De vuelta.

Nada mas llegar a la ciudad me dirigí al medico mas cercano para que me mirase el brazo, mire a Kakita un momento.
-Ahora estas a salvo puedes coger el camino que tu mismo elijas, y ahora me voy al medico antes de que este brazo se me caiga a cachos.
Sparky asome brebemente de entre mis barbas para tomar algo de aire, la gente no esta acostumbrada a ver dragones por la ciudad, aunque sean solo crias

Llegaron a la ciudad sin dificultades, pudiendo ver ahora la pobreza y suciedad de la capital enana, que no hace muchos años atrás había alcanzado un nivel de riquezas muy alto, de los mejores de su historia. Parece mentira que en tan solo diez años haya decaído tanto que sus habitantes deben rogar por comida para sobrevivir.

-Muchas gracias señor-Le ofrece una reverencia muy profunda- Le debo mi vida, sin usted yo hubiera muerto de frió, de hambre, por algún animal o todo eso junto a la vez- Se puso algo triste, pero se obligo a sonreír al herrero. Miro a Sparky y sonrió de veras. - Voy a extrañarlos a ambos...Aunque no se adonde iré, aun no encuentro el castillo que estoy buscando-El medico se hizo presente mientras hablaban. Miro con cara de pocos amigos a ambos, haciendo un análisis rápido a primera vista.

-Tu-Señalo al herrero- Siéntate en la silla. Y tu niño-Señalo al humano- Te acuestas boca abajo en la camilla-Lo primero que haría el enano es curar a su hermano titanico, luego se encargaría del humano que parece poseer heridas mas ligeras.

-Doctor debo decirle que no tengo mucho dinero para pagarle pero si puede darle a cambio de los servicion uno de los Wuargos que caze anoche, su carne le proporcionara alimento y su piel abrigo, creo que es un buen trato.

Espere la respuesta del medico mientras metia la mano en la barba para acariciar a Sparky, me sente donde me indico paciente, mire por la ventana y observe el panorama.

-Cualquiera diria que Odin se a olvidado de nosotros...

El medico tomo algo de agua tibia y baño el brazo del enano lentamente con el agua, para después tomar una pomada y untar esa pomada en las hojas de sauce, una vez hecho eso coloco las hojas alrededor del brazo del enano, cubriéndole completamente el brazo. El primer contacto le pareció gelido, pero no puede negar que es absolutamente relajante.

-Estas mordido y prendido fuego, su tu cría fuera mas grande diría que te mordió tu propia mascota. Recuerda esto, los dragones son dragones, no son mascotas.- Luego fue con el humano, al cual le hecho agua tibia, pero mezclada con un polvo que hizo que el agua se volviera algo blanca, como si fuera agua con arena.

-Este crió tiene la piel mas suave que mi hija.-Dijo sorprendido mientras se daba la vuelta para mirar al herrero.

-Las pieles y la carne en estos momentos valen tanto como el oro. No se que paso, pero Muradin esta enojado, tal vez porque solo estuvieron juntando oro y oro, nada de guerras ni acciones heroicas, puede que nos este empujando a retomar el camino guerrero...Nunca mejor dicho con las noticias que llegan del oeste-El viejo se unió al herrero y miro por la ventana, miro con tristeza y enojo.

-Si no fuera tan viejo marcharía a luchar en el oeste, prefiero morir peleando que morir sucio y de hambre como esos-Señalo a los que afuera se preparan para ir a rogar por alimentos al castillo en el corazón de la montaña.

-Guerra... eso es dinero para mis oídos... si llevo mis mercancías puede que la gente recuerde el poder de la herrería titanica, puede que hasta se reactive nuestro comercio y recuperemos la antigua gloria... ¿suena bien verdad...

Mire a Harusame y sonreí.

-Puede que el destino me llevara hasta ti, tienes la opción de ver mundo de convertirte en un espadachín de renombre, en estos tiempo hacen falta héroes y tu tienes madera, as sobrevivo al frió y las bestias, ¿quieres probar de que madera estas echo?

El medico quien observa hacia afuera por la ventana decidió compartir su opinión con el.

-Muradin nos hizo artesanos y guerreros, Odin nos enseño a usar esas armas y nuestro valor en la batalla, esta es nuestra vida. Tus armas serán apreciadas por ellos y mas tus conocimientos. Pero es imposible saber que locuras podrian hacer allí. Claro que el que no arriesga no gana. En una guerra el acero y el alimento aumentan su costo el triple o mas, por lo que puedes hacer un muy buen negocio.-Tras compartir sus ideas se acerco al enano y le puso unas vendas sobre el brazo.- Para mañana estarás mejor, te aconsejo lavar esa zona con cuidado, y darle aire una par de veces al día-Al terminar con el enano fue con el humano, al que le lavo la espalda y se la seco con cuidado.- Listo, no duermas de espaldas durante al menos 3 días, para ese entonces ya no sentirás dolor alguno.-En poco tiempo el anciano dio a cada uno de ellos una solución rápida y efectiva.

-Muchas gracias señor- Respondió Harusame antes de hacer una reverencia y volver a vestirse. Al escuchar al herrero se sorprende, creyó que Golpeferreo lo que mas quería es deshacerse de el, sin embargo, le ofrece todo lo contrario, no solo a permanecer juntos, sino hasta el luchar codo a codo en estos tiempos que corren.

-Señor Zephas...-Se sonrojo al hablar- ¿Cree que yo puedo ser un guerrero de renombre?-Le mata la curiosidad, ademas, aun tiene que encontrar el castillo con ángeles nevados, y solo podrá encontrarlos viajando por el mundo.

Mire a Harusame y sonreí.
-Has sobrevivido a la tundra y a guargos, incluso mataste uno, si ten entrenas seras un gran hombre y un mejor guerro.
Agradeci los cuidado al doctor y como prometi le entregue uno de los wuargos.
-Chico voy a prepararme para ir asi que ven conmigo o quedate pero elige rapido.

Lleve los wuargos a un peletre y a cambio de su carne le pedi que hiciera un abrigo con su piel (si haru viene otro para el) y el ultimo wuargo lo cambie por raciones de comida para el viaje, no sin antes quitarlas las garras de las patas delanteras, si atravesaron mi armadura podrian ser utiles y antes de partir reparo mi armadura en una forja y si haru me deja runificar su karata con la runa ignea.
Tras los preparativos marcho a la aventura

El chico mira al herrero con nerviosismo en sus ojos, las palabras de una persona mayor que ademas es un maestro de armas significan mucho para el. Apretó los puños y se digno a escuchar con valentía el juicio que dará Zephas sobre su conducta y virtudes, tanto como persona así como de guerrero. LA sonrisa se dibuja de inmediato en sus labios al escuchar hablar a Golpeferreo, habla tan bien de el que el rubor en sus mejillas se hace aun mas visible que antes. Inflo el pecho sintiéndose un hombre, o algo parecido a un hombre mientras el herrero le entrega la paga al anciano por sus servicios.

-¡Voy!-Exclamo con fuerza, respondió sin pensar y el volumen de su voz se le escapo de control. Se acerco al medico y le entrego una moneda de plata por sus servicios y salio rápidamente tras su compañero, y tal vez posible mentor.

Salieron de ese centro medico y fueron hacia un peletero para que les hiciera abrigos para ellos, lo cual tomo un buen rato. La idea de que le paguen con la carne del huargo le vino bien, tanto así que el hombre trabajo con toda su familia para tener todo listo y rápido. Su esposa, su suegra y sus hijos ayudaron al enano peletero en su trabajo. Después de muchas horas de trabajo entrego los abrigos para Zephas y Harusame.
Pasado el terminaron descansado en el hogar del herrero, donde tuvo unos días mas para reparar su equipo y mejoras el de Harusame. El chico uso parte de su dinero, casi todo en comida y otros suministros necesarios para viajar, y luego si, después de casi una semana de preparación partieron hacia las tierras de Asbru, desconocidas para el chico nacido en La Dinastía del Dragón.