Manto Frio +18

Cuando la noche se encontraba presente en el oeste de aquel ligar al cual la pequeña Chiara reconocía como su hogar, las estrellas se ocultaban a sus ojos tras nubes grisáceas, el alma de la joven se encontraba un tanto quebrantada pues la pesadilla de siempre le había despertado en noches como esas, aquella que le hacía desear haber estado ese día en el lugar correcto para morir o ayudar mas no había lamento que sirviera de algo, todo a final de cuentas ya se encontraba en el pasado.

Se coloco su capa carmesí y salió de su habitación, aun era de madrugada esa hora muerta donde no se encuentra ni un alma al caminar por los pasillos, claro están aquellos que cumplen su función de vigilar, mas ellos aun siendo seres con aliento y vida no parecen más que estatuas de aquella decoración que a esas horas parecía lúgubre ante sus ojos colmada de sombras y frialdad, la sensación de vacío en aquel lugar le hacía apresurar sus pasos cual pequeño cuando es mandado a la cama sin ningún tipo de iluminación corre tratando de que seres invisibles y aterradores no le alcancen y finalmente sube a su cama en un salto sintiéndose refugiado, pero en este caso su refugio era el exterior.

Sus pisadas aparecían en aquel silencio un ligero crujir, pero no importaba, no deseaba ser sigilosa, solo deseaba despojarse de lo que sentía, la luna parecía compadecerse de aquella figura casi espectral regalándole un rayo de luz por entre las nubes, no se podría negar que quien la viera en aquel momento y no le reconociera bien podría asegurar que quizás fuese un espíritu de los caídos cerca de la región en el pasado. No llevaba un rumbo fijo pareciera que sus movimientos eran automáticos podría decirse que parecía no haber despertado del todo y era víctima de un sonambulismo incompleto, su alma aun seguía intranquila y sus pensamientos se encontraban volátiles.

No se había alejado mucho de aquel recinto que por las mañanas le traía paz y tranquilidad, y con la mirada encontró un buen sitio donde descansar aunque realmente no sintiera cansancio alguno, aquel tronco grueso pero ya seco, en su momento pudo ser parte de un majestuoso y grandioso acre, mas ahora solo era un recuerdo de lo que fue, tomo asiento con sumo cuidado y deslizo por la corteza rugosa de aquel su dedo índice, un largo suspiro se hizo presente y sintiendo un nudo en su garganta que quería explotar llevo sus manos a su rostro, y poco a poco dejo escapar aquel sentimiento en forma de lagrimas, cada una hacia hogar en sus mejillas lentamente, mas esta las sentía cual fuego ardiente quemando en su interior, poco a poco el llanto se hizo más sonoro sin poder esta evitarlo su corazón le pedía a gritos desahogarse para poder continuar, y así prosiguió dejando salir cada sentimiento  a forma de sollozos y lagrimas, mas enseguida cuando sintió aquello necesario se privo de llorar y limpio su rostro con su diestra volviendo a suspirar y esta vez negando a si misma por su actitud tan infantil, o al menos así la veía esta.

Quedándose ahí , no quería volver a los muros por un momento, decidió que esperaría con total calma y serenidad a que el amanecer llegara como tantas veces lo había hecho en soledad desde su ventana, y después fingir que su noche fue tranquila y esplendida, sin contratiempos y con muchos sueños maravillosos que ya no recuerda. Sentada ahí lejos de todos en soledad y armonía con lo que le rodeaba recordó apenas fugaz aquella ocasión donde por primera vez sabía que había encontrado un hogar aunque en ese momento solo era una herramienta, y aunque ella así se consideraba en esos momentos en ocasiones había palabras que le hacían sentirse como algo mas, pero seguro solo era su imaginación que divagaba una vez más cuando la noche cubría aun con su manto frio a Asbru

Noche fría en el oeste, aunque no es nada fuera de lo habitual, después de todo están en verano y es fácilmente soportable para los que están acostumbrados a dicho clima nórdico. Lans regresa de hvítt hálendi en plena noche de suave nevada, ya está curado de sus heridas las cuales casi le causan la muerte, y no quiso quedarse a reposar en dicha villa cercana a la capital del oeste, sus hombres, el pueblo y su padre necesitan verlo para quitar de sus mentes cualquier preocupación sobre su salud y su persona. Al acercarse al castillo hay más ruido de lo habitual, pero por orden del príncipe no suenan las trompetas ni los bombos, tampoco los gritos de los anuncios ni nada por el estilo, es la madrugada y planea dejar que la gente duerma en paz y tranquilidad mientras pueda hacerlo.

-Bendito seáis mesnadas honradas y fieles, ustedes que guardad el sueño y justo descanso de las buenas gentes de Asbru.-La voz de Lans si se escuchó por todo el lugar del mismo modo que los cascos de los caballos y el andar de los soldados y caballeros que han vuelto a casa luego de la rápida y violenta escaramuza contra los enemigos de la región norte. Traen además de sus propios cuerpos unos pocos rehenes que lograron capturar al finalizar la batalla, entre esos rehenes esta nada más ni nada menos que la líder del ejercito enemigo que los ataco en esa ocasión, una de las hijas del Khan llamada Aravir. Desmonta el príncipe de su negro corcel y luego de los saludos y felices reencuentros empieza a caminar por el patio interior del castillo saludando a sus conocidos. Sube a las torres para saludarse cara a cara con los vigías y recibir sus felicitaciones por haber vencido en la batalla de un modo tan contundente para después volver a bajar y seguir caminando de un lado a otro entablando conversación con las buenas gentes del castillo, lleva de ese modo una confianza y una paz mucho mayor de la habitual al saber que él está allí para responder por ellos en cuanto sea necesario.

Se mantiene el príncipe del oeste de Asbru yendo libre de un lado a otro, ha ordenado que no se le avise a su padre de su llegada ni a nadie que estuviese descanso por esas horas en el castillo ya que ve innecesario interrumpir el descanso. Entrega sus armas y su armadura a sus vasallos para que se las lleven al herrero del castillo, el arma está bastante bien pero a la armadura le hicieron un tremendo agujero en la zona del pecho que debe ser reparado, aunque lo más probable es que fundan la armadura y con ella hagan nuevo acero para una nueva armadura de metal.  Deambula por allí el príncipe del oeste con camisa blanca manga larga de lino y un chaleco de cuero marrón buen trabajado, unos pantalones marrones de cuero y sus botas de cuero duro del mismo color completan la indumentaria del heredero de Beld Tartare. En su andar le pareció visualizar a una mujer medio escondida entre las sombras, eso le llama la atención, aunque no sabe si es exactamente una mujer y si justamente se está escondiendo, no tiene la vista tan aguda Lans y menos de noche, por lo que se acerca hacia ella para poder cerciorarse de lo que sus ojos ver y entender mejor que es la verdad de lo que sucede con dicha persona a esas horas en dicho lugar.

Había odiado muchas veces su posición de alguna forma, odiaba cuando las ordenes la limitaban y le hacían desear desobedecer, pero, nunca antes había deseado más poder tomar sus propias decisiones y desobedecer, que mas daba al fin lo hecho esta y no hay sortilegio que permita regresar el tiempo, y ella no gustaba de ser infiel a quienes consideraba su familia.

No se quejaría mas, dejaría de comportarse como una pequeña, se sentía su corazón palpitar en la sien después de aquel llanto liberado, sus ojos se encontraban irritados por la misma situación , las mejillas de Chiara se notaban rosadas por el frio, sabiendo que si entraba encontraría calidez en su habitación también bien sabia que encontraría de nuevo la fría soledad y oscuridad del lugar y aunque ahí era igual de oscuro le resultaba menos tétrico y su mente se podía ocupar de otras cosas como el aroma de la madrugada, y los sonidos que causaba el silencio, silencio el cual fue acecinado en cuanto el eco de una voz conocida se hizo escuchar un poco retirado de donde ella se encontraba, su corazón palpito aun mas rápido y entonces una sonrisa apareció en sus labios mas no giro a buscar al dueño de aquella voz, no por no querer verle si no porque pensaba que esta había sido una alucinación producto de su estado anímico.

Volvió a hundirse en sus pensamientos mas , el silencio desapareció de nuevo al escucharse unas pisadas a su espalda, miro de reojo y coloco su mano en el mango de espada, en un movimiento casi invisible, se coloco de pie y giro buscando con la mirada y encontrando ahí aquella figura, aquel hombre por el que canto a manera de rezo mil plegarias, se quedo un poco paralizada cosa común cada que volvía a encontrarle, le miro directo a los ojos mas después desvió la mirada sintiéndose no apta para aquel privilegio, dio un par de pasos a donde él, hizo una leve reverencia y permaneció ahí sin decir nada , mas su interior se regocijaba de alegría.

Ahí se encontraba el único hombre al que amaba en silencio, mas su amor no era como el de un hermano a otro ni como el de una hija a su padre o lazos de ese tipo, su amor era el de una mujer a un hombre, mas lo seguiría manteniendo en silencio, claro que con palabras esta nunca lo había expresado, mas si se entendiera el lenguaje de las acciones, bueno más de uno ya se habrá dado cuenta, y por esa misma razón se sentía enfadada consigo misma, por no poder haber protegido como es debido a quien tanto apreciaba.

-My Lord, yo… -

Fueron las únicas palabras que pudieron salir de sus labios, no sabía que decir, quizás “me arrepiento de no haber estado con usted”, “me alegro de verlo a salvo”, “me encuentro realmente de nuevo viva al tenerle aquí”, ¿Qué debería de decir?, su mente no le permitía pensar en algo.

No tiene intenciones de ofender ni de lastimar a nadie ese hombre, solo quiso sacarse la duda de que o quien estaba allí en el medio de la noche sufriendo el frio de la región sin que se le ordenase algo como ello, y se encontró de repente con Chiara que se pone a la defensiva de inmediato incluso empuñando un arma. La mira fijo el príncipe de Asbru, frunce el ceño como si estuviera por darle una reprimenda a la joven mujer delante suyo.

-No sé en qué estés pensando Chiara, pero definitivamente esa no es forma de darle la bienvenida a una persona, menos a quien se considera un amigo o parte de la familia, te hace falta aprender más sobre etiqueta y buenas formas ya que sobre espadas sabes bastante.-Tras esa recomendación con tono de reclamo ese hombre que tanto aprecia a esa mujer responde la reverencia de la dama acercándose también el hacia ella, atreviéndose a acercar sus manos y tocar allí las mejillas de la joven guerrera que demuestran claramente que sufren del frio y de lo que este causa sobre la piel. Le acaricia un poco las mejillas al rodearlas con las palmas de sus manos y después sonríe.-También debería darle clases de supervivencia, parece ser que se le ha olvidado que no se debe pasar frio ni cansancio innecesariamente ¿O acaso está esperando aquí a su enamorado y yo estoy estorbando?-Bromea un poco con ella aunque su tono sea algo poético y bien educado al hablar, desde que conoce a Chiara jamás le ha conocido algo así como alguien a quien aprecie como hombre, siempre son compañeros, amigos o superiores, pero jamás supo de que tuviera un lio amoroso con nadie ni tampoco una relación de amantes. Escucha a la señorita delante suyo que parece querer hablar, aunque lo hace en un tono muy bajo como para entender del todo lo que dice.

-No puedo entenderte Chiara, si no me hablas más fuerte no puedo escucharte bien, tantos golpes sobre mi cabeza en todos estos años me han atrofiado por lo visto el buen oído.-Eso no es para nada verdad, pero de verdad que no puede entender lo que ella quiere decirle si balbucea en vez de hablar fuerte y claro cómo debe de ser.-Debo confesar que me siento un poco desilusionado por este recibimiento, esperaba una sonrisa de su parte, un grito de felicidad, un abrazo o un beso, algo más emotivo.-Cierra los ojos y su rostro se vuelve en tristeza, expresa muy bien el rostro de alguien que está dolido del corazón, aunque en realidad solo está jugando con esa mujer que duda mucho pueda ver a través de la gran interpretación de Lans la cual es digna de un actor.

Como podía siquiera intentar resistir a aquella expresión que la joven vio en el rostro de su señor en cuanto alzo la mirada, el rostro triste y dolido de ese hombre a quien tanto esta amaba, de inmediato y actuando sin que ella siquiera se diera cuenta sus manos se dirigieron a el rostro de Lans y lo acaricio con delicadeza mirando a sus ojos, dedicándole una sonrisa cálida.

-Solamente, no me sentía apta para poderte verte a los ojos, mi corazón se regocija sabiendo que estas bien y a salvo, no soportaría perderte-

Hablándole de tu como pocas veces anteriormente lo había hecho confesaba el por qué se había quedado paralizada ante su presencia, mas después de decir esto y al tomar las palabras anteriores de este como un permiso para hacerlo esta le abrazo apegándose por completo a él y cerrando los ojos escuchando su corazón palpitar, no se apresuro para nada en deshacer ese abrazo, y de nuevo una lagrima rodo por su mejilla pero esta vez era de alegría, sentía más calma ahora que él se encontraba ahí.

-Si por mi fuera haría de tus brazos mi hogar, me gusta sentir el calor de tu cuerpo-

Soltó al aire y sin darse realmente cuenta de lo que acababa de decir siendo llevada por sus emociones, así que en cuanto se percato de las palabras que habían salido perfectamente entendibles de sus labios dejo de abrazarle y se giro pues sabía que su rostro se encontraba sonrojado, mas no por el frio si no por sus acciones.

-Yo, realmente me arrepiento de no poder haber estado ahí y evitar que te pasara algo pero las ordenes fueron claras, mas ahora te lo juro no dejare que suceda de nuevo, mi corazón no soportaría de nuevo estar en la incertidumbre de tu estado-

Suspiro lentamente y coloco ambas manos en su propio pecho, sentía la necesidad de decirle en ese momento aquello que por años había estado guardado mas mordió su labio inferior intentando con esto acallar sus pensamientos.

Si así lo quisiera Lans podría ser un gran manipulador, la forma de expresarse y el modo de cambiar el tilde de voz así como sus palabras siempre tan rebuscadas y perfecta para la ocasión le otorgan lo necesario para serlo si así lo quisiese, pero el solo bromea de ese modo, no le gusta engañar a las personas ni manipularlas a su antojo. Su actuación funciono a la perfección y Chiara se sintió muy culpable de no haberle recibido con más calidez como el se merece, pero en esas palabras también encontró el momento de dar su descargo y de liberar los sentimientos de su corazón. Toma al príncipe del rostro y hace que Lans abra los ojos y la mire, ella suele ser cariñosa y cálida, aunque las muestras de afecto rara vez las regala y las hace sentir como está haciendo en esos momentos de fría intimidad, aunque no en tanta privacidad al estar en el patio interior del castillo.

-¿Qué no te sientes apta? No me hables como si fuera un extraño Chiara, ya nos conocemos bastante y no me perderás, aún hay Lans para muchos años más-Lo último lo dijo sonriente como de costumbre, pero la sonrisa se le borro rápido de los labios al recordar que ya ha escuchado esas mismas palabras hace muy poco tiempo de boca de alguien más, de alguien muy importante para el…De boca de Risty. No cree el príncipe que Chiara tenga los mismos sentimientos por el que los que tiene la hermosa súcubo, pero claramente está haciendo algo mal si tiene a esas dos personas tan importantes para el así de preocupadas. Lo que vino después Lans no se lo espero nunca, pero tampoco hizo nada para negarse y no ayuda mucho a la mujer a separarse de el, de hecho se lo hace bastante difícil al responderle el abrazo y rodearla lo más que puede cálidamente, la aprieta contra el algo suave para minuto a minuto ir aumentado la presión de los mismos contra el cuerpo de la joven mujer haciendo que ambos cuerpos se peguen más y más, que el calor y la sensación agradable entre ellos dos crezca más y más.

-Tiene suerte bella dama de que mis brazos anhelan fuertemente tenerla como huésped permanente entre y sobre ellos.-Se ríe y le besa la cabeza a Chiara jugando un poco con ella de forma amistosa, puede que no haya sido lo mejor para ellos ya que ella opto por girarse, pero de ninguna manera se opuso a que los brazos de Lans la sigan mantienen como dulce cautiva. Nuevamente la sensación de dolor se le hizo presente fuerte en el pecho, Chiara vuelve a usar las mismas palabras que uso Risty la tarde anterior cuando el apenas recuperaba la conciencia lo cual le ha pensar que está haciendo las cosas de un modo algo errado si esas dos mujeres tan importantes para él están tan dolidas por lo que ocurrió el día anterior.

-Es increíble cuanto se parecen…Algo debo de estar haciendo mal si tanto tu como Risty me han dicho en dos ocasiones exactamente lo mismo, y voy a darte la misma respuesta que le ha dado a ella la tarde anterior a esta…Ordenes son ordenes, actualmente la vida del rey es más importante que la mía, y la mía será más importante que la del resto más adelante, y así sucesivamente.-No lo dice para nada alegre, lo dice serio más serio que cuando hablo con Risty ya que comienza a darse cuente de que algo está haciendo mal.-Y de seguro mi hija me diga lo mismo, y quien sabe quién más…-Aprieta a Chiara contra el pecho y espalda unidos como si fueran realmente dos amantes bajo el manto nocturno, donde el frio ya no existe para nada entre ellos dos a pesar de que nieve sutilmente sobre ellos.-Lo siento Chiara, intentare de que no vuelva a suceder, como dije anteriormente planeo vivir muchos años más, pero no usare una corona bañada en sangre de mis amigos, no usare una corona forjada con traición…No podía dejar morir a ese caballero delante mío sin interceder, ese hombre estaba allí por mí y yo estaré allí por él, y también lo estoy por ti…Estaré donde sea necesario por ti ¿Lo entiendes Chiara?-Tras la pregunta y dar sus argumentos de la clase de hombre y rey que quiere ser le besa la cabeza tiernamente a la mujer en sus brazos, y lentamente busca la mejilla derecha de Chiara para besarle allí también dulcemente en una acción que si alguien no los detiene no sabe dónde pueden ir a parar esos dos jóvenes que tanto se aprecian y cuidan desde hace casi una década.

Aquella situación era realmente inesperada y al mismo tiempo cautivadora para Chiara, quien no estaba acostumbrada a permitir aquellos actos de otros más que de Lans, el beso depositado en su mejilla hizo latir aun mas su corazón, tanto que inclusive podría decir que sentía que en algún momento saldría de su pecho, entendió sus palabras a la perfección, sabia de las obligaciones que este y todos los que nacen en aquella línea familiar tenían desde antes de nacer, un príncipe otorga bienestar a su nación y a los suyos, soltó levemente el aire de sus pulmones , como si estuviera soplando, entonces lo decidió, si por algún evento desafortunado Lans o ella misma en algún momento perecían esta no se iría con ese secreto a la tumba.
-Lans, quizás la Preocupación de Risty y la mía son parecidas porque…-

Entonces se giro de nuevo y miro a sus ojos con una ternura y cariño tan sincero como jamás había visto a alguien en su lida, humedeció sus labios y se dispuso a continuar hablando, sabía perfectamente la condición que tenia aquella súcubo a con Lans, y a decir verdad le envidiaba desde hace un tiempo, y sabía perfectamente que palabras y acciones acompañarían su siguiente dialogo

-Por qué, ella y yo sentimos el mismo tipo de cariño por ti, Lans, yo, yo te amo, no como guerrera, no como quien ama a su príncipe o rey, te amo como una mujer ama a un hombre, necesitaba que lo supieras-

Su voz era firme, se podía notar que no estaba jugando ninguna clase de broma, su mano diestra lentamente subió después de titubear un poco y acaricio la mejilla de Lans, le miro como si esta estuviera guardando en su mente una imagen de ese mismo momento solo para ella, y asi era, quería poder cerrar sus ojos y ver ese rostro justo como se encontraba en ese preciso momento, y bueno si ya había tenido el valor de confesarse después de aquel largo tiempo de espera se daría valor de nuevo, siendo Lans mas alto que ella esta se coloco en un movimiento rápido pero sutil sobre la punta de sus pies y acercándose a sus labios se detuvo a pocos milímetros de ellos.

-Discúlpame, mas no podía seguirlo guardando, no te pido me correspondas si no lo deseas, mas ahora siento mi alma más libre-

Eso lo susurro rosando sus labios, no le importaba si alguien le veía, en ese momento olvido toda aquella etiqueta y formalidades de el mundo en el que habitaban, solo estaban ella y Lans, lentamente volvió a pararse correctamente sobre sus pies y desvió la mirada, no pasaría nada malo, ella ya se había mentalizado ahí solo había dos opciones , ser rechazada o ser aceptada y si la rechazaban ella sencillamente fingiría que no ha pasado nada y continuaría con sus tareas y acciones de siempre, mas no moriría con el remordimiento de ser valiente para protegerle más temerosa para declararse.

No tiene idea Lans de que puede estar pensando Chiara, pero si está seguro que ella más que nadie reaccionara ante sus palabras. Chiara siempre demostró mucho interés por él, por sus pensamientos y por su compañía, por esa razón cree profundamente en que sus palabras serán tomadas con mucho interés por parte de esa héroe de su nación. Por supuesto que no comprende el cómo comienza su frase Chiara, ambas, ella y Risty son de suma importancia para el pero no tiene idea de cómo ellas podrían sentir y pensar lo mismo cuando no se han visto prácticamente nunca en la vida.

-ES prácticamente imposible que piensen y sientan igual, como decirlo, ella y yo.-Diría mas si no fuera porque la mujer en sus brazos se giró y lo miro a los ojos, obligo a Lans a mirarla también expectante, no desea interrumpir, pero sí que desea saber que quiere decir ella con las palabras que acaba de decirle hace apenas un momento atrás. La confesión que le llego después de parte de esa mujer tan querida para él lo dejo helado, completamente inesperada en algo inimaginable para su mente ya que jamás Chiara dio indicios de poder amar a alguien de ese modo tan común y carnal, tan sentimental. Se dejó acariciar manteniendo a la joven mujer en sus brazos mientras el mundo se mueve para el como si lo hubiera arrollado un titán. Ella se acercó a hablarle sobre los labios y el principio ni se inmuto, su cabeza todavía no entiende lo que acaba de ocurrir, no es comprensible que la misma Chiara que conoce hace una década se le está confesando así y ahora mismo.

-Me lo tendrías que haber dicho antes…Me hubieras ahorrado mucho sufrimiento, mucha soledad…Ahora las cosas son más difíciles…-Ella desvió la mirada pero el no, sus ojos solo pueden verla a ella en esos momentos, la ve años atrás, la ve allí mismo, también la ve en un futuro, y siempre están juntos, siempre.-No te disculpes, es innecesario…Pero siento que me ha dado una puñalada al pecho…Tan súbito e inesperado…-La contiene en sus brazos y cerca suyo, no puede evitar pensar en Risty, pero tampoco puede evitar en pensar en todo lo que ha estado haciendo en el último mes notando claramente como la necesidad y su solo nacimiento lo lleva a cometer actos que no le agradan del todo y que luego le dejan el amargo sabor del error.

-En otro momento te hubiera dejado sin aliento al darte el mejor beso de tu vida…Pero ahora pienso demasiado en Risty, y si bien se que ella me perdonara por ello no puedo decir lo mismo de ti…Estoy seguro que escuchaste del pacto que realice con las princesas Odas, una se casaría conmigo para obtener el apoyo de su país en este guerra, pero la mayor fue quien realizo el pacto por las dos entregándose también como esclava y amante para que no maten a su hermana menor, asegurando así que cumplirían con su palabra, algo que nunca hicieron, y algo de lo que me arrepentí luego…Me acosté con la mayor de ambos, un momento de lujuria…Pero luego no quedo nada, me sentí vacío ¿Entiendes eso Chiara? No sentía ni siento nada por ella, algo fácil de abandonar, fácil luego de volver a Risty, pero contigo es diferente, si pruebo el sabor de tus labios no podré olvidarlo, no poder dar marcha atrás, no me podre negar al albergar fuertes sentimientos por ti.-Revela a Chiara los planes que hubo en secreto con las princesas Oda y sus reinos, confiesa su verdadera relación con Risty y sus fuertes sentimientos por ella misma, sentimientos que desea en verdad liberar, pero de ser así no podrá negarse nunca más a Chiara, se meterá ella en lo profundo de su alma y no sabe Lans como puede terminar todo ese asunto tan personal y delicado.

Aun con su mirada desviada escuchando atenta cada palabra de su señor, cerró los ojos sintiendo conmoción por lo que este había comentado, las Odas y su pacto, Risty y el cariño que estos se profesan, analizo todo permaneciendo en silencio por lo menos un cuarto de minuto humedeció de nuevo sus labios, un tic que al parecer tenía cuando se encontraba nerviosa, y volvió su mirada a él encontrándose de nuevo con sus ojos, su expresión era seria mas sus palabras saldrían suaves y dulces de entre sus labios.

-Me hubiese gustado el poder ayudarte a salir de todo aquello , a que no sucediera, mas creo firmemente que la fuerza que nos rige no me había permitido tener el valor para esta confesión por una excelente razón, quizás todo estaba escrito para suceder así, mas no me justifico, tu siempre has sido mi señor, mi familia, y no quería que pensaran era una oportunista , mas ahora me siento cobarde, pues es lo que he sido ante esta situación todos estos años-

Una sonrisa apareció en su rostro, esa sonrisa que muy pocos conocían, soltó un leve suspiro y acomodo un cabello propio que había salido de su sitio, una ráfaga de viento helado llego hasta donde se encontraban mas esta casi no le percibió pues el calor que sentía entre los brazos de Lans era lo único que necesitaba como abrigo.

-Yo entiendo perfectamente tu situación, después de todo he sido tu sombra todos estos años, tu compañera y amiga, Lans sé que esto podría resultar un tanto cursi viniendo de mi, mas soy capaz de perdonar y aceptar lo que sea si es por ti, no puedo negar que los celos se apoderaban sutilmente de mi cada que un rumor de que te encontrabas con Risty llegaban a mis oídos estando en el pueblo, Lans lo que quiero decir es que no deseo que apartes a Risty de tu corazón , por que se es una injusticia ser egoísta de ese modo, si no poder ocupar junto a ella ese sitio, mas como lo dije antes yo podre continuar con mi vida como si nada hubiese sucedido aquí si es que tú me lo pides justo ahora, lo entenderé-

Sus palabras no eran las de la guerrera, la heroína como muchos le llamaban, sus palabras eran las palabras de una mujer, entregando su corazón sin saber sería aceptado o no , soltó una pequeña sonrisa de nuevo y un suspiro bajando poco a poco la mirada a espera de su respuesta, cerró los ojos y siguió esperando , quizás Lans no respondería nada por no desear lastimarle, esperaría un poco más si ninguna respuesta no llegaba esta se zafaría de aquel abrazo en contra de su voluntad y caminaría por aquellos pasillos hacia sus aposentos sin decir nada, esperaría al amanecer en silencio y nunca mas volvería a tocar el tema.

Se expresó Lans largo y tendido, la mujer en sus brazos se mantuvo junto a él con la cabeza escondida en el pecho de ese hombre que es su príncipe y señor, futuro rey, pero por sobre todo su amigo y su amado algo que ese hombre nunca se esperó saber. Cuando el príncipe hizo una pequeña pausa en sus palabras ella alzo la mirada y lo volvió a mirar seria, para después explicar por qué no había tenido el valor de decírselo antes, cuestiones personales y otras solo políticas al no querer ser una oportunista o aprovechada. Está en silencio Lans, comprende bien lo que ella quiere decir aunque le es difícil aceptarlo así como así.

-A veces pienso que he nacido con una maldición, lo que más he amado en la vida fue difícil de conseguir debido a mi estatus de caballero, ahora tengo el de príncipe, y nuevamente ocurre lo mismo. Risty no puede aspirar a ser mi esposa así como así, tengo las mil y un presiones de todas las partes de Asbru, incluso de las ajenas ya que es de importancia saber que es lo hago o haré…-Casi nadie conoce ese lado de Lans Tartare, el lado más humano y más de hombre común y corriente, el del hombre enamorado pero atado y limitado por su nacimiento, su familia y el lugar de origen. Chiara le sonríe pero Lans se mantiene serio, tal vez hasta dolido y preocupado ya que es un hombre muy pasional y no actuar o actuar cobardemente va en contra de sus principios y su naturaleza, por suerte ella vuelve a hablar y de ese modo el silencio no se apodera de ese momento tan importante y culminante entre ellos dos. Acaricia la espalda de Chiara mientras ella se expresa de tal modo que deja más duro que una piedra a Lans, son iguales, en su pensamiento y en su corazón Risty y Chiara son totalmente iguales en su pensamiento y sentimientos, ambas actúan igual, las dos dicen lo mismo incluso cuando apenas se han visto o han trabado alguna que otra palabra.

-Ustedes parecen hermanas gemelas…Piensan y dicen lo mismo incluso sin conocerse…Espero no equivocarme, porque no quiero que ustedes me odien…Risty acepto desde un comienzo el que yo tendría algún día una esposa de origen noble, ella viviría en las sombras como mi amante, pero tu Chiara…Tu podrías ser la solución a mi problema…No se cómo exactamente ahora, mi mente esta turbia, mi corazón inquieto y mi conciencia siento que se va a quebrar.-Tantas cosas juntas, tantos sentimientos que ese hombre no puede poner en orden…Lo hacen indeciso y lento, lo hacen otra persona. Ella sonríe y es como si hubiese iluminado a Lans por un instante, y entonces volviendo a ser el hombre osado que todos conocen le beso la frente a esa mujer y luego le beso las mejillas sutilmente, ambas mejillas, también le rozo los labios, bajo hacia el mentón y llego hasta su cuello siendo bastante apasionado y atrevido ya que están en un lugar al aire libre, con el viento y la nieve tocándole la piel y los cabellos. Humedece y lleva calor a las zonas besadas por él, saborea un instante el sabor de la piel de esa joven mujer a la que tanto aprecio tiene antes de tomarse un segundo para hablar.

-¿Necesitas escuchar mi voz? ¿O con mis sentimientos y accionar es suficiente Chiara?-Levanta la mirada al ejercer esas preguntas, pero sea lo que sea que responda la joven híbrida ya no hay vuelta atrás, ese hombre no la dejara huir de nuevo, no tiene más remedio que convertirse en su mujer.

El silencio le hizo temer, un miedo que nunca antes había sentido, mas escucharle de nuevo fue como una luz en la oscuridad que la trajo de nuevo a la vida, su mirada se lleno de sorpresa y gusto, su respiración cambio drásticamente ante aquellas palabras, mas aun no tenía una respuesta, fue entonces que los labios de su señor comenzaron a regalarle cariño a manera de besos, que sintió su corazón detenerse por un segundo, cerró los ojos apreciando aquella sensación mejor, su respiración era continua pero calmada, sus labios de nuevo tuvo que humedecerlos y trago saliva, sus ojos se abrieron justo cuando este volvió a hablar.

-No necesito más que tus acciones Lans, solo eso me basta justo ahora-

Su voz era tímida y tranquila, como nunca antes se le había escuchado, intento dar un paso hacia atrás mas los brazos de su amado le detuvieron, por primera vez se sentía tranquila, así era la vida , una ruleta rusa, no sabía si esto llevaría a una buena respuesta o no más aun así continuo y por ahora todo iba perfecto, sus brazos dejaron de sentir miedo y aunque titubearon un poco comenzaron a subir y terminaron rodeando el cuello de su señor cuidadosamente , se perdió en su mirar y ya lo había decidido no abría poder alguno que le aparta ya de él esa noche.

-Solo te necesito a ti…-

Menciono y un sonrojo apareció en su rostro, un sonrojo peculiar, se sentía una novata en esta clase de situaciones por que así lo era, quien le había intentado cortejar terminaba de una forma u otra topándose con esa barrera que ella misma colocaba, mas ahora no había barreras, no había más que la luna y la nieve siendo testigos de aquel suceso entre ambos.

El accionar de Chiara fue increíblemente tranquilo, a diferencia de Lans que es el que parece estarse jugando el todo por el todo y piensa, y titubea, y planea, y al final decide sentir para así actuar. Finalmente comenzó a besar dulcemente a esa mujer que mantiene en sus brazos, mujer que en silencio se deja hacer por el respondiendo a sus palabras de un modo muy calmado, permitiendo seguir a ese hombre que su accionar de besarle continuamente, cada vez más animado y deseoso de ella.  Va saboreando de a poco cada vez más del rostro de la joven mujer, en silencio le roza los labios con los suyos lentamente y humedece el cuello de la mujer a besos mientras ella lo rodea del cuello con sutileza perdiendo el miedo.

-Sera mejor que vayamos a mi habitación, será mejor así antes de que termine sobre ti entre la nieve, con el viento y las estrellas siendo testigos de nuestro acto amoroso, y de algunos curiosos más que no puede espantar la oscuridad.-Lo que dice Lans tiene sentido, sin van a continuar queriéndose llegara el momento en que las ropas las dejen de lado y lo más apropiado seria que en ese momento estén a solas. Le besa finalmente en los labios dulcemente, un beso corto que busca convertirse lentamente en algo más duradero y profundo de manera insistente. Sus manos acarician la espalda y la cintura de la joven mujer junto a él y la lleva entre besos y caricias hacia el castillo, guardando la compostura una vez están cerca de la entrada para que así no los vean los guardias estar tan animados y juguetones. Saludan los guardias respetuosamente así como Lans con una sonrisa y amabilidad charla con ellos un poco antes de continuar por el interior del castillo donde se encuentran con poca gente, a esas horas la mayoría duerme y los guardias están dispuestos en posiciones específicas, no por aquí y por allá en montones. No les tomo mucho tiempo el llegar hasta la habitación del príncipe, si bien no hay guardias apostados en la puerta de su habitación los hay en las entradas a los corredores, por lo que de todas maneras uno se cruza con ellos obligatoriamente si quiere acceder a su habitación.

-Esta es la entrada a mi habitación Chiara, si entras aquí te hare mujer, así que si por alguna razón no estás seguro de esto será mejor que huyas de mi ahora.-Advierte Lans a su compañera mientras le acaricia la cintura, supone que está de más lo que dijo pero no quiere que todo termine mal entre ellos dos por indecisiones o sentimientos contradictorios del uno por el otro.

Como era de esperarse la situación se torno amorosa, más allá de una simple caricia o beso, mas Chiara se dejo llevar pues estaba segura de lo que estaba haciendo, le siguió sin remordimientos aparentando ante los guardias, sintiendo un deseo dentro de ella el cual nunca antes había experimentado con tanta intensidad , cuando estos se detuvieron frente a la puerta de la habitación de Lans este le informo que sucedería un vez entraran , mas esta se sonrojo solamente y afirmo abriendo después aquella puerta y adentrándose a los aposentos de su señor.

Su corazón seguía latiendo rápido ahora que estaba ahí adentro aun mas, se giro y miro a Lans, esta con delicadeza bajo su capucha y desabotono su capa carmesí, casi nadie le había visto sin esta posesión valiosa puesta, la dejo caer sobre un sillón cercano a ellos, nunca entes había estado en esa situación más por impulso propio actúa, lleva sus manos a su cabello y quita el prendedor que le mantiene sujeto dejando su larga cabellera caer hasta su espalda media.

-Aquí estoy, solo para ti Lans-

Menciona dedicándole una sonrisa tímida sin dejar de mirar sus ojos, cuantas veces había soñado con este día, sueños que ella misma tacho de inapropiados, mas ahora no era un sueño, se encontraba ahí junto a él, sintiendo deseo real y al mismo tiempo miedo ante el descubrimiento de algo desconocido para ella.

Pasaron unos momento de intenso amor en el patio interior del castillo y luego por consejo de Lans ingresaron al castillo mismo llegando a la habitación del príncipe, pero no ingresaron en ella rápidamente, ese hombre le advierte a su compañera de que le hará el amor una vez entraran allí por lo que es esa su última oportunidad de arrepentimiento si es que puede sentir algo como ello esa joven mujer. Ella se forma valiente y decidida abre la puerta con sus propias manos e ingresa en la habitación sin dudar seguida de su príncipe y ahora amante quien cierra la puerta tras él una vez ambos ingresan dentro de la habitación. No hay prácticamente luz allí, hay velas para encender si así lo quisieran, pero Lans no se acerca a prenderlas, simplemente se acerca a Chiara quien se va poniendo más cómoda al quitarse la capa con capucha y al desatarse los cabellos. Él se quita las botas y el chaleco de cuero sintiendo el frio suelo bajo sus pies, aunque no le hará mucho daño al tener gruesas medias de lana puesta las cuales son muy acogedoras y hacen bien su trabajo de mantener cálido los pies de su portador. Tras las palabras de Chiara ese hombre se acerca y le devuelve la sonrisa a su compañera y la toma de la toma de la cintura de un modo más fuerte, algo súbito y dominante.

-Que afortunado soy... Pues, yo quiero que estés justo aquí solo para mi.-Afirma la decisión de ambos y juega amoroso con ella acariciándole la cintura con algo más de fuerza al ejercer un poco más de presión sobre el cuerpo de esa joven mujer, le hace sentir las manos de un hombre sobre su cuerpo, el de uno pasional y dominante. Puede ver a la perfección el cuerpo de su compañera estando allí juntos en la oscuridad, la cercanía se lo permite sin mencionar que lleva años de amistad con ella, reconoce bastante bien su figura prácticamente de memoria. Se acerca a ella aún más para besarle en los labios dulcemente como lo había hecho anteriormente fuera del castillo, pero esta vez su lengua poco a poco asoma en busca de la boca ajena tratando de encontrar la lengua de Chiara la cual es la compañera perfecta en esos momentos. Mientras rodea la cintura de la mujer y la besa va acariciando las piernas de la joven y también sus glúteos, comienza suave y se vuelve algo más fuerte la presión sobre el cuerpo de esa doncella guerrera a la cual trata dulcemente, pero que sin duda gustara de sentir manos fuertes y decididas sobre ella.

Sus ojos se acostumbraban a la oscuridad de la habitación más podía perfectamente sentir a su amado amante, estando tras la seguridad de aquellas paredes las caricias se hacen presentes, el le besa a lo cual ella corresponde permitiendo que su lengua se encuentre con la de el, rozando, entrelazado, haciendo una danza entre ellas, las manos firmes de Lans sobre su piel le hacen sentir de nuevo aquellos escalosfrios recorrer todo su cuerpo, esta sin dudarlo ya, le abraza y apega su cuerpo al contrario acaricia su espalda con sutileza y al mismo tiempo deseo, se muerde el labio inferior instantáneamente y busca acariciar la piel desnuda de la espalda de Lans al volar sus manos por su camisa sintiendo su calor y explorando todo lo que esta acción le permitía con sutil deseo.

El sentir las caricias de Lans sobre de ella, posesivas, fuertes y marcadas consiguen hacer que esta se deje llevar aún más, disfruta de aquel tacto que nunca antes había sentido, hacer el amor era un arte desconocido más sabía perfectamente que su principe le haría una artista profesional en esta bella rama, muerde ligera pero marcadamente el labio de Lans deseosa, sin apartar su cuerpo ni un segundo de el contrario.
Sus manos no se sacian con la piel que pueden tocar y esa desea sentir más de cerca el calor de el cuerpo de su príncipe por lo que estas mismas se encargan de retirar con cuidado la camisa de su amado y dejarle caer en el suelo de la habitación, busca con sus labios la piel de este y besa su cuello dando después una pequeña lamida en este.

El beso de Lans es tan dulce como profundo, Chiara se muestra tan activa como deseosa y como no estarlo, ella lo ha estado esperando desde hace ya muchos años y con el tiempo el sentimiento y el deseo creció al punto de ser insostenible. No separa para nada nada ese hombre sus labios de los labios de su compañera ni se lengua deja de buscar incansablemente la lengua de la ajena empujándola, atrayéndola, rodeándola, hace que esta suba y baje, movimientos ondulantes y otras veces más rectos pero continuos, muy dulces y profundos. El príncipe del oeste la sujeta fuerte de la cintura mientras le acaricia las piernas y los glúteos, es libre Chiara de utilizar sus manos como le plazca, y al parecer se ha decidido en primera instancia el acariciar la piel de su amado sin nada que le moleste en su cometido empezando por la espalda ancha de ese hombre que tanto ha entrenado su cuerpo, y que tanto se ha acostumbrado a la caza y al portar pesadas armaduras de acero. Empieza a perder parte de las ropas Lans gracias a las acciones de la héroe junto a él, se ríe mientras la besa y le aprieta un poco fuerte los glúteos, la nalguea en ambos glúteos y la sigue besando sin parar cada vez con más ganas. Se deja morder sin quejas, y le deja besar lo que ella quiera siendo el cuello de su príncipe amado lo que quiere morder y lamer en un principio.

-Es agradable y excitante descubrir que tras el semblante serio y alejado de la héroe hay una mujer tan amorosa y pasional, me excita muchísimo Chiara.-Trata de susurrárselo al oído mientras cola sus manos bajo los pantalones de la mujer para así acariciarle los glúteos piel con piel, presiona allí apretándola contra él mientras le besa y le muerde una de sus orejas sensualmente, metiendo su lengua dentro de la oreja de la chica moviéndola de modo juguetón para generarle cosquillas y excitación. La piel suave y cálida de su amante es reconfortante, y aprovecha de meter algunos dedos debajo de la ropa interior de Chiara jugando con la misma amenazando con quitársela en algún momento, pero para ello primero debe de quitarle el pantalón. Lentamente y de poco a poco va aflojando las ropas de la joven mujer, comenzara por quitarle las ropas que cubren sus piernas y su zona más sensible, aprovecha de paso para acariciarle los muslos frontales y le roza la ingle muy cerca de su sexo en el proceso dándole una leve idea de que tan bien la pasaran juntos en apenas unos instantes más.

El sutil juego entre aquel susurro y jugueteos con la lengua de su príncipe tienen efecto en ella provocando que un suspiro escape de entre sus labios, cada de vez siente más de ese calor embriagante recorrer su ser, se pregunta si el deseaba esto tanto como ella más no lo pregunta en voz alta quedándose con aquella duda solo para ella y nadamas.
Cuando sus gluteos son sujetos y con esto ella es más acercada a su señor puede sentir a la perfección la excitación que el esta sintiendo en aquel momento, esta no deja de acariciar sutilmente a su amado y permite que este le despeje de a poco de sus prendas inferiores ayudando con aquella tarea tranquilamente, la caricia que este le hace provoca que un nuevo suspiro escape de sus labios, aquellos tactos sobre su virginal piel le hace estremecer .

-Es igual de excitante para mi ver a aquel quién es mi señor, viril y como un hombre dominante frente a mi -

Susurra entre otro suspiro y pasa saliva puesto que sus labios se sienten deseosos también, una de sus manos acarician con cuidado sobre la ropa la hombría de su príncipe más después ambas manos se concentran en la tarea de aflojar sus ropas con cuidado y apresurada pasión.
Vuelve a abrazarle y acaricia su espalda, le besa los labios pasionalmente entre suspiros de deseo, acaricia su cabeza mientras le mesa colando sus dedos entre su cabello.

Los juegos de Lans y sus besos logran hacer suspirar a su joven dama, si ella se pregunta cosas estas de  seguro serán respondidas por su amante a lo largo de la noche ya que le drenara hasta la última gota de energía en ese acto sexual, y es seguro que el desee quedar agotado también hasta no poder más.  El sonido de sus labios y de la lengua al encontrarse y separarse se escucha claramente en el silencio de ese habitación, lo mismo va para la respiración de ambos y los sonidos de excitación que llegan levemente de un lado y del otro. Le va quitando prendas de a poco a esa doncella que le ayuda a que lo haga sin inconvenientes, le deja Lans solo la ropa interior pero aprovecha la oportunidad para acariciarle la entrepierna a su amanta por encima de misma sutilmente, remarcando luego con un poco de presión con sus dedos la forma de la vagina de la mujer hundiendo parte de la prenda íntima y uno de dedos débilmente en el sexo de su amada para que se humedezca con sus atrevidas caricias y toqueteos.

-Jajaja, todavía no has visto nada, pero mi virilidad está muy deseosa de dominarle mi hermosa doncella, así como yo que la deseo hacer mía en cuerpo y alma.-De ese modo responde a los comentarios de su compañera en lo que respeta al deseo y el dominio de esa íntima relación que están comenzando ellos dos allí mismo. La presiono más cuando ella le acaricio el pene por encima de la ropa, esa muestra de deseo siempre enciende a cualquier hombre en especial si este ya está de por si excitado y deseoso de su pareja. Mientras ella le desabrocha el cinturón y se lo quita el besa la cabeza de su querida Chiara manteniendo sus manos en la entrepierna de la mujer que de seguro estará en llamas al sentir por primera vez el toque un hombre allí tan directo y decidido a hacerle el amor. Ella le acaricia la espalda, lo besa y le acaricia los cabellos teniendo allí el torso desnudo y bien musculoso de su amado para ella lo toca apasionada y desesperada, tiene mucho para tocar y lo toca por todos lados algo que hace reír a Lans.

-A su edad y me recuerda a una jovencita que apenas descubre el amor, atolondrada e impaciente jajaja…Cuanta dulzura e inocencia mi bella y estimada dama.-Le hace bromas inocentes Lans sin malas intenciones, solo quiere remarcar la inexperiencia de su amante y la inocencia de su corazón tan valiente y bondadoso que poco y nada sabe de sexo. Muerde el labio inferior de Chiara tan lento como le es posible, lo presiona suavemente para acto seguido besarla y llevar las manos a la espalda de la mujer donde busca desabrochar sus ropas para empezar a quitar más prendas y de a poco dejar a su amada completamente desnuda tal cual llego al mundo.

-Tan cálida como el sol…-Le susurra mientras le besa en los labios y le acaricia el cuerpo detenidamente aprovechando y mucho cada toque y cada roce, muy feliz de tenerla allí junto a él.

Sus palabras le hacen sonrojarse de nuevo más eran ciertas ella era como una niña queriendo descubrir el mundo nuevo que era la intimidad sexual en pareja, no lo tomo a mal si no como algo real acercándose a su oído susurro -si, pero eso es por que me he guardado solo para ti, no podría ser de alguien más, además se que estas dispuesto a enseñarme lo que debo saber - una pequeña lamida en el oído de su amado se hizo presente. Sintiendo como su intimidad era presionada esta suspiro de nuevo y cerro los ojos sintiendo clara humedad en esta zona, poco a poco fue despojada de sus prendas quedando totalmente desnuda frente a su amado, sintiendo pudor ante el, un pudor que solamente esta en su mente pues permite que este le observé con ayuda de la luz de luna que se cuela en la ventana de la habitación.

Se acerca más a el y comienza ya quitar la ropa que resta de su príncipe, contempla con la mirada y se abraza a el de nuevo sintiendo un roce entre sus sexos, le beso lenta y pasionalmente, sin prisas, sintiendo el contraste de piel con piel logrando un ambiente delicioso entre ellos, deja de besarle y mira a sus ojos mientras acaricia su rostro con ambas manos.

Con sus palabras y su accionar ese hombre consiguió lo que buscaba y fue hacer sonreír a su pareja, no solo eso, también consiguió hacerla sonrojar al remarcar su dulzura y su inocencia como doncella que es, una doncella que pronto dejara de serlo por obra y gracia de ese hombre que no deja de acariciarle el cuerpo a esa mujer, de besarlo y de buscarlo constantemente con mucho anhelo y con mucho deseo amoroso y sexual. Ella habla y le lame el oído, el por su parte le despoja de más ropas comenzando por su ropa interior dejando la intimidad de Chiara al aire libre, luego le quito el sujetador a la joven mujer sorprendiéndose al ver el cuerpo desnudo de su amante iluminado por la luz de la luna.

-Vaya…Es sorprendente su belleza, no es que no lo haya notado antes, pero no entiendo donde tenía oculto sus senos…Tiene un tamaño bastante grande y jamás los había notado antes My Lady.-Hace demasiados años que se conocen y le parece raro a Lans jamás haber notado que Chiara esta tan bien dotada del busto. Acaricia los senos de la dama aprovechando la cercanía de ambos mientras ella le quita la única prenda que le queda de ropa la cual son sus calzones. Todo el cuerpo poderoso de Lans queda al descubierto para ella inclusive su parte más íntima y viril la cual luce grande y dura, deseosa de la mujer que esta junto al cuerpo de su dueño y que es la razón de tanta excitación y emoción. Al estar tan unidos el toque de ambos sexos no se puede evitar, el rostro de Lans se volvió el de un hombre excitado y busco lentamente los senos de su mujer para empezar a besarlos dulcemente tratando a Chiara como toda la doncella que es. La guía despacio hacia la cama a medida que le besa un seno primer y le acaricia la cintura y las piernas, luego cambia de seno para besarle y lamerlo levantando la vista, ella allí lo toma del rostro y se quedan mirándose unos momentos a los ojos como si el tiempo se hubiera detenido allí mismo.

-De alguna manera sabes que en parte te amo…Tal vez nunca pensé en ti como una mujer para tomar como una esposa ya que nunca me lo permitiste…Jamás me dejas verlo ni me habías dado esperanza de conseguirlo, pero estoy muy feliz de que me entregues tu vida Chiara, prometo cuidar todo ser lo mejor que yo pueda…-Sintió la necesidad de expresarse de esa forma ante ella cara a cara, mirándola a los ojos y teniéndola en sus brazos. Luego de ello apoyo en parte las rodillas sobre el colchón de la cama y lentamente fue acostando a Chiara en ella cayendo despacio sobre el cuerpo de su entregada amante para así una vez sobre ella llenarle el cuerpo de besos varios. Besos dulces, besos profundos, besos duraderos, besos cortos, besos apasionados y lujuriosos que van desde los labios de la mujer hasta su cuello, sus hombros, sus pechos incluso su vientre. Lans recorre con su boca el cuerpo de su compañera mientras sus manos acarician las piernas y luego la intimidad de Chiara manteniéndola caliente, deseosa y expectante. Le sujeta débilmente las piernas a su amante mientras le besa los muslos de modo remarcando y algo brusco volviéndose más tierno a medida que sus labios comienzan a tocar la intimidad de Chiara donde empieza a tratarla con besos suaves que se vuelven más remarcados. Al poco tiempo estuvo pasándole la lengua allí en sus labios vaginales hundiendo apenas la punta de su lengua en el interior del sexo de su amada penetrándola lentamente con su lengua que saborea por primera vez la intimidad de esa mujer, al fin se hace con el sabor de su sexo y de su excitación.

Ante él comentario de sus pechos esta ríe un poco y rasva su mejillla “estorban para las batallas así que los escondo “ responde y le mira, los besos y caricias guiandole hasta la cama de su príncipe no se hacen esperar y esta se deja guiar sin ninguna resistencia, sus besos en sus senos hacen que suspiros escapen de sus labios, dejándose guiar escucha las palabras de su amado -Yo sin duda alguna te amo Lans, y prometo ser la mujer que mereces y ayudar en todo lo que pueda para tus propósitos y planes, pues tu bienestar es él mío - Responde mientras aún mira sus ojos, dejándose recostar siente él olor de las sábanas de Lans y la temperatura de estas, admirando él cuerpo de su amado ahí presente mientras este le recorre con sutiles y al mismo tiempo fuertes y constantes besos y caricias, cada uno de estos le hace sentirse estremecida, lo que sentía le gustaba y esto era deseo y cariño por él, más las caricias a su intimidad provocaron aún más deseo, mordió su labio inferior y su corazón latio más fuerte, sus piernas se frotaban entre si, más este frote se detuvo en cuanto él tomo estas, y llego ahí en un recorrido de besos a aquella zona inexplorada por otras manos, sus manos se aferraron a las sábanas y sus ojos se cerraron mientras esta exclamaba un sonido de placer al sentir la lengua de su amado en aquella zona tan delicada, por impulso intento cerrar sus piernas más no se sentía de ninguna forma tensa.

Entregada a él en cuerpo y alma, sabía que pronto serían uno solo, sus manos de nuevo acariciaron los cabellos de su amado, la sensación que le inundaba ya era lo único que ocupaba su mente eso y su amado tomandole como su mujer .

Con el comentario de Lans en lo referente a los grandes senos de su compañera este le dio una respuesta digna de una guerrera. No hay muchas mujeres combatientes, o al menos no tan famosas y la mayoría suele usar ropas muy sueltas o como en el caso de Chiara de alguna forma ocultarlos o sujetarlos para que no les estorben en el combate.

-Entonces puedo decir que acabo de descubrir dos tesoros ocultos My Lady.-Y con esas palabras continuo en su cometido de besarle en los pechos a su mujer mientras de poco la fue recostando en el colchón de la cama donde ella quedo de espaldas con el encima suyo dándole mucho amor.-Ya verás que soy un buen esposo, estoy seguro que aún no se me olvido como serlo.-Es verdad lo que dice, es un buen esposo y compañero en lo que posición lo permita, porque sin duda hay hombres que cumplen mucho mejor con ese cometido, pero esos hombres no tienen las responsabilidades de un caballero como Lans, mucho menos las responsabilidades de un príncipe. De lo que es seguro que no se olvido es de cómo ser un buen amante, la forma en la que se maneja a Chiara en la cama es tan dulce como pasional, solo le hace sentir placer no otra cosa más que esa. No se ve a la mujer avergonzada mucho menos sufrir o no gozar de las manos y del cuerpo de ese hombre que lentamente y como todo un maestro degusta del placer del cuerpo femenino ajeno en su totalidad. La héroe empezó a suspirar y a gemir del placer cuando su amante empezó a lamerle y a besarle los labios vaginales y lentamente le fue introduciendo de a poco su lengua en su sexo hasta comenzar a lamerle por dentro. Usa sus labios Lans para chuparle los labios vaginales a su mujer y la lengua para lamerle y darle placer en el interior de su sexo para sumergirla así en un mar de excitación del que no pueda salir. Las manos sobre las piernas de la joven mujer sostienen, contienen y acarician allí para que estas no se sientan abandonadas. Conforme pasa el tiempo la lengua de Lans se vuelve más profunda en la intimidad de su amante y sus besos más profundos sobre la misma zona, y el atrevimiento de Lans avanza al mover su lengua de modo ondulante dentro de la intimidad de Chiara buscando los puntos más escondidos y sensibles que puedan explotar todo ese deseo y excitación en su amante de tal modo que la vuelva loca del deseo y del placer. Para hacerlo mejor sus dedos pulgares rozan la vagina de Chiara sin dejar de sostenerle de las piernas, le roza con la yema de los dedos otorgándole una sensación diferente a la de su húmeda lengua.

La sensación que provocaban las lamidas en su vagina le hacían soltar uno que otro suspiro de entre sus labios, sus caderas comenzaron a moverse por voluntad propia sintiendo cada vez mas como el probaba de su ser, mas cuando este uso también sus dedos para rozar mas aquella zona Chiara no pudo evitar exclamar un sonoro gemido de placer, sus ojos se cerraron y esta se aferro con su diestra a las sabanas y la otra ano aferrándose a el cabello de su amado como si no quisiera se apartara de ahí, sua caderas seguian moviéndose y los suspiros no se hacian ya esperar saliendo continuos, el placer que estaba acumulándose dentro de ella no le permitia ni siquiera intentar guardar silencio ante aquella situacion.

-Lans, te deseo, tomame hazlo que mi alma y cuerpo estan desbordantes de esta sensacion que solo tu has provocado en mi interior -

Susurro o eso penso ella, realmente no sabia en esos momentos si se encontraba hablando susurrando o gritando, se relamio y miro a su amado con deseo insinuante su corazon latente ya no tenia un ritmo comun si no el de un tambor de guerra, su dedo indice de la mano derecha subio hasta sus propios labios y esta lamio su punta, aquella noche en la que dejaria de ser una doncella con el hombre que ella amaba quedaría en su mente por siempre, quería recordar todo, su abdomen comenzaba a perlarse con su sudor, un sudor provocado por la pasion que esta sentia .

Con sus lamidas y chupadas continuas Lans hizo suspirar y gemir a su amada compañera cada vez más, más seguido y más fuerte al volverse incontrolable la sensación de placer para ella, una sensación sin pausa que Lans se asegura de darle tanto con su boca como con sus manos. La mano de la joven doncella guía a su hombre manteniéndolo allí entre sus piernas, emocionado este le lame en el interior de su sexo más rápido y más travieso llenando la sala de los gemidos de placer de esa mujer que enloquecida le pide a su amada que no la haga esperar más y que la haga suya de inmediato.

-Cumpliré su sueño con creces.Menciona con voz algo fuerte para que le escuche claramente y acto seguido empezó a subir sobre ella con besos y caricias nuevamente, dedicándole su tiempo al abdomen de Chiara así como a sus senos los cuales volvió a saborear con mucho gusto durante un buen rato antes de llegar a besar a la mujer en sus labios profundamente con mucho amor. Se acomoda de tal modo de que con sus manos sostiene suavemente las piernas de Chiara a la altura de los muslos, de ese modo la mantiene abierta de piernas mientras su pene choca lentamente contra la vagina de su amada, allí va ejerciendo un poco de presión para que con la dureza de su erección ingresar en la virginidad del sexo de su amante a la fuerza, pero lentamente ayudado por lo humedecida que esta la entrepierna de esa mujer que al excitarse lubrica su intimidad para dar mejor acceso al miembro viril de su amado compañero. Se abre paso en el interior de su amante lentamente, sin prisas va abriendo cada vez más la intimidad deseosa de su amada que no tiene más opción que ceder terreno ante la invasión de tan duro, grande y placentero trozo de carne que ingresa a sus adentros cada vez más. El glande del pene de Lans es lo primer que logra ingresar completamente en la intimidad de Chiara, el rostro de su amado es el de alguien que sienten un gran placer, la sensación del sexo es increíble y más cuando el sexo de la mujer presiona fuerte el pene del afortunado, eso solo ocurre cuando la mujer es virgen justo como en el caso de la joven hibrida.

-Me encanta la sensación que me hace sentir mi hermosa dama, mi prometida…Logra decirle entre suspiros de placer y besos a su mujer al comenzar a mover la cintura despacio, hacia los adentro de su mujer a la cual muy despacio va penetrando y desvirgando lentamente, con mucha suavidad y tranquilidad. Sabe Lans que en estos casos la paciencia es vital, tarde o temprano el himen de su mujer se romperá y podrá entrar mucho más profundo en ella, podrá hacerlo por completo. La dama sufrirá un poco pero luego la hará volar de placer, en cambio si empieza a lo bruto desde el comienzo la vagina de su mujer en vez se abrirse se desgarrara y será un tormento para ella, el dolor le podría durar semanas y eso no le conviene a ninguno de los dos. Tras varios minutos de besarla suavemente y de presionar hacia los adentro de su mujer tras salir y entrar un par  de veces de su interior logra meterle parte de su tronco, casi hasta la mitad del mismo, y sin desesperarse continúa con su labor de abrirse paso hasta lo más profundo del cuerpo y alma de su querida Chiara.

Atendió a su petición su amado comenzando a subir de entre sus piernas, cada beso sobre su piel desencadenaba una rafaga de placer dentro de ella, él sentirle saboreando sus pechos de nuevo solo ocasionada sentir más placer pues esta zona era muy sensible para ella, sus piernas por impulso se intentaron cerrar más esto fue impedido por más manos de su hombre las cuales las mantuvieron abiertas para dar libre pasó a él, sintió él pene caliente de su príncipe intentando entrar en ella lentamente, la sensación era placentera más un tanto dolorosa, sus caderas se movían lentamente sintiendo como entraba cada ves más en ella, la cara de placer de su amante le causaba excitación, sus susurros más deseo y mientras pensaba esto comenzó a sentir algo dentro de ella, sabía que era lo que estaba a punto de suceder y entonces ocurrió, esa delicada capa dentro de ella que le marcaba como doncella se rompió dando pasó completo a él pene de su amado, un gemido se hizo presente puesto que le dolía aquello “esta adentro “ susurro y se abrazo a su amado alegando su cuerpo lo más que pudo, una pequeña lágrima salió de su ojo derecho y recorrió hasta su mejilla, se soltó de aquel abrazo y miro a su amado dedicandole una sonrisa, acercándose a sus labios susurro rozandoles “Ahora soy tuya por completo“ , y continuación le dio un beso profundo y pasional, cada movimiento que hacia le provocaba sentir él caliente y deseoso miembro de su amado en su interior.