El viaje nocturno de las historias.

Luces brillaban en el cielo, pequeñas y lejanas. Iluminando el cielo como si fueran antorchas. A pocos metros del suelo una luz mas grande comenzaba a ascender, la que llegaria a ser la luz mas brillante entre esas estrellas. Apenas alguna nube tapaba ese cielo estrellado, y el viento soplaba dulce sobre los arboles y las casas. Casas en su mayoria derruidas y abandonadas, cubiertas por nieve y arena. Una pena que tantas casas hubiesen sido destruidas tiempo atras, sobre todo sabiendo el tiempo que se tardaba en construir una, sobre todo las mas elaboradas.

Habia salido del castillo como tantas otras veces, deseando salir de una rutina humana que parecia robarme el alma. Ese dia, mi destino habia sido aquella casa apartada donde solia quedar con el demonio. Tenia ganas de verle, pero quizas era demasiado pronto, o quizas estuviese con mas pactates en otra parte del mundo. Miré al cielo con mi ojos azulados, andando entre las casas, abrigandome con unas pieles y con la armadura aun puesta. Todo era silencio, roto por el crujir de la armadura al andar. Pero era lo mejor, salir fuera del castillo con ropa ligera podia ser peligroso. de echo...en cualquier parte era peligroso no llevar armadura. Solo con ella me sentia protegida.

Dejaba huellas en la nieve, y me agarraba a las paredes de las casas a cada desliz con el hielo. Pensaba en mi vida, en que podria hacer de ahora en adelante, en quien confiar o si directamente no confiar en nadie. Mis alas, tapadas por las pieles me daban entonces un aspecto de humana normal. Quizas mas limpia y saludable con ese pelo rubio y tez suave como la de los niños. Pero en aquel lugar muchos me conocian, no engañaria a nadie haciendome pasar por humana. Aunque quizas aquello lo hubiese sabido antes y todo habria sido mas facil. La gente habria sido mas amable, mas humana conmigo... Ahora mas bien parecian esclavos o jefes, pidiendo y suplicando dia a dia. Haciendome sentir mal al estar en un camino que no era celestial pero tampoco humano.

Segui andando sin prisa pero sin pausa, disfrutando del paisaje y de la luz. Sin sueño, oliendo la humedad y escuchando a los animales nocturnos. Esperando que algun dia lograse saber que hacer con mi vida. Y esperando encontrar de nuevo a la poca gente que me habia tratado realmente bien.