The Rabbit +18

A la chica cada vez se le hacía más difícil hablar y la verdad no quería hacerlo, no quería decirle nada a aquel hombre pero ahora debía hacerlo simplemente por el hecho de que al parecer el no la dejaría ir sin saber la verdad aunque seguramente después de ello tampoco se detendría, los besos que el mayor daba frecuentemente a sus hombros, parte de su cabeza y cuello la hacían estremecer y suspirar para luego sobresaltarse ante el cambio de posición donde ahora el hombre se encontraba sobre ella, un muy audible gemido escapo de sus labios al sentir las penetraciones cada vez más rápidas y profundas, no sabía porque pero ahora el dolor se había ido y ahora solo quedaba placer, un placer muy agradable para la coneja pero a la vez tan extraño. No quería sentirse así y menos en una situación como esa en la que un desconocido hace algo así con ella -l-le digo la verdad, so-soy una coneja...u-usted mismo lo dijo, no se mentir- murmuro entre gemidos y jadeos mientras sus manos cubrían su rostro y notaba como los besos y lamidas bajaron hasta sus senos.

Quizá solo era el placer y la emoción del momento lo que la hacía sentir así pero no lo sabía, todo aquello y las acciones de aquel hombre eran de alguna manera románticas como si aquello no se tratase de algo forzado y fueran realmente pareja eso hacía que se sintiera completamente avergonzada mientras sus dedos se separaban un poco para poder ver al mayor sin dejar al descubierto su sonrojado rostro.

Mordió levemente su labio inferior tratando de silenciar sus gemidos pero aquello era casi imposible, no se sentía con control sobre su cuerpo más bien parecía que aquel hombre la tenía a su merced y para lo que el quisiera hacer, debía admitir que se sentía débil al encontrarse así pero tampoco era como si le desgradase la idea, extrañamente era agradable para la coneja.

Si Hoshi fuera alguien que se dedicara exclusivamente a la conquista y a la seducción de mujeres podría decir a cien si acierta de que esa chica ya es toda suya, pero él piensa más ahora en hacerle el amor sin parar que en saber si la conquisto o no, y si quería saber la verdad en esos momentos ya no quiere saber más nada de eso, solo quiere placer y más placer, ahora dejo de pensar y comenzó a sentir por completo dejando la razón de lado y siendo pura pasión. Eso se hace sentir en la chica que ya se olvidó del dolor y ahora es todo placer, no deja de gemir y suspirar a merced de ese hombre que la cambia de posición para poder darle más y más sexo, mucho mejor y así aumentar su placer. El sexo entre ambos se volvió sumamente profundo y cada vez más veloz, desaforado, pasional y caliente, como si fueran enamorados que contuvieron sus ganas de sexo durante demasiado tiempo y ahora se desahogaran, y en parte para Hoshi es así, demasiado tiempo sin una mujer lo hacen desear más y más ese momento, lo hacen desear más y más a esa chica debajo de él. Entre tanto gemido y jadeo la chica llego a hablar diciendo que ella es la coneja que el trajo en sus brazos como mascota, algo increíble, pero como bien dijo el minutos atrás ella no sabe mentir, aunque eso no quita que siga siendo algo increíble ¿Cómo una coneja se hace humana? Con magia supone el.

-Sabía que eres mágica…Pero no pensé que tanto hermosa niña-Le cree, aunque en realidad no le importa nada ahora, solo importa el hacerle el amor sin parar haciendo sonar las intimidades al golpear una y otra vez como si no hubiera mañana. Ella se cubre el rostro pero lo espía observando como él le chupa los pechos, en especial los pezones que atrapa con sus labios y chupa con fuerza mamando de ellos, están duritos clara muestra de completa excitación. Se le escucha jadear claramente a ese hombre, respiración veloz y agitada y se le ve en el rostro que está completamente extasiado de ella, de place.

-Que delicia…Que rica…-Llega a decir a veces cuando toma algo de aire, cada vez más y más caliente, cada vez más cerca de correrse en lo profundo del sexo de su “presa”, la inocente Megumi.

Los movimientos parecían no tener intensiones de parar en ningún momento y la verdad ya sabía que aquello iba a suceder,  ahora ya no importaba nada más, ni quien era ella, ni de donde vino y como llego a ese lugar simplemente importaba seguir moviéndose o eso es lo que daba a entender aquel hombre que continuaba penetrándola una y otra vez, gimió al sentir que la boca ajena capturaba sus pezones, chupándolos fuertemente haciendo que su espalda se arquee con más notoriedad pero sin dejar de ocultar su rostro detrás de sus manos, no quería ser vista de ese modo y en esa situación.

Su pecho subía y bajaba con brusquedad por su respiración acelerada mientras los choques de ambas intimidades resonaban en la habitación, tenía miedo, miedo de que después de aquello quedara embarazada ¿y si aquel hombre no se hiciera responsable de ello? ¿tendría que cuidar ahora de un pequeño ser? no lo sabía y tampoco sabía si todas esas preguntas tenían una respuesta positiva o negativa. Descubrió lentamente su rostro para poder ver mejor a el mayor el cual al parecer disfrutaba mucho de lo que estaba haciendo y no podía negarlo para ella también era algo agradable, los movimientos siempre iban acompañados de un suspiro o gemido de parte de la coneja la cual ahora mordía su labio inferior tratando de callar aquellos sonidos que se escapaban.

Su mirada se poso sobre los orbes ajenos los cuales le hacían sentir cada vez más hipnotizada ¿por qué se sentía así? esa era otra interrogante la cual no tenía respuesta por ahora, aquel hombre la hacía sentir bien quizá solo era la emoción y el como la trataba en ese entonces pero aun así se sentía a gusto con el claro esta que aun así se sentía completamente avergonzada por la situación

Cada vez se le hace más fácil comerle a besos los senos a esa hermosa chica, con lo agitada y emocionada que esta los pezones de la jovencita esta duritos y deseosos, sus pechos en su están calientes y muy suaves, no se contraen ni se reprimen para nada cuando él los besa, los lame, los muerde y los chupa sin parar una y otra vez. Ella se arquea haciendo que sus hermosos y sabrosos senos crezcan en tamaño, que se remarquen más y así sean tomados mucho más fáciles por su boca, apretados y chupados. Los gemidos de la chica son más fuertes, aunque no tan exagerados como para que puedan ser escuchados por gente de fuera de la habitación sin son perfectamente audibles para su apasionado amante que encuentra un fuego increíble y sensaciones únicas en el hecho de tener relaciones sexuales con ella. Mientras desesperado y necesitado de ella Hoshi le hace el amor a esa chica sus ojos se cruzaron en un momento que pareció eterno, porque el amor entra por los ojos o eso dicen. Incluso con la agitación del momento y la forma en que los cuerpos de ambos se mueven y reculan una y otra vez al entrar y salir de ella sin parar la mirada de ambos quedo fija en la del otro. Pudo ver como ella se muerde el labio inferior y lo observa con ojos brillosos esperando más de él, por su parte Hoshi se mostro dominado por la pasión y lujurio, el reflejo del rostro de la coneja es lo único que se observa en esos ojos brillantes y sinceros que le dejan ver a la coneja que ese hombre en verdad se la está pasando de maravilla con ella, y más que preguntarse que pasara si queda embarazada o no debería preguntarse si alguna vez la dejara irse de su lado.

A los pocos minutos de estar así con ella Hikijata no pudo soportar más toda esa emoción creciente y dejo ser corriéndose muy a gusto y por completo dentro de la chica la cual es lo más probable que sea la primera vez que sienta esa sensación de tener a un hombre dentro suyo y que además la llene de esperma justo en su zona más intima, allí donde la unión de los cuerpos pueden crear una nueva y maravillosa vida. Se detiene lentamente, de a poco dejándose desplomar sobre ella por completo, sujetándola en un tierno y protector abrazo completamente agitado, pero por sobre todo completamente satisfecho y feliz. Cierra sus ojos y se deja estar así , disfrutando de esas sensaciones maravillosas que siente en todo su ser al haberse desahogado de esa forma con esa chica, bien lleno de pasión y calidez.

No podía hacer que su respiración se normalizara mientras veía los ojos del hombre fijamente y este hacía lo mismo continuando con aquellos movimientos que la hacían jadear y gemir, avergonzada notaba como aquel momento se hacía eterno no podía apartar la mirada de los orbes ajenos como si estos la atrajeran y la hipnotizaran, parpadeo notando como los fluidos ajenos la llenaban haciendo que espasmos de placer por aquella sensación recorrieran su cuerpo mientras desviaba la mirada y sentía como el hombre  le abrazaba, un abrazo tierno y cálido el cual hacía estremecer a la coneja.

Suspiro tratando de calmar su respiración mientras entre cerraba los ojos y correspondía a aquel abrazo de manera inconsciente, se estaba dejando guiar y así era como reaccionaba ante aquella situación, ya no le importaba sentir vergüenza y aunque esta estuviera en su limite ya era lo de menos aun así seguía siendo tímida y eso no se podía cambiar o ignorar tan fácilmente, no podía articular bien las palabras o más bien estas no lograban salir de sus labios como si aquello pudiera arruinar el momento -¿por qué....?- susurro dejando que unas pequeñas lagrimas se deslizaran por sus mejillas, quizá había dejado de pensar en que aquella primera vez había sido con un desconocido pero al volver a su mente fue como un balde de agua fría, se sentía impotente y débil.

Ahora no pensaba en nada más, quería escapar, escapar y alejarse de aquel hombre...no sabía porque ahora ese sentimiento la invadía pero aun así no podía evitar pensar en ello, sus manos se posaron en el pecho ajeno ahora volviendo a empujar a aquel hombre para que este se apartara -su-suélteme, por favor- murmuro casi como si estuviera suplicando piedad, quizá se estaba volviendo loca ya que sus pensamientos cambiaban constantemente, estaba confundida. No quería dejar de sentir el cuerpo cálido de aquel hombre junto al suyo pero al igual había un sentimiento que la hacía querer escapar y esconderse en algún lugar en donde nadie la encontrara nunca más.

¿por qué aquellos sentimientos tan contradictorios aparecían en ella? eso era algo que tampoco sabía, ya no sabía que hacer o que decir no pensaba en nada más que salir corriendo pero aun así algo la impulsaba a querer quedarse con el, ¿por qué era tan confuso? la hacía sentir completamente fuera de si, incomoda y pequeña, no podía ver al hombre más bien no quería verlo mientras sus manos continuaban empujándolo.

Se había corrido finalmente completamente complacido aquel hombre quien se abraza a ella como si realmente fuera su amante, lo extraño fue que ella tras estremecerse y dejar llevar por el placer también lo abrazo y entonces abrazados quedaron juntos los dos recuperando el aliento a la par. Se miraron a los ojos por un rato y ese hombre empezó a besarle el cuello y el mentón sutilmente de manera suave. En ese abrazo ella desvió la mirada y pregunto por qué, eso es algo difícil de responder pero mejor ser sincero con ella.

-No lo planee así, pero definitivamente me ha gustado mas así que de la otra forma- Con voz cálida le responde manteniendo el abrazo caluroso sobre ella que parece volver a querer escaparse de sus brazos. La ve llorar y comienza a besarle el rostro lamiéndole las lágrimas de manera dulce y con mucha paciencia. Se mueve despacio dentro de la joven supuestamente coneja, aunque de coneja a simple vista no tiene nada de nada.

-No llores, no te dañare, y me gustaría que te quedaras conmigo más tiempo…Por favor- Se lo pide de favor mientras le besa el rostro y busca besarle en los labios, busca algo más que sexo por lo visto ya que ahora pide favores y hasta busca besarla en los labios como si ya fueran pareja oficial o similar. –Te ha gustado tanto como a mí, y al igual que yo es probable que no sepas porque, pero es la verdad, disfrutemos, quédate aquí, ya podremos hablar luego y viajar ya sea juntos o separados, así que quédate conmigo un poco más, prometo ser bueno y gentil-Mientras ella es un torbellino de emociones encontradas Hijikata se maneja un poco más, un poco más a lo hombre aceptando lo que siente y queriendo mucho mas de aquello, y para eso tiene ella que permanecer con él, tiene que mantenerla a su lado con ese cuerpo y corazón cálido que tiene para dar.

El tiempo pasa y ella intenta sacárselo de encima, pero el busca quedar encima de ella una y otra vez sin descanso siendo alguien muy tenaz a pesar de que no parece una amenaza.

-Ni siquiera me has dicho tu nombre… ¿Cómo debo llamarte? Me gustaría saber quién es la mujer que me ha hecho tan feliz hoy-No quiere quedarse con esa duda, quiere el nombre de la chica…Y quiere conocerla mejor, mucho mejor…Por eso se lo pregunta a la cara mientras insiste en besarla, el lamerle el rostro y los labios, insiste como quien no parece dejar de intentarlo nunca mientras con sus piernas acaricia las piernas de la chica y con su pene se mantiene firme y caliente dentro del sexo de la joven tímida tratando de seguir dándole mucho amor y placer para ambos.

Se sentía confundida de lo que había pasado, se suponía que en ese momento una persona normal solo sentiría odio hacía aquel que no se detuvo en lo que hizo pero en ese instante ese sentimiento no estaba, solo sentía la sensación agradable del calor ajeno junto al suyo aquello la hacía estremecer y sentir aun más en duda de lo que debía hacer o pensar.  Ahora mismo solo quería desaparecer y no volver más o puede que quería todo lo contrario, las dudas la invadían y se preguntaba ¿por qué aquel hombre después de hacer aquello era tan cariñoso y cálido con ella? sentía como este le daba besos en el rostro tratando de limpiar sus lagrimas.

-¿en serio quiere que me quede?- susurró ella casi para si misma mientras su mirada trataba de no mantener contacto con la ajena y sonrojándose al escuchar las palabras del mayor, era cierto y lo sabía muy en el fondo aquello le había gustado pero ¿aquello era una reacción buena? no lo sabía pero la verdad en ese momento estaba dejando de pensar en las razones quizá solo estaba pensadolo mucho quizá solo necesitaba dejarse llevar por el momento y la situación aun así el nerviosismo no desaparecía y al parecer se hacía cada vez más intenso con cada palabra del contrario

-m-mi nombre es Megumi- murmuró mientras miraba de reojo al hombre con un sonrojo intenso en sus mejillas, suspiro tratando de tranquilizarse ahora que su respiración se había normalizado debía aprovechar el momento para calmarse y asimilar la situación tal vez así podría entender mejor lo que en ese momento sentía aunque pensaba que no ayudaría mucho. Sus intentos de escapar fueron cesando al notar que el hombre no planeaba dejarla ir tan fácilmente y aunque en el fondo se sentía feliz de aquello pensaba que quizá no era la decisión correcta ¿debía quedarse o marcharse? aquello tampoco lo sabía y eso le frustraba mucho, no poder saber algo que quería con toda su alma saber.

Cerró sus ojos con fuerza mientras sus manos ocultaban su rostro, no quería que le vieran así y mucho menos una persona a la cual apenas había conocido ese día, no podía cerrar sus piernas al estar el mayor entre estas por lo que solo rodeo la cintura ajena como un acto reflejo, quería cubrirse entera pero al estar el encima de ella le era difícil hacer eso

No puede saber exactamente que pasa por la mente de esa hermosa joven bajo y junto a su cuerpo, esa cálida y suave mujer que es de gran belleza, es bastante común pero realmente le atrae esa belleza tan simple y natural, tan inocente…Dulce, posiblemente porque el también es así aunque no ha tenido tiempo de demostrárselo a nadie aun. La mantiene abrazada y dándole suaves caricias en la espalda, sus besos se centran en el rostro de la chica y en sus labios, aunque es algo difícil acceder a ciertas partes debido a que ella le esquiva la mirada y hasta llega a taparse el rostro con sus manos que se nota esta sonrojada y llena de vergüenza por lo sucedido.

-Así es linda, deseo con mi corazón de que te quedes conmigo más tiempo…Yo me hare cargo de ti…Como decirlo, no soy un tirano y quiero demostrarlo, quiero devolverte esta felicidad que me has dado teniendo sexo conmigo, por eso necesito que te quedes… ¿Lo harás preciosa?-Responde a la pregunta e insiste en que se quede con él mientras la sigue mimando sin parar, moviéndose lentamente manteniendo su pene dentro de la vagina de su amante dándole placer profundo, sincero y suave.
Lejos está la situación de calmarse, ese hombre llamado Hijikata se sigue moviendo dentro de ella lento, pero se mueve y da placer a ambos…Y escucha por fin el nombre de esa hermosa e inocente muchacha que responde al nombre de Megumi.

-Megumi-chan entonces…Eres una preciosidad, me encantado y espero no tengas novio o estés casada, eso me haría sentir demasiado culpable de mis actos-Confiesa ese hombre sus temores mientras ella lo rodea con sus piernas con la cintura quedando así no solo con las piernas abiertas y ese hombre dentro de ella, sino que al traerla hacia ella el pene de ese hombre le llega más profundo, la llena mas y toca mas y mas zonas de su vagina la cual tiene un pene caliente que la ha llenado de caliente y viscoso esperma lo cual es sumamente placentero para los dos. Le lame los labios mientras le sigue dando sexo, despacio y profundo empujando y animado aun más que antes al saber que la chica lo anima a seguir con gestos tan dulces como involuntarios siendo que su cuerpo reacciona antes de que su mente siquiera lo haga.

-Así me gusta más…-Susurra tratando de besarle los labios, tratando de encontrar con su lengua la lengua ajena y saborear esa hermosa sensación de besar profundamente a su bella y cálida amante la cual parece ya se ha olvidado de la idea de escaparse de allí.

Se estremeció ante los movimientos que el hombre hacía en su interior, a causa del agarre que mantenían sus piernas alrededor de la cadera ajena ahora el miembro del mayor entraba cada vez más profundo en su intimidad haciendo que leves suspiros de placer escaparan de los labios de la coneja, se sentía avergonzada y eso lo demostraba muy bien tratando de cubrirse el rostro con las manos mientras que el contrario buscaba besarle en los labios y en una de esas ocasiones lo logro haciendo que su lengua danzara con la ajena haciendo que la chica se estremeciera y volteara el rostro un poco brusca para apartarse del ajeno.

-e-esta bien....m-me quedare con usted- murmura sonrojada mientras respiraba profundamente tratando de no agitarse una vez más pero esto era casi inevitable ante aquella situación -n-no estoy casada señor.....n-ni tengo novio- responde mientras ve al hombre de reojo aun más sonrojada por aquellas palabras, no sabía como reaccionar o que debía hacer y es que hasta ese momento no había pensado en nada más que no fuera huir y alejarse lo más rápido posible de ese lugar y ahora que se encontraba un poco más tranquila ya no sabía que hacer o que pensar.

buscaba siempre mantener sus manos sobre su rostro cubriendo el mismo para no sentirse aun más nerviosa de lo que ya estaba, suspiraba y jadeaba ante los movimientos que el hombre hacía volviéndose ese momento aun más placentero aun así la chico no quería admitir que aquello le agradaba y cada vez que un gemido quería escapar de sus labios mordía estos para silenciarlo -n-no necesita devolverme nada- susurró mientras separaba un poco sus dedos para así ver al mayor sin dejar de ocultar su rostro lleno de vergüenza y completamente sonrojado

Esa chica tan dulce y bella sin duda es un amor, ahora que esta mas entregada a la relación sexual Hoshi siente realmente un gran, pero gran placer al hacérselo tan profundo. Aun siente como la vagina de la chica le aprieta todo el pene con suavidad llenándolo de calor y placer, no porque tenga sexo una vez ese orificio suyo será gran amplio, de fácil acceso. La chica suspira con su rosto oculto tras sus manos, es inevitable que lo disfrute y hasta llega a unirse en un profundo y dulce beso con ese hombre que la busca incansablemente con sus labios. El beso duro bastante aunque la chica termino por hacerse a un lado de forma brusca, giro su rostro escapando del beso pero no puede escapar a sus deseos sexuales que acaban de despertar suavemente pues responde que si se quedara con él, esa afirmación claramente confirma que está a gusto con su “captor” aunque tenga dudas el deseo sexual es más fuerte.

-Gracias Megumi-chan, te lo agradezco mucho, y me alegro que estés soltera…Aunque cada minuto que pasamos juntos me dan ganas de desposarte… ¿Lo sabías?-Vaya declaración, tal vez solo este pensando mas con su pene que con su cabeza, pero el corazón es más rápido que la mente así que nunca se sabe lo que pueda pasar. Tomando de las caderas a la chica la eleva un poco más, de ese modo el al arrodillarse en el suelo hace que quede la chica medio sentada sobre sus muslos frontales, manteniendo sus sexos unidos la hace descender despacio y bien pegada a su cuerpo para luego lentamente hacerla descender sobre su pene completamente. Suspira y jadea feliz del placer mientras le besa el cuello y los senos a la chica, estando cada vez más caliente y sudado por el momento de pasión que están viviendo desde ya largo rato.

La chica menciona que no debe agradecerle nada, pero es imposible para el no agradecerle a una persona que le está dando tanta felicidad a cambio de nada, en especial en el ámbito sexual donde la chica está siendo sacudida de arriba hacia abajo cada vez mas fuerte sin darle tregua.

Las palabras de aquel hombre le sorprendieron y la hicieron sentir cada vez más avergonzada y que su nerviosismo aumentara quizá no había sido la mejor decisión decir que se quedaría pero no pensaba retractarse  en ese momento. Parpadeó apartando un poco sus manos de su rostro al notar que el mayor la elevaba quedando medio sentada y el de rodillas para así penetrarla una vez más cada vez más profundo y placentero para la coneja a la cual se le escapaban los gemidos sin ella poder evitarlo.  Sus manos fueron hasta los hombros ajenos los cuales tomo y se aferró a ellos dejando que el mayor besara su cuello y senos haciendo que con eso la chica se estremeciera y mordiera suavemente su labio inferior.

-¿de-desposarme?- ¿había escuchado bien? sentía que aquello era tan solo una ilusión quizá era tan solo un sueño y después de unos pocos segundos descarto aquella suposición no, aquello se sentía demasiado real para ser tan solo un sueño y entonces otra interrogante apareció en su mente ¿por qué diría eso? tal vez solo se estaba dejando guiar por la pasión y lujuria del momento o puede que eso lo haya decidido en serio, no lo sabía y la verdad es que temía que tan solo fuera algo para hacer del momento más emocionante y placentero lo cual estaba funcionando, la chica instintivamente comenzó a moverse sobre el mayor haciendo que el pene ajeno entrase y saliese lentamente en su intimidad para así continuar con ese proceso pero cada vez más rápido.

Sus ojos entre cerrados mientras suspiraba y jadeaba notando la humedad del sudor recorrer su cuerpo el cual estaba muy apegado al ajeno haciendo que el sonrojo que estaba en su rostro pareciera permanente , aquel color rojizo al parecer no quería desaparecer de su expresión haciendo que su vergüenza fuera mucha ya  aunque puede que eso no sea tan importante en aquel momento, no era algo relevante aun así su nerviosismo aun mantenía algún tipo de control en ella haciendo que sus movimientos fueran torpes y sus gemidos fueran entre cortados y mezclados con su respiración agitada y la cual hacía que su pecho subiera y bajara con brusquedad y rapidez.

-¿q-quiere seguir?- susurró mientras observaba al hombre y con sus brazos rodeaba el cuello ajeno, quizá se estaba dejando llevar mucho pero aun así no quería arrepentirse de nada ahora que había comenzado aquello no podía detenerse hasta que se sintiera completamente satisfecha de lo que había hecho o lo que estaba haciendo, todavía no sabía con exactitud porque en ese momento comenzaba a actuar de esa forma pero no pensaba detenerse a buscar razones o respuestas para ello.

Con el cambio de posición el placer y el éxtasis de la chica quedo en completa evidencia, puede que hasta el momento estuviese de alguna forma controlándose lo mejor que pudo, pero momentos atrás le rodeo a su amante con sus piernas mientras le hace el amor y ahora no para de gemir cara a cara con ese hombre que le besa el cuello y los senos muy pero muy amoroso y lleno de pasión. Entre tanto placer ella uso sus brazos para rodear el cuello de su fogoso amante y ahora sí, ahora sí que son una pareja de enamorados por completo, esa es una clara muestra de amor, o al menos de deseo y entrega completa de cuerpo y alma. Ella llego a preguntar sobre ese asunto del casamiento, se le escucho muy sorprendida aunque Hoshi lo dijo con mucha naturalidad, como una declaración en el momento más apasionante de todos, durante el sexo.

-Sí, desposarte...No acepto un no como, respuesta…-Llego a agregar todo excitado entrecortándose a veces su voz al suspirar y por el movimiento que supone un esfuerzo físico para él, uno muy placentero al pegarla así a él y mantenerla sobre su pene subiendo y bajando del mismo constantemente y sin parar. Ella empezó a moverse por sí misma sobre su amante, empezó a penetrarse ella misma haciendo gemir a su amante del placer al sentir toda esa presión y toda esa fuerza sobre su zona más caliente, sobre la zona más sensible haciendo que de inmediato le atacara los senos con mas y mas besos cada vez más profundos.

-Así, sigue así amor…Que bien se siente-La ánima a seguir mientras le acaricia un poco los glúteos sin soltarla de su abrazo, el sudor de ambos se mezcla pecho con pecho y ambos tienen ya el cuerpo completamente perlado de tanto movimiento placentero mediante el sexo. Entre gemidos, suspiros y movimientos cada mas rápidos y profundos, tanto así que a veces sin querer se vuelven algo torpes la chica le hizo una pregunta que ese hombre respondió de forma efusiva golpeando las intimidades de ambos mucho más rápido y fuerte, tanto así que el sonido de los muslos de ambos empezó a escucharse mas y mas claro cada vez más constantes.


-No quiero para nunca- Llego a decir mientras atrapa uno de los pezones de la chica con la boca para succionarlos, muy sacado sintiendo como se está por correr nuevamente dentro de la chica a la cual parece querer embarazar ese mismísimo día, lo cual sería una razón contundente en su decisión de desposarla si se diera.

Sus ojos recorrían el rostro ajeno sonrojada por las palabras del mayor sobre el tema de desposarse, todavía era algo increíble y era de esperarse para alguien tan insegura como lo era la coneja a quien siempre había agredido verbal y algunas veces hasta físicamente haciéndola creer que era un monstruo o ser peligroso para los humanos, todo aquello desaparecía en tanto placer mientras sus caderas no dejaban de moverse cada vez más rápido y con más ganas notando como si aquello continuaba así llegaría al orgasmo. Sentía como el miembro del mayor palpitaba en su interior y la calidez del cuerpo ajeno muy cerca del suyo gimiendo y suspirando, sus brazos los cuales estaban alrededor del cuello ajeno atraían al hombre hacía ella para así ella también comenzar a besarle en las mejillas, labios y cuello queriendo probar el sabor del mayor aunque sintiéndose avergonzada por sus actos.

-e-esta bien- murmuro en respuesta entre cerrando los ojos y después de aquello dio un beso dulce en los labios del mayor tratando de silenciar sus suspiros y jadeos de placer, al parecer había olvidado por completo de ocultar lo que realmente sentía en ese momento dejando que su cuerpo se guiara solo por el placer y la emoción que se sentía en ese momento, notaba como ambas intimidades al chocar hacían un sonido obsceno y lujurioso mientras los espasmos comenzaban a hacerse notar en el cuerpo de la fémina, las palabras del mayor la animaban a seguir moviéndose con intensidad mientras sus labios recorrían el cuello ajeno, mordiéndolo suavemente y algunas veces lamiendo el mismo.

Sus manos acariciaban la nuca con cierta dulzura buscando hacer sentir bien a su acompañante y que este quedara satisfecho, ya estaba claro lo que sentía y quería en ese momento ahora ya no podía negarlo y aunque aquella situación había comenzando un tanto rara todo era hermoso para ella, sentía como los problemas desaparecían abandonando su mente y haciendo que solo pensara en aquel hombre que tan bien la estaba haciendo sentir. Humedecía con su saliva el cuello del mayor mientras el roce entre ambos cuerpos seguía notando el sudor mezclado de ambos.

-A-ah...s-se siente muy bien- susurró entre gemidos y tartamudeos, su respiración completamente agitada parecía no querer volver a la normalidad mientras aquellos movimientos de cadera que daba la coneja no se detenían por nada

No importa lo que pase siempre los seres vivos tienen un punto en el que estallan, y lo hacen de diferentes formas, Hoshi parece que luego de un tiempo ha alcanzando el punto en el que esa chica ha estallado, la ha vuelto loca de placer y la domina la lujuria, porque se abraza a el con dulzura, se pega a él lo mas que puede y se mueve lo mejor que se lo permite su postura y su inexperiencia. La forma de tener sexo entre los dos es rápida y frenética, la intimidad de ambos esta humedecida y caliente, en especial la de la chica, Hijikata por razones obvias está completamente caliente y su pene endurecido, tanto así que parece que la vena de su pene esta por reventar. Su pene palpita deseoso en el interior de esa mujer que lo acoge por completo dándole un placer inigualable, solo el cielo podría hacerlo sentir tan bien, tanto como lo hace sentir Megumi que empieza a besarle las mejillas dulcemente y con mucho amor, también en los labios donde encuentra rápida respuesta de su amante, para después terminar besándole también el cuello saboreando el sabor y la excitación del ajeno producto de estar allí con ella a puro sexo y pasión.

Mantienen un ritmo acelerado y extrañamente ella le dice que todo está bien, como si lo aceptara todo de él y por completo besándose dulcemente con su amante a quien tiene realmente en el cielo. Mientras gime y jade se le olvida todo a la coneja y a ese hombre también, ahora siente no solo ese sonido bello de los sexos al encontrarse rápidamente y llenos de calor sino también la boca de su joven y hermosa amante sobre su cuello humedeciéndole esa parte sensible, besándolo y lamiéndolo allí sin parar mientras el mantiene su abrazo alrededor de ese frágil y suave cuerpo que posee de principio a fin.

-Es demasiado preciosa…Demasiado bien-llega a responder muy agitado, al igual que ella la sangre que bombea su cuerpo es demasiado y le impide respirar con normalidad. Le besa en la cara a la muchacha y le muerde el labio inferior mientras gime frente a ella, cara a cara y sin tapujos demostrando lo bien que se siente al llegar al máximo climas, al dejar escapar todo el semen que contiene prisionero en su sexo dentro del sexo de su amada haciendo que ese momento cumbre sea único e inigualable para ambos amantes.

Cada movimiento hacía que un leve espasmo de placer recorriera el cuerpo de la coneja pero al sentir como el mayor se corría en su interior, llenando este con todo aquel fluido viscoso y caliente no pudo evitar gemir muy audible y arquear la espalda, trato de silenciarse besando y mordiendo el cuello del contrario pero esto poco servía para ocultar el placer que estaba sintiendo a causa de aquella explosión en su interior.  Se sentía fuera de sí y completamente perdida en un mar de pasión y emociones encontradas las cuales aunque le avergonzaban no era algo que le molestase más bien quería seguir sintiendo aquello con más intensidad.

Sus ojos entre cerrados aun podían observar al mayor el cual al igual que ella gemía y jadeaba, su sonrojo aun se notaba muy visible en su rostro mientras su pecho subía y bajaba con cierta brusquedad. Dejando de mover sus caderas por unos momentos para así tratar de normalizar su respiración sin dejar que el miembro ajeno saliera de su intimidad para luego comenzar a dar suaves besos por todo el rostro del mayor, se sentía muy bien y no podía negarlo más.

Sus manos se posaron en los hombros ajenos aferrándose a los mismos mientras sentía como sus piernas temblaban levemente aunque también se podía notar como todo su cuerpo hacía lo mismo ante los espasmos que sentía en ese momento, suspiraba buscando tranquilizar su respiración mientras notaba la cercanía y el roce entre ambos cuerpos y pieles lo cual le hacía estremecer, se preguntaba si aquello que estaba haciendo era algo malo aunque se sintiera bien siempre quiso mantenerse pura hasta encontrar a la persona indicada entonces ¿el sería el indicado? no lo sabía y no sabía si confiar en las palabras de aquel hombre después de todo en ese momento no le interesaba mucho eso ya había pasado y debía admitir que le había encantado más de lo que hubiera creído

El momento del máximo clímax no hizo solo enloquecer a Hoshi, no, ella también fue invadida por ese placer y lujuria al punto de que le tiembla el cuerpo sin poder controlarse, Hijikata siente claramente ese temblor ya que están unidos los dos, el posee el cuerpo de querida Megumi por dentro y por fuera, por esa razón siente perfectamente cómo reacciona el cuerpo de esa bella y dulce jovencita. Ese semen caliente que a chorros le llena la intimidad a la conejita le hace perder la cordura, razón por la cual gime fuerte arqueando su espalda, y por más que trato de hacer callar sus gemidos atacando a besos y a mordidas el cuello de su fogoso amante de nada le sirvió, fue perfectamente audible para los dos allí presentes.
Se miran unos momentos ambos amantes mientras los pechos de ambos suben y bajan rápidamente, la respiración de ambos esta a mil al latir de prisa el corazón, y en esos momentos empezaron a besarse nuevamente en el rostro, en todas partes hasta encontrar los labios el uno del otro y fundirse en un profundo beso, en uno muy pasional y amoroso que demuestra como siente cada uno de ellos por el otro.

-Espero…Que comprendas que no soy una persona mala…Tal vez un poco mandón a veces…Y posesivo, porque te quedaras conmigo aquí esta noche, y bueno…Mañana y pasado también, ya sabes, mucho tiempo-Le confiesa su forma de ser y lo que espera que suceda con ella y el mientras le sigue besando en los labios dulcemente, sintiendo como ella posa sus manos en los hombros de su amante sin cambiar de posición, algo que mantiene muy excitado a ese hombre quien lentamente y abrazando a su dulce y suave amante se hace hacia delante recostándolos a ambos en la cama una vez más, nuevamente ella debajo de él fundidos en un abrazo, con muchos besos y mimos para darse, con el sexo de ambos unidos haciendo que se mantengan muy calientes y excitados. El pecho de ambos al respirar tan profundo se encuentra con el del otro, se siente el calor de ambos cuerpos plenamente, se aprietan y se contraen el uno contra el otro antes de separarse apenas un momento, la distancia es apenas de centímetros para después volver a encontrarse una vez mas mientras Hoshi no deja de besar en ningún momento a la coneja, parece más excitado ahora que en el comienzo de la relación sexual y no es para menos, porque ahora es correspondido y su juicio está nublado dejándose guiar solo por su corazón y sus deseos más simples y primitivos. Se empieza a reír mientras la besa, de la nada se escucha su risa, y deja de besarla un instante para poder hablar.

-Lo siento por ti Megumi-chan, pero no me puedo detener, no te dejare descansar el día de hoy, y menos a la noche-Le confiesa el motivo de sus risas y de su felicidad mientras le lame los labios y las mejillas, mordiéndole las ultimas dulcemente sin dejar de abrazarla y pegarla a él en ningún momento, moviendo apenas la cintura, y ese apenas de todas formas al estar tan encendidos los dos, al haberse corrido los dos hace que el toque de los dos sexos sea realmente muy, pero muy placentero para ambos.

Sin duda lo que decía el mayor la había sorprendido ¿eso de quedarse con el era cierto? suponía que quizá esa noche pero no se esperaba que dijera que los días que pasarían estarían                 también juntos, la chica se dejaba hacer por el mientras notaba como los mimos parecían no detenerse ni tampoco los besos haciendo que se mantuviera completamente sonrojada y de cierto modo acelerada. Era nuevo esto pero le agradaba mucho, sentir el cuerpo ajeno sobre el suyo y tan cerca, su calor y aroma hacían que la coneja se sintiera cada vez más cómoda quizá solo estaba pensando mucho en ello y solo debía dejarse guiar por el un poco más, quería un poco más de el y aunque no quisiera admitirlo lo sabía perfectamente. Correspondía a los besos que el mayor le daba de manera algo tímida pero demostrando aquella pasión que el otro daba y la cual sentía en ese momento -¿me tendrá tanto tiempo? ¿en serio?- preguntó en un susurró cerca de los labios ajenos mientras veía los orbes del mayor, se sentía un tanto nerviosa pues de verdad no era de esperarse que después de eso el contrario quisiera quedarse con ella aun más aun así le hacía feliz, muy en el fondo se sentía feliz de que haya decidido eso ¿por qué? aun no tenía la respuesta muy clara pero eso iba a descubrirlo a medida que pasara el tiempo y ya no tenía mucha prisa  en ello.

Parpadeó al escuchar la risa ajena haciendo que se sobresaltara levemente para luego escuchar las otras palabras del contrario, se podía escuchar feliz de lo que decía y la chica se sentía igual pero en ese momento no sabía si lo que estaba pasando era algo bueno o malo para ella ¿que pasaría después de eso? las preguntas volvieron, no era muy buena para mantener su mente en blanco y dejar que el placer la guiara, se estremeció ante las lamidas dejadas en sus labios y mejillas notando como las ultimas eran mordidas de manera juguetona y amorosa por el mayor, suspiró ante los movimientos leves de la cintura ajena aunque estos fueran muy suaves después de la estimulación que antes había recibido eran muy placenteros para la coneja. Sus brazos rodeando el cuello ajeno hicieron que el pecho del mayor con el suyo se apegaran un poco más y beso suavemente los labios ajenos, saboreandolos y disfrutando del mismo -esta bien, creo que puedo hacer esto el tiempo que quiera- murmuró cerrando un poco sus ojos y acariciando con suavidad la nuca ajena

Fue Hijikata lo mas franco que ha podido ser en su vida, tanto de palabra como de accionar, y por esa razón fue tan osado como para decirle a Megumi que de ahora en mas será ella su compañera y su mujer, lo dijo con palabras y un modo algo raro pero ese fue su mensaje que posiblemente sea difícil de creer y de entender para alguien como ella. La coneja le respondió siempre  de un modo tímido a todo, a sus besos, a sus abrazos, a sus caricias, a la unión placentera de los sexos, siempre le respondió, o al menos luego de unos minutos en los que el pareció violarla termino siendo un momento amoroso único para los dos, la primera vez de esa muchachita que la hicieron mujer y que todavía tienen mucho para darle. Le costó a Hijikata dejar de besarla, pero es la única forma de que tiene para responder a las preguntas de esa hermosa e inocente chica en sus brazos.

-Te dije que soy algo mandón…Pero te aseguro que si quiero que te quedes conmigo, incluso de forma permanente…-No entiende ni el porqué de sus palabras, pero eso esos momentos no le importa nada, está demasiado caliente y deseoso de esa chica junto a él a quien solo piensa en hacerle el amor de un modo infinito. Muchos hombres suelen despreciar a las mujeres una vez se entregan al sexo, Hijikata sabe que el forzó en gran parte a Megumi a tener sexo con él, nunca se lo echara en cara aunque haya sido todo una confusión, incluso la aprecia bastante el hecho de su inocencia y el modo de preguntar, ese modo rozándole los labios muy tímida lo pone a mil, no lo deja respirar tranquilo lo tiene al filo de la lujuria y el morbo. La mira a la cara y la ve sonreír, es una maravilla su rostro y su sonrisa, dejando de lado los placeres del cuerpo de esa mujer un instante se puede ver claramente que es realmente un ser maravilloso, lo nota Hoshi al estremecerse la chica ante sus caricias y lamidas deseándola mas y mas, queriéndola con mucha fuerza y pasión en todo su ser. Mueve Hoshi la cadera lentamente haciendo suspirar de placer a su compañera quien lo rodea del cuello y lo besa dulcemente respondiéndole el en el acto de un modo tan amoroso como el de ella quien responde a sus palabras asegurando que esta lista para seguir haciendo el amor con el toda la noche cerrando sus ojos y entregándose completamente a merced de su amante mientras le acaricia la nuca con mucho cariño y dulzura.

-Gracias Megumi-chan, realmente no se…No se qué pasa, mi corazón va a estallar.-No tiene idea del porque, pero el corazón está loco y acelerado permanentemente estando con ella y no se detiene en ningún momento, es demasiada su emoción. Acaricia las piernas de la coneja mientras la besa dulcemente completamente recostado sobre ella le empieza a hacer el amor de nuevo con mucha pasión. Se mueve rápido y profundo en el interior de su amante pero para nada agresivo, siempre con mucho cariño y emoción se mueve para deslizar su sexo dentro del de la chica que lo acompaña rápido y del modo más limpio y suave posible empujando hasta que los muslos de ambos chocan y no le permiten avanzar más, solo allí retrocede un poco y repite el proceso de entrar en el interior de su amada coneja hasta el límite permitido por el cuerpo de ambos.  Luego de unos minutos así haciéndole el amor sin parar le acaricia los muslos y tomándola de esa zona casi de detrás de las rodillas para presionar sus piernas hacia el frente haciendo que las rodillas de Megumi toquen sus senos y elevando y dejando vía libre totalmente hacia su vagina la cual Hijikata no deja de penetrar ahora más lento,  pero con más fuerza al él echarse con el peso de su cuerpo hacia ella a la vez que menea la cintura de tal modo que su pene le recorre lo mas que puede de su cálida y asombrosa intimidad.

-No puedo parar…No puedo Megumi-chan-Asegura con palabras entrecortadas aquel hombre que no deja de hacerle el amor, como si fuera ese el ultimo día de ambos sobre la tierra, que si bien no lo es no puede dejar de que ella se vaya de su lado, la convencerá a toda costa y siendo un buen amante puede ser un modo de mantenerla a su lado, uno de muchos modos, pero sin duda el más placentero de todos los modos es ese, haciéndole el amor como ningún otro en el mundo entero.

La coneja sentía cada beso y caricia, el sonrojo en sus mejillas no desaparecía y se hacía cada vez más intenso demostrando lo avergonzada que estaba en ese momento, su respiración completamente agitada hacía que su pecho subiera y bajara con insistente brusquedad mientras escuchaba las palabras ajenas -e-esta bien....entonces me quedare el tiempo que necesite- pronunció, su mente en ese momento estaba nublada, nublada por el placer que estaba sintiendo...el infinito placer de tal acto que estaba apenas experimentando...no podía creer que sintiera tanta atracción hacía un hombre que conoció ese mismo día, era algo impresionante que durante tanto tiempo nada de esos sentimientos aparecieran en la coneja y justo cuando conocía a ese hombre que en ese momento se encontraba sobre ella embistiéndola con suavidad esos sentimientos despertaran en su interior, era raro completamente raro y nuevo para ella y sin duda eso era lo que no podía creer ¿como era posible eso? cosas del destino, jugadas que ni las personas involucradas podían comprender con exactitud, ahora ella no pensaba en comprender más bien solo en sentir...como su corazón latía de forma acelerada y descontrolada bajo su pecho.

-No tiene que agradecer...en serio, no tiene que hacerlo- sus palabras eran difíciles de pronunciar ante la emoción del momento, su voz parecía no querer obedecerla haciendo que temblara la misma y que pusiera en evidencia aun más de lo que ya estaba su excitación, siente como el hombre acaricia sus piernas para así continuar con los movimientos, las penetraciones llenas de lujuria y profundidad aunque sin abandonar el cariño haciendo que la coneja sintiera aquello como algo maravilloso incluso cuando unos momentos atrás rogaba para que se detuviera pues en serio le dolía, en ese momento el dolor había desaparecido y fue reemplazado por nada más que el deseo y placer que aumentaba cada vez más, los besos y caricias no cesaban...no quería que estos lo hicieran pues disfrutaba de los mismos haciéndola sentir aun más especial como si en ese momento no existiera nadie más que ellos dos y que fuera de esa habitación el mundo se había detenido y dejado de funcionar, el amor...era lo que empezaba a despertar sin que la coneja se diera cuenta esa atracción hacía aquel hombre era eso...aunque ella desconociera aquello lo estaba sintiendo.

Notó como sus piernas ahora eran elevadas a tal punto que aplastaban sus senos, mordió suavemente su labio inferior ante aquellas penetraciones aun más profundas -no quiero que se detenga...por favor, no lo haga- que dijera esas palabras sin duda la hacían sentir completamente avergonzada ¿como podía decir eso? al parecer en ese momento de lujuria la timidez de la chica la dejo descansar por unos momentos dándole un poco más de libertad para expresar lo que en ese momento sentía y quería, lo que deseaba con ansias, una de sus manos tomaba unos mechones del cabello ajeno, acariciándolo y jugando con el mismo sin dejar de verlo, sus orbes grisáceos permanecían fijos en los ajenos como si quisiera ver a través de estos el alma de su acompañante, sentía la necesidad de el, quería tenerlo cerca y desconocía aun la razón de ello...no le importaba en lo más mínimo, solo quería abrazarlo y sentir su respiración al ritmo de la suya...si, era raro para ella pero no podía hacer detener o desaparecer por completo eso.

En ese momento no se preguntaba para nada lo que estaba pasando en su interior, los sentimientos encontrados poco le importaban y solo pensaba en dejarse guiar por los mismos, la razón desconocida solo era un obstáculo que en ese momento no impediría el disfrute, no quería pensar en más nada que en aquel hombre que en ese momento le estaba dando tal placer, jadeos y gemidos lograban escapar de entre sus labios.

De alguna forma ese hombre consiguió lo que quería, la chica completamente excitada y emocionada acepto su petición de quedarse con el todo el tiempo que necesite, pero no comprende esa hermosa joven que Hijikata no habla de meros minutos ni horas, habla de un tiempo no estimado que podrían ser días, semanas, meses y tal vez hasta años, no se sabe que puede ocurrir entre ellos y si la atracción mutua no se transforma de algo casual a algo serio y permanente. La voz de la chica se entrecorta al estar el haciéndole el amor dulcemente, con todo el peso de su cuerpo y la fuerza de sus deseos carnales la aprieta y aplasta contra la cama, la hunde en el colchón sin parar bastante jadeante y ahora traspirado al haber trascurrido casi media hora desde que iniciaron ese hermoso y dulce acto sexual que no empezó con el pie derecho, pero que ahora se realiza de maravilla. Con el cambio de posición anterior la chica no pudo aguantarse más y le rogo a su amante que no se detuviera, ahora ella se entrega por completo y se deja dominar por completo por ese hombre que la hace mujer de modo sensual y repetidas veces.

-No lo haré…No lo haré…-Le susurra dando lo mejor de sí mismo, usando más fuerza física del que llego a imaginar que usaría alguna vez en un acto sexual. Le mira a la cara cuando ella le toca los cabellos y juega con ellos, los orbes de ambos se encuentran y la mirada de Hijikata es de lo más sincera al verle. Se ve en él una gran felicidad, mucha energía, un rostro excitado lleno de placer que jadea y respira profundo muy emocionado. Le hace el amor tan profundo que hasta los testículos de ese hombre le presionan en la parte baja del sexo a su amante y emocionado como esta aprovecha de besarle en los labios profundamente, sensual y dulce buscando con su lengua la lengua de la coneja para ahogarla en un beso apasionado de sensaciones intensificadas al estar unidos en cuerpo y alma mediante el acto sexual. El sonido de gemidos callados por besos es lo que más claro escucha el uno del otro, pero el sonido de los sexos bañados en fluidos contrayéndose el uno contra otro también puede escucharse en determinados momentos donde ese hombre más emocionado pone lo más que puede para penetrar más duro a su compañera sabiendo que pronto va a correrse y que desea que ese momento sea único e inolvidable. Con tantas eyaculaciones dentro de la vagina de la coneja el esperma caliente empezó a correrse hacia fuera al ser presionado por el pene de su amante, cuando sale y cuando entra los fluidos de ambos se escapan del sexo de Megumi que sufría el efecto tapón mientras su amante le da sexo, pero ahora luego de tantas veces de haber llegado al orgasmo esos fluidos ya son incontenibles dentro de esa cavidad vaginal tan sensible y tan añorada por los hombres al punto de volverse locos por obtener esa parte femenina al punta de prácticamente algunos iniciar guerras por una mujer a la cual se desea hasta el infinito.

Si aquello continuaba el placer se haría con el pasar del tiempo insoportable, sentía que el clímax pronto llegaría, la emoción no la dejaba descansar ni por un segundo con cada penetración profunda que recibía notando como los fluidos que antes la habían llenado por completo ahora buscaba salir de su intimidad, deslizándose por entre sus muslos ante cada movimiento, sus jadeos se hacían cada vez más continuos y audibles mientras entrecerraba sus ojos suavemente sin dejar de observar al hombre sobre ella quien también compartía el sentimiento de excitación y agitación, aquel rostro y esa expresión que tenía en serio le gustaban a la coneja, era un sentimiento raro pero le agradaba verlo de esa manera, excitado, por lo que estaban haciendo en ese momento sin duda le hacía sentir un placer aun mayor escuchando las palabras ajenas y el tono con el cual las decía haciendo que la joven se estremeciera suavemente, sus manos hacían que sus dedos se deslizaran entre la cabellera ajena con lentitud dando pequeñas caricias, no podía pensar en nada...en ese momento su mente se hallaba bloqueada, en blanco dejándose llevar como si se tratase del viento.

-Ah Hoshi-sama....- su voz ahora se escuchaba con dificultad entre jadeos y gemidos, la chica en ese momento ya no podía mas, sentía como el placer recorría cada rincón de su cuerpo hasta terminar por llenarla completamente, correspondiendo al beso y notando como las lenguas se rozaban en una pequeña danza apasionada, deseosa, su lengua buscaba con insistencia a la de su acompañante mientras cerraba por completo sus ojos, se aferró a el mientras arqueaba su espalda y sus gemidos eran callados por los labios ajenos mientras que en su rostro aparecía una expresión de placer infinito, en ese momento sentía como sus piernas temblaban por cada sensación tan placentera que estaba sintiendo, era agradable , le encantaba sentir aquello y ese hombre supo como hacerlo, ella se siente en el paraíso, en un sueño del cual no querría despertar.

No será Hijikata el más versado en las artes amorosas, pero sí que es muy sincero en lo que hace emocionándose mucho y no avergonzándose de mostrarse de ese modo. La coneja con forma humana se entregó por completo y ahora se vuelto alguien completamente loca por su amante, se ha excitado a tal punto que es probable que nunca en su vida se pueda olvidar de él. Llega a llamarle por el término sama, algo acertado si supiese que él es un samurái, aunque lo ha de llamar de ese modo debido a su respeto y cariño y no por su estatus social el cual ella desconoce aún. Se emocionó la chica aún más cuando el esperma de su amante le llena de nuevo el sexo y se le escapa manchándole los muslos, una sensación caliente y húmeda que no es nada comparada con la sensación que siente en el interior de su cuerpo, tanto así, tan inmensa que le llena al alma. Se besan profundamente, Hijikata se aviva en responder a la ahora emocionada Megumi que busca su lengua insistentemente mientras se arquea y muestra un rostro tan hermoso que se vuelve divino, el de una mujer completamente ida de placer por primera vez. Se abraza a ella y se queda bien pegado al cuerpo de su amante de forma protectora y amorosa, no tiene intenciones de levantarse ni ir a ningún sitio, si fuera por el simplemente se quedaría allí con ella abrazada besándola hasta que el cuerpo diga basta y decida descansar.

-Estamos perfectos…Es un poco temprano para dormir, pero con tal de estar contigo haría lo que fuere…-Le susurra despacio y amoroso mientras le acaricia dulcemente, la vuelve a besar una y otra vez manteniendo los cuerpos de ambos unidos y calientes.

Aquellos fluidos que la llenaban nuevamente traían consigo una ola de placer infinito al cuerpo de la coneja la cual ya se hallaba bastante agitada y emocionada por todo lo que había ocurrido, continuaba con el beso, la unión de los labios y la danza inquieta de las lenguas buscando sentir, olfatear y saborearlo por completo...la chica buscaba calmar su respiración con suspiros profundos pero estos no tenían mucho efecto en ese momento, se encontraba completamente extasiada por todo el placer que había sentido en ese momento, algo indescriptible que le hacía parecer que estuviera volando, correspondió al abrazo mientras sus ojos se abrían lentamente y se encontraban con los ajenos, apartando suavemente sus labios de los del hombre avergonzada.

-gracias por todo lo que me ha hecho sentir....- su voz se escuchaba aun débil, entrecortada y agitada mientras desviaba la mirada completamente sonrojada, la coneja suspiró suavemente tranquilizándose aunque sus latidos no dejaban de resonar bajo su pecho y su corazón parecía estar descontrolado por las palabras ajenas  -¿lo que...fuera?.- no podía creer aquello incluso cuando el hombre unos momentos atrás le había dicho que era un muy mal mentiroso ¿como podía estar segura de ello? no sabía si lo que sentía en ese momento era algo provocado por la pasión o era algo más, un flechazo se podría decir, no, en ese instante la coneja no estaba segura de ello y eso era lo que más temia pero...ese hombre había demostrado ser bueno, una persona gentil incluso cuando se encontró con una mujer desconocida en su habitación. No quiso pensar en nada más y se apegó a el, queriendo sentirlo cerca y sentir el calor corporal ajeno cerca del propio.

Viven un verdadero sueño esos dos amantes en la cama, de modo impensado y sin buscarlo, de verdad debe ser el destino, ese modo de conocerse y de terminar en la cama es casi irreal. No sabe Hijikata que pasa por la mente de su amante, pero si está seguro de que está demasiado emocionada al igual que el como para calmarse así como es, es todo demasiado perfecto, casi actúan como vírgenes los dos ya que el a pesar de no haber sido virgen al momento de hacerle el amor a Megumi actúa tan emocionado como si fuera su primera vez.  Se mantienen abrazados y puede apreciar claramente el momento en que ella comienza a abrir los ojos nuevamente con lentitud, una imagen angelical que le llega realmente al alma…Angelical y tan hermosa, tan frágil y dulce…Él quiere una mujer así a su lado…Pero jamás la encontró hasta entonces, hasta ese afortunado día. Sus labios se separaron un momento y la chica aprovecho ese momento para con voz débil y tímida agradecerle a su compañero y amante por todo ese amor que le hizo sentir, por haberla desvirgado convirtiéndola en toda una mujer bella y feliz. Quedo atónito el samurái al verle así tan agradecida, anta feliz y agotada, no se puede creer que ella le esté agradeciendo por haberle hecho el amor…Es un verdadero sueño.

-El que tiene que agradecer soy yo linda muchacha…Te has convertido en un pequeño milagro en forma de hermosa y suave mujer…-Ella le desvió la mirada avergonzada, una belleza única…El en cambio es más directo y sincero explayando sin temor todo lo que siente por ella. Pero a pesar de ello se nota que ella sigue agitada, tal vez sea porque él todavía está sobre ella dándole mucho calor, abrazándola y con su sexo dentro del de ella manteniendo la sensación de placer encendida. Ella pregunta si en verdad él dice en serio todo lo que dice, lo afirmo moviendo la cabeza y con una mirada sincera que le muestra una sonrisa de hombre que ella jamás vio, una sonrisa de amor posiblemente ya que se ve maravilloso desde esa perspectiva. Para aumentar el cariño entre ambos ella se abrazó a él apegándose aún más, de ese modo siguen completamente unidos y calurosos sumamente excitados. Le besa en la cabeza y no puede dejar de mirarla, pensando en hacerle el amor, no se puede quitar eso de la cabeza.

-A pesar de todo este rato...Con cansancio y todo me siento más vivo que nunca…Como si pudiera alcanzar el sol con mis manos…Dime Megumi-chan ¿Quieres probar más cosas intimas? Yo estoy más que dispuesto, estoy sumamente emocionado y me muero de ganas de hacerte muchas cositas más.-Sonríe y habla con emoción, aunque cada tanto un tinte de sensualidad y perversión se le mezcla en la voz al dejarse llevar demasiado por sus sentimientos sin ponerle atadura alguna.

Escuchó las palabras ajenas sonrojándose por completo ante las mismas ¿un milagro? no estaba siendo exagerado con esa descripción hacía su persona, eso era lo que ella creía en ese momento, suspiraba profundamente mientras aun notaba el calor corporal ajeno demasiado cerca del propio y como ambos sexos se encontraban unidos haciendo que cada movimiento viniera acompañado con un estremecimiento o suspiro de la joven coneja que en ese momento sentía que sus mejillas estaban como tomates, completamente rojas por la vergüenza que le causaba tal situación, vio el movimiento afirmativo de la cabeza ajena ante su pregunta haciendo que una leve sonrisa apareciera en su rostro, podía notarlo con tan solo ver el rostro ajeno y la mirada tan sincera que en ese momento estaba posada en ella y que sentía que solo quería que la viera a ella, algo egoísta se podría decir pero en ese momento era lo que sentía que debía tener esos ojos solo para ella y tan solo con ellos seria feliz como en ese momento lo era.

Sus manos se deslizaron desde los hombros ajenos hasta el cuello en una pequeña  caricia, recorriendo la piel ajena la cual se hallaba húmeda por el sudor causado por la agitación del momento, ella también sentía como su cuerpo se encontraba completamente caliente y su respiración no se podía normalizar incluso si lo intentara una y otra vez, era algo casi imposible para ella en ese momento -me alegra que piense eso de mi pero creo que esta exagerando un poco con lo de ser un milagro,....- murmuró mordiéndose el labio inferior con suavidad quizá tan solo debía mantenerse callada y dejarse llevar nuevamente por cada atención que le daba el hombre pero no podía evitar decir lo que pensaba en ese momento, se sorprendió al escuchar que su acompañante quería seguir parecía que en ese momento estuviera recobrando todas sus energías y buscando gastarlas nuevamente en lo mismo que era follársela, parpadeó varias veces y desvió la mirada avergonzada.

-si por favor, quiero probar más cosas....muéstreme más- pronunció la fémina con un tono suave y bajo, como si quisiera que ni el la escuchara aunque resultó ser lo suficientemente audible como para que el pudiera hacerlo, sus labios buscaron los ajenos y depositaron un pequeño e inocente beso en estos, fue tan solo unos segundos fugaces del contacto entre labios pero hizo que el corazón de la chica latiera con fuerza, una chica que estaba conociendo el amor por primera vez no sabia que significaba aquello ni porque le sucedía pero se sentía bien, tan bien que buscaría sentirlo cada vez más y cuanto sea posible, sus brazos rodearon el cuello ajeno y nuevamente depositó otro beso en los labios ajenos esta vez más largo que el anterior.