntar a su alrededor, ya le han dicho de ante mano que en las casas de te puede beber, pero luego necesita pasar la noche, y ese ya es otro asunto.

llevaba desde el medio día investigando aquel bonito pueblo, cada rincon, cada calle. Era un lugar fantastico, sin incidentes ni peleas,por lo menos nadie gritaba ni amenazaba. Era un muy buen día para caminar, pero poco a poco comenzaba a anochecer y mi cansancio era notable. Debia volver a mi posada para cenar y pasar la noche.
Pero cuando llegué casi a aquella posada no pude creer lo que ví. Un arco magnifico, resistente,bello y con un buen manejo o eso parecia. Por lo menos era mejor y mas bonito que el mio. Luego mire a la propietaria y me sorprendí mas aun. Era una elfa. La mire sorprendida y entonces lo noté. su arco, su vestimenta, debia de tener mucho dinero o ser muy poderosa. sin duda una posible meta en mi vida, pero demasiado lejana para mi. Mejor seria no llamar su atención. Pero sabia que, aunque me viera no mostraria curiosidad, igual que no habian mostrado nada tantos otros grandes caballeros o guerreras por el camino que habia hecho. Era triste, pero yo no era como ellos, ni valiente ni guerrera ni si quiera una verdadera aventurera. Simplemente viviria modestamente, cazando y buscando un arco nuevo. Desgraciadamente sabia, que aunque ahorrase toda mi vida jamas lograria comprar un arco como el de aquella bella elfa, o como el de los guerreros que vi en mis viajes. Sobre todo sin una minima idea de negocios. solo de arboles o animales, cosa que no ayudaria y encima tenia que mantener en secreto. La mire una vez mas y comencé a andar disimuladamente para ir a la posada. tenia que pasar unos metros por delante, pero lo haria evitando llama su atencion por lo que me puse un poco la capa, maldiciendo en aquel momento el haber hecho agujeros en la parte de las orejas.

Y allí estaba la dama elfica, mirando a un lado y al otro con atención, escuchando demasiado para su gusto. Cada quien deseaba venderle algo, le han notado las ropas, el porte, las armas, toda una dama guerrera, una gran oportunidad para los comerciantes. Ella por parte prefirió pasar de gastos innecesarios, al menos por esos momentos y centrase en lo importante, en su misión. Para conseguirlo, necesita un lugar donde hospedarse, al menos por pocos días, hasta que logre que ella persona a la que vino a ver se reuniera con ella. Sus ojos bien entrenados visualizaron algo que creyó no encontraría allí en la Dinastía del Dragón *Una elfa* No se podía equivocar, su mente reacciono rápido antes que sus palabras.
Una criatura simple, como la mayoría de los elfos que ha conocido en las ultimas décadas, pero esa simpleza conlleva nobleza, pureza, y otras características muy nobles y tranquilas.

Se acerco con largas zancadas hacia ella, la elfa se cubrió con una capucha, pero aun así se le veían las orejas, la razón de que se esconda es desconocida para Philia, pero no cree que sea por ella, no a menos que sea una renegada de su raza, eso es algo por demás extraño que suceda.

- Alassea Ree aredhel anárion (Buenos dias hermana elfa)- Le saludo aquello mujer en el propio idioma elfico, para que no quede duda de a quien se esta dirigiendo. A pesar de renegar un poco sobre su raza, con las mujeres siempre fue mas cordial que con los hombres, a los cuales considera culpables de que la raza elfica decayera hasta el punto de quedar en ridículo frente a las demás rezas.

Parecia funcionar, o eso esperaba al no poder ver por los lados, odiaba aquella capucha aveces.Si de por si la vista de una elfa ocupa poco campo de vision a los lados, con la capucha era peor,muy bueno para ver lejos pero lo que se tiene a los lados nada.
Entonces l aoi, al lado, hablarme en elfico. Entendi,por lo que decidí responder algo sorprendida. Pero como no, seria para pedir información, o pedir algo por ser la unica elfa. De no ser asi ni se habria fijado en mi.
-ho...ho...hola...Buenos dias.
Respondi en lenguaje no elfico sin darme cuenta.estaba nerviosa, no habia estado tan cerca de una guerrera como ella nunca. La mire de arriba abajo, viendo su altura y ropajes, sorprendida y sin saber muy bien que decir. Despues de un silencio incomo solo se me ocurrio hacer un comentario de lo unico que sabia.
-bo....bonito...ar...arco.
Dije con una sonrisa algo timida y mirando luego a mis pies. Cuando me di cuenta del comentario estupido maldije y sin mirarla volvi a hablar.
-Pue..puedo ayudarla en algo....?

Tras saludar alegremente a su "hermana elfica" espero tranquila, con una mano sobre el pecho y la otra cerca de la cintura, al otro lado de la espada, demostrando no tener intenciones hostiles para con ella ni para con nadie. La joven a la que se ha dirigido se dio la vuelta para quedar cara a cara, por lo que Philia pudo observar su rostro y sonreír, pues esa elfa se ve aun mas joven que ella, incluso su forma de hablar y de actuar, parece una pequeñita a su lado. Ella respondió en el idioma común de los hombres, y dejo verse sorprendida, lo cual la dama elfica atribuye a su forma de vestir y de andar, la de una guerrera y no la de una simple doncella o frágil sacerdotisa.

-¿Te gusta? Es un lindo arco, tan útil como hermoso-Dejo escapar una pequeña risa.-Ya sabes, nosotros somos muy buenos tanto con arcos como con las largas espadas- Justamente las armas que porta esa belleza elfica, un arco largo compuesto y una espada larga, ornamentadas con runas elficas, hermosas runas del color de la plata pura.

-¿Ayudarme? A si, lo había olvidado, el fortuito encuentro hizo que se me olvidara- Volvió a reír de nuevo- Busco un buen lugar donde hospedarme, acabo de llegar del puerto y probablemente necesite estar unos días aquí en la ciudad, debo ver a algunas personas y estas pueden tarden en recibirme ¿Estas aquí hace mucho? Si es así ¿Puedes recomendarme un bue sitio?-Se muestra a gusto con el encuentro, al parecer la dama elfica gusta bastante de su compañía.

Si, sabia, eramos buenos los de nuestra raza con esas armas, las mire emocionada y luego mire a la elfa algo sorprendida.No parecia seria ni poderosa, sino una amiga con ganas de compañia. No podia creer que estuviese hablandome asi.Era increible, uno de tantos sueños mios, en los que m evolvia alguien importante por unos momentos. Luego volvio a hablar a responder mi pregunta y respondio con gusto y sin ocultar nada, sonriente y amable.
-La verdad...solo estoy aqui desde esta mañana. No lo conozco mucho, pero tiene muchas posadas.su..supongo que querer ir a la mejor. Pues creo que esta un poco mas lejos, subiendo esa...am...calle y a la derecha. Es una zona mas antigua y mas cara, pero creo que no tener ningun problema.tener...teneis, eso, teneis.
de nuevo mi falta de civilizacion crecia dentro de mi. Haciendome olvidar palabras o formaciones claves de palabras. Me sentia pequeña a su lado y los nervios...me era imposible decir algo bien. Sin tiempo para pensar.
-La verdad...no puedo recomendar ningun sitio. solo he estado en uno, pero por bonito es aquel que dije. bonito y caro, seguro que tienen buena comida y camas.

Escucho atentamente a la joven elfa frente a ella, se le ve emocionada ¿ Estará emocionada al igual que ella? Espera que si, siempre ha sido mejor tratando con mujeres que con hombres, aunque ha mejorado bastante su forma de entablar relación con ellos gracias a su señor y al comandante que le sigue. No pudo evitar reír, tanto que se llevo una mano a la boca para reír con "fineza" como lo haría una dama de noble cuna como ella. Se le hace difícil mantener esos rasgos tan finos y a la vez combatir con fiereza cuando llega el momento, las dos partes, la dulce elfa y la guerra se encuentran en constante enfrentamiento dentro de ella.

-Tranquila señorita, no le voy a hacer daño- Le dijo en voz baja, casi en un susurro, un susurro solo para ella. Llevo la mano que sostenía sobre su pecho hasta uno de los hombros de la elfa frente a ella y con suavidad deposito allí esa mano, suavemente, apretando despacio los hombros de esa jovencita, en una muestra de aprecio fraternal.

-Visitare ese lugar que me has recomendado dentro de unas pocas horas, pero antes de eso, ya que las dos somos recién llegadas y compartimos la linea se sangre ¿Que tal si vamos a esas llamadas casa de te? Muy pocas veces he probado el te del oeste y es bastante diferente al del este. Siempre quise probarlo en su propio país, no dejemos pasar la oportunidad- Con entusiasmo esa guerrera de noble cuna invita a su "compañera" a beber algo relajante.

La elfa me dijo que estuviese tranquila, que no iva a hacerme daño. Me sorprendia aquel comportamiento en tan feloz guerrero y menos me esperaba aquella risa. Quizas era cercana a su pueblo, o quizas fuese la servidora de alguien mas rica y poderosa que ella,lo que la dejaria mas o menos como yo. Pero de lo que no habia duda era de que queria hablar conmigo. No entendia por que, nunca nadie queria hablar conmigo. Los humanos me veian pura y creida, y los elfos contaminada y igual que un animal. suspire sorprendida por aquella invitacion y alcé la cabeza correspondiendo a aquella mano sobre mi hombro. Desgraciadamente no tenia dinero para ir y por lo que sabia nadie daba nada a cambio de nada.
-me...me encantaria. Pero no tengo dinero suficiente para ir. bueno...puede que tenga, pero me quedaria sin dinero para mi proximo viaje. Comida puedo conseguir, pero aveces un medicamento es dificil de encontrar o flechas. No me gusta destrozar un arbol para hacer un numero de flechas que me entre en el carcaj y tirar las demas. No.. no creo poder ir. Mis disculpas...
dije con pena. Pero la gente de aquel mundo fuera del bosque no era tan amable como esos animales o esa gente perdida entre maleza.Incluso algun gnomo era mas simpatico aveces. Con respeto y con pena di un paso atras dejando su mano en el aire, aquella que hace unos momentos estaba en mi hombro. Seguramente odiaria que la vieran con alguien como yo, una elfa mas salvaje que ellos, sin dinero, ni casa..ni familia.

La dama elfica fue toda risa y amabilidad en esos momentos, esperaba ir a tomar de ese te extranjero con esa joven elfa y de paso conocerla un poco mejor, pero esta la rechazo argumentado no tener dinero suficiente para ir a un lugar así. La guerrera elfa frunció el ceño y apretó fuerte el puño que de su mano izquierda, le han rechazado la invitación que con tanto corazón ha hecho, pero lo peor no fue el rechazo, sino el argumento. Estaba a punto la dala elfa por responder cuando una joven aparentemente oriunda del lugar se choco con la otra elfa cuando esta intentaba retirarse. Observo a la recién llegada, otra joven, bastante joven, muy hermosa, con vestimentas del oeste y una espada de esas que usan los guerreros de esa ciudad. Se recupero y ofreció una disculpa, muy educada, claramente es de alta cuna, las ropas,los gestos, su habla la delatan. Guardo silencio y esa jovencita se acero algo ams a ella, hablando con mucho respeto, presentándose como Isawa Raurana la cual dice querer conocerla personalmente, eso le quito le enfado y el dolor haciéndola sonreír.

-Es un gusto conocer a Isawa Raurana-Pensó un momento y finalmente reconoció el apellido, hinco una rodilla en la piedra, tomo delicadamente la mano de la joven y le beso el revés de la mano como lo hacen los caballeros del este.-Mi nombre es Nessa Tinúviel, caballero del señor del sur del Puño de hierro, Sir Logan. -Se puso lentamente de pie, tomando con sus manos la mano de la joven humana.-En su nombre he viajada hasta esta gran nación, para dar apoyo a la nación de la Dinastía del Dragón, así como también para pedir de su ayuda. Es un honor aceptar su invitación bella dama del Oeste-Soltó suavemente la mano de la joven y miro a la elfa un poco mas atrás de ellos.

-Me temo que no soy digna de su compañía, pues ha rechazado mi invitación.- Se vio dolor en sus palabras, y cierto enojo en sus ojos, como si el rechazo fuera una daga justo en el corazón.

Al moverme hacia atras una chica se choco conmigo. La ayude para que no se cayera y me pidio disculpas. Mientras veia a l aelfa cerrar el puño. No sabia por que, pero parecia algo triste al hablar con l aotra chica. Las vi hablar, las dos con un porte increible. ¿que hacia alli en medio? No..no era digna de estar al lado de ninguna de las dos. Seguro que muchos desearian estar en miposicion, pero a mi me resultaba incomodo. Ma sincomoda aun cuando escuche que al parecer aquella elfa trabajaba en Puño de Hierro. No entendia mucho de aquella conversación, pero ahora tenia algo miedo.¿acaso me habia visto elfa y queria matarme?...Tenia mis dudas. Pero a pesar de todo parecia haberse sincerado conmigo. Miraba nerviosa las armas de la otra chica, y sus vestimentas. Solo vender esa ropa me daria un arco, o algo de ropa nueva. Me quite la capa para poder ver mejor a mi alrededor aunque esas mujeres no viesen mas que ropa vieja y llena de cosidos yo me sentiria mas segura. Viendo que hablaban de ir a tomar ese té no pude evitar sacar mi bolsa del dinero, sacando unas pocas monedas.No podia hacer nada, no me daba para mucho y menos en ese lugar. La chica nueva luego dijo de invitarme pero perdida en mis pensamientos para con el dinero no supe que decir. Luego la elfa hablo algo molesta, lo que me hizo sentirme extrañamente mal.
-Claro que sois digna... la..la no digna soy yo...y.. siento que no... que no hago nada entre...vosotras dos. No tengo dinero, no tengo ropa en condiciones, ni armas firmes. No rechazo...simplemente...no se por que quereis ambas ir conmigo a tomar té. Me...me hace ilusion...pero... me falta dinero y no quiero depender de nadie...
Dije mirando al suelo insegura y esperando que pasase algo que me tranquilizara.

La dama que posee una de las sangres mas nobles de una antigua casa de un reino ya de leyenda escucho las palabras de la mas joven de todas las presentes, o al menos parecía la mas joven actitud. Se traba al hablar, tiembla con los ojos, se mueve nerviosa y piensa que el dinero es el centro del mundo, podrá ser el motor del mundo, pero jamas su corazón. Sonrió tras el accionar de la joven Raurana, le pareció interesante su accionar, en especial porque eso no es muy digno de una joven de noble cuna.

-Voy a darle una pequeña lección de modales y etiqueta a nuestra pequeña niña. Cuando alguien te invita a cierto lugar, evento o fiesta, se esta haciendo cargo de ti, independientemente de tu dinero, raza, credo o posición social. Yo decidí hacerme cargo de ti, y ahora, Raurana ha decidido hacerse cargo de ambos, es su deber y honor como anfitriona, así que honrada y agradecida acepto su generosidad, con la promesa de devolver esa cortesía en un futuro, cuando ella visite alguna vez el castillo de Sir Logan, beberá de mi te, comerá de mi comida, disfrutara de mi música y descansara en mis cómodas habitaciones.-Así se manejan las cosas en la alta sociedad, siempre cada quien espera hacer el mayor beneficio al otro, ya que ese es el honor, y esperar a que la persona agasajada trata de sobrepasar los beneficios obtenidos una y otra vez, y en la mayoría de los casos, lo que se espera no es mero oro.

Sin previo aviso una de ellas me cogió el moflete y comenzo a explicarme. No entendia absolutamente todo, mas que nada por que hablaba veloz y sin pausa. PEro logre entender lo basico para darme cuenta de que sin razon aparente querian conocerme. Fuese rica, pobre o lo que fuese. Ya que en un principio todos eramos iguales. Sonrei feliz por aquello, me sentia especial. Quizas demasiado. alcé la cabeza cuando me soltó el moflete y escuché a la elfa. Me acababa de explicar que me habian invitado, incluso me explico mejor de lo que suponia que era"invitar". Por lo que pude entenderlo mejor y no significaba que tuviese que dar nada a cambio. Simplemente ciertas personas querian devolver aquella inviytacion en otras circunstancias. Ahora todo tenia otro sentido. Y me olvide por completo de la procedencia de aquellas dos chicas.
-Entonces...será un placer ir con vosotras y acompañaros. Solo que...no se si me comportare como normalmente lo hago. Estas cosas pasan poco y no me gusta perder la oportunidad por hablar mas de la cuenta. Es un placer conoceros a las dos. Mi nombre es Keilyn y...viajo por el mundo intentando hacer un mapa y conocer a gente de todas partes.
Dije en igualdad de condiciones, feliz pero hechando de menos a Kirot y con ganas de contarle todo.

La expresión de la que aparenta ser la mayor de las tres damas cambio rotundamente al ver como se fueron desarrollando las cosas, ahora todas están de acuerdo, no negaciones por ninguna de las tres partes, por lo que ira junto a Keilyn y Raurana ha algún lugar oriundo de la Dinastía del Dragón, algo clásico y tradicional de la ciudad del oeste.

-Un gusto Keilyn, esta bien lo de dibujar mapas, pero si quieres conocer mas gente entonces, deberías aceptar las invitaciones que estas te hagan, de otra forma, dudo que conozcas muchas persona en la vida-Si la chica tiene talento para la cartografía le sera muy útil a la sierva de Sir Logan.

-Lady Raurana. por mi parte deseo probar te tradicional de la Dinastía del Dragón, y si es hecho por sus propias manos mucho mejor-Con una sonrisa la dama elfica dejo claro que gustaría probar.
Entre tanta charla el cielo se oculto, dejando ver claramente las estrellas en el oscuro firmamento.

Por fin me sentia bien en aquel grupo. A pesar de la tension por no haber aceptado una invitación antes. Cosa que me hechaban en cara. Aun asi creia que estaban en cierto modo felices de yo haber aceptado. Seguramente si. Me sorprendia que me quisieran sin mas, unas amigas despues de muchos años? Unas amigas que no son animales. Eso me complacia. Y mas aun que fuesen de alto estatus, me sentia un poco mas importante, aunque segun decian donde yo vivia tambien era muy peligroso. Toda mi vida estando alerta, y aun no sabia por que.
-Sinceramente queria aceptar...pero...no pensaba que lo diriais en serio. Pero si asi es...incluso gastaria todo lo que tengo por ayudar y poder charlar con vosotras.
Respondi felizmente y mirando a Raurana.
-Bueno... si nos invitala señorita Raurana creo que sera mas personal ese té. Ideal para el momento. Cualquiera puede probar el té de la región, uno hecho por la señorita Raurana sera mas especial.

Al tener todo decidido, el trió de jóvenes mujeres dirigido por Raurana comenzó su lenta marcha, teniendo tiempo así no solo de cotillear entre ellas, sino que también daba tiempo a observar el camino imperial y todo lo que lo rodea. Llamaron bastante la atención, en especial porque dos elfas iban juntas en el mismo camino, eso es algo que no se ve todo los días, por no decir casi nunca.

-Como dijo Keilyn, al ser algo preparado por lady Raurana sera algo especial, algo que quedara para el recuerdo y que es probable, que nos una de buena manera, en un vinculo amistoso-La dama elfica no oculto su esperanza en conseguir una amistad allí, o dos tal vez, todo dependería no solo de ella misma, que si bien esta bien dispuesta a una amistad, también necesita el consentimiento de las otras dos señoritas.
Presto total atención a sus compañeras, aguardando la respuesta de Keilyn a la pregunta de Raurana, llena de curiosidad por aprender algo de una cartógrafa de su propia raza. No oculto su curiosidad, en ningún momento, al parecer la dama elfica no es buena en eso de ocultar intenciones ni tampoco sentimientos.

Comence a andar tras Raurana y la otra elfa, descubriendo que la humana estaba feliz de la compañia y de mis palabras, incluso a la elfa la gustaron. Desde luego seria un té dificil de olvidar. al escuchar que Raurana mostrar interes sonrei emocionada. Luego vi a la elfa mirarme tambien y decidi hablar sin reparos.
-Bueno...mas bien una aficionada. siempre me gustaron los mapas y nadie me enseño. Asi que poco a poco los hago con ayuda de las plantas. Es realmente util. Tengo fuentes bastante fiables pero lo que es mostrarlo en el mapa... es complicado. Y nadie me ha enseñado a hacerlo. Respecto a lo de quedarme...necesito ganar dinero, asi que cazare y lo vendere, asi podre comprar mas papel y una pluma nueva.

Respondi felizmente sin darme cuenta que las fiaba algo mas que solo la razon de mis viajes

La respuesta de Keilyn le dio aun mas curiosidad, sino escucho mal los hace con ayuda de las plantas, y recordando anteriores palabras de la joven elfa, esta da a entender que vive mas en la salvaje que con las personas. * Podría ser una druida*Fue lo primero que pensó la dama elfica.
Mientras charlan siguieron a la joven Raurana, quien las guió hacia su propio hogar, un gran honor, sin dudas, abrir las puertas de su propia casa para ellas, un gesto que no sera olvidado por la alta elfa.

-Es muy hermoso lady Raurana, y es usted muy generosa, este gesto no sera olvidado mientras mi sangre aun permanezca cálida en mis venas.-Un juramento de por vida, ni mas ni menos. Siguió a Raurana despacio, en su curiosidad quiso observar lo mas que pudo, y guardar así la mayor cantidad de recuerdos posibles sobre su visita a la residencia Isawa. Tras la invitación de Raurana , Nessa no dudo en entrar, con valentía, sonriendo y la frente en alto camino como toda una princesa, con pasos cortos y educados, daba mas la sensación de estar caminando por un palacio que simplemente dentro de una casa. Sonriente como asiento muy tranquila, con las piernas juntas y las manos sobre sus muslos frontales, espalda derecha y vista al frente, sin duda, la dama elfica sabe brillar por si misma.Observo los alrededores y las cosas que fue tomando Raurana hasta regresar con ellas, le sonrió al llegar, de tal forma que hasta sus orejas se movieron de la felicidad sin que ella se diese cuenta de ello.

-Jijiji-Se tapo la boca con una de sus manos suavemente, para reír de manera refinada.-Prometo comportarte y no molestar, seré una buena invitada-Dijo ella muy divertida.

Allí estaba yo, siguiendo a dos nobles al parecer. Esta aventura l acontaria, era digna de nombrar. Seguimos andando y vi lo que parecia una casa grande, aunque era un simple porton. Ya mas grande que muchas casas. Cuando lo pasamos no pude evitar quedarme con la boca abierta. Tenia un bosqque dentro de casa. Todo plantas bien cuidadas, con bellas flores.
Seguimos andando mientras Raurana hablaba de ir a un patio que le gustaba bastante. Y en efecto, era pra impresionar, yo por lo menos no habia visto nada igual Solo bosques salvajes sin orden. Y macetas.Aquello era una preciosidad, por lomenos con relacion a lo que un elfo como yo tenia como belleza. Miraba a los lados, escuchando a las plantas habblar. Aunque pocas lo hacian, estaban tranquilas, sin problemas. Sonrei feliz por ello y segui a Raurana mirando alos alrededores. Si no hubiese aceptado tal ivitacion nunca habia visto nada igual.¿todas las casas de los nobles eran asi? Quizas no todas por la cara de asombro de la elfa. Respire profundamente y vi la casa a lo lejos. alli fuimos y alli nos acomodamos. Una chica de 19 años vino, y tras las ordenes de Raurana se fue. Mientras me quede sentada en el suelo mirando al patio, sorprendida por tanta belleza en tan poco sitio. Dando la espalda a mis dos nuevas amigas para escuchar con atención.
-Este lugar es maravilloso Raurana. ¿no...no te importaria si hago un mapa con dibujos de él?. Asi podre recordarlo mejor. Mejor una imagen que un recuerdo lejano.
Dije girandome y mirando a Raurana.Se supone que tardarian un poco en venir, aunque tardaron poco con lo principal. PArecia quedar algo mas. No sabia que hablar con ellas. Simplemente miraba todo con asombro. Este momento de mi vida lo recordaria con felicidad.

Las reacciones de las elfas fueron distintas la una de la otra, aunque en ambas se presentaba cierto asombro o admiración quizás. Mientras que Keilyn pedía permiso para retratar el lugar en uno de sus mapas, la joven se voltea para mirar a la elfa y contestarle.

"Al contrario, seria un honor que retrataras este lugar en el arte en el que te especializas, cualquier cosa que puedas llegar a necesitar puedes pedírmelo y yo veré de conseguírtelo."

Luego mira a Nessa y también le dirija unas palabras.

"Quizás si allá suerte y este en la casa mi madre también se de una vuelta por el lugar aunque mas no sea para saludar, después de todo no todos los días nos viene a visitar alguien del puño de hierro."

La joven siempre sonreía, y a veces incluso gesticulaba acompañando las palabras que decía. Mientras que fue pasando el tiempo, el agua que había puesto ya se había calentado lo suficiente para las infusiones, así que rápidamente la saco del fuego y virtio su contenido dentro de las tazas, preparo una bandeja para poder llevarlas todas juntas a la mesita donde se encontraban las invitadas, y las acomodo una enfrente de cada una de las mujeres allí presentes incluso ella misma.

"Bueno bueno, los aperitivos no deben tardar en llegar, pero aun así podemos ir disfrutando del té y una buena charla, cualquier cosa queda mucha preparación mas como para mas rondas si así lo desean."

La joven toma la taza que tenia en frente entre sus manos y la hace girar mientras ve a sus dos compañeras.

(//OFF: Perdón por la tardanza no tuve mucho tiempo para conectarme y encima mi internet estaba andando para atrás -.-.)

Escuche con orgullo lo que decia Raurana. Sonrei emocionada y agradecida por su ofrecimiento. Mire hacia atras para verla y escuchando que me daria cualquier cosa. No me gustaba aprobecharme, pero ella tenia mas dinero que yo. Y era una oportunidad unica. La aprobecharia.
-Pues...si tienes colores...
Respondi mostrandola solo una triste pluma algo vieja y un tarro de tinta negra. Entonces empece a dibujar con la pluma. haciendo un mapa de todo el lugar, cada rincon con la ayuda de esas plantas. Un mapa perfecto, aunque simplemente con un bello dibujo me habria valido. Pero si algun dia queria volver, sabria las varias entradas. Se me cayo la pluma cuando hablaron de el puño de hierro. Lo recogi y mire a las plantas escuchando a las chicas. En el puño de hierro mataban elfos.¿como es que aquella elfa estaba viva? ¿habia renunciado a todo?