Exploradores del norte

La mujer samurai escondida entre la maleza se mantuvo expectante observando al grupo de niños que parecen ser supervisados por un mayor, muy joven pero mayor al fin y al cabo. No es muy investigadora Tomoe, pero luego de observar un tiempo y de pensar, pensar y pensar de nuevo llega a la conclusión de que difícilmente ese grupo hubiera podido matar a ese hombre que parecía en su momento armado. Mientras uno de los niños se sube al animal otro comienza a irse lo cual disminuye el numero de personas presentes, lo cual anima a Tomoe a salir de ese sitio donde se mantiene oculta para encarar la situación de manera sutil y amable.

-Disculpen, lamento si interrumpo- Menciona la señorita que parece provenir de la dirección donde huyeron los redcaps. - Suponiendo que ustedes no hayan lastimado al pobre hombre nuestro deber es informar a las autoridades sobre dicho crimen...y si bien no puedo yo obligar a nadie a hacerlo les pido solo un poco de ayuda ¿Pueden contarme que sucedió con el? De esa forma podre relatar a las autoridades lo sucedido con mayor lujo de detalle-Toma Tomoe a los allí presentes desde el lado bueno y se anima a hablar con ellos, relata también que desea hacer sobre esa situación y ademas también pide algo de ayuda si es que ellos están dispuestos a ofrecerla. Como ha dicho la hermosa mujer no obliga a nadie, todo queda en libre albedrío de cada corazón allí presente.

((( Offrol: No hay novedades sobre la situación. Estan por salir pero Tomoe se hace presente, me gusta como están planteadas las cosas así que sigan roleando )))

Sonrei al ver como aquel chico se lo pasaba tan bien sobre mi animal. Era increible como Kirot aveces podia ser tan bueno y entregado. Debia estar de buenas o posiblemente habria atacado al niño. Sispire algo perdida y cogi mi arco viejo hechandomelo a la espalda y decidida a seguir el camino.
-Eso es que le caes bien jejej, seguro. Aprobecha mientras puedas.
Poco despues una voz de mujer sono a nuestra espalda y entonces me gire para mirarla. Escuchando sus preguntas y colocandole una mano a Kirot encima para que no saltara a atacar con el niño encima. No podiamos perder mas tiempo, el mensaje era urgente.
-No podemos pararnos a explicar nada. si quieres ven con nosotros, debemos entregar una carta urgente.
Dije dandome la vuelta y volviendo a andar sin decir nada mas. Era ayudar o explicar a una persona cosas que apenas sabia expresar. No era tan facil como hablar con un aplanta o un animal, no se le shablaba con el corazon, sino con palabras que usaba en pocas ocasiones.

al rato de continuar su viaje el joven marc se arrepintio de haber dicho aquello, tenia que rectificar, el sabia que no era asi, siempre intentaba alludar a quien lo necesitase, y el echo de que alguien hubiese muerto queria decir que lo que estaba haciendo era importante por lo cual a quien fuera que iba a recibir esa carta, estaria mui agradecido con ellos y seguramente necesitasen de su magia por el camino.
-maldita sea por que tube que decir eso¿?
rapidamente empezo a correr por el bosque esperando no encontrarse a esos malditos bichejos.
*si no voi mal creo que no abran abanzado mucho*
penso el muchacho.

El viento me dio en la cara con fuerza mientras se movía. Tardó nada y menos en detenerse; es más, yo casi salí volando por encima de la cabeza del tigre. Se había parado al escuchar a otra chica, de pelo moreno y aspecto desconocido. ¿Quién podría ser ella?
No lo sabía, pero bueno, llevábamos algo de prisa. ¡El destino de… “algo”… estaba en nuestras manos!

Si vienes, te puedo ir contando… Pero esto es importante. ¡Puede que seamos los salvadores de…! Bueno, no sé de quién o qué, mas tenemos un mensaje que entregar.

No pude decir mucho más, pues el tigre siguió a Keilyn. En el fondo tiene lógica, dado que son amigos, o es su mascota, o algo así, creo. Lo único que pude hacer fue seguir agarrado sobre Kirot mirando hacia atrás, por saber qué haría la recién aparecida.

PD:

La honrada dama oriental no tuvo mas remedio que esperar y escuchar las palabras de los allí presentes para poder darse una idea de lo que sucede y saber asi como actuar, buscando en ese caso la mejor manera posible, aquella que sea honrada. La primera en responder a sus preguntas fue la que claramente es una elfa, y también la mayor de los allí presentes si contarla a ella misma. No le explico básicamente nada, solo que no tienen tiempo que perder y que necesitan entregar una carta urgente, y eso no le dice mucho a Tomoe que digamos, de hecho casi no la ayuda en nada. El otro niño hace algo similar, planean ser salvadores de algo que no saben siquiera de que es, lo cual da mala espina a la mujer que decide a diferencia de ella tener algo de sentido común y no actuar de forma precipitada.

-No comprendo mucho de lo que dicen de esa manera, pero si están tan apurados yo no seré la dama que los detenga, adelante, pueden proseguir- Responde de manera seria pero con amabilidad haciéndose a un lado del camino para dejarles al paso. Tomoe prefiere ir en busca de las autoridades elficas que irse por su cuenta en una tierra que conoce poco y nada, con gente que no conoce y ademas contra criaturas o contra una situación que desconoce por completo. No la entrenaron para ser impulsiva ni tonta, por lo que espera a que se vayan para volver sobre sus pasos y buscar a cualquier ciudadano de la Ensenada de Plata para preguntar por soldados o autoridades del lugar a los cuales recurrir en momentos de incertidumbre como ese.

No contaba Tomoe conque alguien la reconociera con nombre y todo por lo que volteo para mirar detrás suyo y encontrarse cara a cara con aquella criatura que sabe quien es ella a la perfección, y al hacerlo se encuentra cara a cara con la pequeña Zafira y su fiel compañero a su lado.

-Así es Zafira-chan, soy yo, que coincidencia encontrarte en este sitio tan alejado...Incluso en un país diferente donde nos hemos conocido-Le responde con suavidad y aprecio ya que esa chica le cae muy bien, es alguien de corazón puro, muy buena persona, y esa clase de gente es la que ella desea proteger.

Largo era el camino según el mapa, pero esto no desmotivaba el grupo que evitaba atrasarse negándose a dar explicaciones a menos que sea viajando. Por lo cual abandonan la escena del crimen y avanzan con firmeza hacia la parte norte de la costa al este del bosque de la ensenada. Aunque no estaban preparados con raciones de viaje o agua para un viaje tan adentro podían avanzar con confianza, el mapa mostraba ligeras desviaciones para abastecerse de provisiones y agua de los mismos recursos que el bosque provee. Antes de poder alejarse demasiado, divisan al niño que había llegado al lugar del incidente con ellos, aparentemente había olvidado algo... O tal vez se había arrepentido de dar la espalda al grupo que recién había conocido.

Tomoe decide emprender viaje de regreso para alertar a las autoridades del lugar sobre el incidente con el mensajero caído en el bosque. Aunque no sabia mucho del tema era lógico reportar un incidente como este. Antes de poder partir hacia la civilización, aparentemente no haria ese viaje sola, puesto que ahora una aliada muy agradable apareció para acompañarla.

((Muy bien, mi próximos post va a ser dividido de que sucede a cada uno de los dos grupos. Tenia pensado 3 cosas diferentes según la decisión que tomaran... No esperaba usar 2 :P
Les permito libre roleo de la situación y descripción del viaje que realizan siempre y cuando no des encuadre con la descripción del lugar realizado en el primer post. Asi que aprovechen para compartir ideas con sus compañeros de viaje, no hagan post de un viaje largo... Puesto que no llegan a recorrer 1 Km antes de mi proximo post.)))

al ver a los jóvenes Marc se alegro enormemente, el había acertado, no habían avanzado mucho, pero si no iba mal, los bichos tampoco andarían lejos.
!ehh vosotros!
dijo marc corriendo hacia ellos, estaba feliz, el por fin podria tener algo parecido a los amigos.
por fin os encuentro, jejeje, ahora podre acompañaros en el viaje, podriais contarme que es lo que ponia en la carta?? pero sera mejor que no nos detengamos, los bichos de antes podrian andar cerca.
dijo marc con una sonrisa en la cara

Mire como el chico rubio cambio de idea para volver a la carga. Sonrei emocionada y seguir avanzando. Iva a ser una gran aventura. Anque todos los puntos importantes estaban marcados en el mapa. Por ello no parariamos sed y todo seria tranquilo. Sonrei eemocionada y avance con interes en que podriamos encontrarnos.
-Pues..creemos que tenia un mensaje importante que llevar a una zona. Y alli vamos. a alertar a todos y acabar con la mision del hombre. Viene muy bien indicado en el mapa donde es.

el chico era blando de mollera por lo que le parecio a marc, posiblemente aquellos seres cuando volviesen, si volvian, serian mas y aquella vez hulleron por la sorpresa, marc no creia que se fueran a ir de rositas despues de aquello despues de todo llevavan u cadaver.
si, supongo jeje pero siempre viene mejor tenerse las espaldas cubiertas ^^, claro que seguramente por confiarse murio el otro. Ademas, el mallor problema no seran ellos si no quienes acabaron con el...
dijo marc con un tono de voz demasiado adulto para su edad y continuo aminando.

Posiblemente Tomoe no vea el mundo tan de rosa como lo hacen otros, al ser una samurái su modo de ver las cosas es bastante distinto a la de los demás, aunque claro que ella no culpa ni menosprecia el andar ajeno no se deja llevar por propios ni terceros así como así.

El pequeño niño montado en el tigre blanco fue quien saludo muy alegre a la joven samurái, algo que ella respondió de igual manera alzando su mano derecha, mostrándole una sonrisa mientras se alejaban de a poco con rumbo desconocido.  Pero Tomoe no está ni estará sola desde ahora, o eso cree ella al ver a la jovencita de nombre Zafira allí junto a ella acercándose a paso lento junto a su compañero animal quien guía y protege de forma incondicional a la joven nacida en las tierras nórdicas.  La joven respondió  algo que la samurái-ko ya daba por entendido y también comenzó a caminar hacia ella para hacerle el tramo más corto, y de paso mostrarle un poco de su cariño, un premio que la pequeña Zafira se ha ganado gracias a su corazón bondadoso.

-Ha habido un asesinato, o eso parece- Resumió la joven humana a la otra joven que ella cree es humana. Posa su mano derecha sobre la mejilla de Zafira con ternura y le ofrece unas pequeñas pero generosas muestras de afecto.- Esa es la razón por la que tengo pensado regresar a la ciudad e informar a las autoridades de lo sucedido…Ese explorador que ha sido asesinado pareciera que intento regresar a informarles de algo importante, aunque lamentablemente no se cual es el mensaje mejor que las autoridades se enteren de esto lo más rápido posible… ¿Tu que harás Zafira-Chan? – Tiene que preguntar de forma obligada la joven samurái, no puede perder mucho tiempo allí, tiene que regresar, pero antes desea saber cuáles son las intenciones de la pequeña Zafira en esas tierras elficas.

El grupo avanzaba hacia el norte por las espesuras (Segiral y compania). El camino trazado en el mapa era lo mas cómodo, evidentemente quien lo marco el camino buscaba que quien llegue al punto marcado lo haga descansado, preparado para lo que encuentre en el mismo. llegan hasta el borde del bosque al este del mismo. Solo restaba seguir un poco mas al norte para llegar al lugar. Antes de poder llegar aparece un elfo de entre los arboles llevando un arco en sus manos y espadas en la cintura, con ropas muy parecidas a las que tenia el cuerpo del cual sacaron la carta. Mas alla de tener un arma en la mano no la tensaba, se lo veía confiando y poco amenazador hacia el grupo.
-No hablen en voz alta, que hacen aquí?- Pregunta al grupo en un tono firme pero bajo. lo curioso de este sujeto es que por mas de que empuñaba un arco no lo tensaba ni saco flechas, aparentemente estaba seguro de que no había razón para esperar un ataque.

Tomoe y Zafira se encuentran y mantienen su posición en el lugar de los hechos. Antes de emprender viaje para hacer lo que cree correcto en una situación así, Tomoe quiere saber sobre su amiga. No obstante se escucha de golpe el silencio de los pájaros seguidos por un par de risas jocosas, de esas que siguen atrás de un buen chiste. No se llega a divisar de quienes fueron, aparentemente están lejos aun, se los llega a escuchar por lo exagerada que son las risas a pesar de estar relativamente lejos.

La honrada samurai-ko tiene todo claro en su mente, o al menos el modo en que quiere proceder es bastante claro y concreto, simple y sin complicaciones innecesarias. El encuentro con la linda Zafira es un plus en ese momento, ya que si bien no la obliga a ir junto a ella en busca de las autoridades será bien recibida la persona de esa joven si desea acompañarla pues es ella mucho agrado para Tomoe. Tras informar a la jovencita de lo sucedido, sus intenciones al respeto y de su toque y trato amoroso como amiga y prácticamente responsable de ella al ser una chica mayor Zafira decide ayudarla, mostrando claramente su amistad y aprecio por la mujer nacida en la Dinastía del Dragón, amistad y sentimientos compartidos de la una por la otra.

-Gracias por acompañarme Zafira-Chan, y tú también Zeit, no me olvido de ti- Menciona a la mascota de Zafira como si fuera un miembro más del grupo, ya que dentro de todo ese pensamiento no está del todo errado aunque sea este un animal y no una persona. Ese momento de felicidad fue abruptamente interrumpido por el silencio del bosque y las múltiples risas provenientes desde algún sitio cercano más delante de ellas, y si bien no pueden ver al grupo que sonríe de esa manera pueden darse la idea de que son muchos, y siendo estos hombres alejados de la ley elfica, o de oficiales no será nada bueno para ellas como mujeres el cruzarse con ellos. Zafira reacciona de inmediato con temor, eso hace que Tomoe la rodee a la altura de los hombros con sus brazos y que la haga caminar prisa hacia unos matorrales más pronunciados y alejados de allí para poder esconderse ambas y el lobo también.

-No te preocupes Zafira-chan, nos esconderemos y los dejaremos pasar de lado- Le informa a su pequeña protegida de lo que planea hacer mientras se esconde tras matorrales y arboles junto a la jovencita nórdica y a su compañero animal, observando con cuidado en dirección donde se supone que ese grupo de hombres debería visualizarse en breves momentos.

Mire a ambos niños y sonrei. Seguro no nos pasaria nada, ivamos bien protegidos, yo con mi arco viejo, Kirot y lo que pudieran hacer ellos. De hecho si me pasaba algo Kirot podria salir corriendo con un niño para sacarlos del apuro.
Unos metros mas adelante todo se volvio extraño, un hombre con unos ropajes ya conocidos se acerco con tranquilidad y dejando claro una sola cosa. Respuestas a un bajo volumen de voz. Mire a mi alrededor, intrigada por si alguien nos espiaba desde las copas de los arboles, pero a la vez confiada de aquel elfo con arco y flechas.Asi que hable bajo, suponiendo que aquel elfo era amigo del otro.
-vamos a entregar una carta. Tenemos un mapa e indicaciones. Debemos llegar a tiempo para avisar de ciertas cosas...posiblemente urgentes.
Dije intentando hablar de manera coherente y tranquila, aunque hablar con seres "sociables" no era mi fuerte.

Marc se encontraba cansado, aunque continuaba caminando a paso firme, a lo lejos consiguió ver una figura la cual pudo distinguir como un elfo.
Al ver que keylin hablaba con el le dijo a los dos jóvenes muchachos de manera que el no pudiese oirlos.
- no os fiéis, pensad que ya a habido un muerto, y no quiero que seamos los primeros.
Dijo marc un tanto inseguro

El grupo se mantenía unido en la idea de entregar la carta en el nuevo escenario que el terreeno presentaba, al viajar al norte se escuchaba el mar rompiendo en los acantilados que marcaban el fin del contienente a la derecha y el viento soplando en los arboles junto a las aves del bosque a la izquierda. Keilyn le dice al elfo que había aparecido que debían entregar una carta a lo cual el extraño deja de sonreir.
-Probablemente la carta sea para mi, podrían alcanzármela? Y no es que me guste desconfiar de ustedes, pero me gustaría que me la alcance el joven que esta a pie, puede ser?- Comenta el elfo estirando la mano esperando que se acepte entregar la carta. - Disculpen que no quiera acercarme a buscarla... Pero no se quienes son, al menos me dirán quien los envía supongo. Un nombre conocido tal vez lime algunas... desconfianzas.- Agrega al final esperando poder ver la carta y obtener algunas respuestas.

Tomoe y zafira se escondieron desconfiando de las risas que oían a lo lejos, risas que paran tras el grito '' Hay alguien herido, rapido!''.
Tras en grito de alguno del grupo se ve como se acercan rápido, dejando atrás el clima de chistes con el que caminaban por el bosque. los dos primeros entran barriéndose junto al cuerpo del elfo, frenando de golpe de rodillas y revisando rápido con intención de ayudar.
-Llegamos tarde, ya se fue- Dice uno de los hombres, al parecer era un grupo de 7 personas Todos humanos con armaduras de hierro, armados con espadas y ballestas. Aparentemente muy preparados y organizados.
- Que le paso?- Pregunta uno de los hombres, que parecía estar a cargo del grupo. -lo mato una flecha, en el pecho... Fue asesinado- Le responde uno de los que lo revisaban.
-Esto pasa a ser nuestra responsabilidad- Dice el sujeto a cargo del grupo. - Estamos a cargo de la seguridad de toda la ensenada, y un elfo muerto sin una explicación ni responsable puede traernos roces con su reino, hay que esclarecer el hecho... Tu!- señala a uno de su grupo, un muchacho muy joven- Regresa al fuerte y comenta lo que encontramos, luego ve con las autoridades del pueblo y alertalos también... Ve! Muévete muchacho! Los demás veamos que podemos averiguar-
Luego ven como el grupo, ahora de 6, comienza a buscar rastros de lo sucedido.

El hombre fiable o no no me inspiraba mucha confianza. No sabia nada de el y el sabia sin preguntar gran cosa que la carta era suya. Mire a ambos niños y suspire.
-primero hablare con ellos aver que opinan. Aunque a mi me gustaría llegar donde los elfos ya que estamos a mitad de camino
Dije sinceramente y me acerque a los niños para pedir su opinión. De hecho,si algo les pasa seria todo mi responsabilidad.

Las dos mujeres se escondieron en la hierba algo preocupadas y nerviosas, si bien Tomoe es una combatiente está lejos de ser una persona invencible, por lo que mejor evadir toda clase de problemas lo mas que puedan.  Esos hombres dieron rápido en la cuenta de que hay un herido en el camino y fueron a revisarlo, y por lo que ven no fueron a rapiñarlo, actuaron bien como deberían hacerlo las personas honradas. Claramente está muy bien armados y organizado, si son mercenarios son una gran compañía, si son soldados…Entonces deben ser de algún país con mucha fuerza y preparación militar. No sabe mucho Tomoe de la Ensenada de Plata, pero si sabe de guerras, y los únicos países con una armada tan fuerte en el continente central son el Puño de Hierro, las Islas de las Brumas y la Dinastía del Dragón. Teniendo en cuenta que la isla no tiene mucha presencia allí y que su gran fuerza reside en su armada naval y combate arcano asume ella que son del Puño de Hierro pues no parecen ser como ella, mas bajita y con ojos rasgados.  
Mientras observa hace su mejor esfuerzo la chica samurái para escuchar lo que hablan, y por suerte muchas de las cosas se dicen a gritos, por lo que Tomoe cree que puede confiar en ellos.

Mira la joven a la niña tras de ella y sonríe, le habla en susurros muy bajito para que nadie las escuche.-Quédate aquí Zafira-chan, no temas, no salgas hasta que yo lo diga- Le habla con dulzura, si algo le pasara a ella la niña podría mantenerse oculta en los matorrales hasta que el peligro haya pasado. Se dirige lentamente a unos cuantos metros lejos de la niña, y allí si sale lentamente de la alta hierba con las manos en alto donde se las pueda ver.

-Este…Buenas tardes señores, mi nombre es Tomoe Gozen, una extranjera en estas tierras. Me disculpo por interrumpir de esta manera, pero desde que vi a ese hombre asesinado he querido contactar a las autoridades elficas para informar lo sucedido. ¿Pueden ustedes ayudarme?-Usa su mejor etiqueta la chica para tratar con ellos, no quiere parecer una amenaza ni que se la amenace de algo que no es.