Perdido... ¿Me da un trago? [Colectivo]

Le mire seria al oir lo que dijo del miedo. Mas bien eran las dos cosas. Realmente extraño. PEro cierto. Le mire y suspire. No queria soltar ningun comentario de aquello. Preferia no hacerlo, que pensara lo que quisiera. Era complicado explicar algo asi. Luego le dije lo de sus recuerdos y dijo que encontraria repuestas con ayuda. Quizas por eso estaba alli, para encontrar respuestas. PEro tenia algo mas importante que saber, una manera de romper el pacto. Cuando empezo a hablar de clausulas y demas reglas me perdí por un tiempo, pero segun contaba me di cuenta. Apenas me acordaba de nada de aquello. Es mas.. queria olvidar todo lo de aquel dia. No queria volver a un apesadilla de aquellas para descubrirlo e intentar acordarme mas de eso que de el dolor y la desesperación.
-La verad... no recuerdo casi nada de aquello, y cuando lo recuerdo me viene el dolor y el sufrimiento. Dudo que pueda centrarme en buscar cualquier grieta..pero es lo unico que tengo de información, por lo que lo intentare.
Luego de decir eso note la incomodidad de aquel ser huesudo. Sabia que Cripson volveria y quizas no tardase, ya habria pagado o matado a quien quisiera. No... el no necesitaba mancharse las manos. Mas bien se habria divertido provocando problemas con sus palabras envenenadas. Entonces lo escuché hablarme y preguntarme algo. Algo que me hizo realmente mucha gracia. Mis instintos eran irrompibles, pero quizas en momentos como aquel la supervivencia podia mas. O a saber...ni yo lo entendia del todo pero una cosa tenía claro. Si tenia ganas de matarlo.
-si, soy parte angel, y si, deseo exterminaros. A ti y a todos los demas impios que corrompeis al mundo con vuestra presencia. Pero...a pesar de todo...soy paladin, tengo honor y...no tengo armas. Podria intentar romperte el cuello, lanzarte la cama...Pero carezco de la fuerza interior para hacerlo y no es mi manera de matar. Estoy baja de animos, de fuerzas y cansada. No quiero problemas, ni quiero mas muerte por un tiempo. Quizas por eso sigues vivo. Ademas de que a pesar de ser igual que el...has venido a intentar ayudarme mas que nadie de la gente que conoci en unos cuantos viajes. La verdad, no lo se, pero estate contento de ello.
Tras decir eso mire por la ventana, viendo lo oscuro que parecia todo y como el sueño comenzaba a invadirme. No debia dormir aun, debia esperar a Cripson. Mire a rigor Mortis y suspire.
-Y a ti...¿acaso no tienes ganas de matarme o hacerte tambien con mi alma?en realidad...¿que quieres y a que viniste?

Estaba realmente molesta, pero entonces oi un ruido en las escaleras. Me moví y abri la puerta, se oian pasos subiendo. Por lo que cogí al esqueleto y con mi fuerza le saque fuera.
-Viene alguien, no hay tiempo para explicaciones. Si es el no podras decir nada. Vamos, alejate y si pasa algo no aparezcas. Dije cerrando la puerta y esperando sentada en la cama a que Cripson subiese.

El conde quien había estado ausente hasta el momento ingreso en la habitación, aunque tuvo que hacerlo luego de que su esclava le abriera la puerta ya que esta había estado cerrada con llave. Al ingresar en la habitación camino por la misma lentamente, como si estuviera buscando algo. Pero cambio de actitud rápidamente y se quito la capa para dejarla a un lado, y después de eso se acerco a Aleishe, para así acariciarle las mejillas con las manos.

-Es un gran día gatita, no creí que un evento de estas características se diera tan rápido en el mundo nuevamente, es algo excitante.-Le dio un beso fugaz en los labios, dejando ver su felicidad, la cual es una felicidad enferma y perversa.-Voy a estar muy ocupado en estos días, por lo cual no podre pasear contigo tan seguido, espero puedas soportar esa tristeza-Se dio la vuelta y fue a tirarse sobre la cama. Se quito las botas y luego de ello se tiro sobre la cama, con una sonrisa en sus labios de oreja a oreja.

Justo entonces vino Cripson, a quien tuve que abrir inmediatamente. El entró tranquilamente, parecia que buscaba algo, pero duro poco aquello. Ya que en poco tiempo me miró y toco como siempre, para molestar. Tenia que aguantarlo, gran castigo, pero esperaba que algun dia mi suerte cambiara. Despues de explicarme me besó en los labios, lo que me resulto realmente molesto, pero depsues se tumbó en la cama feliz. Me senté a un lado y pregunté.
-¿evento? ¿que tipo de evento puede hacerte tan feliz Cripson?
PRegunte intrigada mientras el felizmente dijo aquello, iva a estar lejos de mi, iva a hacer ciertas cosas y no estaria conmigo. Por fin tenia algo de suerte. Me dejaria en paz un tiempo. Quizas si me hubiese escapado aquel dia las cosas habrian sido muy diferentes. Pero ahora...era libre. estaba feliz de aquello. No pude evitar sonreir, aquel evento fuese cual fuese me habia dado libertad por un tiempo. Con un poco de suerte me daria tiempo a buscar una manera de acabar con el, aunque antes tenia que encontrar una manera de evitar aquellas pesadillas y ademas tendria que resistir a ser lo que era, quizas si encontrase a aquel que una vez fue humano podria ayudarme. Quizas si, quizas no. Estaba tan feliz. Por fin un tiempo para mi.

Con la espalda sobre el colchón y sus ojos mirando al techo, aquel endemoniado personaje yace sonriente sobre su lecho, sea lo que sea que haya pasado ha sido algo muy bueno para el. El ángel a pesar de su repulsión hacia el demonio se acerco hasta el y se sentó a su lado, preguntando por el motivo de la felicidad de dicho demonio. Cripson la mira y al verla sonreír decide responder.

-Guerra querida, ni mas ni menos que una guerra completa, sangrienta y sin reglas. El pacto de Asbru se rompió esta noche de una manera tan estúpida como incierta, pero eso no importa, la sangre se paga con sangra.-Le empezó a acariciar la espalda-Costo mucho conseguir ese pacto, y ahora que se rompió nunca mas volverán a confiar en la paz, habrá sangre, tanta que las montañas se teñirán de escarlata, los ríos y lagos congelados se volverán negros al pudrirse los cuerpos dentro de sus aguas. Lo único que terminara esta guerra es cuando una de las cuatro tribus se alce sobre las demás, cuando las domine y esclavice, o cuando las aniquile, solo allí terminara la guerra-Extendió sus caricias a la cintura y a las piernas de su gatita, para después sacarse una duda.

-¿Y cual es el motivo de tu felicidad? Te he visto sonreír por primera vez gatita-La continuo acariciando, cada vez mas "cariñoso"

Por fin estaba aliviada, me sentia algo mas libre. PEro cuando lo explicó, parecio que algo dentro de mi se quebró. ¿guerra? Me acababa de emocionar por algo asi, sin darme cuenta. Incluso una parte de mi preferia aquel horror a tener que estar con Cripson. ¿por que? Yo no era asi. Queria que lo shumanos muriesen, pero eso era mentira, en realidad no lo deseaba, no pretendia el mal a nadie. Mire defrente, con l amirada perdida pensando en como habia llegado a aquello. En como en un momento me habia emocionado. Pero como todo s ehabia esfumado. Entonces noté como me acariciaba la espalda, pero segui en mis pensamientos. Ojala todos los pactos pudiesen romperse tan facilmente. Pero no era asi para mi desgracia. Ni me acordaba de las reglas de aquel pacto. Y la guerra...ojala hubise formas rapidas para acabar con aquella muerte. Todo era un lio, incluso aveces los angeles luchaban en ellas protegiendo ciertas almas para que no vallan al infierno. Mucha gente pecaba en aquellos momentos de caos, pocos pensaban con claridad. Me puse las manos sobre la cara intentando que al hacerlo la imagen mental de la posible guerra se desvaneciera, pero era imposible. No habia manera de pararlo. Mientras cripson siguio acariciandome como si aquello me gustase, Pero no, me daba mas bien escalofrios, que entre mis pensamientos no podia dejar de sufrir y sentirme culpable. Todo por haberme alegrado en un principio. Y por haber visto aquel castigo. Peor aun era que Cripson se habia dado cuenta de aquello, me habia visto sonreir. Todo parecia complicarse, todo me iva mal, estaba nerviosa, cabreada conmigo misma, y lo peor, no podia decir a aquel demonio que mi felicidad habia sido por estar lejos de el. Si lo hacia...quien sabe que haria conmigo. Su pregunta me heló el corazón y sus caricias cada vez mas cariñosas comenzaban a herirme. No aguantaba mas, estaba demasiado nerviosa y allterada, notaba como veneno corrriendo por mis venas, deseaba matarlo.¿como podia alegrarse por aquella guerra?¿como podia alegrarse del sufrimiento ageno?¿ Como era feliz haciendome sufrir de aquella manera?.
-Yo...sonreia ..por...
Sin poder evitarlo antes de que saliesen las ultimas palabras salió un líquido maloliente, el que manchó el suelo levemente, poco despues me levanté abriendo la ventana y vomitando por aquella ventana. Cayendo de rodillas en el suelo, agotada, nerviosa y con un malestar que nunca habia tenido. Miré a la calle, alli de rodillas, respirando agitadamente e intentando calmarme. Todo aquello en aquel momento me hacia sentir fatal y al parecer en cuerpo y alma. Visualizarlo todo habia sido algo horrible, pero cuando Cripson me habia tocado no pude evitar mostrar el asco que sentia por todo aquello, mas mi nerviosismo.

El demonio siguio jugando con su esclava durante unos momentos mas, la cual parece que de a ratos se encuentra feliz y de a ratos fatal. Tardo un poco en contestar el angel a la pregunta del demonio, si es que el vomitar puede tomarse como respuesta. Cripson se quedo tirado en la cama sin mirar hacia donde esta Aleishe, pero desde alli se pudo escuchar su sonrisa burlona.

-¿Que se supone que significa eso? Nunca escuche que una persona este feliz por vomitar ¿Estas mal de la cabeza mujer? Jajajaja-Tras esas palabras se río un gran rato, antes de cerrar sus ojos y relajar su cuerpo, preparándose para dormir, o al menos eso es lo que deja ver ver.

Respiraba profundamente intentando tranquilizarme. Luego tras lograrlo mie a Cripson algo molesta por su comentario y suspire. Al verle cerrar los ojos hablé veloz, intentando evitar que se durmiese.
-Espera. Antes.... antes de dormir. Ya sabes que yo...Buf...*¿como se lo pido?* ¿te importaria darme algo de sangre? Quiero dormir bien esta noche. Por eso estaba despierta aun, temo que vuelvan la spesadillas.
Dije agachando la cabeza aun desde la ventana. Ojala dijese que si, aquello me relajaba y me permitia dormir. Entonces me levante y me acerque a l acama.
-¿me das...aunque sea una gotA?
Nunca hubiese pensado que lo hubiese pedido, pero el miedo en aquel momento era demasiado.

Permaneció con los ojos cerrados un tiempo, no se movió mucho en la cama, aunque abrió los ojos cuando ella se acerco hasta el para pedirle aunque sea una gota de su sangre.

-Una gota sola no tendrá ningún efecto. Has vivido después de la muerte, estas en el mundo mortal tras haber vivido el infierno, y el infierno nunca deja escapar a nadie ileso.-Se quedo mirando al techo un rato, para después con uno de sus colmillos cortarse el labio inferior. La sangre salio de a poco, pasando por su barbilla y llegando incluso a su cuello antes de mancharse las ropas. Estiro uno de sus brazos hacia ella, de esa forma la acerco hasta el.

-Vas a extrañar esto cuando no me encuentre cerca gatita...-Se incorporo lentamente sobre la cama, quedado recostado sobre el colcho, pero no por completo.-Aunque supongo que yo extrañare a mi gatita y sus sonrisas sin sentido-Sonrió y se acerco para juntar sus labios con los de ella, y luego su lengua también, así mezclara su sangre con la de ángel, en un acto perverso, prohibido y rechazado tanto por el cielo como por el infierno.

No podia creer lo que decia, pero era cierto, no habia escapado de alli gratis. Habia sido demasiado duro, mucho sufrimiento. Quizas una simple gota no valiese para nada, pero...ojala algun dia encontrase alguna manera de eliminar aquellos recuerdos odiados. Pero sorprendentemente no hizo lo que esperaba. Es mas, me acerco a él cuando se mordio el labio, dejando desperdiciar aquella sangre. Ojala pudiese dormir bien sin beber nada de aquello. Sin poder evitarlo me acerqué mirando aquella sangre que me daria una noche tranquila. Tras decir que me extrañaria y que yo extrañaria aquella sangre movio la cabeza para besarme. ¿acaso tenia opciones? Ojala las tuviera. viendo su reincorporacion me acerque y le besé, bebiendo aquella sangre que salia. Al poco tiempo sin poder aguantar mucho mas me separe.
-¿po...podrias darme un frasco con sangre? Se puede guardar y no me vendria mal si no voy a verte mas en un tiempo.
No queria besarle mas,, ni sentir aquella lengua buscar una manera de herirme. Suspire y le mire seria.
-¿que te parece?...No puede importarte perder un poco de sangre para que yo tenga un tiempo.¿si?...
Esperaba que dijese un si, al fin y al cabo el sabia lo que me hacia sufrir. debia saberlo con certeza.

La beso lento, con profundidad, sin apurarse ni nada, disfrutando de ello, porque ella no tiene opciones, es mas que una esclava, no solo le han comprado, sino que ahora ella tiene que venderse a el si es que quiere sobrevivir. La abrazo y la toco a gusto, con sensualidad, hasta que ella paro para hablar y pedirle algo de su sangre como reserva.

-Mmm...La sangre en si no es el problema, sino que esa sangre no te durara mucho, se secara en unos días, entonces no podrás beberla. Tal vez te dure dos o tres días, pero luego de ello ya no podrás beberla.-Realmente no le importa ni la sangre ni ella ni nada de ello, le importan otras cosas, aunque suele olvidarse de las cosas que realmente son importantes.-Así que, si quieres intentar...Ve a por tu frasco gatita- Sonrió y se quedo allí medio tumbado, si ella no se apura simplemente se dormirá hasta llegada la mañana.

Aquello era incomocdo, preo tenia que hacerlo para poder sobrevivir. Si no lograba dormir nunca posiblemente moriria por cansancio o cosas similares. Suspire cuando me separe de él, esperando que dejase de tocarme. ¿por que l egustaba tanto verme asi? No lo entendia. Me dio un poco de sueño al haber bebido aquello. Pero me mantuve despierta lo suficiente. Al oir lo que dijo de si queria mi fasco...no aguante mas. No queria seguir aguantando aquello. Haría las cosas a mi manera. O por lo menos como lo habria hecho sin problemas. Miré a mi alrededor, busqué mi abrigo y encontre mi cantimplora. La cogí y mire con asco, pero aun asi estaba decidida a usarla. ¿que me provocaba mas nauseas? ¿crippson o una cantimplora vieja que habia encontrado por el camino?. Luego rapidamente rompí un jarron haciendome con un pedazo. Agarré el trozo sin que seguramente diese tiempo a Cripson a reaccionar y le hice una raja en el brazo, poniendo la cantimplora abajo para llenarla. Ya estaba harta de sufrir por hacerle feliz. Por lo menos queria que esta vez quedase claro.Al fin y al cabo no habia especificado nada, simplemente se habia hechado en aquella cama diciendo" Así que, si quieres intentar...Ve a por tu frasco gatita". Habia intentado y habia ido a por mi frasco. Tras aquelló cerre la cantimplora sin decir nada y me aparte a dormir al suelo. Ojala se desangrase, pero era algo que no pasaria, no se podia matar a un demonio tan facilmente. Me recosté en el suelo y abracé la cantimplora mientras con una mano agarraba el cacho de jarron. Esperaba que no, pero alomejor tenia que usarlo tarde o temprano, nunca se sabia como podia responder Cripson.
-Pues ya con mi sangre... hasta mañana.
Me habia escabullido rapido. ahora solo esperaba que el se durmiese de una vez y no se tomase mal nada de aquello. Y claro, que no tuviese mas ganas de fastidiar, si era asi, posiblemente se autocuraria y dormiria tranquilamente. En caso contrario...podia preveer la que podia caerme encima.

Y alli espero recostado el demonio, riendo como de costumbre, al parecer siempre tiene un motivo para sonreír, ya sea una sonrisa de felicidad, de diversión, o por perversión pura, pareciera que al tipo le va de las mil maravillas en su infernal existencia. El ángel en su impotencia, enojada fue por su cantimplora, para después romper un jarrón cual usar como arma cortante e ir con Cripson de nuevo. A pesar de ir hacia el con un arma de filo este sonrió, no la vio como una amenaza, incluso cuando ella lo corto con muy poco cariño este gimió de dolor, pero después empezó a reír, como si disfrutara de su sangre y del dolor.

-Ahhh, haaa, así me gustan, fuertes y salvajes jajajaa-Se retorció como si lo disfrutara. No duro mucho su diversión ya que Aleishe al terminar se fue a dormir al suelo, Cripson simplemente se tendió sobre la cama, mientras su sangre salia de a poco.

-Oh, parece que alguien no esta tan contento ahora, jajaja-Tras reírse un rato la habitación quedo en silencio. Al otro día al despertarse el ángel estaría sola, el demonio desapareció tal cual había dicho que haría.

Mo podia creerlo, habia hecho algo que en tepria debia molestarle. PEro no, simplemente sonrio de mil amores, como siempre, con aquella maldita sonrisa en la cara. PArecio disfrutarlo, al parecer mas que yo. Al oirle decir aquello me aparte no lo soportaba, luego me tumbe y no hizo nada, solo comentó. PEro no se enfurecio. Cosa buena a mi favor. No habia entrado en colera. Era de agradecer. Al dia siguiente posiblemente ya no estaria. Se rio un rato y comence a dormirme, no aguantaria mas despierta despues de haber bebido aquella sangre. Suspire y me dormi.

Cuando me desperte el dia era diferente, estaba alli en el suelo y sola. Busque a Cripson pero no estaba. Sonrei de nuevo a pesar de saber por que habia desaparecido y mire por l aventana, un dia despejado y luminoso. Con marcas de heladas por los alrededores pero realmente luminoso. Entonces poniendome mi abrigo baje para marcharme libremente, con dos ideas en mente, una de ellas encontrar a aquel que una vez fue humano, y encontrar la manera de olvidar aquella estancia en el infierno. Si no aprendia a convivir con ello solo me quedaba olvidarlo. Recordando lo que dijo aquel humano y lo que yo sabia fui al posadero.
-Voy a marcharme ya, pero antes...¿hacia donde debo ir para viajar al puño de hierro?
Posiblemente estaria alli.

El hombre que la había atendido durante la noche anterior estaba limpiando las mesas, cerca de allí una jovencita de unos 15 años de edad limpiaba la barra y un chaval de unos 10 trapeaba el piso. Al verla bajar la saludaron, pero fue el hombre mayor el que se contesto a su pregunta.

-Para ir al Puño de hierro debe ir hacia el este, o mejor dicho sudeste. Si se va a machar, debe pagarme lo que rompió. No se que habrán discutido con su esposo anoche para que rompan la habitación y cada quien se marche para otro lado, pero uno de los dos tiene que pagarlo. El ya se fue y pago la cena de anoche y el alojamiento, pero ahora no esta y usted tiene que hacerse cargo...A por cierto, también me mostró unas mantas todas rotas, me dijo que fue usted, también las tiene que pagar, una moneda de plata arreglara todo a la perfección.-El hombre hablo serio, pero uso toda la amabilidad que tiene para informar a la mujer sobre sus faltas. Sus niños miraban, aprendiendo del padre como lidiar con clientes problemáticos.

Al bajar vi otro ambiente, mas acojedor y mas tranquilo que la noche anterior. Les mire a todos sonriente y con otra cara y cuando el hombre me respondio sonrei feliz ante sus indicaciones. Despues la conversacion se torno algo peliaguda. Aquel demonio no habia pagado todo. ¿ con que queria que pagase yo? Aquello era increible...maldita sea. Miré al hombre sin saber muy bien que decir. En un lugar donde adorasen a los angeles sabia de sobra que hacer.Con mostrar las alas y demostrar que habian dado de comer aun ser celestial segun contaban invitaban a miles de cosas. Pero despues de lo ultimo con los enanos...Ya bien poco me fiaba de que respetasen a un angel, y mas aun que le invitasen a algo. No volveria a cometer el mismo error.
-Veras...¿ya se fue? Se supone que es él el que siempre paga. A mi no me deja llevar una moneda encima. Sinceramente...no tengo con que pagarles. Pero puedo ayudar para pagar los desperfectos. Es lo unico que se me ocurre. Tengo bastante fuerza, ni necesitais mover cualquier cosa. O no se...¿cuanto cuesta una moneda de plata?...
Dije sin tener ni idea de cuantas horas de trabajo equivalia. Ya me podia haber dejado algo de dinero en aquel abrigo tan grande. Miré en los bolsillos entonces. Quizas allí habia algo. Aunque no contaba con ello

Al escucharle responder los chicos no entendieron mucho, en especial el chico, que no comprende como es que alguien usa algo sin tener el dinero para pagarlo. Su hermana en cambio ya ha visto como se comportan algunos hombres cuando van allí, por lo que lamentablemente ha sido testigo de acciones ilegales y de matones. El padre de los chicos trato de mantener la calma, el que una mujer de buena posición social no le pague lo que ha roto le enoja de sobre manera.

-¿No tiene dinero? Sus ropas valen lo que valen todas las ropas que tenemos puestas ¿Pero no tiene para pagarme? ¿Cree usted que me han regalado las mantas? ¿Los jarrones las mesas? Trabajo todos los días casi todo el día y no para que alguien que no sabe lo que es ganarse la vida me quite lo que con esfuerzo es juntado para mi familia!-Se fue exasperando hasta que estallo. Los chicos se asustaron y el hombre dándose cuenta de lo que había dicho se apeno, se puso algo triste y le pidió a sus hijos que fueran a jugar a fuera. Se sentó agotado en una silla y se tomo la cabeza con las manos, calculando la perdida monetaria.

-No necesito nada mas que lo tengo, y lo que tenia. Váyase, y no quiero verla por mi posada nunca mas en vida ¿Queda claro? Nunca mas-Enojado el señor la echo de su casa, y podría haber sido peor ya que el ángel no encontró nada mas que aire dentro de sus bolsillos.

parecio molestarse, normal, cabrearse y enfurecerse. Lo entendia. Pero... apenas podia hacer nada. Dijo que mi ropa era mucho mas cara que la suya y que no tenia dinero, podia darsela, pero apenas les serviria de nada. Era realmente extraño, no habia conocido a ningun humano que se pusiera asi por su familia. Por ver a alguien que no habia trabajado nunca. Suspire sin saber que decir y le escuche. Lo siguiente que dijo se me clavó, me dolió, nadie nunca me habia prohibido algo, ni me habia odiado como el. Me sentia mal¿por que me sentia tan mal? Los angeles estabamos hechos para ser amados, ¿por que tenian que odiarme tanto? No hacia nada con mala intencion. Mire al suelo arrepentido decidida a darles mis ropas, pero cambie de idea, en la calle hacia frio, no podia desacerme de todo sin mas. Comenzó a hecharme y al ver que mis bolsillo estaban vacios salí con una parte dentro de mi destrozada. Pero antes de irme le mire seria.
-Volvereis a verme, me vereis, y cuando lo hagais, cuando vuelva os pagare lo que debo y mas. Lo juro.
Dije sintiendo bastante pena por ellos. Diciendo aquello me mache

Aunque no podía sentirlo porque no tenía nervios, un escalofrío le recorrió la espalda al escuchar al ángel diciéndole cómo lo exterminaría para siempre. No era muy agradable, pero que se le va a hacer... Era su trabajo. Por el contrario, esa criatura no parecía saber mucho del mundo de los muertos porque pensaba que Mortis querría matarla sólo por ser ella un ángel y él un demonio... ¿Por qué será? Él no tenía intención alguna ni motivos para matar ángeles, no tiene una enemistad natural con ellos. Las enemistades se la forjan las personas en su vida, con cualquiera sin importar su raza.

Pero no pudo llegar a contestarle porque unos pasos se escucharon por el pasillo. - Mierda! El demonio... ¿Que hago?- Rápidamente miró hacia todos lados buscando un escondite. No podía salir, pues se encontraría con él, y no podía tirarse por la ventana. Solo quedaba esconderse en esa habitación y encontró un lugar acorde para hacerlo: El espacio que había debajo de la cama.
Rápidamente se arrastró abajo de la cama cuando la puerta de la habitación se abrió y el demonio entró. Podía escuchar su conversación, pero afortunadamente no tenía presencia que pueda ser sentida... él era como un objeto más en esa habitación, un conjunto de huesos y nada más. Si alguien miraba debajo de la cama, solo se encontraría con un cadaver viejo e inmóvil.

El demonio hablaba de una Guerra, una en el territorio llamado Asbru... parecía ser muy terrible y la única manera de terminarla es que una de las tribus domine a las otras. Se oía muy grave el asunto pero no tenía idea de qué pudo haber desencadenado tal hecho.
El trato del ángel con el demonio era extraño, no sabía qué estaba pasando pero no le agradaba. Finalmente se estaba convirtiendo en un ser impío cada vez más y comenzó a pedir sangre, eso no era nada bueno. En ese momento el demonio se recostó sobre el colchón, el cual presionó un poco más a Mortis contra el suelo... Vaya suerte.

Los minutos seguían pasando y se oían extraños sonidos... algo pervertidos. El no-muerto hizo una mueca de asco al imaginar qué chanchadas estarían haciendo esos dos, no quería ni pensarlo. En ese momento ella dijo que ya estaba el asunto de la sangre... ¿En serio? ¿Acaso tomó sangre del demonio? Eso podría ser ventajoso para romper el contrato o incluso deshacerse de él... debía de cuidar muy bien esa sangre y no dejar que se seque. Pero lo malo venía ahora, pues tenía que aguantar así toda la noche si pensaban dormir allí... Oh no... ¿Acaso dormirían juntos? No podría soportar toda una noche de un colchón moviéndose de arriba a abajo sobre él, al compás del sexo y mucho menos los gemidos que soltarían aquellos dos seres. Preferiría estar muerto... Oh mierda... ya lo está.

Finalmente, el silencio reinó en la habitación y pudo ver al ángel acostada en el suelo, al mismo nivel que él. La observó toda la noche, y por primera vez sintió lástima genuina por ella. Quizás al verse obligado a pasar la noche mirándola, se acostumbró a ella. Por fin, la noche pasó por completo.

Al parecer su habilidad Gris había funcionado demasiado bien, pues él pasó como un simple costal de huesos feos y ella se olvidó por completo que Mortis estaba escondido. Salió de la habitación y bajó a verse con el posader. Por su parte, el muerto vivo hizo lo mismo y la siguió con sigilo, cuidando de que realmente el demonio no estuviera allí... ¿Podría ser posible? Su suerte estaba cambiando... Por un momento pensó que nunca se libraría de aquel demonio y ahora la estaba dejando completamente sola!! Era la oportunidad de hablar con ella libremente, pero primero escuchó su conversación, aún escondido.

Las palabras de ambos llamaron la atención, poque estaban hablando de cómo llegar al Puño de Hierro. Por fin, era lo que necesitaba... pero no tenía el séquito de guerreros que estaba buscando en esa posada, sólo un medio ángel, medio demonio... ¿De qué podría servir? No sabía si invervenir en la discusión, pero finalmente al ver que lo necesitaba, un rayito de bondad lo alcanzó... o mas bien era el reflejo de una moneda de plata que tenía encima.

- Posadero, yo pagaré la cuenta de la señorita, considérese satisfecho y permítale la entrada nuevamente si es que lo necesita, trátela con respeto.- Dijo todo eso cuidando de cubrirse bien con la vieja manta sucia de siempre. Dejó la moneda de plata encima de la barra y salió de la posada siguiendo a la chica, siempre por la sombrita.

[Post de cierre]

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