Pain Killer Es una obra en la cual gente lleva muchísimos años jugando. Basado en un mundo fantástico medieval con un toque épico ha sido el entretenimiento de muchas personas durante mucho tiempo. |
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Rostros del pasado
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Rostros del pasado
¡Maldición!
Eso era en lo único que podía pensar en ese mismo momento, porque por un pequeño error con el que no había contado, la habían descubierto revisando los archivos de los artículos que pasaban por un mercader muy importante, en eso que se llama la ruta de la seda. La verdad, para ella no tenía nada de interés, pero a su jefe le había llegado un suculento pago por todo lo que pudieran descubrir, puesto que el cliente sospechaba que inflaban los precios al decir que había menos material del que realmente había. Así que, ahora la tocaba estar a gran distancia de su hogar habitual, en una tierra de costumbres distintas. Por suerte, los disfraces no le faltaban nunca; salvo en el momento que estaba investigando...De hecho, no la deberían haber descubierto. Estaba todo pensado al dedillo para que no fuera vista. Era de noche, se había infiltrado usando las sombras y los tejados, y se había asegurado de pasar por todos los pasillos en silencio, vigilando que nadie se acercara. Pero con lo que no había contado era con una niña con ganas de ir al servicio y que se había equivocado de habitación al ir medio dormida. Como era normal, las dos se habían quedado unos segundos mirándose en completo silencio por la sorpresa, una tallandose los ojos, y la otra, con las manos entre papeles. Para cuando Shirka quiso reaccionar y dejar inconsciente a la niña, esta ya había gritado alertando a los guardias de la enorme casa. Al parecer el mercader era algo neurótico. Lo cual, era un problema para la espía en ese momento.
Su camino a través de la casa, corriendo, la llevó a tener que saltar por una ventana de una habitación, al encontrarse rodeada por guardias en el pasillo. Así que, con un quejido de dolor por haber saltado desde un piso superior, la chica de cabellos negros como ala de cuervo se alejó del lugar lo más posible para poder cambiar de apariencia sin ser molestada.
En un callejón entró una mujer, y salió de él un niño de enormes ojos marrones, algo tristes, y de cabellos tan rubios como el Sol. Llevaba unos ropajes típicos de esa tierra, y parecía estar algo perdido. Sin duda, el mejor disfraz que pudo ponerse la chica, pero claro, era una ilusión sobre su verdadera forma, por lo que, cualquiera que la tocase notaría algo por encima de lo que era la cabeza del niño, dado que esa forma no le llegaba al pecho. Así que, tendría que tener cuidado cuando la gente quisiese tocarla. Lo que no se iba en ningún momento era la sensación que emitía su cuerpo, un aura siniestra a causa de los orígenes de la joven. Pero que esperaba, que en ese momento no le causasen problemas.
- nuevo "rostro:
Aunque por ahora, lo primero que necesitaba era algún lugar donde descansar, y calcular los daños causados por la caída, porque le molestaba bastante uno de sus tobillos.
Invitado- Invitado
Re: Rostros del pasado
Me detuve frente a la ciudad que ante mí se erguía, alta y orgullosa, pero no más grande que el lugar en el que yo había nacido. En parte se parecía, pero el Cielo desprendía una luz propia que bien podría haber cegado a más de uno.Sin embargo, ese lugar ya no me atañeaba, ya no era mi hogar, había dejado de serlo hacía siglos atrás, y nunca volvería a menos que fuera para asesinar a los que allí vivían y que se habían hecho llamar "mis hermanos".
Un brillo de dolor se aposentó en el fondo de mis ojos, escondido tras una capa de odio que refulgía y los hacía más rojos que de costumbre. Con las manos me coloqué la capucha negra y oculté mi oscuro rostro, dando paso por la puerta principal de la urbe, e identificándome ante los soldados que había allí aposentando guardia. Sin muchos miramientos me dejaron pasar, aunque algo recelosos. No los culpaba, sabía que mi apariencia no era muy agradable de ver, mis ropas hacían verme como alguien siniestro, y que ocultara la faz bajo la sombra de la capucha no hacía sino acrecentar esa sensación. Mis motivos de estar allí eran meramente profesionales, solo quería comprar provisiones y descansar un poco, aunque me iría de allí tan pronto que nadie notaría mi presencia en ese lugar.
Caminé por las calles, siguiendo el camino y las indicaciones para llegar a donde estuviera el mercado. Compraría agua, comida, alguna manta y flechas. No buscaría ninguna montura, siempre había preferido viajar sola y no tener que cargar con otros, por lo que, además, me evitaba gastar dinero.
Un brillo de dolor se aposentó en el fondo de mis ojos, escondido tras una capa de odio que refulgía y los hacía más rojos que de costumbre. Con las manos me coloqué la capucha negra y oculté mi oscuro rostro, dando paso por la puerta principal de la urbe, e identificándome ante los soldados que había allí aposentando guardia. Sin muchos miramientos me dejaron pasar, aunque algo recelosos. No los culpaba, sabía que mi apariencia no era muy agradable de ver, mis ropas hacían verme como alguien siniestro, y que ocultara la faz bajo la sombra de la capucha no hacía sino acrecentar esa sensación. Mis motivos de estar allí eran meramente profesionales, solo quería comprar provisiones y descansar un poco, aunque me iría de allí tan pronto que nadie notaría mi presencia en ese lugar.
Caminé por las calles, siguiendo el camino y las indicaciones para llegar a donde estuviera el mercado. Compraría agua, comida, alguna manta y flechas. No buscaría ninguna montura, siempre había preferido viajar sola y no tener que cargar con otros, por lo que, además, me evitaba gastar dinero.
Invitado- Invitado
Re: Rostros del pasado
La chica, o ahora niño, continuó caminando, con la mirada gacha como haría todo niño que se encuentra solo y sin padres. Aunque eso no quitaba que él fuese vigilando sus alrededores sin parar. Se tensó momentáneamente al escuchar el grito de uno de los guardias de la casa a apenas un par de calles de distancia.
- No dejéis de buscar, ¡esa mujer no ha debido ir muy lejos!
Reprimió las ganas de salir corriendo, tanto porque ver huir a un niño cuando buscan a una mujer es algo sospechoso, como por su tobillo que aún punzaba de vez en cuando. Tenía que encontrar alguna forma de fingir normalidad, porque cada vez sentía que los guardias estaban más cerca, y seguramente acabaran haciéndole preguntas, que en algún punto sonarían a mentira...
Ojala pudiera toparse con algún viajero que no le importase fingir al menos unos minutos que lo conocía para así tener una coartada creíble por la cual pudiera estar en la calle... No había pensado que un niño solo en mitad de la noche tampoco era demasiado normal. Incluso podría fingir pidiéndole ayuda para regresar a su casa.
Algo debía estar de su lado, puesto que al girar una esquina se chocó con una mujer encapuchada, o bien era alguien que no quería ser descubierto por las acciones delictivas que hacía, o era un viajero. Y por lo gastado de sus prendas parecía ser eso segundo.
- Lo lamento... - dijo cuando se puso de nuevo de pie.- No iba mirando... ¿Le importaría ayudarme a volver a casa, señorita?
Aflautó un poco más su voz normal para fingir tener menos años, pero en principio, a menos que se fuese sumamente quisquilloso, su voz pasaba por la de un niño de ocho años.
Se tensó un poco más al escuchar los pasos del guardia a pocos metros de donde estaba.
- No dejéis de buscar, ¡esa mujer no ha debido ir muy lejos!
Reprimió las ganas de salir corriendo, tanto porque ver huir a un niño cuando buscan a una mujer es algo sospechoso, como por su tobillo que aún punzaba de vez en cuando. Tenía que encontrar alguna forma de fingir normalidad, porque cada vez sentía que los guardias estaban más cerca, y seguramente acabaran haciéndole preguntas, que en algún punto sonarían a mentira...
Ojala pudiera toparse con algún viajero que no le importase fingir al menos unos minutos que lo conocía para así tener una coartada creíble por la cual pudiera estar en la calle... No había pensado que un niño solo en mitad de la noche tampoco era demasiado normal. Incluso podría fingir pidiéndole ayuda para regresar a su casa.
Algo debía estar de su lado, puesto que al girar una esquina se chocó con una mujer encapuchada, o bien era alguien que no quería ser descubierto por las acciones delictivas que hacía, o era un viajero. Y por lo gastado de sus prendas parecía ser eso segundo.
- Lo lamento... - dijo cuando se puso de nuevo de pie.- No iba mirando... ¿Le importaría ayudarme a volver a casa, señorita?
Aflautó un poco más su voz normal para fingir tener menos años, pero en principio, a menos que se fuese sumamente quisquilloso, su voz pasaba por la de un niño de ocho años.
Se tensó un poco más al escuchar los pasos del guardia a pocos metros de donde estaba.
Invitado- Invitado
Re: Rostros del pasado
Las calles estaban vacías, no era de extrañar a esas horas de la noche, en las que solo debía de haber mendigos, soldados o ladrones... o viajeros rezagados que habían conseguido pasar por las puertas de los muros por los pelos, como fue en mi caso. No me detuve en ningún momento, ni siquiera cuando dos humanos con aspecto de ladrones se quedaron mirando el enorme arco y las flechas que pendían a mi espada de una correa. Que intentaran arrebatármelo, iban a durar menos que un pastel en la puerta de una escuela.
Me detuve un momento a leer un letrero que indicaba algunos puntos de interés de la ciudad que estaban al fondo de la calle de la izquierda. Vi que entre ellos estaba el mercado, así que no me demoré más y torcí la esquina... cuando algo de repente chocó conmigo. Solté una maldición en un lenguaje desconocido para cualquiera de por allí, pero muy familiar para mí.
- Ten más cuidado-repliqué molesta, entornando los ojos y mirando al... ¿niño? Habría jurado que me había chocado con un adulto...
Pero, al fijar los ojos carmesíes en el renacuajo, estos se abrieron como platos al reconocer el rostro del pequeño.
- No...-me tambaleé hacia atrás y me golpeé en la espalda con la pared. Fue una suerte, porque empecé a ver cómo todo daba vueltas y se ponía negro. Me arrastré por la pared hasta quedar sentada en el suelo-. Tú... no...
Alargué una mano hacia el pequeño, mirando con embobamiento sus cabellos dorados y sus ojos azules. Hacía tanto que no los veía, que había perdido la esperanza de recordarlos algún día. Traté de coger su rostro con las manos, pero para mi sorpresa, solo toqué algo plano y un poco rugoso, como si hubiera una extraña capa invisible entre nosotros.
- ¿Shayx...?-lo miré con desesperación mientras buscaba una pizca de reconocimiento en sus bonitos ojos azules.
Me detuve un momento a leer un letrero que indicaba algunos puntos de interés de la ciudad que estaban al fondo de la calle de la izquierda. Vi que entre ellos estaba el mercado, así que no me demoré más y torcí la esquina... cuando algo de repente chocó conmigo. Solté una maldición en un lenguaje desconocido para cualquiera de por allí, pero muy familiar para mí.
- Ten más cuidado-repliqué molesta, entornando los ojos y mirando al... ¿niño? Habría jurado que me había chocado con un adulto...
Pero, al fijar los ojos carmesíes en el renacuajo, estos se abrieron como platos al reconocer el rostro del pequeño.
- No...-me tambaleé hacia atrás y me golpeé en la espalda con la pared. Fue una suerte, porque empecé a ver cómo todo daba vueltas y se ponía negro. Me arrastré por la pared hasta quedar sentada en el suelo-. Tú... no...
Alargué una mano hacia el pequeño, mirando con embobamiento sus cabellos dorados y sus ojos azules. Hacía tanto que no los veía, que había perdido la esperanza de recordarlos algún día. Traté de coger su rostro con las manos, pero para mi sorpresa, solo toqué algo plano y un poco rugoso, como si hubiera una extraña capa invisible entre nosotros.
- ¿Shayx...?-lo miré con desesperación mientras buscaba una pizca de reconocimiento en sus bonitos ojos azules.
Invitado- Invitado
Re: Rostros del pasado
Tanto la imagen del niño como la propietaria de la ilusión parpadearon a la vez para demostrar su confusión. Shirka era incapaz de entender el por qué de la reacción de la mujer que poco tenía de humana. Para empezar, a pesar de que contra ella otra aura siniestra no funcionase, era capaz de notarla, al igual que la otra persona sentiría la suya, pero no tendría el problema de verse incómoda. Además de que gracias a su visión en la oscuridad, era capaz de ver que la tonalidad de piel se distanciaba mucho de la que tendía la piel humana en casi cualquier variante en un ambiente de penumbra.
- ¿Ocurre algo ahí?- la voz de un hombre a sus espaldas, hizo que la espía se tensase. Tenía que buscar una explicación creíble al por qué de que una mujer adulta estuviese apoyada contra una pared. Por fortuna, algo se le ocurrió muy rápido, antes de que el hombre se acercase con su compañero a ver.
- Finge que estás inconsciente, cierra los ojos y no te muevas. Por favor, señorita, o me meterás en problemas muy serios. - susurró a la desconocida.
Después hizo que en el rostro de su ilusión aparecieran lágrimas en los ojos, y los típicos regueros de alguien que ha estado llorando, además del color rojo en las mejillas, producto del esfuerzo por no sollozar mientras que se realizaba el llanto. Pero mientras, ella mantenía el rostro sin cambios. Eso era lo bueno de las ilusiones, que podían poner caras con más facilidad de lo que ella podría hacerlas jamás.
Se dio la vuelta para encarar al guardia, mientras que cruzaba los dedos mentalmente para que la desconocida cumpliera con lo que había pedido.
- U-una chi-chica de pelo negro... Snif... Atacó a mi guardaespaldas y la dejó así... Después huyó hacia el fondo de la calle... - intentó hacer que la voz sonase entrecortada, y sorbió por la nariz cuando fue necesario. En algo que fuese lo suficientemente bueno como para que el hombre desapareciera sin molestar- Por favor, señor guardia. Atrapen a esa chica, me ha dado mucho miedo...
Los dos guardias miraron fijamente al niño y a la mujer apoyada en la pared. Si esta se mostraba despierta todo habría acabado para los planes de Shirka. Y eso la supondría o tener que pelear, o tratar de huir de nuevo, con un tobillo que ya apenas podía mantenerla bien en pie... Todo dependía de las acciones de la otra persona.
- ¿Ocurre algo ahí?- la voz de un hombre a sus espaldas, hizo que la espía se tensase. Tenía que buscar una explicación creíble al por qué de que una mujer adulta estuviese apoyada contra una pared. Por fortuna, algo se le ocurrió muy rápido, antes de que el hombre se acercase con su compañero a ver.
- Finge que estás inconsciente, cierra los ojos y no te muevas. Por favor, señorita, o me meterás en problemas muy serios. - susurró a la desconocida.
Después hizo que en el rostro de su ilusión aparecieran lágrimas en los ojos, y los típicos regueros de alguien que ha estado llorando, además del color rojo en las mejillas, producto del esfuerzo por no sollozar mientras que se realizaba el llanto. Pero mientras, ella mantenía el rostro sin cambios. Eso era lo bueno de las ilusiones, que podían poner caras con más facilidad de lo que ella podría hacerlas jamás.
Se dio la vuelta para encarar al guardia, mientras que cruzaba los dedos mentalmente para que la desconocida cumpliera con lo que había pedido.
- U-una chi-chica de pelo negro... Snif... Atacó a mi guardaespaldas y la dejó así... Después huyó hacia el fondo de la calle... - intentó hacer que la voz sonase entrecortada, y sorbió por la nariz cuando fue necesario. En algo que fuese lo suficientemente bueno como para que el hombre desapareciera sin molestar- Por favor, señor guardia. Atrapen a esa chica, me ha dado mucho miedo...
Los dos guardias miraron fijamente al niño y a la mujer apoyada en la pared. Si esta se mostraba despierta todo habría acabado para los planes de Shirka. Y eso la supondría o tener que pelear, o tratar de huir de nuevo, con un tobillo que ya apenas podía mantenerla bien en pie... Todo dependía de las acciones de la otra persona.
Invitado- Invitado
Re: Rostros del pasado
Retiré la mano de aquella capa rugosa e invisible que parecía ser la cara del niño. Con decepción y tristeza, me di cuenta de que no podía ser él por muchas razones que no cuadraban: El hecho de que no pudiera tocarle, la cortesía con la que me hablaba, la edad que aparentaba (la persona con la que lo había confundido había muerto muchos años atrás), y aquella aura siniestra que emitía, como la mía. << Ellos no volverán, Ytse. Están muertos... pero conseguiré vengar sus muertes, aunque tenga que morir por ello >> Me quedé mirándolo, ahora con un brillo perspicaz en los ojos, aún cuando me pidió que los cerrara para hacerme la inconsciente. Al oír a unos guardias acercarse entendí qué pasaba: lo perseguían a él.
Estuve tentada de quedarme tal cual estaba, para castigar a aquella criatura que había osado tomar posesión del físico de mi pequeño. No había descartado que eso fuese un truco de esas despreciables gallinas traidoras, pero me parecía más lógico que fuese alguien que trataba solo de esconderse. Al final, decidí "ayudarlo" y suspiré, pero solo porque quería saber quién era, por qué tomaba esa apariencia y de dónde la había sacado.
Cuando los guardias llegaron, yo yacía "inconsciente", con los ojos cerrados, y respirando calmadamente. Agucé no obstante el oído, y me extrañé un poco cuando el niño describió a una mujer de cabellos negros y... Un momento, ¿yo, guardaespaldas? ¿De alguien que se escondía tras el rostro de un niño? << Ni de broma >>, pensé, pero no dije nada. Esperé a que se fueran para prestar mi atención de nuevo en aquella singular persona.
Estuve tentada de quedarme tal cual estaba, para castigar a aquella criatura que había osado tomar posesión del físico de mi pequeño. No había descartado que eso fuese un truco de esas despreciables gallinas traidoras, pero me parecía más lógico que fuese alguien que trataba solo de esconderse. Al final, decidí "ayudarlo" y suspiré, pero solo porque quería saber quién era, por qué tomaba esa apariencia y de dónde la había sacado.
Cuando los guardias llegaron, yo yacía "inconsciente", con los ojos cerrados, y respirando calmadamente. Agucé no obstante el oído, y me extrañé un poco cuando el niño describió a una mujer de cabellos negros y... Un momento, ¿yo, guardaespaldas? ¿De alguien que se escondía tras el rostro de un niño? << Ni de broma >>, pensé, pero no dije nada. Esperé a que se fueran para prestar mi atención de nuevo en aquella singular persona.
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Re: Rostros del pasado
Por suerte para la espía, la mujer decidió fingir estar inconsciente. Lo que la ayudó, puesto que los guardias al ver que no había ningún engaño en lo que había dicho el niño se perdieron hacía el fondo de la calle.
- Tranquilo, nosotros la atraparemos.- dijo uno antes de irse corriendo.
Pasados un tiempo, que Shirka que pensó en el que ya no había peligro, la imagen del niño se deshizo, mostrando la verdadera apariencia de la semihumana. La chica, dolorida por el tobillo, se apoyó contra la pared y se quitó la bota para revisar que no hubiese nada roto por el momento. No miró a la otra mujer en todo el proceso, para ella, el "negocio" contraído, ya había acabado.
- Gracias por tu ayuda, ya puedes hacer lo que desees.- dijo mientras que palpaba con sus dedos por encima de las medias de rayas.
- Tranquilo, nosotros la atraparemos.- dijo uno antes de irse corriendo.
Pasados un tiempo, que Shirka que pensó en el que ya no había peligro, la imagen del niño se deshizo, mostrando la verdadera apariencia de la semihumana. La chica, dolorida por el tobillo, se apoyó contra la pared y se quitó la bota para revisar que no hubiese nada roto por el momento. No miró a la otra mujer en todo el proceso, para ella, el "negocio" contraído, ya había acabado.
- Spoiler:
- Gracias por tu ayuda, ya puedes hacer lo que desees.- dijo mientras que palpaba con sus dedos por encima de las medias de rayas.
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Re: Rostros del pasado
En cuanto los guardias se hubieron marchado, abrí los ojos rojos al instante como movida por un resorte, a tiempo para ver como el niño perdía su forma y cambiaba de apariencia a la de una muchacha de cabellos negros y ojos verdes. La miré con ojos inquisitivos y le agarré del brazo en cuanto se sentó a mi lado. Entorné los ojos de manera peligrosa y con voz gélida murmuré:
- ¿Quién eres? ¿De dónde sacaste esa apariencia?
La observé esbozar un gesto de dolor al sentarse y desvié la mirada a donde palpaban sus dedos. Parecía tener molestia en el tobillo, así que me incliné hacia ella, le aparté las manos, le retiré el calzado y toqué con cuidado la zona. Con un fruncimiento de ceño, noté un leve hinchazón en el tobillo.
- Ruptura de un mínimo de fibras ligamentosas...-musité-. Un esguince, de primer grado posiblemente...
La ayudaba, pero era más por instinto que porque realmente quisiera ayudarla. Antaño había servido en el ejército, y había tenido que tratar ese tipo de lesiones, e incluso peores. Y ella no parecía un ángel, no desprendía esa luz característica en ellos, por no decir el aura siniestra que irradiaba.
- Vas a necesitar reposo, hielo, comprensión y elevación. Sea lo que sea que estuvieras haciendo, te ha salido caro-la miré fijamente de nuevo, devolviéndole la bota-. ¿Por qué usaste esa apariencia?
- ¿Quién eres? ¿De dónde sacaste esa apariencia?
La observé esbozar un gesto de dolor al sentarse y desvié la mirada a donde palpaban sus dedos. Parecía tener molestia en el tobillo, así que me incliné hacia ella, le aparté las manos, le retiré el calzado y toqué con cuidado la zona. Con un fruncimiento de ceño, noté un leve hinchazón en el tobillo.
- Ruptura de un mínimo de fibras ligamentosas...-musité-. Un esguince, de primer grado posiblemente...
La ayudaba, pero era más por instinto que porque realmente quisiera ayudarla. Antaño había servido en el ejército, y había tenido que tratar ese tipo de lesiones, e incluso peores. Y ella no parecía un ángel, no desprendía esa luz característica en ellos, por no decir el aura siniestra que irradiaba.
- Vas a necesitar reposo, hielo, comprensión y elevación. Sea lo que sea que estuvieras haciendo, te ha salido caro-la miré fijamente de nuevo, devolviéndole la bota-. ¿Por qué usaste esa apariencia?
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Re: Rostros del pasado
Puso los ojos en blanco, ante las preguntas, no le apetecía contestar en ese momento a eso. Si todavía estuviese de buen humor, hablaría sin problema alguno, pero herida como estaba, y frustrada por haber sido descubierta, no tenía ganas de abrir la boca y dejar que las palabras surgieran. O al menos, no de manera gratuita, el señor dinero tenía un gran poder sobre la joven de anormales ojos verdes, que parecían brillar entre las sombras.
Sin embargo, su mutismo se vio truncado cuando la mujer comenzó a tocarle el tobillo, como cualquier animal herido, la chica apartó el pie con un movimiento brusco que la hizo hacer una mueca. Pero lo pudo ocultar tras de sí. No le gustaba que la tocasen si no era con consentimiento, o un requisito de la misión. Y mucho menos, alguien desconocido que no parecía tampoco demasiado amistoso. Y todavía menos si era una zona herida, sabía que no estaba roto, porque no dolía como una rotura, pero si la mujer se equivocaba, iba a acabar peor todavía. Así que, prefería las manos bien lejos de ella.
- No pienso pagar por tus servicios. No los he requerido.- cortó a medias lo que la mujer estuviese diciendo antes de perder el pie de vista. Aunque eso sí, con su habitual rostro neutro, rara vez cambiaba a otra cara.- Y qué más da la apariencia que usase. Tenía que huir, punto. No me pongo a pensar en el por qué de lo que imagino, simplemente dejo que fluya.
Esperaba que con eso, al menos ya la dejase en paz. Tenía que encontrar algún lugar donde poder descansar un tiempo, y si había suerte, ponerse en contacto con su jefe para que enviara algún mago que se encargase de su herida rápidamente.
Sin embargo, su mutismo se vio truncado cuando la mujer comenzó a tocarle el tobillo, como cualquier animal herido, la chica apartó el pie con un movimiento brusco que la hizo hacer una mueca. Pero lo pudo ocultar tras de sí. No le gustaba que la tocasen si no era con consentimiento, o un requisito de la misión. Y mucho menos, alguien desconocido que no parecía tampoco demasiado amistoso. Y todavía menos si era una zona herida, sabía que no estaba roto, porque no dolía como una rotura, pero si la mujer se equivocaba, iba a acabar peor todavía. Así que, prefería las manos bien lejos de ella.
- No pienso pagar por tus servicios. No los he requerido.- cortó a medias lo que la mujer estuviese diciendo antes de perder el pie de vista. Aunque eso sí, con su habitual rostro neutro, rara vez cambiaba a otra cara.- Y qué más da la apariencia que usase. Tenía que huir, punto. No me pongo a pensar en el por qué de lo que imagino, simplemente dejo que fluya.
Esperaba que con eso, al menos ya la dejase en paz. Tenía que encontrar algún lugar donde poder descansar un tiempo, y si había suerte, ponerse en contacto con su jefe para que enviara algún mago que se encargase de su herida rápidamente.
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Re: Rostros del pasado
Continué tocándole el pie, pendiente de si le encontraba algún traumatismo más. Lo hice con sumo cuidado, tratándo de no hacerle daño, pero al parecer la chica no quería que la tocara. Se separó rápidamente, como cualquier animalillo herido y con miedo a que le pudierab hacer daño. Resoplé, viendo innecesario aquel numerito. Es decir, le estaba ofreciendo mis conocimientos de medicina, y no le había pedido nada. Se hubiera agradecido algo más de humildad por su parte.
- Tampoco te iba a cobrar, el dinero no me interesa demasiado.
Suspiré, reuniendo paciencia, y me levanté para mirar a nuestro alrededor. Seguía oscuro, y pocas luces había ya encendidas. Sin embargo, en cualquier momento podrían aparecer guardias, y eso le afectaría ahora tanto a mí como a ella. Tras asegurarme de que no había nadie en las cercanías, me agaché junto a la chica y la miré fijamente.
- Puedo ayudarte, tengo altos conocimientos en medicina...-metí una mano en una de las bolsitas que llevaba pendida al cinto-. Sólo pido información, conocí al niño en el que te transformaste, y me gustaría saber qué te llevo a adquirir su apariencia...
Saqué unas pocas monedas de la bolsita y se las tendí, esperando que por un pequeño incentivo económico soltara prenda. Parecía una de esas personas que amaban el dinero y que hacían trabajos para ganarlo, fueran cuales fueran.
- Tampoco te iba a cobrar, el dinero no me interesa demasiado.
Suspiré, reuniendo paciencia, y me levanté para mirar a nuestro alrededor. Seguía oscuro, y pocas luces había ya encendidas. Sin embargo, en cualquier momento podrían aparecer guardias, y eso le afectaría ahora tanto a mí como a ella. Tras asegurarme de que no había nadie en las cercanías, me agaché junto a la chica y la miré fijamente.
- Puedo ayudarte, tengo altos conocimientos en medicina...-metí una mano en una de las bolsitas que llevaba pendida al cinto-. Sólo pido información, conocí al niño en el que te transformaste, y me gustaría saber qué te llevo a adquirir su apariencia...
Saqué unas pocas monedas de la bolsita y se las tendí, esperando que por un pequeño incentivo económico soltara prenda. Parecía una de esas personas que amaban el dinero y que hacían trabajos para ganarlo, fueran cuales fueran.
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Re: Rostros del pasado
La chica de ojos verdes la miró con un brillo de incredulidad en sus ojos, no le parecía posible que nadie ansiase poseer el dinero, a fin de cuentas, criada para vender sus habilidades como ojos de un fantasma, o como espada del fin para algunos, siempre por el oro. No entendía cómo es que alguien no podía apreciar al brillante metal.
Pero aunque eso llamó su atención, no estaba en sus condiciones habituales para ser curiosa, prefería ser cautelosa y poder esconderse para cuidar aquello que la provocaba ese sentimiento de debilidad.
Ya pensó que la extraña mujer que preguntaba por su transformación se iba a marchar cuando se puso de pie. Pero volvió a agacharse junto a ella, hablando de la misma forma que lo haría un adulto cuando quiere explicarle algo a un niño que está enfadado o asustado.
- No quiero deudas, así que, no quiero de tu ayuda desinteresada.- respondió en tono correcto, pero frío.- Podría decirte muchas cosas, pero no me gusta hablar sin recibir nada a cambio. Mis jefes no ven bien que dé información de manera gratuita.
Pero justo en cuanto acabó de hablar, la mujer sacó unas cuantas monedas, que hicieron que los ojos de la joven destellaran. Extendió la mano, agarrando la mirada, primero clavando su mirada en la moneda, y después mordiéndola para comprobar que no se doblara. Luego tendría que observarla con más atención, pero de momento se fiaría de que fuese dinero de verdad.
- Lo único que me llevó a adoptar esa apariencia es que huía de los guardias. Si lo que me preguntas en concreto es si le vi con anterioridad, no, jamás. Es solo un producto de mi imaginación. No es la primera vez que adopto la forma de alguien muerto, pero solo es casualidad.- respondió a su pregunta con sinceridad. No había ninguna cosa más detrás de lo de su apariencia.
Pero aunque eso llamó su atención, no estaba en sus condiciones habituales para ser curiosa, prefería ser cautelosa y poder esconderse para cuidar aquello que la provocaba ese sentimiento de debilidad.
Ya pensó que la extraña mujer que preguntaba por su transformación se iba a marchar cuando se puso de pie. Pero volvió a agacharse junto a ella, hablando de la misma forma que lo haría un adulto cuando quiere explicarle algo a un niño que está enfadado o asustado.
- No quiero deudas, así que, no quiero de tu ayuda desinteresada.- respondió en tono correcto, pero frío.- Podría decirte muchas cosas, pero no me gusta hablar sin recibir nada a cambio. Mis jefes no ven bien que dé información de manera gratuita.
Pero justo en cuanto acabó de hablar, la mujer sacó unas cuantas monedas, que hicieron que los ojos de la joven destellaran. Extendió la mano, agarrando la mirada, primero clavando su mirada en la moneda, y después mordiéndola para comprobar que no se doblara. Luego tendría que observarla con más atención, pero de momento se fiaría de que fuese dinero de verdad.
- Lo único que me llevó a adoptar esa apariencia es que huía de los guardias. Si lo que me preguntas en concreto es si le vi con anterioridad, no, jamás. Es solo un producto de mi imaginación. No es la primera vez que adopto la forma de alguien muerto, pero solo es casualidad.- respondió a su pregunta con sinceridad. No había ninguna cosa más detrás de lo de su apariencia.
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Re: Rostros del pasado
Al parecer, no quería mi ayuda, ni siquiera después de decirle que sabía tratar a heridos. Me encogí de hombros, cansada de intentar ayudarle y que rechazara mi auxilio, así que solamente me encogí de hombros y me guardé para mí mi ayuda. Después, esperando a que me respondiera, detecté un brillo de incredulidad al decirla que no me interesaba el dinero. ¿Había gente así? Imaginaba que sí, pero no todo en esa vida eran las monedas... Algunos eran felices con solo un hogar, otros con solo poseer una familia... Yo lo era cumpliendo con mi venganza.
Divertida, contemplé a la chica examinar una de las monedas, mordiéndola, pero no dije nada sabiéndo que ese era un gesto muy común entre los amantes del dinero. Simplemente esperé su respuesta.
- ...-al oírla, mis ojos se mediocerraron y miraron al suelo, decepcionados-. Ya veo...
Suspiré otra vez. Realmente no sabía qué me había esperado, quizás un último recuerdo suyo, pero en el fondo sabía que ni él ni Hax volverían. Me había quedado sola.
Curioso, recordaba que, desde muy pequeña, había amado la soledad. Entre mis hermanos, yo era la más callada y la más solitaria. Un bicho raro para ellos, sin duda, pero nunca me sentí mal por ello... Hasta que lo perdí todo. Como dice el dicho, "nunca sabes lo que tienes, hasta que lo pierdes", esta vez se ajustaba perfectamente a mi situación.
- ...Eso era todo-murmuré, con voz ronca-. Gracias...
Me levanté y me asomé por la esquina, vigilando que no hubiera nadie que pudiera espiarnos.
Divertida, contemplé a la chica examinar una de las monedas, mordiéndola, pero no dije nada sabiéndo que ese era un gesto muy común entre los amantes del dinero. Simplemente esperé su respuesta.
- ...-al oírla, mis ojos se mediocerraron y miraron al suelo, decepcionados-. Ya veo...
Suspiré otra vez. Realmente no sabía qué me había esperado, quizás un último recuerdo suyo, pero en el fondo sabía que ni él ni Hax volverían. Me había quedado sola.
Curioso, recordaba que, desde muy pequeña, había amado la soledad. Entre mis hermanos, yo era la más callada y la más solitaria. Un bicho raro para ellos, sin duda, pero nunca me sentí mal por ello... Hasta que lo perdí todo. Como dice el dicho, "nunca sabes lo que tienes, hasta que lo pierdes", esta vez se ajustaba perfectamente a mi situación.
- ...Eso era todo-murmuré, con voz ronca-. Gracias...
Me levanté y me asomé por la esquina, vigilando que no hubiera nadie que pudiera espiarnos.
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Re: Rostros del pasado
La muchacha observó con atención los gestos de la otra mujer, sabía que no todo el mundo podía mantener un rostro impasible, y eso dejaba claros sus sentimientos, y en parte, algo de sus pensamientos. Una forma peculiar de recabar información, pero que de momento era lo mejor que podía usar la joven para saber si su acompañante fuese a atacarla. Claro está, si es que no podía actuar. Porque de poder hacerlo, le costaría mucho más ver entre sus mentiras.
Parecía decepcionada por la respuesta, pero no había nada más detrás de ella. Podría mentir, pero si de verdad le conocía, entonces sabría que la información era falsa. Aunque eso le llevaba a otro tipo de interrogante... ¿Por qué tanta decepción? Quizás le estuviese buscando desesperadamente, y por ello, que le hubiese sido una gran esperanza para ella "encontrarlo". Pero al principio, la mujer parecía haberse asustado de verla con ese aspecto, es decir, que no debía estar al menos en ese plano de la realidad.
Los ojos verdes se clavaron con curiosidad, anteriormente había comentado que adoptaba la forma de gente muerta porque generalmente esas apariencias eran las que más problemas le habían dado; pero comenzaba a sospechar que eso era lo que le había pasado al niño. Además de que no había que olvidar que la mujer no la había corregido con eso.
Pero su apariencia había sido la de un humano, y esa mujer distaba mucho de ser un ser corriente, su tono de piel podría asemejarse a esos seres que se llamaban Drow, o elfos oscuros. Pero tampoco podía distinguir unas enormes orejas bajo la capucha. ¿Qué relación tendrían, pues?
- ¿Hermano, hijo o amigo?- preguntó con suavidad en vez de una típica frase de despedida.
Sabía que podría negarse la mujer a contestar, pero eso no la importaba. No era algo relevante en ese preciso instante, pero conseguir información de más tampoco era algo malo.
Parecía decepcionada por la respuesta, pero no había nada más detrás de ella. Podría mentir, pero si de verdad le conocía, entonces sabría que la información era falsa. Aunque eso le llevaba a otro tipo de interrogante... ¿Por qué tanta decepción? Quizás le estuviese buscando desesperadamente, y por ello, que le hubiese sido una gran esperanza para ella "encontrarlo". Pero al principio, la mujer parecía haberse asustado de verla con ese aspecto, es decir, que no debía estar al menos en ese plano de la realidad.
Los ojos verdes se clavaron con curiosidad, anteriormente había comentado que adoptaba la forma de gente muerta porque generalmente esas apariencias eran las que más problemas le habían dado; pero comenzaba a sospechar que eso era lo que le había pasado al niño. Además de que no había que olvidar que la mujer no la había corregido con eso.
Pero su apariencia había sido la de un humano, y esa mujer distaba mucho de ser un ser corriente, su tono de piel podría asemejarse a esos seres que se llamaban Drow, o elfos oscuros. Pero tampoco podía distinguir unas enormes orejas bajo la capucha. ¿Qué relación tendrían, pues?
- ¿Hermano, hijo o amigo?- preguntó con suavidad en vez de una típica frase de despedida.
Sabía que podría negarse la mujer a contestar, pero eso no la importaba. No era algo relevante en ese preciso instante, pero conseguir información de más tampoco era algo malo.
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Re: Rostros del pasado
Escruté las sombras con mis ojos rojos, buscando a cualquiera que pudiera encontrarse en las cercanías. Si había alguien, podía significar dos cosas: o que nos estaba espiando, o que simplemente pasaba por allí, pero a esas horas de la noche, si ibas sospechosamente, y solo por la calle resultaba un tanto delatante. No había problema con eso, sería capaz de dar caza a cualquiera que husmeara en mis asuntos. No obstante, por suerte para mí, no encontré a nadie, así que me volví hacia la que parecía ser una humana.
La miré de nuevo, aún sin recuperarme del todo al descubrir que sólo había sido una transformación momentania, o mejor dicho una ilusión, porque recordaba que, al chocarme, había sentido el cuerpo de un adulto, y al intentar tocarle la cara, solamente había palpado la tela de su ropa. Habían sido unos segundos en los que la esperanza había brillado en mis ojos, pero después al descubrir la verdad, el mundo se me había venido encima, aplastando todas mis ilusiones... otra vez. Sacudí la cabeza, tratando de alejar todos esos pensamientos. Después de de aproximadamente un siglo, no entendía cómo seguía pensando en ello, cómo me engañaba a mí misma. Supongo que eso es lo que se suele decir, la esperanza es lo último que se pierde. Pero en mi caso, solo podía haber esperanza para una cosa, para matar a los ángeles.
Parpadeé, y me di la vuelta. Ya empezaba a irme en sentido contrario cuando la voz de la chica me hizo detenerme. Inspiré hondo, sopesando si responder o no, pero finalmente me dije que daba igual, que contarselo a alguien no iba a cambiar nada. Giré levemente la cabeza, sin mover el resto del cuerpo, y la miré de reojo.
- Hijo...-dije, en apenas un susurro, como si en esa exhalación dejara escapar todo el dolor por mi gran pérdida.
La miré de nuevo, aún sin recuperarme del todo al descubrir que sólo había sido una transformación momentania, o mejor dicho una ilusión, porque recordaba que, al chocarme, había sentido el cuerpo de un adulto, y al intentar tocarle la cara, solamente había palpado la tela de su ropa. Habían sido unos segundos en los que la esperanza había brillado en mis ojos, pero después al descubrir la verdad, el mundo se me había venido encima, aplastando todas mis ilusiones... otra vez. Sacudí la cabeza, tratando de alejar todos esos pensamientos. Después de de aproximadamente un siglo, no entendía cómo seguía pensando en ello, cómo me engañaba a mí misma. Supongo que eso es lo que se suele decir, la esperanza es lo último que se pierde. Pero en mi caso, solo podía haber esperanza para una cosa, para matar a los ángeles.
Parpadeé, y me di la vuelta. Ya empezaba a irme en sentido contrario cuando la voz de la chica me hizo detenerme. Inspiré hondo, sopesando si responder o no, pero finalmente me dije que daba igual, que contarselo a alguien no iba a cambiar nada. Giré levemente la cabeza, sin mover el resto del cuerpo, y la miré de reojo.
- Hijo...-dije, en apenas un susurro, como si en esa exhalación dejara escapar todo el dolor por mi gran pérdida.
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Re: Rostros del pasado
Asintió conforme con la respuesta, aunque no se parecían en nada, quizás el niño hubiese sido adoptado, como lo había sido ella hacía ya tantos años... La verdad, quizás debería ir a visitar la tumba de su maestro como forma de agradecimiento, porque sabía perfectamente que los que la muerte se llevaba jamás volvían a aparecer por la tierra de los vivos.
- Espero que no lo pasara mal.- podía haber sido algo rápido, o por ser un niño, quizás una enfermedad. Una muerte sumamente desagradable, puesto que lo había visto, aunque jamás se había sentido tan enferma como para tener que estar en cama todo el día.
Se puso de pie con cuidado, procurando apoyar lo menos posible el pie. Aspiró aire y lo guardó al dar el primer paso hacia la esquina. Tenía que llegar al otro lado de la ciudad para llegar a la zona donde tenía el contacto en aquél lejano lugar. Maldita su suerte cuando tuvo que saltar por la ventana.
- Espero que no lo pasara mal.- podía haber sido algo rápido, o por ser un niño, quizás una enfermedad. Una muerte sumamente desagradable, puesto que lo había visto, aunque jamás se había sentido tan enferma como para tener que estar en cama todo el día.
Se puso de pie con cuidado, procurando apoyar lo menos posible el pie. Aspiró aire y lo guardó al dar el primer paso hacia la esquina. Tenía que llegar al otro lado de la ciudad para llegar a la zona donde tenía el contacto en aquél lejano lugar. Maldita su suerte cuando tuvo que saltar por la ventana.
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Re: Rostros del pasado
No respondí a ese comentario. Una muerte rápida no creo que tuviera, ni Hax, ni Shayx, puesto que a ambos los habían ahogado, de una manera o de otra. Cerré los ojos con suavidad para no tener que ver nada, e inspiré hondo. El pasado, pasado está. Aunque la traición no fuera a quedar impune, debía de tener la sangre fría y no mostrar ni sentimientos ni emociones. Así es como se hacían las cosas, no dejando perder el control de tu cuerpo por algo tan estúpido como una rabieta, un recuerdo lejano, o una impaciencia desmedida. Me volví hacia la chica justo cuando ella se levantaba y le tendí la mano, esperando que quisiera aceptar mi ayuda esta vez.
- Puedes llamarme Ytse-me presenté, amablemente, pero sin dejar pasar sentimientos a través de mi voz. A decir verdad, ese no era mi nombre real y con el que me habían bautizado, pero por eso mismo había dicho que podía llamarme de esa forma. Además, mi nombre angélico ya no lidiaba conmigo. Yo ya no era un ángel-. ¿Puedo ayudarte en algo?
Comencé a pensar. Quizás el que me hubiera topado con una chica que era capaz de transformarse en Shayx era algo especial, como una señal. Quizás mi pequeño quería que la ayudara un poco. Sonaba un poco a estupidez y a superstición, pero tampoco perdía nada por intentarlo, ¿o sí? No podía ser un ángel, ni tenía ese porte orgulloso, ni despedía esa cegadora luz que ahora provocaba que se me pusieran los pelos como escarpias.
- Puedes llamarme Ytse-me presenté, amablemente, pero sin dejar pasar sentimientos a través de mi voz. A decir verdad, ese no era mi nombre real y con el que me habían bautizado, pero por eso mismo había dicho que podía llamarme de esa forma. Además, mi nombre angélico ya no lidiaba conmigo. Yo ya no era un ángel-. ¿Puedo ayudarte en algo?
Comencé a pensar. Quizás el que me hubiera topado con una chica que era capaz de transformarse en Shayx era algo especial, como una señal. Quizás mi pequeño quería que la ayudara un poco. Sonaba un poco a estupidez y a superstición, pero tampoco perdía nada por intentarlo, ¿o sí? No podía ser un ángel, ni tenía ese porte orgulloso, ni despedía esa cegadora luz que ahora provocaba que se me pusieran los pelos como escarpias.
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Re: Rostros del pasado
Los ojos de la joven se clavaron de manera algo inquisitiva sobre la extraña mujer que acababa de presentarse. No entendía muy bien por qué lo hacía, sobre todo ahora que parecía que cada una iba a irse por su lado. Pero qué más daba, Shirka se encogió de hombros y después abrió la boca para hablar.
- Yo soy Shirka- sus alias solían ser peores que su nombre real, y en principio dudaba que la mujer supiera qué es lo que era exactamente, así que, no había problemas en decirle su nombre real.
Sin embargo, cuando preguntó lo de la ayuda la chica enarcó una ceja. Era extraño que alguien cediese su ayuda a altas horas de la noche, a un extraño y sobre todo, habiendo tenido una situación peculiar con anterioridad. Pero no estaba demasiado bien como para ponerse quisquillosa. Que viera, el único armamento que llevaba era un arco a la espalda, y en distancias cortas no era un arma demasiado útil, salvo si se usaba como arma contundente. Y para cuando eso ocurriera, Shirka le habría saludado con sus dos pequeñas. Unas dagas con los filos tintados en colores purpúreo-rosados.
- Bueno... Si sigues manteniendo que no me vas a cobrar, entonces... Si fueras tan amable de llevarme hasta la otra parte de la ciudad, cerca de las murallas, me harías un favor. Es una casa algo desastrada, con los tejados azules.
Había algunas así por el barrio al que ella se refería, pero era capaz de guiarse hasta la correcta en el momento que la dejasen allí. Así que, no tenía que temer por que fuese una trampa. Si veía que actuaba raro al llegar al barrio, solo tendría que intentar deshacerse de ella y buscar un lugar donde encontrarse por allí, hasta el momento en el que pudiera salir de nuevo, con algo más de tranquilidad. Aunque el pie no la iba a ayudar demasiado.
- Cuando lleguemos allí, si lo deseas, puedes quedarte. No sé si tienes ya una posada donde dormir, pero a estas horas, imagino que pocos posaderos aceptarían a un desconocido... Y menos siendo algo inhumano.- dijo con calma, en un tono correcto y lógico. En ella, algo así como verdadera amabilidad.
- Yo soy Shirka- sus alias solían ser peores que su nombre real, y en principio dudaba que la mujer supiera qué es lo que era exactamente, así que, no había problemas en decirle su nombre real.
Sin embargo, cuando preguntó lo de la ayuda la chica enarcó una ceja. Era extraño que alguien cediese su ayuda a altas horas de la noche, a un extraño y sobre todo, habiendo tenido una situación peculiar con anterioridad. Pero no estaba demasiado bien como para ponerse quisquillosa. Que viera, el único armamento que llevaba era un arco a la espalda, y en distancias cortas no era un arma demasiado útil, salvo si se usaba como arma contundente. Y para cuando eso ocurriera, Shirka le habría saludado con sus dos pequeñas. Unas dagas con los filos tintados en colores purpúreo-rosados.
- Bueno... Si sigues manteniendo que no me vas a cobrar, entonces... Si fueras tan amable de llevarme hasta la otra parte de la ciudad, cerca de las murallas, me harías un favor. Es una casa algo desastrada, con los tejados azules.
Había algunas así por el barrio al que ella se refería, pero era capaz de guiarse hasta la correcta en el momento que la dejasen allí. Así que, no tenía que temer por que fuese una trampa. Si veía que actuaba raro al llegar al barrio, solo tendría que intentar deshacerse de ella y buscar un lugar donde encontrarse por allí, hasta el momento en el que pudiera salir de nuevo, con algo más de tranquilidad. Aunque el pie no la iba a ayudar demasiado.
- Cuando lleguemos allí, si lo deseas, puedes quedarte. No sé si tienes ya una posada donde dormir, pero a estas horas, imagino que pocos posaderos aceptarían a un desconocido... Y menos siendo algo inhumano.- dijo con calma, en un tono correcto y lógico. En ella, algo así como verdadera amabilidad.
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Re: Rostros del pasado
La "humana" se presentó como Shirka, y esta vez sí, aceptó mi ayuda, de modo que, mientras me daba las indicaciones para ir a donde se hospedaba, dejé que se apoyara en mí. Tendría que llevarla a la otra punta de la ciudad, a una casa que al parecer tenía las tejas de un color azul. Avancé despacio, permitiéndole un paso cómodo y no muy doloroso. No volví a mirarla, quizás por miedo a encontrarme de nuevo el rostro del niño en ella, o quizás porque no tenía ningún motivo por el que dirigirle la mirada, lo único que tenía que hacer era llevarla a su casa, o lo que fuera ese lugar.
Miré al cielo un momento, la Luna estaba en lo alto, lo que nos favorecía a la hora de alumbrar el camino, además de las antorchas de las calles. Asentí cuando dijo que quizás podría quedarme allí a pasar la noche; si así era, no tendría que gastar dinero en posadas en las que destacaba por mi siniestro aspecto. Y por lo tanto, evitaba preguntas y murmuraciones. Al final acabé mirando a la chica, obviamente no era ningún secreto que no era humana. Muchos dirían que era una especie de elfo oscuro, o incluso un demonio -lo cual en parte era cierto-, pero seguro que no había muchos que apostaran que yo era un ángel caído. No hay muchos como yo en el mundo, a mayoría seguramente habrían acabado siendo cazado por sus antiguos semejantes.
- ...-no le vi necesidad de responder, y tampoco iba a negarlo.
Miré al cielo un momento, la Luna estaba en lo alto, lo que nos favorecía a la hora de alumbrar el camino, además de las antorchas de las calles. Asentí cuando dijo que quizás podría quedarme allí a pasar la noche; si así era, no tendría que gastar dinero en posadas en las que destacaba por mi siniestro aspecto. Y por lo tanto, evitaba preguntas y murmuraciones. Al final acabé mirando a la chica, obviamente no era ningún secreto que no era humana. Muchos dirían que era una especie de elfo oscuro, o incluso un demonio -lo cual en parte era cierto-, pero seguro que no había muchos que apostaran que yo era un ángel caído. No hay muchos como yo en el mundo, a mayoría seguramente habrían acabado siendo cazado por sus antiguos semejantes.
- ...-no le vi necesidad de responder, y tampoco iba a negarlo.
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Re: Rostros del pasado
La muchacha colocó su mano en el hombro de la persona inhumana a su lado, para usarla de bastón. No estaba tan mal como para apoyar todo su peso, u obligarla a que cargara con ella. Aunque eso último le parecía tener mucha cara, para obligar a las otras personas a hacer eso.
El silencio se mantuvo como una cortina tras el último comentario de la morena, pero ella no iba a mantenter la conversación. Bastante concentrada se encontraba en ir dando una especie de saltitos para poder avanzar, además de que, si no se lo pedía una misión, rara vez se mostraba muy habladora. Quizás sólo si alguien le causaba mucha curiosidad. Y en esta ocasión, muy probablemente por el daño en su tobillo, estaba con menos ganas de averiguar nada sobre la otra persona.
- Creo que no será necesario decir que es mejor que evitemos a los guardias, ¿verdad?- dijo Shirka en cuanto recordó ese detalle.
Estaba cansada y con el dolor no estaba segura de poder mantener bien la ilusión. Así que, por ahora lo mejor era evitar las patrullas. Como era normal, las murallas tenían guardias, además de estar iluminadas por la luz de las antorchas para que se pudiera ver. Pero además, había algunas patrullas por las calles, dando vueltas para comprobar que la zona estuviese en calma. Y más había, cuanto más al centro de la ciudad se desplazaba uno. Sólo en los barrios más marginales, o donde la moral se dejaba ligeramente de lado estaban más relajados en cuanto a la presión de los vigilantes. Pero, como era normal, en esas zonas abundaban también otra clase de peligros.
El silencio se mantuvo como una cortina tras el último comentario de la morena, pero ella no iba a mantenter la conversación. Bastante concentrada se encontraba en ir dando una especie de saltitos para poder avanzar, además de que, si no se lo pedía una misión, rara vez se mostraba muy habladora. Quizás sólo si alguien le causaba mucha curiosidad. Y en esta ocasión, muy probablemente por el daño en su tobillo, estaba con menos ganas de averiguar nada sobre la otra persona.
- Creo que no será necesario decir que es mejor que evitemos a los guardias, ¿verdad?- dijo Shirka en cuanto recordó ese detalle.
Estaba cansada y con el dolor no estaba segura de poder mantener bien la ilusión. Así que, por ahora lo mejor era evitar las patrullas. Como era normal, las murallas tenían guardias, además de estar iluminadas por la luz de las antorchas para que se pudiera ver. Pero además, había algunas patrullas por las calles, dando vueltas para comprobar que la zona estuviese en calma. Y más había, cuanto más al centro de la ciudad se desplazaba uno. Sólo en los barrios más marginales, o donde la moral se dejaba ligeramente de lado estaban más relajados en cuanto a la presión de los vigilantes. Pero, como era normal, en esas zonas abundaban también otra clase de peligros.
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Re: Rostros del pasado
Seguí ayudando a Shirka a andar, saliendo progresivamente de esa zona. Procuré no acercarme a la muralla, pero tampoco al centro; esos dos puntos eran potencialmente peligrosos para nosotras en esos momentos, una por ser buscada y otra por no tener una apariencia muy... confiable. Asentí cuando me dijo que tuviera cuidado. Ya había pensado en que podríamos encontrarnos con algún que otro guardia.
- Pégate todo lo que puedas a mí. Vamos a desaparecer en las sombras.
Fue entonces cuando, haciendo gala de mi sutileza, comencé a avanzar sin dejar rastro, moviendome sin ser vista, entre las calles de la zona media de la ciudad. Para ir al lugar al que me había dicho, no podíamos cruzar la urbe, por lo que habría que rodearla, y eso fue lo que hice. No sabía si esa chica era igual de capaz que yo de moverse tan sutilmente, pero de todas formas intentaba hacerlo lo más discretamente, deteniéndome y escondiéndonos cuando aparecía algún soldado o guardia.
- Pégate todo lo que puedas a mí. Vamos a desaparecer en las sombras.
Fue entonces cuando, haciendo gala de mi sutileza, comencé a avanzar sin dejar rastro, moviendome sin ser vista, entre las calles de la zona media de la ciudad. Para ir al lugar al que me había dicho, no podíamos cruzar la urbe, por lo que habría que rodearla, y eso fue lo que hice. No sabía si esa chica era igual de capaz que yo de moverse tan sutilmente, pero de todas formas intentaba hacerlo lo más discretamente, deteniéndome y escondiéndonos cuando aparecía algún soldado o guardia.
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Re: Rostros del pasado
La ruta que había escogido la mujer era la más correcta, puesto que era la zona de menor cantidad de guardias, en lo que sería la zona protegida. Sin embargo, eso no las quitaba de los peligros de ser asaltadas por algunos de los habitantes de peor reputación del lugar. Sin embargo, el silencio era una pesada losa sobre las calles. Ni tan siquiera parecía que un alma quisiese estar en ese lugar. También, era posible que las horas que eran ya no eran amigas ni tan siquiera de aquellos que preferían las sombras, puesto que quedaría una o dos horas hasta que el Sol se asomase de nuevo por el horizonte.
- ¿Desaparecer en las sombras?- más que darle confianza, esas palabras la hicieron desconfiar de esa mujer, puesto que podría ser una clase de hechizos. Y si de algo había que desconfiar era de los hechizos de los magos que no conocías.
Sin embargo, no hizo nada raro, ni un pase mágico, ni unas palabras en un idioma desconocido. Así que, la semi-humana se relajó de nuevo. Aunque, teniendo el problema de tener un pie con menor movilidad, no era capaz de avanzar con el mismo sigilo que cuando podía hacerlo de forma normal. La habían entrenado para ello, y aunque su pie sano no causaba ruido, y apenas dejaba huella. El otro, era otro cantar...
- ¿Desaparecer en las sombras?- más que darle confianza, esas palabras la hicieron desconfiar de esa mujer, puesto que podría ser una clase de hechizos. Y si de algo había que desconfiar era de los hechizos de los magos que no conocías.
Sin embargo, no hizo nada raro, ni un pase mágico, ni unas palabras en un idioma desconocido. Así que, la semi-humana se relajó de nuevo. Aunque, teniendo el problema de tener un pie con menor movilidad, no era capaz de avanzar con el mismo sigilo que cuando podía hacerlo de forma normal. La habían entrenado para ello, y aunque su pie sano no causaba ruido, y apenas dejaba huella. El otro, era otro cantar...
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Re: Rostros del pasado
Al cabo de unos minutos, cuando habíamos realizado la mitad del recorrido, me detuve en un oscuro callejón, en donde la Luna no llegaba a lanzar su luz. Le dejé a Shirka apoyarse en la pared y la miré, luego me agaché y comencé a revisarle de nuevo el tobillo.
- ¿El dolor ha empeorado?-pregunté en susurros, sin mirarla, y palpando la zona del hinchazón.
Me volví un momento y me asomé un poco para ver si algún guardia paseaba por allí, pero tuve que ocultarme de nuevo al ver un par de antorchas girar la esquina hacia la calle perpendicular al callejón. Suspiré, y obligué con cuidado a Shirka a que se escondiera en la sombra más oscura del callejón el suficiente tiempo como para los soldados pasaran de largo sin vernos. Me coloqué junto a ella, mirándola y gesticulando con los labios que guardara todo el silencio posible. Las pisadas de los guardias se escuchaban cada vez más cercanas.
- Estoy cansado-dijo la voz de uno de los soldados.
El otro respondió con un gruñido.
- Eso te pasa por comer tanto. Eres un holgazán.
- ¡Eso no es cierto!-siseó el primero, visiblemente airado y herido en su orgullo.
- ¿El dolor ha empeorado?-pregunté en susurros, sin mirarla, y palpando la zona del hinchazón.
Me volví un momento y me asomé un poco para ver si algún guardia paseaba por allí, pero tuve que ocultarme de nuevo al ver un par de antorchas girar la esquina hacia la calle perpendicular al callejón. Suspiré, y obligué con cuidado a Shirka a que se escondiera en la sombra más oscura del callejón el suficiente tiempo como para los soldados pasaran de largo sin vernos. Me coloqué junto a ella, mirándola y gesticulando con los labios que guardara todo el silencio posible. Las pisadas de los guardias se escuchaban cada vez más cercanas.
- Estoy cansado-dijo la voz de uno de los soldados.
El otro respondió con un gruñido.
- Eso te pasa por comer tanto. Eres un holgazán.
- ¡Eso no es cierto!-siseó el primero, visiblemente airado y herido en su orgullo.
- Spoiler:
- Solo el de infantería
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Re: Rostros del pasado
La oscuridad inundaba el callejón, pero no por ello, la chica de ojos verdes dejaba de ver. Sus pupilas, que antes habían sido afiladas como las de un reptil, ahora se mostraban más redondos, captando la poca luz del ambiente para conseguir ver. Alzó una ceja viendo el absurdo intento de comprobar cómo estaba el tobillo, sobre todo, por el hecho de que estaba bajo la bota, que no estaba hecha de cuero blando, sino endurecido y ajustado, perfecto para caminar y que fuese resistente.
Se encogió de hombros, en total silencio. No iba a ponerse a hablar hasta no llegar a un lugar seguro, sobre todo, por algo tan nimio como su pie. De momento no había que amputar, que era lo importante, así que, solo era cuestión de tiempo que mejorara. Pero la chica, no dejó en ningún momento de tener una de sus cejas alzadas en claro gesto de no entender bien a la mujer con la que estaba. Ya había dado muestras más que de sobra que sabía perfectamente moverse por una ciudad evitando los puestos de guardia. Pero, Ytse, se empeñaba en repetirle cosas que ya sabía; lo que indudablemente estaba hastiando a Shirka. Pero por ahora la necesitaba, eso sí, en el momento en que se fuera, no la echaría de menos.
Acostumbrada como estaba a la soledad y a cuidar de sí misma, tener a una persona encima, le parecía cansado.
En cuanto escuchó las voces de los guardias, simplemente se llevó las manos al borde del vestido, allí donde estaban ocultas las dos dagas, por si acaso había que actuar. Sin embargo, mucho dudaba que les fuesen a encontrar, sobre todo, porque la luz de la antorcha no podría llenar todo el callejón. Y a menos que a los dos hombres les apeteciese entrar a husmear, pasarían de largo, continuando con su vida.
Se encogió de hombros, en total silencio. No iba a ponerse a hablar hasta no llegar a un lugar seguro, sobre todo, por algo tan nimio como su pie. De momento no había que amputar, que era lo importante, así que, solo era cuestión de tiempo que mejorara. Pero la chica, no dejó en ningún momento de tener una de sus cejas alzadas en claro gesto de no entender bien a la mujer con la que estaba. Ya había dado muestras más que de sobra que sabía perfectamente moverse por una ciudad evitando los puestos de guardia. Pero, Ytse, se empeñaba en repetirle cosas que ya sabía; lo que indudablemente estaba hastiando a Shirka. Pero por ahora la necesitaba, eso sí, en el momento en que se fuera, no la echaría de menos.
Acostumbrada como estaba a la soledad y a cuidar de sí misma, tener a una persona encima, le parecía cansado.
En cuanto escuchó las voces de los guardias, simplemente se llevó las manos al borde del vestido, allí donde estaban ocultas las dos dagas, por si acaso había que actuar. Sin embargo, mucho dudaba que les fuesen a encontrar, sobre todo, porque la luz de la antorcha no podría llenar todo el callejón. Y a menos que a los dos hombres les apeteciese entrar a husmear, pasarían de largo, continuando con su vida.
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Re: Rostros del pasado
Pude ver a los guardias pasar entonces al lado del callejón, pero era imposible que nos pudieran ver, así que estaba bastante tranquila. Esperé a que sus voces se fueran alejando, y entonces, cuando imaginé que ya estaban bastante lejos de nuestra ubicación, me separé de Shirka, y salí del callejón, para asegurarme de que no había nadie más en la calle. Por suerte, nosotras debíamos ser las únicas personas que había en por lo menos varias manzanas a la redonda. Di un suspiro y le ofrecí mi brazo de nuevo a la chica para que se apoyara y pudiéramos seguir nuestro camino hacia su hogar, o en donde se suponía que se quedaba por las noches.
- Estamos cerca, creo que ya puedo ver algunos de los tejados azules de los que has hablado antes-comenté en susurros, saliendo del lugar en el caso de que ella ya se hubiese apoyado en mí.
Tiré un poco de la capucha para esconder el rostro aún más. No quería que, si de repente surgían personas de la nada, me vieran y pudieran reconocerme en cualquier otro momento. Además, yo me sentía mejor ocultando el rostro entre las sombras. Me era más cómodo que no me hicieran preguntas, y que no intentaran acercarse a mí. Además, si me topaba con algún ángel, existían probabilidades de que me reconociera, solo por haberme conocido durante aquella época. Y la verdad, prefería tener que sorprenderlo yo, de ser un lumínico de esos.
- Estamos cerca, creo que ya puedo ver algunos de los tejados azules de los que has hablado antes-comenté en susurros, saliendo del lugar en el caso de que ella ya se hubiese apoyado en mí.
Tiré un poco de la capucha para esconder el rostro aún más. No quería que, si de repente surgían personas de la nada, me vieran y pudieran reconocerme en cualquier otro momento. Además, yo me sentía mejor ocultando el rostro entre las sombras. Me era más cómodo que no me hicieran preguntas, y que no intentaran acercarse a mí. Además, si me topaba con algún ángel, existían probabilidades de que me reconociera, solo por haberme conocido durante aquella época. Y la verdad, prefería tener que sorprenderlo yo, de ser un lumínico de esos.
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Re: Rostros del pasado
Tras el "problema" de los guardias, las dos volvieron a ponerse en marcha, de nuevo siguiendo el camino hacia una zona un tanto vieja de la ciudad, aunque alegre por los intentos de los que moraban en ella de que se vieran de colores vivos y alegres.
La joven de cabellos oscuros avanzaba "saltando" puesto que no podía mover con facilidad el tobillo, por suerte, el usar a la mujer de cabellos blancos para desplazarse ayudaba mucho.
Tras avanzar otras tantas calles, Ytse abrió la boca para comentar que ya debían estar cerca. En ese mismo instante, la joven de ojos verdes comenzó a buscar pequeñas pistas para localizar el escondite. Porque si bien era cerca de esa zona, no era en una de esas casas donde estaba alojada.
Aunque ahora en ese estado, quizás fuese algo un tanto molesto conseguir llegar al refugio.
- Si ves en cualquiera de las casas algún símbolo peculiar, una especie de media luna atravesada por una lanza, avísame. Por ahí es donde se encuentra nuestro desvío.- murmuró hacia su acompañante, mientras que buscaba dicho símbolo.
La joven de cabellos oscuros avanzaba "saltando" puesto que no podía mover con facilidad el tobillo, por suerte, el usar a la mujer de cabellos blancos para desplazarse ayudaba mucho.
Tras avanzar otras tantas calles, Ytse abrió la boca para comentar que ya debían estar cerca. En ese mismo instante, la joven de ojos verdes comenzó a buscar pequeñas pistas para localizar el escondite. Porque si bien era cerca de esa zona, no era en una de esas casas donde estaba alojada.
Aunque ahora en ese estado, quizás fuese algo un tanto molesto conseguir llegar al refugio.
- Si ves en cualquiera de las casas algún símbolo peculiar, una especie de media luna atravesada por una lanza, avísame. Por ahí es donde se encuentra nuestro desvío.- murmuró hacia su acompañante, mientras que buscaba dicho símbolo.
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