A las orillas del bosque milenario.

Un día mas como cualquiera, transportada y llevada de un lugar a otro sin remedio. Esta vez había tenido una suerte increible, habiendo caido en un bosque. Llevaba dias en un maldito barco, mareada y sin poder salir. Paciencia, siempre me libraba gracias a eso. Pero esta vez habia sido demasiado duro de nuevo. Los barcos habian llegado a la ensenada y una vez allí fueron atacados por  elfos. Desconocia los motivos de los elfos y los de los humanos, pero alli acabe, en medio de una pila de cadáveres, haciendoles compañia.

Por fin, tras un largo día llegó la noche y porfin mi momento. Estaba  debil y mareada de barcos y mar. Por culpa de la guardia de aquel barco apenas pude comer en condiciones. Lo que me dejaba bastante agotada para lograr controlar al 100% mi forma humana. Entonces me abría paso por el bosque disminuyendo mi tamaño gradualmente, sin romper ni rozar ni un solo arbol. Una vez teniendo mim forma humana avancé por el bosque entre las ramas y sintiendo como mi cola y alas seguian manteniéndose a pesar de mis esfuerzos.

Escuche un ruido entonces y me gire mirando con mis ojos dorados y serpentiles a una chica de pelo azul y olor familiar. No se si llego a verme o no, ya que miraba a otro lado, pero rapidamente me concentré en eliminar las alas y la mayor parte de la cola para evitar llamar la atención, aunque posiblemente mis ojos en la oscuridad ya habian llamado suficiente. Pase de aquella chica por diferentes razones, la primera por pasar desapercibida y que no viera mis caracteristicas, y la segunda por no comermela.
Unos cuantos metros mas al norte logré visualizar un rio y olvidándome alli de muchos principios y seguridades decidi beber agua.  Tambien vi, una vez allí peces y por ello decidi sacar la daga para pescar alguno. Asi que alli me quede, sentada al borde del rió con la cola y cuernos visibles mientras poco a poco comenzaba a llenar el estomago y recuperar las energias y la cordura. Mientras eso pasaba me llegaba el olor de un lobo no muy lejano y en cuanto pudiera iria a por el, a comermelo y saciar el hambre mas que con un simple pescado.

Sentia que la chica se acercaba mas y mas. Pero intente centrarme en beber agua y comer peces e incluso hierva de la orilla. Tenia que paliar ere hambre o mi instinto saldria a la luz. Aun así su voz cercana me hizo girarme velozmente y mirarla con unos ojos amarillentos casi totalmente salvajes. A lo que pregunto si necesitaba ayuda. No era habitual encontrarse con gente asi, y tampoco fiable. Pero en mi caso¿que mas podía perder?. Me acerqué a ella sin tener interes en ocultar mis alas o mis cuernos o cola y deje que se extendieran retirando mis energias por mantenerlo. Al verla algo me llamo la atencion, sus ojos, el que no veia ni se asustaba de mi aspecto y su olor. Un olor familiar y a la vez apetitoso.
-Ayuda?...jajajaja. Si tienes algo de comida me harias un grandisimo favor. Si no, iré a cazar.
Respondí mirandola cara a cara mientras me recogia el pelo en una coleta.
-¿estas ciega pequeña?

Mire a la chica de nuevo comprobando que como habia dicho era ciega. Pero segun explico,lo era desde nacimiento, una clara ventaja ya que habia desarroyado sus sentidos a tiempo. Peor eran los que se quedaban ciegos con el paso del tiempo, de los que la m itad se suicidaba y la otra mitad morian por las innumerables desventajas.  La verdad que era una pena, una chica tan joven como ella y sin haber visto nunca la belleza del mundo, pero cada uno teniamos nuestros propios problemas, no era momento de preocuparse por otros. Asi que no quise decirla nada al respecto. En cuanto a la comida...era otro cantar. Y sonrei al escucharla decir dragon.
-Ciega, mona, valiente y a la vez inteligente. Esta claro que no se encuentra a alguien asi todos los dias.
Dije dando una vuelta a su alrededor mientras la olia. Olia a bestia y a dragon, pero olia a comida.  Podia decir que no tenia comida, o que no la suficiente. Pero debia comer ya si ella deseaba vivir. Desde mi punto de vista yo ya estaba empezando a jugar con la "comida". La toque el pelo viendo que era de un color claro y azulado, mientras lo olia. Ese olor a bestia...me abria el apetito. Rapidamente segui el olor a carne muerta y quite a la niña una bolsa con carne para acabar con ella en un instante.
-No te preocupes, te ayudaré a conseguir mas. Solo es un adelanto para que no te coma a ti o a tu animal. Un Dragon aveces pierde la cordura por comida o un poco de oro.
Dije sentandome en el suelo y meditando  mientras sacaba una espada.
-Vallamos de caza pequeña dragon bestia lo lo que quiera que seas. te debo comida.
Tras decir eso la mire con una sonrisa.
-Mi nombre es Enea, mas la gente me llama Ignis

Aquella chica me agradaba y mucho. No tenia miedo de mi y eso me ayudaba, no sentia ese miedo que a los dragones o criaturas salvajes tanto nos provocaba para acabar devorando. Es mas, estaba muy dispuesta a ayudarme, incluso llamo a su compañero.
-Y dime pequeña¿como se llama tu padre?
Tras ver llegar al lobo le sonrei amablemente y despues mire a varios lados olisqueando, aunque ahora el tendria mas nariz que yo. Es mas, aquella chica peliazul cambio de aspecto a uno mucho mas efectivo para el trabajo. Sonrei de medio lado y saqué dos dagas.
-Pues preparados todos. La caza empieza cuando digais y... elegir la presa. Creo que en esta zona se puede elegir.
Respondi moviendo las manoscon las dagas para volver a tenerlas mas activas. No como cuando era espada.

El miembro 'Zafira' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'Dado Numérico Random' :

Resultados : 4, 10, 10, 9

Escuche el nombre de su padre, resultandome familiar, uno de los dragones que se encontraban en las tierras heladas. Y al parecer habia tenido una hija con algo mas que un dragon. Sonrei a la niña y mire al lobo viendo como parecian hablar entre ellos.
-He oido hablar de tu padre, pero nunca le vi.
Dije sinceramente y escuchando lo que me decia mientras me daba la espalda para sacar sus alas.Sonrei y me acerque al rio.
-¿especial?...podria decirse que si. Pero todas las personas de este mundo somos especiales en cierto modo.
Dije evitando profundizar mas en el tema. Era inmortal, espada, elegida como protectora de una ciudad fantasma. No todos podian decir aquello pero tampoco era algo que se pudiera decir. Solo una vez hable de ello y me arrepentire siempre de aquel gran error.
-Yo ire por tierra, cerca del rio. Mucha suerte.
Dije corriendo en la direccion donde se encontraban los venados

Me rei al escuchar lo de su padre, pero tampoco iva a explicarla que conocia a practicamente todo el mundo en ciertos momentos de sus vidas, preguntaria y acabaria por descubir que era inmortal. Suspire y asentí, sacando las dagas y acercandome sigilosamente hacia los animales. Entonces me sorprendí cuando vi el hielo congelarse y rapidamente me lancé sobre el animal para cortarle el cuello con la daga.

El sonido de la hierva bajo mis pies, la brisa y el sentido del aire, todo eran factores a tener en cuenta para el factor sorpresa. Podía cazar muchos animales en aquel momento, pero Zafira solo congelo a uno de ellos, lo que me hizo cambiar de idea. ¿para que mas por el momento si con uno valdría de sobra para calmar mi apetito?. con aquel sigilo y agilidad me lancé sobre el ciervo en un movimiento casi invisible y le clave la daga matándole y dejando aquel rastro de sangre que siempre dejaba. Me baje del venado y miré a Zafira viendo su cara de tristeza.
-A nadie le gusta matar a los demas. Pero son cosas que deben hacerse para sobrevivir o simplemente por vivir. Por ello en otras culturas la gente reza para dar libertad a las almas de los seres que matan. Desde el mas grande al mas pequeño. Pero a mi modo de ver...con la comida no se juega. Puede aparecer un animal mas fuerte o robarte la comida, o morir antes de probar bocado. Tambien hay gente que cuenta que incluso al beber agua comes pequeños animales que matas sin darte cuenta, o incluso en el aire.
Dije a la chica y tiré el venado al suelo para empezar a cortarle y retirarle la piel. Pero antes de aquello la miré con pena.
-Es suficiente. Tengo que despellejarlo, puedes quedarte a verlo o dar una vuelta. Esto no es del gusto de todo el mundo y no pretendo comerme todo el venado cuando hemos colaborado entre todos. Sera mejor despellejarlo y repartirlo tal como hacen los humanos.
Le dije a Zafira mientras buscaba un buen sitio por donde empezar a cortar al animal.

Mire a Zafira con curiosidad. Era joven, pero debia saber bien que habia que hacer para sobrevivir, aun asi parecia costarle aceptarlo. Estuve pensando en que mandarla hacer y me vino una idea.
-Zafira... ve a por algo de leña para hacer un fuego y cocinar la carne. Sera mejor que ver como lo destripo y demas. No quiero que estes mal y asi ganamos tiempo.
dije mirandola y acabando de despellejar al animal.
-No tienes por que preocuparte por mas animales, puedo espantarlos sin problemas y alejarlos de la comida.

Mire a Zafira con un aire  de maternidad en la mirada.
-Cuidado, si tienes problemas llamame.
Sintiendo como su inocencia y poder apenas habian llegado a ningun limite. Por ello pedirla aquello fue lo mejor que podia hacer. Y ella acepto con gusto. No tardo tiempo en irse  y marcharse a buscar leña. Mientras yo miraba el ciervo con hambre arrancando un pedazo para comermelo crudo sin que la chica me viera. Porfin empezaba a quitar mi hambre y a notar que no dañaria a esos dos.
-Viejo ciervo, serviras para mucho hoy, alimentaras a tres preincipalmente, y a varios mas animales que deboraran tus restos. Has cumplido bien tu tarea, espero que en alma seas compensado.
Dije despellejando la piel sin cortarme y apañandola mejor. Despues de eso comence a atravesarlo con un palo y espere a Zafira mientras evitaba que otros animales tocaran la carne. Siempre con la espada en la mano.

sonrei a Zafira y dejando el animal clavado en un palo y apoyado en un arbol me dedique a con una fuerte y poderosa llama a encender la lumbre. fue entoncs cuandoespere paciente.
-Debemos esperar a que halla ascuas en el feuego paa qe la carne se cocine bien por todas partes. Mientras...cuentame cuantos viajes has hecho y que tal te sientes al estar..ciega.siempre meregunte como se ve el mundo.
Luego me sente en las llamas y me use a crer figuras.er una pena que no pudiera verlo.

Escuche a Zafira intentando imaginarme como podia ser el mundo asi. Yo cuando era espada no podia ver nada pero tampoco podia sentir mucho mas. Quizas podria aprender cosas de ella.La escuche atenta y me sorprendió gratamente.
-Asi que incluso la musculatura y el corazon, es realmente asombroso. Eres todo un genio Zafira.
Dije mirandola con orgullo. Estaba ciega, y practicamente todos los ciegos eran asesinados o morian a lo largo de su vida. Muy pocos podian sobrevivir y menos aun llegar a desarrollar tanto los demás sentidos. Aun asi cuando escuche su pregunta suspire. No podía contarle la verdad, por ello inventaria algo simple e improvisado. Podia creerlo o no, pero se lo contaria con todo el sentido del mundo.
-¿Eso?...Llevaba mucho tiempo en un barco prisionera. A algunos piratas les gusta vender criaturas extrañas, mas aun siendo un dragon y lo peor es que suelen saber las debilidades de cada raza. Asi que llevaba dias sin comer algo bueno, aparte me mareo en los barcos y odio el agua. Asi que cuando el barco se hundió nade hasta aqui en busca de comida y con dolor de cabeza y cansancio. digamos que estaba realmente cabreada.

Respondi con sentido comun .

Vi a Zafira sonrojarse y sonrei con amabilidad y dulzura.
-Claro que es gran cosa. Es algo maravilloso que solo tu puedes hacer.
La respondi tocandole con un dedo la punta de la nariz. Luego la escuche hablar de lo mio y me pase la mano por la frente. No habia sido eso, no exactamente. Simplemente como espada me habian usado dia tras dia, pero las noches me encontraba perdida entre agua y cielos nublados y sin apenas comida. Cuando llegamos a tierra era una espada y al parecer masacraron el barco en alguna batalla. y la verdad a su pregunta, si, fue doloroso. Siempre era doloroso ser controlado por alguien que te repugna.
-La verdad que si... pero tuve suerte. Y tu tendrias que tener mas cuidado acercandote a los desconocidos. No siempre vas a encontrar a alguien como yo.
Respondi sacando la carne del fuego y dandola un pedazo.
-Esta claro que eres una jovencita muy valiente.