Visita de medianoche

La noche es oscura, el cielo está encapotado con nubes que prometen una fuerte tormenta y el refugio al final está acabado. Aquel contratista no hizo un trabajo excepcional, pero la estructura se mantiene en pie mejor de lo que por su aspecto una persona esperaría. Los materiales de construcción son bastante pobres, madera roída y clavos oxidados, eso es todo lo que la vista me alcanza a ver.

Serenamente me siento en la silla emplazada junto a la mesa y suelto un profundo suspiro. Me gustaría tener la oportunidad de borrar todo y volver a empezar, regresar a la vida fácil que un día tuve en mis manos, acostarse en una cama de primera categoría y tomar la primera comida del día preparada por cocineros de la más alta cocina. Los lujos de la nobleza eran algo del pasado y ahora estoy atado a una vida más humilde, pero llena de posibilidades.

Tengo en mi mente colocar el filo de mi espada en la garganta del Senescal, no será una tarea sencilla, pero debo comenzar desde el momento presente. Entre mis tareas por hacer está reclutar un ejército para clamar mi fría venganza, se dice rápido. Ahora mismo es tarde y el cielo probablemente no me permita dormir adecuadamente, al sol siguiente partiré a probar mi fortuna en algún pueblo cercano.

Todavía tengo algún asunto por resolver y por suerte aún conservo algo de mi antigua vida. Sobre la mesa hay una carta de ajedrez por correspondencia, la partida lleva más de un año en progreso. El remitente siempre ha sido anónimo y un rival admirable, alguien digno de batirse en una guerra de ingenios. Comienzo a trazar mi siguiente movimiento con toda la astucia que me define. La tenue luz de una vela de mesa ilumina el espacio donde escribo. Es muy relajante, teniendo en cuenta los eventos de mi pasado.

Mientras analizo mi jugada escucho un leve sonido proveniente dela ventana que queda a mi espalda, alrededor de tres pasos atrás. Me resulta fuera de lo habitual, elegí esta zona porque era tranquila y el viento no golpeaba fuerte. De hecho, me extraña que en el resto de ventanas no se muevan las roídas cortinas del refugio. Con toda esta información solo se puede sacar una conclusión: alguien intenta asaltar la casa.

Cojo mi espada, que estaba apoyada en la pata de la mesa. Miro a mi alrededor y distingo una figura en la sombra.

Me dirijo al asaltante, alzo mi espada e intento razonar con él.

- ¿Quién eres? - Le pregunto directamente

Vagando por la noche fría y oscura a través del bosque, encontré un pequeño refugio hecho con materiales en muy mal estado, de hecho, no sé ni cómo no se derrumba, apenas debe de tener estabilidad. Decidí a entrar y ver si alguien habita ese hogar, y pasar la noche a cubierto, y seguir mi camino por la mañana.

Al acercarme escuché el crujir de la madera, de una pisada que provenía del interior de la casa, y veo una figura que se acerca a mí preguntándome quién soy, a lo que le respondo:

-Vaya, alguien que no me conoce, ¡qué raro!, Soy Itachimaru, del clan Genesys, baja el arma o me veré en la obligación de aniquilarte.

(Le miro fijamente a los ojos sin perderle de vista)

La sala se ha inundado de un hedor horrible, y la luz ha alcanzado la cara del asaltante. Su rostro fracturado me resulta un tanto peculiar, pero lo que más provoca mi curiosidad es esa mirada. Nunca había visto ningúnos ojos parecidos y eso me intriga.

Desde luego esto sí es una sorpresa, esperaba a algún tipo de ladrón de pacotilla y aquí tengo a alguien que dice ser conocido. Quizás le ha traido la mano del destino hasta aquí, eso todavía tengo que averiguarlo. Parece alguien orgulloso y con un ego muy desarrollado, es posible que la situación sea manejable con las palabras adecuadas. Es sorprendente todo lo que se puede averiguar a partir de unas pocas palabras.

Mantengo la mirada fijamente en sus ojos, con este tipo de personas no hay que dejarse intimidar.

- Mis disculpas, no conozco su nombre señor Itachimaru - le digo con toda la franqueza posible, mientras apoyo la espada en el suelo - Supongo que debería reconocerle, sus habilidades de infiltración son excelentes, muchos bandidos han intentado cruzar esa ventana inútilmente - Sigo tratando de mostrar sinceridad, aunque esto último sea un farol - ¿Qué es lo que ha venido a buscar a mi humilde refugio?

Este individuo que se hace pasar de noble, y no tiene ni para un triste hogar, porque este cuchitril debe sostenerse por magia o algo parecido, el obrero debía ser manco y tuerto. Me mosquea bastante el tema de que me halague por algo que no he hecho, si sigue haciendo la pelota, lo mato, no quiero perder más tiempo.

-No necesito de sus halagos, no he querido infiltrarme en ningún momento, si no, ya te hubiese matado, no me llama nada en particular, quería pasar la noche bajo techo, sin importarme los habitantes, si ponen resistencia, tendrán un eterno descanso con mi señor Amateratsu.

¿Y tú?¿quiéres reunirte con mi señor Amateratsu?

Se está empezando a impacientar. Es agudo, ha visto a través de los halagos como si fuera cristal. Veo un profundo respeto por Amateratsu en sus palabras, puede que sea algún tipo de religioso descarriado

- No hay necesidad de caer en el uso de la espada para entendernos.

Me siento de vuelta en la silla y vuelvo a apoyar la espada en la pata de la mesa. Miro alrededor de la habitación, esto es muy poco comfortable y la situación se me puede ir de las manos. Nunca entenderé a estos fanáticos religiosos, ciegamente siguiendo una luz que nunca alcanzarán. Son irracionales e impredecibles, aunque este hombre no parece persona de justicia y bien. Asaltar casas no es un acto noble de paladines o clérigos.

- Por favor, si lo único que requiere es pasar la noche aquí, es perfectamente bienvenido. - Le respondo con una sonrisa - Sin embargo antes de que se vaya a dormir, me gustaría antes intercambiar algunas palabras con usted, si no es molestia por supuesto

Con un sencillo gesto le invito a sentarse

Mirando con más detalle, en la poca luz que hay en este hogar, veo algo que sobresale de su espalda, una especie como de alas desplumadas, aceptaré su invitación, puede interesarme este sujeto como pruebas, ¿será una especie cruzada con una paloma?¿Un demonio?¡Qué aberración tan interesante!

-Viendo que no huyes, ni pides piedad por tu vida, creo que merecerá la pena, aceptaré su invitación.

Me siento en suelo apoyado contra la pared, y le digo:

-Bueno, ¿qué desea saber de mí, o qué quiere saber en general que pueda ayudarle?

Oh, empiezo a ganarme su respeto, esto puede resultar mejor de lo que esperaba. Primero debo averiguar si sus habilidades me resultan de utilidad.

- Su vestimenta no es la más habitual en estas tierras. Y créame cuando le digo que eso no es bienvenido en la capital. Así que cuénteme ¿Qué es lo que le ha traído al puño de hierro?

Alguien arrogante como él debería estar preparado para sobrevivir ante este tipo de adversidad. Me pregunto cual será su plan para hacerse un hueco por aquí.

Veo cierto interés de este sujeto hacia mí, no debo exponerme tanto, y como antiguamente en mi otra vida, esto es misión de espionaje, nunca reveles datos de interés al enemigo, de momento no sabemos con quién estamos hablando.

-La razón es simple, vengo a vengarme de aquellos que me repudiaron a mí y a mi clan, arrasando lo que vea.En cuanto a la vestimenta que tengo es la que he tenido siempre, la capa de mi clan(que por cierto, está hecha unos harapos, sería conveniente hacer una nueva) desde los años 400...¿en qué año estamos?y cuéntame algo más de ti, por ejemplo, empezando por presentarte.

Presentaciones, presentaciones. Movido por la venganza, vaya, que motivación mas común en estos días. La venganza nunca lleva a ningñun lado, pero a veces, hay que tomar acción contra la gente que te ha traicionado. Yo no lo llamaría venganza, que horrible palabra, es mejor decir que quieres equilibrar la balanza de la justicia.

No resulta un hombre de maneras, supongo que su educación no ha sido extensiva, pero si pertenece a un "clan" importante estoy seguro de que compensará esa carencia

Si bien no es mi estilo no presentarme, estoy en una situación delicada. La guardia podría estarme buscando, pero este hombre, por sospechoso que parezca, parece genuino en sus motivos. Le otorgaré un ápice de mi confianza.

- ¡Oh! Qué falta de educación por mi parte no haberme presentado. - Con una breve reverencia - Soy Brandon, primogénito de la familia Lerciuf y heredero de su deshonra. - Mientras concluyo mi reverencia. - Si bien, mis días de nobleza han acabado, mi vida no ha hecho más que comenzar. - es el momento de lanzar el señuelo - ¿Qué posibilidades hay de que nos hayamos encontrado hoy? Dímelo, pues yo también busco hacer justicia, llámalo venganza si quiere.

Si esto no captura definitivamente su atención soy un absoluto fracasado. Espero que responda conforme a lo que espero.

Finalmente me reclino sobre la silla y espero a que siga hablando.

Este tipejo tiene bastante labia, quiero venganza, y me lo pinta de tal manera que me guste más, como alguien que tiene hambre y la dan una piedra pintada de rojo para que parezca una manzana, se lanza sin pensárselo dos veces.

-Es una casualidad, no te voy a decir que no, pero necesito saber algunas cosas más de ti, por parte personal, ¿qué son esas alas?¿quién te las ha puesto?, y por otra parte, la última pregunta para formar asociación si tu respuesta me convence, ¿contra quién buscas venganza y por qué?

Esta conversación me gusta hacia donde va, todo sigue el trayecto que yo quiero, creo que no me vendría mal alguien en el equipo, y más, con las mismas necesidades.

Miro hacia el techo. Esa es una buena pregunta ¿Qué son mis alas?. Desde que hago uso de memoria las tengo en la espalda, debe ser algún tipo de deformidad de nacimiento. Lo que más me intriga son las marcas y por qué sólo tocar esas marcas produce un dolor agudo.

- Estas alas son un defecto de nacimiento, están ahí durante todo el tiempo que recuerdo.

Busca una alianza, es el momento de proponerle lo que tengo en mente. La probabilidad de que sea un espía es tan baja que puedo arriesgar mi información.

- Seré franco, estoy detrás de la garganta y el trono del Senescal del Puño de Hierro - Bajo la cabeza y miro profundamente en sus ojos - Como entenderá no es una tarea trivial y necesito el apoyo de toda la gente disponible. El primer paso es conseguir un fiel informador y usted completa el perfil como un traje a medida. - Me levanto y pongo la mano en la mesa - Formarás parte de la gloriosa revolución. No espero su ayuda desinteresada. - Alzo la mano con intensidad - le ofreceré ser la mano derecha del imperio más poderoso que haya visto esta tierra y su venganza será sencilla como aplastar una manzana podrida. El imperio Lerciuf le proporcionará lo que necesite.

Busco mi espada y la recojo. Comienza la revolución, no es momento de echarse atrás, estoy dispuesto a todo y todos los que se me han opuesto lo pogarán con sangre y lágrimas. Dicen que hay que temer al hombre que lo ha perdido todo, de ser así esa sucia escoria del Puño de Hierro debería estar temblando de miedo.

Por supuesto, esto son promesas vacías de poder, por lo que espero que me otorgue noblemente su confianza y lleguemos hasta el final. - Corto la palma de mi mano con un gesto decidido de mi espada y le ofrezco la espada a Itachimaru - De no confiar en mi palabra, atraviese mi cuello con esta espada, de lo contrario, firmemos nuestro pacto con la sangre de nuestras venas. - La furia en mis ojos debe ser visible, no hay duda - Formemos una alianza que los bardos canten durante generaciones. Juro por mi apellido que esto sólo es el comienzo.

Me asombra ver lo decidido que está al querer hacer un pacto de sangre, y de no interesarme, poder cortarle la cabeza, me va a dar la diversión que yo busco, será gracioso volver a mi época ninja cuando me infiltraba en fuertes enemigos para sacar información.

Me levanto, y como tengo una ventana detrás, rompo el cristal y me corto la mano con algún resto de cristal, y le doy mi mano para firmar el pacto.

-Hecho, firmo el pacto de sangre, y acepto las condiciones que propones. En caso que me traiciones, te maldeciré con la peor de las maldiciones creadas por mi clan, no podrás dormir tranquilo en el resto de tu vida.

Ahora, coge lo que necesites y vámonos, necesito nueva ropa, vayamos a un pueblo a por provisiones y encontrar a algún aliado más, y estableceremos aquí la base, necesitaré tomar entero tu sótano.He de confesarte, que experimento con humanos y animales, y en un futuro con alguna criatura mágica, abajo también interrogaré a los prisiones y gente que raptemos.

Genial, esto sigue su curso en la dirección correcta, con la ayuda de este hombre y si conseguimos a alguien más, será difícil pararnos.

- Toma el espacio que quieras, por favor, este refugio es a partir de ahora nuestro nuevo hogar. - Señalo arriba - De hecho toma uno de los aposentos en la planta superior, espero que no sea de inconveniencia.

Hmmm... Experimentos con animales y humanos. Qué peculiar. Sólo espero que no interfiera con mis planes, lo que haga con su tiempo libre me es indiferente.

Me vuelvo a sentar en la silla junto a la mesa, todavía no he acabado de preparar el siguiente movimiento de mi rival. Acerco la vela para maximizar la iluminación sobre el pergamino.

- Pasaremos la noche y esperaremos a que amaine la tormenta, mañana visitaremos el pueblo del constructor que montó este refugio. Tengo algunos encargos que realizar allí, por lo que podremos preparar con tiempo nuestro primer movimiento: tomar dicho pueblo y tomar a sus gentes en nuestro lado.

-Sí, lo mejor es ganar gente e ir expandiendo la idea de hacer un cambio en el sistema. Mañana nos veremos, yo iré a ver mis aposentos, aunque creo que un resucitado como yo, no necesito dormir.

Me surge la duda y es motivo de investigar, si luego más tarde me aburro o el sueño no me ha dominado, empezaré a reformar el sótano para mis experimentos.
Espero que ganemos dinero rápido sin tener que levantar mucha sospecha, necesitamos invertir dinero en nuestra base, y en nosotros, ya bien de ropa, como de material también, ¡qué impaciencia!¡qué ganas de empezar este plan!

El día llega a su fin, es tarde y el suño empieza a pesar sobre mis hombros.

Concluyo de escribir la carte, la coloco en el envoltorio y coloco mi sello. Espero que en el pueblo haya algún mensajero fiable.

- Voy a descansar, mañana será un largo día camarada - Subo las escaleras hasta mi habitación.

Miro fijamente mi armadura, que está alli colocada. Mañana será un gran día, los corazones de la gente están inundados del terror de un reino que no les incluye. Será fácil hacerse con esos corazones débiles para unirlos a mi causa, pero no debo confiarme, hay peligros en toda esquina.

Cierro los ojos y espero al nuevo día...

-Descansa, compañero, mañana empieza una nueva página en la historia de Puño de Hierro. Yo voy a organizar el sótano, no te asustes con lo que puedas ver abajo, ten en cuenta, cómo eran las torturas en el año 400...


Me dirijo al sótano y voy haciendo limpieza de lo que no me valga, y organizando el sótano de tal manera de tener mesas, librerías y estanterías libres para seguir mis investigaciones, y una habitación para las torturas.
Lo que falte, se comprará más adelante, como papiros, tinta, plumas, material quirúrgico, cuerda...