I never die +18

Tras la batalla cerca de la Tierra de Dioses que acabo con la victoria rotunda de las fuerzas lideradas por Lans Tartare este al caer malherido en batalla es trasladado lo más rápido posible hacia alguna ciudad cercana del oeste de la región, la situación es peligrosa para el príncipe y su gente lo sabe, razón por la viajan deprisa, suenan cuernos y envían mensajes en todas direcciones tratando de encontrar cualquier ayuda posible en medio del frio y de la nieve. Pasaron horas donde el príncipe lucha constantemente por su vida, acompañado por dos hombres de confianza quienes hacen lo poco que pueden por él. Una de esas cosas es charlar, tratan de dar ánimos a su comandante y de mantenerlo despierto el mayor tiempo posible mientras nerviosos cada tanto preguntan en donde rayos están. Desde fuera de la carreta y al mando de la misma el cochero grita su respuesta cada vez que estos preguntan, hasta que finalmente ya después de horas y de tantas veces de recibir la misma respuesta al fin puede dar una respuesta diferente a las anteriores, la respuesta que todos estaban esperando.

-¡Veo un pueblo más adelante! ¡Debe ser hvítt hálendi!- Informa a los gritos el conductor de la carreta sobre lo que ve y donde cree el que están por llegar. Otros jinetes que los custodian se adelantan para avisar de la llegada del malherido príncipe, y de paso asegurar de que el pueblo sea seguro para todos ellos. –Excelentes noticias mi príncipe, ya estamos en un pueblo, se puede hacer mucho más allí que en medio del campo de batalla, no cierre los ojos.-Hablan animados los soldados, pero Lans ya no puede verles el rostro aunque sus ojos estén abiertos estos ya no ven. Pero si puede escucharlos, y aunque no puede mover su cuerpo lo intenta, su conciencia que todavía esta despierta trata de responder al valor y lealtad de esos hombres con todas las fuerzas que le quedan.
La carreta se detiene al ser informados de que el pueblo es seguro, y se prestan todos rápidamente a bajar a Lans de la misma y lo trasladan al hogar del médico lugar, aunque es más bien una especie de shaman o brujo sanador, en Asbru el arte de la medicina es conocido como algo mágico, no como una ciencia.
No tiene idea Lans de donde se encuentra, lo que sí sabe es que no se siente nada bien, o mejor dicho que siente poco y nada, y su conciencia que aun esta medianamente despierta sabe bien que eso no es nada bueno, no sentir es equivalente a estar muerto, y a eso se está acercando Lans cada más deprisa, a morir.

Pasan horas y la situación no es nada alentadora, quitar el chaleco del interior del cuerpo de Lans ha tomado demasiado tiempo, la sangre derramada es muchísimo y la acción de limpiar y cocer la herida no fue nada fácil. La condición del príncipe es muy delicada, muy herido y débil, mucho frio ha tomado y mucho agotamiento físico ha tenido desde los días anteriores a ser herido, por lo que los médicos no pronostican nada bueno sobre lo que pueda pasar. Sus hombres en cambio no apuestan en contra de su líder, confían plenamente en la fortaleza física de Lans que bien se sabe está muy por encima de lo normal, lo ha demostrado desde los años de su plena juventud y los años no parecen haberle quitado ese don.

La operación sobre Lans puede decirse que fue un éxito, no se puede hacer más por alguien en esas condiciones, pero el que haya sido exitosa no quiere decir que este fuera de peligro, todo lo contrario, lo único que quiere decir es que no murió durante la operación, pero lejos está de tener el punto bueno medico en lo respectivo a sobrevivir.  El viaje de Risty le tomo muchas horas, mucho más de lo que se tarda en llegar hasta el pueblo de hvítt hálendi normalmente, y está claro el porqué. Los caballos están demasiado cansados como para hacer nuevos viajes, ella no ha dormido aun, tampoco ha comido en condiciones y el clima no es justamente un clima cálido, por lo que le tomo hasta el anochecer el llegar a dicho pueblo donde la recibieron con ojos curiosos.
Fue fácil para la súcubo saber que allí posiblemente estuviese Lans, hay mucha milicia en ese sitio, con estandarte y todo, esos no son solo soldados, seguro hay caballeros y guerreros experimentados que acompañaron al príncipe en la batalla, en esa y en otras pasadas.

-A ti te conozco mujer, te he visto en el castillo, pero no recuerdo cuál es tu papel allí ¿Te envía el rey a por noticias? ¿O el sacerdote acaso?-Los soldados que la detienen en el pueblo si bien no se comportan agresivos con ella tampoco le dejan pasar así como así, están claramente nerviosos, y si ella fuera una persona más observadora y empática sabría también que están algo frustrados.  Un guerrero a caballo portando una alabarda se acerca lentamente a ellos, caballo negro porta como muchos de los caballos del oeste de Asbru montado por un hombre joven de cabellos cortos rojizos, piel clara y estatura media. Porta una armadura mediana pero completa, bastante bonito, no solo de cuerpo sino también con vestimentas bastante limpias con pocas marcas de suciedad.

Spoiler:

-Yo si la conozco, estaba en Tierra de Dioses cerca del príncipe Lans, pero luego se volvió con el rey, una dama de compañía tal vez o consejera…También te he visto con la princesa Shurelya lo cual me hace pensar que eres una especie de mucama o instructora ¿Qué buscas aquí mujer? El príncipe está muy mal herido, en peligro mortal inclusive, y como ves no estamos justamente de humor…-Ese joven por lo visto ha estado más al tanto que los otros sobre el rol de Risty en el castillo, pero parece que no se decide en ser amable del todo o ser muy tajante con ella. El resto está en silencio, parece que ninguno tiene ganas de hablar, los ánimos están por el piso allí y son pocos los que sonríen o intentan buscar conversación con los demás.

En un comienzo se pusieron a meditar sobre el asunto, de ese lugar solo un caballero conoce a la mujer, por otro lado tampoco tienen mala referencia de ella y por el contrario, si conoce de cerca a Lans  y al rey no sería raro de que la envíen en plan de urgencia si pueden curarlo de forma rápida y precisa.  Pero el tono de Risty no agrada a ese caballero que como ha dicho no está de humor para nadie, no después de todo lo que sucedió en el campo de batalla.

-Si no fuera porque estoy desesperado ahora mismo te estaría clavando la pica en el pecho. Déjenla pasar, no perdemos nada con dejarle ver al príncipe, de hecho si puede sanarlo mucho mejor.-Con la orden del caballero le abren paso a Risty y la guían hacia la habitación donde Lans se encuentra reposando con al menos dos hombres a su cuidado y dos más a su resguardo.  Todos se pusieron de pie al ver a la mujer entrar en esa habitación ya que no la conocen de nada.

-Tranquilos, esta mujer es aliada, y posiblemente pueda curar al príncipe Lans.-No lo dice muy confiado el soldado, después de todo los médicos han atendido bien al príncipe y bien conoce ese hombre de heridas de guerra como para no saber de qué el príncipe Lans está realmente muy jodido.–Adelante, has el milagro, porque a estas alturas solo puedo esperar a que eso lo salve.-Le ceden el paso completo hacia donde se encuentra Lans vendado por todo el tórax y por la espalda. Se lo ve pálido y sudoroso al príncipe, claramente ha perdido una cantidad inmensamente absurda de sangre y la herida le está provocando mucha fiebre, de seguro fue cocida o cauterizada, más lo primero que lo segundo al ser una herida tan extensa y profunda. Están todos en silencio allí a la espera a que Risty haga su magia y salve al príncipe, sin saber que la magia de Risty es algo literal y no solo de palabra.

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Tal y como dijeron esas gentes esperaron con fe a un milagro que sane a su príncipe quien está más muerto que vivo, y si bien no es justamente un milagro el tema de la magia para la gente común equivale a eso, a un poder milagroso capaz de crear, reparar o destruir. Risty se concentra y se juntó a su amado quien reposa con respiración complicada lo cual remarca más su muy mal estado de salud. Pero la magia de la súcubo es poderosa, uno de los mejores conjuros que nace del cuerpo para sanar el cuerpo en sí, una excelente curación y solución para heridas graves y abiertas como la es la herida de Lans Tartare. Lo primero que hizo la magia además de luces de colores es el hecho de separar el cuerpo de toda sustancia ajena al mismo, de ese modo cualquier impureza material como tierra, vendas, cuero que haya quedado en el organismo de aquel hombre fue removido y eliminado por completo. Luego paso a regenerar la piel y los huesos que estuviesen dañados o que ya no existiesen, porque así de poderoso es ese hechizo. Y finalmente recupero los puntos de vitalidad de Lans de forma considerable, de ese modo podrá despertar luego de un breve descanso con muy buena salud física.
Se sorprendieron en la habitación y festejaron la recuperación milagrosa del príncipe a manos de esa elfa de piel oscura a la cual también felicitaron y agradecieron por sanarlo de ese modo tan veloz y contundente, sin duda la noticia se expandirá de inmediato en todas direcciones en muy poco tiempo. Las personas salen de esa habitación para llevar las buenas nuevas, además bien saben que ahora ya no necesitan tener el ojo sobre Lans todo el rato, de hecho muchos de los allí presentes son autorizados a volver a casa, después de todo están en terreno seguro con el príncipe ya recuperado y pronto a despertar.

Tiempo después pasadas las horas Lans empezó a despertar, aunque lo primero que hizo su cuerpo fue el moverse de tal forma que las mantas sobre el casi se hacen a un lado, y luego si comenzó a abrir los ojos despacio frunciendo el ceño, como si tuviera migrañas o algo parecido.

-Sabía que de alguna u otra forma iba a sobrevivir.-Menciona con voz reacia sin saber cuántos exactamente están allí en la habitación, aunque luego a la única que ve es a Risty allí con él en la habitación y sonríe a la vez que le guiña el ojo.-Parece que adivinaste mis deseos, porque si no mal recuerdo lo último que había deseado mientras estuve consiente fue el tenerte a mi lado para hacerte el amor preciosa.-Tan confiado y carismático como de costumbre parece que el haber estado al borde de la muerte no lo afecto en nada en la moral, ni menos en lo sentimental ya que se ha despertado y expresado como si nada hubiese pasado en realidad. Se quita algunas mantas de encima y se estira para desperezarse y calentar un poco los músculos, quitándose luego los vendajes y quedando semidesnudo en la cama notando que ni marca de la herida le ha quedado.-Y pensar que quería presumir de ello.-Dijo de modo gracioso, sabiendo que las cicatrices para muchos son algo así como trofeos de guerra.

La voz de Lans termino despertando a una Risty medio dormida y agotada por la falta de sueño y descanso, en eso están iguales esos dos, pero Lans tiene claramente un poderío físico mucho mayor al de ella al haber vivido como un soldado prácticamente toda su vida. Escucha el pensamiento de su fiel compañera comprendiendo lo que dice a la perfección.

-Ordenes son ordenes, actualmente la vida del rey es más importante que la mía, y la mía será más importante que la del resto más adelante, y así sucesivamente. Pocas veces me han herido de este modo, no creo que me hubiese muerto, puede pasar pero no es algo seguro. Lo que sí puedo asegurar es que me hubiera quedado en cama meses antes de poder recuperarme sin ti, y es probable que ese golpe me dejara secuelas permanentes, ya que la medicina moderna está lejos de ser milagrosa.-Probablemente nunca hubiese vuelto a correr, y hasta tal vez le hubieran quedado muchas secuelas respiratorias entre tantas muchas cosas más. La conversación entre ambos continua, hablando ahora sobre las cicatrices que tiene Lans en su cuerpo las cuales son bastantes necesarias para él. La mira a los ojos y luego sonríe, ella parece medio triste, el todo lo contrario.

-No es necesario, de hecho es mejor tener cicatrices, ayudan a no olvidar.-Ahí la verdad de Lans en lo referente a las marcas que te deja la vida, sean sentimentales o físicas él prefiere tenerlas visibles y siempre palpables para no olvidar lo que ha sucedido en su vida. Se juntaron las frentes de ambos y se miraron sonrientes, aunque ella sigue algo dolida por lo sucedido, en cambio ese hombre esta de lo más tranquilo, como si la muerte no fuera más que solo un paso más en su vida.

-Fue una escaramuza rápida, rápida y violenta, supongo que es un adelanto de lo que me espera más adelante. Podra parecer gracioso, pero al parecer se me da bien vencer y capturar princesas, en la batalla capturamos a la líder del ejercito enemigo la cual resulto ser la hijas del rey del norte, se sumara a Oda en un calabozo hasta que mi padre decida matarla, ya que dudo sirva para negociar…Lo mismo que Oda, la van a ejecutar en cuanto se sepa que su hermana rompió el pacto y no se presentó a la batalla como aliada tal y como había prometido.-No lo dice con mucha gracia en la voz, pero así es la guerra y alguien tiene que pagar, en ese caso esas mujeres tendrán que pagar por la osadía de levantar las armas contra él y contra su pueblo. Aprovecha la cercanía Lans para besarle los labios suavemente a Risty y acariciarle un poco por todos lados, tratando de dejar de a poco el tema de la batalla para poder conversar de algo más propio de ellos, y más íntimo.

-Espero tener un pequeño lapso de paz, así puedo cuidarte bien, así como también a Shurelya con la cual he pasado casi nada de tiempo…Hace casi una semana que ni hablamos con todo esto que está sucediendo.-Así de triste como suena, lo dice algo preocupado Lans porque es probable que cuando todo el conflicto recrudezca pase semanas y tal vez hasta meses sin ver a su hija y posiblemente a Risty tampoco, tiempos crudos, esos son los tiempos de guerra.

No pudo más que apretujar a su hermosa compañera entre sus brazos al escucharle siempre suspirando y preocupada, algo que será normal en ella si todo continúa así por la vida de Lans que se ve rodeada de peligros y crueles caminos el verse sumergido en tiempos de guerra.

-Tu tranquila Risty, no te preocupes de antemano o te estresaras…Sé que es difícil para ti entender la vida de un humano, en especial la de un soldado, pero así son las cosas…Algunas cosas malas pasaran, otras…-Le besa en los labios de nuevo dulcemente-Otras buenas vendrán y así sucesivamente.-Agrega con un tono bastante serio y con nobleza aceptando lo bueno y lo malo que pueda suceder en su vida. Se toca el pecho y mueve la cabeza en negativo, es más que obvio que no se olvidara de la herida del día hoy, esas que te dejan cerca de la muerte son las que jamás se olvidan. Luego escucha a Risty en lo referente a Oda, pero ya no hay mucho que hacer sobre ese tema.

-Puede que tengas razón, pero la ley es la ley y la furia de mi padre será terrible cuando se entere.-Agrego contundente antes de besarle en los labios y ser correspondido por su compañera y amante que se encuentra muy feliz, felicidad que es mutua ya que él se siente realmente muy vivo y vigoroso al estar junto a ella y más cuando están a solas en la intimidad. Ella le asegura que tendrá paz junto a ella y lo besa, otra vez empiezan besos y los toqueteos allí en la cama, cama que Lans ya está empezando a usar con su amada Risty.

-Me alegra tenerte aquí, tener paz, pero contigo creo que es mejor tener guerra ¿No te parece así mi preciosa elfita oscura?-Lo dice sonriendo mientras va a besarle el cuello lentamente, asegurándose de respirarle allí en la zona besada lenta y pausada para provocar. Y por si eso fuera poco las manos de Lans se mueven de modo atrevido, aunque no es nada que ella no haya sentido ya sobre su piel, de hecho es tanto cuanto la posee que son pocas cosas las que Lans no le ha hecho ya en la cama pero bien gustoso esta de repetir siempre dichas acciones sobre el cuerpo y el alma de su amada súcubo.

Las razones de un hombre de armas jamás serán del todo entendidas por su mujer, menos aceptadas, pero al final ellas viven así soportando ese peso sobre el corazón, poniendo el hombro cuando más se las necesita y llevando consuelo y goce cuando este es necesario. Se abrazan y se besan dejando claro que a pesar de todo el amor y el fuego entre ellos es más fuerte que cualquier otra cosa, pidiendo esa mujer a su hombre que solo quiere que se cuide, no más que eso. La mira a los ojos Lans y sonríe levemente, y tras unos momentos de mantener su mirada y su sonrisa sobre el rostro de su amada pasa a responder a su pedido.

-Por supuesto Risty, hay Lans para mucho rato más.-Lleno de confianza ese hombre asegura que planea vivir mucho tiempo más, morir al parecer no está en sus planes todavía, aún tiene mucho para hacer y vivir, lo demuestra manoseando a su mujer y acariciándola sensualmente, sus besos son claramente provocadores demostrando así sus ganas de tener sexo con ella siempre que están solos y en la intimidad. Sonríe Lans aunque no le gusta que desconfíen de sus capacidades, no lo dice porque ve innecesario discutir, pero si hay alguien que conoce bastante bien hasta dónde puede llegar y cuanto puede esforzarse ese sin duda es el.

-Como quieras Risty, entonces será mejor que empiece a moverme y a dar órdenes, comeremos y nos moveremos en breve con rumbo a la capital del oeste, no voy a preocupar a mi padre y al resto de los vasallos innecesariamente, además, este no es lugar para mantener cautiva a una prisionera como Aravir.- Sabe bien que algunos podrían intentar un desesperado rescate de la joven mujer guerrera, por lo que mejor es salir de allí y buscar un lugar fuertemente armado y protegido para mantenerla prisionera de un modo seguro. Se pone de pie Lans lentamente, se viste bien dentro de lo posible y sale de la habitación al encuentro de sus hombres que lo reciben con las mejores alegrías y palabras. Se esparcen las ordenes de inmediato y se prepara mucha comida, muchos hombres ya habían comido pero muchos otros no por lo cual se prepara comida en gran cantidad. Se asean un poco y hacen descansar las monturas un tiempo antes de que tengan que volverlas a usar, se las alimenta y trata heridas si las poseen, los que están demasiado agotados sean hombres o animales no partirán ese día, se quedaran allí el tiempo que sea necesario, el resto tras comer y descansar un poco reanudaran la marcha hacia la capital del oeste con el príncipe a la cabeza como insignia sano y salvo.

La pareja dentro de la casa arreglo en que más tarde harían el amor cuando Lans ya no tenga señales de fatiga ni de ningún mal, y por lo visto ambos están contentos de que haya Lans para mucho rato más. Se besan y manosea u buen rato en la cama, y luego también lo hacen antes de salir de esa habitación donde Lans comienza a impartir sus órdenes y a responder a la ansiedad y la necesidad de sus hombres de saber sobre él y su condición. Se hizo de muy buena fama ese día Risty, se lo agradecieron a montones y no faltó quien aprovecho algún abrazo o cercanía para intentar ligársela en el proceso.

-¿Y dónde se encuentra el valiente Sir Campbell? No se lo ve por aquí, y juro por las montañas heladas del norte que lo saque vivo del campo de batalla.-Al no ver por allí al caballero que salvo arriesgando su vida en la anterior se preocupa un poco, no cree haber delirado cuando lo salvo, y no quiere pensar que lo mataron más tarde en el trascurso de la batalla.

-El sir esta golpeado anímicamente, lo comprendemos mi príncipe, no es una carga agradable ni fácil de llevar el hecho de que por tu culpa el príncipe a quien juraste proteger casi perdió la vida.-Los soldados y otros caballeros sacian la ansiedad de Lans de saber que sucedió con dicho caballero, y si bien entiende lo que debe sentir en el corazón ese hombre se siente muy feliz de haberle salvado la vida.

-Comprendo, pero la razón de su caída es la de mi deseo, la de mi padre, cualquiera de ustedes que caiga en el campo de batalla debe hacerlo con la cabeza en lo alto, la mirada en el cielo, incluso sonreír, pues han vivido y muerto con honor, obedeciendo al rey en nombre de su pueblo.-Alza la voz Lans para emocionar a sus hombres y darle a entender que no hay nada vergonzoso en caer en el campo de batalla siempre y cuando se esté haciendo lo correcto.  Va hablando con todos ellos para levantarles el ánimo a aquellos que estén demasiado preocupados, manteniendo en calma a los ansiosos y compartiendo deseos con los más animados y osados manteniendo así a toda la tropa y al pueblo de dicha ciudad en orden. Golpean escudos y alzan la voz a medida que el príncipe se va mezclando entre ellos, pero sin duda la voz de Lans es la que se alza y supera a todos los demás escuchándose casi de una punta a la otra del pueblo haciendo que los lugareños se acerquen a ver a ese que es el príncipe, bravo guerrero ya probado en incontables ocasiones a quien muchos ven por vez primera, en especial los más pequeños.


-If I Should Return
With My Body On My Shield
Tell My Son I Chose To Die Than Yield…
Though My Life May Soon Be Gone
I Hope You'll Carry On
Remember Me As One Who Would Not Kneel...

Fight With Blood
Fight With Steel
Die With Honor
Never Yield
Fearless Hearts
Filled With Pride
Into Glory We Shall Ride
Into Glory We Shall Ride…

I Am Driven On In The Face Of All Despair
Trust In Steel You Will Find Me There…
A Sinner's Fate Awaits Me
But My Vision Guides Me On
I Will Not Stray
From The Path I'm Set Upon

I'll Fight With Blood
Fight With Steel
Die With Honor
Never Yield
Fearless Hearts
Filled With Pride
Into Glory We Shall Ride
Into Glory We Shall Ride!-

Como sucede seguido con Lans enciende de inmediato el corazón de aquellos que lo escuchan, de ese modo su cantar se convierte en el cantar de cientos muchos más.

-If I Do Not Return!
Bring My Body On My Shield!
Tell My Son I Chose To Die!
I Chose To Die Than Yield!

Fight With Blood
Fight With Steel
Die With Honor
Never Yield
Fearless Hearts
Filled With Pride
Into Glory We Shall Ride

Fight With Blood
Fight With Steel
Die With Honor
Never Yield
Fearless Hearts
Filled With Pride
Into Glory We Shall Ride

Fight With Blood
Fight With Steel
Die With Honor
Never Yield
Fearless Hearts
Filled With Pride
Into Glory We Shall Ride
I'll Die Fighting With My Brothers Side By Side-

Y de ese modo el lugar se llenó de un ambiente festivo donde empezó a correr la comida  y la bebida sabiendo Lans que va a tener que pagar por ello para no dejar en la ruina el pobre y amable pueblo.

Al notar como el clima en ese pequeño pueblo se volvió festivo Lans envió a algunos de sus hombres a gastar parte de su dinero en la comida y la bebida, solo tienen que ir donde algún que otro cofre de la pertenencia de Lans y sacar mucho dinero de allí y llevárselo al líder de la aldea, él tiene la obligación de repartirlo de forma justa, de no hacerlo corre el riesgo de ser decapitado por orden de la corona. Con esas preocupaciones fuera de la cabeza el príncipe de Asbru disfruta de una fiesta en la aldea esa noche fresca de clara luna, aunque no planea quedarse mucho tiempo Lans, en pocas horas estará partiendo para llegar por la madrugada al castillo. La princesa del norte de Asbru, Aravir está allí prisionera y piensa entregarla ante su padre para su juicio lo más rápido que le sea posible.

Busca ese hombre a su hermosa elfa oscura que ha de estar en algún sitio no muy alejado a su persona, y cuando la encuentra la invita a bailar. En el baile aprovechando la cercanía y de que con tanto ruido no se puede saber que se dice a la distancia le habla al oído a la súcuba para que compren bien los pasos a seguir.

-Risty, planeo irme de aquí antes de que termine la fiesta, lo haré casi sin escolta, solo algunos hombres diestros y de confianza, así que no bebas de más que saldremos dentro de no mucho y habrá que cabalgar a toda prisa.-Revela sus intenciones Lans a esa mujer que tanto aprecia mientras bailan iluminados y calentados por grandes y múltiples hogueras que se encuentran ardiendo a su alrededor.

Hacen correr rápido el vino, la comida, la música y las mujeres siendo todo un festejo el paso del futuro monarca por dicho lugar. Los elegidos por Lans para acompañarle en su marcha nocturna poco a poco se van enterando de cómo y cuándo deben asistirle. Le da nombres a Risty y descripciones de ciertos caballeros con los cuales bailar, ellos y solo ellos son los que los acompañaran esa noche de muchas estrellas en el oeste de Asbru.

Con Risty ayudándole a llevar esa información a los elegidos en poco tiempo todos estuvieron enterados y a la espera a que su señor desaparezca de la escena pública para internarse en asuntos más secretos y de urgente importancia.

No le costó mucho a Risty llevar a cabo el pedido de Lans, para alguien inteligente y astuta como ella que bien como caerle bien a la gente y de inventar excusas fue pan comido. Para la medianoche todos los requeridos por Lans estuvieron presentes en ese punto de encuentro siendo un total de siete los elegidos por el príncipe del oeste para dicha misión, algo que los llena de orgullo al ser parte de algo tan importante y secreto. Sir Campbell se encuentra entre los elegidos y no parece estar tan malhumorado como hace horas atrás donde se lo vio bastante mal a dicho caballero. Dos exploradores que no portan título noble también se encuentran allí, pero a Lans le interesa el resultado así que bien merecido tienen ese lugar junto a los presentes. Tres caballeros más junto a Risty completa el grupo de los siete elegidos por Lans para dicha misión. Los cuatro caballeros rodean a Risty y al príncipe, a su lado comandado de las riendas por Lans se encuentra otro caballo con una persona encima del animal la persona está atada y amordazada por lo que es un prisionero, de seguro es Aravir que se la llevan en secreto al castillo del oeste. Se manejan todos allí por señas, cosas que Risty no entiende al no saber interpretar los mensajes militares de esos hombres de armas. Lans hace montar a Risty en su mismo caballo, la mano derecha del príncipe esta sobre la montura y la mano derecha sobre las riendas del animal que trasporta Aravir comandando así ambas monturas.

En poco tiempo anduvieron lento, no llevan prisa para no levantar sonidos ni sospechas, después de todo la mayoría uso una excusa parecida para poder alejarse. Algunos que estaban cansados, otros demasiados borrachos como para continuar la fiesta, la más creíble sin embargo es la de los exploradores, ellos eludieron la fiesta y las sospechas fácilmente al decir que recibieron órdenes de explorar las cercanías y vigilar, fue sumamente fácil para ellos dos el alejarse sin sospechas. Ya alejados de la aldea comenzaron a cabalgar más de prisa manteniendo el perímetro en forma de rombo de los caballeros alrededor de Lans y un explorador abriendo la vanguardia y cerrando la retaguardia de dicha formación que cuenta con el príncipe, su curandera y la prisionera en el centro de la misma.

Casi dos horas más tarde de cabalgar en el mayor de los silencios posibles otro grupo de hombres se acercó a ellos siendo claramente hombres del oeste, para cuando se dieron cuenta ya estaban casi en casa sobre las entradas a la villa cercana al castillo del oeste de Asbru. Allí comenzaron a hablar y a sonreír, de manera calmada pero al menos se rompió el filo del silencio y la oscuridad. Más relajado condujeron su marcha por los caminos ya bien conocidos de la villa saludando a algún que otro transeúnte que no sabe cuándo irse a dormir.

-Excelente, todo ha salido a la perfección mis señores, y por supueto, mi dama.-Se ríen cuando menciona lo de dama, rara vez cabalgan en misiones con mujeres así que el reconocimiento hacia la elfa oscuro es uno dado por todo el grupo.

Claramente si los hubieran atacado en el camino hubiera habido problemas, pero ellos apostaron por el sigilo y todo resulto perfecto. Ya estando cerca del castillo escucharon a Risty y sonrieron, todos menos Sir Campbell que sigue con su culpa tras la anterior batalla contra la región norte de Asbru.

-Es inevitable Risty, pero de todos modos eso les hará pensar en porque no se los ha escogido a ellos para semejante tarea. Mis buenos caballeros aquí presentes saben muy bien por qué mi corazón les escoge en estos momentos por sobre el resto, y las buenas mesnadas que siguen mi liderazgo aprenderá de ellos y mejoraran para ser los siguientes honrados con dicho reconocimiento.-Grandes palabras de un gran señor que espera que esas acciones no llenen de envidia mala los corazones de los hombres sino todo lo contrario, que sean el ejemplo a seguir de miles.

-My prince-Respondieron todos ellos apenas dejando que termine de decir aquello que acaba de exponer ante todos ellos.

-Pueden retirarse mis buenas mesnadas, se han ganado una buena jornada de descanso así como mi gratitud.-Reverencia a sus hombres y estos responden de igual modo, se acercan a besar la mano del futuro rey del oeste con respeto y cariño antes de retirarse de dicho lugar, no sin antes sonreírle a Risty en modo de respeto y aceptación en dicho grupo de confianza.

-Ahora nos toca a nosotros Risty, lo mejor para mi será el encontrarme con mi padre de inmediato, él es bastante fanático y perfeccionista cuando se trata de temas de batalla y no me perdonara el no informarle de inmediato y con lujo de detalle todo lo sucedido en la batalla que tuvimos en Tierra de Dioses.-Se acerca a ella mientras habla para poder darle un abrazo y un beso en la mejilla, observa a su alrededor y hay algunos ojos observando que evitan su accionar más cercano y fogoso.-Le dará mucho gusto a mi padre el saber cómo me has salvado la vida, es probable que el también intente seducirte al escuchar tantas maravillas sobre tu persona.-Se rie Lans ante ese comentario, si bien su padre tiene tanta vitalidad como un hombre de veinte años menor a su edad real por alguna razón no se ha vuelto a involucrar con ninguna mujer más en su vida desde que su esposa fue asesinada en Puño de Hierro.

La sucubo parece vivir bastante feliz con Lans, aunque claramente suele expresar sus preocupaciones a menudo generalmente esta muy feliz esa mujer que contagia de esa felicidad a su príncipe y amante.

-Mi padre es muy arraigado a la familia, y es somos bien pocos los Tartare que quedamos, solo el, Shurelya y yo, casi toda la familia pereció en la guerra de Puño de Hierro y en el éxodo hacia las tierras extranjeras cuando fuimos exiliados...Soy el único Tartare aparte de mi padre que es adulto, fuerte y capaz de reproducirse de momento, sin mencionar hombre, ya sabes, los padres siempre alardean de sus hijos en especial del macho de la familia jajaja.-Comparte Lans riendo al final los pensamientos de su padre que en parte también son compartidos por su vástago.

-Pues seria algo incomodo, como rey y padre le debo obedecer, pero como hombre y guerrero no dejaría que me quite a la mujer que amo así como así, podría terminar en un duelo a muerte ¿Puedes imaginar un escenario tan trágico Risty?-Algo muy poco común pero terrible que puede suceder entre padre e hijo, aunque probablemente Lans no se anime nunca a tanto como para matar a su propia sangre.
La abraza durante un tiempo Lans, se le van un poco las manos que recorren el cuerpo de su sirvienta sin ocultar sus deseos sexuales, pero luego se separa para cumplir con su deber.

-Entonces quedas libre Risty para descansar, yo veré a mi padre y no se cuanto tiempo me llevará ello, nos veremos mañana en algún momento del día y comentare que ha sucedido, es probable que haya una reunión para plantarle cara a la guerra en la que ya estamos lamentablemente metidos.-Se imagina Lans como sera esa noche y el día siguiente, tendrían que reunir a los hombres y mujeres más importantes del oeste y planificar muchas cosas, algunas inmediatas y otras con vistas a años en el futuro.