Epoca pasada, epoca presente

El bosque parecía un cementerio, el silencio era obvio, nada se movía en él y lo único que parecía vivo eran las ramas de los árboles que parecían proteger algo entre ellas. Las raíces volvían a convertirse en lo que debían de ser y no en armas como hacía unos minutos. El bosque volvía así a ser el lugar apacible que a veces era, pero... los animales seguían sin oírse, sin el trinar de los pájaros y el bullicio que hacían los demás animales. Un bosque muerto, un bosque enfermo si no llegaba ayuda, una ayuda que necesitaba aquella dama dulce de un bosque destruido,.

Las ramas comenzaron a abrir un extraño hueco al no sentir un peligro inminente ante ellos dos, una especie de cuna con la bella elfa dentro de ella. Su cuerpo parecía sufrir algo pues se movía de una forma extraña y su piel empezaba a palidecer algo mas.

Nienna se iba hundiendo poco a poco en ese sueño, un sueño que su corazón había creado y en el que su padre estaba vivo o al menos parecía estarlo ya que realmente no se le veía. Una sombra se cernía sobre ella como un mal que estaba por venir, y ella pedía encarecidamente que alguien la ayudara a buscar a su padre.

La situación que se presenta en el corazón del bosque es muy extraña para Albart, no siente una energía realmente violenta, no tiene esa sensación de peligro e intolerancia hacia la vida, mas sin embargo está claro que el bosque mismo se levanto contra su compañero, y eso, esa cosa, ese bosque, esa vida que se ha revelado puede atacarlo a él también si actúa imprudentemente. Su prisionera se mantiene tranquila, y según ella está acostumbrada a cosas raras, y de eso no tiene dudas, por algo esta como esta, por andar con cosas raras y que cosas más habrá hecho esa mujer en el pasado para estar como esta.

-Eso explica el karma sobre ti-Responde el caballero sin mirarla, más atento a las raíces y las ramas de los arboles, temiendo un ataque de parte del bosque contra ellos. Para fortuna del caballero de cabellos dorados como el oro las ramas de los árboles y sus raíces comenzaron a abrirse, pero no para atacar, dejan de ser una fortaleza agresiva para revelar en su interior el ansiado tesoro anhelado por hombres de diferentes razas y de diferentes reinos, la princesa Nienna, una dama elfica por la que muchos hombres y otras sombras se han movilizado de una punta del mundo a la otra, y ahora, ese caballero honrado al fin la tiene frente a él y al alcance de su mano.

-Al fin…Gracias a La Diosa, mi fortuna a regresado-Invoca ese caballero el nombre de una de las deidades más antiguas del mundo cuyo culto casi esta extinto, pero que alguna vez fue adorada por muchas razas en aquella ciudad que fue en su tiempo la más gloriosa de todas, la sagrada Ilmora. Claro que no muchos conocen esas viejas leyendas de tiempos de la Era Heroica, pero ese caballero las recuerda teniendo a esa dulce criatura al alcance de la mano.
Extrañamente la princesa elfica no se mueve, parece estar agotada, dormitando entre la naturaleza que la ha protegido hasta el momento de aquello que consideraba dañino para su vida.

-Nienna Aranel…Ortal(Princesa Nienna…Levantese)-El caballero con voz tenue y cariñosa se va acercando hacia ella pidiéndole que se despierte, aunque no tiene idea de si se va a despertar o no, pero a simplemente pareciese que la joven elfica yace en un profundo y perturbador sueño.

Mientras el caballero está completamente atento a la princesa y a lo que ella concierne, su huargo, fiel compañero y montura observa a la prisionera con ojos de hambre y abre la boca agresivo, para dejarle claro lo que le sucederá si intenta algo diferente a lo que ha ordenado su amo.

La joven elfa va abriendo los ojos lentamente, intentando fijar la mirada en lo que hay delante suya. Sonríe con ternura al ver al hombre de cabellos de oro, una sonrisa que llega al corazón de todo aquel que la ve, abre los dulces y finos labios para hablar cual laúd. - ¿Man nahyn, herü nîn? (¿Quien es, mi señor?) - sus azules ojos se entrecerraron al no entender quien era o que hacía en ese lugar.

Mira luego a la mujer y a la bestia que está a su lado, encogiéndose pues ese animal le da miedo y aunque siente curiosidad por saber quien es la mujer que esta detrás de aquel imponente hombre, hay algo que no le gusta a ella, lo que hace que el bosque se mueva de forma extraña . - La taüre, la (No bosque, no) – Dijo haciendo que su corazón hiciera  que se calmara, era algo extraño pues no lo hacia de manera consciente, solo pedía al bosque cada cosa y él parecía hacerlo. Miró hacia arriba y el ruido del bosque pareció que volvía a oírse y un par de pájaros se posaron en sus manos y la joven sonrió feliz al sentirlo y escuchar sus trinos.

El momento cumbre llega finalmente donde el caballero ansia saber la verdad que le revelara el futuro en breve ¿Lo recibirá la dama con los brazos abiertos? ¿O acaso temerá de el tomándolo como un vil canalla? No es que no pueda revertir una mala situación, pero preferiría caer bien desde un principio. Esa emoción y también expectativa juega en contra de las palabras que dijo aquella mujer que no se cuido en decirlas en voz baja, y si no fuera porque no quiere asustar a la princesa allí presente en esos momentos la hubiera ejecutado.

-Cuando tenga a la princesa a salvo, veremos si aun tenéis ganas de sonreír mujer, pues te has sentenciado a ti mismo- Mas claro imposible, se canso de los juegos el caballero, por lo que el tiempo sobre esa tierra para la chica están contados. El huargo permanece donde está ya mas recuperado, aunque no del todo todavía espera por saciar su sed de sangre. Albart no se voltea para nada, ni cuando sentencio a Kuroyami se volteo, sus ojos están puestos en la princesa elfica y en nadie más. Los ojos de la elfa y el humano se encuentran de modo amistoso, y la voz de Nienna hace que se pregunta lo tranquilice, pues es bueno para interpretar los movimientos de los demás, y mucho más para interpretar sus sentimientos, cualidades necesarias para un general, y mucho más para un héroe.

-Merö esselya na Albart Andrieske, Elendil nan (Mi nombre es Albart Andrieske, soy amigo de los elfos)-Responde de la misma manera que la vez anterior mientras se dirige lentamente hacia ella.-Tulan Taurello Gilraen Anárion (Vengo del bosque de la Ensenada de Plata)- Agrega aquel hombre de dorada armadura que casi llegando a ella tuvo que detenerse,  pues la princesa parece estar luchando contra el bosque algo similar. Giro y miro a los costados, no vio nada raro realmente, por lo que se volvió hacia la princesa arrodillándose a su lado y observar de cerca la bella y inocente que es, pues la vida parece alegrarse en torno a ella, lo ve y lo siente, pues ya ha conocido a alguna que otra persona así a lo largo de su vida que portan la bendición de los dioses en su ser.-Shan'Do Aranel…Inglor vardamir (Querida princesa…Venga conmigo)-Esa es la petición del caballero quien lentamente va acercando su diestra  a la mano izquierda de Nienna, ya que prefiere que ella tome su mano a ser él quien tome a la ella, eso sería mas una imposición que un deseo de esa hermosa criatura delante suyo.

El caballero de armadura dorada logro tomar con sus brazos a la princesa que acorralada dentro del árbol hueco se encontraba triste y desamparada, ahora mas esperanzada ante la llega de un hombre digno de ser recordado y posiblemente admirado. La princesa en sus brazos y la enemiga a su merced, todo salió perfecto, excepto por el griterío de perros y grandes masas que se mueven a los gritos.


-¡Rayos! Os han descubierto, hay que salir de aquí de inmediato para evitar la confrontación-Apenas si había llegado a decir aquello que varias flechas silbaron en el aire y se clavaron por varios lados, mas de una casi les en el torso salvándose de milagro.- ¡Ice Fang!- Grita el caballero corriendo hacia si compañero con la princesa en brazos mientras el huargo responde al llamado olvidándose completamente esa extraña mujer para acudir en auxilio de su amo y de su protegida. De manera veloz e intrépida sube ese caballero con la princesa en sus brazos sobre el huargo quien se agazapo para permitir ese rápido y intrépido movimiento. En cuanto estuvieron sobre él la bestia comenzó la rápida marcha a través del bosque corriendo a toda prisa y alejándose de ese lugar que comienza a llenarse de hombres armados por doquier.

Sea lo que sea que le pase a lo otra mujer no es de su incumbencia, cada cual queda ahora a su suerte y el tiene una misión que cumplir la cual no está en sus planes fallar.

Tema finalizado, obtienen 2 de experiencia.