En presencia del rey

por **Milo Matisse** Dom Oct 11, 2015 2:32 am

Milo abrió los ojos y lo primero que vio, sin pensar en nada más, fue el techo de la pequeña habitación de invitados del castillo de Sir Logan. Permaneció unos minutos en la cama tendido mirando el techo, tratando de recordar los últimos acontecimientos. Pudo notar que era de día, pero no podía determinar cuánto había pasado desde que se durmió. ¿días? ¿semanas? No sabía y no quería saberlo, no le agradaba la idea de estar descansando tanto tiempo. Le dolía la cabeza. Se trató de sentar en la cama y repuso sus músculos. Luego se sentó, se vistió con sus ropas roídas y sucias, y se dirigió hacia la puerta. Helrim, su compañero enano, yacía como un tronco muerto en la cama. Sus ronquidos podrían descomponer hasta al más grotesco ogro. No quiso despertarlo ni molestarlo, sonrió y abrió la puerta. La luz del sol lo cegó por unos instantes, era un bello día. Frío y nevado, pero un bello día. Se podía respirar aire puro, el aire de la nieve recién caída en la hierba. Realmente limpiaba sus pulmones, le reanimaba. De inmediato estaba completamente despejado y despierto, listo para una aventura. Sonrió, volvió a respirar más profundo que nunca, llenando sus pulmones, y salió a dar un paseo por alrededor del patio. No quiso alejarse mucho, pues no quería entrar sin querer en zonas del castillo privadas. No debía olvidar que era solo un huésped en ese lugar. Por el momento, no vio a nadie mas. Solo el estaba caminando por ese hermoso jardín.

por NPC Lun Oct 12, 2015 1:09 pm

Se hizo casi el mediodía en el sur del Puño de Hierro y los alrededores, un día más del montón, mucho trabajo y no mucha gente para hacerlo, pero aun así no se bajan los brazos en ese territorio orgulloso de personas férreas y leales a los suyos. Algunos de sus habitantes durmieron muy tarde la noche anterior, y desconocen que importantes acontecimientos están por suceder.

Milo despertó casi en soledad en aquella habitación que le da cobijo y refugio, el enano a su lado duerme profundamente a pesar del ruido proveniente desde el trabajar del castillo. El joven debería recordar que ese día Albart prometió presentarle al rey del castillo, Sir Logan, en tiempos pasados caballero, ahora rey, el mismísimo soberano es quien tendrá a Milo cara a cara ese día bajo la promesa de Albart ¿Qué promesa? Eso es algo que se desconocerá incluso mucho tiempo después de haberse recitado dicha promesa.

En la cocina del castillo se prepara una gran cantidad de comida, se alimenta allí a los soldados, también a los visitantes del rey y a veces a los residentes permanentes de la fortaleza. Otros limpian para que no sea grosera la visión que tienen tanto los residentes como los visitantes casuales del castillo donde residen ya sean permanentes o no. A pesar de ser una estructura ideada y construida con propósitos militares se intenta mantenerla en limpieza y orden.

Al andar Milo por el patio interior del castillo noto mejor la noche anterior el ambiente refrescante de dicho lugar, bastante agradable y nada agresivo para una persona joven y saludable para él. En su tranquilo paseo fue saludado por algún que otro soldado o plebeyo que en las cercanías se encuentra trabajando en dicha zona. Al ser prácticamente el mediodía no hay tanto movimiento por allí, la mayoría se prepara para comer y descansar un poco antes de continuar con lo que resta de su jornada.
Al rato de andar deambulando por la zona llamaron la atención de Milo, un joven soldado ataviado con ropajes de cuero y armas ligeras le dio alcance y logro ponerse a su lado.

-Buenas tardes joven invitado, si no estoy equivocado Sir Albart lo espera en la entrada del castillo para reunirse con usted ¿Esta listo para ir a su encuentro o prefiere que le envié otra clase de respuesta? -El soldado le informa y le recuerda a Milo que el caballero y hombre de confianza del rey Logan lo espera ese día para llevarlo frente al rey del castillo y presentarlo como si fuera alguna clase de invitado de honor, pero claro que queda en el joven Milo el aceptar o no dicha invitación.

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