Capital elfica

La capital de la Ensenada de plata es un lugar hermoso y acogedor, bañado en la gracia de Gaea, un lugar donde el aire es siempre fresco y agradable, dando así una sensación de bienestar que pocos lugares en el mundo pueden ofrecer. Así como en otros puntos de la Ensenada de plata las casas allí son de madera, paja o barro, aunque están hechas con tal mano de obra que son hermosas construcciones, los elfos como hijos de la Madre Tierra que son saben muy bien como utilizar las herramientas que Gaea les ha entregado a los simples mortales.
Los arboles aquí son altos y fuertes, la hierba es de un verde claro que al verlo durante mucho tiempo pareciera como ser parte del verde de una gran obra de arte, obra de arte cuyo creador es la propia Gaea. Flores y animales silvestres pueden verse de un lado a otro, prácticamente es una ciudad dentro de un bosque donde los elfos y la vida misma conviven a diario.

Grandes obras de mármol blanco y plata resplandecen en la capital de esta nación, si bien los elfos no son tan buenos con la piedra como los enanos estos saben bien como adorar a la tierra y los corazones con tan grandes obras de arte.