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Padre e hija (privado Shurelya)
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Padre e hija (privado Shurelya)
Como de costumbre la nieve cae sobre el castillo del oeste, castillo propiedad de Beld Tartare, señor de los hombres del oeste de Asbru. La nieve se apila y cada tanto los encargados de la limpieza y mantenimiento del castillo apalean la nieve y la dispersan por otros lugares donde no represente una molestia para los habitantes del castillo. Alrededor de esa fortaleza se encuentran varias casas de madera y otras casas de barro incluso algunas de piedra, y mas allá de esas edificaciones comienza a verse el vasto terreno blanco en algunos lugares, verdes en otros pocos. En los lugares verdes, los pocos que hay en ese territorio se cosechan acelga, ajo y cebolla, al ser resistentes al frió pueden cosecharse todo el año. Estos vegetales se cosechan también en otros lugares, ya que los terrenos mas verdes los comparten con otras cosechas como el brocoli y la lechuga, alguna clase de tomates y espinaca, teniendo así variedad de vegetales para las comidas. La única fruta que se cosecha allí son las fresas, y mas al norte donde terreno de coníferas se pueden obtener nueces. Si bien el mejor territorio para cosechar en Asbru es en el sur, en el oeste y en el este se puede cosechar bastante bien, lo suficiente como para subsistir mas no para comerciar.
Lans Tartare vestido con camisa blanca de manga larga y un chaleco de cuero forrado en pieles de zorro espera a su hija mientras observa sus pantalones y botas marrones de cuero, bien gruesas las vestimentas preparadas para el frió. Observa los caballos mientras espera por su hija, habían quedado el día anterior para cabalgar juntos por las cercanías del castillo.
Lans Tartare vestido con camisa blanca de manga larga y un chaleco de cuero forrado en pieles de zorro espera a su hija mientras observa sus pantalones y botas marrones de cuero, bien gruesas las vestimentas preparadas para el frió. Observa los caballos mientras espera por su hija, habían quedado el día anterior para cabalgar juntos por las cercanías del castillo.
Lans Tartare- Mensajes : 376
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Re: Padre e hija (privado Shurelya)
Nada mejor que pasar un buen rato con su padre, hablando y rodeando el castillo cabalgando, tenía muchas ganas de encontrarse con él, pero antes se prepararía, ya que por aquellos lugares el frío no era precisamente poco, necesitaba ropa de abrigo. Utilizó una capa térmica y una aislante, imaginando que sería suficiente para mantenerse caliente y evitar que el frío llegara a tocarla. Desde su habitación tenía una bonita vista del territorio helado oeste de Asbru, pero verlo diariamente, acababa por hacerse algo cansado, aunque no le gustaría tener que abandonar ni su hogar, ni a su padre ni su modo de vida. Imaginaba que su padre estaría esperando, había tardado algo más de lo que había pensado, pero esperaba que no se sintiera molesto. Se dirigió a paso rápido sin llegar a correr, hasta llegar cerca del punto de encuentro, donde le vio junto a los caballos y entonces levantó una mano para saludar desde la distancia, finalmente echando a correr hasta llegar frente a él.
-Haaa, muy buenos días.
Luego le dio un fuerte abrazo y un beso, sonriendo en todo momento, desde luego estaba claro que la pequeña osezna disfrutaba al máximo cada instante que pasaba junto a su padre, da igual lo que estuvieran haciendo. Sujetó a su montura y la acarició, mientras observaba a Lans sin parar. Tras un rato se subió a su caballo blanco, al cual le puso el nombre de Destrier, su caballo o futuro caballo de guerra, recordando lo torpe que era las primeras veces que intentaba subirse y no tenía la suficiente fuerza como para impulsarse, ni para mantenerse sentada, las veces que se había caído y lo complicado que la resultó controlar al animal al principio, pero ahora eso no ocurría, ahora lo dominaba a la perfección, eso y además sabía combatir sobre Destrier sin ningún problema. Ambos caballos juntos parecían el bien y el mal, blanco el de Shurelya y negro el de Lans.
-¿Estás listo papá? Cuando quieras.
-Haaa, muy buenos días.
Luego le dio un fuerte abrazo y un beso, sonriendo en todo momento, desde luego estaba claro que la pequeña osezna disfrutaba al máximo cada instante que pasaba junto a su padre, da igual lo que estuvieran haciendo. Sujetó a su montura y la acarició, mientras observaba a Lans sin parar. Tras un rato se subió a su caballo blanco, al cual le puso el nombre de Destrier, su caballo o futuro caballo de guerra, recordando lo torpe que era las primeras veces que intentaba subirse y no tenía la suficiente fuerza como para impulsarse, ni para mantenerse sentada, las veces que se había caído y lo complicado que la resultó controlar al animal al principio, pero ahora eso no ocurría, ahora lo dominaba a la perfección, eso y además sabía combatir sobre Destrier sin ningún problema. Ambos caballos juntos parecían el bien y el mal, blanco el de Shurelya y negro el de Lans.
-¿Estás listo papá? Cuando quieras.
- Caballos:
Shurelya Tartare- Mensajes : 55
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Re: Padre e hija (privado Shurelya)
Y allí estaba el hijo de Beld Tartare, esperando a por su hija para salir a cabalgar, pasados unos diez minutos del tiempo acordado y su hija no se hace presente en los establos, por lo que comenzó a pensar que se había quedado dormida o que tal vez le daba pereza salir de la cama, poco probable pero no imposible. Se puso a acariciar los caballos mientras su hija se dignaba a hacerse presente junto a el, cosa que sucedió a los cinco minutos, haciendo un total de quince minutos de retraso, no tan mal, pero tampoco tan bien.
Al verla venir elevo su mano derecha, respondiendo así al saludo de su hija y al verla correr hacia el solo abrió los brazos, para así, al momento en que ella lo abrazo el rodearla con sus enormes brazos, los brazos de un guerrero bien fornido y entrenado.
-Buenos tardes ¿Segura que recordabas que era a la mañana no?- Le pregunto en un tono severo, bromeando con ella haciéndose el enojado, pero ella sabe bien que si bien esta bromeando, en parte lo dice en serio, para que no se le olvide y trate de ser mas disciplinada con el tema de la puntualidad. Tras el beso de su hija este respondió acariciando los cabellos de la pequeña para después los dos tomar de las riendas a su montura. Ella lo observaba por lo que giro su cabeza hacia ese costado, para así mirarla, aunque sin decir nada, no la empujaría a dar una respuesta innecesaria. Ella sin decir nada se subió al caballo, lo hizo a la perfección a pesar de ser una montura para un hombre mayor, pero ella ha practicado desde pequeña y ahora a su corta edad puede montar incluso a la par de su padre, lo cual es motivo de total orgullo dentro de la familia así como también de los allegados a ellos.
-Estoy listo si, aunque de seguir así me temo que un día de estos me dejes en ridículo frente a toda nuestra tribu-Como de costumbre lo decía mitad en broma y mitad en serio, la forma de aprender de su hija podía llegar a ser sorprendente a la hora de sobrevivir y del combate. Tras sonreír se subió a su montura de un salto y espoleando la misma inicio la marcha lentamente, no tenia por costumbre Lans cabalgar a prisa por dentro del castillo y por sus alrededores, le parecía de mala educación e innecesario.
Cabalgaron tranquilamente hasta las puertas del castillo, a través de calles de piedra para así salir de la fortaleza y divisar las casas lindantes al castillo, varias casas, las de los hombres que les siguieron al dejar el Puño de hierro. Esos hombres y mujeres estaban acostumbrados a vivir en casas de madera y piedra, a diferencia de los oriundos de Asbru que viven en chozas y en cualquier lugar, ellos son la verdadera tribu, que si bien aun mantiene toda su tradición poco a poco toman ventaja de lo que les ofrece la familia Tartare.
-¿Esta lista mi princesa?- Pregunto el caballero mientras se preparaba para iniciar un pequeño trote.
Al verla venir elevo su mano derecha, respondiendo así al saludo de su hija y al verla correr hacia el solo abrió los brazos, para así, al momento en que ella lo abrazo el rodearla con sus enormes brazos, los brazos de un guerrero bien fornido y entrenado.
-Buenos tardes ¿Segura que recordabas que era a la mañana no?- Le pregunto en un tono severo, bromeando con ella haciéndose el enojado, pero ella sabe bien que si bien esta bromeando, en parte lo dice en serio, para que no se le olvide y trate de ser mas disciplinada con el tema de la puntualidad. Tras el beso de su hija este respondió acariciando los cabellos de la pequeña para después los dos tomar de las riendas a su montura. Ella lo observaba por lo que giro su cabeza hacia ese costado, para así mirarla, aunque sin decir nada, no la empujaría a dar una respuesta innecesaria. Ella sin decir nada se subió al caballo, lo hizo a la perfección a pesar de ser una montura para un hombre mayor, pero ella ha practicado desde pequeña y ahora a su corta edad puede montar incluso a la par de su padre, lo cual es motivo de total orgullo dentro de la familia así como también de los allegados a ellos.
-Estoy listo si, aunque de seguir así me temo que un día de estos me dejes en ridículo frente a toda nuestra tribu-Como de costumbre lo decía mitad en broma y mitad en serio, la forma de aprender de su hija podía llegar a ser sorprendente a la hora de sobrevivir y del combate. Tras sonreír se subió a su montura de un salto y espoleando la misma inicio la marcha lentamente, no tenia por costumbre Lans cabalgar a prisa por dentro del castillo y por sus alrededores, le parecía de mala educación e innecesario.
Cabalgaron tranquilamente hasta las puertas del castillo, a través de calles de piedra para así salir de la fortaleza y divisar las casas lindantes al castillo, varias casas, las de los hombres que les siguieron al dejar el Puño de hierro. Esos hombres y mujeres estaban acostumbrados a vivir en casas de madera y piedra, a diferencia de los oriundos de Asbru que viven en chozas y en cualquier lugar, ellos son la verdadera tribu, que si bien aun mantiene toda su tradición poco a poco toman ventaja de lo que les ofrece la familia Tartare.
-¿Esta lista mi princesa?- Pregunto el caballero mientras se preparaba para iniciar un pequeño trote.
Lans Tartare- Mensajes : 376
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Re: Padre e hija (privado Shurelya)
Sabía que tenía que mejorar eso de llegar a la hora acordada y no cerca de media hora más tarde, pero era algo difícil, siempre que quería ir rápido para llegar antes, algo pasaba, iba más lento y llegaba tarde, sin duda le pondría remedio a eso. No tenía ninguna clase de palabras que contestarle a su padre, el silencio lo diría todo simplemente. Escuchó lo siguiente que dijo desde su caballo níveo y entonces se rió un poco y mantuvo la mirada fija en él mientras se subía a su hermoso caballo negro. Ya que estaban medio en broma y medio en serio, como gran parte del tiempo que estaban junto, por no decir todo, ahora ella también diría algo medio en broma, medio en serio, quizá más en serio que broma, igual que él, pero en cualquier caso, esperaba que no se sintiera molesto, ya que no iba con ninguna intención desagradable:
-No te preocupes, me contendré para que no sepan que soy mejor que tú jajaja.
Tras hablar le sacó la lengua a modo pícaro y entonces continuó la marcha de su padre, lentamente pero sin descanso, hasta salir del castillo y luego tener a sus alrededores algunas casas, mientras escuchaba los pasos de los caballos. Veía al horizonte toda la superficie nevada, junto al "Sol frío" quedando como semi-ausente de espíritu, mientras una idea pasaba por su cabeza, la idea de iniciar una carrera con su padre, porque había visto más adelante una gran roca, esa sería la meta que a ella le gustaría poner, pero su opinión no era la única, quizá era demasiada poca distancia. Le miró al instante en cuanto él abrió la boca y entonces asintió antes de responder, mientras señalaba a la roca:
-¡Te echo una carrera hasta esa roca! ¿Vale? Yo doy la salida. Uno, dos... ¡Tres ya!
Y tras dar la señal, sin trampa alguna, empezó a galopar rápido pero no demasiado, no quería empezar con un sprint y ser adelantada al final por su padre. De vez en cuando le miraba para ver si estaba cerca de adelantarla, siempre con elegancia. Estaban permitidos algunos golpecitos para derribar al rival, pero ella en lo personal prefería no meterse con su padre, el cual, se mirase por donde se mirase, tenía mucha más fuerza que ella y si intentase algo, acabaría en la nieve bastante rápido. Por ahora se centraba en sujetar las riendas y en espolear a Destrier para llegar antes. Tan solo era un pasatiempo, un juego en el que da igual quien ganara o perdiera, seguro que acabarían dándose un abrazo.
-No te preocupes, me contendré para que no sepan que soy mejor que tú jajaja.
Tras hablar le sacó la lengua a modo pícaro y entonces continuó la marcha de su padre, lentamente pero sin descanso, hasta salir del castillo y luego tener a sus alrededores algunas casas, mientras escuchaba los pasos de los caballos. Veía al horizonte toda la superficie nevada, junto al "Sol frío" quedando como semi-ausente de espíritu, mientras una idea pasaba por su cabeza, la idea de iniciar una carrera con su padre, porque había visto más adelante una gran roca, esa sería la meta que a ella le gustaría poner, pero su opinión no era la única, quizá era demasiada poca distancia. Le miró al instante en cuanto él abrió la boca y entonces asintió antes de responder, mientras señalaba a la roca:
-¡Te echo una carrera hasta esa roca! ¿Vale? Yo doy la salida. Uno, dos... ¡Tres ya!
Y tras dar la señal, sin trampa alguna, empezó a galopar rápido pero no demasiado, no quería empezar con un sprint y ser adelantada al final por su padre. De vez en cuando le miraba para ver si estaba cerca de adelantarla, siempre con elegancia. Estaban permitidos algunos golpecitos para derribar al rival, pero ella en lo personal prefería no meterse con su padre, el cual, se mirase por donde se mirase, tenía mucha más fuerza que ella y si intentase algo, acabaría en la nieve bastante rápido. Por ahora se centraba en sujetar las riendas y en espolear a Destrier para llegar antes. Tan solo era un pasatiempo, un juego en el que da igual quien ganara o perdiera, seguro que acabarían dándose un abrazo.
Shurelya Tartare- Mensajes : 55
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Re: Padre e hija (privado Shurelya)
La familia Tartare no es justamente conocida por su sentido del humor, aunque tampoco son personas recias a dejar escapar una sonrisa, solo que en los últimos tiempos, luego de haber perdido tanto el padre de Lans como el mismo a sus respectivas mujeres el golpe a sus almas fue mortal, arrancándoles prácticamente las ganas de reír y de demostrar felicidad o dicha. Shurelya al ser tan joven y no recordar nada de lo ocurrido no sufre de ese mal, de esa tristeza de la que son victimas tanto su padre como su abuelo, por lo que la jovencita es el motivo de alegría mas grande que poseen los dos.
-Vaya, es bueno saber que mi adorada hija siente compasión por su anciano padre-Sonrió sin parar su andar. Anduvieron por las calles anchas cubiertas de piedra y tierra, la nieve suele sacarse de lado, manteniendo las calles en buen estado, de esa forma se evita que caballos y carretas tengan dificultades al andar.
Desde donde estaban se podía ver el sol, brillante y tenue sol que a esa altura del año les muestra algo y nada del calor real que puede el astro solar ofrecer. Al menos con eso es suficiente para que los cultivos crezcan y la gente mantenga una esperanza elevada en el corazón, en especial en las personas que los acompañaron desde el Puño de hierro, aquellas personas aun extrañaban en parte la calidez que tenían allí algunos meses del año.
Tanto el padre como la hija fueron saludados al pasar, después de todo son los herederos de Beld Tartare, por lo que se les tiene cierto respeto, pero lejos del respeto que se le tiene al líder del oeste.
-Así que desafías a tu padre a una carrera- No dijo mucho mas que ella ya había dado la señal de largada, por lo que con un leve movimiento de pies y de las riendas de la montura esta comenzó a trotar y a tomar velocidad rápidamente, logrando buena velocidad en pocos metros de carrera. En la carrera Lans tomo las ropas de Shurelya, para que así se desestabilizase un poco, pero nada mas que eso, solo para ponerla a prueba, el siempre lo hace, siempre prepara a su hija para cuando el no este, la prepara en muchos sentidos de la palabra. Al final Shurelya llego primera por un hocico de ventaja, tal vez un poco menos.
-Felicidades, el pálido sol es testigo de tu victoria, así como los caballos y la nieve- Bromeo su padre, quien parecía que nunca se enojaba, aunque pocas veces y casi nunca mostraba una felicidad verdadera.
-Vaya, es bueno saber que mi adorada hija siente compasión por su anciano padre-Sonrió sin parar su andar. Anduvieron por las calles anchas cubiertas de piedra y tierra, la nieve suele sacarse de lado, manteniendo las calles en buen estado, de esa forma se evita que caballos y carretas tengan dificultades al andar.
Desde donde estaban se podía ver el sol, brillante y tenue sol que a esa altura del año les muestra algo y nada del calor real que puede el astro solar ofrecer. Al menos con eso es suficiente para que los cultivos crezcan y la gente mantenga una esperanza elevada en el corazón, en especial en las personas que los acompañaron desde el Puño de hierro, aquellas personas aun extrañaban en parte la calidez que tenían allí algunos meses del año.
Tanto el padre como la hija fueron saludados al pasar, después de todo son los herederos de Beld Tartare, por lo que se les tiene cierto respeto, pero lejos del respeto que se le tiene al líder del oeste.
-Así que desafías a tu padre a una carrera- No dijo mucho mas que ella ya había dado la señal de largada, por lo que con un leve movimiento de pies y de las riendas de la montura esta comenzó a trotar y a tomar velocidad rápidamente, logrando buena velocidad en pocos metros de carrera. En la carrera Lans tomo las ropas de Shurelya, para que así se desestabilizase un poco, pero nada mas que eso, solo para ponerla a prueba, el siempre lo hace, siempre prepara a su hija para cuando el no este, la prepara en muchos sentidos de la palabra. Al final Shurelya llego primera por un hocico de ventaja, tal vez un poco menos.
-Felicidades, el pálido sol es testigo de tu victoria, así como los caballos y la nieve- Bromeo su padre, quien parecía que nunca se enojaba, aunque pocas veces y casi nunca mostraba una felicidad verdadera.
Lans Tartare- Mensajes : 376
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Re: Padre e hija (privado Shurelya)
Tenía mucha seguridad en si misma, sabía que llegaría primero, aunque el pequeño tirón de su padre casi la cuesta la victoria, logró mantenerse en Destrier con rudeza, sin aminorar la carrera, la cual estuvo muy empatada y por muy poco no pierde. No era la primera vez que eso ocurría, él siempre hacía eso cuando menos se lo esperaba, haciéndolo aún más divertido e interesante, eso venía bien por si alguna vez en una batalla real, algún aliado o adversario la golpeara, si caía del caballo tenía pocas probabilidades de sobrevivir, ya que éstos la pisotearían por la agitación, estar preparada nunca estaba de más. Tras haber terminado la carrera en victoria, se bajó de Destrier y le acarició como recompensa por lo bien que había corrido. Luego le dedicó una sonrisa a su padre mientras él hablaba y luego le dio un fuerte abrazo de pequeña osa junto a un beso.
-No fue fácil alcanzar la victoria, pero lo conseguí. Eres un gran adversario, aún no podría contigo, pero solo es cuestión de tiempo jejeje.
Después de reír un poco, echó un vistazo a los alrededores y su mirada se quedó fija en algo extraño que se movía en la lejanía, no sabía lo que era, quizá era un espía del enemigo, puede que un animalito polar o a lo mejor no era nada, solo una alucinación suya. También podía ser algún viajero que se hubiera perdido, pero por ahora no era de su incumbencia, hasta no reconocer si era una amenaza o no, ella no sería la que dijera nada al respecto, al fin y al cabo, aún estaba muy lejos, puede que en vez de acercarse tan solo se fuera. Ahora tenía la curiosidad de saber qué o quién era lo que estaba tan lejos, pero la curiosidad mató al gato, mejor quedarse con las ganas, aunque por otro lado, si fuese algo realmente peligroso, su padre podría protegerla. No quería plantearse que fuera algo así. Desvió la mirada de nuevo hacia su padre y a los caballos, sin saber lo que harían a continuación.
-¿Qué haremos ahora? Aún queda mucha mañana.
-No fue fácil alcanzar la victoria, pero lo conseguí. Eres un gran adversario, aún no podría contigo, pero solo es cuestión de tiempo jejeje.
Después de reír un poco, echó un vistazo a los alrededores y su mirada se quedó fija en algo extraño que se movía en la lejanía, no sabía lo que era, quizá era un espía del enemigo, puede que un animalito polar o a lo mejor no era nada, solo una alucinación suya. También podía ser algún viajero que se hubiera perdido, pero por ahora no era de su incumbencia, hasta no reconocer si era una amenaza o no, ella no sería la que dijera nada al respecto, al fin y al cabo, aún estaba muy lejos, puede que en vez de acercarse tan solo se fuera. Ahora tenía la curiosidad de saber qué o quién era lo que estaba tan lejos, pero la curiosidad mató al gato, mejor quedarse con las ganas, aunque por otro lado, si fuese algo realmente peligroso, su padre podría protegerla. No quería plantearse que fuera algo así. Desvió la mirada de nuevo hacia su padre y a los caballos, sin saber lo que harían a continuación.
-¿Qué haremos ahora? Aún queda mucha mañana.
Shurelya Tartare- Mensajes : 55
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Re: Padre e hija (privado Shurelya)
Esos últimos días había estado realmente emocionada, había recibido un mensaje de mi querido hermano Alexander por mi cumpleaños, iba a cumplir su promesa, me había invitado a visitarle a su nueva residencia en Asbru. Había llegado hace escasos momentos y ya me había puesto en marcha, necesitaba encontrar a mi hermano cuando antes, recibir noticias suyas me hacía muy feliz, pero me había extrañado que hubiera mandado a alguien escribirla por él ya que le gusta hacer él mismo esas cosas.
Estuve caminando durante un rato cuando llegué a una especie de fortaleza, nevada y con un par de personas con sus caballos. Dudé unos instantes pero me quité la capucha para acercarme lentamente y preguntar, ese día iba con un vestido tonos turquesas y una capa y guantes blancos, necesitaba encontrar a Alexander cuanto antes. Según me iba acercando pude distinguir a una niña rubia muy bonita de unos diez años, pero bastante alta y un hombre muy alto también, el cual supuse que era su padre. "Espero que no les moleste que haya entrado en su propiedad, supongo que entenderán que busco ayuda". Cuando estuve a un par de metros me aclaré la garganta para empezar a hablar.
-Buenas, mi nombre es Lynsah, siento haber entrado en vuestra propiedad, pero es que estoy buscando a mi hermano, ¿podríais ayudarme? Sino me marcho y no os molesto más.- Dije en un tono algo elevado para que me oyeran
Estuve caminando durante un rato cuando llegué a una especie de fortaleza, nevada y con un par de personas con sus caballos. Dudé unos instantes pero me quité la capucha para acercarme lentamente y preguntar, ese día iba con un vestido tonos turquesas y una capa y guantes blancos, necesitaba encontrar a Alexander cuanto antes. Según me iba acercando pude distinguir a una niña rubia muy bonita de unos diez años, pero bastante alta y un hombre muy alto también, el cual supuse que era su padre. "Espero que no les moleste que haya entrado en su propiedad, supongo que entenderán que busco ayuda". Cuando estuve a un par de metros me aclaré la garganta para empezar a hablar.
-Buenas, mi nombre es Lynsah, siento haber entrado en vuestra propiedad, pero es que estoy buscando a mi hermano, ¿podríais ayudarme? Sino me marcho y no os molesto más.- Dije en un tono algo elevado para que me oyeran
- vestimenta de Lyn:
Última edición por Lyn Carstairs el Lun Dic 31, 2012 9:33 am, editado 1 vez
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Re: Padre e hija (privado Shurelya)
Tras la corta carrera padre e hija se detuvieron y desmontaron de sus caballos, darían un descanso merecido a los animales, son caballos fuertes pero no es el estilo de Lans sobrecargar a los animales a menos que sea sea estrictamente necesario. Tanto Lans como Shurelya mostraron su afecto con sus monturas, y luego de unos momentos mostraron su afecto el uno por el otro, encontrándose en un fuerte abrazo. Tras escuchas las palabras de su hija ríe y decide responder, las palabras de la jovencita son palabras acorde a lo sucedido durante la competencia por lo que se lo hará saber, le dará su aprobación a su juicio, un buen juicio.
-Ese es un buen análisis Shurelya, ciertamente en una carrera que pudiese significar un peligro para ti un jinete de experiencia y con un cuerpo mas grande que el tuyo podría derribarte con facilidad, pero, eso es cuestión de tiempo. En unos años sera muy difícil alcanzarte, asi como también derribarte-A simple vista, viéndolos así, uno no pensaría que son realmente padre e hija, o no padre e hija que comparten la sangre. Ella posee ojos mas claros y cabellos rubios, así como una piel mas clara que el. Pero hay mucho de esa niña en Lans, su pasión por los caballos, su temperamento y mentalidad que lejos están de ser tan solo una niñita que se prepara para ser tomada en matrimonio por un hombre influyente de algún lugar, a ella no se la prepara para eso, se la prepara para el combate y para liderar, como toda una Tartare.
A lo lejos se veía unas pequeñas figuras que parecen avanzar en caravana, supuso que no presentaban una amenaza, de otra forma los vigías deberían haber dado alguna alerta al divisarlos.
Lo se Shurelya, pero me gustaría saber que hace una pequeña caravana deambulando por nuestras tierras sin ser anunciados por propios ni ajenos-Mantuvo a la jovencita entre sus brazos hasta que ese grupo de gente llego a ellos, a esas alturas Lans ya podía divisarlos mejor. No era gente fuertemente armada, tampoco eran tantos como para representar una amenaza y, a simple vista no eran parte de las tribus. Al hablar una joven muy bonita de tal vez unos veinte años de edad comprobó que son extranjeros, su acento los delata. Por su forma de hablar se denota educación en ella, mas de la educación media, debería ser de algún país de importancia, como el Puño de hierro o la Isla de las brumas.
-Yo soy Lans Tartare y esta es mi hija Shurelya, considerando que no han causado problemas y que no están fuertemente armados pasare por alto cualquier ofensa que pudieran llevar a cabo sin conocimiento previo sobre las mismas. Pero, para ayudarla con su hermano debería darme mas datos, aunque no he sido avisado de extranjeros en la parte oeste que mi padre lidera en estos tiempos-Si bien el desconoce de otros extranjeros por allí cerca, podría haber mas en las otras partes del país u ocultos en algún lugar de las montañas.
-Ese es un buen análisis Shurelya, ciertamente en una carrera que pudiese significar un peligro para ti un jinete de experiencia y con un cuerpo mas grande que el tuyo podría derribarte con facilidad, pero, eso es cuestión de tiempo. En unos años sera muy difícil alcanzarte, asi como también derribarte-A simple vista, viéndolos así, uno no pensaría que son realmente padre e hija, o no padre e hija que comparten la sangre. Ella posee ojos mas claros y cabellos rubios, así como una piel mas clara que el. Pero hay mucho de esa niña en Lans, su pasión por los caballos, su temperamento y mentalidad que lejos están de ser tan solo una niñita que se prepara para ser tomada en matrimonio por un hombre influyente de algún lugar, a ella no se la prepara para eso, se la prepara para el combate y para liderar, como toda una Tartare.
A lo lejos se veía unas pequeñas figuras que parecen avanzar en caravana, supuso que no presentaban una amenaza, de otra forma los vigías deberían haber dado alguna alerta al divisarlos.
Lo se Shurelya, pero me gustaría saber que hace una pequeña caravana deambulando por nuestras tierras sin ser anunciados por propios ni ajenos-Mantuvo a la jovencita entre sus brazos hasta que ese grupo de gente llego a ellos, a esas alturas Lans ya podía divisarlos mejor. No era gente fuertemente armada, tampoco eran tantos como para representar una amenaza y, a simple vista no eran parte de las tribus. Al hablar una joven muy bonita de tal vez unos veinte años de edad comprobó que son extranjeros, su acento los delata. Por su forma de hablar se denota educación en ella, mas de la educación media, debería ser de algún país de importancia, como el Puño de hierro o la Isla de las brumas.
-Yo soy Lans Tartare y esta es mi hija Shurelya, considerando que no han causado problemas y que no están fuertemente armados pasare por alto cualquier ofensa que pudieran llevar a cabo sin conocimiento previo sobre las mismas. Pero, para ayudarla con su hermano debería darme mas datos, aunque no he sido avisado de extranjeros en la parte oeste que mi padre lidera en estos tiempos-Si bien el desconoce de otros extranjeros por allí cerca, podría haber mas en las otras partes del país u ocultos en algún lugar de las montañas.
Lans Tartare- Mensajes : 376
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Re: Padre e hija (privado Shurelya)
Sonrió tras la aprobación de su padre y luego se dio cuenta de que él también había visto algo a lo lejos, lo que ambos pudieron identificar como una mujer con una ropa turquesa, tonos que Shurelya no tenía costumbre de ver por allí. Mientras se acercaba ella, al igual que él, se mantuvo abrazada, aunque no era una amenaza, más bien parecía haberse perdido, pero tampoco era así. La chica habló, con un tono que a ella le resultaba melodioso, pero desconocido y extranjero, no sonaba igual que ella o que su padre. Estaba buscando a su hermano, lo que la hizo pensar a Shurelya sobre si alguno de los chicos del oeste de Asbru que ella conociese podría ser él, aunque ahora era imposible poder saber quién era si no sabían aún nada sobre él, ni aspecto ni nombre. Shurelya solo se limitó a saludar con la mano a la desconocida, prefería dejar estos temas a su padre, quien seguro que podía ofrecer más ayuda que ella, aunque si sabía algo y podía colaborar, entonces lo haría.
Fue a sujetar a ambos caballos, mirándolos durante un buen rato y manteniéndolos a su lado, aunque no quitaba el ojo de la desconocida, a pesar de saber su nombre, no confiaba demasiado en ella, quién sabía si podía estar tramando algo contra ellos. Si aquella mujer no era problemática y realmente solo buscaba a su hermano, quizá Shurelya podría mantener una amistad con ella, estar sola no es algo divertido y menos aún durante su temprana edad, donde estar con gente, aparte de entrenarse y hacerse fuerte, también es necesario. El hecho de ser una desconocida, hacía las cosas más complicadas, pero esperaba que todo fuera bien y no tenerla como enemigo dentro de sus propias tierras, sería algo bastante difícil de llevar. Dio un suspiro y se acercó a un lateral a su padre, para mirarla desde ahí, sin hacer o decir nada, solo cubriéndose parcialmente la cara.
La mañana iba acercándose poco a poco al mediodía y el frío era tan solo un poquitin menos, pero por aquellas tierras, ni cuando más calor hace, se puede salir sin ropa de abrigo. Cerró los ojos esperando a que diera comienzo la búsqueda o por el contrario, siguiera ella con Lans disfrutando hasta la hora de comer o hasta tener algo muy importante que hacer que no se pudiera posponer. Ahora ese "Sol frío" estaba más alto y los cielos eran algo más luminosos. Para cualquier extranjero, la zona oeste de Asbru siempre era algo hermoso que admirar, esos paisajes blancos de nieve pura tan agradables a contemplar, sin embargo para los habitantes del propio lugar, no era nada del otro mundo. Al menos desde donde Shurelya recuerda, no cree haber visto otro paisaje que no sea el nevado, por tanto, es el que más le gusta. Shurelya tenía curiosidad de saber el lugar de procedencia de Lynsah, pero con su padre delante, preferiría esperarse para preguntarla en privado, no era de muy buena educación hacerlo en ese momento sin venir al caso, pero ella quería saber cómo es el lugar de donde ella viene, por eso esperaría.
Fue a sujetar a ambos caballos, mirándolos durante un buen rato y manteniéndolos a su lado, aunque no quitaba el ojo de la desconocida, a pesar de saber su nombre, no confiaba demasiado en ella, quién sabía si podía estar tramando algo contra ellos. Si aquella mujer no era problemática y realmente solo buscaba a su hermano, quizá Shurelya podría mantener una amistad con ella, estar sola no es algo divertido y menos aún durante su temprana edad, donde estar con gente, aparte de entrenarse y hacerse fuerte, también es necesario. El hecho de ser una desconocida, hacía las cosas más complicadas, pero esperaba que todo fuera bien y no tenerla como enemigo dentro de sus propias tierras, sería algo bastante difícil de llevar. Dio un suspiro y se acercó a un lateral a su padre, para mirarla desde ahí, sin hacer o decir nada, solo cubriéndose parcialmente la cara.
La mañana iba acercándose poco a poco al mediodía y el frío era tan solo un poquitin menos, pero por aquellas tierras, ni cuando más calor hace, se puede salir sin ropa de abrigo. Cerró los ojos esperando a que diera comienzo la búsqueda o por el contrario, siguiera ella con Lans disfrutando hasta la hora de comer o hasta tener algo muy importante que hacer que no se pudiera posponer. Ahora ese "Sol frío" estaba más alto y los cielos eran algo más luminosos. Para cualquier extranjero, la zona oeste de Asbru siempre era algo hermoso que admirar, esos paisajes blancos de nieve pura tan agradables a contemplar, sin embargo para los habitantes del propio lugar, no era nada del otro mundo. Al menos desde donde Shurelya recuerda, no cree haber visto otro paisaje que no sea el nevado, por tanto, es el que más le gusta. Shurelya tenía curiosidad de saber el lugar de procedencia de Lynsah, pero con su padre delante, preferiría esperarse para preguntarla en privado, no era de muy buena educación hacerlo en ese momento sin venir al caso, pero ella quería saber cómo es el lugar de donde ella viene, por eso esperaría.
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Re: Padre e hija (privado Shurelya)
Mientras hablaba pude notar como la niña de cabellos rubios, llamada Shurelya, me observaba de forma desconfiada mientras sujetaba sus caballos, la miré de cuando terminé de hablar, para dedicarle una amable sonrisa, quería causarle confianza, ya que si encontraba a mi hermano pasaría algunos días por la zona y no quería sentirme como una especie de intrusa en el lugar. Luego miré a aquel hombre llamado Lans cuando comenzó a hablarme, que había acertado y era su padre, a pesar del poco parecido físico, mientras sujetaba la carta de mi hermano con firmeza entre mis manos, lo añoraba y tenía ganas de volver a verlo.
-Encantada de conoceros... Perdonad, ando un poco olvidadiza últimamente, su nombre es Alexander Carstairs, llegado desde Puño de hierro hace no mucho, ha establecido su residencia aquí, o al menos eso me comunicaba en la carta- Dije acercándome a él despacio para mostrarle la parte que decía dónde había ido a parar tras su largo viaje, esperando que no tomara como una ofensa que acortara la distancia. -¿Reconocéis la letra con la que está escrita? Es decir, no pertenece a mi hermano y supongo que sino sabéis nada de él podré contactar con él a través de esta persona, aunque sinceramente me resulta muy extraño que no la haya escrito él...- Dije lo último más bien en un susurro, casi como pensando en voz alta.
Cuando había finalizado de hablar aproveché para admirar aquel paisaje, era verdaderamente bonito y no estaba demasiado acostumbrada a ver algo parecido, por lo que estaba fascinada por todo aquello. Pasé la mano por mi pelo hasta colocarlo tras mi oreja, ya que era algo molesto estar hablando y que algunos mechones cayeran sobre la cara. Me volví a fijar de nuevo en Shurelya, era una niña muy bonita y adorable... "Me pregunto si será la única niña aquí, parece una fortaleza demasiado grande para una niña pequeña".
-Encantada de conoceros... Perdonad, ando un poco olvidadiza últimamente, su nombre es Alexander Carstairs, llegado desde Puño de hierro hace no mucho, ha establecido su residencia aquí, o al menos eso me comunicaba en la carta- Dije acercándome a él despacio para mostrarle la parte que decía dónde había ido a parar tras su largo viaje, esperando que no tomara como una ofensa que acortara la distancia. -¿Reconocéis la letra con la que está escrita? Es decir, no pertenece a mi hermano y supongo que sino sabéis nada de él podré contactar con él a través de esta persona, aunque sinceramente me resulta muy extraño que no la haya escrito él...- Dije lo último más bien en un susurro, casi como pensando en voz alta.
Cuando había finalizado de hablar aproveché para admirar aquel paisaje, era verdaderamente bonito y no estaba demasiado acostumbrada a ver algo parecido, por lo que estaba fascinada por todo aquello. Pasé la mano por mi pelo hasta colocarlo tras mi oreja, ya que era algo molesto estar hablando y que algunos mechones cayeran sobre la cara. Me volví a fijar de nuevo en Shurelya, era una niña muy bonita y adorable... "Me pregunto si será la única niña aquí, parece una fortaleza demasiado grande para una niña pequeña".
Última edición por Lyn Carstairs el Lun Dic 31, 2012 9:31 am, editado 1 vez
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Re: Padre e hija (privado Shurelya)
Llegados desde el Puño de hierro, nada mas ni nada menos, algo que no esperaba escuchar ni que tampoco deseaba, se fueron de allí como exiliados después de perder grandes amigos, casas y familia, y ahora gente de allí decide irse a vivir a sus propias tierras, nada agradable le sentó la noticia a Lans quien lo demostró en un rostro sereno pero dolido.
-No hacen falta las disculpas, así que Alexander...No recuerdo haber escuchado su nombre, pero las tierras de Asbru son grandes, podría estar al norte, al sur o al este, para que tenga idea de donde esta, estamos en el lado oeste de Asbru, territorio de los Tartare-Le dio algo de información sobre el país ya que de seguro no debe saber nada sobre este.
Shurelya permaneció en silencio y el con disimulo la miro cada tanto, para así hacerla sentir mas segura, a diferencia de el y de su padre ella no tiene odios hacia el Puño de hierro y planea que eso no cambie aun.
-Solo por curiosidad señorita ¿Su hermano es un soldado?-Parecía una pregunta de lo mas normal, pero Lans necesitaba saberlo, no podía evitar hacer aquella pregunta. Muchas cosas podrían cambiar si esa persona es un soldado o no. No se mostró hostil ni molesto por el acercamiento de la joven, miro la carta y no parecía del todo creíble, pero dejaría primero que la joven contestara su pregunta y luego el diría lo que piensa sobre esa carta.
-No hacen falta las disculpas, así que Alexander...No recuerdo haber escuchado su nombre, pero las tierras de Asbru son grandes, podría estar al norte, al sur o al este, para que tenga idea de donde esta, estamos en el lado oeste de Asbru, territorio de los Tartare-Le dio algo de información sobre el país ya que de seguro no debe saber nada sobre este.
Shurelya permaneció en silencio y el con disimulo la miro cada tanto, para así hacerla sentir mas segura, a diferencia de el y de su padre ella no tiene odios hacia el Puño de hierro y planea que eso no cambie aun.
-Solo por curiosidad señorita ¿Su hermano es un soldado?-Parecía una pregunta de lo mas normal, pero Lans necesitaba saberlo, no podía evitar hacer aquella pregunta. Muchas cosas podrían cambiar si esa persona es un soldado o no. No se mostró hostil ni molesto por el acercamiento de la joven, miro la carta y no parecía del todo creíble, pero dejaría primero que la joven contestara su pregunta y luego el diría lo que piensa sobre esa carta.
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Re: Padre e hija (privado Shurelya)
Shurelya no comprendía la extraña expresión algo dolorida de su padre al escuchar que eran del Puño de Hierro, ya que ella desconocía todo lo referente a ese lugar que había sucedido cuando ella era tan pequeña, sin embargo tampoco era asunto importante en aquel momento, además de que Shurelya tampoco tenía una expresión de estar muy contenta, estaba un poco entre molesta y triste, ya que estaban quitandole tiempo de estar con su padre, pero por otro lado, lo tenía casi siempre disponible, al menos cuando no había trabajo importante que hacer para él. No estaba realmente molesta, ya que al fin y al cabo, aún estaba a su lado físico, le podía tocar, aunque no lo haría sin que se arreglara el tema del hermano de Lynsah. A medida que iban hablando, Shurelya se calmó, hasta el punto de apoyarse un poco sobre el hombro de su padre sin darse cuenta, esperando a que terminaran de hablar, pacientemente, saliendo casi por completo de las cosas que dijeran, ahora ella estaba como más centrada en los caballos y en el cielo, aquel hermoso cielo que les cubría a todos, en cualquier parte en la que estuvieran.
Por un instante pareció estar dormida, sin embargo no era más que puro aburrimiento, tampoco era de su agrado meterse en conversaciones ajenas, mucho menos meterse en conversación de adultos, además no la sonaba nada el nombre del hermano, así que seguramente sería de otra de las tres zonas que quedaban de Asbru. A lo mejor tenía otro nombre por el que aquí era conocido, quizá por su aspecto pudiesen reconocerlo o algo, pero estaba claro que de eso se encargaría su padre, ahora ella tenía que ser una niña buena y estarse calladita hasta que todo hubiera pasado, no tenía nada que decir, así que para decir tonterías o repetir algo, mejor callarse, sino iba a aportar algo bueno, mejor no decir nada, hablar en vano solo hace quedar estúpidas a las personas, ella no quería quedar así, porque no lo era ni por asomo. Shurelya esperaba de todo corazón que Lynsah encontrase pronto a su hermano, ya que imaginaba que sería desagradable estar lejos de la familia. Solo de pensar el estar lejos de su padre y no saber donde está, la hace ponerse algo nerviosa, puede que otras personas odien a sus padres, sin embargo ella lo adora, es su ejemplo a seguir y de quien obedecerá todas las órdenes.
Por un instante pareció estar dormida, sin embargo no era más que puro aburrimiento, tampoco era de su agrado meterse en conversaciones ajenas, mucho menos meterse en conversación de adultos, además no la sonaba nada el nombre del hermano, así que seguramente sería de otra de las tres zonas que quedaban de Asbru. A lo mejor tenía otro nombre por el que aquí era conocido, quizá por su aspecto pudiesen reconocerlo o algo, pero estaba claro que de eso se encargaría su padre, ahora ella tenía que ser una niña buena y estarse calladita hasta que todo hubiera pasado, no tenía nada que decir, así que para decir tonterías o repetir algo, mejor callarse, sino iba a aportar algo bueno, mejor no decir nada, hablar en vano solo hace quedar estúpidas a las personas, ella no quería quedar así, porque no lo era ni por asomo. Shurelya esperaba de todo corazón que Lynsah encontrase pronto a su hermano, ya que imaginaba que sería desagradable estar lejos de la familia. Solo de pensar el estar lejos de su padre y no saber donde está, la hace ponerse algo nerviosa, puede que otras personas odien a sus padres, sin embargo ella lo adora, es su ejemplo a seguir y de quien obedecerá todas las órdenes.
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Re: Padre e hija (privado Shurelya)
Según iba hablando mi mirada se posaba en ambos, ya que ninguno tenía expresión de estar cómodos con mi presencia, por lo que iba a intentar ser lo más breve posible, ya que desearían pasar el día juntos y yo les había interrumpido. Tras de mí pude escuchar unos pasos acercándose, que supuse que sería alguno de los sirvientes para comunicarme algo respecto al viaje.
-Entiendo, la verdad es que nunca había viajado tan lejos, así que ando algo perdida respecto a nuestra situación en Asbru- Dije con un tono bastante calmado, ya que había tiempo de buscarle y no pensaba cansarme en el intento, pero a la vez algo decepcionada de que no estuviera cerca. -Mi hermano tiene capacidad para serlo, pero nunca le ha convencido convertirse en soldado, ya que prefiere viajar y tiene sus propios sueños- Contesté sonriente, entonces uno de los sirvientes se puso a mi lado para comunicarme en un tono bastante bajo, para que los demás apenas se enteraran, que tenían órdenes de volver al cabo de tres días si no conseguíamos encontrar a mi hermano, ante lo que suspiré algo cansada.
-Yo no pienso regresar a casa sin haber abrazado a mi hermano como mínimo, así que si pasa ese plazo de tiempo y no lo encontramos volved sin mí, tan sólo me tenéis que dejar mi caballo y la bolsa de dinero, ya que ahora soy yo la que toma las decisiones- Susurré algo indignada, ya que eso debían de ser cosas de madre, siempre queriendo controlar todo y que todos fuéramos como ella quería, y ya estaba cansada de eso, por lo que ésto podía ser una oportunidad.
-Entiendo, la verdad es que nunca había viajado tan lejos, así que ando algo perdida respecto a nuestra situación en Asbru- Dije con un tono bastante calmado, ya que había tiempo de buscarle y no pensaba cansarme en el intento, pero a la vez algo decepcionada de que no estuviera cerca. -Mi hermano tiene capacidad para serlo, pero nunca le ha convencido convertirse en soldado, ya que prefiere viajar y tiene sus propios sueños- Contesté sonriente, entonces uno de los sirvientes se puso a mi lado para comunicarme en un tono bastante bajo, para que los demás apenas se enteraran, que tenían órdenes de volver al cabo de tres días si no conseguíamos encontrar a mi hermano, ante lo que suspiré algo cansada.
-Yo no pienso regresar a casa sin haber abrazado a mi hermano como mínimo, así que si pasa ese plazo de tiempo y no lo encontramos volved sin mí, tan sólo me tenéis que dejar mi caballo y la bolsa de dinero, ya que ahora soy yo la que toma las decisiones- Susurré algo indignada, ya que eso debían de ser cosas de madre, siempre queriendo controlar todo y que todos fuéramos como ella quería, y ya estaba cansada de eso, por lo que ésto podía ser una oportunidad.
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Re: Padre e hija (privado Shurelya)
Y alli estaban bajo el tenue sol del norte, una reunión no esperada pero, que al fin y al cabo estaban teniendo. Shurelya no parecía muy interesada en la conversación, su mayor interés es el estar con su padre, y no es nada raro, es una jovencita, debería desearlo, en especial cuando tu padre es de esas personas con obligaciones que demandan muchas veces estar lejos de cada por semanas, incluso sus obligaciones son las de tomar las armas cuando así se requiere de el.
Como Lans había pensado es la primera vez que esa joven esta en Asbru, lugar muy diferente al Puño de hierro, pero, mientras no se acerque mucho al norte su vida no cerrera peligro. Sobre el hermano de la joven, esta respondió que ese hombre no es un soldado, aunque si parece ser hábil para combate, aunque eso no es de incumbencia de Lans, si no es un soldado entonces no necesita interrogarlo ni tomar otras acciones hostiles contra el ni contra su familia. Se noto a Lans mas calmo luego de esa respuesta, tanto que comenzó a acariciar el rostro de su hija la cual parecía que iba a dormirse sobre el.
-Entiendo, mi recomendación es que no vayan muy al norte de Asbru, allí no serán tan corteses, no querrás saber lo que les harían allí...-Advirtió aquel hombre con cierto respeto y cautela. -Por otro lado, al leer la carta no me ha convencido mucho su contenido. Habla de Asbru pero los datos que da son algo errados, como sino fuera un relato de alguien que esta viviendo en Asbru, sino que parece que alguien esta escribiendo lo que ha leído en algún libro sobre esta región, o sobre algo que se diría en una taberna o similar, no parece muy verosímil...-No dudo el hombre frente a ellos en decir lo que el cree sobre esa carta y su contenido.- Aunque no tengo forma de probarles lo que les he dicho, tal vez, si escucharan esas palabras de la boca de Asbru les serian palabras de mayor credibilidad- De seguro la palabra de un líder vale mas que la del propio Lans.
Como Lans había pensado es la primera vez que esa joven esta en Asbru, lugar muy diferente al Puño de hierro, pero, mientras no se acerque mucho al norte su vida no cerrera peligro. Sobre el hermano de la joven, esta respondió que ese hombre no es un soldado, aunque si parece ser hábil para combate, aunque eso no es de incumbencia de Lans, si no es un soldado entonces no necesita interrogarlo ni tomar otras acciones hostiles contra el ni contra su familia. Se noto a Lans mas calmo luego de esa respuesta, tanto que comenzó a acariciar el rostro de su hija la cual parecía que iba a dormirse sobre el.
-Entiendo, mi recomendación es que no vayan muy al norte de Asbru, allí no serán tan corteses, no querrás saber lo que les harían allí...-Advirtió aquel hombre con cierto respeto y cautela. -Por otro lado, al leer la carta no me ha convencido mucho su contenido. Habla de Asbru pero los datos que da son algo errados, como sino fuera un relato de alguien que esta viviendo en Asbru, sino que parece que alguien esta escribiendo lo que ha leído en algún libro sobre esta región, o sobre algo que se diría en una taberna o similar, no parece muy verosímil...-No dudo el hombre frente a ellos en decir lo que el cree sobre esa carta y su contenido.- Aunque no tengo forma de probarles lo que les he dicho, tal vez, si escucharan esas palabras de la boca de Asbru les serian palabras de mayor credibilidad- De seguro la palabra de un líder vale mas que la del propio Lans.
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Re: Padre e hija (privado Shurelya)
Durante un rato la expresión de Shurelya cambió completamente, hasta sonreír plenamente, disfrutando de las caricias de su padre y luego abrazándole por la cintura. Ahora ya estaba más animada, ya no parecía aburrida ni dormida, tampoco parecía triste, ni mosqueada, simplemente ahora parecía y era, la niña más feliz del mundo. Aunque ella también había visto la carta, no veía ningún problema de escritura en ella, pero si su padre decía que probablemente lo hubiera escrito alguien que no es de Asbru, seguro que era así, al menos tendría más razón que ella, ya que incluso Lynsah dudaba de la carta. Otra de las cosas que le llamó la atención, fue la advertencia sobre ir al norte, ya que ella no creía tener ese problema, aunque si sabía que la tribu del norte era mucho más bestia, de echo es la más bestia de los cuatro territorios, por lo que asintió para que lo creyera por doble.
Finalmente, seguramente aquello último que dijo se refería a su abuelo o a lo mejor a la propia tribu, por lo que podría ser esa la señal para que ella entrara y entonces preguntar sobre el paisaje del Puño de Hierro, aunque a decir verdad, ya había perdido gran parte de la curiosidad, ahora lo veía por lo de estar junto a él mientras la extranjera preguntaba o hablaba con el abuelo: -"Debería darle un abrazo al abuelo la próxima vez que lo vea... O ire a buscarle...-" Pensó mientras la extranjera dialogaba con uno de sus sirvientes y ella decía que se quedaría hasta abrazar a su hermano, parecía estar haciéndose más mujer esa chica al "amenazar" con quedarse sola por estos lugares, seguro que tendría problemas en algún momento. Si esa chica tenía sirvientes, significaba que debía ser de una casta importante, de nobles y gente con mucho dinero, seguramente que siempre han vivido entre flores y algodones.
Finalmente, seguramente aquello último que dijo se refería a su abuelo o a lo mejor a la propia tribu, por lo que podría ser esa la señal para que ella entrara y entonces preguntar sobre el paisaje del Puño de Hierro, aunque a decir verdad, ya había perdido gran parte de la curiosidad, ahora lo veía por lo de estar junto a él mientras la extranjera preguntaba o hablaba con el abuelo: -"Debería darle un abrazo al abuelo la próxima vez que lo vea... O ire a buscarle...-" Pensó mientras la extranjera dialogaba con uno de sus sirvientes y ella decía que se quedaría hasta abrazar a su hermano, parecía estar haciéndose más mujer esa chica al "amenazar" con quedarse sola por estos lugares, seguro que tendría problemas en algún momento. Si esa chica tenía sirvientes, significaba que debía ser de una casta importante, de nobles y gente con mucho dinero, seguramente que siempre han vivido entre flores y algodones.
Shurelya Tartare- Mensajes : 55
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Re: Padre e hija (privado Shurelya)
Me fui dando cuenta que poco a poco la expresión de Shurelya iba cambiando hasta convertirse en una sonrisa gracias a las caricias de su padre, ante lo que no pude evitar sonreír un poco yo también, puesto que era muy tierna. Entonces, al oír las palabras de su padre mi expresión se tornó en una algo más triste, ya que eran malas noticias, al menos para mí, cosa que hacía que surgieran miles de dudas en mi interior, y de la mayoría no conocía ninguna respuesta posible. Antes de finalizar comentó que las palabras de un líder podrían probar lo que él decía, pero no le hacía falta, tenía razón, pues había muy pocos datos, pero el simple hecho de recibir una carta con noticias de su hermano la había cegado completamente.
-No os preocupéis, confío en vuestra palabra, ya que esa carta no tiene mucho sentido...- Contesté en tono calmado a pesar de que en el fondo estaba bastante nerviosa -Sé que no sabéis nada sobre este asunto, ¿pero por qué alguien querría que viniera a Asbru?¿Y cómo sabían que esperaba noticias de mi hermano para ir a visitarle?- Esas dos preguntas resonaban en mi cabeza con fuerza, ya que era difícil de imaginar una respuesta para éstas.
Giré un poco la cabeza para poder mirar a las personas que había tras de mí, puede que las hubiera hecho venir en vano, pero si es así pronto les ordenaría que volvieran a casa, no podían permanecer conmigo durante mi búsqueda, pues podría alargarse bastante tiempo.
-No os preocupéis, confío en vuestra palabra, ya que esa carta no tiene mucho sentido...- Contesté en tono calmado a pesar de que en el fondo estaba bastante nerviosa -Sé que no sabéis nada sobre este asunto, ¿pero por qué alguien querría que viniera a Asbru?¿Y cómo sabían que esperaba noticias de mi hermano para ir a visitarle?- Esas dos preguntas resonaban en mi cabeza con fuerza, ya que era difícil de imaginar una respuesta para éstas.
Giré un poco la cabeza para poder mirar a las personas que había tras de mí, puede que las hubiera hecho venir en vano, pero si es así pronto les ordenaría que volvieran a casa, no podían permanecer conmigo durante mi búsqueda, pues podría alargarse bastante tiempo.
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Re: Padre e hija (privado Shurelya)
Luego de devolver la carta a Lyn, Lans fue poco a poco transformando las caricias tiernas para su hija en un abraza, así como ella lo rodeo por la cintura el también le cubrió la espalda con uno de brazos, envolviéndola completamente, dejando saber así que para llegar a ella primero hay que pasar por el, seas quien seas, un hombre, un animal, el propio frió del invierno, eso no importaba, allí esta el para ella, allí esta el para su hija, su única y amada hija. La joven del Puño de hierro hablo dejando claro que confía en las palabras de Lans y no oculto sus pensamientos y preocupaciones sobre la razón por la cual alguien la engañaría así, pero Lans, el ya esta pensando en que podría ser, solo tenia que recordar a su padre para darse una idea del porque de algo así.
-No tome como un hecho lo que voy a decir, pero podría ser algo acercado, y espero, que no sea esa la razón por la que la enviaron aquí. Mi padre y yo no estamos muy cómodos con el Puño de hierro, ni ellos lo están con nosotros. ¿Ha hecho algo su familia por la cual el Puño de hierro, alguna parte de el no este muy conforme con ustedes? ¿Con tu hermano o contigo misma? Porque al ser enviados aquí, excepto en el sur no serias muy bien recibidas, y depende quien los encuentre estarían dispuestos a robarlos, violarlos y no te digo mas solo para que puedas dormir por las noches. ¿Alguna idea?- Trato de mantener un tono cordial, pero la realidad es esa y es dura, así que mejor hablar sin rodeos, sera mejor para la joven que le hable así y se haga esa idea mientras este en ese país del norte.
-No tome como un hecho lo que voy a decir, pero podría ser algo acercado, y espero, que no sea esa la razón por la que la enviaron aquí. Mi padre y yo no estamos muy cómodos con el Puño de hierro, ni ellos lo están con nosotros. ¿Ha hecho algo su familia por la cual el Puño de hierro, alguna parte de el no este muy conforme con ustedes? ¿Con tu hermano o contigo misma? Porque al ser enviados aquí, excepto en el sur no serias muy bien recibidas, y depende quien los encuentre estarían dispuestos a robarlos, violarlos y no te digo mas solo para que puedas dormir por las noches. ¿Alguna idea?- Trato de mantener un tono cordial, pero la realidad es esa y es dura, así que mejor hablar sin rodeos, sera mejor para la joven que le hable así y se haga esa idea mientras este en ese país del norte.
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Re: Padre e hija (privado Shurelya)
Abrazada a su padre, ahora Shurelya muy feliz y calmada, intentaba seguir la conversación, tampoco tenía pensado decir nada, pero al menos enterarse de lo que iban diciendo, pero no lo conseguía, algunas cosas si, pero otras las desconocía y por aquella razón no comprendía del todo. Tanto su padre como su abuelo, parecían tener problemas con el Puño de Hierro, pero eso era lo que Shurelya no entendía, no sabía las razones de ese supuesto enfrentamiento, no sabía si ella debía también tenerlo o puede que solo fuera personal, nada importante y ella seguir como siempre. Por su bien instantáneo dio por hecho que sería un asuntillo personal sin importancia, uno de esos piques en las que algunas personas se enfadan y no se hablan más, por lo que ignorando aquello trató de averiguar más.
A ojos de Shurelya, esa maldita carta estaba trayendo muchos problemas, sería mejor quemarla, por lo que decían ambos, ella captaba así a lo lejano, que era una carta falsa para tender una trampa a Lynsah o al menos pintaba a eso. Shurelya era pequeña, pero no era tonta, también había tenido que aprender a enterarse de ciertas situaciones para identificar trampas y no caer en ellas, casi todas te cuestan la vida ya que generalmente suelen ser para eso. Aún no podía dar por echo que fuese realmente una trampa de alguien, pero tenía toda la pinta, una carta falsa pidiendole a alguien que viniese aquí para nada... Pero bueno, ella tan solo seguía escuchando y maquinando sus propias ideas, opiniones... Que se callaría y nadie sabría nunca.
Concordaba plenamente con las palabras finales de su padre, esa chica tenía muchísima suerte de no haberse encontrado con miembros de la zona norte de Asbru, si lo hubiera hecho, seguramente ahora estaría muerta o en situaciones mucho peores. Pero esto podía pasar ahora, cuando ella se fuera o se quedara sola, de cualquier forma en la que se exponga a aquella tribu tan peligrosa. Le pareció gracioso eso de que no pudiera dormir por las noches si seguía contándole lo que podía pasar, seguro que por haber dicho eso, Lynsah sentía más miedo que incluso sabiendo lo que fuese a decir, esas cosas siempre te hacen imaginarte lo peor, aunque Shurelya no era capaz de pasar más allá de la muerte, no lograba ver algo peor.
A ojos de Shurelya, esa maldita carta estaba trayendo muchos problemas, sería mejor quemarla, por lo que decían ambos, ella captaba así a lo lejano, que era una carta falsa para tender una trampa a Lynsah o al menos pintaba a eso. Shurelya era pequeña, pero no era tonta, también había tenido que aprender a enterarse de ciertas situaciones para identificar trampas y no caer en ellas, casi todas te cuestan la vida ya que generalmente suelen ser para eso. Aún no podía dar por echo que fuese realmente una trampa de alguien, pero tenía toda la pinta, una carta falsa pidiendole a alguien que viniese aquí para nada... Pero bueno, ella tan solo seguía escuchando y maquinando sus propias ideas, opiniones... Que se callaría y nadie sabría nunca.
Concordaba plenamente con las palabras finales de su padre, esa chica tenía muchísima suerte de no haberse encontrado con miembros de la zona norte de Asbru, si lo hubiera hecho, seguramente ahora estaría muerta o en situaciones mucho peores. Pero esto podía pasar ahora, cuando ella se fuera o se quedara sola, de cualquier forma en la que se exponga a aquella tribu tan peligrosa. Le pareció gracioso eso de que no pudiera dormir por las noches si seguía contándole lo que podía pasar, seguro que por haber dicho eso, Lynsah sentía más miedo que incluso sabiendo lo que fuese a decir, esas cosas siempre te hacen imaginarte lo peor, aunque Shurelya no era capaz de pasar más allá de la muerte, no lograba ver algo peor.
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Re: Padre e hija (privado Shurelya)
Al escuchar lo que decía Lans no pude evitar arrugar la carta entre mis mano, haciéndola una pequeña bola de papel, nunca me había sentido de esa forma, era una mezcla de sentimientos, rabia, tristeza y frustración, tenía ganas de gritar para sacarlo todo fuera. Ahora muchas cosas cobraban sentido y encajaban, la ausencia de mis padres puntualmente, que podían alargarse días, las visitas de esas extrañas personas a mi casa, el estado de nerviosismo de mis padres... Pero a pesar de eso había un muro que no me dejaba ver más allá y descubrir un por qué, tan sólo estaba segura de que querían hacerme daño al mandarme aquí, puesto que podrían hacerme cosas horribles, pero también significaba que no podía volver, ya que lo volverían a intentar, sólo me quedaba una opción... Desaparecer. Por lo que me giré para coger las riendas de mi caballo la bolsa de dinero y ordenarles que volvieran, sin decir nada sobre esto.
- No sé lo que habrán hecho, sólo que desaparecían mucho de casa y nos visitaba gente muy extraña... Han intentado hacerme daño y lo volverán a intentar, sea por lo que sea, así que no puedo volver, lo mejor será desaparecer...- Dije pensando en voz alta, para luego mirarles y dedicarles una pequeña sonrisa - Muchas gracias por vuestra ayuda, no sé que hubiera podido pasar si no os hubiera encontrado. Supongo que ahora tengo que "desaparecer" y dejar de ser Lynsah Carstairs y hacerme pasar por otra persona. -Apreté más la carta entre mis mano y me acerqué hasta Shurelya y me agaché hasta quedarme a su altura sonriéndole.- ¿Me puedes hacer un favor Shurelya? Necesito quemar esto y tengo varias cosas que hacer antes.
- No sé lo que habrán hecho, sólo que desaparecían mucho de casa y nos visitaba gente muy extraña... Han intentado hacerme daño y lo volverán a intentar, sea por lo que sea, así que no puedo volver, lo mejor será desaparecer...- Dije pensando en voz alta, para luego mirarles y dedicarles una pequeña sonrisa - Muchas gracias por vuestra ayuda, no sé que hubiera podido pasar si no os hubiera encontrado. Supongo que ahora tengo que "desaparecer" y dejar de ser Lynsah Carstairs y hacerme pasar por otra persona. -Apreté más la carta entre mis mano y me acerqué hasta Shurelya y me agaché hasta quedarme a su altura sonriéndole.- ¿Me puedes hacer un favor Shurelya? Necesito quemar esto y tengo varias cosas que hacer antes.
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Re: Padre e hija (privado Shurelya)
Al ver a la joven así de frustrada, comprendió un poco lo que esta dijo, y recordó demasiadas cosas, mas de las que deseaba. Ciertamente ella es el blanco que eligieron por alguna u otra razón, y claramente sus padres acobardados no hicieron lo necesario para protegerla.
-Esta claro Lyn que tu eres el blanco de esas personas, por alguna razón eres una molestia para ellos, y posiblemente tu hermano también, tal vez el fue el primero al que buscaron y en el peor de los casos...Puede que el ya no este con vida, aunque claro, eso es solo una suposición mía y no tengo como probarlo.- El rostro de Lans toma una forma de odio que Shurelya jamas había visto, fue solo un momento, pero para ella fue una persona totalmente diferente, no se vio un simple enojo, se vio veneno en sus ojos, odio real en su mirada.
-Si no es mucho pedir, vuelvo a tomar las palabras dichas anteriormente. Lo mejor que puedes hacer en esta situación es hablar con mi padre, aunque creo que el y yo en este caso diremos lo mismo. Si quieres desaparecer de verdad también tendrían que desaparecer tus sirvientes, y si la trampa que te tendieron no funciona, supongo que se enteraran de algún u otra forma, necesitas ser mas inteligente que eso jovencita.- La mente de Lans parece actuar como la mente de un criminal, de repente comenzo a adelantarse a posibles planes enemigos como si estos fueran un hecho.
-Esta claro Lyn que tu eres el blanco de esas personas, por alguna razón eres una molestia para ellos, y posiblemente tu hermano también, tal vez el fue el primero al que buscaron y en el peor de los casos...Puede que el ya no este con vida, aunque claro, eso es solo una suposición mía y no tengo como probarlo.- El rostro de Lans toma una forma de odio que Shurelya jamas había visto, fue solo un momento, pero para ella fue una persona totalmente diferente, no se vio un simple enojo, se vio veneno en sus ojos, odio real en su mirada.
-Si no es mucho pedir, vuelvo a tomar las palabras dichas anteriormente. Lo mejor que puedes hacer en esta situación es hablar con mi padre, aunque creo que el y yo en este caso diremos lo mismo. Si quieres desaparecer de verdad también tendrían que desaparecer tus sirvientes, y si la trampa que te tendieron no funciona, supongo que se enteraran de algún u otra forma, necesitas ser mas inteligente que eso jovencita.- La mente de Lans parece actuar como la mente de un criminal, de repente comenzo a adelantarse a posibles planes enemigos como si estos fueran un hecho.
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Re: Padre e hija (privado Shurelya)
Lynsah se acercó a ella y le entregó la carta arrugada para que se deshiciera de ella, pero en un instante la expresión de su padre cambió tanto que a ella le pareció irreconocible, realmente estaba enfadado, pero un enfado extremo, con mucho odio. Por un momento Shurelya sintió verdadero miedo en su cuerpo de estar a su lado, ella juraría que no es su padre, nunca le había visto así, ni siquiera cuando él se enfadaba porque había hecho algo mal, se ponía así tan feroz. El rostro de Shurelya se quedó un poco pálido y la mano con la bolita de papel se quedó inmóvil, como si estuviera dormida por un momento, exactamente como una estatua que quiere entregar algo o a la que le han entregado algo. El miedo la había dejado bastante sorprendida y no era capaz de reaccionar, no al menos tras haber visto a su padre de esa forma tan aterradora.
Después de que pasó eso, que no fue prácticamente nada de tiempo, dio un suspiro y se agachó a coger un puñado de nieve, para ponerlo encima de la bolita, así varias veces más, hasta hacer de la bola de papel, una bola de nieve, de esta forma la nieve mojaría el papel y éste acabaría por desmenuzarse solo y luego acabaría casi fundido con el resto de la nieve. Iba cambiándose la bola de nieve porque estaba muy fría, apretándola con las manos para hacerla para dura y compacta, ahora es cuando en un juego normal, tiraría la bola al que tuviera al lado, que casualmente era su padre, pero mejor no lo hacía. Tras un rato dejó caer la bola de nieve y la pisó, haciendo que se fundiera en uno con el resto de la nieve, dejando el pie encima para hacer más presión, haciendo que la carta desapareciera también.
-... Ya no hay carta.
Después de que pasó eso, que no fue prácticamente nada de tiempo, dio un suspiro y se agachó a coger un puñado de nieve, para ponerlo encima de la bolita, así varias veces más, hasta hacer de la bola de papel, una bola de nieve, de esta forma la nieve mojaría el papel y éste acabaría por desmenuzarse solo y luego acabaría casi fundido con el resto de la nieve. Iba cambiándose la bola de nieve porque estaba muy fría, apretándola con las manos para hacerla para dura y compacta, ahora es cuando en un juego normal, tiraría la bola al que tuviera al lado, que casualmente era su padre, pero mejor no lo hacía. Tras un rato dejó caer la bola de nieve y la pisó, haciendo que se fundiera en uno con el resto de la nieve, dejando el pie encima para hacer más presión, haciendo que la carta desapareciera también.
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Re: Padre e hija (privado Shurelya)
Sinceramente al ver su mirada de odio pude sentir verdadero miedo, pero estaba casi segura de que no era por mi culpa, sino por algún mal recuerdo que había vuelto a su memoria, por lo que intenté mantenerme y no mostrarlo.
-La verdad me gustaría saber el por qué de todo esto, supongo que tenéis razón, pero si existe una mínima posibilidad de que siga con vida, lo pienso encontrar- Dije con una pequeña sonrisa, segura de mí misma -Os agradezco vuestra oferta, y la verdad es que me sería de gran utilidad, así que si sabéis cuando puedo ir a hablar con él me gustaría conocerlo para preguntarle. Ante lo de enviar a mis sirvientes a casa, eso es fácil ya que sé hacer las cosas yo sola, siempre me ha parecido algo no totalmente necesario- Al acabar de hablar miré a Shurelya para asentir levemente la cabeza a modo de agradecimiento -Muchas gracias Shurelya, nunca me paré a pensar en destruir una carta de esa forma.
Cogí las riendas de mi caballo fuertemente, ya que es una de las únicas cosas que conservaría, ya que necesito un medio de transporte con el que moverme, y ya sólo me quedaría saber a dónde ir, cualquier posada o algo por el estilo donde no llamase la atención de las personas de allí o de las que intentan hacerme daño. La verdad es que me costaba imaginarme una vida diferente a la mía, pero supongo que no será difícil, además, es la oportunidad que quería para poder tomar mis propias decisiones y ser un poco más libre.
-La verdad me gustaría saber el por qué de todo esto, supongo que tenéis razón, pero si existe una mínima posibilidad de que siga con vida, lo pienso encontrar- Dije con una pequeña sonrisa, segura de mí misma -Os agradezco vuestra oferta, y la verdad es que me sería de gran utilidad, así que si sabéis cuando puedo ir a hablar con él me gustaría conocerlo para preguntarle. Ante lo de enviar a mis sirvientes a casa, eso es fácil ya que sé hacer las cosas yo sola, siempre me ha parecido algo no totalmente necesario- Al acabar de hablar miré a Shurelya para asentir levemente la cabeza a modo de agradecimiento -Muchas gracias Shurelya, nunca me paré a pensar en destruir una carta de esa forma.
Cogí las riendas de mi caballo fuertemente, ya que es una de las únicas cosas que conservaría, ya que necesito un medio de transporte con el que moverme, y ya sólo me quedaría saber a dónde ir, cualquier posada o algo por el estilo donde no llamase la atención de las personas de allí o de las que intentan hacerme daño. La verdad es que me costaba imaginarme una vida diferente a la mía, pero supongo que no será difícil, además, es la oportunidad que quería para poder tomar mis propias decisiones y ser un poco más libre.
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Re: Padre e hija (privado Shurelya)
El hijo de Beld Tartare se forzó a si mismo a dejar los eventos del pasado atrás, o al menos los dejaría atrás por un tiempo, para el tiempo donde su hija no estuviera a su lado, puesto que ha notado como la pobre niña que no tiene nada que ver con eso esta algo así como espantada con el, con el hombre que le dio la vida, con su propio padre. Al tener Shureyla la carta en sus manos la deshizo a base de agua, utilizando la nieve como método para hacerlo, algo sencillo pero que la mayoría de extranjeros ignora. Lans palmeo el hombro de su hija, con cuidado, pero con mucho orgullo.
-Buen trabajo-Fue lo que le dijo bastante tranquilo, volviendo a ser el hombre que ella conoce desde siempre. Entonces Lyn hizo escucha su voluntad de encontrar a su hermano donde sea que se encuentre, eso posiblemente traiga problemas en algún momento de su vida.
-Mi padre regresara esta noche a su castillo, podría verlo si así lo desea. Según usted, dice que puede hacer las cosas sola, por lo tanto, doy por hecho que también puede cazar en los bosques nevados o pescar en los lagos congelados ¿O me equivoco señorita?- Esta mas que claro que los sirvientes son los mejores en lo que hacen, y allí en Asbru la naturaleza puede cobrarse tu vida en cualquier momento. -Lo mejor seria que permanezca como invitada en el castillo del oeste, y que traiga a sus criados con usted, los va a necesitar-Subestimar a los plebeyos y subestimar a la naturaleza es algo que definitivamente termina en muerte.
-Buen trabajo-Fue lo que le dijo bastante tranquilo, volviendo a ser el hombre que ella conoce desde siempre. Entonces Lyn hizo escucha su voluntad de encontrar a su hermano donde sea que se encuentre, eso posiblemente traiga problemas en algún momento de su vida.
-Mi padre regresara esta noche a su castillo, podría verlo si así lo desea. Según usted, dice que puede hacer las cosas sola, por lo tanto, doy por hecho que también puede cazar en los bosques nevados o pescar en los lagos congelados ¿O me equivoco señorita?- Esta mas que claro que los sirvientes son los mejores en lo que hacen, y allí en Asbru la naturaleza puede cobrarse tu vida en cualquier momento. -Lo mejor seria que permanezca como invitada en el castillo del oeste, y que traiga a sus criados con usted, los va a necesitar-Subestimar a los plebeyos y subestimar a la naturaleza es algo que definitivamente termina en muerte.
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Re: Padre e hija (privado Shurelya)
Esbozó una tierna sonrisa ante la palmada de su padre, ahora ya todo se había tranquilizado y ya no tenía miedo de él. Ahora lo más interesante de verdad, era el hecho de ver a su abuelo y de tener una invitada en el castillo, si es que al final se quería quedar. Hacía un tiempo más o menos largo que ella no veía a su abuelo y la verdad, lo estaba deseando, seguro que tenía muchas cosas que contar, aunque no esperaba la máxima atención por su parte, ya que conoce que siempre tiene cosas que hacer. No era algo muy común tener invitados extranjeros en el castillo, personalmente a Shurelya le hacía bastante ilusión, aunque no sabía el punto exacto por el cual se iba a quedar, pero no era importante. Se había acercado mucho ya la hora de comer y Shurelya tenía bastantes ganas, pero no pensaba interrumpir la conversación entre dos adultos, sabía que era de mala educación, aunque no había desayunado nada y estaba algo impaciente, además de aburrida, muy aburrida.
Generalmente no se mete en las cosas importantes a no ser que su padre o su abuelo se lo pidan y esta vez ella por si sola no podía hacer nada, además, estaba oliendo que las cosas eran más graves de lo que parecían, ahí tenía que haber algo muy malo y cuanto más alejada se mantuviera, pues mucho mejor. Seguro que ahora irian hacia el castillo, por lo que Shurelya se subió a Destrier y se preparó para ir hasta la entrada, estaban algo lejos, pero igual no tardarían mucho, podían ir a pie, pero los caballos facilitaban mucho las cosas, especialmente las de tener que moverse en un terreno algo complicado. Shurelya siempre fue una chica silenciosa, por lo que sus gestos, leves gestos, hablaban por ella, incluso muchas veces ni siquiera eso, su mirada también daba grandes señales para reconocer su estado anímico.
Generalmente no se mete en las cosas importantes a no ser que su padre o su abuelo se lo pidan y esta vez ella por si sola no podía hacer nada, además, estaba oliendo que las cosas eran más graves de lo que parecían, ahí tenía que haber algo muy malo y cuanto más alejada se mantuviera, pues mucho mejor. Seguro que ahora irian hacia el castillo, por lo que Shurelya se subió a Destrier y se preparó para ir hasta la entrada, estaban algo lejos, pero igual no tardarían mucho, podían ir a pie, pero los caballos facilitaban mucho las cosas, especialmente las de tener que moverse en un terreno algo complicado. Shurelya siempre fue una chica silenciosa, por lo que sus gestos, leves gestos, hablaban por ella, incluso muchas veces ni siquiera eso, su mirada también daba grandes señales para reconocer su estado anímico.
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Re: Padre e hija (privado Shurelya)
Estaba la joven del Puño de hierro ya advertida, incluso se le ha ofrecido ayuda y consejo, por lo que Lans ya no tiene nada que hacer allí. A esas horas comienzan los habitantes a prepararse el almuerzo, y en el castillo no es muy diferente al resto, por lo que tras saludar a Lyn el ex caballero del Puño de hierro monto en su negro semental, despidiéndose de los extranjeros.
Espoleo su montura y comenzó una breve marcha, seguido por su hija, la cual ahora vuelve a sentirse mejor, al igual que su padre, ahora están en familia, y las cosas fluyen entre ellos como si los problemas realmente no existieran.
-Hija, es tiempo de almorzar, de revitalizar el cuerpo, aprovechemos de paso a darle de comer a los caballos. ¿Comes conmigo verdad Shurelya?-Lo daba por hecho, pero mejor preguntar y escuchar las palabras de su hija antes de tan solo suponer. A lo lejos se ve el castillo y mas cerca de el la ciudad, donde podrían comer algo bueno a bajo costo.
Espoleo su montura y comenzó una breve marcha, seguido por su hija, la cual ahora vuelve a sentirse mejor, al igual que su padre, ahora están en familia, y las cosas fluyen entre ellos como si los problemas realmente no existieran.
-Hija, es tiempo de almorzar, de revitalizar el cuerpo, aprovechemos de paso a darle de comer a los caballos. ¿Comes conmigo verdad Shurelya?-Lo daba por hecho, pero mejor preguntar y escuchar las palabras de su hija antes de tan solo suponer. A lo lejos se ve el castillo y mas cerca de el la ciudad, donde podrían comer algo bueno a bajo costo.
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